Capítulo 13:
Colt Nicholas era un muy buen doctor. Entregado en su trabajo, frio e inteligente. Contrario a sus demás compañeros él no solía parar cuando encontraba la respuesta a sus preguntas, él continuaba investigando, cerciorándose que esa era la verdad. Nunca paraba hasta encontrar cumplidas todas sus metas y pensamientos que tuviera… y era precisamente eso lo que termino convirtiendo a Colt en un solitario hombre sin otra cosa por la que vivir que salvar a otros.
Había sido cuando él recién se recibió de doctor especialista. Su familia había estado tan feliz y orgullosa que le obsequiaran un dulce Chaton de enormes y temerosos ojos azul. Con el poco tiempo que logro reunir después en estudios adicionales y lograr una beca en un laboratorio importantísimo, Colt no replico a la idea de que un pequeño adolecente capacitado se encargara de los deberes del hogar, mantener sus agendas y recordatorios en orden y que le hiciera compañía cuando él se encontrara demasiado estresado con sus nuevos deberes.
Pasaron los años y Colt llego a amar a ese Chaton, solo que no se dio cuenta. Su tiempo en el trabajo fue al mínimo, llegando a no pasar días enteros en su casa. Su carrera despuntaba, él ganaba fama y conocimiento, sin embargo la propia salud de su hermoso niño fue decayendo.
Incluso teniendo una fiebre alta y energía escasa, ese pequeño no dejo de cumplir su trabajo, todo con la ilusión de que Colt le diera una sonrisa o halago. Y así murió, feliz de haber ayudado y facilitado las cosas a Colt, confesando al último momento el correspondido amor.
Una enfermedad contraída en su Hogar Original fue lo único que le dijeron a Colt cuando hicieron los análisis. Él quedo destrozado al llegar a su casa vacía sin la hermosa y sincera sonrisa de ese, su único amor.
Colt después de una considerable cantidad de tiempo en depresión se sumergió una vez más en su trabajo, sin embargo esta vez fue diferente. Su Chaton siempre había dicho que era feliz con su profesión pues salvaba vidas inocentes. Colt decidió seguir haciendo feliz a su niño sin importar donde estuviera.
Ahora Colt salvaba cada vida que podía, dando tiempo de que aquella persona aprovechara el tiempo salvado para vivir felizmente, cosa que Colt no hizo a tiempo. Su única motivación era aquella mirada azul que tenía la esperanza de un día cercano volver a ver.
Cuando Usami Haruhiko un día le llamo sonando alarmado, diciendo algo apresurado que salvo a un Chaton evidentemente prófugo, Colt no dudo un segundo en ayudar. Fue poco tiempo después que él fue recompensado viendo una parecida mirada en el Chaton del señor Usami.
La historia no era parecida a la que él investigo con su niño, pero Colt se comprometió a descifrar la verdad y hacer justicia a aquel Chaton que parecía tan arrepentido y herido.
Él fue uno de los más sorprendidos cuando descubrió el secreto de Kenyon Less en el pequeño Gabriel.
-D-disculpe… ¿puedes repetirlo otra vez? Creí que dijo que estoy esperando… -sonrió algo paranoico el Chaton sentado en su cama de hospital. Al lado de este se encontraba un muy quieto y pálido Usami Haruhiko.
-No hay duda, joven. He hecho los exámenes cinco veces…
-P-p-p-pero…
-¿Cómo?… -pregunto débil Usami, reaccionando a medias.
Colt suspiro un poco tomando un momento para encontrar la manera adecuada para comunicarle a los futuros padres. Él estaba consciente de lo que estaba en la mesa y lo que había que perder si Colt no manejaba bien la situación.
-Bien, quiero que ambos me escuchen con calma, ¿de acuerdo? Gaby-san puede estar fuera de peligro, pero eso es muy precario. Es de vital importancia que tome esto con tranquilidad…
-Después de lo que dijo… -jadeo el Chaton bajando la cabeza. Usami lo abrazo con un brazo, susurrando íntimamente. Colt viéndolos sonrió triste para sus adentros.
El futuro bebé sería tan afortunado si nacía en el evidente amor correspondido de esos dos seres.
-Bien, bien… Ya estoy mejor… -mascullo el chico después de unos momentos. –S-solo vaya lento, ¿si, doc?
-Por supuesto… -asintio Colt avanzado más en la habitación para tomar un banquillo extra en la habitación y sentarse al lado contrario de Usami, viendo a la pareja que no se separaba.
-Iremos por partes, y lamento tener que abordar temas que pueden ser delicados…
-Solo habla… -pidió cada vez más enojado el joven.
-Tu Dueño Original fue muy estricto con tu concepción, desarrollo y forma de pensar, ¿correcto?- Usami y el Chaton asintieron. –Al parecer, tras las ordenes explicitas de Kenyon te vacunaron, Gaby-san…
-¿Pero cuando exactamente?- pregunto serio Usami.
-Pocos años después de nacer. Es probable que solo le dieran un controlador de concepción todo este tiempo.
-¿Y qué cambio? ¿Por qué esto no sucedió antes?- gimió desesperado el chico.
-Sospecho que te vacunaban cada cierto tiempo. Según los estudios de laboratorio, tu fecha límite fue hace una semana exacta. En términos simples, la última inyección para impedir la concepción era de cuatro años. Venció y sin el conocimiento de nosotros, te embarazaste sin más protección.
Gaby jadeo afectado tomando con su mano libre su cabeza. Usami parecía recordar que estaban haciendo en esa fecha exacta, la cual, según sabia Colt, ellos regresaban de Celes o aún están en su viaje… no recordaba.
-¿Eso era lo que el Profesor quería?… ¿C-como es que ustedes no lo sabían? ¿No venia en los archivos que él dejo?- pregunto Gaby inclinándose un poco en la cama con dirección a Colt.
-Nos lo comunico, joven Gaby. Su anterior maestro era muy… peculiar. Sus notas parecen escritas solo para él, a su conocimiento. Solo después de saber esto fue que entendí a la perfección los espacios en blanco que había antes…
-¿Cómo?- presiono Usami.
-Menciona una búsqueda de compatibilidad con el joven- señalo educadamente al Chaton. –Nunca entendimos eso. También menciona un tratamiento constante, pero solo supusimos que era para mantener sus especificaciones como él las pedía, nunca creímos que en parte era ver que la especial vacuna para Chaton siguiera correctamente, al igual que el anticonceptivo.
-Recuerdo eso de “compatibilidad”- intervino el Chaton luciendo pensativo. –El Profesor siempre hablaba de que si encontraba a ese sujeto de prueba ya no me necesitaría más… ¡Él dijo que lo había encontrado el día que hui!- exclamo paranoico viendo a su pareja.
-¿Recuerdan que les mencione que tal vez conocía el objetivo del hombre?- llamo suavemente.
-¿Cuál es?
-Ya se… -murmuro el Chaton en su propio tren de ideas. –“Una mezcla, siempre creí que sería peligrosos. Tendría todo, cualquier cualidad descubierta, eliminando defectos y trabas. Un ser invencible. Yo lo lograría, sin duda…”
Colt asintio un poco triste. Usami parecía también entender poco a poco.
-Investigo tanto y era tan estricto en lo que buscaba… Estaba tratando de lograr crear de forma controlada un ser con todas las ventajas de cualquier especie conocida… -comunico lentamente, viendo el miedo puro acudir lentamente a los hermosos y exóticos ojos del Chaton.
-Entonces… este niño… -susurro alterándose, llevando casi con pánico su mano al plano estómago.
-Tranquilo. El bebé estará bien…
-¡P-pero…!
-Ese hombre nunca logro nada porque no tenía la “semilla” adecuada. Un ser compatible y que tuviera ciertos ámbitos para desarrollar en el feto lo que buscaba…
-¿Pero aun así es posible que sea diferente…?- intervino cauteloso Usami.
-Temo que si… Los antepasados de Gaby-san no fueron puramente Chaton. Investigando más de lo que sus expedientes decía, descubrimos que Gaby-san tiene muchos tipos de antepasados. Vuestra sangre tiene un poco de descendencia de todas esas especies. Arriesgándome, puedo decir que de eso dependen muchas de las habilidades y personalidad que posee.
-¿Qué… tipo de especies?- pregunto Gaby pausadamente.
-Diversas, desde “humanas” hasta sobrenaturales, aunque muy diluidas…
Haruhiko abrazo más fuerte a su Chaton, notoriamente el chico necesitando la paz que solo una persona logra con un ser querido. Él joven ni siquiera aun asimilaba el hecho de estar embarazado, solo de su historial. Colt podía decir eso.
-¿Seguro que este… bebé… estará bien?
-Lo estará, de otro modo Kenyon no le hubiese escogido. Ahora, este es otro punto que deseaba plantear… -previno con mucho cuidado Colt. –Puede y el feto este en perfecto estado ahora, pero temo por vuestra salud, Gaby-san…
-¿Qué quieres decir?- salto rápidamente Usami.
-Solo hace un par de años Gaby-san estuvo varias veces a punto de morir. Su enfermedad principal no pudo ser curada del todo porque en el tiempo que nosotros no sabíamos, Gaby-san dejo el tratamiento que ya seguía en su Hogar Original. Ahora solo es controlada junto con las secuelas que años de experimentos lograron…
-¿Cree que el bebé herede eso?- susurro Gaby.
-Temo que sí. No podemos estar todavía seguros, sin embargo… -calmo ante las miradas horrorizadas. –Tenemos ante nosotros varias ventajas y desventajas que decidirán mucho el futuro que vosotros deseen…
-¿Cuáles son las ventajas?- pregunto Usami tras un suspiro frustrado.
-Que Gaby-san es un Chaton. En parte su historial y la vida que en este momento lleva.
-¿Cómo ayuda que sea Chaton?- negó afectado el chico.
-Conocen el especial y único enlace que tienen los Chaton con sus hijos en sus vientres, ¿correcto?- cuestiono profesional Colt, sin embargo Gaby negó serio y Usami pareció dudar.
-Yo en realidad nunca estuve en contacto en estas circunstancias… -confeso cansado el Chaton.
-Yo solo se lo básico… -informo Haruhiko.
-Pues bien… -suspiro Colt tomando una necesaria respiración. –Los Chaton desde el principio de su reproducción describieron ante los doctores una conexión especial con sus hijos desde su concepción. Ellos lo describieron como un lazo mental en el cual, al inicio, cuando eran muy jóvenes los fetos, podían saber su bienestar y sentimientos; ya avanzado el embarazo podían comunicarse básicamente con sus hijos y mandar… “cosas”- dijo, sin saber cómo plantear ese aspecto que aún era desconocido para la ciencia de Celes y todos los mundos.
-¿Qué cosas?- predeciblemente pregunto Usami.
-Imágenes, hechos… El Chaton que lleva al bebé puede por el enlace mostrarle tanto experiencias como información que cree útil para ayudarlo a nacer. El feto, dada su naturaleza inexperta, solo responde con sentimientos primarios como la emoción, miedo y demás. Es trabajo del *Mayer guiar al pequeño. Cuando crecen los hijos admiten recordar esa serie de contacto y es una forma de aumentar su lazo con ambos padres…
-Vaya… -gimió Gaby. Colt le vio pasar distraídamente su mano por su estómago, casi esperando algo nuevo.
-¿Desde la concepción es posible?… -susurro para si Usami.
-Si te concentras un poco puedes llegar a él… -llamo suave Colt, acercándose a Gaby de una manera amable. –Esta ahí, es un poco débil y borrosa y es posible no la entiendas aun por lo joven de su hijo… pero ahí está.
-¿Hijo?- repitió el chico sin emoción, parando por fin su mano.
-En el fondo de su mente puede estar en contacto con el feto y revisar su bienestar. Eso también nos ayudara a monitorear al bebé. Si algo va mal lo sabremos más rápido de esa manera que con exámenes… -comunico rápido y claro, sin dejar que el aturdido chico se estancara en una sola cosa. –El ambiente en el que viven, sin mucho estrés por parte de Gaby-san y una correcta dieta también ayudaran…
-¿Y su historial?- recordo Usami.
-Eso es lo mejor y un poco contraproducente… -admitió Colt sabiendo que era confuso. –Vera que la tasa de mortalidad en los embarazos de Chaton es inmensamente baja. Una muerte en un millón, por decir algo. El problema radica en el parto o en los primeros meses del bebé. Muchos infantes no soportan el tajo brusco del enlace con sus progenitores y las complicaciones empiezan…
-¿Entonces…?- jadeo el Chaton.
-Con la sangre tan variada que posee es posible eso se arregle… -menciono lento y bajo. –También es probable que haya riesgo de aborto, rechazo del enlace… Son muchas las posibilidades… Añadido con las secuelas de Gaby-san y la aun presente enfermedad contraída… No podemos saber cómo se desarrollara este bebé… -negó con pesar suspirando. –Esos son los contras.
-Está hablando del niño… ¿Qué sucede con Gaby?- pregunto temeroso Usami sin casi demostrarlo. -¿Qué puede ocurrirle durante todo este tiempo?
-Señor, tiene que entender que la raza Chaton es aun prácticamente desconocida para la medicina de Celes… Temo decirle que no puedo saber con certeza como se comporte en el embarazo Gaby-san con todos sus antecedentes. Tiene parte humana, mágica y sobrenatural, por nombrar algunas… No sabemos si su embarazo será de cinco meses como los de Celes, o quince con los mágicos… No sabemos si Gaby-san necesitara sangre o suplementos similares, con el mínimo rastro de vampiro en sus antepasados…
-Santa Diosa… -gimió Gaby más pálido aun.
-También puede no presentar el enlace en cierta parte del embarazo… Caiga en coma cerca del término… Y nuestro peor temor… Que con la mínima cantidad de una raza extinta en su sangre… Gaby-san este destinado a fallecer después de dar a luz al niño…
-No… -susurro Usami con terror puro en su voz.
Colt dejo que ellos digirieran la variedad de advertencias que les comunico antes de darles las opciones para proceder, guardando su punto de vista y sentimientos. Era él bebe de Usami Haruhiko y Gabriel Summers, no suyo y su precioso niño que le había dejado hace años.
-Tienen que pensar muy detalladamente en cómo quieren proceder. Tienen una semana exacta para decidir si desean mantener al niño o interrumpir el embarazo…
-¿Se puede hacer eso?- pregunto el Chaton abriendo inmensamente sus ojos.
-Podríamos en las primeras semanas. Si esperamos más tiempo el enlace se fortalecerá y será doloroso mentalmente para vos y el bebé antes de por fin…
-¡Basta!- pidieron a la vez Usami y el Chaton, pareciendo muy alterados con la posibilidad. Colt también lo estaba, pero debía ser profesional y ver también por la salud del chico.
-Si continúan con el embarazo deben estar preparados a cualquier signo. El mínimo estornudo, cambio en la dieta, rutina… un pensamiento fugaz o molestia… Tanto para lo peor como lo mejor… Este será un tiempo indeterminado de ansia y preocupación que tendrán que controlar por el bien del niño…
-¿No pueden predecir algo?- gruño estresado Usami evitando verlo con el reproche que Colt podía ver desde su lugar.
-Señor, nos estamos esforzando lo mejor que podemos. Ahora mismo mi gente esta averiguando todo lo posible, y también ustedes tendrán que ayudarnos con instrucciones precisas. Tendrán que venir a citas semanales… Gaby-san, temo decirle que si optan por seguir, tendrán que aceptar que hagamos muchas investigaciones y experimentos… Solo así nos adelantaremos a ciertas cosas y prevenir otras, tanto como a desechar algunas ideas que pueden poner en peligro ambas vidas sin aviso…
-¿Qué recomienda, doctor?- susurro Gaby viendo su regazo, sus orejitas caídas y su mano abandonando su vientre.
-Solo les puedo decir que este sería un embarazo de muy alto riesgo… Sin embargo… -dudo Colt, recordando un par de hermosos y brillantes ojos. –Si ustedes desean este bebé y lo cuidan, todo es posible. Solo les pido piensen muy bien en todos los escenarios posibles, señores.
Gaby y Haruhiko permanecieron en el más profundo silencio tras la partida del doctor. Ambos solo pensando en lo mucho que les comunicaron y traía tantas consecuencias. Gaby al cabo de unos pocos minutos rompió en llanto.
¿Por qué había pasado eso tan de pronto? ¡Justo cuando pensó que todo estaba ya bien entre ellos!
-Gaby… -susurro igual de afectado Haruhiko sin atreverse a tocarlo.
-¡No quiero esto, señor! ¡¡No quiero volver a tener que decidir sobre una vida inocente!!- bramo, gritando todo lo que no le dejaba respirar y provocaba un dolor inmenso en él.
Haruhiko permaneció en silencio terminando por abrazarlo. Él temblaba, su respiración también se afectó y por un segundo Gaby creyó que también lloraba… aunque nunca lo supo pues pasaron horas completas en esa posición sin separarse hasta que Gaby se tranquilizó por completo.
-No te voy a obligar a nada, ángel… -susurro Haruhiko con voz débil y poco clara. –Es tu decisión, es tu cuerpo…
-Es nuestro hijo… -interrumpió Gaby con el mismo tono que él. –Un niño inocente…
-Gaby… puedes morir, ángel…
-Lo se… lo sé, lo sé, lo se… -Gaby sollozo entrecortadamente, separándose del reconfortante gesto para mirar esos intensos y desesperados ojos. –Es un bebé, Haruhiko… Un ser que fue creado por ti y por mi…
-No te quiero perder… -negó con cristalinos ojos Haruhiko, tomando con suavidad su rostro. –No quiero tener que pasar una vida entera sin ti, Gaby… No con un niño que tiene el completo derecho de tenerte a su lado… No quiero ni siquiera pensar en la posibilidad de perderlos a ambos… -confeso temblando, posando una miedosa mano en el vientre con vida de Gaby. Él gimió descontroladamente.
-Haruhiko…
Gaby con desesperación lo abrazo, obligando en pocas palabras a que Haruhiko siguiera con su cálido contacto en su estómago. Él solo quería aferrarse desesperadamente a la idea de que no estaba pasando todo eso solo y que contaba con el apoyo y amor de Haruhiko.
-Te amo, ángel… -susurro el hombre poniendo con delicadeza su frente en la cima de su cabeza. –Deseo que permanezcas conmigo y me permitas hacerte feliz… Sé que la vida que te ofrezco puede y no sea la mejor, pero aun así te puedo garantizar que nadie te puede amar como yo y preocuparse por tu bienestar y seguridad…
-¿Y este bebé?- cuestiono con el más sutil de los susurros. -¿Qué piensas con el niño en idea, Haruhiko?
El empresario continúo en silencio, claramente analizando ambas posibilidades. Gaby noto de nuevo su impotencia por no poder hacer más para garantizar la seguridad de Gaby, la desesperación por aferrarse a él… Sin saber si sentirse culpable o no por considerar la idea de salvar a Gaby y rechazar momentánea o permanentemente la idea de ser una familia con todo lo que conlleva.
-¿Sabes lo que yo pienso?- pregunto Gaby acercándose más a él, susurrando directamente al oído del contrariado Haruhiko. –Recuerdo mi infancia y todo lo que me fue negado y otorgado… Pienso en que tipo de vida podría darle a un ser inocente… a un pequeño que nacerá sin derechos ante Celes… Considero como me tratara cuando se entere de todo lo que he hecho… Pienso en tantas cosas, Haruhiko… pero… no puedo dejar de pensar, más que nada, incluso ante mi futuro, si heredara tus ojos o los míos…
-Gaby…
-¿Sera fuerte mentalmente? ¿Necesitara ayuda de alguna manera por mi culpa?
-Gaby…
-¿Tendrá una linda apariencia delicada? ¿Sera bueno para aprender nuevas cosas?
-¡Gaby!- grito Haruhiko agitándolo levemente.
-¡Tengo mucho miedo, Haruhiko!- grito de vuelta Gaby mirándolo con lágrimas sin derramar. -¡Me da terror pensar que cometeré un error fatal, pero quiero darle una oportunidad a este bebé! Quiero mostrarle lo bello de la vida y advertirle de lo malo… Quiero que sepa que fui capaz de asesinar a inocente pero que aun así lo amare y cuidare… todo porque es parte de la persona que más amo en toda mi vida…
Haruhiko lo miro un largo tiempo antes de soltarlo y levantarse, caminando de un lado a otro sin verlo.
-¿Y qué hay de mí? ¿Has pensado en lo que tendremos que pasar, Gaby? ¡En lo que tendré que pasar!
-Lo se…
-También lo quiero, Gaby… -susurro negando Haruhiko pareciendo vencido, quitándose los lentes. –Es un ser inocente. Él se está desarrollando indiferente, esperando conocernos… él no sabe en qué tipo de situación llegara… Es nuestro hijo, tuyo y mío solamente, pero esto no se quedara ahí…
-Lo se…
-Y pensando que todo saldrá bien… ¿Qué tipo de vida le daríamos? Sé que lo llegaremos a amar como se supone que hacen los padres… Yo lo amare porque es el símbolo de nuestro amor…
-¿Y eso no es suficiente?- pregunto Gaby sin verlo.
-No quiero resentirme con él si mueres, Gaby… No lo merecería… Sé que haría lo mejor por él, pero sin ti…
-¿Entonces qué? ¿Renunciamos a él? ¿A una familia?
Haruhiko lo volteo a ver con tanta decisión que asusto a Gaby sin saber si quería conocer lo que iba a decir el hombre.
-¿De verdad estas dispuesto a esto, Gabriel? A todos los escenarios…
Gaby bajo la vista sin fuerzas, su corazón rompiéndose. ¿Cuántos años Haruhiko había dejado de decir su nombre completo tras saber todo lo que le provocaba?
-Entenderé si tú no lo aceptas… -jadeo Gaby tratando de ser fuerte. –También entenderé si…
-¿Si que, ángel? ¿Te dejo?- presiono Haruhiko antes de tomar con algo de violencia su barbilla y obligar el contacto visual. -¿Tan poco crees que te amo? ¿Crees que odio a mi hijo que esperas?
-Haruhiko…
-Tendremos que ser muy fuertes, Gaby… Tienes que saber que en cualquier momento… que en cualquier momento lo podemos perder… -termino con inquietud. –Que si la situación lo requiere… veré primero por ti… Pero pasaremos esto juntos. ¿Me escuchaste? No solo tú eres su padre, también lo soy yo… Y eres tú la persona que más amo y la única que no me puedo plantear el perder, ¿sí?
-Si…
Haruhiko abrazo más cerca a Gaby mientras esperaban los resultados finales para que le dieran el alta al Chaton. Ambos en la pequeña cama estándar solo lograban que el íntimo contacto fuera aun mayor mientras trataban de no pensar mucho sobre el futuro que tendrían adelante al salir del hospital.
Dada la gran adrenalina del día, Gaby no había dormido aun. Haruhiko en parte lo agradeció mientras sentía las sutiles y distraídas caricias del Chaton en su pecho donde termino apoyando gran parte de su cuerpo ligero.
La tranquilidad y noticia de su paternidad inevitablemente hicieron que Haruhiko pensara en su propio padre, como afectaría su decisión y la propia idea de cómo él criaría a ese inestable niño, que como dijo Gaby, nacería sin derechos, con probables problemas de salud y algún rastro de la pasada vida de Gaby…
Por primera vez en mucho tiempo, Haruhiko compadeció las muchas decisión que su padre llego a tomar con ellos, aunque el sentimiento fue muy breve recordando las recientes acciones del hombre.
Pero Haruhiko estaba muy lejos de ser el frio y cruel hombre que muchos pensaban… al menos con su ángel e hijo… ¡Y que extraño sonaba eso ahora que lo decía en su mente!
-Gaby… creo que pronto vas a tener que conocer a mi familia si queremos continuar formalmente con esto…
-¿Tu familia?- susurro Gaby levantando su rostro para verlo. Sus hermosos zafiros destellando con curiosidad y miedo.
-Aunque en este momento solo estoy pensando en una persona en específico…
-¿Tu padre?- sonrió tensamente. Haruhiko asintio con pesar acariciando las orejas rubias atentas a su voz.
-Él quería que formara una familia, por eso propuso a esa mujer para que me casara. Sé que en el fondo él solo quiere mi felicidad… -Esperaba Haruhiko.
-¿Y estará de acuerdo?- rio nervioso Gaby apretando un poco su camisa en un tembloroso puño.
-Solo le comunicaremos… -negó Haruhiko seriamente.
-No eres cercano a tu familia, ¿cierto?- cuestiono triste Gaby sin verlo. –Recuerdo que cuando me desperté en tu departamento la primera vez negabas todo contacto con él con Hanata-san… Tampoco recuerdo que estuvieras en contacto con él durante el viaje…
-Espera… ¿Estabas despierto esa vez?- se sorprendió Haruhiko recordando vagamente esa lejana vez.
-No cambies el tema… -gruño en puchero el pequeño dándole un ligero golpe en su pecho. Haruhiko sonrió levemente.
-Nunca he tenido buena relación con ningún integrante de mi familia…
-¿Tu madre?
-Murió cuando iba en el instituto… -ofreció Haruhiko sin tristeza.
-L-lo siento…
-No te preocupes, ángel. Ella era una mujer muy peculiar que pasaba muy poco tiempo conmigo, así que con su muerte no cambio mucho… -Haruhiko paro sus mentiras y decidía decirle la verdad con quien pasaría el resto de su vida. –Miento… Ella era la amante de mi padre y un día termino embarazada de mí. Mi padre la apoyo económicamente y oculto todo a su esposa hasta que mi madre falleció y tuvo que encargarse de mí y llevarme a su casa con su familia legal.
-¿Te acepto ella?
-No lo sé en realidad… Ella tampoco pasaba mucho tiempo en casa… Unos años después solo huyo a otro mundo con su amante y se divorció.
-Mencionaste una familia legal…
-Tengo un medio hermano menor por dos años. Es escritor… y tiene un Chaton- añadió con un poco de ironía. –No solemos llevarnos bien cuando nos encontramos. Muchas malas experiencias y reproches mutuos…
-Por alguna razón los imagino muy diferentes… -susurro triste Gaby después de un tiempo en silencio.
-Lo somos. Él siempre hizo de su vida lo que quería, sumergido en su mente y anhelos. Cuando su cuidadora murió y se enteró de la noticia se separó de la familia. Hizo su destino y nunca pidió nada… Dejo cualquier responsabilidad en mis manos… -susurro aun un poco resentido con el mimado hombre.
-Pudiste hacer lo mismo, Haruhiko… -negó Gaby sonando cansado.
-No, Gaby… Soy el mayor, tengo muchas responsabilidades que no puedo ignorar. Tengo que hacer lo que me pide mi padre y ayudarlo en la compañía.
-¿Y tu felicidad en donde queda en todo eso?- pregunto reprobatorio el chico, apoyándose en su pecho para mirarlo. –Me quedaría callado si me dijeras que te gusta, pero puedo escuchar la amargura en tu tono. No hablas así de tus obligaciones en tu empresa a pesar de que claramente a veces tienes dificultades.
-Eres muy agudo- rio en voz baja Haruhiko realmente impresionado.
-Que te obliguen a algo que no quieres es muy doloroso, Haruhiko… Lo se… -susurro con pesar Gaby. –Nadie debería ser presionado a nada por ningún motivo. No dudo que tu padre te quiera, después de todo es tu sangre… pero la manera en que se impone pensando que es lo correcto esta mal… Tú y todo el mundo tiene derecho a equivocarse y decidir cuando quiere hacerlo…
Haruhiko brevemente recordo a Mizuki, su reacción al enterarse de lo cerca que estuvo su esposa al ser obligada…
-Mi padre siempre ha impuesto mi vida y yo lo deje. La verdad casi nunca me importo… Ahora es diferente, Gaby. Se lo que quiero y me hace feliz. Luchare por eso, por ti y por él… -termino acariciando un poco la cuna de su hijo. Gaby sonrió conmovido y algo nervioso con el gesto.
-Él no me aceptara… -negó lo evidente Gaby con una triste sonrisa.
-No me importa. No te dejare por nada que él diga. Hice por mucho tiempo todo lo que dijo, al pie de la letra hasta que logre sentirme asfixiado y sin esperanza de ser feliz. Solo deseaba dejar de ser el hijo de la amante, el heredero de la empresa universal Usami… Solo quería ser tan libre y feliz como parecía mi hermano e hice lo que creí prudente. No más. Te conocí y pasamos muchas cosas, Gaby. No renunciare a eso…
-¡Eres tan directo!- exclamo lloroso Gaby ocultando su abochornada expresión.
Haruhiko sonrió tranquilamente mientras se agachaba a rosar esos labios que le mostraron todo por lo que siempre busco. Claro, no había pensado en todo ese desenlace, pero no le huía.
El doctor regreso rompiendo la emotiva atmosfera y les dio el más largo y serio protocolo a seguir, sin embargo ambos dieron su más completo compromiso en hacer que todo saliera bien. Ahora ya no solo estaba pensando su futuro y sentimientos, sino también el de un pequeño que confiaba en ellos por la mejor decisión.
Un fresco día con el sol a momentos oculto por las nubes circulares. Tranquilo y apetecible, perfecto para un paseo. Eso pensó Gaby y Haruhiko cuando salieron del hospital y se encontraron cerca un silencioso parque.
Si Haruhiko no recordaba mal, esa era su primera vez paseando tan despreocupadamente. Con toda seguridad, tomado de la mano a su amante y planeando futuras acciones a tomar, aunque ninguna plenamente desarrollada por las fuertes advertencias del doctor.
Haruhiko permaneció tranquilamente escuchando la charla dulce de su Chaton, sus nervios y diversos pensamientos calmados por esa dulce voz que ahora poseía el padre de su hijo… Aun era extraño eso.
Sus dudas continuaban y un pequeño pánico por el futuro tomaba fuerza, pero Haruhiko se obligó a pensar lógicamente, sabiendo que no estaban solos en la situación y tenían personas con las cual contar. Que existía la pequeña posibilidad de que todo saliera bien, que en un futuro no tan lejano ellos estarían caminado por ese mismo camino sin preocupaciones y disfrutando de una infantil y dulce sonrisa.
Haruhiko esperaba desesperadamente que su hijo heredara esa musical voz y hermosa sonrisa de un ángel.
Gaby de repente paro de hablar y miro los columpios de una sección olvidada del parque. El juego era adoptado de otro mundo, pero Celes puso parte de él al hacer ciertas modificaciones al asiento. Ese por ejemplo, nunca caería al ser reforzado en sus agarres de bellos colores para agradecer la vista.
-¿Gaby?- pregunto Haruhiko al verlo ausente. El hombre miro en la dirección de su Chaton y sonrió mentalmente. -¿Quieres subir?
Gaby se sonrojo y aparto su mirada, avergonzado de ser descubierto viendo. Recordando como Haruhiko termino por decidir ser sincero con su pasado y ver por su bienestar, y sabiendo que debía corresponder de la misma manera, Gaby confeso con voz lenta.
-Nunca he subido a uno antes, pero si se sobre ellos… así que pensé…
-Oh… -Haruhiko exclamo cuando un pensamiento extraña acudió a él. –Yo tampoco he jugado con eso… -informo tranquilo, tomando la mano del menor. –No deberíamos desaprovechar la oportunidad…
-¡¿Eh?!
Gaby entro en pánico cuando Haruhiko lo guio a los columpios solitarios que esperaba que alguien los usara.
-No te preocupes por las apariencias, ángel. De todos modos no hay nadie.
-¡Pero…!- Gaby se mordió su labio sin poder terminar. ¿Es que su dueño no se daba cuenta de lo vergonzoso de que subieran a un columpio, se balancearan y se divirtieran, todo por primera vez, a su edad?
Haruhiko inmerso en hacer feliz y distraer a su Chaton solo lo ayudo a sentarse, asegurándose de su seguridad antes de ir atrás de él y empujarlo levemente como alguna vez vio que hacían con los niños que montaban.
Gaby al principio se veía tenso y un poco asustado de la altura que alcanzaba poco a poco, pero tiempo después se encontró impulsándose solo y soltando pequeñas risas cuando el viento movía sus orejitas y su larga colita trataba de tocar a Haruhiko con cada impulso, haciendo reír también al hombre.
Ellos pasaron varios minutos divirtiéndose sin poner atención a eso hasta que Haruhiko se cansó de hacerlo y se sentó en el asiento contiguo, viendo al sonriente Chaton haciendo todo el trabajo por sí solo, disfrutando el viento que acariciaba con suavidad su rostro y movía su cabello, llevándose con él la fragancia distintiva del bello ángel ilusionado que se mecía libre de preocupaciones.
Haruhiko deseo tanto mantener siempre esa sonrisa y expresión en tan bello rostro.
-Tienes que comer algo, Gaby… -llamo Haruhiko poco tiempo después. El chico le miro un poco suplicante antes de asentir y disminuir su avance. Con pesar poco después le acompaño y abandonaron el espacio de juego tomados de la mano.
Gaby distraídamente pensó lo mismo que Haruhiko sin saberlo. Él no privaría a su futuro hijo de las pequeñas cosas que le podrían hacer feliz sin importar lo que fuera…