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Rainy Love, Wild Paradise ~ Winter (We Were In Love) por JHS_LCFR

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Notas del capitulo:

¡Sin revisar! Dx

Winter 3

 

Acorralé a Sehun contra al espejo, ambas manos por encima de su cabeza y encerradas dentro de una de las mías, casi rasguñándole las muñecas; besé su cuello con hambre y el brazo libre rápidamente buscó abrazarle de la cintura para atraerlo hacia mí, oyéndole suspirar y temblar bajo mi toque a medida que mis dedos bajaban por su espalda y empezaban a colarse por debajo del pantalón.

-Kai…Kai, tu madre está en la cocina—si jadeaba mi apodo, significaba que pretendía decirme entre líneas que algo no le gustaba…pero si mi rodilla rozando sugestivamente su bulto era rápidamente apretada por sus piernas en señal de acelerar el ritmo, uno podía fácilmente interpretar lo que se le diera la gana—No juegues, ¿Qué hacemos si nos atrapa?

-Con la batidora prendida no oye nada—bufé contra su piel para morder con fuerza, ese día andaba con ganas de hacerle trizas la ropa y el hecho de que mi madre lo hubiese invitado a cenar me sabía a perfecta y espectacular gloria—Y sabes que si no quieres, eres capaz de forcejear y zafarte, Hunnie—acaricié nuevamente su masculinidad, oyéndole gemir con vergüenza—¿Ves, ves que te gusta?

-T…tengo calor—titubeó con los ojos casi cerrados—me mareo, abre el ventiluz o algo.

-¿Por qué mejor no te sacas esos molestos pantalones? Se ve que te aprietan—sonreí pícaramente, por sus labios hinchados pasó la lengua.

-Lo compré así para ti, sueles mirarme mucho las piernas.

Dejándonos caer y apoyándonos él en la pared y yo en su cuerpo, terminamos sentados y prácticamente enroscados en el otro. Cuando solté las manos de Sehun para levantarle la remera y besarle los abdominales, fuertes golpes a la puerta detuvieron la sangre que corría por nuestros cuerpos, casi matándonos del susto.

-¿Kai? Hijo, ¿Puedo pasar?

Dejé caer mi cabeza hacia delante, apoyando la frente en el estómago de Sehun, que se tapó la boca por la vergüenza y temblaba de la desesperación.

-Sí, danos un minuto—respondí parándome y tendiéndole la mano a Sehun, ¿Qué íbamos a hacer, mentir? Mi madre no era tonta y el departamento era pequeño, los tres nos habíamos visto la cara y nosotros habíamos desaparecido de la sala repentinamente, no era difícil pensar dónde podríamos llegar a estar si dejábamos la puerta de mi cuarto abierta; abrí la puerta con la cara ardiendo del bochorno—Perdón, iremos a mi pieza.

-Chicos, no tengo problema en que jueguen—así le decía ella—Pero por favor tengan en cuenta que yo estoy presente y se oye todo…sí, Sehun, todo—tensé mi mano alrededor de sus dedos, no dejaba de temblequear—Si quieren tener la casa para ustedes solos, díganme, puedo ir a visitar a las chicas aún, es temprano.

-Genial—sonreí—Mándales un saludo y ven tarde, quiero que Sehun se quede a dormir.

Mi madre levantó una comisura, abriéndose paso para lavarse las manos y peinarse.

-¿Adónde se fue el disimulo? Y Sehun, no tengas vergüenza—le tranquilizó acariciándole el hombro una vez se secó las manos—No soy de mente cerrada, lo único que quiero es que mi nene sea feliz.

 

 

-Sehun… ¿Cuándo planeas volver a tu hogar?—murmuré incómodo, viéndolo secarse el pelo con mi toalla; se mantuvo de espaldas a mí, torso denudo y mis pantalones de gimnasia puestos, quedándole algo anchos de cadera—Digo, vienes antes de ir al colegio, almuerzas aquí, te quedas hasta las diez…y últimamente te estás quedando a dormir, ¿Pasa algo en tu casa?

-La semana pasada me fui a mi casa temprano, cuando dejé el teléfono aquí—dijo desinteresado—Dormí en mi cama y cuando no estoy, siempre aviso que me quedo aquí en tu casa, no es que ande desaparecido.

-No hablo de eso—pareció no escucharme y siguió hasta mi armario, buscando remeras—Hablo de que…siento que no quieres estar ahí.

-Porque tú ya no estás ahí—respondió satisfecho, vistiéndose y tirándose a la cama, sobre mí—¿Quieres dormir o jugar un poco antes?

-Ey, respóndeme a lo que te digo.

-Ya respondí—sonrió, acariciando mis muslos—¿Qué dices, seguimos lo de la tarde? Entre que tu madre se fue, cenamos y me bañé, no hicimos nada.

-Sehun…

-“Sehun” nada, no si es para regañarme—y gateando, se sentó sobre mis piernas, tomándome de la mandíbula y besándome despacio.

Traté de seguirle el juego, a pesar de encontrarme cansado y algo…

…incómodo.

 

 

-¿En serio tu madre no tiene problema con que me quede, incluso cuando le dices “déjame la casa para acostarme con mi mejor amigo”?

-Dice que me ha hecho sufrir tanto desde la mudanza que ya está, que no se enojará conmigo incluso si mato a alguien—comí la mitad de papa que había pinchado y mastiqué con rapidez, me moría de hambre—Además, dice que como sus padres la obligaron a casarse y ser una mantenida en vez de estudiar Artes, ella no quiere hacer lo mismo…respeta todas y cada una de mis decisiones, siempre y cuando me quede con ella y la quiera tanto como me quiere a mí.

-¿Y cómo hizo para terminar siendo maestra jardinera?

-Se ve que en algún momento, no registro cuándo, hizo cursos de pinturas y estudió Magisterio por tres años…probablemente lo hizo a escondidas de todos, a mamá no le gusta que le critiquen lo que hace, sea para bien o para mal. Lo malo es que, con lo bien que pinta, no se anima a vender nada.

-Yo le compraré una obras—sonrió Sehun sirviéndose agua—La última vez que husmeamos en su cuarto, vi un par de cosas bastante bonitas.

-Para mí, mamá es la mejor artista que existe—me limpié la boca con una servilleta y serví más comida de la olla en mi plato—Si aún tienes hambre, avisa con tiempo…porque soy capaz de comerme hasta el mantel.

-Estoy lleno—levantó las manos, en señal de rendición—Estuvo muy rico, iré levantando todo.

-¡Yo no he terminado!

-Tú eres un caníbal que no desayuna y luego se muere de hambre, dejaré tus cosas y el agua, el resto lo voy limpiando yo—cargando con todo, se detuvo en seco, mirándome con asombro—Faltaste otra vez al colegio, ¿No?

-Eh…emh…

-¡Ayer tampoco fuiste, Jongin, estás lleno de faltas desde la mudanza!

-¡No tenía ganas de ir!

-¡Kai!—genial; una vez dejó todo en la pileta de la cocina, se cruzó de brazos—Te vas a llevar materias y terminarás todo el verano estudiando, ¿Quieres eso? ¡No tendrás tiempo para bailar ni para juntarte con nosotros!

-Baekhyun vive montado al novio, Jongdae y su chino están todo el día chuponeándose y tú… - tragué saliva, incómodo—Tú tendrás cosas que hacer cuando terminen las clases, necesitaré distraerme cuando esté solo.

-¿Rindiendo y presentando excusas en las mesas?

-Ey, mi colegio, mis reglas, no es como en el barrio…aquí es todo más blando.

-Hablaré con tu madre, no puedes seguir faltando… ¿Cuántas van, veinte, veintiuna?

-¿Qué te importa?—grité—Y no eres mi niñera, no me retes como si fueras la gran cosa, ¡Tú prácticamente vives aquí, ya no pisas tu casa!

-¡Porque quiero estar contigo, mierda!

-Bueno, ¡A veces no quiero que estés todo el día en mi casa!

Silencio, sonrió de lado y en dos zancadas comenzó a buscar su campera, listo para irse.

-Se…Sehun, espera—se puso los zapatos y ni se molestó en ponerse la bufanda y los guantes, pues lo manoteó en el camino y abrió la puerta—Sehun, ¡Sehun!

El portazo casi me arranca la mano. Me quedé parado con los dedos centímetros del picaporte.

¿Por qué no me siento mal?

¿Por qué me siento…?

-…Bien.

 

 

-Ok, esto no es bueno. Definitivamente no es bueno.

Sonó el timbre, los chicos empezaron a salir, pero yo no sentía los pies ni la cara ni la dignidad ni nada. No sentía nada, no sabía dónde ni cómo esconderme de la vergüenza y la humillación: opté entonces por respirar hondo, asentir y guardar los papeles en el pantalón…en aquella escuela no se usaba uniformes. Corrí aferrándome a la correa de la mochila hasta que estuve en la calle, allí me aseguré de golpearme la frente las suficientes veces como para grabarme en la cabeza que era un idiota monumental.

Sacudiendo la cabeza, caminé cabizbajo y apretándome los párpados cerrados; me reté todo el camino hasta el jardín donde trabajaba mi madre, que me pidió que pasara a buscarla. Pateando piedritas, alcancé a escuchar el griterío de los pequeños y vi a los padres llevándoselos tranquilamente hasta los autos para luego marcharse cada uno a su casa. Torcí la boca: mis recuerdos en el jardín no eran de lo más lindo, pero al menos allí había logrado conocer a los chicos. Sobre todo a Baekhyun, que desde el principio había sido “el más humano”, incluso más que Sehun.

…Sehun…

Sentándome en las escaleras de la entrada, saqué el teléfono y empecé a teclear con una sola mano.

“Tenías razón…me quedé libre”.

Pasaron, como máximo, cinco segundos hasta que me respondió.

“No vengas a llorarme, te lo venía diciendo desde hace rato y no me hacías caso. Ahora te jodes y estudias solo…seguro eres tan torpe que debes rendir todas las materias”.

Tensando la mandíbula, respondí: “¿Cómo mierda escribes tan rápido y tantas palabras en tan poco tiempo? Además, pensé que ibas a ayudarme en esto…se ve que no puedo contar contigo”.

“La verdad que no”, respondió luego de unos minutos. “No querrás que ande por ahí asfixiándote y torturándote con mi genuina preocupación, sabes…Después de todo, soy un abrasivo controlador y celoso, ¿Me equivoco? Y ni se te ocurra llamarme para discutirme, no te pienso atender”.

¿Ah, sí? Ya veremos.

Marqué el “4” en el discado rápido, no podía ser tan inmaduro: me tuvo esperando y luego me mandó directamente a la casilla de mensajes, fruncí el ceño y hablé después del “bip”.

-Se ve que no tienes los cojones para hablarme cara a cara, marica. Si no estás dispuesto a madurar, no quiero ver un puto mensaje más tuyo en mi teléfono, ¿Oíste?...Estúpido.

-¡¡Jongin!!—gritó mi madre a mis espaldas, asustándome—¿Cómo vas a hablar así en un jardín de infantes? ¿¡Te has escuchado, eh!?

Sonrojado, comencé a tartamudear una respuesta cuando escuché una voz familiar de incluso más adentro del edificio.

-¡Miss Kim, ése es el señor del que le hablé!—MinYoung corrió a tomarle del pintor , pellizcando la tela en sus manos pequeñas—Hola, señor, ¿Usted conoce a mi Miss?

-Mi…mi… - si está la nena…seguro que la viene a buscar…

-¿Pederasta?—me giré junto con mi madre hacia la esquina, el tío caminó apurado hasta MinYoung y la alzó con urgencia, apartándola de mí mientras me levantaba de la escalera—¡Dios, me perseguiste esta mañana para ver dónde la dejaba! ¿Verdad? ¡Voy a denunciarlo ya mismo a las---

-¿Mi hijo, pederasta?—estalló mi madre, ofendida—Kyungsoo, me parece que estás exagerando. Según lo que me contó MinYoung, el señ… - sacudió la cabeza—Mi hijo, Jongin—corrigió, señalándome—Sólo quería ayudar a tu sobrina. No encuentro motivo por el cual sea considerado un criminal.

-Mami, no hables con él, es un marica llorón.

-¡Jongin, la boca!

-Lo siento—en eso, Kyungsoo estalló en carcajadas secas, de desprecio—¿Y tú de qué te ríes, mari…sensible?—espeté, enfadado.

-Nada, chico de mami—susurró alzando una ceja—Señorita Kim, nos vemos–asintió levemente a modo de saludo y luego me miró en silencio para repetir el gesto.

-¡Perdónelo señor—gritó MinYoung mientras se marchaban—, desde que cortó con su novia que está de mal humor, muchas gracias!

Kyungsoo se erizó completamente, mi madre ocultó la sonrisa de su rostro con la mano y en mi cabeza pareció prenderse una lamparita: ¿Por eso lloraba?

 

 

-Así que el tío protector llora porque lo dejaron, mh—giré en la cama hasta quedarme boca arriba, la voz de Baekhyun por el parlante tenía un efecto diferente en mí…no era la voz de Sehun—Por lo que me estás contando, el tipo debe haberla querido mucho. Quizás estuvieron mucho tiempos juntos…quién te dice, quizás hasta se comprometieron.

-De seguro terminaron porque Kyungsoo debe cuidar a MinYoung todo el día.

-¿Kyungsoo, MinYoung?—escuché al cabo de unos segundos.

-Él y su sobrina, así se llaman.

-Yo sabía que tenía que regalarte la play station por tu mudanza… ¡Estás entreteniéndote con chusmeríos, con paparruchadas que hacen las señoras grandes de los dramas, Jongin! Fíjate que hasta te sabes los nombres y hace…veinte minutos—seguramente había mirado la pantalla del teléfono—que me están hablando de ellos.

-No depende del marica llorón para entretenerme ni matar el tiempo—acusé, sentándome—Sólo me llamó la atención que la nena fuera al jardín donde trabaja mi madre.

-Sí, claro, te apuesto lo que quieras a que mañana a la tarde irás al parque para ver si está y lo molestarás.

-¡Por supuesto que no!

-Jongin…un día estabas tan caliente que me manoseaste en la cocina…te rindes ante tus impulsos.

-Número uno—retruqué—No fue un manoseo, fue una ayuda para que notaras que te gustaba Chanyeol…número dos…bien que te gustó porque prácticamente te acostaste sobre las hornallas con tal de que alguien te la metiera. ¡Número tres, no me rindo ante mis impul…!

-¿Ah, no, Sehun?

Fue todo lo que dijo para dejarme sin argumentos, sentí que los labios secos se me pegaban y me hormiguearon las plantas de los pies, ¿Baekhyun tenía razón? ¿Baekhyun sabía?

-¿Te lo dijo él?

-Está furioso—respondió—Dice que sabe que no quieres tener una relación ni nada serio que los involucre, pero le molesta que cuando quieres pasar un tiempo con él…pues, terminan encamándose.

-Ey, no es tan así.

-Según Sehun, lo es. Jongin—tomó aire, fruncí el ceño al recordar que era la primera vez en mucho tiempo que hablaba más de cinco minutos con Baekhyun, ¿Dónde estaba Chanyeol?—Sehun te quiere mucho y lo sabes…desde que llegaste al barrio él había estado todo el día alrededor tuyo…no puedes actuar de la forma en que lo estás haciendo. Al menos esmérate por conservarlo de amigo.

-Pero… - no me salían las palabras, ni yo sabía defenderme a mí mismo—Ése es el problema, con Sehun a veces busco algo más que un amigo.

-Justamente… “a veces” buscas más que un amigo, sólo las veces que tú quieres  que a ti te convienen—entorné los ojos, su voz con tono robótico a través del parlante picaba en mis orejas y en mi nuca, casi podía imaginármelo sentado en la cama frente a mí, cruzado de piernas—Empieza a considerar lo que Sehun busca o ponle un freno antes de que las cosas empeoren y no quiera volver a hablarte, ¿Sí? Discúlpate con él y…no sé, llévalo a una cita. Una cita donde hagan todo lo que a él se le dé la gana. Si no te gusta, al final del día dile que prefieres volver a lo que tenían antes, ¿Me oíste?

-¿Qué pensará Tao de todo esto?—sopesé para que entendiera que no me gustaba que retaran…que no me pusieran en mi lugar.

-Tao no tiene cabeza para este tipo de cosas. De hecho, creo que nunca ha estado enamorado de nadie. Pero no me cambies el punto, ¿Ok? Suerte—y cortó, dejándome con un mayor gusto amargo en la boca y una especie de remolino en mi estómago.

¿Qué hago?

¿Cómo me disculpo?

¿Cómo le digo…?

Terminé optando por la opción más sencilla.

“Parque de siempre. Ahora”.

“Enviar”.

 

 

 

 

 


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