John Watson sabe que Molly Hooper es una irremediable niña soñadora.
John Watson entiende a la perfección aquella mirada fantasiosa que Molly Hooper pone cada vez que ve a su amigo Sherlock Holmes.
Porque John Watson no es un tonto, o al menos no tanto como Sherlock Holmes cree que es. Ya que John Watson sabe que Molly Hooper ve al señor Sherlock Holmes y se imagina tomada de la mano con él.
Sin embargo John Watson sabe que la pobre Molly Hooper no tiene la más mínima oportunidad de estar de esa forma con el señor Sherlock Holmes. Si, John Watson conoce lo bastante bien a su amigo Sherlock Holmes como para saber que no está interesado en relaciones románticas o de algún otro tipo con otra persona.
Y cuando John Watson piensa en ello, se siente vanidoso. Como si John Watson fuera el rey del mundo cada vez que sus pensamientos le llevan a ese tema. Pues John Watson sabe que Sherlock Holmes no tiene “amigos” ya que solo tiene uno. Y ese es John Watson. Es por eso que de vez en cuando John Watson tiene lastima por Molly Hooper, haciendo luego que John Watson la imagine tomada de la mano con su amigo Sherlock Holmes.
Ya han sido varias las veces en las que John Watson ha tenido esa imagen en la cabeza. Y a John Watson le agrada. Le agrada porque Molly Hooper es una mujer inteligente, sensible y sobre todo, hermosa. Además de que John Watson sabe, que si su amigo Sherlock Holmes se llegase a interesar por Molly Hooper él le apoyaría en su relación. Porque John Watson cree que se ven realmente bien juntos. Pero no será así y John Watson lo sabe. Lo que raramente le conforma. Ya que John Watson quiere que su gran amigo Sherlock Holmes sea muy feliz.
Tanto como John Watson lo es cuando esta con su amigo Sherlock Holmes cada vez que resuelven un nuevo caso. Aunque John Watson sabe que Sherlock Holmes también es feliz cuando resuelven un nuevo caso. Pero a últimas fechas John Watson ha notado que Sherlock Holmes se ve extraño después de eso, como si quisiera hacer algo más. Como si Sherlock Holmes se aguantase las ganas de realizar una cosa más. Las piernas de Sherlock Holmes vibraban y sus labios delgados se contraían al igual que sus puños y pupilas, y John Watson se sentía incómodo, porque realmente quería preguntar qué era lo que pasaba.
Porque cada vez Sherlock Holmes estaba peor. Y a John Watson no le gustaba, absolutamente nada. Pues John Watson sabía que en cualquier momento Sherlock Holmes reventaría como fuego artificial en año nuevo chino, John Watson no sabía que era lo que debía hacer, y la verdad tenía miedo de preguntar. ¿Qué tal si Sherlock Holmes esta vez le gritaba más a John Watson de lo que lo hizo aquella vez en el caso de el Sabueso de Vaskerville? John Watson no era un cobarde y mucho menos una niñita para ponerse a llorar cada vez que le alzaban la voz. Porque a John Watson no le gustaba que le gritaran.
Eso era una de las cosas que John Watson más odiaba, y eso que John Watson había estado en el ejército.
—Te vez triste cuando crees que él no te ve—
Molly Hooper era realmente un mujer inteligente, pues aunque Sherlock Holmes la ha escuchado perfectamente, John Watson también. Y si John Watson no voltea es porque no le da por lo menos un poco de curiosidad el saber cómo está en ese instante la cara de su amigo Sherlock Holmes. Ahora lo que más le importa a John Watson es ocultar sus pensamientos, de sí mismo, aunque John Watson entiende que no puede, porque son sus pensamientos tan afanosos que su propia fuerza de militar no le alcanza para omitirlos. Y es que el pensar porque Sherlock Holmes se ve triste cuando John Watson no lo ve es realmente raro. Sin embargo no acaba ahí ¡y qué más quisiera John Watson que todo acabara ahí!
Y siendo como John Watson es, no se asusta al pensar por ultimo después de una larga y esclarecedora charla consigo mismo “que pase lo que tenga que pasar”. Es por eso que en cuanto John Watson y su amigo Sherlock Holmes llegan a su departamento, después de terminado el caso, Sherlock Holmes se sorprende al ver como John Watson se queda parado enfrente de él, esperando a que algo pase.
John Watson ha decidido esperar, justo ese es el momento en el que, ya acabado el caso, Sherlock Holmes comienza a estresarse y a estresarlo. Así pues le plantó cara, John Watson hará de tripas corazón y esperará para que su amigo tenga lo que tenga que hacer. A cambió de la valentía de John Watson, la respuesta no se hace esperar. Pero para la sorpresa del soldado John Watson, nada de lo que hace su amigo Sherlock Holmes se compara con lo que John Watson había pensado antes.
Y es que Sherlock Holmes besó a John Watson. Las manos de Sherlock Holmes se cerraron sobre los brazos de John Watson y las piernas de Sherlock Holmes temblaron ligeramente. Si, Sherlock Holmes besaba codiciosamente a John Watson.
Y no se detuvo ahí....