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Tengo hambre Sebastian por Diana123

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Notas del capitulo:

Holiiiii, gomen por la tardanza, he estado deprimida y con falta de motivación, pero aquí el siguiente cap para mis queri@s lector@s. Aaaaaa y si quieren otro fic díganme de que y yo lo hago pero especifiquen l@s amoooooo ^w*

Mansión phantomhive
Ciel estaba realmente desesperado, caminaba tal cual León encerrado, de un lado para otro en su habitación, Sebastian le hacía mucha falta, su exquisita cosían y su intrigante compañía eran cosas de las que el conde disfrutaba, -joden amo, hoy es el 8 día de búsqueda y no hay rastros de Sebastian, ¿no cree usted que ya es hora de cancelarla?- se acercó una tímida pelirroja que con un movimiento torpe dejo caer la tetera al piso, rompiéndola en mil pedazos -¡y que, sigan buscando, por todas partes, no me importa cuanto tarde voy a encontrarlo!- le grito mientras pisoteaba uno de los pedazos de fina cerámica -pero mi señor ya no hay donde buscar, hemos recorrido cada calle de Londres y el simplemente no esta- insistió la pelirroja mientras recogía algunas esquirlas -pues entonces vuelvan a repasar cada centímetro de la ciudad, mientras tanto yo haré un visita a la mansión trancy- tomo su abrigo y se encaminó a la puerta, pero antes de salir la chica le hizo una pregunta que lo altero un poco -¿no cree que es un poco peligroso ir sólo por ahí para una persona de su edad bocchan?- el menor soltó un pequeño gruñido -¡no soy pequeño, idiota! -grito azotando la enorme puerta. tomo un carruaje para poder llegar a su destino, no gustaba de usar sus poderes demoniacos, bien sabía que era un demonio y lo que más le gustaba de esto era que podría tener a Sebastian por toda la eternidad, pero ahora no lo encontraba y se estaba empezando a frustrar, iría asta la boca del lobo para tomar lo que por derecho le pertenecía -¿cuál es su destino jovencito?- pregunto un elegante hombre que le ayudó a subir a la carroza -la mansión trancy, llevo prisa, por favor apúrese- dijo con un tono frío y descortés -si señor, no tardáremos ni 20 minutos- respondió serrando la puerta del carruaje, los caballos estaban inquietos, un aura terrorífica emanaba del menor y sus ojos se tornaron violáceos, estaba realmente furioso, entre sus puños apretaba el amueblado y sus pensamientos divagaban entre si matar a la araña o hacerle sufrir, imaginaba a Sebastian herido y masacrado, quería vengar a su querido mayordomo y lo haría como fuese necesario, en el fondo sabía que Sebastian no estaba muerto, pero no entendía porque este no obedecía si había prometido serle fiel asta el final, quizás  estaba cansado, o se sentía  prisionero del contrato y por eso le había abandonado.
Al llegar a su destino le entrego una pequeña bolsa de monedas de oro al conductor e indico que esperara su regreso a unos cuantos kilómetros de la mansión, el hombre tan sólo obedeció  la orden del menor, sin poder evitar  fijarse en aquella extraña sombra que irradiaba del pequeño. Toco la puerta y se dedicó a observar el detallado diseñó de aquella sombría mansión -"que mal gusto"- refunfuño entre dientes pues aquella decoración no era para nada de su agrado, -demasiados pliegues y esas horribles estatuas que parecen observarlo todo pero lo peor son esas telarañas, son tan asquerosas que..... En fin, que se puede esperar de la mansión trancy- decía en vos alta sin darse cuenta que la puerta ya había sido abierta por un elegante claude que le invito a pasar no sin antes exclamar un tanto burlón -pero que descortés conde phantomhive, no se debe criticar hogar ajeno y menos si se es un invitado ¿no cree?- tomo el abrigo del menor y lo poso en un Enorme perchero justo al lado de la puerta, se encaminaron a la sala en la que en su centro poseía una mesita, pequeña y elegante -¿té inglés o hindú?- pregunto mientras preparaba una tetera -inglés- exclamo mientras se sentaba en el enorme sillón color rojo acariciando la tela y distante entre sus pensamientos, moviendo ligeramente la tasa para asentar el te que estaba aún caliente -se preguntarás a que he venido, verá.....- fue interrumpido por el mayor que fríamente le respondió -la verdad no, se exactamente cuales son sus intensiones, esperaba su visita desde hace algún tiempo y créame que me es grata su presencia- tomo un sorbo del té mientras observaba la creciente frustración del menor -devuélvame lo que me pertenece- trato de lucir calmado, pero su enojo era incontrolable, claude le miro irritado y exclamo frunciendo el seño -¿lo que le pertenece? Yo no tengo nada que le pertenezca, es su problema si a perdido algo de valor, le aseguró que yo no quiero nada viniendo de usted, es detestable y en verdad le repudio.- tomo otro pequeño trago de té y desvío la mirada mientras del pequeño emergía una espesa sombra que se apoderaba de su control-usted sabe a lo que me refiero,quiero ver a Sebastian, el es MÍO,  yo di mi alma para poder tenerle y ahora es lo único que me quedar, el es mi posesión  más preciada- agacho la cabeza y dejo caer una lágrima de sus azules ojos, pero no de tristeza, sino de rabia, le costaba aceptarlo pero se había enamorado de su amado mayordomo, sus facciones perfectas, su orgullosa y segura forma de ser eran cosas que maravillaban al pequeño conde, pero ahora Sebastian simplemente no estaba, no cumplió lo que le había prometido aquella vez, cuando le dijo que jamás lo dejaría aún en la muerte, aquel "yo no miento, no como los humanos..." Le había fallado, pero el azabache no tenía la culpa, luchaba para no defraudar a su bocchan y permanecía fiel, sin entregarse al maldito de Faustus, pero el otro no descansaría asta que el Cuervo sucumbiera -si lo que desea es verle no le encuentro ningún problema- respondió el araña que observó la enojada expresión del conde, levantándose de su asiento y esperando al menor que frunció el seño y advirtió amenazante -si esto llega a ser una trampa no dudare en matarte Faustus- se levantó disponiendose a seguirle -ja, ¿usted matarme a mi?  jajajajaja, en primer lugar por que sería una trampa, yo que puedo querer de un ser tan detestable como usted- hablo mientras caminaba descendiendo por una larga escalera que desembocaba en lo que parecía una mazmorra -bien, aquí esta Michaeiris- el araña se aproximo a una pesada puerta de metal, en su interior se dejaba ver un durmiente Sebastian que se encontraba atado en el cuello con un collar que se asimilaba a el de un perro, adornado con unos metálicos taches, aparentaba estar bien apretado en el cuello del joven que no parecía estar a gusto con lo que soñaba, se removía e intentaba acomodarse en la amplia cama y apretaba los ojos mientras soltaba pequeños quejidos, una sábana le cubría el cuerpo y su cuello mostraba  múltiples rasguños y mordiscos que permanecían sangrantes, pero lo que más entristeció  menor fue que entre uno de los pequeños y casi inaudibles balbuceos del azabache pudo escuchar un -bocchan.... Lo lamento- fue entonces que se acercó a la cama y tomo una de sus pálidas manos, notando la ausencia del sello, -¡Sebastian! ¡Sebastian, despierta¡- grito El Niño mientras le sacudía, ante esto claude se molesto  un poco y tomo por los hombros al menor que pronto se removió del agarre -¡¿qué le hizo?!- grito enfadado a lo que recibió una simple y obvia respuesta -lo drogue cuando supe que vendría- ciel se acercó al cuerpo del durmiente azabache que dio un profundo suspiro al sentir el cálido tacto en su rostro, el conde acariciaba con dulzura cada centímetro de aquella lastimada piel, por un segundo el Niño observo a su sumiso mayordomo, contemplando sus heridas y la temerosa expresión en su rostro pudo entender con claridad lo que le había sucedido, estaba enojado, como aquel insecto había podido perturbar a tan bello ser y lastimarle de tal manera, resultaba ser un misterio -es usted un desgraciado, ¿como se atrevió a tocarle? Que sucio ser..... Repugnante alimaña de rincón no se atreva a volver a tocarle- apretó los puños y dejo escapar aquella peculiar aura que se desprendía de su pequeño cuerpo, agachando la cabeza y empezando a temblar - ¿sabe usted de lo que se ha perdido condesito?- pregunto burlón el mayor mientras observaba pervertidamente al profundo Cuervo -.....nada más y nada menos que del mejor festín que pudo haber tenido como demonio conde phantomhive, Sebastian es simplemente delicioso, un verdadero manjar- se acercó maliciosamente al azabache y con brusquedad arañó su cuello, haciéndole sangrar, tomo algunas gotas entre sus dedos y lentamente se acercó hacia el ojiazul, depositándolas en sus labios, al oler la sangre el pequeño conde no pudo evitar lamerse las comisuras, sus pupilas se dilataron y su aura demoniaca se descontrolo , unos pequeños colmillos se abrieron paso entre sus dientes, abalanzándose sobre Sebastian que ante la brusca acción apretó con fuerza los orbes, pero aún permanecía dormido, ciel comenzó a morder, atacando cada centímetro de aquella dulce piel, lamiendo con hambre la sangre que caía por las laceraciones, claude miraba divertido la escena y entre sus carcajadas no pudo evitar soltar un sonoro -provecho.....-.
El conde estaba descontrolado, sus colmillos se clavaban sin piedad en el cuello del durmiente, que tan solo soltaba pequeños quejidos de dolor, la sangre de Sebastian era realmente deliciosa..... Justo como claude había dicho, un completo manjar a boca de un demonio, tenerlo tan débil y sumiso entre sus brazos le entristecía un poco, pero no podía evitar excitares ante aquel glorioso sabor, ciel observó el cubierto pecho de su mayordomo, disponiendose a  rasgar su ropaje, fue entonases cuando Claude tomo postura de los hechos y aparto al otro demonio de su querido Michaeiris -fue suficiente, ahora largase de aquí-dijo mientras lo apresaba entre sus brazos y arrastraba fuera de la habitación, serrando la puerta con recelo y apartando al menor, que apenas se encontró libre se abalanzo sobre la puerta, intentando abrirla para poder disfrutar un poco mas de aquel delicioso platillo servido en bandeja de plata -que trivial es ........ Párese un animal hambriento-hablo, fastidiado debido a la actitud del menor que golpeaba con fueras la puerta sin éxito al abrirla, calmándose un poco y aún en un estado de completo descontrol el conde hablo agitadamente -¡devuélvamelo , el me pertenece!- grito aún jadeante mientras retiraba su parche mostrándole el sello que comenzaban desvanecerse al igual que el de la mano de Sebastian,  ante esto claude soltó una pequeña carcajada y empujado al menor tirándole sobre el sofá color carmín -¿habla de su sello? porque si se trata de eso....- dijo dejando que el menor se levantará para mirarse en un espejo de cuerpo completo, observando la marca en su pupila y notando que esta empezaba a desvanecerse, llevo una mano a sus orbes y comenzó a temblar, apretando sus dientes con furia - ¡maldita arpía como se atreve!- se abalanzó sobre el araña que lo detuvo con un hilillo de telaraña -ja! Usted es el osado, que viene asta mi hogar para enfrentarme y pretende llevarse a mi damisela- se rió un poco y tapo su boca para detener la burla, permitiéndole hablar al menor que empezaba a parecer una amenaza, sus ojos se tornaron violáceos y sus pupilas que parecían las de un gato al asecho se posaron en el araña, las uñas se afilaron y alargaron, con un pequeño gruñido dejo escapar sus inquietos colmillos que amenazaban a morderle -¡¡devuélvamelo ahora, o se va a arrepentir!- grito mientras relamía una gota de sangre que permanecía en sus comisuras, claude se molesto ante la amenaza del menor -tsk, su presencia empieza a ser descortés, me temo que le pedire que se retire-exclamo y con el mayor de los cuidados se encargó de escoltarle asta la entrada de la mención, cerrándole la puerta en la cara, escucho múltiples y fuertes golpes a la puerta, pero se negó a atenderla, pues sabía de quien se trataba, al otro lado de la mansión una curiosa hanna observaba al durmiente mayordomo, acariciando sus cabellos azabache y compensando a olfatear aquella potente fragancia que tanto le agradaba, pero no se atrevió a probarle y de menos, pues sabía que si se atrevía Faustus no dudaría en matarla -pero pobre criatura, debes estar agotado- esbozo una cálida sonrisa, mientras se lamía los labios, tentada a saborear tan peculiar manjar, pero recordó la amenaza que claude había dado -no se atrevan a tocarlo o lo lamentarán- ya antes había advertido a los trillizos que simplemente asintieron a la orden, ante esa rememoración la hermosa mujer se dispuso a marcharse, pero antes de abandonar la habitación pudo escuchar un pequeño suspiro emerger de los labios del Cuervo, quien empezaba a despertar, ante eso, la peliplata sonrió, serrando la puerta y encargandose de informarle al araña.
El conde caminaba rápidamente por el enorme bosque que se encontraba en completa obscuridad, a esepcion de los pequeños rallos de luna que se colaban entre la frondosa bosqueja, aquellos plateados destellos mantuvieron distraído al conde quien no pensaba, pues estaba segado ante la ira, su aura demoniaca cada vez se hacía más grande y su presencia era espeluznante, se detuvo por un segundo y observo una sombría ave negra y majestuosa que le miraba desde uno de los altos acres, se trataba de un hermoso Cuervo  de ojos rojos que brillaban con la luz de la luna, al sentir la fulminante presencia  del demonio, la pequeña ave levantó el vuelo, no sin antes soltar un pequeño graznido, dejándoselo perder en la profundidad de la noche, frunció el ceño, ante la ironía del asunto -Sebastian...- susurro un segundo antes de correr a una velocidad impresionante a través del bosque asta alcanzar su mansión deteniéndose justo a un centímetro de la puerta levantando la mirada, dejando escapar un destello violeta junto con un par de lágrimas, abriendo la puerta de un fuerte golpe camino por el salón, encaminandose a las amplias escaleras y subiéndolas con la mirada gacha y los puños apretados, todos en la habitación quedaron pasmados ante el aura que emanaba del menor, Lizzy corrió tras él, que se metió en la habitación, azotando las puertas en la cara de la jovencita que soltó a llorar ante esto -¡ciellllll, abre la puerta!-grito entre las lágrimas a su prometido, que no le respondió, pues estaba inmerso en lo más profundo de sus pensamientos, deseaba regresar por Sebastian y aún más a matar sanguinariamente a su captor, quería que Claude sufriese más de lo que le había hecho pasar a su querido mayordomo, rescatarle de ese maldito arácnido que se hacía llamar Faustus y traerle de vuelta a su hogar para que pudiese retomara sus tareas como servidor de los phantomhive. Caminó lento asta situarse delante de un enorme espejo de cuerpo completo, llevándose una de sus pequeñas manos a su ojo y con la otra apretando el parche que siempre le cubría, permaneció observando su orbe que comenzaba a cambiar de color a un hermoso tono azul marino, soltó una lágrima que rodó por su mejilla asta desaparecer en  su cuello donde callo, perdiendose en sus sucios ropajes -Sebastian, regresare por ti y te voy a traer de vuelta junto a mi aunque tu no lo desees, me perteneces y así será por toda la eternidad, en cuanto al maldito de Faustus lo torturare asta que ruegue por su insignificante vida y aún así no me detendré, me encargare de que se arrepienta de haber robado mi posesión más prestada y luego lo dejare morir, no sin antes dejarle agonizante por un largo tiempo, para que aprenda con quien se metió, ¡yo soy Ciel phantomhive, cabeza de la familia phantomhive y Sebastian Michaeiris me pertenece!, yo...... No sólo te amo Sebastian, te deseo con todo mi corazón- dijo mientras observaba lo poco que quedaba de la marca desvanecerse por completo, riendo macabramente esbozando una maliciosa sonrisa que dejaba ver sus afilados colmillos y colocando su parche en el ojo como un recuerdo de su hermoso servidor, relamiendo sus pequeños labios mientras un destello color violeta recorría los ojos del conde que rió aún más fuerte ante su apariencia demoniaca mientras se dejaba caer sobre su acolchonada cama en la que se dispuso a dormir con un sólo propósito en la mente -Sebastian, espero ansioso la hora de poder volver a tomar tu cuerpo y probar tu dulce y deliciosa sangre otra vez-
Notas finales:

wow ese ciel es un loquillo....jeje. Espero sus preciados reviews y comentarios, porfaaaaaaaa es lo único que me motiva a continuar, l@s amooooo, nos leemos luego chaiiiiii ^w^. O3O pingüinitos de amorrrrrrr 


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