Accidente automovilístico acaba con la vida de 6 personas, entre las víctimas se incluyen los dos herederos Choi; Seunghyun y Mei
Seungri paso su dedo índice por las letras del recorte del periódico, debajo de esas terribles líneas se podía observar una fotografía de lo que habia quedado después del incendio, técnicamente, lo único que habia quedado eran los restos carbonizados de los autos dando la clara impresión de que las personas que se encontraban dentro eran más que cenizas
A veces le gustaba cerrar los ojos e imaginar que aquella noticia solo era producto de una pesadilla y que cuando los abriera se descubriría sentado en la biblioteca de la escuela leyendo algún libro en compañía de Mei y Young Bae antes de que sonara la campana del receso y tuvieran que ir a la cafetería en donde seria observado con dureza por los ojos desaprobatorios de Seunghyun
Sin embargo, eso solo era una ilusión, y el bien lo sabía, porque cuando sus parpados se levantaban volvía a encontrar la nota periodística en su mano y no le quedaba otro remedio que volverla a colocar en su álbum de recuerdos, en la última página, por supuesto, ya que era lo último que tenia de ellos
Checo la hora en su reloj de bolsillo, vio que era más tarde de lo que pensaba, soltó un suspiro de cansancio, fue hacia su cómoda, abrió el cajón superior y dejo el álbum debajo de un montón de sabanas limpias, lo contemplo el desastre que dejo unos segundos más y después cerro el cajón de golpe caminando hacia la salida
Podía escuchar perfectamente las voces de Young Bae y Jiyong desde el pasillo, ambos estaban muy animados, y no los podía culpar, si no fuera porque en menos de una semana era el aniversario de los Choi, el también estaría tan entusiasmado como ellos, o quizá solo trababan de animarse para que no se deprimiera más, después de todo, ellos también los extrañaban
Era tan extraño, nunca antes se hubiera imaginado que sería el mejor amigo de esos dos hombres, desde que conoció al moreno creyó que era demasiado raro, sin embargo resulto ser mucho más agradable de lo que aparentaba y sobre todo alguien en quien podía confiar plenamente, y ni siquiera soñar en hablar con el rubio en el instituto, se notaba que era alguien inalcanzable, no obstante, al contrario de su apariencia fría, era totalmente leal a sus amigos y cariñoso
Definitivamente soy afortunado de contar con ellos, lo único que falta para que todo sea perfecto es que Dae regrese de Japón y otras ves seremos los cuatro fantásticos
Aquel pensamiento lo animo un poco, coloco una sonrisa en sus labios y se reunió con sus compañeros de grupo, se sentó a un lado de Bae y recostó su cabeza sobre su hombro, el mayor rodeo su cintura con un brazo y lo presiono un poco más hacia su cuerpo mientras le daba un beso en la frente
- Creímos que te habías quedado dormido – dijo Jiyong una sonrisa en sus labios – Bae estaba a punto de ir por ti
Seungri movió un poco su cabeza para poder mirar al moreno, quien le sonrió con ternura una vez que sus vistas se encontraron, el menor pudo distinguir con claridad el gran amor que el otro le profesaba en sus pupilas, algo de lo no que no se sentía muy orgulloso, pues tenía la impresión de que solo se aprovechaba del mayor
A pesar de los años, aún seguía recluido en el pasado, incluso en una temporada tuvo que ir con un psicólogo porque sus hyungs estaban preocupados por el, y si no fuera por ellos tres, tal vez en este momento no se encontraría con vida, quizá hubiera muerto por deshidratación o desnutrición, ya que su vida le era insignificante
Pero todo eso habia cambiado repentinamente cuando Young Bae lo habia sacado de la cama y obligado a vestirse y sin decirle ni una palabra más lo arrastro fuera del deprimente que compartían los cuatro y lo llevo a un parque en donde los arboles ya habían sido víctimas del crudo invierno, con las ramas completamente desnudas y en algunas se podía observar hielo
- ¿Ves eso? – le pregunto señalando los árboles, el menor asintió – Ellos están igual que tú, Riri, han sido despojados de lo que amaban, y han sido cubiertos por capas heladas que pretenden impedir que florezcan – el moreno lo miro a los ojos – Pero ellos son fuertes, en primavera se desharán de ese hielo y volverán a florecer, ¿sabes porque? – Ri negó con la cabeza con los ojos ya humedecidos – Porque quieren volver a mostrarle al mundo lo hermosos que son
Desde entonces se habían vuelto inseparables, tanto que Jiyong y Daesung a cada rato les tiraban indirectas y directas de cuando lo volverían oficial, y aunque Seungri podía percibir que eso es lo que el moreno desea hacer, sin embargo algo lo retenía a no aceptar un noviazgo formal, y por eso hasta la fecha aún seguían en su no-relación-si-relación en la que cada uno sacaba cierto provecho del otro siempre y cuando al otro no le molestara
- Es solo que no encontraba mis llaves – mintió con facilidad, una habilidad que aprendió a dominar a la perfección para no preocuparlos – Iremos juntos, pero nada me garantiza que regresaremos juntos
La sonrisa de Jiyong se ensancho aún más ante el comentario, los tres estaban listos y preparados para una buena noche de fiesta, y como decia su pequeño panda (apodo que se ganó por sus marcadas ojeras de la época de su depresión), solo dios sabia como terminaría aquella aventura
Con un asentimiento de cabeza los tres salieron del departamento rumbo al elevador, una vez dentro del cubículo cada uno se dedicó a revisar sus celulares, Young Bae tenía sus dedos entrelazados con los de Seungri, aunque cada uno estaba en su propio mundo leyendo mensajes de los conocidos que se encontrarían en el antro
Al llegar al lobby el moreno libero la mano del menor, los tres caminaron hacia la camioneta negra que los esperaba, antes de salir del edificio se coloraron sus gafas oscuras y se forzaron a sonreír lo más galamente posible, pues sabían que sus fans los estarían ahí afuera esperando cualquier oportunidad para verlos y tomarles fotografías
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Todo era exactamente igual, la música estridente, la marea de cuerpos moviéndose al compás de cada melodía, el olor desagravie de sudor mezclado por el alcohol, las luces cambiantes que podían llegar a marear y la perdía del espacio personal, ya que siempre terminabas rozado con alguien mientras te movía por el lugar
Seungri detestaba ir de antro, era lo último de su lista que desea a hacer una noche antes de su tan esperado día libre, odiaba tener que quedarse cuidando la resaca de sus hyungs en vez de salir por ahí, no es que tuviera planes, no era tan tonto para hacerlos sabiendo que no podría cumplirlos, pero se conformaba con tener tiempo para estar consigo mismos
Hacía mucho que no se dedicaba a la lectura y para ser sinceros realmente extrañaba la sensación de tener un buen libro entre sus manos y perderse en el basto mundo de su imaginación, en donde no existía el dolor y en donde nadie podía decepcionarlo
Hacia más o menos una hora que les perdido el rastro a Bae y a Ji, no es que le importara mucho en donde se habían metido, de seguro estarían muy ebrios, uno bailando alocadamente en medio de la pista y el otro el brazos de alguna chica que fue lo suficientemente similar a ella para hacerlo sentir un poco mejor aquella noche
Cada uno de ellos tenía una manera particular de curar su dolor, durante el día a Jiyong jamás le interesaría estar cerca de alguna mujer, aun le era fiel al su primer y único amor, pero cuando ya no soportaba más la frialdad y la soledad, se dejaba seducir por la oscuridad de l; noche y se refugia en brazos desconocidos
Él se la pasaba encerrado en su habitación viendo una y otra vez su álbum de recuerdos, cada foto que estaba ahí le hacia sonreír o llorar, dependiendo de cómo le hubiera ido en el trabajo, después ocultaba su posición más preciada en su cómoda y después se recostaba en su cama hasta que lo llamaran a cenar
Young Bae era el que se guardaba todo, era muy raro verlo deprimido, en el aniversario de la muerte de Seung y Mei se iba muy temprano y regresaba hasta el día siguiente, sin decirle a nadie a donde iba o que hacía, y tampoco lo cuestionaban por respeto a su propio duelo
Debería hablar con él, creo que si de verdad le prestara la atención que desea, puede que lo ayude en algo, así como él ha sido mi sustento todos estos años
- Vamos, preciosa, no seas amargada, ¿toma una conmigo, si? – la voz era evidencia suficiente de que aquel sujeto está completamente intoxicado
Seungri miro hacia la persona y de pronto sus piernas no pudieron sostenerlo más, sus rodillas tocaron el frio piso del antro mientras sus ojos se clavaban en la silueta de la chica que intentaba por todos los medios alejarse de aquel borracho, quien la sujetaba por la muñeca con fuerza
No podía ser cierto, aquella mujer era Mei, pero a la vez no lo era, algo en su expresión fácil se le hacía familiar, habia convivido tanto con ella y la habia visto rechazar a muchos chicos con la misma mueca de repulsión, sin embargo, su Mei no tenía una mirada de muerte, su Mei estaba llena de vida y esperanzas
- ¡MEI! – antes de que pudiera darse cuenta habia gritado su nombre, la chica desvió su atención del hombre y la centro en Seungri, quien se ponía de pie con dificultad sin dejar de contemplarla por temor a que fuera solo una alucinación - ¡MEI!
La chica continuaba mirándolo, sin embargo, su expresión no detonaba ninguna emoción, giro su cabeza hacia el tipo que la retenía y de un fuerte jalón libero su brazo y antes de que pudieran volver a agarrarla, salió corriendo hacia la salida trasera del local sin siquiera voltear atrás
Seungri dejo que su cuerpo reaccionara por sí solo, dejo que sus piernas lo llevaran tras de ella y que sus brazos empujaran a la gente que se interponía en su camino, su boca ya no la llamaba por su nombre, no tenía casi, lo mejor era que apurara sus músculos si no la perdería de vista y sabría cuando tendría la oportunidad de volver a verla
Lanzo su cuerpo contra la puerta de emergencia encontrándose en un callejón mal iluminado en donde se localizaban los basureros, giro a un lado y otro en busca de una señal que le indicara que camino debía tomar, pero no se oía ningún ruido aparte de la música del interior y fue entonces cuando lanzo un grito de derrota
- No, no, no, no, no, no…. – repetía una y otra vez golpeando la pared con su puño hasta se pintó con su sangre
Se observó la mano y sonrió tétricamente, aquel dolor era mucho mejor que el de su pecho, las lágrimas fluían por sus mejillas mientras alzaba la cabeza hacia el cielo y lanzo otro grito desgarrador
Los habia perdido……
…………….. Nuevamente