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Enredados por Princezz Inuyoukai

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Notas del capitulo:

One Piece no me pertenece, es de Eiichiro Oda, a quien debo de apresurar para que me cuente la historia de Law ¬¬

Aqui con otro loco capitulo de esta tan extraña historia n.n

Tenemos a dos nuevos personajes, espero y les guste

Nos veremos abajo 

Capítulo 3.- Nuevos Amigos

Muy bien recapitulemos el día.

Primero, él estaba a punto de cometer el mayor fraude al haber robado la corona a aquellos gigantes. Segundo, Cuando al final pudo huir, un reno hablador apareció arruinando todo su plan, y para rematar tenía que ser guía turístico del chico rubio que vivía en esa torre.

Era lo que Eusstas pensaba mientras bajaba por la torre con ayuda de un par de cuchillos que el chico, Killer, como se llamaba, le había prestado para poder bajar.

-¡Oye rubio! ¿Bajas o no?- le grito desesperado Eusstas.

Killer volteo a ver por una última vez su hogar, solo sería un momento el que se iría, aprovecharía al máximo esta grandiosa oportunidad.

-¿Listo?- le pregunto a Su, quien ya estaba amarrado con un largo mechón –Vamos.

Eusstas seguía bajando la torre ¿Qué tanto se tardaba ese mocoso? A lo mejor y se arrepentía y fin, le daba la bolsa y todos felices. Pero toda idea de ser libre se esfumo cuando vio una larga cascada rubia bajar de la torre y con él a Killer.

Killer estaba emocionado al fin salía de su hogar, se detuvo a unos cuantos centímetros del césped verde que crecía alrededor, cuando al fin se soltó por completo y toda su larga cabellera estuviera en el piso, salió de aquel escondite por el que se mantuvo oculto 19 años de su vida. Los rayos del sol dieron en su rostro, como dándole una grandiosa bienvenida.

-No lo creo… Salí de la torre- se decía a sí mismo –Es lo mejor que me ha pasado en la vida. ¿Y si mi madre se entera? No creo que se entere, esta visita será rápida.

Eusstas salto de un brinco lo que le quedaba de torre y salió igual del escondite para buscar al chico, quien extrañamente estaba atrás de un árbol.

-¿Qué hare? Soy un hijo terrible.

A Eusstas le esperaba una larga tarde.

Medio día después…

Le estaba empezando a atacar una gran migraña, estaba intentando descansar tan siquiera por un mínimo minuto de aquel chico que estaba pasando por una crisis emocional.

Cuando salieron del escondite estaba saltando en un pequeño rio, después lo vio escondido en una cueva, más tarde estaba columpiándose con su mismo cabello en un árbol para después subirse al mismo árbol y empezar a murmurar cosas como “Voy a regresar”, cuando llevaba otro tanto caminando, estaba corriendo feliz por un campo abierto.

Pero ahora… ahora estaba llorando atrás de una piedra como si no hubiera un mañana.

Ser niñera es estresante. Y todo por culpa del reno hablador, pero cuando lo volviera a ver podría añadir un nuevo abrigo a su colección.

A Eusstas se le prendió el foco, tal vez la guerra de este mocoso le resultara bastante gratificante. Solo debía de ser bastante cuidadoso con lo que le diría, unas cuantas palabritas y él quedaría libre.

-Es duro ¿verdad?- se le acerco.

-¿Qué?- Pregunto confundido Killer.

-Solo tengo unas cuantas pistas, una madre sobreprotectora, un viaje prohibido, esto es muy delicado.

Killer lo miro con algo de confianza, tal vez Eusstas lo comprendía. Eusstas solo sonrió al ver como su plan funcionaba.

-Pero yo calmare tu conciencia. Si es solo un poco de rebeldía, una gran aventura, todo es esto es el proceso de crecer, es normal no hay de que temer. ¿Tu madre se lo merece? No ¿Qué le rompas su corazón y estrujas su alma como una uva? Sí, pero es algo que todo hijo debe hacer.

-¿Romper su corazón?- preguntaba con incredibilidad Killer.

-En dos.

-¿Estrujar su alma?

-Como una uva.- Eusstas no podía evitar sonreír al ver su plan ir con mucho éxito.

-Eso sería un gran dolor para ella…

-Sí, así es. Es una lástima que te diga esto pero, te libero del trato.

Killer despertó rápidamente, ¿Qué este tipo había dicho que?

-Es lo mejor- Eusstas le dio sus cosas –Toma, tu sartén y tu conejo, ahora puedes volver, entregarme la corona y tú y tu madre trabajan en una relación de confianza donde esto será tu más oscuro y profundo secreto.

-¡No!

-Demonios, ya estaba tan cerca de caer.- pensó Eusstas.

-¡Quiero ver esas luces!

-¡Ay por favor!- adiós paciencia -¿Qué debo hacer para que me entregues esa corona?

-No me obligues a usar esto- lo amenazo con la sartén.

En ese momento se escuchó el ruido de unas pisadas. Killer se escondió detrás de Eusstas.

-¿Quién es? ¿Me encontraron? ¿Vienen por mi cabello?

-Ok, ¿qué tanto problema con ese cabello?

Era solo un conejo.

-Sera mejor que te quedes quieto- bromeo Eusstas –Puede oler el miedo.

-Oye, no soy tonto hasta yo sé que es un conejo- hablo con cierto reproche Killer.

-Mejor evitemos lugares con rufianes y ladrones- decía sin importancia Eusstas.

-Opino lo mismo- decía Killer. –Tengo algo de hambre.

Eusstas resoplo, solo tenía unas cuantas monedas para poder comprarse algo para él solo. Entonces algo dentro de él se encendió, solo debía de volver a intentar, el mismo plan, elaboración diferente.

-Conozco un buen lugar Si supieras- hablo Eusstas.

-¿En serio?

-Claro- dijo mostrando una pequeña bolsa que hizo sonar.

Pero de un momento a otro, Eusstas fue noqueado por algo sumamente fuerte, Killer rápidamente fue a ayudar al pelirrojo quien se levantó rápidamente y ambos voltearon a ver como un chico pelinegro se iba corriendo.

-¿Estas bien?- pregunto Killer.

-Sí, ¡Maldición! ¿Qué era eso?

-Creo que un niño.

-¿Tú crees? Pues era demasiado fuerte- Eusstas se percató de algo –Espera… no está… ¡No está!

-¿Qué cosa?

-¡El dinero para comer!

-¿Te robaron a ti? ¿Siendo un ladrón?- pregunto con cierto sarcasmo Killer.

-Oye, por si no te has dado cuenta su majestad, era todo lo que teníamos para conseguir algo de comer.

-Bueno, bueno vamos tras el chico.

-Cuando encuentre al mocoso juro que hare que se arrepienta.

Es que nada podía salirle bien este día.

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Alvida llevaba medio día de viaje, lo que tenía que hacer por el chico, pero era necesario o Killer seguiría con lo de querer salir de la torre. Y ella se había jurado que nunca dejaría salir a su más preciado secreto. Ahora podía seguir siendo eternamente bella. Pero cuando volviera debía de pensar en una forma que Killer se olvidara de aquellas luces. Tal vez llevarse lejos no sonaba tan mala idea.

Aunque no quisiera admitirlo le tenía cierto cariño al chico, así que solamente se lo llevaría lejos, no era momento de seguir atormentándolo psicológicamente.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que apenas pudo escuchar el ruido detrás de ella.

Volteo a ver quién pudo haber sido y se encontró con un ciervo… ¿o era un reno? Era algo curioso, tenía un sombrero rosado con un símbolo del sol en él.

-Mph, una mascota de la familia real- dijo con simpleza, pero después pensó -¿Sin tu jinete?- volteo hacia la dirección en la que venía –Killer.

Chopper vio como aquella extraña mujer salió corriendo, no tuvo ni siquiera un momento de preguntarle si había visto a un pelirrojo.

Alvida corrió todo lo que pudo su cuerpo hasta llegar al escondite.

-Killer- hablo con la voz más melodiosa y calmada posible –Deja caer tu cabello.

Pero nada sucedía, Killer siempre respondía a la primera llamada de su madre. Alvida pensó lo peor. Corrió hacia la parte de atrás de la torre y empezó a quitar piedra por piedra hasta dar con una pequeña puerta por la que entro y termino saliendo por un túnel secreto debajo de la alfombra.

Killer no estaba.

Alvida estaba desesperada, si Killer fue encontrado no tardarían mucho en dar con ella ¿Qué podía hacer en esos momentos? Entonces una luz cegó por un momento a Alvida. Algo estaba oculto entre las escaleras. Cuando se acercó a aquel pequeño escondite encontró una bolsa, la abrió y vio en su interior a aquella corona, la que Killer tenía derecho desde su nacimiento.

Soltó con temor la corona y vio que dentro del bolso había algo más, un cartel de búsqueda.

Alvida se enfureció, Killer no fue encontrado, salió por su cuenta propia. Camino hasta su cuarto y de su tocador saco una pequeña daga. Killer desearía nunca haber salido de la torre, rogaría por volver cuanto antes.

¿Quería conocer el mundo? Bien, lo conocería tal y como Alvida lo contaba.

Frio y sin sentimientos.

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Estaba oscureciendo, tenía una migraña a punto de explotarle la cabeza, con un hambre atroz y aquel rubio no dejaba de recordarle a cada rato su pequeño descuido.

-Aún sigo sin creer que un tipo como tu haya sido derribado por un pequeño.

-Oye, era pequeño pero muy fuerte- trataba de defenderse Eusstas.

-¿Y qué hay de ti? Tú debiste de ser lo más.

-Fue un descuido, no me volverá a suceder.

-Si como digas.

Ambos jóvenes empezaron a buscar a aquel mocoso que se había atrevido a robarles.

Mientras que en otra parte del bosque…

Un joven pelinegro corría felizmente, traía un sombrero de paja, unos pescadores azules, un chaleco rojo y calzaba un par de sandalias. Llego a un frondoso árbol en el cual se quedó parado de frente.

-Shishishi, ahora veamos ¿cuánto fue la ganancia de hoy?- decía el chiquillo mientras sacaba las monedas de la pequeña bolsa -¿Ah? Esto es muy poco- se quejó.

-¡Pues devuélvemelo bastardo!- le grito alguien, cuando el chico se volteó una mano lo había atrapado por el cuello sujetándolo con el tronco del árbol.

-¡Espera Eusstas!- grito Killer.

-¿Y tú quién eres?- pregunto el menor.

-Me llamo Eusstas y tú has cometido el peor crimen.

-¿Así? ¿Cuál es?

-¡Robarme!

-Para tu información “Eusstas” también soy un ladrón- dijo el menor.

-¿Y sabes la frase “ladrón que roba a ladrón”?- sonrió ladinamente Eusstas.

-Muy popular- sonrió el chiquillo.

-Bueno no creo que a nadie le importe si desapareces.

-Eusstas no estarás pensando en…

Eusstas estaba a punto de asfixiar un poco más al chiquillo, pero sintió el filo de una espada en su cuello.

-Sera mejor que lo bajes- hablo una voz fría.

-¿Y tú quién eres infeliz?- pregunto Eusstas.

-¡Law!- grito el chiquillo.

-Luffy ¿en qué problemas te metiste esta vez?

-Ah, pues ya sabes los de siempre shishishi.

-El mocoso me robo mi dinero.

-¿Tienes algún problema?

-Sí, ¡Es mi dinero!

De repente ambos mayores sintieron un dolor en la cabeza, Killer los había golpeado con el sartén.

-¿Pero de qué diablos está hecho eso?- pensaron ambos.

Luffy se sintió libre al fin de su cuello.

-Uf, un poco más y pensé que moriría shishishi- se acomodó un poco la ropa y fue corriendo a ver al otro chico que había sido noqueado por el sartén de Killer.

-¿Y a ti qué diablos te pasa?- pregunto enfadado Eusstas.

-No sé que como arreglan las cosas ustedes los ladrones, pero tú estabas a punto de asesinar a alguien y alguien estaba a punto de asesinarte a ti.

-¿Te preocupaste por mí?- pregunto extrañado Eusstas.

-Pues claro, si tú mueres como llegare a ver las luces- dijo sin consideración Killer, no pretendía ser duro, pero la verdad Eusstas era demasiado infantil.

-Niño caprichoso- pensó Eusstas –Oye chiquillo devuélveme el dinero.

-Por favor necesitamos comer algo.

-Mejor devuélveselo Luffy- dijo el sujeto llamado Law, quien seguía en el suelo.

-¿Por qué?

-Porque al parecer este tipo cuesta más que simples 20 monedas.

Eusstas puso una cara de sorprendido.

-¿Cómo sabes eso?

-Mph, tu rostro esta por todo el bosque, aunque viéndote bien, no tienes la gran nariz.

A Eusstas una vena salió en su cabeza.

-¡Oh! Si es cierto Law, es el tipo por el que el reino ofrece 400, 000,000 monedas de oro. Aunque su nariz es más pequeña que la de Usopp.

Eusstas abrió la boca de la impresión ¿tanto ofrecían por robarse una mugre corona?

-Debiste de cometer algo verdaderamente estúpido. Los ladrones de ahora ya no son tan sigilosos como antes.- decía con resignación Law.

-¿Son ladrones?- pregunto Killer.

-Lo somos- dijo Luffy.

-Es más vivimos en una aldea de ladrones- agrego Law.

-¿Y tú quién eres?- se le acerco Luffy a Killer.

-Me llamo Killer, mucho gusto en conocerte- saludo Killer.

-Yo me llamo Monkey D. Luffy y el chico que me acompaña es Trafalgar Law- sonrió amablemente el niño.

-¿En serio este chico es un bandido?- pensaba Killer, bueno el segundo si lo parecía. Killer igual respondió con una gran sonrisa.

-¡Que genial peluche!- dijo Luffy mientras cargaba a Su.

-No es un peluche, es mi amigo, un pequeño zorrito llamado Su- le empezó a explicar Killer.

Law miro con algo de extrañeza la escena, Luffy era demasiado rápido haciendo amigos, mejor para quitarse las dudas.

-¿Ustedes dos son parejas?- pregunto sin darle importancia Law.

La cara de Eusstas le gano a su propio cabello, estaba en un tono más rojo al igual que Killer.

-¡Claro que no!- grito furioso Eusstas.

-Ah, entonces… ni te le acerques a Luffy, porque es mío- sonrió superiormente Law.

-¿Cómo?- pregunto confundido Killer.

-Soy la pareja de Law- dijo sonriente Luffy mientras se abrazaba a Law.

-Pedófilo- susurro Eusstas, pero recibió un sartenazo de Killer.

-Sera mejor que tengas más respeto- le reprocho Eusstas.

-Ah, mencionaste que estaban hambrientos.

-¿En qué estás pensando esta vez?- pregunto en un tono cansado Law.

-En que tal vez sería mejor que vayan con nosotros de vuelta shishishi.

-¿Qué pasaría si nos delatan? No me fio de ese tal Eusstas.

-No parece tan malo.

-Te intento asfixiar.

-No lo logro gracias a ti, ¿Qué dices? Esta oscureciendo de todos modos.

-No puedo perder contra ti ¿verdad? De acuerdo, vayamos entonces.

-¡Si! Killer, acompáñanos, tú también Eusstas.

-¡Que te…!- iba a gritar Eusstas hasta que vio como Killer lo amenazo con la sartén.

Se sentía humillado, como diablos pasó a temerle a una simple sartén. Pero bueno, sacaría algún provecho de esto.

-¡Les va a encantar!

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Cuando Eusstas y Killer pisaron la aldea se imaginaron una llena de vagos, borrachos o asesinos sueltos, pero en verdad ahí todos vivían en armonía, claro veía una que otra pelea, pero nada serio que después no conciliaría un par de tragos.

-Tal vez… estaba equivocado- susurro Killer esperando que nadie lo escuchara, pero Eusstas si termino escuchándolo.

-¡Killer! ¡Eusstas!- grito Luffy -¡Vengan!- les señalo un pequeño restaurant cerca de una pequeña cascada.

Cuando ambos entraron vieron el local casi vacío, a no ser por unas 10 personas dispersas en las mesas.

-Bienvenidos al Baratie, ah, hola Luffy, Law ¿Qué les sirvo esta vez?- pregunto un chico rubio con un par de cejas en forma de remolino.

-¿Kuroashi? ¿Esta no era tu noche libre?- pregunto Law

-Sí, pero cierto marimo idiota armo otro jaleo anoche y tuvimos que quedarnos.- mientras le servía una copa a Law.

-Mph, que lastima- dijo Law mientras bebía de la copa –Me hubiese gustado ver como caminarías mañana- rio con burla Law.

A Sanji le broto una vena.

-Serás un…

-Sanji-hablo Luffy –Traje algunos amigos, vengan chicos.

Killer y Eusstas se sentaron en frente de la barra.

-¿Qué les sirvo?- pregunto Sanji.

-Ron- pidió Eusstas.

-Espagueti- pido Killer.

-Enseguida.

-Les va a encantar- se acercó Luffy a Killer –Sanji es el mejor cocinero en toda la aldea.

Eusstas aprovechando que Killer y Luffy estaban entretenidos se le acercó un poco a Law.

-¿Tu pareja?

-Sí, ¿algún problema?- lo fulmino con la mirada Law.

-No, ninguno, es solo que ¿no es muy joven?

-Si lo es- dijo mientras le daba otro trago a su copa.

-¿No te importa exponerlo a este peligro?

-Él mismo lo pidió. Además me ayuda a mantenerlo siempre vigilado. Somos huérfanos, el mundo es difícil si no sabes cómo sobrevivir.

-Lo sé- dijo Eusstas mientras bebía del ron que Sanji le habría traído.

-¿Y tú acompañante?- pregunto curioso Law.

-¿Qué tiene el?

-No se ve tan mal.

Eusstas lo miro algo enfadado -No es nada personal, solo negocios.

-¿En serio? Se ve que tienen buena química, claro, lo digo por el arma que usa.

-¿Qué me dices de ti? Caes ante los encantos de un chiquillo

Law y Eusstas rieron, tal parece que no se llevarían tan mal.

Un relinche de caballos saco a varias personas de sus pensamientos.

-¿Qué fue eso?- pregunto preocupado Killer.

-Es probable que sea alguien de la guardia real- dijo Sanji.

Law y Luffy escondieron a Eusstas y Killer detrás de la barra. Los cuatro levantaron la mirada para ver que en efecto, eran guardias del reino, pero para buena o mala suerte de Eusstas, Doflamingo y Crocodile venían con ellos y estaban esposados.

-¿En qué les ayudo chicos?- pregunto Sanji mientras por debajo les mostraba una salida para Kid y Killer.

-Hemos escuchado rumores acerca de una aldea de ladrones.

-¿Aldea de ladrones? No me suena.

-Bueno, no estamos aquí por eso, al parecer alguien vio al bandido Eusstas por estos alrededores.

-Pues lo lamento pero no tengo ni la menor idea de donde está.

-Tenemos derecho a revisar el bar.

-Ni se les ocurra hacerle algo a mi restaurante- gruño un anciano con una barba trenzada.

-Viejo ya lo tenía en orden.

-No me digas lo que no puedes hacer- lo pateo el anciano a Sanji.

-Ni creas que seré tan gentil porque seas mayor que yo- antes de que Killer pudiera darse cuenta el bar ya era un ring, gente que había aparecido de la nada se había unido a la pelea.

-Descuida- dijo Luffy –Es solo una distracción, entra de una vez- le señalo un profundo túnel.

Los cuatro chicos entraron, pero al momento de cerrar la tapa se azoto e hizo llamar la atención de los guardias.

-¡Los ladrones se escapan!- gritaron y esquivando los golpes que la aldea propiciaba lograron entrar unos cuantos.

-Interesante lugar- dijo Doflamingo.

-Ni que lo digas- Crocodile se quitó el garfio que tenía en su mano, pudiendo liberar su brazo y liberando su otro brazo y a su compañero.

-Ahora vayamos por ese maldito.

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Dentro del túnel se encontraban corriendo los cuatro jóvenes. La guardia real casi les pisaba los talones. Encontraron una salida que daba final hacia una presa abandonada en un barranco.

-¿Los perdimos?- pregunto Eusstas.

Pero un ruido de madera rompiéndose sonó, la guardia real se había desviado de camino y terminaron debajo de ellos.

-¿Quiénes son ellos?- pregunto Killer.

-No les caigo bien- respondo Eusstas.

El trote de un animal se escuchó cerca y arriba de ellos apareció Chopper.

-¡Te encontré ladrón!- Escalmo el pequeño reno.

-¿Quién es el?- pregunto Luffy.

-No le caigo bien.

Otro sonido de pisadas más fuertes se escucharon y hasta el fondo del barranco aparecieron Doflamingo y Crocodile.

-¿Y ellos?- pregunto Law.

-Les aclarare algo… ¡Aquí a ninguno le caigo bien!

-Concuerdo contigo- dijo Law.

Killer analizaba el área en el que se encontraban. ¡Bingo! Encontró una salida.

-Eusstas- lo llamo –Cuídalo- le dio la sartén y a Su. –Encárguense de los guardias- le ordeno a Law y Luffy.

Killer uso su cabello como una larga soga y se balanceo hacia abajo, saltando delante de la salida, solo debía quitar unas tablas.

Law y Luffy saltaron para poder encargarse de los guardias mientras que Eusstas se quedó arriba.

-¡Ladrón!- llamaron a Eusstas –Devuélveme la corona- Chopper se abalanzo hacia él, con los cuernos directos hacia Eusstas.

-Ah- Eusstas no tuvo más remedio que empezar a pelear con el sartén que Killer le había tendido, con ayuda de eso logro esquivar los golpes que el reno trataba de provocarle –Sabes, esto es lo más loco que he hecho en mi vida.

-Y será lo último- Chopper se disponía a volver a atacarlo.

Killer empezó a arrancar las tablas de madera que tapaban la única salida. ¡Lo logro! Volteo a ver a sus amigos, arriba estaba Law y Luffy encargándose de los guardias y más arriba vio a Eusstas peleando con su sartén contra aquel reno que hablaba.

-¡Chicos!- les grito, con su cabellos hizo tres cuerdas las cuales atrapo a los tres chicos.

Eusstas sintió como algo se amarraba a su mano. Vio que era Killer quien los iba a bajar.

-¡Ja! Nos veremos reno tonto- fue jalado hacia el suelo, pero apenas toco el suelo vio a Doflamingo y Crocodile que iban tras él.

Vio al reno que también saltaba hacia ellos, pero entre tanto movimiento, el lugar empezó a derrumbarse y la presa libero toda el agua contenida. Los cuatro chicos empezaron a correr hacia el interior de aquella salida. Para su suerte una roca tapo la entrada.

-¿Por qué no veo alguna luz?- pregunto Luffy.

-Demonios- hablo Eusstas –Es una cueva.

-Ahora entiendo porque estaba sellada- comento Law.

-Eso no se escucha muy bien ¿verdad?- agrego Killer.

El agua se estaba colando por los pequeños espacios entre las rocas y poco a poco la cueva empezó a llenarse de agua. Eusstas y Law se sumergieron buscando alguna salida o roca floja que pudieran mover. Pero el aire empezó a faltarles y tuvieron que volver a subir.

-No hay nada más que hacer- le dijo Eusstas a Killer.

Killer se sumergió tratando de buscar algo, pero fue detenido por Eusstas.

-¿No lo entiendes? ¡Se acabó!

-Lo siento- hablo con voz quebrada Killer –Todo es mi culpa chicos, en serio lo siento Eusstas.

Noto tristeza en su rostro, volteo a ver a los otros dos, lucían algo desesperados. Eusstas podía soportar varias cosas, pero nunca la tristeza de los demás.

-Ah, Kid.- hablo Eusstas.

Los otros tres voltearon a verlo. El agua ya estaba arriba del pecho.

-¿Qué?

-Mi verdadero nombre es Kid, Eusstas Kid.- intento aliviar el ambiente, Killer sonrió –Pero no se lo digas a nadie.

-Bueno- hablo Law con una sonrisa –Odio el pan.- dijo, Law comprendió que Eusstas trataba de hacer menos tenso el momento, así él también lo haría.

-Shishishi Soy nieto del general de la Guardia Real- también hablo Luffy. Haciendo que a Kid pusiera una cara de sorpresa y a Law una mirada cansada.

Killer sonrió.

-Guardare sus secretos- sonrió con tristeza –Mi cabello mágico irradia luz cuando canto.

Ahora él contaba uno de sus secretos… espera ¿Qué locura acababa de decir?

-¿Qué?- pregunto confundido Kid.

Killer se mostró sorprendido y sonrió enormemente.

-¡Mi cabello mágico irradia luz cuando canto! Flor que da fulgor, con tu brillo fiel…

Empezó a tararear, pero ¿Para qué? El agua ya estaba sobre el cuello. Ya no quedaba nada. Termino por cubrirlos, haciendo desaparecer al aire y la oscuridad inundo todo.

O tal vez había una esperanza… un brillo dorado hizo que abrieran sus ojos. ¡El cabello del chico estaba brillando como si fuera un sol!

Eso les permitió ver por donde se filtraba el agua, entre los cuatro chicos empezaron a excavar hasta que lograr hacer un agujero. El agua salió removiendo las rocas, lo cual los llevo a un rio.

Los cuatro chicos empezaron a nadar hacia la orilla, Killer fue el primero en salir del rio y comenzó a sacar toda su larga cabellera.

-Su cabello…- Kid levanto la mirada sorprendido

-Estaba…- ahora era Law con una mirada confundida.

-¡Brillando!- la reacción de Luffy era la más emocionada de las tres.

Killer sonrió, ya esperaba esa reacción, bueno, no la de Luffy, pero si por parte de todos a quienes les dijiera su mayor secreto.

-Chicos- los llamo, pero ninguno le hacía caso -¡Chicos!

-¡Que!- le gritaron todavía en shock.

-No es lo único que hace mi cabello.

La sorpresa junto con el miedo en sus ojos era para ser recordada. Kid miro furtivamente a Su.

-Tu conejo está sonriendo ¿Por qué?- pregunto con temor Kid.

-Tendrá un severo trauma- pensó con gracia Killer.

–Primero lo primero, debemos de buscar un refugio, ya casi anochece- dijo Law mientras salía del rio y ayudaba a Luffy a salir.

-Si… o algo parecido- decía con más calma Kid.

Su volvió al hombro de Killer y con eso le devolvió el sartén. Se adentraron al bosque para poder buscar un lugar donde pudieran dormir.

Notas finales:

Era obvious que meteria a mi pareja favorita tambien nUn

Amo el LawLu XD Solo para que les quede bien claro ¬///¬

¿La historia les va gustando? Sean sinceros.

Inner: Cualquier comentario, surgerencia, opinion, duda o pregunta sera contestada.

Hasta el proximo capitulo

Sayonara


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