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¿Salvando o siendo salvado por un Chaton? por christalchii268

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Notas del capitulo:

Solo una cosa: Lo siento mucho...

Tambien me encuentro bien, y todo es borron y cuenta nueva.

 

Disfruten de este capitulo que es el ultimo de la primera mitad de estos dos enamorados. El proximo sera despues de cuatro años de relacion juntos~

Mientras, este meloso capitulo. 

Nos leemos abajo .w.

Capítulo 10:

Gaby fue consciente de su alrededor incluso antes de estar por completo despierto. La bienvenida y aun nueva sensación de protección y calor humano había logrado que él tardara más en querer abrir sus ojos.

¿Por qué no podía quedarse permanentemente en ese tibio y cómodo abrazo por toda su vida?

A regañadientes Gaby abrió sus ojos lentamente, notando que sus suposiciones eran ciertas. Él se encontraba en el pecho de Haruhiko mientras este miraba a la lejanía sin lentes puestos. Un brazo estaba detrás de su cabeza mientras el otro acercaba a Gaby por la espalda, logrando darle ese sentimiento de protección.

Suspirando en silencio restregó un poco su mejilla en el pecho que subía y bajaba conforme la respiración tranquila del hombre. Haruhiko le acompaño en su suspiro y lo acerco más, apretando su mano en su hombro.

Parecía estar pensando en muchas cosas, sin embargo no parecía muy preocupado o concentrado, era más como que estaba simplemente relajado viendo nada, acompañando a Gaby en su descanso. Distraídamente se preguntó si había estado toda la noche y mañana con él.

Gaby recordaba todo, pero no estaba rompiéndose la cabeza acerca de eso por su propio bien. Lo único que se permitió analizar superficialmente era que se desmayó, despertó y el medico que atendía su caso especial le comunico que debía sedarlo, provocarle un breve y controlado coma para que su cuerpo empezara a sanar por su cuenta con el medicamento que aún estaba en su sistema. Según el hombre, Gaby dormiría poco más de un día y al despertar estaría mejor, tanto como su condición lo permitía.

¿Haruhiko cuido de él todo ese tiempo, acostado a su lado y sosteniéndolo mientras dormía?

El maldito tipo estaba haciendo todo correcto, haciendo que Gaby con cada descuidada acción del empresario confiara y relajara más. Eso era en cierta parte bueno teniendo en cuenta que al parecer él permanecería a su lado por un largo tiempo.

Y la realidad se estrelló en Gaby rápidamente sin aviso.

Le esperaba con paciencia un ilimitado tiempo tranquilo, sin presiones o constantes pruebas. Tal y como su sempai le había dicho, ahora solo vería por el mismo. Sin metas más que cuidar de si y sobrevivir a la vida que Haruhiko le ofrecía y él suplico por tener.

Gaby gimió un poco y enterró por competo su rostro en el cálido pecho, recordándose sin dar en eso, la mayor razón por la que deseaba permanecer con el estoico y firme hombre. Las emociones y pensamientos que lograba en él.  

Tal vez era el momento de comenzar a pensar solo en él y sus deseos. Y lo que más deseaba conscientemente Gaby era solo una persona. Usami Haruhiko. Lo que más anhelaba era ser feliz… quizás al lado de ese hombre que permanecía cuidando su sueño y persona.

Haruhiko lo pego más a su pecho mientras Gaby lograba tensarse un poco gracias a sus pensamientos.

Él en ese momento recordaba un día determinado, en donde el profesor enfureció cuando Gaby no logro dejar de pensar durante un procedimiento importante para uno de los experimentos de su amo. Parte a propósito, Gaby simplemente no pudo evitar pensar en la correcta manera de salvar a uno de sus compañeros, sin tener en cuenta que con su desobediencia ese día solo logro meterlo más en problemas como castigo.

Su eterno defecto que más de una vez puso en peligro su vida ahora le atormentaba aunque daba todo de si por evitarlo.

¿Y que si Haruhiko se arrepentía? El hombre lo admitió, incluso pidió que se quedara a su lado. Claro que existía la posibilidad de que el leyera las señales de manera equivocada, pero solo por esa vez… por su bien, Gaby…

-Relájate… -susurro la voz calmada y medida de Haruhiko, logrando el efecto contrario en Gaby cuando lo escucho. –Solo concéntrate en mi voz, ¿de acuerdo?… Nada más, solo mi voz y lo que te digo. Lo demás no importa ni existe…

Con una sonrisa triste Gaby solo apretó la camisa de pijama del hombre. Haruhiko debió suponer correctamente pues solo acaricio su hombro y comenzó a hablar de lo que había sucedido mientras él dormía. La promesa casi segura de que estaría sano sin ninguna futura enfermedad que lo matara lentamente en cada ocasión dentro de pocos días.

-¿Tan fácil?- pregunto sin poder abstenerse. Haruhiko rio un poco en voz baja, logrando que Gaby levantara su mirada y se encontrara con esos enigmáticos y bellos ojos brillando. El pecho de Haruhiko vibraba con su risa y el aliento de Gaby era inexistente perdiéndose en el escaso gesto.

-Parece que olvidas donde vives…

-¿Eh?- se sorprendió Gaby, regresando a la conversación y dejando de babear mentalmente.

-Celes es capaz de curar en horas, días máximo, enfermedades mortales en otros mundos. ¿Recuerdas cuantos pacientes había en el hospital donde te intervinieron? ¿Cuántos hospitales hay en Celes, en desventaja con laboratorios?

-De acuerdo, ya entendí… -sonrió Gaby cerrando sus ojos con diversión.

Era el perfecto Celes, que casi parecía imprudente cuando enfermedades raras sin investigación o historial aparecía. Los investigadores, doctores y demás personal asociado eran de las primeras personas en tomar cursos intensivos y avanzados para aprender todo sobre cada mundo existente y descubierto, todo para tratar con eso y ayudar en lo máximo a salvar vidas.

-Muchas de tus enfermedades son muy sencillas de tratar con el adecuado cuidado e información… -murmuro misteriosamente Haruhiko al mismo tiempo de abrazarlo fuertemente con sus dos brazos de forma gentil. En ese momento fue que Gaby dio en algo que ignoro.

-¿…Toda mi información estaba ahí? En la carpeta…

Haruhiko permaneció en silencio largos segundos haciendo que Gaby solo apretara dolorosamente sus dientes.

-Toda información y notas referentes a ti por parte de ese hombre estaba ahí… -por fin dijo, hablando lenta y cuidadosamente. –Solo el doctor y yo sabemos el contenido completo…

Gaby solo asintió secamente, siendo su turno de estar en silencio.

Tarde o temprano Haruhiko se enteraría, era algo inevitable. El gentil hombre quería minimizar en lo posible eso, diciendo que solo estaba su historial en las investigaciones del profesor, pero ahí estaba el problema. Gaby solo había vivido para los planes de su dueño. Toda acción fue causa de aquel hombre. Casi todo relacionado de una u otra manera sobre los estudios que el profesor realizaba en él.

-Gaby…

-Está bien… -le interrumpió rápidamente Gaby, reincorporándose en la cama y abrazando sus piernas acercadas a su pecho. Haruhiko también se sentó pero no lo toco.

-No lo está, Gaby… Yo debí escuchar eso solo cuando tu quisieras compartirlo…

-Está bien- afirmo más firme, viéndolo honestamente. –Lo entiendo. Estaba en coma inducido por una complicación tras una intervención para reparar un daño significativo por una de mis enfermedades, deseaba ayudar en algo para mi recuperación y estaba a su alcance mi historial médico. Lo comprendo y acepto. De hecho estoy muy agradecido. Si no fuera por eso… yo no tendría oportunidad de más de tres años…

Haruhiko miro al frente acariciando con su mano en medio de sus caídas orejas rubio cenizo.

-Algún día lograre entender cómo puedes ser tan dulce, tan inocente y puro después de todo lo que pasaste, pero aun así eres maduro y frio en otros aspectos.

-Y yo algún día sabré porque se aferra en tacharme de puro e inocente cuando evidentemente no lo soy…

-Tienes razón, eso solo lo lograra el tiempo… Espero que solo a través de experiencias te des cuenta de esa parte de tu personalidad que te empeñas en ignorar.

Gaby no pudo evitar sonreír enterrando su rostro entre sus rodillas. Ese hombre era un misterio en sus pensamientos. Siempre sorprendiéndolo de alguna manera, todo porque su aspecto engañaba sobre una permanente calma y seguridad, indiferencia y frialdad constante.

¿Cómo logro tener esa importante oportunidad de convivir y ser aceptado por semejante hombre?

El silencio se extendió una vez más, sin embargo no fue incomodo o tenso. Ninguno de los dos pensaba en nada en realidad, como una forma de no traer la realidad y sus consecuencias en ese momento.

-Deberías dormir un poco más… -susurro Haruhiko cuando paso mucho tiempo callado. Gaby le miro algo divertido.

-Ya dormí mucho… -sonrió viendo sus ojos fijamente.

-Y en el futuro seguirás durmiendo- recordó el hombre en un intento de broma. La intensión de actuar relajado y carismático para relajarlo fue más efectivo que sus palabras. Gaby solo negó riendo sin verlo. Repentinamente él se sentía muy nervioso y avergonzado.

-Si sigo durmiendo más de veinticuatro horas me convertiré en vegetal…

-Muy interesante teoría… -bufo Haruhiko haciendo reír más alto y entregado a Gaby.

-Seria genial…

-¿Tú crees?- se sorprendió Haruhiko.

-No, en realidad. Solo estar ahí para que te coman debe ser muy aburrido- sonrió. Un brillo misterioso apareció en los obscuros ojos contrarios, haciendo sonrojar a Gaby cuando descubrió el porqué.

-El doctor dijo que no necesitarías comer hasta la tarde, pero si deseas cualquier cosa avísame… -se apresuró a decir Haruhiko, desviando su desplante. Por alguna razón Gaby sonrió conmovido.

¿Desde cuándo su relación era tan dulce y pacifica? Haruhiko logrando tranquilizarlo y sonreír con un tonto tema…

-Gracias, señor…

-Haruhiko… -susurro él con un tenso tono. –Entiendo tu necesidad de utilizar una educada actitud, pero cuando estemos solos o con Hanata, por favor solo di mi nombre a secas. Me gustaría que con el tiempo solo converses normal conmigo…

-Entonces solo llámeme Gaby… No me gusta que utilicen mi nombre completo… Gaby es más cercano… -confeso inseguro sin verlo, refugiándose a medias entre sus rodillas. Inquieto ante la respuesta de Haruhiko, él alcanzo a escuchar un suspiro abandonar al hombre.

-Lo he notado antes. Siempre tienes una reacción involuntaria cuando alguien usa tu nombre completo…

¿Lo hacía? Gaby no se había dado cuenta de eso.

-Solo mis compañeros Chaton me llamaban así… -susurro Gaby apretando más sus piernas. –Mi nombre completo trae recuerdos no muy gratos. Ellos solían gemir mi nombre completo varias veces seguidas… -logro decir antes de que su voz se cortara por las lágrimas. Los recuerdos comenzaron a llegar a él y solo trajeron consigo el insoportable dolor que Gaby siempre ignoraba y bloqueaba.

Haruhiko no dijo nada, solo lo abrazo. Gaby devolvió el gesto, enterrando sus uñas en su espalda, tomando profundas respiraciones robando y conservando en su memoria todo lo que experimentaba con la simple acción.

-Solo quiero lo mejor para ti, Gaby, y si tengo que ordenártelo, lo hare, pero espero no tener que hacerlo… -Haruhiko lo separo y tomo con gentileza su rostro entre sus manos. Su mirada triste fija en él. –Quiero que veas a un psicólogo.

-¿Para un Chaton?- pregunto amargo.

-Para ti, Gaby. Para que no tengas pesadillas, para que al ver a un Chaton no tengas una atormentada mirada… Para que puedas ser feliz y permitas que yo este a tu lado…

-Haruhiko…

-Te quiero a mi lado de la mejor manera, pero también voy a aceptar que hay cosas que por más que desesperadamente desee darte, no podre. Esto es para ti, para que estés bien contigo mismo y puedas estarlo con todo el mundo conocido. Para que cuando vuelvas a ver a tus amigos el sufrimiento no continúe…

Gaby bajo la mirada sollozando entrecortadamente. Una futura reunión con Ayase después de todo lo que había pasado vino a su mente.

¿Qué ocurriría en esos tres años en los cuales Ayase estaría en constante tratamiento?

Su hermano mayor, el que fue fuerte tanto como podía, pero termino derrumbándose de la forma más lamentable… Él estaba luchando, ¿cierto? Lo sabía, Haruhiko se lo había asegurado y Gaby confiaba en él. Si Ayase estaba esforzándose por recuperarse y no entregarle más poder al Profesor, él también lo haría.

No permitiría que ahora que tenía la oportunidad de ser feliz aquel ser siguiera haciéndole daño.

-Nunca te dejare solo. Pase lo que pase, yo estaré contigo. –Haruhiko beso con ternura sus labios, Gaby suspirando en el beso mareado. –Siempre has sido la fuerza de todos. Tú mismo dijiste que no eras eso y la carga te estaba dañando. Sé que no deseas serlo más, así que deja de hacerlo. Permite que yo sea quien te proteja, quien vea por ser fuerte y hacer todo en mi poder para que el menor daño te toque. Solo permanece conmigo y se tú mismo. Eso no lograra que te abandone, Gaby…

-¿Cómo puedes decir eso?- lagrimeo Gaby viendo borroso a Haruhiko por su llanto.

-Porque es la verdad… -simplemente dijo antes de abrazarlo y besarlo con tanta ternura que Gaby solo lloro más. Tanta amabilidad iba a terminar por asesinarlo, pero antes de que eso sucediera, él disfrutaría de las bellas sensaciones hasta que Haruhiko lo consumiera por completo.

-No me destruyas, por favor… -susurro con suplica, siendo acostado con suavidad en la cama. Haruhiko entrelazo su mano con la suya mientras juntaba las puntas de sus narices y le contestaba con los ojos cerrados.

-Nunca. Hacerlo significa también mi muerte, ángel…   

Gaby se desconectó sin darle segundo pensamiento a la declaración. Haruhiko se dedicó a besarlo, ganando con cada dulce rose que Gaby suspirara y lograra tranquilidad… ¿Cómo era que lo hacía? ¿Por qué siempre terminaba por ser totalmente propiedad de Haruhiko sin pensarlo, sin salir dañado… sin arrepentirse?

Los suaves besos bajaron a su sensible cuello. Gaby apretó la mano de Haruhiko y gimió en voz baja. La mano libre de Haruhiko tocando con delicadeza todo su cuerpo.

Él siempre parecía explorar y amar cada parte de su cuerpo. Era exactamente eso lo que le daba miedo a Gaby. Haruhiko decía las imposibles palabras de que siempre permanecería con él a pesar de conocer lo más oscuro de Gaby, pero la verdad era que él temía alejarlo con esas indecentes partes que ya eran parte de su persona.

Haruhiko todas las veces lo desnudaba más allá de su alma y aun así… lo aceptaba. Que hombre más loco.

Sus pensamientos una vez más se esparcieron cuando Haruhiko beso su pecho inesperadamente descubierto. Gaby solo cerró los ojos, disfrutando del cosquilleo en sus pezones y las ocasionales corrientes eléctricas que recorrían su cuerpo, calentándolo con deseo y placer. El conocimiento de que hacia eso por anhelo y no obligación elevo su éxtasis.

Su nuevo dueño consintiendo su húmedo pene mientras metía todo su pezón en su boca. Gaby tomo la parte trasera de la cabeza de Haruhiko sin permitir que se alejara de su pecho. Haruhiko sonrió apenas visible viéndolo entre sus pestañas, aumentando al mismo tiempo el ritmo en su mano. Gaby alejo la vista y se curvo, gimiendo indecentemente el nombre de su amante. Esa simple acción produjo una curiosa sensación.

-Ahora eres mío, Gaby… -susurro Haruhiko en su oído con aquella voz tan erótica que enloquecía a Gaby.

Por primera vez en su vida Gaby tenía algo que quería con todo su corazón. Alguien que pretendía ver por él y cuidarlo. Solo muerto le podrían arrebatar a ese hombre…

-Haruhiko, Haruhiko, Haruhiko…

Gaby rodeo con sus brazos el cuello de Haruhiko y lo beso entregadamente. De nueva cuenta entregándose por completo a ese ser que sabía haría todo lo posible por protegerlo. Algo le decía eso y èl confiaba mucho en sus instintos que le salvaron de muchas cosas en el pasado.

Un suspiro inevitable abandono sus labios cuando Haruhiko volvió a besar su cuerpo entero, tratándolo con cariño y cuidado, con una entrega y posesión tan extraña que casi no identificaba. El hombre solo lo devoraba entero.

Cuando Haruhiko lamio su entrepierna y comenzó a prepararlo, Gaby solo se sostuvo de nuevo de la mano libre de Haruhiko y se dejó hacer, aceptando el abrumador placer que los diestros labios y dedos hacían en él.

-Por favor… ya no puedo… ahh… soportarlo… -jadeo Gaby al límite. Haruhiko se reincorporo y beso su sudada frente, tomando sus caderas y acomodándolo encima de él mientras Haruhiko permanecía sentado en la cama. Gaby se sonrojo cuando dio con los planes del hombre.

-Hazlo como más lo quieras…

Gaby mordió su labio y evito la penetrante mirada húmeda. Sosteniéndose de los fuertes hombros bajo en el órgano erecto y ayudado de Haruhiko se sentó hasta el final, esperando unos minutos para acostumbrarse a la íntima posición de sus cuerpos tan cerca, la mirada fija de Haruhiko con aquel desconocido sentimiento.

Haruhiko beso sus mejillas, sus labios, sujeto su cintura y acaricio con ternura sus caídas orejitas de Chaton. Gaby inevitablemente se relajó y aun sujetándose de él comenzó lentamente a moverse, jadeando, suspirando y permitiendo el abrazo y mimos que Haruhiko hacia cada poco tiempo en cada parte de su hambriento cuerpo.

-Eres tan hermoso, Gaby. Mi Chaton…

-Chaton… -susurro con su rostro contraído en satisfacción. Haruhiko era su dueño… ya nada los separaría.

-…Lograre un día cercano mantenerte sin ataduras a mi lado, ángel… -le susurro afectado Haruhiko en su oído. Gaby no entendió a que se refería, pero su deseo tomo palabra y solo lo orillo a moverse más rápido al momento en que Haruhiko lamio con pasión su cuello y metió su mano entre sus cuerpos, acariciando su abandonado miembro.

Un exquisito escalofrió lo recorrió y él solo tiro su cabeza hacia atrás, gritando entusiasmado con satisfacción. Sus caderas tomaron un ritmo más descoordinado pero igual de placentero. Haruhiko se mantuvo susurrando en su oreja, acariciando con la punta de sus dedos su sudado cuerpo.

La entrega pudo con Gaby y él abrazo a Haruhiko. El hombre se encargó de moverlo los últimos minutos antes de terminar ambos, sin separarse a pesar de la incomodidad de diversos fluidos. Ellos solo querían prolongar lo máximo posible las secuelas de su encuentro.

“Con que a eso se refieren cuando dicen ‘hacer el amor’… ¿eh?”. Se dijo Gaby mentalmente adormeciéndose.

La noche avanzo y ambos amantes ya limpios y acomodados en la gran y cómoda cama durmieron un poco, sin embargo no fue mucho. Haruhiko no podía evitar despertar cada pocas horas, revisando a su pareja, recuerdos diversos de lo que sucedió en las últimas semanas lo tenían nervioso. Gaby solo no quería dormir más, temiendo que al despertar se diera cuenta que todo había sido un imposible sueño.

-En unas horas tenemos que ir con el doctor… -menciono Haruhiko abrazándolo por la espalda. Gaby no respondió, solo apretó la mano que sujetaba la suya todo el tiempo y él estaba recio a dejar.

-¿Qué sucederá después?- logro preguntar después de un breve silencio. Haruhiko consintió su cabello hablando con voz tranquila.

-Ellos en estos momentos están investigando a toda prisa con muchos profesionales diversos. Es muy probable que tengas que pasar unos días antes de que estés totalmente recuperado…

-Incluso la medicina de Celes tiene sus limitaciones, ¿cierto?- rio Gaby en broma, arrepintiéndose cuando Haruhiko no dijo nada pero su cuerpo se tensó un poco y su presencia ya no fue serena. –N-no importa mucho, la verdad… -susurro Gaby nervioso bajando su cabeza. –No me importaría ir todas las semanas al doctor si con eso ya no estoy en peligro constante de muerte…

-No lo estarás nunca más, Gaby. Me asegurare de eso…

Gaby distraído asintió, su mente corriendo mucho más a prisa que antes. Él no dejo de masticar su labio mientras cuestionaba suavemente y con cuidado a Haruhiko.

-¿Todas mis enfermedades serán curadas?

-El doctor dijo que sí. Ellos mencionaron antes que tu enfermedad, la más grave, era tratable si conocían cada uno de los elementos que la conformaban. Ahora lo saben. Ya no tienen que preocuparse de una reacción contraproducente. Todo tu historial médico esta en sus manos y ellos lo usaran adecuadamente para tu beneficio…

-Entonces eso quiere decir… que desde el principio todo pudo haber sido evitado. Nunca en realidad debí estar en peligro mortal…

Haruhiko lo sostuvo más cerca mientras besaba su sien en un lindo intento de calmarlo. Por más que agradeció el dulce gesto, Gaby por fin fue consiente de todo y no pudo deshacerse del desagradable sentimiento.

-No lo entiendo… Ellos me querían en perfecta salud. El Profesor dijo que un solo error podría ser mortal para el producto final. Si así era… ¿entonces por qué no me trataron antes? ¿Era parte del plan del Profesor?

-Gaby…

-¡Solo quiero saberlo!- gimoteo Gaby cerrando con fuerza sus ojos. –Quiero llenar los espacios en blanco para mi tranquilidad…

-Gaby, eso no es posible. Ese hombre está mal de su cabeza. Entenderlo no…

-Se equivoca… -interrumpió bruscamente Gaby. –Todo lo que hace tiene una razón, señor. Absolutamente todo. Él siempre está observando y considerando todos los escenarios. ¿Recuerda? “De cinco probabilidades, Usami Haruhiko termino siendo la seis que simplemente apareció… De nueve, él fue la segunda al mantenerlo… De dos, fue la primera al investigarme… De quince, el hombre aburrido y fallando, es el primero al quedarse mirándome aturdido…”

Haruhiko jadeo en voz muy baja, seguro sorprendido de que Gaby se aprendiera todo lo que dijo el Profesor, algo inevitable para él al crecer con ese hombre y tener que requerir a eso varias veces.

-Toda acción… Nunca se puede saber si fue por decisión propia o causa inevitable de sus planes… Todo lo que importa son los estudios… el resultado. ¿Sabe que incluso mi nacimiento fue por su causa?

-¿Él lo ordeno?

-No precisamente… -susurro acomodándose mejor en el pecho de Haruhiko y arropándose con sus brazos. –No sé mucho sobre eso, solo que uno de mis Amos Originales me aparto de entre todos mis compañeros por completar a la totalidad las expectativas que el Profesor requería. Él mismo había dicho que mantuvieran vigilancia muy de cerca sobre mi gestación. Yo y otros tres Chaton éramos los más cercanos a lo que él quería…

-¿Tus padres?- pregunto con cuidado Haruhiko. Gaby suspiro tranquilo con los ojos cerrados.

-No se casi nada de ellos. Solo sé que mi madre era una Chaton a cargo de uno de mis Amos Originales. Nunca la conocí…

-¿“Amos Originales”? ¿Tienes otros dueños?- pregunto algo inquieto Haruhiko.

-Claro que los tengo. Se lo dije… Todo es por causa del Profesor y sus planes… -Gaby tomo una profunda respiración tomando valentía. –El Profesor por alguna razón termino viniendo a Celes atraído por la promesa de paz social y del mundo, sin embargo para sus experimentos, ensayos y estudios siempre deben reunirse todo el material perfecto… Existe un experimento en especial, él lo llamo su más grande logro. Si todo salía como lo planeo, nada más tendría importancia mayor al producto final que ese experimento traería. Para eso necesitaba un Chaton en específico, con cualidades detalladas. Todo debía ser perfecto. Genes, procedencia… incluso cosas vánales como modo de vivir de los padres o antecedentes de todo tipo con los antepasados. Todo…

-¿Qué pretende?

-No lo sé… No necesitaba saberlo… -añadió con amargura. –Solo sé que yo reuní todas sus necesidades al igual que Ayase y otro Chaton que nunca conocí, pero el Profesor solía tratar por separado. Nosotros tres no somos iguales, solo llenamos tres diferentes rutas a su estudio, todas con el mismo resultado en efectos prácticos…

-¿Por eso te trajo a Celes desde Claridad?- pregunto Haruhiko entendiendo poco a poco.

-Si… Desde mi gestación fui vigilado para seguir los planes del Profesor. Cuando nací y estuve en mi Hogar Original en Claridad ellos siguieron paso por paso todo lo que el Profesor decía. Nunca hable con nadie, literalmente. Me mantenían en una equipada y especial habitación… Nunca salí de allí. Un día, en mi cumpleaños cinco me desperté en el habitad para Chaton del laboratorio del Profesor sin saber cómo llegue. Ellos me sedaron mientras dormía y me trajeron a Celes…

-¿Y tus demás compañeros?

-Al principio solo estaba con Ayase… -sonrió Gaby, recordando ese tiempo. –El Profesor no podía arriesgarse ni involucrarse en cosas molestas, así que adquirió desde tiempo atrás el título y derecho como Amo Original de muchos de mis compañeros… Él hizo un acuerdo con sus socios. Seria en teoría el Amo Original de todos junto con ellos, pero siempre estaría por encima de ellos. Cuando el momento fuera el adecuado, el Profesor tendría plena custodia de nosotros, pero si algo no salía como lo planeo, recurrirá a ellos…

-Entiendo. Kanou Somuku trato todo el tiempo con el otro Amo Original del Chaton. Tanto en lo legal como en lo demás…

-Solo así lograría mantener permanentemente a Ayase con él… -asintió Gaby. –Aunque el Profesor lo sabía y lo permitió…

-¿Los demás también tienen otros dueños?

-Si… Poco a poco se nos permitió a Ayase y a mi convivir con ellos. El Profesor dijo que era parte de todo. Fue ahí cuando me entrenaron en tantas cosas. Cada orden, cada consecuencia… todo formaba parte. Sempai decía que incluso un pensamiento podía ser producto de los planes del Profesor. Un solo pensamiento causa mucho… Si yo era premiado quedándome con mis compañeros liberaba ciertas hormonas, causaba algo… Si era castigado, si era ordenado en varias cosas… Todo, todo, todo era solo la ruta para lograr algo que me acercara al producto final…

Gaby jadeo con la respiración agitada. Haruhiko siguió acariciando lentamente sus orejas rubias sumergido en sus pensamientos.

-¿Lo logro?… Con el otro Chaton…

-No lo sé… -susurro Gaby negando. –Estaba por lograrlo conmigo y con Ayase… El día que hui estaba por desarrollar la fase final en mi… Traerían de nuevo a mi hermano y ya no nos necesitaría… Por eso hui… Aunque…

-¿Aunque?- cuestiono Haruhiko cuando Gaby no siguió.

-El Profesor nunca desiste… No importa si el resultado no es como lo planeo, el sigue hasta el final. Es un estudio, después de todo… Algo sucedió para que el Profesor siguiera este rumbo, pero no sé qué es… Siempre es muy complejo entenderle por completo, sin embargo no imposible.

-“…Espero con mucho interés tus resultados en cinco años”- musito Haruhiko lo que se había grabado en su mente.

-Yo ya no soy el centro de sus investigaciones. Soy… soy libre de él ahora… -susurro Gaby riendo extrañamente al final. Sus emociones con respecto a esa declaración aun eran confusas.

-Para toda tu vida, Gaby. Permanecerás todo ese tiempo a mi lado, ángel…

Gaby sonrió y solo permitió que el calor de Haruhiko lo inundara aún más. Que la curiosa sensación de tranquilidad a su lado simplemente se adueñara de él una vez más. Gaby ya era por completo adicto a eso.

Una indigna paz se propago y lo tranquilizo cuando Haruhiko continúo abrazándolo y protegiéndolo aun cuando había escuchado por su propia voz varias cosas de su pasado. Incluso era claro que la vida tranquila y acomodada de Haruhiko estaba en peligro constante por la presencia de Gaby, pero a los ojos del hombre nada parecía cambiar. Seguía con la misma peculiar actitud hacia él.

Con su mente vaciada de gran parte de su contenido gracias a expresar sus pensamientos en voz alta, Gaby volvió a adormecerse con las sutiles caricias y la permanente sensación de cuidado y atención.

-¿Gaby?

-¿Si, mi señor?

-Honestamente… ¿Deseas visitar Claridad algún día?

Gaby se revolvió un poco en el abrazo de Haruhiko hasta voltearse y enterrar parcialmente su rostro en el perfumado pecho que se elevaba con la respiración del hombre. Haruhiko extrañado lo abrazo acercándolo más mientras Gaby formaba suavemente sus puños entre ellos, tomando en sus manos la camiseta de Haruhiko.

-Me gustaría mucho. Nací allí, pero nunca conocí el maravilloso mundo del que me informe. –Gaby suspiro gentilmente sintiendo a Haruhiko volver a acariciar sus orejitas. –De hecho me gustaría conocer todo mundo existente… conocer todo lo que pueda, aprender todo lo que la vida me pueda ofrecer y yo pueda aceptar…

-Mi empresa tiene en puerta un proyecto muy grande, Gaby. Requiere de viajar a todo mundo conocido que mantenga vida inteligente y un tratado de viajes interestelares por negocios… Serian casi cuatro años en Celes… Quizás más… ¿Deseas acompañarme, Gaby?

Gaby rio en voz baja y asintió lentamente, sumergiéndose en un tranquilo sueño.

-Iré a donde sea siempre que permanezcas conmigo…

 

 

-¿Estás seguro de esto, Haruhiko?

-Lo estoy, Ryuuichirou…

-Si sabes que lo que estás haciendo es prácticamente huir, ¿cierto?

Haruhiko levanto la mirada y miro a su amigo de infancia mirarle casi desesperado. El pequeño Chaton que mantenía el matrimonio y consideraban hijo estaba en el regazo de Ryuuichirou mirando curioso a ambos adultos y ocasionalmente a su otro padre que, siguiendo siendo un excelente y profesional secretario, trabajaba en silencio con la pizarra electrónica de su esposo en el escritorio.

-No estoy huyendo, Ryuuichirou. Es trabajo…

-Por favor, Haruhiko… -bufo el hombre mirándolo hastiado. –Tú y yo sabemos la verdad. Solo estas usando eso como pretexto para alejarte de Celes y no enfrentar las consecuencias por tener siempre a ese Chaton…

-Yo no…

-¿No? Todos sabemos que tu padre podría ser capaz de lograr la guerra en Celes como reacción a tu decisión…

-P-pero eso no es posible, papi… -susurro en secreto el Chaton acercándose a Ryuuichirou. –Celes nunca podría entrar en guerra de ningún tipo…

-No es imposible, Su, solo complicado. Y a eso me refiero precisamente con mi punto… -aclaro gentil jugando con la nariz del niño que sonrió angelicalmente moviendo su larga colita.

-¡Lo entendí!

Haruhiko suspiro cansado levantándose de su sillón, atrayendo rápidamente la mirada de todos.

-Solo vine porque me citaste con urgencia. Debo volver con Gaby. Dentro de poco terminara su chequeo…

-Haruhiko… -llamo tranquilamente Ryuuichirou cuando Haruhiko se dio media vuelta. –Tu padre me hablo ayer, casi grito. No está satisfecho con tu decisión y teme renuncies a heredar la empresa. Sospecha que algo grave está sucediendo, y tú y yo sabemos que conseguirá investigar que es, incluso si tú te involucras en ese proyecto, moviéndote de mundo en mundo sin comunicarte con él.

-No estoy huyendo… -volvió a decir más fríamente, viéndolo sobre su hombro. –No le estoy ocultando nada al presidente. Si llega ese momento, lo confirmare sin problema y enfrentare las consecuencias, simplemente no estoy considerando la idea de ir a su oficina y hacerle constancia. El tiempo en que le informaba incluso de mi vida privada por petición suya ya acabo.

Ryuuichirou lo considero mientras jugaba distraído con la energética colita de su hijo enredándola entre sus dedos.

-¿El chico está enterado de todo?

Haruhiko permaneció estoico mientras se lamentaba mentalmente. Él sabía que algún día debía confesarle todo a Gaby, solo no quería decirle en que tipo de situación termino involucrado por sus deseos egoístas.

Prometió cuidarlo y amarlo, y eso precisamente haría, incluso por encima de su padre si era necesario. Había llegado la hora de ver por su felicidad antes de cualquier otra cosa.

Sin responderle a Ryuuichirou, Haruhiko salió en silencio de la oficina en la importante editorial Marukawa. Su brazalete vibro tres veces seguidas trayéndole varias noticias importantes que lo tuvieron inevitablemente tranquilo por su significado. Solo unos pequeños ajustes y todo tomaría el curso adecuado…

-¿Tío Haruhiko?- llamo una suave e inocente voz. Haruhiko desvió su mirada de su brazalete a varios centímetros abajo. Isaka Subaru le miraba tímido pero de alguna manera decidido de tal manera tan madura que le dio un pequeño escalofrió.

-¿Qué sucede?

-Papi Ryu dijo que conseguiste un Chaton al cual quieres mucho pero es un muy guardado y privado secreto… ¿Es cierto?

Haruhiko miro los inocentes ojos azul índigo. Incluso si el chico no era hijo biológico de ninguno de sus “padres”, Haruhiko podía ver mucho de ambos en la actitud del pequeño que pretendía ser serio con su pregunta para no ser tratado como un niño pequeño y que le diera una vaga y confusa respuesta.

Sin saber en realidad que lo orillo a eso, Haruhiko se puso en cuclillas enfrente del niño y asintió lentamente para que entendiera sin palabras que aceptaba como respuesta. El pequeño apretó sus labios y puños y asintió.

-¿Lo quieres mucho, tío Haruhiko? ¿Incluso si ha pasado muchas cosas tristes?

¿Cuánto le conto Ryuuichirou al niño? Parecía querer saber con una desesperación increíble la verdad.

-Lo quiero mucho por quien es, no por lo que ha pasado, Subaru…

El Chaton sonrió dulcemente antes de lanzarse hacia Haruhiko y abrazarlo por su cuello con sus delgados y débiles brazos. Su cuerpo temblaba levemente y tenía un curioso y encantador olor que logro calmar a Haruhiko de una extraña manera. Casi era como si estuviera intoxicado con inocencia pura.

-¡L-los Chaton no tienen la culpa, tío Haruhiko! A muchos les pegan y hacen cosas tristes, pero ellos no lo hacen a propósito. ¡Los malos son los culpables!- exclamo convencido el niño, hablando muy rápido en voz baja con su aguda voz infantil.

-Lo sé, Subaru. Gaby no tiene la culpa de nada…

-Mami decía que muchas sonrisas podían curar la tristeza. Tío Haruhiko no sonríe mucho, así que debes empezar a hacerlo mucho, mucho con esa persona especial. ¡Pero nunca fingido, eso es muy malo!- advirtió con una dulce mueca. –Mami decía que siempre hay que ser sinceros. Si estas triste, llora y deja que alguien que te quiere te abrace. Si estas feliz deja que alguien ría contigo. Si quieres a alguien abrázalo mucho y díselo muchas veces…

Subaru se separó de él definitivamente y le dio un rápido beso en su mejilla. Con la misma decidida y pura sonrisa le susurró al oído en secreto.

-¿Promesa?- pregunto estirando solo su diminuto dedo meñique. Haruhiko exhalo su risa al entrelazar su dedo correspondiente.

-Llegaras a ser un hombre muy digno, Subaru…

-¡Me estoy esforzando mucho para hacer muy felices a mis papás!

-Y yo lo hare para hacer feliz a mi Chaton… -susurro levantándose de la incómoda posición.

Antes de irse alboroto el cabello castaño del pequeño, llevándose con él un poco de esa inocencia que en un futuro necesitaría con desesperación para llegar a ser digno de su bello ángel.

 

 

Gaby percibió una bienvenida presencia a su lado en el momento en que por fin pudo aclarar su cabeza. Cerciorándose apretó sus manos, en una de ellas efectivamente estaba una mano más grande, un poco fría pero segura al tomar la suya con delicadeza y cuidado. Haruhiko estaba a su lado.

Con una facilidad extraordinaria abrió lentamente sus ojos. La iluminación era suave y solo se escuchaba el lejano sonido del barullo típico de hospital.

-Despertaste… ¿Te encuentras bien?

Sonriendo él solo permaneció viendo los preocupados ojos oscuros. ¿Cuándo Haruhiko dejo de ocultarse ante él y le dejaba ver con facilidad sus emociones? Más que eso, esperaba que efectivamente el hombre hiciera eso y no otra razón. Gaby quería creer que Haruhiko lo consideraba y lograba estar en paz y feliz tanto como lo era él a su lado.

-¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo, Gaby?

-No… estoy bien… -susurro débil.

Su cuerpo y mente no se sentían cansados, solo abrumados. Una leve sensación de flotar y adormecimiento era seguro de los restos de sedantes que le administraron para que durmiera durante el proceso para examinarlo. Gaby bien pudo atravesar eso sin necesidad de noquearlo, pero Haruhiko insistió, sin querer arriesgarse a traerle malos recuerdos a Gaby sobre su pasado en la misma situación de ser examinado y un poco experimentado, aunque en esa ocasión era por su bien.

-Sed… -gimió Gaby incomodo al sentir su boca de papel. Haruhiko se reincorporo en su silla y sin soltar su mano le extendió un vaso con agua. Él murmuro un agradecimiento tomando en pequeños y medidos tragos.

-Todo va bien. En unas horas te podrán intervenir y dentro de dos días podrás regresar a casa…

-¿Casa?- susurro Gaby en voz muy baja y afectada.

Cierto, él ya tenía un lugar al cual regresar, en donde siempre seria aceptado y protegido, donde sería él mismo siempre alentado por una persona que estimaba mucho y parecía correspondido por alguna extraña razón.

-¿Gaby?- cuestiono Haruhiko sin alcanzarlo a escuchar. Gaby solo sonrió y negó suavemente, regresándole el vaso.

-Me alegro que todo vaya bien. Solo quiero que esto pase rápido y no volver a ser sedado nunca…

-Esperemos eso… -susurro Haruhiko mirándolo misteriosamente. Gaby inevitablemente se sonrojo bajo la intensa mirada y miro a otro lado sin soltar la mano contraria, su única prueba de que todo era real y no desaparecería.

-¿C-cuando partiremos a Claridad…?- pregunto desviando. Haruhiko miro a la pared contraria tomándose su tiempo.

-Un par de días, una semana máximo. Tenemos que ir de allí al inicio del viaje universal, así que tengo mucho que poner en orden antes de que podamos marcharnos…

-Lo lamento… -musito Gaby sin verlo, arrepentido por robar el importante tiempo de Haruhiko permaneciendo en el hospital.

-No lo hagas… -añadió Haruhiko suavemente, tomando su mejilla para que mirara sus ojos. –Lo importante es tu salud, Gaby, lo demás se puede arreglar. No te diría una fecha si no estuviera seguro de eso. Todo estará listo y en cuento tu estado mejore y todo esté terminado, nosotros nos marcharemos. Tampoco olvides el tratamiento especial por parte del gobierno para viajar…

El recordatorio recordó algo muy importante a Gaby, solo que no sabía cómo abordarlo. Temeroso, pero también decidido escondió medio rostro en la suave y especial manta de la cama del hospital y vio de reojo al curioso Haruhiko.

-Mmm… Sobre eso… S-sé que el gobierno pide un… comprobante de que tengo el permiso para viajar…

Haruhiko siguió en silencio viendo fijamente a Gaby. Él sabía que entendió a lo que se refería, así que no añadió mas, deseando desesperadamente que Haruhiko no creyera que Gaby estaba obsesionado con la idea de un contrato legal entre ambos.

Gaby no podía evitarlo, era casi indispensable saber que tenía el apoyo del gobierno de un mundo tan influyente como Celes. Saber que si llegaba el día, Gaby seria inevitablemente regresado a Haruhiko por derecho. Nadie podría intervenir, seria irrevocable y formal. Ellos estarían juntos por toda la vida.

-Todo esta listo… -susurro Haruhiko lentamente cerrando brevemente sus ojos.

-¿Y-ya?- se asombró. Haruhiko suspiro cansado elevando sus anteojos.

-Le pedí a mi abogado que adelantara los trámites. Mientras eras examinado llego el documento… al igual que esto… -susurro antes de extenderle una cajita elegante de gamuza negra.

-Eso es…

Gaby sollozo un poco al mirar un bello anillo de plata. Era simple, su diseño era elegante y bello, pero lo que destacaba más era la bella piedra de quizás un centímetro. Su intenso color azul profundo y brillante era tan parecido a sus ojos que por un momento creyó ver solo su reflejo en una pequeña porción.

-¿Es de tu agrado?

-Más que eso… -gimió Gaby alargando su mano para tocar la bella artesanía, sin embargo se detuvo muy cerca.

-¿Gaby?- cuestiono Haruhiko una vez más preocupado. Gaby tomo una inestable respiración mientras entrelazaba sus manos juntas, dejando la de Haruhiko sin verlo.

-¿Podría…? Yo… Quiero firmar ahora el contrato, señor. S-solo pido eso…

-¿Ahora?

-Ahora. –Gaby lo miro expresando todo lo posible sus sentimientos. –Por favor…

-Gaby…

-Quiero saber que si algo sucede durante mi intervención yo ya tengo un dueño formal… -musito afectado, sin terminar de decir toda la verdad. Que él deseaba, en caso de morir en el quirófano, saber que la persona más especial y valiosa para él estaba de alguna manera enlazado a él.

-Nada te sucederá, ángel… -afirmo casi enojado. Gaby solo cerró sus ojos, queriendo desesperadamente contagiarse de esa seguridad.

-Incluso la medicina de Celes tiene sus límites… -repitió su argumento. –Haruhiko, por favor…

El hombre lo miro largo rato, descansando su mano con la caja del anillo en la pierna de Gaby. Después de bastante tiempo, y sin dejarlo de verlo misteriosamente, Haruhiko abrió su brazalete, mostrando el formato digital del contrato.

-Solo pon tu huella en la placa del brazalete, se actualizara inmediatamente en el papel que permanecerá con una copia en la bóveda que tengo en el Banco Universal de Celes…

Gaby ni siquiera leyó el contenido del documento, solo se perdió en los ojos del hombre que amaba y firmo. Haruhiko sonrió levemente, dejando un momento la caja en la cama para hacer lo mismo en su brazalete. Al contacto la hoja delgada holográfica desapareció y un emotivo silencio se extendió.

Ya era todo. Ambos estaban unidos y obligados a permanecer juntos. Tanto Haruhiko debía cuidar y ver por las              necesidades de Gaby, Gaby debía servir y ser fiel por toda su vida a ese único ser. De nuevo tenía un dueño permanente, pero esta vez porque lo pidió desesperadamente al no ser cualquier persona.

Usami Haruhiko después de todo era su primer amor, el dueño de su corazón y cuerpo, tanto legal como sentimentalmente.

Haruhiko tomo con una delicadeza abrumadora su mano izquierda, colocando con la misma dulzura en su dedo el precioso anillo que se convertiría sin duda en su posesión más valiosa. En un acto de locura Gaby se estiro y beso con desesperación a Haruhiko con toda la fuerza de sus sentimientos.

Sin importar que continuaba en su vida, ellos ya no podían separarse sin morir en el intento. 

 

Notas finales:

Levante la mano quien imagino la ultima parte como la boda de ambos con todo y anillo .w./
Haha, no fue intensional al principio, yo solo me di cuenta de eso despues y aun ahora me divierto mucho con eso xDDD

Y pues como ya les habia dicho, en el proximo capitulo ya habran pasado 4 años los tortolos y entonces lo mas interesante en este fic sucedera~
Por favor, no se lo pierdan :3

Nos leemos el Jueves.

Cuidense~

Chris.


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