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Un mensaje indirecto por Kalooz Doriianz

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Notas del fanfic:

Ah, está bien homosexual :A

 

leanlo ;) les va a gustar

Notas del capitulo:

jazhdkajsdhaksjd :A

 

lo está narrando Yongguk, ammm ammm....

 

me dicen que tal está mi Yongguk XD es la primera vez que escribo con él, creo :3

Mensaje oculto

 

 

Sobresale de los demás, eso es evidente con sus 180 cm de altura, su piel hermosamente blanca y su carita de bebé. Todo un paquete para cualquier chica afortunada… o chico.

Sin embargo, no es tan popular como debería. Es bastante tímido y torpe por lo que he escuchado. Causa problemas y tiende a callar la mayoría del tiempo. A nadie le agradaría tener a una piedra como amigo o algo más.

O por lo menos eso pensé al inicio.

Estoy por terminar mi carrera en la facultad de música, siempre me ha gustado y por ello decidí dedicarme a esto. Un día en el que debía de entrar más temprano me encontré casi totalmente solo, a excepción de algunas cuantas personas, entre pocas, él.

Choi JunHong

Iba a dejarlo pasar pero algo en mí me decía que tenía que confirmar todos esos rumores acerca de él. Que si es tan tímido, que si es tan callado, que si es tan aburrido, bla, bla, bla.

Pronto me aproximo a él y me siento a su lado como si no pasara absolutamente nada. De inmediato noté que se tensó debido a la cercanía que tenía para con su persona. Volteé a mirarlo y sin esperármelo nuestras miradas se encontraron. Yo sonreí y él se sonrojó. ¿Por qué?

Debía encontrar un tema de conversación. Bien, hace frío, supongo que hablar del clima no será tan bobo.

“¿No tienes frío? Es bastante temprano” le dije sin ningún tono aparente pero debo admitir que cierta emoción me dio al hablarle. Es como si conociera algo nuevo.

No volteó por completo hacia mí, pero me contestó con una voz poco audible “Si, hace frío”

Nunca lo había escuchado hablar y ahora que lo hacía no podía escucharlo bien. Sin pensarlo me acerqué más a él con la intención de escucharlo mejor, pero siento que creyó algo distinto. Casi se cae cuando trató de alejarse de mí. Creo que si es bastante tímido.

“Perdona, es que no te escuché –sonreí, era un poco tierno para su edad- Y… ¿En qué carrera vas? Casi nunca nos vemos por el campus”

“Yo… Estoy en preparatoria”

“¿Qué? ¿Qué edad tienes?”

“16”

“Prácticamente eres un bebé”

“No exageres, ¿cuantos tienes, h-hyung?”

“23”

Y sí, con eso nos dimos cuenta de que nos llevábamos solo algunas generaciones de distancia.

Sonreí ante la cara de expectación que sostenía en esos momentos, luego sentí como si una barrera entre nosotros se derrumbara. Yo siento su hyung puedo hacer y decir lo que quiera y él, bueno él solo puede escuchar a un anciano como yo.

La tención de antes desapareció gradualmente hasta que de las 6am pasaron a ser las 7:30am, sinceramente lo más que he platicado con una persona. A esa hora de la mañana mis demás compañeros por fin llegaron. Me dieron un sinfín de excusas del porqué llegaron tan tarde y luego me despedí de JunHong para ir a ensayar.

Debíamos de hacer una presentación y obviamente necesitábamos todo un equipo para hacerla. Por mi parte yo era el encargado del rap y era el maknae del grupo. Mi sobrenombre era Jepp BlackMan y también me encargaba de componer. Teníamos que ensayar por lo menos las 3 semanas siguientes y luego presentar un mini concierto. Por lo que el llegar temprano me permitiría hablar un poco más con el pequeño.

Pues a mi criterio, Zelo, como me dejó llamarle, no es ni tan tímido, ni tan callado ni tan torpe. Solo era un chico normal con cierto toque que lo hace parecer distinto, es todo. Pasé alrededor de 14 días platicando todas las mañanas, pronto le pedí su número de celular y obviamente lo invité a la presentación por la cual estaba llegando tan temprano esos días.

Al conocerlo me di cuenta de que compartimos bastantes cosas en común, como por ejemplo el rap. Al 16vo día le reté a rapear contra mí y vaya que me dejó sorprendido, es realmente bueno en ello. Quise invitarlo a la banda pero por alguna razón no quería, ha de tener pánico escénico o algo así. Respeté su decisión pero casi le rogué que en cuanto cumpliera la edad se metiera a la facultad de música, tiene demasiado talento como para desperdiciarlo.

Pronto se llegó el tan esperado día, y así como todo comienza así termina. Después de ahí ya no vería a mi donsaeng. Sin dudarlo le dije que por nada del mundo se perdiera de la presentación que con tanto trabajo hemos hecho. Aceptó de inmediato con esa hermosa sonrisa que me he acostumbrado a ver.

Confiando en su palabra me fui a ensayar, luego para en la tarde noche, totalmente listo salimos todos a la demostración de nuestro trabajo. Busqué con la mirada para ver a ese chiquillo, pero cuando creí verlo una multitud de chicas se me pusieron enfrente.

Tengo admiradoras y bueno, no las podía ignorar. Algunas querían un autógrafo, otras querían unas fotos y otra, en especial una, quería besarme. Y lo hizo, aunque yo no correspondí. Cortésmente le dije que no volviera a hacer eso y prometió no hacerlo, pero fue algo estúpido de mi parte creerle.

Cuando terminamos la presentación exitosamente salí a buscar entre el público a Zelo, pero nada, no había rastros de él. Me entristeció de gran manera que no viniera a verme.

Ya que siempre llega a las 6am al colegio –esto por sus padres que trabajan temprano y lo vienen a dejar- decidí ir de nuevo temprano, pero no estaba ahí donde siempre. Lo esperé durante un buen lapso de tiempo pero nunca apareció. Entonces siendo la hora de mis clases me fui a mi facultad, donde, como si te red social se tratara, había cientos de copias de la foto que no sé en qué momento nos tomaron a mí y a la chica que me besó el día anterior.

Llevé mi mano contra mi rostro en signo de desesperación. No podía creer lo que veía. No esperé ni 5 segundos para salir de inmediato de ahí. Era el colmo.

Caminé sin rumbo fijo hasta llegar de nuevo a la entrada del colegio, y fue hasta ese entonces donde encontré al chico sentado en el mismo lugar de siempre. Estaba abrazando sus piernas mientras estaba sentado en aquella banca de piedra junto a las plantas que creo son jazmines blancos y amarillos. ¿Cómo lo sé? Bueno, a mi madre le gusta mucho la botánica.

Apenas llego me siento a su lado y lo observo un poco frustrado, pero no me dice nada y creo me ignora un poco.

“Creí que vendrías ayer” termino hablando yo primero, algo está extraño.

“Ahhh… lo siento hyung” apartó la mirada y comenzó a jugar con esas florecillas que ya nos alcanzaban hasta la banca.

Sí, no soy tan tonto, algo le sucede.

“¿Estás bien? No te ves animado hoy”

“No me siento tan bien, es todo”

“Yo tampoco. Hoy va a ser un mal día, lo sé –dije con desánimo, era verdad, en cuanto algún maestro viera las fotos esparcidas por ahí me llamarían la atención de inmediato- parece ser que ayer en la presentación me tomaron una foto y las pegaron por toda la facultad”

“Las vi, están en todos lados”

“¿Qué?” solo eso pude comentar. Sí, soy hombre muerto. Me revuelvo mis cabellos en son de desesperación, cuando siento cómo Zelo se levanta del asiento y me da la espalda.

“Me voy a clases, te veo después hyung” Es lo único que me dice y se va así como así.

Si bien mi problema era grande, el que Zelo estuviera de esa manera me preocupaba más. Era totalmente extraño, no comprendía el porqué de esa actitud. Lo demás pasaría con los regaños y los días, pero lo de Zelo no estaba seguro.

Tal y como dije me regañaron un buen, recibí 3 días de suspensión por actitud inapropiada y pues no fui esos días a la facultad. Traté de comunicarme con Zelo y con mis demás compañeros, todos me respondían excepto el maknae. Ya era algo preocupante, por lo común siempre tardaba a lo mucho 10 minutos en contestarme algún mensaje.

Cuando pude regresar a clases de nuevo me encuentro con que no está en la entrada como siempre. Lo busco cuando puedo y no, no lo encuentro.

Al final me termino desesperando y voy directamente a la puerta de salida para los de preparatoria. No me muevo de ahí en horas hasta verlo y si, conseguí mi objetivo. Me ve y se detiene, pareciera que me tuviera miedo. Luego agacha la cabeza y continua su paso lentamente.

No espero a que llegue a mí, yo voy hacia él esperando una respuesta a su comportamiento. De nuevo ni si quiera me saluda. Me cabrea eso.

“Dime qué tienes contra mí” le dije directamente, debía saberlo.

Pero guardó silencio por unos momentos más, por lo que decidí secuestrarlo a la parte trasera de los salones.

“Tengo que irme hyung, están esperando por mi” decía para evitar escaparse del interrogatorio que le haré, pero no lo suelto.

“¿Hice algo que te molestara? No hemos hablado estos días” de alguna manera me importaba demasiado ese chiquillo. Es una persona única, como de esas que te encuentras por casualidad y te das cuenta que existe cierta química que te hace coincidir en gran medida entre tú y él. Por eso me sentía tan frustrado ante su actitud. No podía creer que ese pequeño que me platicaba millones de cosas todo el día ahora huyera de mí en cuento me ve.

“No es nada, tengo más tarea de lo normal”

“Mientes, sé que mientes –puse un gesto serio, debía saber de qué se trataba mínimo para saber si podría ayudarlo o no con su problema, o qué se yo- sabes que puedes confiar en mí”

Agachó de nuevo la mirada y comenzó a hablar: “Es sólo que ahora que hyung tiene novia supuse que no tendrías más tiempo para mí”

¿Qué? ¿Novia?

“Zelo, yo no estoy saliendo con nadie”

Espera, ¿por qué tengo que aclararle este punto a él?

“Te dije hyung, vi las fotos. Sólo no quería estorbar o quitarte tiempo”

¿Quitarme tiempo? ¿Estorbar? ¿En qué sentido podrá hacer él algo así?

“Tú no me quitas tiempo, y no me estorbas, ¿De dónde rayos sacas eso?”

“Yo… bueno yo…”

“Zelo tu nunca me estorbarías en algo así, por dios”

“Hyung… -se detuvo en su diálogo y levantó la mirada, encontrándose con la mía- es que tú me gustas”

Esa fue la única confesión en todos mis años de vida que me ha dejado totalmente impactado y sin palabras. Por lo común diría algo como que ‘disculpa, no quiero nada ahora en este momento’ o ‘no eres mi tipo’ o cosas así, pero ninguna palabra salía más allá de mi garganta.

“Lo siento, olvídalo hyung” y se esfumó de mi vista como si la neblina del frío se quitara de lleno.

Me quedé ahí pensando un buen tiempo. No podía asimilar las cosas, no tan pronto. ¿Yo le gusto? Entonces ¿Es gay? Bueno, no tengo nada en contra de ellos, pero ¿Yo le gusto?

Yo le gusto, él mismo lo dijo. No es un rumor ni un jueguecito estúpido.

Yo le gusto, simple y sencillo.

Pero yo no soy gay.

Me quedé dándole vueltas al asunto sin llegar a ninguna conclusión. Llegué a mi casa y comí, hice trabajos, ensayé un poco y esa confesión seguía entre mis pensamientos.

¿Qué pasaría si me llegara a gustar? Terminaríamos siendo novios, ¿No es así? Y como novios deberíamos besarnos y tomarnos de las manos, ¿No es verdad?

Duré aproximadamente una semana pensando en ello. Me volvería loco tarde que temprano. No lo veía ya, si acaso a veces su figura parecía estar entre la multitud, pero no me acercaba. Supongo que intuye el rechazo.

Llego de nuevo a mi casa y de sorpresa está mi madre ahí. Cocina algunas cosas para comer y mi hermano Nam baja de la habitación para comer todos juntos. Yo estaba distraído, hasta que de la voz de mi hermano mayor escucho una frase:

“‘Comienza a quererme, yo seré todo tuyo hasta siempre’ ¡pft! Qué cursilería es esa” reta a mi madre con el tono del final.

“De todas maneras, es un pedido que tenemos que llevar el fin de semana, necesitaré que los dos me ayuden -voltea para conmigo y me observa con enojo- ¿Escuchaste también?”

Sinceramente no, pero veamos “¿Pedido de qué?”

“Mamá es la madrina de flores de la prima que se casará este sábado, así que escogió los jazmines”

“Exacto, combinan perfectas con todo y el significado es bonito ¿no crees?”

No dije nada y asentí levemente, pero de ahí en fuera sólo me levanté del asiento, dejé mi plato en el lavatrastos y subí a mi habitación.

De alguna manera mis ánimos estaban por los suelos. No hice nada más que dormir hasta el día siguiente. Debido a que dormí más de 12 horas, desperté temprano y llegué de nuevo temprano al colegio.

Me dirijo sin pensar hasta la banca de piedra de antes y contemplo las flores que parecen congelarse con la temperatura baja. Ante el sonido de unos pasos venir, me giro y me encuentro precisamente con el chico que no me ha dejado dormir tranquilo los últimos días, pero ahora acompañado de alguien más.

Platican felizmente y pasan muy cerca de mí, lo suficiente para contemplar lo bien que parecen llevarse. Sonreía tan bien como lo hace conmigo, juega con él como si yo fuese ese chico, y quizás también lo quiera a él como a mí. Siento una sensación extraña en mi estómago y cierta rabia me asalta de pronto. Quise llamarle pero a pesar de haber pasado junto a mí ni si quiera voltea a verme.

Quizás sí era un juego, uno que me tomé muy a pecho. Demasiado que incluso me hace perseguirlo por los pasillos, tomarlo de la mano abruptamente y llevármelo lejos de aquel chiquillo castaño que en mi vida he visto y no me importaba conocer.

Volvemos a la misma parte donde se me declaró y se suelta fastidiado de mi agarre. Me mira extraño, con miedo y tristeza. Mientras que yo estoy exaltado, enojado y sacando chispas de celos, porque sí, eso son celos, los reconocería como fuera.

“¿Por qué hiciste eso hyung?” me dijo con un tono bajo, provocando que al igual que la primer vez me le acercara más de lo debido.

Lo acorralé entre la pared y mis brazos, lo miré fijo durante no sé cuánto tiempo para luego quedarme en blanco. Es verdad, ¿Por qué lo hice? Es decir, rechacé indirectamente a este chiquillo hace apenas unos días. No tenía derecho.

“Me cansa que me estés ignorando” le dije, pero sabía que ni esto ni cualquier otra respuesta tendría lógica.

“No creo que pueda estar cerca de ti hyung, sería muy masoquista de mi parte” dijo ladeando su mirada, evitando hacer contacto visual conmigo. Pero de todas maneras pude ver cómo sus ojos marrones se tornaban vidriosos.

Bajo mis brazos con intenciones de dejarlo  ir a pesar de que algo en mi me dice que no debería, que debería de detenerlo, de abrazarlo para que no llorara...

¿Cómo es que todo se volvió de esta manera? Hace un mes ni si quiera me hubiera imaginado en esta situación y ahora, me estaba comportando tan extraño por un mocoso por algo que ni si quiera es un asunto serio para él pero que aquí estoy yo de idiota dándole importancia.

Lo vi alejarse lentamente, cabizbajo.

No hice nada más después de eso. Mis días pasaron lentos y pesados. Ahora solían molestarme por la chica de la foto aunque realmente los ignoraba a todos. El fin de semana fui junto a mi familia a la boda de aquella prima como ya me habían advertido ir.

Mi madre estaba como loca, moviendo aquí y allá, arreglando arriba y abajo. La boda sería en la casa del novio y pues todo debía quedar ‘bien arreglado’. Cuando terminamos de todo el embrollo me fui a sentar en las afueras de la casa a disfrutar del soju que había robado. No tenía ganas de hacer nada.

Había una cosa que no me dejaba tranquilo.

Zelo.

Todos estos últimos días se juntaba demasiado con el mismo tipo aquel y me agobiaba un poco ese hecho. Luego de saber que eran celos, me pregunté si serían celos de amigo o de otro tipo, porque… ¿es normal sentirse celoso de un amigo alguna vez, no? Hoy no estoy lo suficientemente seguro, pero no importaba mucho. Si ya consideraba a Zelo como mi amigo desde hace tiempo, no le veía el caso romper una amistad tan buena como la que tenía con él. No se me hacía justo para mí pero tampoco quería ser molesto insistiéndole.

Lo decidí, me disculparía con él y respetaría cualquier cosa que me dijera.

El día siguiente era lunes, mi día ‘favorito’ de la semana. Debido al frío no pude dormir mucho, por lo que volví a llegar temprano al colegio. Una vez ahí varios copos de nieve comenzaron a caer. Era la primer nevada en corea. Salí del techo de la entrada con rumbo al jardín central para sentir cómo me iba llenando de estos cristales diminutos.

Me quedé mirando cómo todo se iba tornando color blanco. Por fin conseguía paz, tanta que incluso la inspiración llegaba a mí para alguna canción. Tenía los ojos cerrados mientras tarareaba lo que iba pensando hasta que de la nada siento que alguien me llama.

Por alguna extraña razón estaba ahí Zelo, abrigado de pies a cabeza con un paraguas en mano. Sonreí al pensar que estaba alucinando.

“¿No tienes frío?” le dije el mismo diálogo con el que comenzó nuestra indefinida relación.

“Si, hace frío” me contestó de vuelta con ese mismo diálogo del inicio.

Y por su tono tan tímido del inicio, quise escucharlo más de cerca. Lo tuve tan cerca que incluso el humo resultante de su respirar podía golpearme ligeramente el rostro.

Lo miré a los ojos, me perdí en ellos, en su brillo y en la inocencia que me transmitían. Alcé mis manos hasta alcanzar con mis dedos aquella parte de la bufanda que cubría su boca, la bajé por debajo de la barbilla para poder ver con más claridad su rostro. Parecía nervioso y sus mejillas se iban tiñendo de un rojo casi invisible.

Mis manos pasaron a estar sosteniendo su rostro, con mis pulgares acaricié levemente sus mejillas y luego hice algo que no había pensado. Junté nuestros labios. Lo estaba besando.

Lo besaba con suavidad, en movimientos lentos y apacibles, jugando con cada rose y sintiendo un millón de sensaciones a la vez, siempre disfrutando de ello. No me desagradaba en absoluto, de hecho, me gustaba demasiado para mi bien, tenía un sabor dulce y único que me hacía estremecer como no imaginé. Lo que más me gustaba quizás era la timidez con la que me correspondía este niño, me enternecía de alguna manera.

Pero al necesitar aire tuvimos que separarnos.

Lo miré, estaba con la mirada baja y con un sonrojo bastante notorio. Retrocedió un paso y luego dos, hasta que escapó de ahí.

Sí, huyó de mí.

Y yo también quería escapar de mí mismo, estaba echando a perder la situación y sobretodo me estaba confundiendo como nunca antes en mi vida.

Miré el suelo y me encontré con su paraguas tirado.

No tenía otra opción más que entregárselo más tarde, sino no podría regresar a casa.

Las horas pasaron realmente lentas, pensaba en mil cosas y en cómo solucionar las cosas, ¿qué podría decirle? Ni si quiera estoy seguro del porqué reaccioné de aquella manera. ‘Claro que lo sé’ me digo a mí mismo. Había empezado a desarrollar sentimientos por ese niño.

Una vez más me encontraba en la salida de los chicos de preparatoria, esperando a que saliera. Cuando no hubo más gente y el colegio se encontraba sin un alma, apareció. Caminé hacia él para alcanzarlo y cubrirlo de la nieve. Se notaba que no tenía intenciones de hablar, por lo que quise dejarle las cosas claras de una buena vez.

“Aquí está tu paraguas –le dije con un tono tranquilo. Cuando él tomó del mango, volví a poner mi mano encima de la suya, así podría obtener más tiempo y decir todo lo que pensaba- me estoy volviendo loco, ¿sabes? Desde que te conocí la mayoría de mis pensamientos giran en torno a ti, me hacen que no pueda ignorarte de ninguna manera, hacen que me sienta celoso de aquellas personas a quienes sí les permites hablarte. No soy gay, está más que claro, pero tampoco soy imbécil como para ignorar el hecho de que me he empezado a fijar en ti en otro sentido, en uno distinto a la amistad -Respiré profundo para continuar- Por eso aquí te quiero preguntar qué tan cierto es que te gusto”

Si tan solo me dijera que es completamente cierto, me arriesgaría sin dudarlo.

“Desde la primera vez que me topé con hyung me pareciste una persona muy amable. Al inicio yo tampoco te prestaba atención, créeme, pero pronto comprendí que quería concerté más. Lo hice y déjame decirte que al inicio también me asusté, a mí tampoco me había gustado un chico antes y ahora no sabía qué hacer. Me deprimí cuando creí que tenías novia, me deprimí más cuando te dije que me gustabas. Pero aunque te ignoré por mucho tiempo todavía me siento de esta manera contigo” bajó su rostro, algo me decía que lloraría tarde que temprano.

Lo abracé mientras sonreía. No podía creer que un chiquillo de este tipo me haya cambiado el mundo en un solo mes. Cuando me separé de él volví a limpiar su rostro con mis pulgares. Ahora que tenía las cosas claras podía arriesgarme a este extraño sentimiento.

“Comencé a quererte sin esperármelo, así que aléjate de otro quien no sea yo y sé mío desde hoy”

Lo quería para mí solo aun cuando esto significaba iniciar un amor que en mi vida imaginé.

 

 

 

Notas finales:

¿¿¿Quedo raro???

dejen rw :D!!!


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