Perdóname
El concierto había terminado y yo estaba decidido a declararme esa noche a Key. Me sentía nervioso, sabía que podría ser rechazado ya que él podía tomar todo este asunto de ser una pareja solamente como un juego … de hecho, me vería como un idiota con su rechazo… pero en verdad poco me importaba, ya que lo que siento por él es más fuerte que mi orgullo.
Le pedí a algunos de los hyungs de la producción que me dieran un consejo para calmarme antes de declararme, uno me recomendó agua, pero luego salió otro diciendo que era mejor el alcohol… como se veía experimentado pensé que sería la mejor opción. Le pedí a una de las noonas que me comprara alcohol, que me trajera lo más fuerte. En cuanto lo tomé empecé a sentir los efectos y cuando lo vi llegando a los camarines me volví loco:
-Kibummie~… estás todo sudado… ¿vamos a bañarnos juntos? –Casi me mordí la lengua después de decir esa idiotez.
-Jonghyun… -Entrecerró sus ojos- parece que no estás muy bien –Dio la vuelta y se sentó en una de las sillas, levantó su mano en signo de rechazo- Háblame cuando te bajes de las nubes, cachorrito.
Gracias al cielo me rechazó en esa oportunidad, no sé qué hubiera sido de nosotros ahí… juntos en la ducha y yo así de borracho.
Luego del concierto había agendada una fiesta, pero me comencé a sentir mal y Kibum se ofreció a llevarme a casa, la excusa era que él estaba cansado y no tenía fuerzas de ir a celebrar.
Llegamos al departamento y me llevó de inmediato a mi dormitorio, me quitó algunas prendas de ropa para ayudarme, me sentí muy inútil y a la vez más enamorado de él:
-Gracias por todo lo que haces por mí… ojalá pudiera recompensarlo Kibum
-Podrías hacerlo… -se quedó pensativo un momento -Sabes, Jonghyun… creo que te amo.
¿Creo que te amo? ¿Era eso lo que acababa de oír? Me sorprendí tanto que retrocedí un poco, sin embargo él se volvió a acercar a mí y me besó en los labios, sentí su cálido roce y correspondí al beso sin pensarlo.
Fue un beso largo y tierno, nos separamos, pero ninguno de los dos pudo estar mucho tiempo lejos del otro y volvimos a besarnos , una y otra y otra vez…
De un momento a otro todo empezó a ser más y más intenso, pensaba que debía detenerme, pensaba que él debía detenerme, no estaba en condiciones de decidir bien las cosas, deseaba a Kibum más que a nada en el mundo, pero no podía aceptar estas condiciones, si él me amara de verdad me respetaría… él … él debía detenerse porque yo no iba a poder hacerlo…
Desperté con el grito de horror de Onew, había pensado que talvez alguien se había comido su pollo o algo así, no le tomé importancia, comencé a recordar la noche anterior pensando que todo había sido un sueño… pero no, ahí estaba su tersa piel y sus manos juguetonas, su cabello salvaje y su hermoso rostro somnoliento… Él no se había detenido… aunque lo amo comencé a sentir ira, y desesperación, me abrumé y todo se agravó por Onew y su exageración… pero en vez de desquitarme con él, lo hice con Kibum de la peor forma posible, incluso golpeé a Taemin quien trató de defenderlo.
Antes de cerrarle la puerta en la cara él pronunció mi nombre…. ¿Por qué le hice eso?
Taemin se separó de Minho y me encaró, debo reconocerlo, me asustó verlo así.
-Eres una mierda de persona, ¡Ese chico ahí afuera te ama! ¿Cómo eres capaz de hacerle eso?
-No me interesa lo que sienta por mí… él se aprovechó de mi estado y no pudo respetarme.
-¿Entonces no querías hacerlo con él? ¡Aunque hubieras estado ebrio es algo que hicieron LOS DOS! No solo él, no es como si te hubiera violado… porque ustedes en verdad se quieren… si no fuese así no hubieran amanecido así… abrazados de esa forma.
Mierda… este chico me había abierto los ojos… Me di cuenta de lo que había hecho muy tarde… y ahora me sentía fatal… Taemin puede ser muy maduro cuando se lo propone.
Quedé pensativo un momento y fui a encarar a Onew hyung a mi habitación dejando de lado a Taemin y Minho.
-¿Qué fue eso? ¿Tuviste sexo con él y luego lo trataste como a una perra?
-Yo… hyung no sé qué me pasó…. No sé cómo pude tratar a quien amo de esa forma… -caí rendido a la cama cubriéndome la cara con las manos.
-¿Lo amas? ¿Cuándo pensaban decirnos sobre su relación? ¿No crees que esto era algo importante que debían contarnos?
-Hyung… yo supe que él me correspondía anoche… después de un beso… pasó lo que pasó… Y ahora por ser tan exagerado me hiciste pensar así las cosas.
-¡Ya! ¡No me culpes a mi! Fue tu error… aunque quizás si tenga un poco de culpa…. Pero, ¡DIOS! ¿Quién no se sorprende con tal espectáculo?
Agarré mi cabeza entre mis manos y solo atiné a soltar un grito de desesperación…
-¡Debo ir a buscarlo! ¡No puedo dejarlo así!
Salí del departamento y lo busqué por todo el edificio, no lo encontré en la azotea, no lo encontré en el primer piso, no estaba, se había ido, y el resto de los chicos también, volví con Onew Hyung y le conté que no lo había podido encontrar.
-No creo que haya ido muy lejos, quizás Taemin y Minho se lo llevaron a algún lado.
-Pero hyung…. Necesito arreglar lo que hice… soy tan estúpido…
-¿Y qué harás? ¿Una cena romántica? ¿Le regalarás un Alexander Wang?
-…. Podría simplemente decirle cuanto lo siento… y que lo amo.-Rompí en llanto inevitablemente.
-Jonghyun… -Onew me abrazó y se quedó así por un rato- Te voy a ayudar, haremos que te perdone.
Así hyung y yo preparamos una cena para Key, para ver si de alguna forma nos reconciliábamos y todo podía seguir el curso… bueno, ya no tan normal como antes, pero que retomara el buen camino nuestra vida.
-Iré a buscar a Key… veré si está en la casa de Taemin primero, si no él me ayudará a buscarlo.
-Bien Hyung… los esperaré aquí…
Fueron 2 horas de espera, las 2 horas más largas de mi vida… Cuando llegó a la puerta pude escuchar a Onew hyung animándolo, pero solo Key entró al departamento. Cuando lo vi, me derrumbé, era obvio que el pobre había estado llorando, era obvio que lo había hecho sufrir.
-Jonghyun… yo…- empezaba a llorar otra vez, no podía verlo así, corrí a abrazarlo y yo también comencé a llorar.
-¡Perdóname! ¡Por favor! Fui un completo patán, un cobarde de mierda que no supo cómo reaccionar ante la presión… Kibum, perdóname…
-¿…eh?- entre sollozos comenzaba a reír- Pero yo venía a pedirte perdón a ti… luego de que me humillaste lo pensé… que quizás yo había actuado mal al hacerlo contigo en esas condiciones…pero… en realidad nada puede cambiar el cómo me trataste, fuiste muy malo Puppy…
-Lo sé…. ¡Lo sé y me ha remordido la conciencia todo el puto día! Key, yo te quiero, me gustas, ¡te amo! Pero fui un total cobarde en la mañana… ahora que los chicos lo saben, sé que no será igual, por favor, te lo pido, perdóname…
-…Onew hyung me dijo que tenías una sorpresa preparada… mientras me la das pensaré en si debo perdonarte o no…
Sin pensarlo lo llevé a la mesa, ahí estaba la comida que a él le gusta tanto, le pedí a su abuela algunas recetas por teléfono para cocinarlo lo mejor posible, y al parecer estaba funcionando. Nos sentamos y él empezó a comer inmediatamente.
-Es como el que prepara mi abuela –dijo con una sonrisa en los labios.
-Ella me ayudó un poco, le pedí algunos consejos…
-Sabes… te di mi primera vez, jamás había hecho el amor con nadie antes, y precisamente fue mi abuela quien me dijo que, la primera vez nunca se olvida…
-Kibum… yo-Me interrumpió.
-Tranquilo, a pesar de lo que pasó en la mañana no puedo negar que me gustó lo que hicimos anoche… la manera en que me tocabas, como me abrazabas, como me besabas… me convenciste de que me amabas aunque quizás no era así.
-Pero yo te amo- Me levanté de la mesa y me acerqué a él tanto como pude para robarle un beso. Él no chistó, no se negó al beso y por el contrario, solo lo hizo más profundo, más intenso.
Ante los besos de Key, no puedo controlarme.
Lo tomé por la nuca y lo hice más cerca mío, mis labios estaban muy apretados contra los suyos, incluso con nuestras bocas abiertas, prácticamente devorándonos. De un momento a otro lo solté.
-Kibum…. Si seguimos así… nosotros… -me costaba respirar con normalidad.
-Jonghyun…. Hoy hazme tuyo… hazme tuyo otra vez… pero ahora, ahora sé consciente de lo que haces- continuamos besándonos y key empezó a bajar por mi cuello.
Lo tomé en brazos y mientras reíamos y el me besaba lo llevé a su habitación. Lo dejé caer en su litera, me quité la polera y como pude me metí en la cama baja con él, comencé lentamente a besar su cuello y a desabotonar su camisa, dejando un camino con mis huellas en él, Key no paraba de gemir y reírse por las cosquillas, le quité completamente la camisa y lo abracé, nos besamos nuevamente y nos miramos a los ojos.
-Jonghyun… sé amable…. Y no me trates mal mañana.
-Lo haré, Kibum, seré cuidadoso y mañana te despertaré con besos…
Comencé de a poco a tocar sus caderas, sus piernas y, finalmente su cremallera, la bajé con cuidado y noté lo duro que estaba, toqué sin pedir permiso y reí tiernamente.
-¡Jooooong! ¡Qué me ponga así es culpa tuya! ¡No te burles! –dirigió rápidamente la mirada a mi miembro y desabrochó mi pantalón, tocando el duro bulto que ahí yacía, soltó una carcajada y me besó- Yo te puse igual~-Dijo burlonamente.
-¡Key!- le reclamé- Ambos estamos en las mismas condiciones… -dije pícaramente.
Volvimos a lo de antes, besos, caricias, pero ahora las caricias eran más abajo, aprovechando de quitarnos los pantalones y la ropa interior, nos rozábamos tan fuerte y sin vergüenza alguna… me volvía loco.
Comencé a tocarlo más directamente, su pene estaba erecto, palpitante, caliente…. Y yo le estaba dando la atención que merecía. Key, se escondió en mi pecho y no paraba de gemir, con la mano que tenía libre tomé su cabeza y lo levanté a la altura de la mía, estaba ardiendo, sus mejillas estaban rojas y apenas podía abrir los ojos…. Se notaba que estaba disfrutándolo. Le robé muchos besos en ese instante, mientras aumentaba la velocidad de mi mano al masturbarlo, él se abrazaba muy fuertemente de mi cuello. Sentí un inspiración muy larga y que comenzaba a aguantar la respiración, en ese momento decidí tratarlo de la misma manera maravillosa con la él lo hizo la noche anterior.
Me separé de él un instante, bajé regando besos por su abdomen hasta llegar a su pene, lo lamí despacio y lo introduje a mi boca, mientras jugaba con sus testículos. Key había comenzado a gritar mi nombre con mucha fuerza, su respiración era agitada y sus manos las tenía entre mi cabello e involuntariamente movía sus caderas para introducirse más en mí. Jamás había hecho esto, pero es una experiencia que volvería a tener solo para complacer a Key que, a pesar de mi inexperiencia, estaba disfrutando con lo que hacía. Aumenté el ritmo y Key se corrió al instante en mi boca, exhalando un grito que llevaba mi nombre. Tragué toda su esencia y volví a subir a sus labios, nos besábamos como locos.
Él llevó mi mano a su entrada, era obvio lo que quería y cumplí su deseo. Uno, dos dedos, y comenzó a dilatarse su entrada, Key no me miraba a los ojos en ese instante, hasta que busqué nuevamente sus labios, con la desesperación me mordió suavemente el labio inferior, eso me calentó aún más. Key ya estaba listo, pero no me atrevía a penetrarlo, él se dio cuenta y tomó mi pene, lo puso con cuidado en su entrada y con cuidado, ambos nos ayudamos a meterlo. Los dos soltamos un suspiro de aprobación y comencé a embestirlo suavemente. Su cuerpo… estar dentro de él me volvía loco, su interior era tan cálido, tan húmedo, tan estrecho, sentía que me podía correr con cada estocada que le daba, me llevaba a la gloria con cada una de ellas.
Jadeaba su nombre, así como él el mío, su pene volvió a estar erecto y empecé a masturbarlo nuevamente. Aumentamos la velocidad de las embestidas y él se corrió nuevamente, pude ver su rostro, sus pequeños ojos se cerraban y sus cejas se juntaban, y de su boca brotaban suspiros y jadeos con mi nombre, sus manos agarradas a mi cabello acercaban mi cara a la suya, quizás fue el mejor recuerdo de la noche. Después de dejarlo descansar un momento –no sin antes haberlo llenado de besos otra vez mientras él se reponía- lo coloqué en cuatro, pensando que un cambio de posición sería bueno, pero solo choqué con la litera de arriba, él rio fuertemente… no puedo negarlo, su risa encantadora me hizo sentir un dolor en el pecho y una sonrisita involuntaria apareció en mi rostro.
Nos bajamos de la cama, y él se apoyó en el colchón dejando su hermoso trasero levantado, quedando yo tras él. Volví a penetrarlo suavemente, Key se agarraba de las sábanas y apoyaba su cabeza en una almohada. Empecé a moverme rápidamente y comencé a oír sus fuertes gemidos y suspiros pidiendo por más, tomé nuevamente su miembro –que empezaba a erectarse otra vez- y lo frotaba de arriba a bajo, por toda su extensión con rapidez. Besaba su blanca espalda y con mi otra mano libre acariciaba su abdomen, su pecho, sus piernas.
-Ah… Jonghyun… me voy a venir de nuevo… ahh… ¡AH!... no … ¡no! ¡D-detente! –Se paró inmediatamente y se sentó frente a mi- Jong… te toca disfrutar un poco a ti también.
-Yo estoy disfrutándolo … -No alcancé a terminar la frase y mi pene ya estaba en la boca de Kibum, lo metía tan profundamente y rápida, era como estar en el cielo … pero lo que detonó la bomba fue el instante en que teniéndome entre sus labios sin detenerse me miró a los ojos y como pudo sonrió, en ese momento sentí que mi corazón explotaba, además de cómo me excitaba más de lo que estaba al ver esos ojos gatunos siendo solo para mí- Ah… ¡AH! ¡KIBUM! –Cerré los ojos y me perdí en la maravillosa sensación, en ese placer que mi amado Kibum me estaba dando, cuando dejé de eyacular sentí a Key frente a mí, abrí como pude los ojos y lo vi limpiándose la boca, mientras me sonreía cálidamente.
-¿Lo disfrutaste, Jong?
-Fue la sensación más maravillosa del mundo, Kibummie –Lo enrollé por la espalda con mis brazos, acercándolo a mí y besándolo fuertemente en los labios, mientras el agarraba con fuerza mi cabello. Después de unos minutos de caricias estaba listo otra vez para seguir.
Lo senté en mi miembro, él lo tomó y lo acomodó para que llegara a su entrada, lo penetré dulcemente, y comenzó a saltar sobre mí, sus gemidos se oían más fuertes y su cara hacía gestos involuntarios.
-Ah… ¡AH! ¡ahhh… ah J-jong-aaah…! Mmmm… se siente.. Ah… ¡ah se siente distinto! Aaaf… ¡Ahhhh!
-Ahh… ¿Ahhh…? … qui-quizás… ¡ah! Quizás encontramos…. Mmmm… tu punto… ¡tú punto dulce mi vida.. ahh…!
Decidí tomar su miembro otra vez, de arriba abajo con velocidad, nos mirábamos a los ojos ahí, sentados en el piso de la habitación, abrazándonos firmemente, con la respiración agitada y nuestros corazones latiendo a mil por hora. Yo sentía que explotaría en cualquier momento y la cara de Key me decía lo mismo.
Comenzamos a ir más rápido y ya no lo aguantaba, sentía el interior de Key apretarse alrededor de mi miembro y Key empezaba a tener lágrimas en sus ojos. Sentía que me vendría en cualquier momento y empecé a ir más y más rápido con el miembro de Key.
-¡Ahhh! ¡ya no puedo más!- gritó Key, se estaba empezando a correr… y yo también- ¡TE AMO!
-¡Ahhhh! ¡YO TAMBIEN TE AMO!
Key se corrió entre nuestros vientres, no se derramó solo en mi mano, su semen llegó hasta mis pectorales, lo había disfrutado mucho, era algo obvio y eso me hacía muy feliz, había podido complacer a la persona que más amo. Por mi parte podía sentir mientras me corría como el interior de Key se comprimía, y seguía teniendo espasmos incluso luego de terminar. Ambos reímos felices luego de lo ocurrido, nos abrazábamos y besábamos como los locos enamorados que éramos… y seguimos siendo.
Nos recostamos en su cama, abrazados y acariciándonos, tratando de componer nuestras respiraciones.
-El fanservice… ¿seguiremos con él, verdad?-le pregunté.
-Es lo que nos unió… ¿no?, además ahora ambos sabemos que es un sentimiento de verdad…
Lo abracé y acerqué lo más fuerte posible.
-Al parecer… gracias a las fans… ¿está era nuestra única dirección a ser felices, verdad? Nosotros desde el comienzo teníamos que estar juntos- Dijo Key.
-Sí, nuestra dirección a la felicidad es estar siempre juntos –Respondí- Key… aunque quizás esto no vaya al caso… si alguna vez aprueban en matrimonio igualitario… tu podrías… bueno –dije torpemente, pero él al notarlo respondió sin rodeos.
-Si Jonghyun… si me quiero casar contigo –Me sonrió feliz.
Dormimos juntos toda la noche, al día siguiente los chicos ya estaban en el departamento, felicitándonos mientras desayunábamos.
-Taemin- dije preocupado- ¿Tu ojo está mejor ya?
-¿Eh?... ¡ah! Si, ya está mucho mejor –dijo radiante.
-¿Podrías… perdonarme, Taemin-goon?, Lo hice sin pensar…
-Si, está bien hyung, no tengo resentimientos hacia ti, ya que Key-hyung está bien otra vez.
-Taemin no tendrá resentimientos hacía ti, Jonghyun –Minho se metió a la conversación y se levantó de su puesto y abrazó a Taemin por la espalda- Pero yo jamás te perdonaré por el daño que le hiciste a mi novio.
Todos quedamos atónitos. Taemin se sonrojó completamente y le reclamo a Minho.
-¡YA! ¡Teníamos que buscar otra forma de decírselos! ¿Y somos novios oficialmente? ¡Ni siquiera nos hemos besado aun!... espera... si lo hicimos –Taemin nos miró sorprendido con lo que había dicho y se tapó la cara con las manos.
-Lo olvidaste, si es por eso –Minho quitó las manos de Taemin de su cara- Anoche, porque llegó tu hermano y estuvimos cantando karaoke toda la noche no pudimos volver a hacerlo, pero… si quieres podemos resolver eso de inmediato.
-¡YA! ¡Compórtense!- Gritó Onew Hyung- ¿Cómo es posible que todos se amen entre todos?
-¡Onew-hyung está celoso porque es el único que no tiene novio!-Dijo burlón Key.
-¡OYE! ¡NO ESTOY CELOSO!
-Está bien, hyung –respondí- ¿recuerdas ese chico guapo del Starbucks de la otra vez? Te estaba haciendo ojitos ¿recuerdas? –Onew se sonrojó y se notaba su nerviosismo.
-¿Y…Y por qué tiene que ser un chico?... ¿no puede ser una chica?... ¿o pollo?
-¡Hyuuuung! Sea lo que sea te conseguiremos pareja, aunque sea un pollo, al terminar la semana tendrás un novio –Dijo Key.
-O novia –corrigió Taemin.
-Gracias por ayudar Minnie- dijo sarcásticamente Onew.
Al final terminamos todos riendo, nuestra nueva semana como Idols comenzaba bien, y teníamos que empezar a buscarle novia –o novio… o pollo- a Onew-hyung.
Yo no podía estar más feliz, a pesar de lo terrible que había sido, terminé al lado de Key, sosteniendo su mano y siendo el dueño de sus labios y su cuerpo. Key me amaba tanto –o más, ya que perdonó mi estupidez- como yo a él, y lucharé cada día más por ser merecedor de ese amor.
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