Pov. Kurogane
Ya han pasado siete años desde que supe a quien debía proteger era tan solo una niña pero sus acciones siempre me tomaban por sorpresa no sabiendo como reaccionar siempre me sorprendía y hoy no es la excepción.
En el patio del gran palacio dos jóvenes estaban discutiendo.
Que dices – pregunte con un poco de duda
Pues lo que oíste desde el próximo curso te trasladaras al mismo instituto que yo vaya – me decía con un tono que no sabia como interpretar
Pero como podría hacer eso – le respondo para que me explique
Bueno como sabrás empiezo los últimos cursos y según mi padre tendré que ir a la ciudad para poder ir al instituto ya que queda muy lejos como para poder ir en un solo día, así que me mudare y tu como mi guardián tendrás que mudarte conmigo – termino de explicarme no lo podía creer
Bueno entiendo esa parte pero como que ahora quieren mandarla a estudiar lejos – no sabia como responderle a lo que me decía cambiar de ambiente bueno no
Es que te molesta kurogane – me saco de mis pensamientos pero me sorprendió la mirada triste que puso
No para nada princesa tomoyo – trate de sonar lo mas normal posible pero creo que no me lo creyó
Se que te molesta así que no tienes que fingir – sabia que ante ella no podía ocultar nada
No me molesta solo me sorprende – ahora si hablaba con sinceridad
Entonces me acompañaras kurogane – me respondió con una sonrisa
Bueno si no le molesta acepto – le decía inclinándome
Claro que no me molesta, será un placer que me acompañes – me dijo con un tono de voz dulce
No princesa el placer será mió – le respondí lo mas calmado que pude
Entonces esta decidido desde mañana nos mudaremos, así que anda tomate el día libre para poder alistarte – termino de decirme y no asenti.
Entendido princesa tomoyo – le dije y acto seguido salí del lugar para ir a mi habitación y poder alistar todo para el día siguiente, pero aunque no lo demuestre estaba furioso como es que podían decidir por mi eso era tan injusto que a veces no sabia como reaccionar pero me calmaba al solo pensar en como estaría la princesa tomoyo.
Ya era de día apenas había pude dormir por lo nervioso por como me iría pero una parte de mi estaba algo por así decirlo feliz de poder cambiar de aire pero no lo demostraría a nadie ni a la princesa, salimos en el auto de la familia tardamos como mas o menos una 5 horas de viaje tenia razón con eso era muy largo el viaje, pero cuando me di cuenta ya habíamos llegado al lugar que desde este momento sería nuestro hogar, para mi gusto estaba bien era acogedor simple como a mi gustaba seguro solo era coincidencia.
Bueno y que me dices esta lindo el lugar? – me sorprendió con su pregunta
Si para usted esta bien para mi también será confortable – respondí lo mas sincero que pude sonar
Esa no era respuesta que esperaba dime lo pienses -
Entonces le diré lo que pienso, bueno el lugar es agradable – respondí lo mas honesto que pude.
Que bien entonces escogí bien el lugar – me sorprendió su respuesta ella había pensado en mi y me ponía un poco feliz – a una cosa kurogane me haces un favor creo que la dispensa no llego todavía puedes ir rato al supermercado me dijeron que había uno a la vuelta
Creo que no queda de otra si queremos cenar – respondí lo mas calmado posible.
Salí del departamento y estaba caminando con rumbo al supermercado, iba caminando según como me había indicado la princesa. Cerca dijo cerca yo no lo encuentro cerca creo que camine por varias calles y no encontraba la susodicho supermercado ya estaba harto caminar y caminar ya me estaba hartando acaso el gran kurogane acaso se había perdido no lo puedo creer, pero de un momento otro acaso choque con algo que seria por la sorpresa cerré los ojos, pero cuando los abrí me sorprendí era un chico de casi mi misma edad por lo veía tenia el pelo rubio y al verlo directo a la cara vi que tenia los ojos azules un azul como el cielo quede prendado de esos ojos azules hasta que una voz me saco de mis pensamientos.
Oye! Te pasa algo estas bien – escuche era su voz tan dulce pero a la vez sin sentimiento.
Ohh no nada estoy bien – me levante limpiándome la ropa
Que bien pensé que te habías hecho daño como no respondías cuando te hable – me hablaba mientras sonreía pero sentía que no lo hacía con sinceridad era una sonrisa falsa
Una pregunta tu vives cerca – le pregunte ya era tarde no podía dejar a la princesa sola por mucho tiempo
Si por que la pregunta -
Bueno como decirlo….. me podrías decir como llego al supermercado xxx – le dije sin que se notara lo nervioso que estaba, que me pasaba nervioso yo no lo creia.
Ahhh te perdiste jejejejejeje – se hecho a reír y eso me puso furioso por que un desconocido tenia que reírse de mi.
Bueno que te importa mejor pregunto a otra persona – termine de decir y apunto de retirarme de ahí dando la vuelta pero de la nada el apareció delante mió.
Bueno no te enojes te lo diré – me decía con esa sonrisa que cada vez que lo veía me daba mas coraje verlo hacer eso
Entonces dime rápido – no sabia por que pero me daba mas coraje verlo reír tan falsamente
Bueno si vas por ahí seguro encontraras el supermercado – me dijo sigue con esa sonrisa ya no aguantaba y me fui de ahí sin prestarle atención a lo que me dijo después tal como dijo lo encontré con un gran letrero que bien por que se hacia tarde y no podía hacerle esperar mas a la princesa.
Cuando llegue me apresure en buscar todo lo que me había pedido la princesa ya tenia todo listo hice la fila, pague y ahora un problema me vino a la mente, como llegaría al departamento desde aquí ahora tenía un dilema pero al salir me encontré con la princesa.
Ohhh……kurogane me asustaste por que tardas tanto – me decía son el rostro preocupado
Lo siento por haber tardado princesa tomoyo – le dije inclinándome en gesto de disculpa
Esta bien no te disculpes, pero no me preocupes así esta bien, ahora volvamos ya es hora de preparar la cena
Esta bien, volvamos – le dije mientras empezábamos a caminar rumbo al apartamento el camino fue silencioso yo estaba memorizando el camino y al llegar al apartamento note que si estaba cerca pero la pregunta era como yo me había perdido sentía un poco de frustración pero tenia que acostumbrarme la vida de la ciudad era mas ajetreada y debía acostumbrarme para cuidar a la princesa tomoyo.