Capítulo 2
POV Himchan
Después de salir del hospital me dirigí al jardín de niños, no estaba muy lejos, pero si tenía que caminar una distancia considerable, el clima es agradable para ser cerca de las cinco de la tarde, al llegar HyoSung me esperaba en la entrada de la escuela, junto con JunHong que a diferencia de sus pláticas diarias en este momento ambos estaban muy serios, mi hijo solo tenía la cabeza abajo mientras HyoSung solo me miraba fijamente, al levantar la cabeza mi bebe solo corrió a mis brazos, yo solo pude abrazarlo y cargarlo para ver que le pasaba, sus ojitos estaban llenos de lágrimas y su cara tenía unas pequeñas marcas que me parece se ven como rasguños, asustado volteo a ver a HyoSung pidiendo una explicación.
-JunHong peleo con uno de sus compañeritos hoy- me dijo sin más.
-¿Qué?- no puede evitar preguntar, el jamás ha tenido problemas en la escuela, siempre lo felicitan por ser un niño bien portado y educado- debe ser un error HyoSung o el niño lo molesto.
-JunHong empezó la pelea Himchan- me informa- yo los vi, fue antes de la salida al receso.
-Pero…- no podía creerlo- debe haber una explicación, ¿Qué paso JunHong?- le pregunto.
JunHong solo bajo la cabeza, sin verme directamente a la cara, pero pude ver como un pequeño camino de lágrimas caían por sus mejillas mientras se aferraba fuertemente a mis brazos, su cuerpo temblaba mientras coloco su cabeza en mi pecho.
-¿Bebe?- lo llamo- ¿JunHong?, ¿Qué paso?- él no me contestaba a nada que yo le dijera para hacerlo hablar, solo movía la cabeza negativamente.
-Así ha estado todo el día- me informa HyoSung- no quiso hablar conmigo y tampoco se disculpó con su compañero.
-JunHong… ¿Qué paso?- le pregunto- tú no eres así.
-Q-qu-quiero irme a mi casa- me dice bajito, pero lo suficientemente alto como para que HyoSung lo escuchara.
-Está bien- dije abrazándolo fuertemente- despídete de tu maestra, mañana hablaras con tu compañero.
-Lo siento mucho Himchan- comienza a hablar HyoSung- los padres de Kai hablaron con el director, yo no pude hacer nada…
-¿Qué quieres decir?- realmente no entiendo a qué se refiere.
-JunHong no podrá venir mañana a la escuela- me informa- fue el castigo que pidieron los padres de Kai.
-Pe-Pero…- no sé qué decir- ¿Por qué?
-Los padres de Kai no creen que la actitud de JunHong fue buena- me dice- pidieron un buen castigo para él, y el director se los concedió- después de decirme eso comenzó a caminar hacia el jardín de niños- lo lamento Himchan.
Solo pude ver como se dirigía hacia el establecimiento, realmente estaba muy enojado, desde cuando los padres de los alumnos pueden imponer castigos a los niños y más sin conocer la razón por la cual discutieron y me molesta más que no me hablaron para poder defender a mi hijo.
-¿Estas bien bebe?- le pregunto, él ya ha dejado de llorar pero aun tiembla un poco- ¿Quieres que te cargue a casa?
El movió la cabeza negativamente, yo lo baje de mis brazos y tome su manita, para los dos comenzar a caminar hacia nuestro hogar, fue el camino más silencioso que hemos tenido, yo solo miraba al frente y después a JunHong, aunque estuviera molesto con la escuela y sus maestros, no podía enojarme con él, porque sé que él no iniciaría una pelea, es un buen niño y aun que nunca ha podido entablar una buena amistad con los niños de su clase jamás ha tenido esta clase de problemas.
-¿Qué te parece si pasamos por unos pasteles antes de llegar a casa?- le digo para reconfortarlo, el solo me miro con sus grandes ojos.
-¿No estas molesto conmigo omma?- me dice bajito.
-Claro que no Junnie- le digo acariciando su cabeza- realmente no sé qué paso, pero yo confió en ti, sé que tuviste una razón para hacerlo, aunque aún espero que me digas el porqué.
-Yo… el… - bajo su cabeza- es… que… el….- trataba de decirme.
-No te preocupes Junnie- le digo mientras entrabamos al establecimiento- me lo dirás en casa ¿sí?
JunHong me miro y asintió efusivamente con la cabeza.
-¿Puedo comer el de chocolate?- me pregunto cuando nos acercamos a la repisa.
-Si es el que quieres, si- le digo.
-Entonces quiero una tarta de melaza- dijo con una sonrisa
Yo solo pude soltar una carcajada, en ocasiones JunHong es así de ocurrente, los dos pedimos dos pastelitos para cada uno, uno para después de la cena y otro para mañana en el trabajo, tendré que llevarlo ya que no tengo una niñera para él, con el pedido listo fuimos directo a la caja, donde se encontraba la señora Potter, que nos recibió con una sonrisa.
-Buenas tardes señor Kim, pero si es el pequeño Jun, cuando has crecido- nos saluda.
-Buenas tardes señora Potter, si ha crecido bastante- le digo educadamente, mientras JunHong se esconde tras mis piernas- saludo JunHong.
-Buenas tardes- dice sonrojado.
-Pero que hermoso niño tienes- me dice la señora Potter- dan ganas de agarrarle sus cachetitos.
Se acercó a JunHong pero él seguía escondido por lo que gracias al cielo no lo lastimo, ya conozco esas jaladas de mejillas, sin más pague y salimos de ahí rápidamente, pero después una linda sonrisa cruzo por mi cabeza y regrese a la panadería por otro pedazo de pastel, espero que a Uppie le guste lo mismo que a mi hijo.
Al llegar a casa mientras yo preparaba la cena JunHong tomaba un buen baño después de cómo lo dejo ese niño tengo que limpiar y curar esos rasguños, cuando todo estuvo listo saque a JunHong del baño para secarlo y cambiarlo en su habitación, mientras secaba su cabello hablo.
-¿Por qué no tengo appa?- me pregunto de la nada- ¿mi appa no me quería y por eso se fue?
-Junnie…- le digo-¿de dónde sacas eso?
-Es que soy el único en mi clase que no tiene appa- me dice, su voz comienza a quebrarse- todos los niños tienen un appa que va por ellos a la escuela, que los abrazan y juegan con ellos.
-Junnie- le digo- yo soy tu appa también.
-Pero tú eres mi omma- me dice ya con lágrimas en los ojos- ¿es verdad que mi appa no me quería?, ¿Por eso nos dejó?, ¿Soy un niño malo?
Las palabras de JunHong eran como dagas que se clavaban en mi corazón, ¿cómo es que puede pensar eso?, es el niño más lindo que he llegado a conocer, no merece tanto dolor, pero tampoco puedo decirle la verdad, no aun, y cuando lo sepa espero que realmente me perdone, la única persona mala en este momento soy yo, yo que lo aleje de grandes personas que seguramente le harían la vida más fácil, de YongGuk que pudo haber sido un gran padre para él, pero YongGuk también me odiaría si supiera la verdad, de sus tíos YoungJae y Daehyun que seguro serían sus padrinos, pero no quería ver su cara de decepción si supieran la verdad, y principalmente mi hijo no tendría este tipo de pensamientos si me hubiera quedado y me enfrentaba a lo que ahí había. Abrace a mi hijo con lágrimas en los ojos.
-Tu eres un buen niño Junnie- le digo reconfortándolo- solo que tu appa no podía estar con nosotros.
-¿No era porque no me quería?- me volvió a preguntar.
-Claro que no- le digo quitando sus lágrimas con mis pulgares- él tuvo muchos problemas y por eso no está aquí, pero… el llama de vez en cuando- mentiras, ¿qué más puedo decir?
-¿enserio?- pregunta sorprendido- ¿pregunta por mí?
-Claro que si- le digo con una sonrisa que no sabía que tenía- él te extraña mucho, pero en su trabajo no lo dejan salir de viaje.
-Ohhh- suspira- entonces… ¿puedo decirle a Kai que si tengo appa?
-Claro que puedes- le digo- ¿por eso peleaste con Kai?
-Si- me dice volteando para otro lado- él dijo que yo no tenía appa, que no estaba con nosotros porque no me quería… que yo era un niño tonto y por eso appa prefirió no estar con nosotros.
Yo abrace a JunHong, en algunas ocasiones lo niños pueden herir mucho con sus palabras, y eso paso con JunHong. Después de tranquilizarnos ambos, bajamos a cenar y fue cuando le conté a JunHong que mañana me acompañaría al hospital y conocería al pequeño Uppi que sería su hyung, y que por eso tenía que tratarlo con respeto, no pude evitar reír ante los puchero que hacía por sus aparente celos, después de la cena lo puse a hacer su tarea en lo que yo limpiaba un poco la casa, para cuando ambos habíamos terminado vimos un rato televisión, no paso mucho tiempo hasta que quedó dormido en mis piernas. Se veía tan lindo con si cabello todo alborotado y su boquita abierta, no pude evitar sonreír y acariciar su cabello, siempre que lo veía no podía evitar pensar que tiene mucho de su padre, con eso en mente lo tome en mis brazos para subirlo a su habitación, la casa no era muy grande pero era lo suficientemente espaciosa, lo coloque en su cama y lo cubrí con su manta, antes de salir bese su cabeza, ese niño sin duda era mi salvador, lo amo más que a nada.
Abro mis ojos de forma brusca al escuchar la alarma del despertador, y me quedo recostado un rato, olvida cambia la hora del despertador, como JunHong no ira a la escuela podemos salir un poco más tarde, no me gusta quedarme solo con mis pensamientos, suelo recordar el pasado en esas ocasiones.
~Flashback~
Era un hermosa tarde de verano, yo me encontraba sentado en un restaurante del centro comercial, YongGuk y yo quedamos de vernos en el departamento en la tarde debido a que yo le pedí una explicación de lo que estaba pasando entre nosotros, últimamente pasaba mucho tiempo en el hospital, mucho más del usual, llegaba tarde a casa y algunas veces se portaba algo distante conmigo, tal vez había encontrado a otra persona y quería terminar conmigo, pero quería que me lo dijera directamente a la cara. Por eso le pedí que habláramos, pero hace unas horas me mandó un mensaje al celular que mejor nos encontrábamos aquí, supongo tenia cosas que hacer en el hospital y por eso haría la conversación rápida, un escalofrió recorrió mi espalda al pensar en que esta podría ser la última vez que lo vería.
-¿Gusta pedir ya?- me sobresalte al ver al mesero, creo que estaba demasiado metido en mis pensamientos- ¿o espera a alguien?
-La verdad es que espero a alguien- le digo tratando de formar la mejor sonrisa que saliera- pero… ¿podría traerme un café por favor? Que sea americano y un té verde también.
-En un momento- dijo apuntando en una libreta pequeña y retirándose.
Después de que el mesero trajera ambas órdenes, ya que no tardaba en llegar YongGuk me dedique a esperarlo completamente, mirando en dirección a la puerta por donde en unos minutos entraría. Pero cuando pasaron alrededor de dos horas mire mi reloj preocupado, él nunca llegaba tarde a un cita, menos si era de nosotros, eso no hace más que aumentar mi miedo. Intento llamar nuevamente a su celular pero me manda directamente a buzón de voz, tomo mis cosas para salir, pero a través de la ventana veo su perfil acercarse al restaurante.
-Channie- me dice al acercarse a mí e intentando besarme, pero yo muevo mi cabeza a otro lado confundido- lamento llegar tarde… prometo que no volverá a pasar.
-¿Qué haces aquí YongNam?- le pregunto al susodicho- ¿Dónde está YongGuk?
-Channie no juegues- me dice- soy yo, YongGuk.
-Claro que no, sé diferenciarlos muy bien- le digo un poco disgustado, ¿Por quién me toma?- ¿Dónde está tu hermano?
-Siempre es lo mismo contigo Channie- me dice YongNam por fin- te he pedido muchas veces que dejes al idiota de mi hermano, ¿Por qué el y no yo?
-Ya hemos hablado de eso- le digo tratando de mantenerme calmado- yo lo amo a él, a él lo conocí primero, aunque estoy seguro que si a ti te hubiera conocido primero, igual lo amaría.
-No me vengas con estupideces- me dice alzando la voz- todos sabemos que la razón por la que sales con mi hermano es porque te interesa el dinero y el poder que su apellido te dará.
-No pienso seguir escuchando tus mentiras- dije parándome del lugar y alejándome de él, cosa que no conseguí porque me tomo fuertemente de la muñeca y me atrajo hacia su cuerpo- no te dejare ir tan fácil.
-¡Suéltame!- le grite y me volví a zafar de su agarre, pero el volvió repitió la acción de jalarme, pero esta vez algo fue diferente, sus labios estaban sobre los míos, una ola de fura se apodero de mí y lo empuje con todas mis fuerzas logrando que golpeara con la mesa en la que estaba sentado y derramando el té ya frío que había pedido para YongGuk, sin más le pegue un puñetazo en la cara, aunque creo que el golpe me dolió más a mí pues mis nudillos me ardían.
Salí corriendo de ahí antes de que YongNam pudiera tan solo seguirme, no podía crees que me besara, realmente se estaba volviendo loco, desde que lo conozco a intentado convencerme que deje a YongGuk pero jamás se había atrevido siquiera a tocarme, pero si el insistía tanto en que yo solo quería a Bang por su dinero porque seguí acercándose a mí. Tome un taxi para poder llegar a casa, quería llegar rápido y olvidarme de todo, quería esperar a Bang en casa y que quitara de mi todo rastro de que alguna vez su hermano me besara, pague y baje rápidamente del taxi cuando este llego al edificio donde compartía departamento con YongGuk, al entrar a departamento todo estaba apagado y no había señal de que Bang estuviera ahí, encendí la luz y mire todo con los ojos muy abiertos, en nuestra sala de estar, la mesita de centro estaba decorada con una cuantas velas blancas que se notaban habían sido consumidas casi completamente por el fuego, un hermoso ramo de rosas reposaba sobre un hermoso jarrón en el centro de la mesa y dos platos colocados de forma estratégica para sentarse uno al lado del otro, al ver esto mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, ¿Por qué YongGuk hizo todo eso?, aun con lágrimas en los ojos me senté frente a uno de los platos a esperar a que llegara a casa.
No sé cuánto tiempo estuve esperándolo pudieron ser minutos u horas, yo caí dormido esperándolo, desperté al sentir como la puerta del departamento había sido abierta, y por el umbral de la puerta entraba un Bang YongGuk con cara preocupada, yo me levante rápido del lugar donde me encontraba y me acerque a él.
-Yo…- empecé a hablar pero sus fuertes brazos me rodearon en un abrazo.
-Gracias a Dios- me dice abrazándome más fuerte, pero a mi esa fuerza no me molesto simplemente me hacía sentir protegido en sus brazos- estaba tan preocupado Channie ¿Dónde estabas?
-Yo…- trato de decir nuevamente- te estaba esperando- me trato de explicar.
-¿Esperándome?- pregunta- pero si quedamos de vernos aquí.
-Pero tú me escribiste un mensaje- le digo mostrándole el celular.
-Realmente no entiendo cómo es que paso esto- dijo rascándose la cabeza- yo no cargo mi celular, YongNam me lo pidió prestado para hacer una llamada, después de eso se le cayó y el aparato no encendió.
-Debió ser un error- le digo, ese maldito de YongNam me las pagara, aunque YongGuk debemos tener nuestra conversación antes- creo que… deberíamos hablar.
-Bueno…- empezó a decir YongGuk pero se miraba muy nervioso- que tal si primero cenamos.
-¿Tu…?- trato de decir- ¿tu preparaste todo esto?
-Si- me dice con una sonrisa que me derrite completamente, algo que siempre me ha encantado de Bang es su sonrisa, esa sonrisa que con solo verla me hace feliz- vamos siéntate mientras caliento todo, debe haberse enfriado ya.
-Si quieres te ayudo- le digo acercándome a él.
-No, esta vez yo lo hago- me dice, mientras se dirige a la cocina y me deja solo en la sala de estar, sin más remedio me siento en mi lugar.
Esta vez no fueron más de diez minuto lo que espere a que se reuniera conmigo nuevamente, coloco los platos en los lugares disponibles de la mesa y se sentó a mi lado con una sonrisa plasmada en el rostro, yo vi los platillos y no pude evitar reír.
-Se ven horribles- le digo con una sonrisa burlona, el solo me miro con su sonrisa.
-Créeme que saben mejor de lo que se ven- me dice- le pedí la receta a JiEun.
Cuando menciono ese nombre mi corazón se estrujo, esa es la compañera de YongGuk que no me agrada, en ocasiones no para de hablar de ella, que JiEun hizo esto, que JiEun hizo el otro, era la persona con la que yo creo convivía mas estando dentro de ese hospital, cuando me la presento ella no me miro de una muy buena forma, pero me saludo por educación, no quiero que Bang me deje por ella. Inconscientemente mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, además de YongGuk yo no tenía a nadie, salvo a mi amigo YoungJae, pero él era otro caso.
-¿Channie?- me llamo Guk con voz preocupada- ¿Qué tienes?
Yo solo negué con la cabeza bajándola y ocultando mis lágrimas, aunque para el esta acción no pasó desapercibida, tomo mi rostro con sus manos, limpiando el camino de lágrimas con sus pulgares.
-¿Qué sucede?- volvió a preguntar- vamos, no puedo ayudarte o hacer algo si no me dices que sucede.
-Me dejaras…- le digo bajito, tan bajito que nadie podría escucharlo, pero YongGuk sí.
-¿Qué?- pregunto exaltado- ¿de dónde sacas esas tonterías?
-Tu…- empiezo- es que… yo creí que querías terminar conmigo.
-Claro que no- me dice- estaría completamente loco si dejara a alguien como tú, te amo Chan, lo sabes, te he amado desde siempre, desde que nos conocemos, sabes que jamás había sentido por nadie lo que siento por ti.
-Yo también te amo- le digo dándole un apasionado beso que el correspondió gustoso, nuestras lenguas se encontraron y empezaron una batalla que yo no estaba dispuesto a perder, sus manos que estaban colocados en mi cintura poco a poco empezaron a subir por debajo de mi camisa, acariciando todo lo que encontraba a su paso, sus labios pronto bajaron a mi cuello donde si él seguía así dejaría una marca muy visible.
-Channie- dijo dejando de besarme, pero no separándose de mí por completo- Yo tengo algo que decirte.
-Dime- le digo dándole un corto beso invitándolo a seguir hablando.
-Yo…- no dijo más, pero eso solo duro segundos- tú… bueno tú sabes, que yo te amo como nadie en el mundo.
-Claro que si Guk- le digo.
-Bueno eres la persona más especial para mí, hemos tenido muchas dificultades para estar juntos y solo Dios sabe cómo hemos sufrido y como mi familia no ha hecho la vida de cuadritos, pero aun así aquí estamos amándonos más que al inicio de nuestra historia- me dice, ¿Qué está tratando de decirme?- por más dificultades que aparezcan siempre estas mostrándome tu amor incondicional.
Yo solo beso sus labios, todo lo que dice es verdad, desde que nos conocemos hemos estado juntos pero siempre había algo que se interponía entre nosotros, la más importante es su familia, ellos siempre han creído que mi amor por Bang es una mentira, siempre diciendo que yo solo busco la fortuna de los Bang y el lugar que me daría el estar junto a él.
-Tu siempre completas mi mundo, eres mi otra mitad, mi alma gemela, eres el amor de mi vida- su mano va al bolsillo de su pantalón, donde saca una caja con un hermoso anillo- por favor Channie… cásate conmigo, prometo hacerte inmensamente feliz por el resto de mis días.
~Fin de Flashback~
Un ruido muy fuerte me saco de mis pensamientos, me levante rápidamente y corrí a la habitación de JunHong pero él no se encontraba en ahí, mi corazón estaba latiendo muy rápido, fui rápidamente al baño con la esperanza de encontrarlo ahí pero ni rastro de él, fue entonces que se volvió a escuchar otro fuerte ruido, se escuchaba en la planta baja, creo que era en la cocina, rápidamente baje y entre a la cocina encontrándome con un pequeño JunHong cubierto de harina y huevo, al entrar a la habitación me miro directamente.
-Omma- dijo con tono ¿molesto?- deberías estar dormido, yo voy a hacerte el desayuno.
Una gran sonrisa apareció en mi rostro, me acerque a él y lo abrace de forma protectora, después lo cargue en mis brazos y limpie un poco su cara.
-¿Qué te parece si te ayudo a hacer el desayuno?- le pregunto divertido.
-Pero yo quiero cocinar para omma- dice el pequeño- quiero que sepa que no hay mejor omma que mi omma.
-Ohhh mi pequeño- lo pego a mí- tu eres el mejor regalo que el cielo pudo darme, pero es peligroso que tu cocines solo, déjame ayudarte.
-De acuerdo- dice con un puchero- pero yo puedo voltear el panqueque, ¿Puedo?
-Veremos- le digo bajándolo y colocándome un delantal, al igual que a él, pero creo no serviría de mucho ya estaba todo manchado. Lo ayude a preparar la masa, bueno yo ponía los ingredientes en un gran tazón mientras el trataba de batir la mezcla, al momento de cocinar fue el más complicado JunHong no me dejaba meter mano y yo tenía mucho miedo de que se quemara, aunque al final todo salió bien, a excepción que los panqueques que me correspondían estaban un poco (MUY) tostados, pero el hecho que JunHong hiciera el desayuno por mí fue lo mejor. Nos alistamos y en lo que JunHong se cambiaba yo prepare una merienda para ambos, y cocine un poco más por si dejaban que el pequeño Uppie comiera otra cosa que no fuera la comida del hospital.
JunHong se colocó su chaqueta mientras yo lo envolvía con una bufanda, tome su mano para comenzar a caminar hacia el hospital, minutos más tarde ambos estábamos cruzando la puerta del hospital, yo tenía que ir a registrar la entrada, después del registro fuimos ambos a cambiarnos, a JunHong le gusta vestirse igual que yo.
-Omma- me dice mientras le ayudo a colocarse la parte superior del traje- puedo llevarle a Uppie el pastel que compraste ayer.
-Bebe primero debemos ir con los otros niños- le digo.
-Pero yo quiero conocer a Uppie- me dice con un puchero- yo quiero que sea mi amigo.
-De acuerdo- le digo derrotado, sin duda ese niño tiene demasiado control en mi- pero primero me acompañaras a dejar unos papeles, saludaras a SunHwa y después te llevo con Uppie, igual tengo que preguntar a la enfermera si puedes darle pastel.
-¡Sí!- grito JunHong, tomo mi mano y me jalo fuera del vestidor- pero vamos omma, apresúrate- yo le seguí en paso, pero en un momento se soltó y corrió rápidamente.
POV YongGuk
La luz colándose por la ventana fue lo que despertó ese día, mire el reloj en mi muñeca, faltaba cerca de una hora para que empezara mi turno en el hospital, me levante del sillón en el que dormí, el cobertor junto con la bata fueron a parar al piso, levanto la vista para ver como mi hijo Uppie descansaba en la cama del hospital con solo un pequeño cobertor cubriéndolo, seguro durante la noche me cobijo, tome el que puso sobre mí y lo cubrí con el, mientras acariciaba su lindo cabello marrón, siempre que lo veo recuerdo a su madre, ella debería estar aquí con él, no yo…
-Appa…- escucho como me nombra en voz baja, mientras se frota los ojos con sus puñitos- ¿Ya te vas?
-Si pequeño- le digo bajito también- deberías descansar otro rato, duerme.
-Pero…- comienza a decir- ¿me visitaras más tarde verdad?
-No lo dudes- le digo dedicándole una sonrisa- veré si más tarde puedo traerte un pastel.
-¿De chocolate?- pregunta.
-De chocolate- le digo, me acerco besando su frente y salgo de la habitación.
Camino a lo largo de los grandes pasillos del hospital, sin saber a dónde ir en realidad, tendré que pedir un cambio de ropa una filipina quirúrgica para no quedarme con la misma ropa de ayer, pero… no sé dónde ir a pedirla, me dirijo a la recepción, lo más seguro es que la chica que está ahí sepa decirme a donde ir, cuando llego ahí me encuentro a una chica delgada, parece coreana también, su cabello es largo y castaño, cuando me acerco a ella me dedica una sonrisa.
-¿Puedo ayudarlo?- me pregunta.
-Ehm… si- le digo- soy el nuevo doctor, mi nombre es Bang YongGuk.
-Bang… YongGuk…- dice ella con los ojos muy abiertos, aunque no entiendo su reacción.
-Sí, podrías decirme dónde puedo pedir una filipina- le digo- me quede con mi hijo aquí y no tengo ropa, realmente no quiero usar lo mismo y…
-Esta por esa puerta- me dice interrumpiéndome- entras, sigues por el pasillo, la cuarta puerta a la derecha, ahí te prestaran algo, después el vestidor esta dos habitaciones después.
-Gracias- le digo con una ligera inclinación de cabeza
Hago el recorrido que la chica me indico y no tardó mucho en pedir algo para vestirme, una filipina color rojo, cuando salgo de esa habitación un pequeño niño choca conmigo de forma brusca causando que cayera al piso al igual que la ropa que me prestaron. Ese niño sí que tenía fuerza, detrás de el paso corriendo un chico, estaba de espaldas así que no pude verlo bien, pero su complexión me recordaba mucho a…
-Vamos omma- escucho gritar al niño- rápido.
-Esperame JunHong- escuche.
Esa voz… se parece tanto a la de Himchan, pero eso no puede ser posible, cuando salí de trance ambos se habían perdido de mi vista desapareciendo detrás de la puerta, creo que eso del cansancio de la mudanza me está jugando bromas, hace muchos años que no se de Himchan, el decidió irse, dejándome solo.
POV Himchan
Dios mi corazón está latiendo muy rápido, la persona que estaba a mitad del pasillo me recordó tanto a Guk, que siento que mi corazón va a salir de mi pecho. Pero no pude parar a pedir disculpas, no quiero perder de vista a JunHong, aunque cualquier persona puede saber que es mi hijo, no quiero perderlo. Cuando por fin lo encuentro está dándole un gran abrazo a SunHwa, la cual al verme puso cara de preocupación.
-Himchan- me llama- necesitamos hablar.
-¿Sucede algo?- pregunto yo alarmado, su tono de voz no es muy bueno.
-Sí, pero necesito decírtelo a solas- me dice.
-Vamos SunHwa- le digo porque JunHong me está viendo fijamente- ¿Qué te parece si hablamos después?, tengo trabajo que hacer, además que tengo que llevar a JunHong con el pequeño Up.
-Si- me responde- pero es importante, que no pase de hoy.
-Sí, yo iré a tu casa más tarde.
Después de esa extraña conversación, nos dirigimos al cuarto de Uppie, pero mientras más nos acercábamos la mano de JunHong me apretaba más fuertemente.
-¿Qué pasa Junnie?- le pregunto.
-Omma, ¿Qué pasa si no le agrado a Uppie?- me pregunta bajando la cabeza.
-Vamos- le digo cargándolo- le agradaras, eres un niño muy lindo y eres muy bueno también.
-Lo dices porque eres mi omma- me dice con un puchero.
-Claro que no- le digo- es lo que yo pienso, y tu tía SunHwa y tu tío KwangHee también lo piensa.
-¿sí?- me pregunta- ¿también mi maestra?
-Sí, también tu maestra- le contesto sonriendo.
-Bájame omma- me dice apartándose de mi- así nunca llegaremos con Uppie.
Este niño sin duda es un caso, primero todo triste y ahora no hay quien lo pare, rápidamente lo llevo donde Up, sino creo que este niño terminara matándome. Al entrar a la habitación el pequeño Up miraba a través de la ventana, sentado en su cama. Con el ruido solo volteo la vista, pero al verme sonrió.
-¡Uppie!- grito JunHong acercándose a donde estaba JongUp- hola, soy JunHong.
-Mucho gusto JunHong- le dice con una sonrisa el pequeño- soy JongUp.
-Ohhh, omma ya me dijo tu nombre- le dice- seamos amigos.
-Me gustaría- le dice Uppie- siéntete a mi lado Junnie.
Y así fue como los dos niños se pusieron a conversar ignorándome olimpiacamente, ellos solo se sonreían y hablaban, yo me quede viéndolos embobado, JunHong jamás había estado de esa forma con ningún niño y eso llenaba mi corazón de felicidad.
-Omma- escucho que JunHong me llama- ¿podrías pasarme mi mochila?, por favor.
-Aquí esta- digo tendiéndole su mochila.
-Vamos a divertirnos mucho Uppie- le dice JunHong- traje libros de colorear, y luego mis videojuegos, y también traje mi espada, y también…
-Oye en que momento metiste todo eso que no me di cuenta- le digo levantando una ceja.
-Antes de empezar con el desayuno omma- me dice- yo quería que Uppie se divirtiera conmigo.
-No tienes remedio bebe- le digo acariciando su cabello- pero…
-¿Pero?- preguntaron ambos a la vez.
-¡Yo traje pastel!- les digo alto.
-¡Es verdad!- dice JunHong- vamos omma, para que Uppie los pruebe.
-Ya voy, ya voy- le digo.
-Espero que te guste la tarta de melaza- dice a Up- es mi favorita de todo el universo.
-Nunca he comido eso- dice poniéndose rojo- ¿Qué es?
-Es un pastel que hacen aquí Uppie- le digo- no te preocupes si no lo conoces, ya aprenderás las costumbres de aquí, JunHong y yo te ayudaremos- miro mi reloj- bueno es tiempo de que empiece mi trabajo, los veo más tarde. No hagan travesuras, te conozco JunHong.
POV normal
JunHong y el pequeño JongUp se divirtieron mucho durante esa mañana, los dos se complementaban muy bien, siempre habían sido niños solitarios que solo contaban con el cariño y amor de un padre, empezaron a conocerse y a contarse uno que otro secreto, ¿Quién no recuerda ese tiempo en su niñez? Cuando no era necesario conocer a alguien por mucho tiempo para convertirse en grandes amigos, esto paso con estos pequeños. Horas más tarde un señor alto y con bata entro a la habitación de JongUp, traía una bandeja de comida en sus manos, los miro seriamente.
-¡Appa!- grita Uppie sonriendo- si pudiste venir.
-Claro que si- le dice- traje comida para ti, pero… creo que tienes visita.
-Si- le contesta- es mi nuevo amigo, se llama JunHong.
JunHong solo podía ver fijamente al padre de JongUp, luego ve a su amigo.
-Hola JunHong- dijo el padre sonriéndole cálidamente, las mejillas de JunHong empezaron a ponerse muy rojas.
-Buenas tardes señor- le dice rojo como tomate.
-No me llames señor- le dice el hombre- puedes llamarme YongGuk, si eres amigo de mi hijo, también eres el mío.
Antes lo dicho JunHong asintió con su cabecita y sonrió muy contento, ese día era de los mejores de su vida, no solo ahora tenía un nuevo amigo, sino que tenía dos.
Pero en ese momento YongGuk tenía otros pensamientos, ese niño le resultaba muy familiar, su rostro, su sonrisa, sin duda le recordaban a alguien, pero no podía ser, sin duda se estaba volviendo loco, ¿Qué estaba pasando con él?, tanto tiempo tratando de olvidarlo, tanto tiempo tratando de convencerse de que Himchan ya no significaba nada para él, de convencerse que debía odiarlo, porque lo abandono, lo dejo en el peor momento sin ninguna explicación, sin ninguna carta, sin ningún mensaje.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Fin del capítulo 2 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~