Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rainy Love, Wild Paradise ~ Winter (We Were In Love) por JHS_LCFR

[Reviews - 264]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, no sé qué paso :/ bajaron mucho los comentarios...qué se le va a hacer.

 

 

PD: Parku-yah, gracias otra vez ;m; grosa total, gente /o/

Winter 14

 

-Jongin—Sus manos temblorosas buscaron las mías, lloraba como si lo hubiese perdido todo, como si el mundo estuviese empezando a derrumbarse y morirse frente a sus ojos. Apretó el agarre, sus hombros temblaban constantemente e hipaba con dolor, un dolor que jamás me hubiera imaginado capaz de sentir. O de crear—Jongin, necesito que contestes a mi pregunta.

¿Por qué? ¿Por qué, si veníamos tan bien? Hacía dos horas nos habíamos subido al autobús, nos habíamos tomado de la mano y aquello me había resultado el desenlace perfecto, perfecto para todos mis problemas y a la vez un perfecto inicio para todo lo que me faltaba vivir. Tener su cabeza sobre mi hombro y mi vista en la calles que pasábamos velozmente había terminado de hacerme el día, me había hecho sentir mejor que nunca…

…Dos horas atrás habíamos pisado el departamento y jugado con Jjanggu, dos horas atrás le habíamos puesto más agua y comida y nos habíamos puesto a mirar una película. Dos horas atrás, pensé que Kyungsoo me diría que me amaba, que lo era todo para él y que por favor no lo dejara nunca.

-Jongin—insistió con los ojos hinchados y todavía sollozando, se había encogido en sí mismo, pero sabía que aún me miraba a los ojos; me pasé una mano por la cara y dejé la amargura salir, mis ojos y mis pómulos empezaron a humedecerse—Cada segundo que pasa, confirma más mi respuesta. Tienes que decirme—exigió—Tienes que decirme qué pasó por tu cabeza recién.

En algún momento el volumen de la película había desaparecido, la pantalla se había apagado y con un simple pestañeo tenía a Kyungsoo encima de mí, apresándome entre su cuerpo y el sillón, besándome sonoramente más allá del desastre que hacía Jjanggu con los diarios que componían su baño. Había sido épico, casi mágico y espectacular cuando se tomó unos segundos para sentarse y quitárselo todo, entregándose mientras la luz de la calle pintaba de naranjo su torso y su rostro, su boca hinchada y roja con su respiración agitada.

Aquel Kyungsoo, en ése preciso momento, había sido feliz. Podía jurarlo a muerte.

No obstante…

-¡Jongin, mírame! ¡Compórtate como el adulto que eres y contéstame!—bramó, golpeándome en el pecho con las palmas abiertas, empujando mi cuerpo de vuelta a la pared; yo estaba sentado en la cama, a la altura de los pies y con las piernas abiertas, él se sentaba sobre sus talones en la cabecera, ya me había golpeado con la almohada, ya se había roto las cuerdas vocales insultándome—¿Por qué no me dices verdaderamente lo que sientes por mí? ¿¡Qué soy, una amigo, un novio, un desconocido, tu hombro sobre el cual llorar, soy aquel que vivirá escuchando tus quejas y solucionando tus problemas!? ¡No pienso hacerlo, no pasaré por lo mismo de nuevo y mucho menos contigo!—miré hacia la puerta de salida, rápidamente gateó para quedarse sentado encima de mí—¡No vas a salir corriendo, ni se te ocurra hacerlo!—luchando por tomarme el rostro entre las manos, forcejeamos hasta que logró ver mi cara iluminada con la luz de la calle—No dejé que me cargaras hasta la pieza y no dejé que tomaras mi virginidad para que luego me digas que…

-¡¡No!!—tapé su boca con mis manos, furioso—¡No oses decirlo, me confundirás más!—la imagen latente de la puerta seguía, luego cambiaba a nuestra última conversación antes de que Kyungsoo se asentara en mi vida, su llanto era inconfundible y de alguna forma seguía en mi cabeza.

Lo detestaba. Lo detestaba porque me había arruinado la vida y el momento que más había esperado desde que tenía a Kyungsoo conmigo: me había arruinado la noche y por consecuencia, sentía que yo le había arruinado el cumpleaños a la persona que más quería, algo sinceramente imperdonable.

-Te lo voy a decir una vez más—amenazó, quitando mis manos de sus labios, a través del dolor se fue armando de valor y casi amenaza—Antes de que vayamos más lejos, antes de que termines siendo todo lo que quiero y necesito…Preciso, me es…vital—recalcó—Saber que no sientes nada ni por Sehun…ni por Taemin.

-¡Ya te dije que no siento nada!—gemí, agitándome en pos de liberar todo el enojo y terminar de una vez—¡Ya te dije que te quiero y que lo siento, que no debí haberte dejado plantado antes de que te fueras a Goyang pero sigues sin creerme! ¡Ya me saqué el corazón y te lo entregué y tú actúas como si nada, sigues repitiendo esa estúpida pregunta!

-¡¡La repito porque no actúas conforme a lo que me dices!! ¡Si de verdad todo estuviera bien, seguirías yendo a tus clases de baile! ¡Si de verdad todo estuviera bien, Sehun seguiría siendo tu amigo y estaría con el resto de los chicos, pero no! ¡Al final sólo estás tú, solo y perdiéndote de aquello que gozas por…por…!

-…No lo digas—siseé, tomándole de la muñeca.

-¡Por calentura, Jongin! ¡¡Terminarás solo y sin nadie a tu lado por culpa de tus calenturas!!

No pienso tolerar este tipo de cosas. Mucho menos de la persona que me gusta.

Empujándolo al piso, dudé al verlo caído y siseando de dolor. No obstante, ni bien vi la rabia en su mirada junto con sus dientes apretados y la mandíbula tensa, entendí que ya no se podía hacer nada. A paso vivo y tratando de no pisar a Jjanggu, comencé a vestirme y me fui, no sin antes marcar siete veces “su” número de teléfono.

 

 

-¿Te das idea de la hora que es?—gritó desde la reja mientras me acercaba a grandes zancadas, preparando los puños—¿Qué es aquello tan importante que debes decirme a las tres de la mañana y con este frío de locos, ah? ¡Vamos, no me quiero resfriar!—cuando logré alcanzarlo, noté sus ojos entornados por el sueño y la marca de la sábana en su mejilla; apunté a la cara y logré tumbarlo de un solo golpe.

-Te voy a matar, ¿Lo sabes? ¡Te voy a arrancar la cabeza por haberle metido esas cosas en la cabeza!—golpeándolo con la poca fuerza que logré juntar, lo apresé bajo mis piernas y lo agarré del cuello de la bata, sacudiéndolo e impidiéndole respirar—“¿Por qué Sehun se rehúsa a verte? ¿Por qué estaba en tu casa el día que me marché a Goyang y por qué siento que piensas en él cuando estás conmigo?”. ¿¡Qué mierda se supone que deba contestarle si todo lo que le digo le sabe a mentira!? ¡¡Es todo tu culpa, todo por Jongdae y por ti, traidor!! ¡Pensé que eras mi amigo!

Girándome, logró quedar encima de mí y sujetó brutalmente mis muñecas, pude sentir la nieve mojándome la espalda y la cabeza.

-Soy tu amigo, ¿Okey? Lo soy y siempre lo voy a hacer—bufó, agitado—Y como tu amigo, te estoy salvando de transformarte en un monstruo que arremete a patadas todos sus problemas y lastima a la gente.

-¿Cómo vas a ayudarme si con todo lo que le dijiste sólo logras alejarlo de mí?

-¡Porque eso es lo que les conviene, tanto a ti como a él!—perdí fuerza, mi cuerpo se durmió y me quedé allí, inerte, mirando cómo Baekhyun respiraba hondo e intentaba tranquilizarme—Él está débil, viene de pasarla mal y lo último que necesita es un chico como tú, emocionalmente inestable.

-¿Emocio---

-Sí, emocionalmente inestable. Porque no puedes querer un día a Sehun y al siguiente reemplazarlo por Taemin. No puedes preferir a Kyungsoo y luego hacerlo a un lado cuando alguien más te quiere. ¿Y sabes qué es lo peor? La manera en la que solucionas todo: ¡Los dejas, les das vuelta el rostro y los borras de tu vida! Pero no puedes hacer eso a tu edad, no puedes hacer eso con tu propia familia.

-¡¡No te metas con mi familia, tú no sabes nada!!

-¡Hace días que no ves a tu madre y aparentemente no te molesta! ¡Nombras a tu padre como si fuera escoria y en la puta vida te vi socializar con tus hermanas desde que se casaron y dejaron de mimarte!

-De todas formas, eso no te da derecho a arrebatarme el último rayo de felicidad que me queda—dije con voz temblorosa, propenso de vuelta a llorar—Yo no dije nada cuando discutías con Chanyeol, yo nunca dije nada cuando te trataba como a un trapo y así me lo agradeces, te ayudé a darte cuenta que lo querías y así… ¡Así me lo agradeces!

-Jongin, no tendré esta conversación contigo si vas a ser así de cobarde—concluyó, levantándose.

-¡Si Kyungsoo no quiere volver a verme, considérate muerto! Vendré a buscarte y te asesinaré, ¡A ti y a Chen, por regodearse al verme sufrir!

-Si Kyungsoo corta contigo es porque él mismo llegó a esa conclusión—abriendo la reja con la tarjeta, me miró de soslayo, como mira un peatón a un perro abandonado—Nosotros sólo le dimos una mano porque él ya venía dudando sobre eso.

Un último estrujón en el pecho y perdí foco de todo. Sentí que me arrancaban las piernas y los brazos. Caí en la nieve llorando alrededor de veinte minutos.

 

 

-¿Kyungsoo?—golpeé la puerta por séptima vez, rogando porque Jjanggu se diera cuenta de una vez y fuese corriendo a la puerta para rasguñarla—Jjanggu, Kyungsoo… ¿Están ahí?—volví a golpear, sentándome de rodillas frente a la puerta—Soo, lo lamento. No tuve que haberme ido. ¿Me dejas entrar?...hace frío—pero nada, seguía rodeado de silencio—Kyungsoo…te necesito. Ahora mismo…y hasta que me muera…eres lo único que quiero.

El cerrojo de la puerta seguido de una pequeña abertura me descolocó y me paré torpemente, buscando entrar cuando Kyungsoo hizo fuerza con su cuerpo para frenarme, lastimándome con el picaporte.

-No pienso dejarte entrar si vas a irte otra vez—no podía verle el rostro, el flequillo le tapaba los ojos y la poca luz no me ayudaba—Si entras, significa que no me abandonarás otra vez. Nunca más—recalcó en un hilo de voz.

-Prometo quedarme, me quedaré para siempre si eso es lo que quieres.

-No tiene que ser porque yo lo quiera, tiene que salir de ti… ¿Estás listo para comprometerte, Jongin, te crees capaz de cargar con todo lo que conlleva una relación…decente?

Apreté los labios y los ojos al cerrarlos, empujé la puerta pero volví a verme obstaculizado, resoplé.

-No abriré hasta que contestes. El que tengas que contestar a todas y cada una de mis preguntas comienza, si aceptas, a partir del día de hoy—estuve a punto de abrir la boca cuando dijo—: Incluso aquellas que involucran a Sehun.

-…Sehun es un amigo. No le di la importancia que se merecía y ahora me detesta, ¿Contento?—espeté—Ya no sé qué mas decirte, déjame entrar—y los segundos pasaron, pero la puerta no terminaba de abrirse.

-¿Por qué me ayudó entonces cuando volví de Goyang? ¿Por qué a mis ojos es una buena persona y tú lo retratas como un monstruo?

-De acuerdo, yo soy el bestia—grité, manoteando el picaporte para tirar—¿Feliz, eso es lo que querías oír? Te enamoraste de un hijo de puta que se acuesta con sus amigos y luego los tira, Sehun es la persona más agradable y santa que hay, no te fuerza a que sientas lo mismo que él y ahora sufre y se muere de dolor en su casa porque también se enamoró, como tú, del idiota de Kim Jongin, ¡Así que déjame entrar!

-Hasta que no dejes de forcejear, no voy a abrirte.

-¡¡Do Kyungsoo!!—Iracundo, pateé la madera y lo espanté, pude ver cómo saltaba de la impresión y retrocedía un paso; para no seguir arruinándolo todo, apreté los labios y me despeiné, me pasé las manos por la cara incontables veces y me pellizqué el cuello y la nuca para después clavarme las uñas en las palmas—Déjame…entrar. ¡No te pido nada más, quiero dormir contigo esta noche!

-…Realmente debe dejar de golpear así las cosas—murmuró con miedo—Jongdae me lo advirtió, tienes que aprender a controlar tu---

Me adentré con furia y corrí a tomarlo de los brazos hasta estrellarlo contra una pared. Prácticamente pasamos a Jjanggu por encima y lo besé con fuerza, lo besé con todas las emociones que logré descargar y recorrí sus costados como si esa misma noche fuese a marcarlo como mi propiedad. Algo que nada ni nadie podría robarme nunca.

Por segunda vez lo llevé hasta la cama y lo amé con todas mis fuerzas, le besé cada centímetro de piel que me entregaba y mordí su cadera de la desesperación antes de besar su sexo y llevarlo hasta las nubes, porque a veces sentía que sólo era eso lo que sabía hacer bien. Amar, tirarme a alguien, conducirlos hasta el éxtasis y después…

¿Después qué?

Separé las piernas de Kyungsoo y me adentré entre ellas, mis manos ya habían realizado el trabajo previo y sólo restaba esperar, esperar a que se acostumbrase a mí y ordenarme que me moviera, respondiendo como una estúpida e insensible máquina. ¿La pasaba bien cuando tenía relaciones con alguien? Por supuesto que sí, me divertía y me sentía…útil, decente. Pero, ¿Sentía tanto amor por Kyungsoo como para sólo acostarme con él? Tiempo después, en el último movimiento logré saberlo, sólo pude tener las ideas claras cuando lo vi, sucio en el estómago con su propio semen y las venas resaltando en su cuello…con la cabeza hacia atrás y agarrotado a las sábanas o a las almohadas o lo que tuviera más cerca.

No tenía miedo de querer a Kyungsoo, estaría eternamente dispuesto a eso.

Tenía miedo de terminar yo en el lugar de Sehun…o de Taemin. Tenía miedo a ser rechazado. No quería que Kyungsoo descubriese cómo era por dentro, no quería que viese la cantidad de fallas con las que venían mi mente, mi corazón y mi cuerpo. No toleraba la idea de ser una decepción, la idea de Kyungsoo marchándose porque yo no era suficiente me cortaba en pedazos y me quemaba por dentro. No podía permitir que viese en algún punto de nuestra relación al verdadero Kim Jongin.

Me desplomé en su cuerpo y entre sus brazos, sin importarme las capas de sudor ni la suciedad entre nuestros estómagos.

Con la nieve aún cayendo, y a un día de mi cumpleaños, dormí rogando porque Kyungsoo no me dejara nunca, rogué porque todos los días del resto de mi vida me despertase y lo viese a él.

…Sólo y siempre a él.

 

 

 

Notas finales:

Anteúltimo capítulo. Cuando actualice les explico por qué.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).