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¿Salvando o siendo salvado por un Chaton? por christalchii268

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Notas del capitulo:

Ay las cosas que suceden. Entre que sali de vacaciones, trato de relajarme e incluso tiembla en mi pais, yo solo no habia subido actualizacion. ¡Lo siento!

Aprovecho rapido para decirles que este fic es basicamente una serie de sucesos rapidos, mas porque asi suceden mas que yo quiera darme prisa xD

A estos tortolos se les acabo el tiempo. Ya entenderan ;)

A leer~

 

Capítulo 17:

El fresco viento le acaricio el rostro mientras miraba la lejanía desde el alto lugar en donde se ubicaba su hogar. Y si, aquel departamento que en un principio creyó un cuento de hadas, después un estéril lugar, ahora era su casa. En el habitaba la persona que más amaba con todo su corazón. El otro se encontraba en su vientre.

>>Estas muy energético hoy, pequeño. Todo está bien, así que tranquilízate, por favor<< Pidió con suavidad en su mente, siguiendo el cálido enlace. Inmediatamente después los pequeños e inquietos aleteos en su interior pararon.

En solo una hora comenzaría el primer juicio por los Chaton. En cualquier lugar al que fuera o mirara no se hablaba de otra cosa. Incluso si un mundo hubiese explotado recién y el buscado Kenyon Less fuera arrestado, las noticias no fueron muy detalladas al respecto, más enfocados en el primer gran conflicto interno del utópico mundo de Celes.

Pero Gaby lo sabía, como no hacerlo. Haruhiko, Hanata y Doumeki fueron llamados a testificar cuando el despreocupado ex científico fue encontrado por la Policía Especial de Celes. Ahora, la condena del hombre era tan grande que quizás se necesitaría de una eternidad para cumplirla… sin embargo todo era una vil mentira. Gaby con la triste realidad de la familiaridad con ese ser, vio en sus ojos un plan que aun no podía descifrar pero lo asustaba.

Por más que todos se quisieran engañar, Kenyon Less no fue encontrado y arrestado, él mismo se dejó encontrar por alguna desconocida razón.

El Profesor siempre planeaba algo. Había bien logrado ocultarse por varios años, y Gaby sospechaba que su estado de concepción fue el detonante para que se hiciera ver y estar provisionalmente en el mismo mundo que él. Su Amo Original quería estudiar a Gaby en su embarazo.

>>¡He dicho que pares!<< Grito en su mente, estremeciéndose. Su bebé paro de golpe, haciéndole daño a Gaby. >>Perdón, perdón, perdón… No quise gritarte… Sé que te preocupas, pero debes confiar en tus padres, amor. Te protegeremos. No dejare que él te tenga, hijo. Daré mi vida por protegerte, así que no te preocupes y solo desarróllate tranquilamente, ¿sí? Tu papi no estará muy feliz si te enfermas, cariño…<<

-¡¡Gaby!!- exclamo preocupado el mencionado hombre, corriendo hasta arrodillarse al lado de Gaby, que en su desplante termino recostado en la terraza. -¿Te encuentras bien?

-Lo estoy… Disculpa… -Gaby sonrió como pudo y sintiéndose vulnerable se aferró a Haruhiko.

-Ángel…

-Tengo mucho miedo, Haruhiko. Tengo miedo… -susurro débilmente, aun sujetándose con su vida.

Haruhiko guardo silencio, abrazándolo más fuerte, escondiendo el húmedo rostro de Gaby en su cuello, repartiendo suaves caricias con sus manos y dejando caer un gentil beso entre sus caídas orejitas rubias.

-Yo estoy aquí. Nada te sucederá. Ese hombre esta en la cárcel más segura de Celes, ángel. Solo están esperando a que todas las victimas declaren para trasladarlo. No estará aquí para siempre y no tendrás que verlo nunca más, Gaby. Estas a salvo. Nuestro hijo también.

Gaby solo asintió desesperado, pegándose casi dolorosamente a Haruhiko, a su única ancla. La persona que más amaba y le correspondía. Su recompensa por su sufrimiento.

-¿Estas mejor? Si deseas podemos quedarnos…

-No. Estoy bien… -Gaby se reincorporo, moviendo nervioso su larga colita de Chaton. –Por favor, Haruhiko… -pidió, viendo la duda en sus ojos.

-De acuerdo… -cedió con un suspiro. –Solo tenlo en cuenta, ¿sí? De cualquier modo estaremos involucrados con todo el movimiento. Si te encuentras indispuesto…

-Quiero ir- dijo más firme, sosteniendo con sus dos manos su vientre con vida. –Debo hacerlo, Haruhiko, si no… no sentiré que merezca la libertad.

El hombre evidentemente iba a replicar, pero al final desistió. Parándose también, tomo con suavidad su rostro y beso su boca en una tierna caricia breve.

-Solo te pido no te esfuerces demasiado…

-Tratare… -suspiro enamorado Gaby. -¿Te he dicho que te amo?- pregunto inesperadamente, incluso él sorprendiéndose. Haruhiko permaneció un rato estoico, paralizado solo mirándolo en blanco.

-Hoy no… -termino por decir con voz baja. –Yo también te amo, ángel. Y a nuestro hijo… -añadió en una pequeña sonrisa, acariciando sutilmente su estómago. Gaby lagrimeo.

¿Cómo había tenido tanta suerte de terminar de esa especial manera?

Sin decir nada volvió a abrazarse a Haruhiko, descansando su mejilla en el cálido pecho. La fresca tarde entrando sin impedimento en el departamento mientras ellos disfrutaban y apreciaban el pequeño momento que sabían escasearía en el futuro, mas en los próximos minutos.

 

 

Mirara donde lo hiciera, Gaby solo veía a reporteros, periodistas, encargados diversos de llevar a varios lugares la importante noticia que se desarrollaba en elTribunal Supremo. En el aire se notaba la expectación y nerviosismo. Más de lo que se dejaba ver estaba en juego ese día.

Gaby se dejó guiar de la mano por los amplios pasillos del recinto, viendo de vez en cuando al silencioso Haruhiko, aun pensando en la locura de que si todo salía bien en ese lugar, Gaby se casaría con ese hombre.

Una tonta sonrisa apareció en sus labios, mirando abochornado el piso.

Había sido tan inesperado y evidente la propuesta que ese día, después de que Haruhiko lo propuso, sin más Gaby acepto. Fue después que él entro momentáneamente en crisis, por fin dando en eso. Ahora ya era demasiado tarde. Tampoco era que Gaby quisiera lo contrario.

La promesa de tener una vida libre y pena era tan surrealista que Gaby no sabía que pensar incluso aunque estaba en frente de uno de los días decisivos.

-¿Que haces aquí?- hablo alguien unos metros adelante, justo cuando Haruhiko paro de golpe. Gaby levanto la mirada curioso, viendo al hermano de Haruhiko mirar derrotado a un hombre apuesto de anteojos y mirada tristemente desesperada. Un sentimiento extraño de empatía creció en Gaby al mirarlo.

-Tu pequeña aventura alcanzo a Moonless, donde aún continuo trabajando. Yo solo quería venir y... –se detuvo el extraño, apartando la mirada nervioso.

-¿Y qué?- apremio el escritor. Gaby se sobresaltó cuando Haruhiko camino hacia ellos, hablando al mismo tiempo.

-Te quiere ayudar en el caso, ¿no es evidente?- dijo, sonando prepotente. Gaby conociéndolo un poco sabía que estaba tenso por el encuentro, contagiándolo a él. Gaby solo pudo sonreír nerviosamente, manteniéndose al margen.

-¿Haruhiko?- pregunto sorprendido el hombre, pero Haruhiko solo saludo con un gesto al otro anonado chico que lo miraba.

-Hola- mascullo Haruhiko en su dirección, acercando más a Gaby de la mano cuando el extraño lo vio, inevitablemente dirigiendo su atención al agarre posesivo.

-¿Qué haces tú aquí?- pregunto el chico, levantando una cretina ceja. La empatía de Gaby se fue al carajo con el gesto. ¿Quién se creía el tipo?

-Lo mismo que tú, pero por diferente razón...

Y ahora Haruhiko también…

Gaby olvidándose de todo le dio un golpe en la cabeza a Haruhiko, molesto por cómo estaba manejando la situación incluso si sabía que el hombre quería llevar bien las cosas para que nada se complicara en el caso.

¡Solo Haruhiko debía de dejar de actuar tan infantil y enfrentar a su hermano!

-¡No seas tan grosero, Haruhiko!- le grito, cruzándose de brazos después. Haruhiko solo se llevó una mano al lugar golpeado.

-Discúlpame... –gruño con sus dientes apretados antes de alejarse un poco hacia su hermano, murmurando por lo bajo.

-¿Todo bien?- pregunto el hombre en traje caro, claramente divertido.

-Toma- extendió Haruhiko un paquete de hojas, su mirada decidida.

-¿Y es?- pregunto el escritor viendo las hojas. Abriéndolo, su rostro mostro sorpresa. -¿Cómo...?

-Mi prometido, Gaby, no se fue de su anterior Amo Original sin llevarse algo con él... –anuncio sin más Haruhiko, sonrojando furiosamente a Gaby que jadeo sin aliento.

-¡¿“Prometido”?!- se sorprendió el extraño tanto como Gaby.

Apartando la mirada, él solo entro en pánico silencioso.

¡Maldito Haruhiko y sus inesperados desplantes! Ahora sin la menor preocupación fue presentado formalmente como su prometido. ¡¡Y ni siquiera le había preguntado, el bastardo!!

-Gracias por todo... -dijo Usami Akihiko sin aliento a Gaby, sacándolo efectivamente de su paranoia. Su mirada amatista afectada lo puso aun más nervioso.

-¿Y-yo?- tartamudeo débil.

-Si, por haber cambiado a mí hermano... –dijo y sonrió amablemente en dirección de Haruhiko, algo diciéndole que no era común que el hombre hiciera eso. El hombre extraño y completamente ignorado por Gaby le dio la razón, graznando con toda la confusión y paranoia que tenia Gaby.

-¡¿Es que acaso estoy soñando?!- grito. El escritor pareció llegar a su límite y rio histéricamente hasta que termino apoyado en una de las paredes del pasillo. ¿Qué demonio?

-¡Sensei!

-¡Usami!- llegaron gritando varias personas más, viendo a todos. Gaby por instinto alcanzo a Haruhiko y tomo su mano, escondiéndose parcialmente atrás de él.

-¿Q-que...?

-¡¿Usami Haruhiko?!- preguntaron varios sorprendidos.

-¿Esta bien, sensei?- pregunto una bella mujer pelirroja al escritor aun riendo, ahora apoyado en la puerta a su espalda.

Gaby sin saber que rayos sucedía solo rio nerviosamente, un poco afectado por la tonta situación. Algunos Chaton más en el lugar también le siguieron, mientras muchos otros veían preocupados al escritor y murmuraban para sí.

-¿Todo bien aquí?- pregunto otra persona, esta vez un policía de la corte, mirándolos sospechando.

-Estamos bien- respondió otro hombre. Gaby perdió su aliento, viendo al más impresionante y bello ser sonriendo. -Está teniendo una pequeña crisis, realmente necesaria. No se preocupe- informo, desestimando con una pálida mano.

Gaby permaneció quieto viendo al abogado Kazuhiko Inoue hablando con el policía. Su cabello estaba amarrado hábilmente y su ropa era formal, de alguna manera viéndose extraño en el hombre. En su cabeza, Gaby imaginaba al chico con una larga túnica blanca ligera, una gran corona de hojas y orejas puntiagudas.

¡Ese chico parecía un Duende del Bosque!

Recordando a un chico de esa especie que conoció en su estadía con el Profesor, Gaby lo observo insanamente estático hasta que el abogado lo miro extrañado. Avergonzado, Gaby desvió la mirada, muy tarde recordando que de todos modos hablaría con el hombre.

Mientras varias personas se adelantaron y ayudaron al escritor más calmado, Gaby se mordió el labio inferior, acariciando distraídamente su brazalete electrónico, donde una copia segura de los archivos que Ayase les dejo se encontraba.

La imagen mental del pequeño Chaton Jonathan no dejaba sus pensamientos. El chico era su principal motivo por la cual suplico a Haruhiko ir ese día.

Los perfiles e historiales de todos los involucrados en el juicio ayudaron a Haruhiko y Gaby a involucrarse más en todo el proceso incluso si aun no hablaban con los protagonistas. La atención completa de Gaby siempre estuvo en el archivo personal de aquel Chaton que era cercano al profesor y abogado que lo miraba con cierto brillo en sus ojos.

Tras una respiración profunda, Gaby se centró en la conversación rápida que Haruhiko tuvo con las otras personas. Al final, los otros se fueron por su lado para ir a la corte y ellos se dirigieron a una de las salas especiales, en las cuales varias pantallas mostraban en tiempo real el proceso de las diversas cortes.

Acomodándose enfrente de una inusualmente amplia pantalla, Gaby y Haruhiko permanecieron viendo el primer juicio por los Chaton desarrollándose con facilidad, demostrando lo muy bien preparados que estaban todos.

Conforme las cámaras especiales del Tribunal mostraban las imágenes de los involucrados, Gaby fue reconociéndolos por la información que su hermano les había proporcionado, y que a su vez, Kanou le dio a él.

Del único que aun no conocía ni siquiera el nombre era el extraño que encontraron al principio con el escritor Akihiko.

-Mmm, ¿Haruhiko?- llamo nervioso caminando con él al final del juicio, reuniéndose con los demás.

-Dime.

-¿Quién era el hombre que estaba con tu hermano?

-¿Keiichi?- susurro, notándose un poco amargo. –Es amigo de Akihiko. Nosotros… coincidimos hace tiempo… -dijo vagamente, irónicamente en el momento en que dicho hombre aparecía enfrente de ellos.

-Vine desde la Estación por Aparición. ¿Me llevas al departamento de Eiri?- pregunto, viéndose como que desearía cualquier cosa menos eso. También se notaba culpable e incómodo mientras evitaba a Gaby.

-¿No hay nadie más?- gruño entre dientes Haruhiko, pero aun así no opuso nada mientras los tres se dirigían al Maybach Exelero. Por simple costumbre, dejo y ayudo a Gaby a meterse primero. Justo cuando él le dio pase al asiento extra de aparición controlada del auto, el hombre susurro para Haruhiko, Gaby alcanzando a escuchar por sus singularidades de Chaton.

-Sé que nosotros tampoco terminamos bien, Haruhiko. Pero por hoy…

-No hubo un ‘nosotros’- gruño de vuelta Haruhiko, mirando de reojo a Gaby con cuidado. Él fingió no darse cuenta del intercambio.

-Igual que Akihiko… ¿eh?- rio amargo y triste el hombre. –Tienes razón, nunca hubo nada más que un acoston. Afortunadamente…

Haruhiko miro colérico al chico que sin más se metió al automóvil. Poco después, y en completo tenso e incómodo silencio siguieron a la caravana de carros enfrente de ellos, con algunas patrullas protegiéndolos.

-Soy Gabriel Summers, por cierto… -se presentó amargo Gaby, volteándose parcialmente en el asiento para ver al sorprendido hombre.

-Lo sé. Eres el nuevo Chaton de Haruhiko, ¿no? Sumi Keiichi- también se presentó, viendo rápido de reojo al malhumorado Haruhiko. –Soy editor y vivo en Moonless- añadió, casi como si hablara con Haruhiko. Efectivamente, este bufo y apretó más el volante.

-¿Por fin decidiste vivir en un lugar estable?

-Aunque lo digas con ese tono… -suspiro cansado el hombre, viéndose derrotado. –Tengo licencia sin límite. Si tu pregunta es si me quedare en Celes…

-No me importa- corto Haruhiko, viéndose tan fríamente que paralizo a Gaby. –Solo no te metas.

-¡No seas imbécil, Haruhiko!- exploto por fin el editor, estrellando su puño en el sillón de cuero. -¿Por quién demonios me tomas, bastardo? ¿Crees que iré y anunciare tu pequeño secretito?

-¡¡Gaby no es ningún secretito!!- vocifero Haruhiko, desviándose un poco de su conducción.

¿Desde cuando empezaron a hablar de Gaby sin que él se enterara?

-Oh, claro. Tan malditamente seguro estas de eso. No creas que porque he estado lejos no me he enterado de todo…

-Cierra tu maldita boca, Keiichi. No sabes nada…

-¡Y tú tampoco, joder! ¿Cómo…? ¡¿Cómo pudiste hijo de puta decirle a Isaka…?!

-¡¡Yo no dije ni una maldita cosa!!- corto Haruhiko perdiendo su compostura normalmente tranquila.

-¡¿Y entonces como lo explicas?!

-¡Tú y esos dos no fueron los más cuidadosos! ¡¿Por qué crees que la prensa se enteró?!

-Cállate, Haruhiko… -mascullo amenazadoramente, pero él no atendió. Estacionándose junto con los demás autos, inesperadamente ambos furiosos salieron.

-¡Yo no dije una mierda, y lo sabes!

-¡Y un carajo! Eras la puta de Isaka-san.

-¡Ambos, ya basta!- intervino Akihiko corriendo para separarlos. –Aquí no es el lugar…

-¡Yo no me voy a tragar la mierda de este imbécil, Akihiko!- gruño el editor, señalando con odio a Haruhiko.

-¡¿Qué dijiste, imbécil?! ¡¡Vuélvelo a decir!!- provoco Haruhiko. Ambos luchando por acercarse al otro cuando eran detenidos por dos hombres cada uno.

-¡Ya basta!- grito la editora del escritor Akihiko, que Gaby ya había reconocido. –Ambos, ya basta. No harán estupideces en la entrada de mi edificio. Si quieren seguir su idiotez, les recomiendo que mínimo entren a la maldita casa- gruño colérica, señalando la entrada.

-Suéltame- bufo Haruhiko a su hermano, soltándose de un violento golpe. Pareciendo volver a si, miro a Gaby, al igual que muchos otros. –Gaby… -llamo lentamente Haruhiko, pero él solo negó.

-Tranquilízate… -solo dijo Gaby, entrando solo si en verdad saber dónde estaba o a donde iba. El conocimiento de que Haruhiko peleaba con su anterior amante, al parecer de una sola noche, seguía dándole vueltas, incapaz de permanecer más tiempo ahí.

Inmediatamente tres personas lo alcanzaron sin decir nada. Haruhiko y el editor que se presentó como Sumi se quedaron atrás, Gaby sin darles otra mirada. Su estómago se quería poner rebelde por la idea de ambos juntos.

-Disculpe… ¿puedo usar su baño?- pregunto Gaby a la triste y nerviosa editora. Ella lo vio indecisa, pareciendo querer decir algo, pero al final solo suspiro.

-Al fondo de ese pasillo a la derecha- indico. Gaby reverencio por costumbre y se retiró a tiempo para vomitar. Si era por su embarazo o por otra cosa no lo sabía.

Gritos volvieron a sonar y él solo permaneció quieto en el frio baño, abrazándose a sí mismo.

Que tonto, creer ingenuamente que Haruhiko no tenia pasado y que Gaby fue su único amante. No debía sorprenderle, después de todo él mismo no llego virgen a su cama, aunque por otras circunstancias. Solo le quedaba la ilusión de que Haruhiko solo pensara en él y su hijo… Aunque pensando en eso, no era como que Haruhiko le tuviera aprecio al editor, estaban discutiendo a voz de cuello.

Más tranquilo, pero aun mareado, Gaby se levantó y limpio su boca con agua de la llave, a falta de su medicamento. Su hijo se removía nerviosamente, pero Gaby concentrado en solo llegar a Haruhiko lo ignoro. Un sentimiento de desesperación inundándolo por llegar al lado de su pareja.

Cuando salió y regreso a la sala, se encontró con los hombres aun discutiendo. Por alguna razón los demás presentes no parecían preocupados, si no tristes, para su sorpresa. El abogado que tanto había fascinado a Gaby, junto con el amigo de este, sostenían a los hombres para que no llegaran a los golpes.

Parando al lado del escritor Akihiko, Gaby suspiro y se rodeó con sus brazos, viendo a Haruhiko enojado sin saber que pensar.

Él nunca se había mostrado así jamás a Gaby, y aunque era algo para ser feliz, Gaby se sentía un poco celoso de que ese gesto fuera dirigido al extraño.

-Nunca pensé que lo vería así... -murmuro para sí, sumido en pensamientos y reproches.

¡Haruhiko no debía mostrarse así ante nadie! Solo debía ser tan familiar con él…

Un dolor agudo y penetrante en su estómago logro que Gaby se sujetara con fuerza su vientre. Un calor abrazador anormal se extendió por todo su cuerpo, nublándole los sentidos. El siempre cálido y tranquilo enlace mental con su hijo se llenó de dolor y desesperación, creando en su mente la imagen de su pequeño pidiendo ayuda llorando.

-¡H-Haruhiko!- gimió en terror Gaby, tambaleándose con los ojos cerrados. Lejanamente sintió que alguien lo sostuvo antes de caer al suelo, aunque el dolor solo continuo intensificándose.

-¡Gaby!- llamo Haruhiko, aunque para él sonó con eco su voz. -¿Estas bien? ¿Él bebe está bien?- pregunto con inquietud, ayudándolo a acostarse en el piso.

Gaby quiso responder, pero el dolor solo aumento hasta que no pudo centrarse en nada más que eso. Con pánico noto débil su unión a su bebé, y su cuerpo parecía volverse ligero en extremo, todo el malestar y peligro solo centrándose en su vientre, donde punzadas constantes y fuertes le hicieron empezar a quejarse apretando más su vientre.

En su cabeza aturdida y repleta de dolor, lejanamente escucho voces y sintió manos alejando las suyas propias de su bebé, pero tan inmerso estaba que no le importo encogerse, peleando con quien lo estuviera sujetando. ¡¿No entendían que dolía un demonio y temía por su hijo?!

Sus esfuerzos fueron inútiles cuando su cuerpo fue sujetado con fuerza en su lugar. Tal parecía que el movimiento añadía dolor, así que cuando Gaby paro el dolor disminuyo solo un poco aunque aún le hacia quejarse y sentirse morir. Ninguna de las golpizas o castigos que el Profesor con anterioridad le dio parecía acercarse al dolor físico y emocional que sentía en ese momento.

Gaby intento ponerse en contacto con su hijo, tratar de consolar el sufrimiento que sentía en él, pero entrando en más contacto dio con que era precisamente su hijo el que tenía el dolor y lo influía en Gaby, por lo tanto el enlace que compartían estaba lleno del dolor. Aferrarse al enlace solo logro que Gaby reprimiera un grito de sufrimiento.

Inesperadamente, un suave y cálido tacto paro por unos segundos la sofocante serie de puntuadas en su interior. Gaby con mucho esfuerzo jadeo abriendo sus ojos levemente.

-Amor... -susurro con miedo a Haruhiko, mirándolo desesperado, intentando suplicarle que hiciera algo por su hijo.

-Muevan las manos en pequeños círculos sin quitarlas... –dijo alguien con amabilidad. Gaby sin dejar de ver a Haruhiko solo sintió como el dolor retrocedió con una velocidad asombrosa. Haruhiko tomo su mano y la entrelazo con la suya, acariciando su vientre inesperadamente descubierto.

Aun jadeando y asustado, Gaby termino llorando, acercándose por mas alivio a su pareja, que era el único que aliviaba el dolor por completo.

-Ya, mi Chaton... -consoló él, abrazándolo con cuidado. -Nuestro pequeño estará bien. Seguro sospecha que están pasando muchas cosas a nuestro alrededor y está nervioso...

Gaby solo asintió desesperado, dejando que Haruhiko lo cargara y se sentara en un sillón de doble plaza, sentándolo en su regazo sin dejar de acariciar su estómago. Viendo que de esa manera ya no dolía nada y Gaby podía tranquilizarse, él no dijo nada, viendo como los demás involucrados en el juicio por los Chaton hablaban y discutían, ignorándolos a ambos. Poco después el ruido paro y la dueña de la casa les ofreció su habitación para que Gaby descansara un momento. Un hombre de preocupada mirada los siguió.

-Gracias por su ayuda… El doctor de Gaby llegara en breve… -comunico Haruhiko al extraño, que ignorando la despedida discreta en lo dicho, se acercó a Gaby y le extendió un vaso con liquido dorado.

-Te ayudara para que tu cabeza se despeje. Necesitas relajarte- solo le dijo el hombre. Gaby miro de reojo a Haruhiko, nervioso.

-Es doctor- asintió Haruhiko. Gaby aun reticente bebió el contenido lentamente.

-¿Les molesta que haga una revisión rápida? Sé que vuestro doctor se reunirá pronto con ustedes, pero no me sentiré tranquilo hasta ver que te encuentras en mejor estado, joven… -pidió el doctor de mirada amable y rodeada de algunas arrugas de edad.

-Yo no creo que… -empezó Haruhiko, pero Gaby solo sonrió nervioso y asintió.

-Gracias…

Haruhiko le dio una mirada, pero Gaby simplemente lo ignoro. Tal vez enojado o frustrado, Haruhiko dejo la habitación poco después sin decir palabra, inmediatamente después el doctor le sonrió igual de tenso que Gaby momentos antes.

-¿Tienen problemas?- pregunto en un tono suave. Gaby solo pudo suspirar y ver a lo lejos.

-Al parecer… -susurro, mordiendo el interior de su boca.

-Que complicado… -se quejó el hombre, reincorporándose de la cama donde Gaby estaba recostado y lo checaba con las diversas aplicaciones que su brazalete tenia y servían como suplemento de instrumentos médicos. –Normalmente no me involucro en la vida personal de las persona, pero…

-¿Pero?- apresuro Gaby sin tener la paciencia de siempre.

-Está afectando a tu bebé- sentencio el doctor firme.

-Lo supuse- rio amargo él, apretando sus dientes.

-Deben entender, ambos, que el enlace en el embarazo es bastante complejo y simple a la vez. Lo que sientes, piensas y haces, indirecta o directamente afecta al bebé. Su enlace es en las dos direcciones. Si tú tienes miedo o confusión, tu hijo también lo tendrá. Si tu hijo tiene dolor o algún sentimiento parecido, él inevitablemente lo compartirá contigo…

Gaby lo sabía, su doctor se lo había dicho desde el principio. Solo era increíblemente frustrante que sus propios siempre confusos sentimientos afectaran a su inocente hijo.

-¿No hay…? ¿No existe forma de bloquear eso…?- logro preguntar Gaby aprovechando la pausa del doctor. Este le miro intensamente antes de negar con pesar.

-Incluso aunque desees ocultarlo y te esfuerces por eso, tu hijo lo sentirá. Él tiene libre acceso a tu mente y corazón. No se puede cambiar… Como pareja que sospecho son, deben trabajar en conjunto para que vuestros problemas afecten en la menor medida al bebé…

-Ojala fuera tan fácil… -susurro Gaby, pensando en lo irónico que había sido la misma mañana en donde todo era tranquilo y no existía inquietud mayor que el inminente juicio.

El incómodo silencio fue interrumpido por el doctor de Gaby que recién llegaba. El hombre se veía agitado y recorrió desesperado la amplia y bella habitación hasta dar con Gaby y por último, con evidente sorpresa y respeto, en el otro doctor.

-¡Que sorpresa, señor mío!- exclamo, apresurándose a estrechar su mano. –Seguro no me recuerda…

-Colt Nicholas, por supuesto… -sonrió el buen doctor con esa amabilidad que empezaba a incomodar a Gaby.

-Un honor, doctor Kisa… Veo que conoció en preocupantes circunstancias a Gaby-san… -menciono lentamente, mirando por fin a Gaby.

-Lo hice. Kisa Shima… lamento no presentarme antes… -le dijo a Gaby con culpa.

-Gaby… -solo dijo él, removiéndose en la cama.

-Bien, Gaby-san. ¿Cuál fue el problema?

Mientras Gaby y el doctor Kisa se encargaban de explicarle el episodio al doctor y este examinaba a Gaby, él se encontró repetidamente viendo a la puerta, esperando en vano que Haruhiko entrara a la habitación. Sus pensamientos insolentes solo podían centrarse en que su pareja no regreso a su lado, tomando de su mano como siempre hacia cuando Gaby inevitablemente tenia consulta. Sabiendo que él odiaba el ambiente médico y solo su presencia lo tranquilizaba.

¿Qué estaba sucediendo en Haruhiko después de la aparición del editor con el que se mostraba tan libremente?

-¿Gaby?- llamo con preocupación su doctor, trayéndolo de regreso. -¿Estas bien? ¿Quieres que llame al señor?

-¡No!- exclamo con prisa Gaby, tensando su larga colita.

-De acuerdo… -tranquilizo el doctor, viéndose intrigado pero sin incursionar más. -¿Por qué no duermes un poco? Ayudará a que tu bebé se tranquilice también…

-Gracias… -asintió culpable, mirándolo sinceramente. -¿Puede sedarme?… -pidió en último momento, sabiendo que de otra manera no lograría nada. El doctor pareció querer decir algo, sin embargo una vez más callo y le dio el medicamento, ayudándolo a dormir en la cama de mullidas sabanas.

Sin tiempo para pensar o decir algo, Gaby se fue sumergiendo en un sueño ligero, viendo con apenas conciencia a Haruhiko por fin entrar y entregarle una profunda mirada de anhelo y preocupación… Seguro eso fue parte de su sueño.

 

 

-Me encargue de aclararle todo a Keiichi…  

Haruhiko levanto la mirada y vio a Akihiko acercarse a él. Apretando sus labios dejo de verlo y miro a Gaby a unos pocos metros hablando con el abogado Kazuhiko. Su preocupación por el estado de su ángel casi quemándolo.

-Tú también deberías aclararle todo a él… -señalo Akihiko, sentándose a su lado en la butaca de la abarrotada sala.

-Yo no le dije nada a Ryuuichirou sobre ustedes tres… -gruño sin poder evitarlo Haruhiko, viendo a su medio hermano suspirar cansado y afectado como nunca antes lo había visto.

-Lo sé, lo se… -desestimo con un débil tono apremiante. –Isaka mismo me lo aclaro después. La historia con la que se quedó Keiichi, e incluso Mitsu, fue que él sabía sobre nosotros tres. Nunca aclaro quien se lo dijo…

-Y como yo soy cercano a él, pensó que yo lo dije- escupió con rencor Haruhiko, mirando a través de la sala a Sumi antes de desviar una vez más su mirada a Gaby. Por el bien del abogado, era mejor que no molestara ni afectara demasiado a Gaby en su charla.

-No lo entiendo, Haruhiko. ¿Por qué te preocupa tanto lo que crea Keiichi?

Haruhiko fulmino con su mirada a Akihiko, recordando a ambos en el momento que en realidad su relación aun daba bastantes tropezones, pero por las circunstancias estaban dando lo mejor de ellos. Por lo mismo, Akihiko levanto una mano en signo de rendición.

-No importa. Solo espero y no sea mucho pedir que no se peleen de esa forma en la casa de mi editora…

Él prefirió no decir nada, ignorando parcialmente a Akihiko mientras se concentraba en su ángel, platicando casi a gusto con el llamativo hombre de largo y suelto cabello rubio.

Algo le decía a Haruhiko que Gaby frecuentaría al abogado incluso después del juicio.

-¿Cómo está el chico?- pregunto suavemente en un susurro Akihiko, recordándole a Haruhiko que el hombre aun no se iba de su lado.

-Bien… -solo dijo, tenso, nervioso, culpable… Había sido su completa y estúpida culpa la crisis en su prometido e hijo.

-Es sorprendente, ¿no? Como llegan a afectarte… -aclaro en un suspiro Akihiko, pareciendo lejano y herido. Su sufrimiento con esfuerzo retenido le acordó a Haruhiko que su hermano fue separado de su amante, por el que estaba haciendo grandes esfuerzos, poniendo en peligro incluso su vida.

El hombre tenía tanta razón que era molesto. Ambos, que en un pasado fueron inalcanzables y estoicos, ahora sufrían en algún grado de desesperación por proteger y amar a un Chaton, los dos con sus problemas pero entregándoles algo que ninguna persona podría alguna vez otorgarles.

Si, era sorprendente, sin embargo, al menos para Haruhiko, la situación era bienvenida si en todas las rutas se encontraba al lado de su ángel e hijo…

-Gracias… por intervenir antes… -dijo Haruhiko con esfuerzo, antes de perder valor. Akihiko le miro sorprendido sin entender, hasta que sus ojos cansados dieron con Gaby más adelante.

-Junto a Misaki aprendí aceptar que no siempre podría darle todo yo solo. Muchas veces tuve que recurrir a otros para brindarle felicidad, paz, seguridad… por mucho que me molestara. Lo más importante es él, no mi orgullo o pensamientos. Deduzco que en algún grado eso también se aplica a otras relaciones… -se encogió de hombros.

Mirándolo, Haruhiko visualizo al delgado y ausente chico de pocos años de edad, mirando absorto por la ventana en un cuarto oscuro. Se notaba perdido, asustado… necesitando el cuidado que solo honestos sentimientos podían ofrecer.

¿Haruhiko lucia igual cuando Gaby estaba en peligro?

Un pequeño grupo de personas se reunieron en el centro de la sala, hablando apremiantes con el otro abogado principal en el caso. Akihiko sin despedirse se apresuró a intervenir, viéndose poco después aliviado y ansioso mientras más hablaba su abogado. Haruhiko supo entonces que el Chaton que tanto amaba Akihiko le sería devuelto en breve. Sin poderlo evitar una pequeña sonrisa aprecio en su rostro con la noticia de su ‘cuñado’.

Haruhiko aun no podía ser el mejor amigo de Akihiko y bromear con él, pero sabía que su relación a la larga mejoraría. Gaby se lo había dicho y confiaba que tendría razón. Después de todo ya estaba cansado y agobiado de luchar con él, agredirlo siempre que lo veía… No quería que su hijo creciera en ese ambiente tan hostil.

Viendo minutos después a Gaby despedirse del abogado, Haruhiko decidió que tampoco deseaba que su hijo conviviera con un tenso ambiente incluso en su gestación. Él le aclararía todo a Gaby.

 

 

Mirando y disfrutando la tranquilidad de la noche, Gaby se acomodó mejor en el abrazo de Haruhiko que lo rodeaba con un brazo, el hombre apoyado sentado en la cabecera de la cama en su departamento con Gaby entre sus piernas. Los últimos rastros de su pequeño desacuerdo alejándose por la puerta.

-Entonces… -vago Gaby rompiendo el cómodo silencio. -¿Ya está todo mejor?

-Como estaba antes, supongo… -contesto lentamente Haruhiko, claramente pensando bien en la respuesta. –Keiichi y yo nunca nos llevamos del todo bien. Fue precisamente por eso que solo fue una vez…

Gaby evito removerse con incomodidad. La idea de que Haruhiko estuviera con alguien más aun le molestaba, pero él se encargó de aclararle todo por más frio que sonara. Después de todo, aquel encuentro entre ambos había sido así. Sin sentimientos. El editor enamorado del hermano de Haruhiko y este solo matando el tiempo en una solitaria noche que ambos terminaron en el departamento del otro hombre.

¡Que maldita y solitaria vida había tenido Haruhiko antes!

-¿Deseas que ya no lo frecuente?- pregunto Haruhiko, como siempre, dando con la inconformidad de Gaby. Él rio un poco, negando suavemente con la cabeza.

-Ya es pasado. Si dices que no significo nada, yo te creo.

-No lo hizo. Fue algo sin sentido. –Haruhiko beso su sien, bajando una de sus manos al vientre calmado de Gaby donde su bebé al parecer dormía. –Lamento lo de esta tarde, ángel…

-No… fue mi culpa, de hecho… -exhalo en culpabilidad. –Yo solo… te vi tan afectado y deje volar mi imaginación…

-Debí aclararte las cosas antes… -también susurro Haruhiko igual de resignado.

-¿Mitad y mitad de culpa?- sonrió Gaby, estirando su dedo meñique.

-Trato… -dijo Haruhiko, uniendo su correspondiente dedo, besando a Gaby lentamente, con cariño. Como siempre, derritiéndolo y transformando las más increíbles y grandes sensaciones en un placentero y dulce calor.

-¿Podemos dejar de pensar tanto y solo hablar?- gimoteo Gaby momento después de separarse.

-Tienes razón. Nuestro peor defecto es nunca hablar directamente…

-Te amo… y quiero que esto funcione.

-Lo hará, Gaby. Incluso en contra de todos…

A Gaby le gusto como sonó eso. Acomodándose cansado entre los fuertes y gentiles brazos se dejó seducir por el calor e ilusión de un reparador sueño.

-Me gustaría que siempre estuviéramos así… -susurro Haruhiko apretándolo fuerte antes de que Gaby por fin durmiera.

Dulces y tranquilos sueños llegaron a él. Su pequeño hijo sonriendo, jalando a su padre que suspiraba divertido, dejando que el energético Chaton lo guiara a un amplio claro cubierto de pasto. Gaby se encontraba ahí, mirándolos, sintiendo que todo estaba bien en la vida mientras ambos jugaban… Todo era perfecto.

-¡¡¿Y cuándo pretendías decirme, Haruhiko?!!

Gaby se sobresaltó asustado, despertando de golpe por el grito. Temiendo la vida de su amante, Gaby corrió y se levantó, ignorando las náuseas que siempre le asaltaban cuando despertaba.

La luz tenue del largo pasillo que se dirigía a la sala indicaba que era muy temprano en la mañana. Gaby podía adivinar que no había pasado mucho de que amaneció. ¿Quién le estaría gritando a Haruhiko tan temprano?

-¡No voy a bajar la voz! ¡¿Cómo esperas que reaccione, Haruhiko?!

-Ciertamente no gritando a las seis y media de la mañana en mi departamento, padre…

Oh Diosa… ¡¡¿El padre de Haruhiko estaba ahí?!!

Gaby paro en seco a unos pasos antes de llegar al barullo. Su mundo dio vuelta y se sostuvo a la pared antes de caer. La animosidad del mayor de los Usami era clara incluso a la distancia donde permaneció Gaby en su sorpresa.

El hombre de aspecto elegante, rico y de clase palideció en comparación a su traje negro y apariencia del mismo color. Su boca se abrió y cerró varias veces. Ni él ni Haruhiko dieron con Gaby escuchando a escondidas pues se miraban intensamente en silencio.

-¡¿Estas consiente de lo que hiciste, Haruhiko?! ¡¿Tienes… alguna idea de lo que hiciste?!

-Soy plenamente consciente. No hice nada malo… -susurro Haruhiko tranquilamente sin inmutarse.

-¡¡No hiciste nada malo!!- exclamo furioso Fuyuhiko, levantando con fuerza sus brazos. -¿Cómo rayos crees que cataloga el ocultarme a ese Chaton por más de cuatro años, Haruhiko?

-¡Yo no oculte a Gaby!- dijo Haruhiko más firme, mas enojado. –Para empezar, no veo ni la más mínima obligación de que deba informarle de todo acerca de mi vida. Soy un hombre adulto independiente…

-¡Y mi hijo y heredero!- interrumpió colérico el otro hombre, avanzando peligrosamente hacia Haruhiko. Gaby sin poder hacer nada solo gimió, llevando ambas manos a su boca. –No te tendré manchando tu apellido con un vil Chaton. ¡Ya basta! Que Akihiko haga lo que le venga en gana, pero tú Haruhiko…

-No haré lo que me pide… -susurro Haruhiko en voz tan baja que Gaby se preguntó si de verdad había querido decir algo.

-¡¿Qué dijiste?!- gruño Fuyuhiko, notoriamente entendiendo y no estando de acuerdo. –Tú harás lo que yo te ordene. Deshazte de ese Chaton en este preciso instante o…

-¿O qué? ¿Me desheredara?- dijo Haruhiko tan indiferente que solo provoco a su padre.

-Haz lo que te ordeno, Haruhiko… -mascullo entre dientes lentamente.

-No lo hare… -negó casi con asco Haruhiko, mirándolo intensamente.

-¿Por qué…? ¡¿Qué demonios…?!

-¡¡Gaby tiene a mi hijo con él!! ¡No lo abandonare!- grito Haruhiko por fin en su límite, provocando en Gaby y en el otro hombre un gemido ahogado.

Solo su prometido era un perfecto idiota en su intento de calmar las cosas…

 

 

Notas finales:

Y asi :3

Para quien no entendio el pleito entre Keiichi y Haruhiko, basicamente era que, despues de las 'aventurillas' que Akihiko/Mitsu/Keiichi tuvieron en el pasado, Isaka los enfrento, incluso despidiendo a Keiichi. Por esto y aquello Mitsu y él se fueron de Celes y nunca se enteraron como Isaka supo sobre ellos. Reuniendose con Haruhiko, Keiichi cree que fue él quien lo dijo y por eso lo ataca .w.
Ahora bien, Haruhiko podria dejarlo pasar, pero como quiere cuidar a Gaby de su padre, y Keiichi sabe sobre ellos, él tambien sobre reacciona temiendo que el otro diga algo :3

Asi su pelea de gatas que en realida no tiene nada que ver, pero sera un punto a tomar en cuenta en el climax del proximo capitulo. Aunque eso lo sabran despues ;)

¡Muchas gracias por continuar leyendo y asi! Sigan tambien comentando, por fa~

El Lunes subiere capitulo de Inoue y el Martes otro de la misma pareja. Esto es en conmemoracion de mi cumpleaños y el de Inoue y Mitsu xDD

Tambien trabajo en una historia medio extraña que ya el Lunes aclarare, por si desean leerla.

Nos leemos luego. Cuidense mucho~

 

 

Mucho consuelo tambien a los familiares y fanaticos del gran maestro Gabriel García Márquez. Siempre estara en nuestros corazones.

Christal PM.


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