Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando el idiota de Kaname decidió que me quería por Juuri Kiryu

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, vamos a ver...

Kaname y Zero ya no son como perro y gato precisamente. La clase nocturna no se irá en cuanto Yuki despierta. Yuki ya no se siente atraída hacía niguno de los dos chicos. Isaya san es un personaje del manga, aqui Sara(del manga también) no existe aún. 

Yuki conoce  a Isaya por otroo asunto. 

Si se me está pasando algo me dicen.

Los personajes no son de mi propiedad. Qué mas quisiera yo.

¡Besotes chic@s!

Notas del capitulo:

Bueno... Tengo algo asi como una mala racha, asi que para desquitarme me puse a escribir, aprovechando (además) que no tengo tarea. 

No creo que esto vaya a ser algo largo. Solo unos dos o tres capítulos.

Trato, en serio trato, respetar la personalidad de los personajes, excepto de Yuki que me importa un bendito rábano. Aún así, se que los estoy poniendo demasiada OoC...

bueno... sin nada más que decir... les entrego este intento de historia

Zero caminaba sumido en sus pensamientos. Hacía noches que no dormía, no porque no pudiera conciliar el sueño, sino porque en cuánto comenzaban sus sueños. Éstos se transformaban inmediatamente en pesadillas que lo hacían despertar a mitad de la noche, empapado en sudor, con una opresión que le era familiarmente dolorosa. Entonces no podía soportarlo, porque sabía que estaba llorando de nuevo, y que si volvía a cerrar los ojos regresaría a aquél maldito día en el que su mundo se derrumbó.

Por eso estaba más irritable de lo normal, y las acosadoras de la clase nocturna eran quienes podían comprobarlo de primera. No solo presentaba el endemoniado carácter multiplicado, si no que su apariencia atemorizaba bastante más de lo que ya de por si hacía: la  faz del prefecto mostraba unas ojeras horrendas que además eran acompañadas de unos ojos irritados, totalmente rojos, que hacían compañía al ceño fruncido y la mueca de fastidio permanentes.

Aunque tal vez lo que más pesaba era el aura pesada y oscura que tenía. Ni siquiera Yuki tenía ganas de tratarle. Bueno tampoco, era como si desde que él mayor se enterara de su verdadera naturaleza le dirigiera la palabra. Pero le preocupaba lo que le pasaba a su amigo. No olvidaba que en el pasado tendía a lastimarse y guardarse las cosas con el fin de no preocupar a los que le rodeaban.

En un principio admiró eso de él. Pero luego, al ver en su hermano la misma situación, pudo comprender la tontería que era en realidad. Zero era difícil de leer para ella, y en un principio también Kaname. Pero desde hacía ya unos días, al convertirse, logró ver la carga que el castaño intentaba cargar el solo. Entonces comprendió dos cosas. Que Zero cargaba algo todavía peor. Y que ninguno de los dos era tan inteligentes como ella creyó en un principio.

Miro desde lejos a aquel que alguna vez fuera le cuidara con tanto ahínco y sintió un nudo en el pecho al verlo tan acabado, tan muerto en vida. Ella no pensó, que llegaría el día en que se mostraría aún peor que cuando llegó a casa del director Cross. Los ojos se le aguaron al pensar en ambos. No quería dejar aquel lugar que había sido su hogar durante tanto tiempo. Le dolía. La asustaba. Le daba miedo la posibilidad de no encontrar las cosas iguales cuando volviera. Le daba miedo no encontrar a sus seres queridos cuando volviera.

Tenía un nudo en la garganta, porque nunca pensó en las cosas que ahora consideraba. Siempre pensó en Cross cómo lo haría cualquier niño. Para ella el rubio protector era invencible, nada lo abatía, fuerte, inmortal. Sin embargo ahora, ella en su condición, debía ser consciente acerca de la relatividad del tiempo. Ella y Kaname, permanecerían. Pero ninguno de sus conocidos podría seguirles paso. Tal vez Isaya-san lo haría.

Entendía que Kaname trataba de hacer esto menos duro para ella. Por eso se irían. Vivirían con Isaya-san, y con los nobles, dejando atrás a quienes ya no podían permanecer con ellos. Zero no lograría…

-          Yuki-sama – le llamó preocupada Ruka – Está llorando. ¿qué sucede?

-          Oh… lo siento. Es solo que no quiero dejar este lugar tan pronto – sonrió para convencer a Rima y a Shiki, quienes les hacían compañía. Pensándolo bien, el convivir demasiado con Zero y Kaname comenzaba a afectarle a ella.

 

Yagari nunca sustituiría a su padre. Ni Kaito a Ichiru. Pero eran lo más cercano, junto con Cross, que tenía a una familia. Por eso evitaba sus preguntas sobre qué era lo que le estaba pasando. ¿Para qué preocuparlos? Eran simples pesadillas y ya. No es como si no las conociera de antes.

Caminó para despejarse. Sus pies lo llevaron a los establos. Sonrió al ver a su bella Lilly. La adoraba. Se recostó al costado de la yegua. Le contó sobre sus pesadillas. Rio al hallarse hablando de algo tan complicado con ella.

-          ¿Sabes una cosa Lilly? A veces me pregunto qué cambiaría ahora si yo no existiera. Si Ichiru no hubiera muerto. ¿Le serviría de algo a Shisuzka? Probablemente mis padres seguirían vivos. Y entonces no tendrían relaciones con los Kuran ni con ningún otro purasangre. Probablemente madre hubiera apoyado a Cross de manera indirecta. Ichiru estaría estudiando aquí y sería muy popular. Su carácter no siempre fu oscuro. El sería como siempre: cálido, dulce, inteligente. Tendría muchas pretendientes… -Lilly le mordisqueo la ropa- ¿Qué pas…? –Abrió mucho los ojos – ¿Quién? ¿cuál? – miró a los pocos sementales que había. Solo habían 6 machos. Dos de ellos aún no maduraban del todo. Los otros tres no parecían estar interesados en ellos – Voy a matar a Kuran – murmuro – Oye tu –regañó a Lilly- ¿de los cuatro tenía que ser ése?

-           

-          No puedes quejarte, Kiryu-kun – oyó una voz que era conocidísima para él – después de todo, ambos padres son de una pureza rara.

-          No te enseñaron a respetar la privacidad de la gente, ¿cierto? –frunció el ceño

-          No lo considero muy necesario si quiero pasar desapercibido

-          Eso se llama ESPIAR le dijo en tono burlón, mientras observaba una sonrisa pequeña cruzar el rostro del purasangre

-          Como sea, quisiera decirte que estas equivocado – le comentó mientras se internamente seguía sorprendido, pues él pensaba lo mismo respecto al pequeño Kaname dueño verdadero de su actual cuerpo –gracias  a ti Yuki  fue muy feliz

-          Ya sé que fui una de tus piezas claves, pero si es eso a lo que te ref…

-          No hablo solo de Yuki. También Cross y Touga-san. Ellos nunca podrían tener un hijo, y Yuki no es precisamente lo que ambos quisieran… - tosió disimuladamente, hablando de Yagari obviamente – tú les diste la oportunidad de sentirse una familia completa

-          Qué lindo Kuran, pero no es tu asunto – le dijo mientras se daba la vuelta

-          No has podido dormir, ¿cierto? – le preguntó sin intensión de molestarlo – puedo ayudarte

-          ¿tú quieres ayudarme? ¿acaso se te secó la sangre del cerebro? – se burló el otro a manera de defensa. Y fue por eso que Kaname no se molestó. Por primera vez desde hacía mucho tiempo se sentía así. Atraído irremediablemente hacía una persona que conocía su sufrimiento.

-          ¿tiene algo de malo? – le miró de una manera tan suave y cariñosa que puso nervioso a Zero

-          Viniendo de ti o algún otro purasangre no quiero más nada – respondió serio

Pov Zero

¿Se está burlando? ¿Ayudarme? ¿Es que acaso soy así de patético? No              quiero la compasión de nadie. Mucho menos la de Kuran. Pero no es lastima lo que hay en sus ojos.

¿Qué es? Por alguna razón quiero probar a confiar una vez más. Un último intento. ¿Seré capaz?

-          no me sorprende que te sientas así. ¿puedo llamarte Zero? – me pregunta Kaname, acercándose. Sus movimientos son lentos. Hipnotizantes por su suavidad. Retrocedo levemente, pero en cuanto lo noto me mantengo en mi lugar

-          Aunque te diga que no harás lo que tú quieras – dije desviando momentáneamente mi mirada, para luego forzarme a devolverla. No iba a mostrarle lo mal que estaba. No a alguien como él

-          Zero, ¿ya te han dicho que nos iremos? – Sí, claro que Cross me lo dijo. Me embadurno de sus mocos y lágrimas, pero solo asentí – debo confesar que no queremos irnos – su suave risa me sorprendió: nunca lo había escuchado reír

-          Kuran, ve al grano, ¿cómo piensas ayudarme? ¿eh? – insistí irritado, el bastardo era agradable si se lo proponía.

-          - su cara pasó de expresar esa calma habitual a una confusión muy obvia ­­ - no lo sé aún. Quiero ayudarte, pero no sé cómo – un tic se implantó en mi rostro

-          ¡Entonces no te ofrezcas! Idiota – murmuré. No puedo negar que la idea de poder dormir un poco me esperanzó unos momentos. Entonces vi un tic aparecer en su rostro. Que gracioso. Me acaba de ocurrir a mí.

-          Con razón tienes esa cara - me dijo sonriendo molesto – eres un crío impaciente. Pero me has dado una idea – acto seguido se abalanzó sobre mí. Me tomó por sorpresa, por lo que una vez en el piso comencé a removerme bajo su peso. Al menos unos momentos, porque lo que siguió me desarmó totalmente.

Sus labios, bañados en su propia sangre atacaron los míos. Se sentía mejor que cualquier beso que hubiera dado. No es que hayan sido muchos, pero si los suficientes para poder asegurar que el idiota sí que sabía besar. Su sangre penetro y resbaló por mi boca. Entonces, mediante recuerdos vi un paisaje precioso. Era tan tranquilo que no pude evitar relajar mi cuerpo. Hasta que sentí una intrusa en un lugar que no accesible a manos ajenas…

Pov Kaname

Puedo jurar que no había sido intencional. No me había acercado con ese fin a Kir… Zero. Pero la reciente conexión que acabo de descubrir (bueno siendo sinceros puede que si me lo haya inventado yo) me hace querer estar con él de todas  las formas existentes. Por eso, el sentir que se relajaba entre mis brazos, fue… extasiante. No había manera de evitarlo. Mis manos se movieron solas, buscando… bueno no sé qué estaban buscando. Pero sí que encontraron. Cuando caí en la cuenta de qué estaba tocando, quise detenerme, pero ahora la existencia de este ser, de este chico bajo mi cuerpo, me es tan preciada como Yuki. Tal vez más. Porque nadie más vivió lo que nosotros sí. No sufrieron como nosotros. No resistieron lo que nosotros. Ambos somos luchadores. Lo que me temo, es que el luchador que tengo enfrente, posee un temperamento bastante extremo.

-          ¡ouch! – sentí un buen rodillazo que me sacó el aire del estómago

-          Fíjate en donde pones esas manos, pervertido – oí la voz de Zero, sin embargo él no se movió. Lo abrasé (tomándolo por la cintura) y el rodó para quedar encima de mí a horcajadas. Sus ojos amatistas (que inusual y bello color) me observaron curiosos, pero sin abandonar la expresión seria - ¿por qué lo haces?

-          Lo siento – mentí mientas me recargaba sobre mis codos, y lo miraba, con una sonrisa en mi rostro.

Al parecer lo descoloca el verme así. Pero se esmera por ocultármelo. Sus rasgos son finos. No en el sentido de delicados. Son rasgos muy… aristocráticos por decirlo de una manera. Pero su aire rebelde, el sentimiento que imprime en los demás tiene una frescura inexplicable.

-          Pero a decir verdad tienes muy buen cuerpo, Zero -  agregué, atrapando su puño con mi mano-  fue como un reflejo

-          No preguntaba el porqué de eso, tonto – un leve rubor se asomó bajo esas ojeras que portaba – ¿Por qué me ayudas?

-          Porque sé lo que se siente. También he sentido la desesperanza, y la pérdida. Igual que tú. ¿No crees que podamos ayudarnos? Yo me siento tranquilo contigo – de una u otra forma no me costaba sincerarme con él. Y el ver que al parecer Zero se sentía igual, era, confortante – no te sorprende oírlo, ¿eh?

-          No sinceramente. Pareces bastante infeliz desde que te conozco. Aunque me importaba un pepino -  al parecer sentía un poco de culpa – en todo caso, con esto que acaba de pasar… ¿quisieras salir a comer?

-          Preferiría dormir contigo…  en el buen sentido de la palabra – aclaré inmediatamente –te vez fatal.

-          Intenta permanecer despierto  durante dos semanas y ser la niñera de una clase, y dos idiotas -  me respondió molesto.

-          Bueno, ¿tu cama o la mía? – pregunté mirándole a los ojos. Entonces supe de mi error.

Porque esos ojos amatistas son una trampa. Y a mí… ya me atraparon, no importa lo que trate de hacer.

Sin embargo, tampoco es mi intención escapar de ellos.

Kiryu Zero es mi igual, mi posesión más valiosa, mi nuevo dueño. Es mi amor eterno.

Pov Zero

Creo que yo… puedo dormir de nuevo.

Creo que yo, puedo confiar en el mundo de nuevo. Tal vez no hoy, tal vez no mañana. Pero si es con Kaname como apoyo… tal vez ese día llegué a nosotros.

… ¡de nuevo su mano!

-          ¡idiotaa!

Notas finales:

Bien ese es el Capítulo uno...

por favor, dejen comentarios, si les gustó, si no, también. Si les parece una bendita porquería, o si les agrado...

¡Comenten! Al menos para saber que estan aquí XD

Las quiero muchote... mientras yo me iré a soñar con estos dos bombones

Dato curioso: Si las hormigas del planeta desaparecieran.... naaa, olviden esto

Besos, cuidense, no le habran a desconocidos a menos que vendan yaoi, o se ofrezcan a hacerlo ;)

Dulces sueños...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).