Cuando el presentador nombró Shinee como el mejor grupo del año, una gran ovación inundó la sala. Gritos y aplausos a mi alrededor, yo solo podía esbozar una radiante sonrisa desde mi asiento. Vi por el rabillo del ojo como Jonghyun se inclinaba antes de levantarse; pensé que se echaría a llorar. Nos abrazamos a nuestros sunbaes, que nos felicitaban sonrientes. Everybody comenzó a sonar, y Jjong fue el primero en dirigirse a la pasarela que daba al escenario. Sentí como Key cogía mi mano y nos vi a los cinco dando saltos hacia el escenario. Cuando llegamos, se notaba que hyung luchaba por no llorar, inflaba sus carrillos de aire y lo soltaba pesadamente, aunque se puso bien el traje disimulando. Coloqué mi brazo en la cintura de Jjong y lo atraje a mi lado, ya que estaba tan aturdido que no sabía dónde ponerse. Hicimos nuestro saludo de siempre y Onew hizo de líder siendo el primero en hablar, dando las gracias a todos. Cuando fue a hablar el maknae, no le salían las palabras, asi que Key ejerció de umma y habló por él, no menos emocionado. Jonghyun se derrumbó y yo le abracé fuertemente por la espalda, intentando tranquilizarle sin demasiado éxito. Lloraba en su hombro mientras Kibum seguía con su discurso a duras penas. Escuchaba el llanto de Joghyun-hyung haciendo eco en toda la sala, y eso me mataba. Quería protegerle, abrazarle y consolarle, decirle que todo estaba bien, pero yo era el primero que lloraba de espaldas al público en silencio. Como pude, me enjugué las lágrimas, abracé fugazmente al pequeño, y cogí el micrófono que me tendía el líder. Mi voz se quebró, y sentí la mano de Taemin en mi hombro dándome apoyo. Abracé a Onew, que parecía haberse quedado congelado mirando a un punto fijo, y escuché la voz de hyung dando las gracias mostrando al público nuestro premio, mientras el resto nos fundíamos en un abrazo colectivo. Cuando Joghyun dijo “te amo, mamá” sentí una oleada de cariño al rubio oxigenado.
Recordaba aquel momento como si lo estuviese viviendo, aún se me ponía el vello de punta al recordar aquellos eternos minutos. Pero, sobre todo, se me había grabado el llanto desconsolado de Joghyun-hyung, al igual que en aquellos dos últimos años no me había podido quitar el sonido de su risa. Amaba aquella risa nerviosa, con ese tono musical que caracterizaba su voz. Si, estaba enamorado de Kim Jonghyun, y sabía que aquello era más que imposible. Todos esos pensamientos se me habían venido a la mente después de lo ocurrido aquella mañana. Yo estaba leyendo un libro, mientras los otros leían por internet comentarios de las fans, incluso algún que otro fanfiction. Ellos se reían a carcajadas de las cosas que escribían aquellas chicas, Key y Jjong bromeaban el hecho de ser la pareja más jugosa del grupo, así como el 2Min. Yo seguí a lo mío hasta que la música de “Internet War” llegó a mi oídos ¿acaso estaban viendo aquel fanservice, otra vez? ¿Acaso no se cansaban de verse en un intento de sadomasoquismo? Cuando viví aquello, detrás del escenario, ver como sus bocas se buscaban, me puso enfermo. Y no por Taemin, que es lo que muchos hubiesen pensado dada nuestra buena relación, sino por aquel cara perro de torso sudado. Ahí fue cuando me di cuenta de la fuerza de mis sentimientos hacia hyung, aquellos sentimientos que siempre había intentado contener pero que acababan saliendo en forma de bronca hacia él. Los gritos de Taemin me trajeron a la realidad “Desearía que fuesen Jonghyun y Key, sería demasiado caliente”,”OMG¿Cómo alguien puede verse tan sexy?”,”¡¡¡!!!JODER¡¡¡!!!El modo en que Jonghyun agarra del pelo a Taemin, dios mio…” Los cuatro reían histéricos, pero a mí no me hacía ni pizca de gracia todo aquello. Muchas de nuestras fan pensaban que era el mejor fanservice que hemos hecho. Yo sí que les daría del mejor fanservice con ese perrosaurio. “Me pregunto cómo se sintieron Minho y Key al ver esto”…al oír ese comentario salir de la boca del maknae, día un salto, cayéndoseme el libro y provocando que todos me mirasen. Key comenzó a reir sin poder parar, siendo acompañado por el resto.
-¿Qué cómo me siento? Jajajaj La verdad es que fuisteis protagonistas de mis sueños más candentes durante meses-bromeó la Diva- y tú, Minho, ¿Cómo te sientes?
-¿Eh?-me había quedado pensando, y aunque supuse que la intención de Key era que yo alargase la broma, simplemente resoplé y dije- ese fanservice está muy manido, haced otro para vuestro público.
Todos guardaron silencio hasta que salí de la habitación. Eso hizo encerrarme en mi mismo, sumiéndome en mis sentimientos hacia hyung, hasta llegar a los Melon Awards. De nuevo pude escuchar con claridad, dentro de mi cabeza, el llanto desconsolado de Jonghyun. Me golpeé la frente, intentando que saliese aquel tortuoso recuerdo, pero solo se me venían flashes de cuando lo abracé por la espalda, sintiendo el olor masculino de su cuello, de cuando comencé a llorar en su hombro, sin dejar se soltarlo.
-Hyung-la cabeza de Taeminnie asomaba por la puerta-hyung, ¿estás enfadado conmigo? Si quieres podemos hacer un fanservice del 2Min, mucho mejor que ese. No lo hicimos por quitaros protagonismo…
¿Quitarme protagonismo? De sobra sabían que no me entusiasmaba la idea de hacer fanservice a menudo, pero no podía decirle la verdad a Minnie, asi que mentí.
-Sí, me da algo de envidia, quiero que mis fanservice sean tan famosos como ese
-Claro que lo son, hyung, ¿no recuerdas el beso de Jonghyun cuando ensayábamos JoJo?
Como no recordarlo, me puse realmente nervioso, nunca había besado a nadie, y menos a un chico. Me sentí avergonzado pero a la vez interesado por si los besos de las noonas serían tan deliciosos y sorprendentes como aquel. Me mordí el labio inconscientemente, deseoso de volver a probar aquellos carnosos labios y de poder corresponderle esta vez.
-Supongo que mi reacción ha sido un tanto exagerado, mis disculpas, maknae-dije haciendo una leve reverencia. El pequeño me miraba confuso.
-Minho, estás muy raro, quizás te venga bien descansar, o conocer una noona…-esto último lo dijo como sin darle importancia pero me miraba atento a mi respuesta.
-¿No crees que tener novia sería más agotador? No solo tendría que tener en cuenta a SHINee, sino también a ella, así no podría desconectar-mentía, claro que me sentía solo, pero no necesitaba a una chica.
-Pues yo estoy muy contento con Naeun-su cara se iluminó, y sus ojos empequeñecieron al sonreír. Estaba realmente lindo hablando de su chica.
-¿Hablando de chicas?-Key entró canturreando a la habitación, sin pedir permiso, cosa que me cabreó pero a la vez agradecí su presencia, sintiendo que él aliviaría la presión de las preguntas del pequeño.
-¿A que Minho necesita una novia? ¿A que sí, umma?-Taemin correteaba alrededor de la Diva, que me miraba serio, como analizándome.
-No sé si es una chica lo que necesita-dijo misterioso.
Lo miré sorprendido, al Todopoderoso no se le escapaba una.
-Lo que necesito es un momento de intimidad en mi cuarto
Taemin miró con complicidad a hyung, supongo que malinterpretó eso de “intimidad” aunque asi al menos no molestarían en un rato.
-Eres demasiado solitario-se quejó Taemin-siempre andas en tu mundo, sumido en tus pensamientos, antes era más divertido estar contigo.
-Quizás ahora soy más maduro, ya tengo una edad, debo comportarme.-las palabras salían solas, sin un ápice de convicción.
-Déjalo, está rodando un drama-odiaba que me dijesen eso cuando me quedaba absorto en mis pensamientos-Vámonos, Tae, necesita un momento a solas. No pienses demasiado, o te volverás loco-bromeó antes de irse.
Me había quedado muy preocupado eso de que la Diva pudiese saber de mis sentimientos. Normalmente intentaba llevar una máscara respecto a mis pensamientos, ser frío por decirlo de alguna forma, pero Key había visto más allá. A pesar de que estuvimos dos años en que solo nos dirigíamos la palabra para insultarnos, se había convertido en un fuerte apoyo para mí, quizás por eso se había dado cuenta, ahora me conocía mejor. Tenía que hablar con él, aclarar ese comentario. Nadie sabía lo que sentía por mi hyung, y eso era lo mejor. Tenía que sacarme de la cabeza a Jjong y volver a fijarme en las chicas, como hasta entonces. Volví a recordar el olor de su cuello, el roce de su pelo en mis mejillas, como temblaba entre mis brazos…Un escalofrío me recorrió la espalda. Tenía que olvidar aquello cuanto antes o me iba a volver loco tal y como predijo la Diva.