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¿Salvando o siendo salvado por un Chaton? por christalchii268

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Notas del capitulo:

¡¡Me tomo toda una vida y media, pero por fin aqui esta!! *^*

Los dejo leer y mas abajo las aclaraciones. Disfruten~

Capítulo 20:

-Quiero que nuestro hijo se llame Hidehiko…

Haruhiko levanto la cabeza y miro con ternura a su amante entre sus brazos, ambos acostados cómodamente en la cálida cama mientras la noche avanzaba sin complicaciones.

-Por supuesto, ángel- sonrió él en contestación, besando suavemente su sien. Gaby suspiro y enterró más su rostro en pecho de Haruhiko.

Ninguno de los dos quería dormir, ambos más centrados en disfrutar de su momento a solas, en paz. Juntos.

Ellos no sabían cuando llegaría la siguiente prueba, así que por lo mientras, en ese efímero momento, los dos, junto con su pequeño hijo, estarían seguros en la protección de su habitación en su hogar.

Gaby se acomodó mejor y suspiro satisfecho, soltando una risita dulce que inevitablemente provoco que Haruhiko también sonriera.

-Esto se siente muy bien… -susurro Gaby medio avergonzado, enterrando su rostro en el pecho de Haruhiko.

-Lo se…

La siguiente hora se dedicaron a hablar de todo y nada, entre planes para la próxima mañana y el futuro juicio en dos días, hasta lo que Gaby había descubierto acerca de sus padres y la decisión que mantenía sobre investigar aún más.

Haruhiko conforme escuchaba el contenido de esa grabación, solo podía tratar de entender el gran dolor de Marianne al tener que separarse de su pequeño hijo. De dejarlo en las manos de ese enfermo sujeto, solo deseando de corazón que la calamidad y dolor no tocara a su bebé.

Ella en realidad tuvo relativa suerte, y en ese tiempo que ella requirió para poner sus planes en marcha para recuperar a Gaby, este no fue casi tocado. Su muerte y el intento fallido lograron que los planes de ese hombre se desarrollaran en el indefenso niño de unos pocos años de edad, ya sin la protección que sus padres invisiblemente daban.

Gaby a solo meses de convertirlos en padres podían entender medianamente el sufrimiento y valor que ella tuvo que reunir. Todo con la esperanza de que de verdad, en un día no muy lejano, Gaby disfrutara de las ventajas y bellas sensaciones que una persona experimentaba en libertad de sentir y pensar.

Haruhiko haría que el sacrificio de esa valiente Chaton se respetara. Cuidaría todo lo que ella no pudo hacer, le daría el amor que tanto ella quiso dar. Lograría que Gaby viviera todo lo que ella quiso y espero que pasara en su vida.

Tal vez su Chaton logro advertir su ferviente decisión y levanto su rostro, sonriéndole plenamente. Sus ojos repletos de ese amor ya no escondido, de esos sentimientos tan diversos que ninguno de los dos ya no temían sentir o expresar. Ya había acabado el tiempo en que ellos se reprimieran, no después de enterarse que los sentimientos eran mutuos.

Ahora solo importaban ellos dos y lo que querían hacer juntos, sin más obstáculos.

Con suavidad se inclinó y atrapo la seductora boca entre abierta, besando con suavidad y lentitud sus labios. No era un beso salvaje y devorador, solo uno expresándole lo feliz que hacía a Haruhiko el que Gaby eligiera estar a su lado y darle una oportunidad a su relación, dejando que los malos pensamientos y dudas quedaran muy lejos.

-Pensé que te perdería, Haruhiko… -gimió Gaby cuando él se separó.

Sorprendido como estaba, Haruhiko solo permaneció viéndolo a poca distancia, su angustia y miedo expresado por todo su bello rostro, sus ojos cerrados.

-No lo harás, Gaby. Te pertenezco… -susurro la verdad en su oído. Gaby se estremeció y lo tomo por sus brazos, impidiéndole que se alejara. –Tienes mi vida y corazón contigo, ángel. Lo dije y lo sostengo… Sin ti, es posible muera. Me haces inmensamente feliz, haces que mi existencia valga la pena y todo sea más cálido y accesible ante mis ojos… -Haruhiko suspiro algo frustrado por no poder expresar en toda su magnitud lo que Gaby lograba en él. Sin embargo el pequeño chico lo soluciono al abrir sus ojos y mirarlo de esa especial y hermosa manera.

-Te amo… -dijo sincero y seguro, sonriendo.

Y ahí estaba, dos simples palabras que expresaban tantos sentimientos cuando se decía de esa manera.

Haruhiko lo abrazo fuertemente, siempre cuidando de no hacer daño a su hijo por nacer. Él se ahorró su respuesta al decir que también tuvo miedo de perder a su ángel, a su hijo… Toda una magnifica vida casi le fue arrebatada ante sus ojos.

-¿Me puedes volver a besar?- pidió Gaby en la oscuridad parcial de la habitación. Haruhiko sonrió y suspiro, feliz de la situación en donde estaba y el futuro que los esperaba.

-Nunca lo preguntes, ángel…

Sin palabras lo beso más entregadamente, recorriendo con calma toda su húmeda boca. Las manos de Gaby subieron y rodearon el cuello de Haruhiko, entrelazándose y acercándolo más a su tibio cuerpo. Tan cerca estaban que Haruhiko podía sentir la suave curvatura del vientre distendido de Gaby y los esparcidos movimientos de su bebé en el protector interior de su amado.

-Creo que ya está dormido. Él se encuentra más calmado desde que volvimos… -susurro Gaby atontado, seguro sintiendo por su cuenta como su hijo se movía.

-Yo también estoy más tranquilo con ambos aquí, conmigo… -sonrió Haruhiko y beso su frente, despejándola de unos cuantos mechones de cabello rubio. –Por favor, Gaby… No me vuelvas a dejar… -jadeo Haruhiko sin poder retenerse más. Abrazándolo con todo el poder de su miedo y necesidad.

Gaby suspiro y negó, devolviéndole el gesto con la misma fuerza y entrega.

-Nunca más… -aseguro y de una desconocida manera le separo de su cuerpo, levanto su rostro y le mostro su sinceridad antes de besarlo. Haruhiko solo lo miro y acaricio su rostro.

-Eres tan hermoso. Tengo mucha suerte de tenerte a mi lado…

-Detén eso… -se quejó avergonzado Gaby, un tierno rubor extendiéndose por sus mejillas. Haruhiko rio y beso la punta de su nariz.

Sus besos gentiles se esparcieron por todo el sonrojado rostro mientras Gaby suspiraba embriagado. Sus manos formando débiles puños en su camisa al mismo tiempo que gemía.

-M-mala suerte que nos prohibieron el sexo… -se lamentó, aun así ladeando su cabeza para que Haruhiko lo besara en su cuello. Él rio y permaneció en el cómodo lugar por varios minutos.

-Es por tu salud y la de Hidehiko… -susurro, feliz interiormente de decir el nombre de su hijo por primera vez.

-Estoy bien ya. ¿Puedes confiar en mí?- musito de vuelta Gaby con un estremecimiento.

-Siempre confiare en ti, ángel- devolvió Haruhiko. Gaby asintió y lo jalo hacia él, abrazándolo tan fuerte, protectoramente y con calidez que logro que ambos se relajaran y durmieran rápidamente.

Un dulce sueño reparador después de varios días de pesadilla.

 

Estando en la sala de espera antes de que el gran y definitivo juicio por los Chaton comenzara, Gaby solo podía tratar de calmarse desesperadamente. La gente en tensión, pláticas nerviosas y el lejano ruido que aun producían las diversas personas que se encontraban fuera del Tribunal, no ayudaban a su inquietud.

Gaby observo de reojo a los principales causantes de la revolución. El profesor Miyagi y su Chaton parecían muy alterados por la ausencia de Usami Akihiko y su pareja. Faltaban solo diez minutos para el inicio y los amantes no aparecían. Él incluso alcanzo a escuchar plegarias para evitar que les pasara algo en tan importante día.

Deslindándose de la formal platica que Haruhiko mantenía con el doctor Kisa, informándole básicamente acerca de su salud y la del bebé, Gaby miro a todos los reunidos ahí.

¿En Celes siempre existieron tantas personas con sentimientos abrumadores hacia los Chaton?

Él había convivido solo con insultos, golpes, órdenes inhumanas que incluso a la fecha hacían que despertara de pesadillas aterradoras. En su vida solo experimento dolor y sufrimiento. Sus seres queridos… tantos ya muertos. Solo quedaban Ayase y Gaby, ambos protegidos por sus dueños de los cómplices del Profesor.

Tanta soledad y crueldad le hicieron creer que solo eso merecía los Chaton. Alrededor de Haruhiko noto el lado más indiferente hacia su raza, y después esto. Tan intensa y desesperada convicción para liberarlos a todos.

Gaby escucho historias maravillosas de comprensión, salvación y aceptación, y no de los llamados “amos”, sino de los propios Chaton que marcaban una línea entre antes de conocerlos y después. Del más profundo control absoluto de un tercero, al amor y cuidado de una familia, amigos y amante.  

Y Gaby era uno de ellos.

Unos años atrás nunca lo habría pensado. Ese día cuatro años atrás, corriendo aturdido y débil por las solitarias calles del sector 3, Gaby simplemente corrió por puro instinto de supervivencia. En la parte más lógica y calmada de su mente, él había sabido que su huida fue estúpida y no quedaría mucho para desmayarse. Incluso considero el simplemente entregarse dado lo cansado que estaba. Cansado de correr, de tratar salir ileso… Tan cansado de sentir dolor y constante miedo, no por él, por sus compañeros.

Haruhiko fue su salvador, vivió años confusos con él y ahora ahí estaba, a salvo, relativamente nervioso por el futuro, pero dispuesto a aceptar lo necesario para su libertad y felicidad. A experimentar y disfrutar lo que Maki, Nelly, Ryouta, León y Mary no pudieron y nunca podían.

Diosa, Gaby en una situación de estrés solo lograba deprimirse…

-¿Esta todo bien, ángel?- llamo Haruhiko tomando suavemente su brazo. Él sonrió algo tenso y lo miro, negando suavemente.

-Estoy bien. Algo mareado… -acepto. Su embarazo había entrado unos días antes en una peculiar etapa en que el frio le afectaba de diversas maneras. Lamentable, teniendo en cuenta que Celes ese mismo día había empezado a nevar, y por naturaleza continuaría así por meses.

-¿Del uno al diez?- intervino el doctor con mirada preocupada. Gaby se vio inundado de agradecimiento con la intensión del que relativamente era un extraño.

-Tres. Estoy bien… -repitió gentilmente, devolviendo el gesto en la mano de Haruhiko aun en su brazo. –Iré un momento al baño. No tardo.

-Te acompañare- dijo inmediatamente Haruhiko. Gaby suspiro tratando de calmar su réplica y ser dulce con el terco hombre.

-Voy al baño del Tribunal Supremo a solo unos metros de aquí, Haruhiko.

-El tribunal en el que hace un par de días hubo un atentado- agrego seco el hombre. Gaby solo gimió interiormente.

-No se preocupe por eso, Usami-san. Después de ese día el gobierno ordeno más seguridad. Probablemente algún policía te acompañe- aclaro el doctor mirando a Gaby.

¿Entonces de que demonios servía pelear con Haruhiko si de todos modos tendría niñera?

Gaby acostumbrado desde hace años a escoger sus peleas solo asintió algo brusco y se retiró, viendo de reojo que por fin los buscados Akihiko y Misaki hacían aparición. Debía darse prisa pues pronto todo se pondría en marcha con los hombres por fin ahí.

De acuerdo a la suposición del buen doctor, dos policías lo escoltaron dándole un poco de privacidad de unos cuantos metros. Ninguno hablo y fue casi tan natural que lo siguieran y cuidadosamente revisaran el alrededor, que Gaby se encontró más calmado ante la situación. Era casi como tener a su actual guardaespaldas, aunque con el chico ya tenía más familiaridad, incluso si era una pérdida de tiempo lograr que dejara de tratarlo con tanto respeto.

Entre pensamientos, ideas y una pequeña sonrisita por los gentiles golpecitos en su vientre, Gaby no dio en que alguien más entro al baño. Su alma cayendo al suelo al ver el reflejo en el espejo delante de él a Usami Fuyuhiko.

-¿Aquí estabas?- pregunto el hombre genuinamente sorprendido, tal vez incomodo. Gaby solo trato de actuar natural.

-Buenas tardes, señor… -susurro como despedida, caminando a la salida. Predeciblemente el hombre mayor le detuvo por el brazo con fuerza.

-Espera, tenemos que hablar.

-No creo que sea muy buena idea… -jadeo Gaby sin verlo o moverse, aun dándole la espalda. –Usted ya dijo todo lo que deseaba hace unos días, señor…

-¡Me escucharas!- exclamo con firmeza Fuyuhiko, haciendo un brusco movimiento para darle la vuelta. Gaby por instinto se defendió, hizo una serie de movimientos rápidos y puso la mayor distancia que el baño otorgaba, protegiendo con sus brazos y con toda su fuerza a su hijo. La mirada del sujeto inmediatamente se fue a su acto.

Gaby jadeo repetidamente sin saber que más hacer. El padre de su prometido estaba directamente enfrente de la puerta, y a pesar de sus más profundos sentimientos inconscientes, Gaby sabía que no podía recurrir a la fuerza para apartarlo. Tenia que pensar en su hijo, y Haruhiko, después de todo. Era su padre incluso si tenían sus diferencias.

-No te hare daño, Chaton. Solo quiero hablar… -dijo lentamente el hombre, metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón de marca. Gaby noto claramente la presión que quería ejercer en él. Gaby conocía ese sentimiento íntimamente, y ciertamente no volvería a ser sometido.

Ante eso él por fin exploto enfrente ese ser.

-Sé que su acomodada vida le ha dado la equivocada idea de que todo lo que quiere se le otorgara, señor, pero lamento comunicarle que conmigo no será el caso. Ahora, ¿me hará el favor de dejarme ir o tendré que llamar a mi escolta?- mascullo irritado, mirando fijamente los vacíos ojos sorprendidos.

-¿Haruhiko te puso en mi contra?- susurro aparentemente herido, con cierta crueldad en su voz. Gaby identifico lo que él quería ocultar. Dolor.

-Haruhiko no lo ha mencionado en ningún momento, señor. Contrario a las personas que seguro frecuenta para tener esa mentalidad, Haruhiko nunca lo traicionaría o haría algo para dañarlo tras un desacuerdo. Tal vez lo sabría si hubiese tenido la amabilidad de conocer a su propia familia…

-Tú no sabes nada, jovencito… -mascullo Fuyuhiko lentamente y con odio, perdiendo la máscara. Gaby sonrió tristemente y negó, mirando su anillo oculto por su otra mano.

-Nos tomó casi un día completo, pero lo sé todo. Temo decir que muchísimo más que usted, señor. Y no solo por saber su pasado, más por saber sus sentimientos y pensamientos. Perdone si considero eso más importante que el título de familia que prácticamente nunca hizo uso y se acercó a él…

Gaby paro su veneno y negó, apretando más sus brazos en su vientre al sentir a su hijo inquieto. Hide no era el único afectado viendo el terror y desesperación ocultos en esos entrenados ojos oscuros.

-No hay nada más que decir, señor… -gimió Gaby dando un paso adelante. -¿Por qué no lo entiende? ¿Por qué es tan difícil aceptar que Haruhiko me haya elegido?- pregunto, por fin dando voz a su más profunda duda.

-No eres el indicado para él… -musito Fuyuhiko débilmente, sin verlo. Gaby solo rio amargamente.

-¿Y cualquier otra persona impuesta a sus deseos lo será, mi señor? ¿Usted lo fue?- insistió, mencionando claramente a la original señora Usami con la cual se casó por conveniencia y sin amor de ambas partes.

-¡¿Por qué no lo entienden, Chaton?!- exploto el hombre caminando hasta estar frente al seguro Gaby. -¡Solo quiero lo mejor para mi hijo! Tú no lo harás feliz. Ambos terminaran separándose y lo único que conseguirán si siguen con esto es que él termine herido.

-¿Y yo? ¿Y Hide?- jadeo Gaby lagrimeando un poco. Patético momento para que sus hormonas de embarazo intervinieran.

Gaby se limpió el llanto y se volvió a abrazar fuertemente, mas consolándose a sí mismo que a su hijo. Viendo como actuaba el hombre enfrente de él, podía entender que solo Haruhiko y él protegerían y amarían tanto al pequeño.

-Usted es el que no quiere entenderlo, Usami-san… -negó Gaby sollozando, apoyándose en la pared del baño. –Como padre debe entender los sentimientos que ambos tenemos. Sé que nuestra relación es todo menos normal y segura, pero si de algo debo asegurarle, señor… es que amo a Haruhiko con mi vida… -gimió Gaby honestamente, mirándole fijamente.

>>Aun no puedo decirle que es lo que Haruhiko vio en mí, pero esta relación no se basa en la desesperación infantil de decir que todo saldrá bien y ya. Los dos estamos luchando diario para que así suceda. ¡Lo hemos estado haciendo desde que nos conocimos! Y ahora tenemos algo mucho más poderoso a que aferrarnos para que esto no fracase…

Gaby acaricio su vientre, sonriendo un poco cuando la mirada del hombre se suavizo al ver el recorrido de sus dedos.

-Muchas veces el querer y hacer no es suficiente… -susurro muy quedamente aun viendo a su bebé.

-¿Pero es que acaso Celes no suele decir que ya nada es imposible si se desea con desesperación? ¡Solo mire donde demonios estamos!- exclamo, señalando la puerta, donde afuera, a varios metros, se estaba preparando el juicio por la liberación de los Chaton.

Fuyuhiko levanto la mirada y le observo por varios minutos en silencio. Su mirada penetrante, su aura general y su porte tan parecido a Haruhiko logro que Gaby se tranquilizara un poco tiempo. Él dejo de lado el rencor, el miedo, incluso ignoro a su lógica mientras se acercaba al hombre y tomaba su mano, guiándola a su vientre ya abultado y notorio. Fuyuhiko solo lo observo sin expresión, quieto y solo respirando.

-¿Lo puede sentir? Aquí está la prueba del amor que él y yo tenemos. Sé que los sentimientos son en su mayoría fugaces y que una vida no se puede basar solo en eso, pero le puedo asegurar que este amor es todo menos débil. Le debo mucho a Haruhiko y me siento muy feliz de que él me corresponda. Es una maravillosa persona que solo ha causado que le tenga que devolver todo lo que hace por mí de las más profundas maneras que se me pueden ocurrir.

>>Es tal vez cierto que no soy el indicado. Pueden haber miles de personas más calificadas, alguien incluso que lo hubiese hecho feliz y nunca dañarlo como yo lo hago o hare, pero nada de eso ya importa. Él me ama, y solo eso me basta para que yo también lo haga. No le garantizo que él no sufrirá a mi lado, porque no soy perfecto, pero una vez más, le puedo asegurar que luchare contra lo que sea que le dañe, incluso conmigo mismo. Hare todo en mi poder porque sea feliz, disfrute de ser padre y esposo, de ser amado y comprendido. De no arrepentirse de elegirme…

>>Lo amo con toda mi alma y a mi hijo. Solo quiero ser feliz a su lado y estar con él por toda mi vida… Quiero reclamar todo lo que me fue negado en mi pasado y compartirlo con Haruhiko. Y si él acepta, eso hare… Así que por favor, no intervenga… no si de verdad quiere lo mejor para él. Porque ambos sabemos la verdad de todo esto…

Hidehiko se arremolinó en su interior bruscamente, seguro alertado por la desesperación de Gaby. Él se tambaleo un poco y fue ayudado por el estoico Fuyuhiko. Gaby jadeo levemente y levanto la mirada, viendo la preocupación y mirada misteriosa en el mayor de los Usami.

¿En que estaría pensando en ese preciso momento en que Gaby se sinceraba totalmente y le permitía acercarse?

-Ve con Haruhiko y trata de tranquilizarte. Ese niño en tu vientre es inocente… -solo dijo antes de apoyar a Gaby en la pared y retirarse sin más palabra.

Aun lo estaba pensando. Fuyuhiko estaba librando una batalla entre lo que creía correcto y lo que su corazón quería. Gaby solo esperaba que el hombre tomara el ejemplo del permanentemente callado Haruhiko y tomara su decisión sabiamente, no con razón o incluso lógica, sino con entrega y decisión.

Gaby solo tuvo un momento para enviar una de sus escasas plegarias a la Diosa de Celes, Ai, antes de que Haruhiko abriera bruscamente la puerta, mirando a todos lados con aprensión. Inmediatamente lo vio, fue a su encuentro.

-Me estaba preguntando donde estabas. ¿Te encuentras bien? ¿Y el bebé?- pregunto apresuradamente el chico. Gaby rio un poco y se dejó abrazar, inundándose del peculiar y tranquilizante sentimiento que siempre experimentaba estando con su pareja.

-Debes dejar de preocuparte por cada pequeña cosa, Haruhiko. Solo me he mareado. Sabes que el doctor dijo que eso sería normal mientras tenga sentimientos muy extremos…

“Como hablar con tu padre”, quiso decir Gaby, pero se abstuvo observando que no era la mejor manera. Además, varios policías entraron de las mismas bruscas maneras que Haruhiko, revisando todo frenéticamente, algunos incluso desvainando sus armas.

-Todo está en orden. Mi Chaton solo se encontraba un poco indispuesto… -aclaro Haruhiko sin verlos, solo mirando desde arriba a Gaby, cuestionándolo. Él asintió y se separó levemente.

-Y ahora ya estoy mejor. Vamos… Tengo que apoyar a mi hermano que testificara…

 

 

Estando en medio del juicio y con una de sus manos entrelazadas con la de Haruhiko, Gaby medio se arrepintió de no tomar la oportunidad de retirarse o medicarse un poco más, como su doctor propuso, solo que él ya no quería tantas pastillas más. Su bebé pronto estaría nadando en tanto químico.

Sin embargo, Gaby luchaba por mantenerse estable. Las historias y testimonios que pasaban sin prisa por el estrado le sorprendían cada vez más.

Él no fue el único que sufrió a manos de alguien. Solo en ese lugar, había quizá cientos de sus compañeros en raza que le entendían perfectamente. No en las mismas circunstancias, pero si muy cercanas. Era muy abrumador y sin poder evitarse lo estaba compartiendo con su hijo.

-Salude a Aoki-san de mi parte, señor- sonrió cruelmente Kazuhiko Inoue, uno de los abogados por la causa al atontado hombre que estaba siendo cuestionado. -No más preguntas al testigo…

Viendo la oculta mirada de satisfacción y presunción del hombre, Gaby sonrió un poco. Sin duda alguna ese chico era especial. Curiosamente también lograba sentirse algo cercano a él, y viendo que logro un progreso inmenso con el Chaton que tanto quería conocer Gaby, él sabía que Kazuhiko sería una persona muy interesante para conocer.

E interrumpido en tontos pensamientos y parando el tiempo, una voz sentenciando solo tomo relevancia para Gaby, repitiendo las palabras con eco en su mente.

-Llamo con su anterior permiso del Gobierno de Celes, a Kenyon Lees…

Su eterno dueño y único responsable de literalmente toda su vida, acciones y sentimientos entro a la corte. Se veía diferente a la última vez, cuatro años atrás que lo vio.

Seguía de estatura muy pequeña, edad aparente de solo un puberto. Su ropa era un traje caro de diseño y su largo cabello había sido cortado hasta su cadera, sujetado casi al final. Los rastros secundarios de todos los experimentos que realizo el hombre, como marcas de quemaduras, mutaciones y otras tantas cosas, quedaron ocultos por la formal ropa y su sonrisa superior.

Gaby no se sorprendió de la satisfacción por la atención, la indiferencia por su estado en detención o incluso porque el Profesor había sido llamado para testificar en el juicio, no, su mayor sorpresa y miedo fue que la aparición le abrió los ojos plenamente a algo que él desesperadamente ignoro apropósito.

Kenyon Lees, de descendencia de elfos y un genio con mente enferma, pero con conocimiento de casi un dios, no era un prisionero cualquiera. Él si lo deseaba, como un simple plan en un día aburrido de jugar al encarcelado, podría escapar y volver a reunir a sus antiguos sujetos de prueba. A cada uno de ellos.

El Profesor mismo lo menciono. Sus experimentos nunca acababan de realizarse, y Gaby fue dado en “libertad” justo antes de que su supremo proyecto se realizara a plenitud. Lo más seguro era que en sus planes estuviera dar a Gaby a Haruhiko, ser arrestado en un futuro, justo cuando el anticonceptivo en el cuerpo de Gaby dejara de funcionar y se embarazara.

Su amo quería estar cerca para el nacimiento de Hidehiko, ver que resultaba de esa ruta que siguió su experimento.

Gaby empezó a respirar rápidamente en pánico. Sentía muy lejano las acciones de Haruhiko tratando de tranquilizarlo y hablándole en voz baja, pero él solo tenia atención hacia la descarada mano alzada del Profesor que lo saludaba desde el estrado con esa sonrisa que Gaby tanto conocía. De satisfacción.

Haruhiko lo atrajo y Gaby por fin se derrumbó entre sus brazos, sin lograr escuchar lo que continuaba de la participación de su amo en el Tribunal. Su mente solo en su bebé, su hermoso niño que tanto ya amaba y estaba tan desesperado por proteger incluso de sí mismo.

Hide, su hijo… La prueba de que Gaby podía llegar a ser feliz con Haruhiko a su lado y dejar atrás todo su pasado y dolor… ¡¡Todo eso le podía ser arrebatado por el dueño de su vida!!

-Todo estará bien. Él no puede tenerte, Gaby. Estas conmigo ahora. Yo te protegeré, ángel. Todo estará bien… -susurro una y otra vez Haruhiko, hablando encima de sus orejitas de Chaton, tratando de tranquilizarlo. Gaby repitió mentalmente, transformando las palabras para si de lo que Haruhiko le decía, convenciéndose con locura.

Era cierto. Para bien o mal ahora era el prometido de Usami Haruhiko, uno de los hombres más poderosos de Celes. No dudaba que después del juicio su seguridad fuera reforzada, utilizando muchas de las fuentes y aliados que hicieron en ese proceso para el juicio.

Ayase también sería cuidado, y Gaby sabia de ante mano que Kanou no pondría en juego la seguridad de su hermano. Ni tampoco la de él, así que también tendrían su ayuda.

Estaría todo bien, incluso si Gaby tenía que volver a asesinar o hacer cualquier cosa en su poder para lograrlo. Por su hijo, porque no pasara por todo ese dolor y experiencias que paso Gaby.

Él no se separaría de su hijo como su madre fue orillada a hacerlo.

El Profesor se retiró de la corte sin dejar de mirarlo, devuelto el gesto con dificultad por Gaby. Antes de que saliera por completo lo noto sonreír verdaderamente feliz, seguro descifrando como siempre la mirada que Gaby le entregaba como única advertencia de que no sería tan fácil volverlo a tener. Solo esperaba que eso no reforzara los intentos del hombre.

-La parte acusadora convoca al Chaton Summers Gabriel…

Por supuesto. Gaby tenía el deber de subir a ese alto lugar y poner su grano de arena para ganar el juicio. Había sido un completo idiota al pensar que su papel ahí, entre los observadores, sería suficiente.

-No- dijo rotundamente Haruhiko. Gaby exhalo y bajo la mirada afligido.

-Haruhiko… -murmuro en tono condescendiente, pero este no quiso saber nada.

-No, ángel. No iras.

-Debo ir- insistió Gaby ya más firme, mirándolo seguro.

-Gaby… -Haruhiko detuvo su réplica y suspiro, cerrando los ojos, aparentemente frustrado. –Aun estás delicado de salud. Ni mencionar a nuestro hijo que reacciona al más mínimo sentimiento negativo que tengas…

-Estaremos bien ambos- dijo Gaby inmediatamente, aunque no estaba completamente seguro sobre eso. No después de todos los grandes cambios y experiencias que había experimentado su pequeño bebé desde su creación. –Te dije que dejes de sobreprotegerme tanto- reprocho Gaby aumentando cada vez más su tono de voz, alterado por las confusos sentimientos que estaba experimentando.

-¡Como me pides eso, Gaby! Están en peligro tu vida y la de nuestro hijo- devolvió Haruhiko con el mismo tono desesperado de impotencia. Gaby lo identifico, pero no se podía detener. Él tampoco sabía cómo actuar en ese momento.

-¡Solo serán unos minutos! Haruhiko…

-¡Tienes que entender que es peligroso, Gaby! ¿Qué hay con tu terapia? ¿Crees que esto no dañara al niño?

-¡Sé que malditamente daña a Hide, Haruhiko! Pero tienes que dejarme tomar mis propias decisiones. Prometiste apoyarme y respaldarme en lo que yo quisiera hacer. No mencionaste que me ocultarías del mundo…

-¡Solo quiero lo mejor para ambos!- jadeo tocando levemente su vientre que al contacto se alteró más su hijo.

-¡¡Ya soy lo bastante mayor para valerme por mí mismo, Haruhiko!!- exploto Gaby cerrando fuertemente sus ojos. -¡No tengo que valerme de tu maldito permiso para hacer algo!

Tan pronto salieron las palabras de su boca él se arrepintió. Rápidamente lo miro disculpándose, jadeando, sin saber cómo hacerle entender a su amado lo importante que era para él ser testigo y dar su versión de los hechos que su amo tan felizmente relato.

Si no hacia eso, él nunca se perdonaría no colaborar y darle la razón al Profesor, permitiendo que tal vez en un futuro la gente olvidara los crímenes que cometió y quizás le permitieran salir.

¡Era por el bien mayoritario de su hijo, maldición!

-Usami Haruhiko… -llamo el Juez, atrayendo la atención de los dos inmediatamente. –Le comunico que las reglas del Tribunal establecen que si los abogados llaman a cualquiera en la corte este debe acudir, tomando posición como testigo bajo juramento de decir siempre la verdad. Lamento decirle que su Chaton no es la excepción…

-Por favor, Haruhiko… confía en mí. Debo hacer esto también por nuestro hijo… -pidió suplicante y completamente asustado, expresando todos sus sentimientos lo mejor que podía hacer. Viendo que Haruhiko solo lo evitaba, Gaby tomo su mano y la apretó, rezando porque su prometido lo entendiera.

-Lo lamento, Usami-san… -intervino en el silencio el abogado Kazuhiko. –No se lo pediría si no fuera necesario…

Gaby no lo dejo decidir, con paso firme se retiró de entre los observadores y se dirigió a testificar incluso si su mayor fuerza siempre se aferró a su amante. Haruhiko miraba a otro lado visiblemente tenso, apretando sus puños mientras Gaby nunca dejo de verlo ya estando en la alta posición ignorando a todos, solo concentrado en Haruhiko.

-Por favor diga su nombre, residencia y nacionalidad… -pidió con voz suave el profesor mirando con disculpa a Gaby. El gesto lo tranquilizo un poco y logro hacerlo sonreír nervioso.

-Summers Gabriel, resido en el sector 6 y nací en el mundo Claridad, nacionalidad de Celes… -contesto lo más firme que pudo.

-¿Puede aclararle a la corte su relación con Kenyon Lees, Usami Haruhiko y el Chaton Ayase?

Un silencio penetrante se apodero del lugar. Gaby tomo una necesaria respiración mientras trataba de controlarse, mirando seguro al Sagrado Jurado.

-Kenyon Lees fue uno de mis Amos Originales, Usami Haruhiko es mi actual dueño permanente y el Chaton Ayase fue un compañero muy cercano en mi Hogar Original.

-¿Accede, enfrente de toda la corte, comentarnos ciertas cosas de su conocimiento basado en pruebas mientras nos cercioramos de que diga la verdad?

-Acepto… -asintió sin cambiar expresión, tratando de no pensar mucho.

Movimiento se realizó y en cuidados movimientos le pusieron la Corona de Justicia, la activaron y dejaron solo a Gaby, que logro pasar por el cuestionamiento sin una crisis emocional. Claro que repetir todas sus acciones para lograr que sus compañeros y él salieran vivos le cobro factura. Su cuerpo se estremecía y casi lograba experimentar lo que en ese tiempo era tan normal pasara. Solo mirar constantemente a Haruhiko, que lo apoyaba con su cálida mirada y sujetar a su bebé, susurrándole que todo saldría bien, logro que Gaby pasara por todo rápidamente.

-¿Su compañero Chaton, Ayase, también fue obligado a hacer esas atrocidades?- pregunto el abogado de la nada, sobresaltándolo levemente. Sin poderlo evitar miro a una de las puertas donde sabia su hermano esperaba ser llamado para testificar. Kanou negó que Ayase permaneciera entre los Observadores.

-No- respondió con voz débil. -Ayase era ocupado para otras… cosas… -dudo tragando saliva y desviando la mirada.

-No más preguntas para el testigo… -dijo como último el abogado antes de marcharse. Gaby no respiro en alivio sabiendo que entonces sería cuestionado por la parte contraria. Sin embargo, ese día fue suficiente castigo y la diosa pareció apiadarse de él, así que lo dejaron ir.

Sin esperar a que la plataforma bajara del todo, Gaby salto el medio metro de distancia del suelo con un ágil movimiento y corrió hacia su única esperanza, Haruhiko, que lo recibió entre sus brazos y lo consoló susurrando íntimamente, diciéndole que estaba muy orgulloso de él. Ambos por instinto acariciaron a su hijo, calmándolo instantáneamente, casi tan bruscamente que le arrebato la poca energía que Gaby tenia en ese instante.

-¿Requieren dejar la corte?- pregunto la voz imponente del Juez. Gaby se apresuró a negar rápidamente, teniendo en mente solo a su hermano que lo necesitaría cuando estuviera en tan expuesto lugar.

-No, prosigan… -respondió tenso Haruhiko en su lugar.

A Gaby le tomo varios minutos lograr calmarse. Haruhiko olvidando el lugar sentó a Gaby en sus rodillas, y lo abrazo protectoramente, recordándole continuamente que Gaby ya estaba a salvo y con él.

Su bebé no tardo en dormir plácidamente, aparentemente tan exhausto de las diversas emociones que Gaby experimentaba. Él quiso acompañarlo, pero su mente estaba en completa atención, muy activa escuchando y apretando la mano de Haruhiko fuertemente. Su prometido nunca lo separo de su cuerpo, susurrándole de vez en cuando, continuamente acariciando su vientre y casi pareciendo arrullar a su hijo.

Cuando el Chaton que tanto llamaba a Gaby subió a testificar, Gaby ya no temblaba y por fin podía aclarar su mente del miedo estúpido que despertó la aparición de su original amo.

Stone Jonathan termino siendo increíblemente parecido a Gaby. El chico tenía a su favor que toda acción fue literalmente impuesta a él. En ningún momento tuvo la oportunidad de oponerse o desafiar ordenes, pues toda su mente y cuerpo fueron controlados por un Chip implantado que lo manejaba cual marioneta. Pero incluso así, el Chaton parecía dispuesto a castigarse de la peor manera por algo de lo cual no tuvo control.

Esa sensación era tan íntima para Gaby que su determinación por acercarse al Chaton solo aumento con su testimonio. Era casi como si él quisiera salvar al chico como no logro hacerlo con sus compañeros de Hogar…

-Llamo con el anterior permiso de su dueño, al Chaton Ayase.

Gaby se tensó y miro el recorrido lento y seguro de su hermano. A sus ojos, Ayase casi parecía un sobreviviente caminando y luciendo que continuaba vivo, luchando para deshacerse de las consecuencias que su cautiverio y crianza logro en él.

Era el ángel que verdaderamente merecía ser llamado así, pues incluso aunque convivio y acepto lo más sucio que la vida podía otorgar, permanecía amable, dulce, piadoso y con esa hermosa sonrisa que no perdió al mirarlo desde el estrado y preguntarle con sus ojos su estado de salud.

Incluso en esas circunstancias se preocupaba por Gaby…

-¿Tengo rencor por lo que me fue impuesto?- Ayase repitió la pregunta del abogado Toudou cerca del final. Su hermano bajo la mirada, llevo una necesitada mano hacia su cascabel de lo más lujoso y bello y negó, cerrando los ojos y permaneciendo gran rato de esa manera.

-¿Puede aclararle a la corte porque razón es su respuesta?- cuestiono amablemente el hombre. Ayase abrió lentamente sus ojos y miro directamente a Gaby, casi hablándole a él.

-Porque gracias a todo lo que pase logre ser la persona que en este momento soy. No cambiaría nada si al final, todo termina como lo hizo… -murmuro, sonriéndole levemente a Gaby. Él sollozo.

Por supuesto… Ayase era incapaz de sentir odio hacia otra persona aparte de él mismo. Pero Gaby sabía que sus palabras eran ciertas. Si al final todo concluía en volverse a reunir ambos, en las circunstancias que en ese momento vivían, entonces los dos pasarían por lo mismo, todo con el propósito de tener su final feliz.

-Tienes razón… -gesticulo en silencio Gaby a su dirección. Ayase no alcanzo a responderle pues el otro abogado empezó su cuestionamiento.

Solo bastaron unos cuantos minutos para que ambos hermanos desearan que parara todo lo más rápido posible. El abogado Jaden no fue en lo más mínimo gentil, casi su mayor propósito era difamar a Ayase y hacerlo ver como un trastornado Chaton que no podía permanecer en libertad dadas las consecuencias psicológicas que desarrollo tras tanto sufrimiento.

Gaby sentía el dolor de Ayase y en determinado momento empezó a forcejear inconscientemente con Haruhiko en su lucha por llegar a su hermano, pero evidentemente no podía hacer gran cosa. Aunque le doliera, era el momento para que su hermano afrontara tan grande reto por su propio bien.

-¿Me está diciendo que ahora debe acudir continuamente a revisiones semanales para checar su estado mental y no tener ataques de *histeria y pánico?

-S-sí… -acepto muy difícilmente Ayase, temblando, bajando la cabeza y alterado por el cuestionamiento sin parar.

-También en cierto momento fue diagnosticado con *Agorafobia, ¿cierto?

-Sí, p-pero…

-Y eso solo es el comienzo, ¿correcto? Añadido a una etapa de *Trastorno obsesivo-compulsivo, abstención de alimentos y bebidas, prohibición de sueño. ¿Son esos algunos de los trastornos mentales que experimento al inicio de su internación hace tres años?

-Cierto, pero…

-Lo han escuchado, estimada corte… -interrumpió el abogado con un falso tono de compasión. Gaby al igual que muchos de los observadores se ofendieron, muchos viendo a la parte acusadora que por fin intervenía.

-¡Objeción! El abogado no está dejando terminar de hablar al testigo- exclamo levantándose el abogado Kazuhiko. El otro tipo replico algo al mismo tiempo que el Juez, logrando que no se entendiera lo que ambos dijeron.

Gaby solo gimió desesperado, tanto por la situación de su hermano como por el despertar de su hijo que volvía a alterarse. Sin saber qué demonios hacer, Gaby solo pudo levantarse y alejarse unos pasos de Haruhiko, con el único propósito de llegar a su hermano, pero solo avanzo un poco, Ayase por fin exploto.

-¡¡Por favor, cállese!!- grito con todo su sufrimiento, soltando un alarido tan profundo que paralizo y estremeció a todos. -¡Se lo ruego, pare, por favor! ¡¡Usted no puede saber cuánto pase en ese momento!! Todas esas veces con el Profesor, presionando mis límites, llevándome cada vez más al borde. ¡¡Tenia que hacer algo!!

>>Él solo me entrego después… todo lo que amaba me fue arrebatado. ¡Las únicas personas que amaba me fueron alejadas y yo solo permanecí en un sótano oscuro! Todos los días siendo probado, sin comer… Me fue prohibido el dormir, enloquecí al poco tiempo y Maximus-sama solo me restringió más… Me sedaba todo el tiempo y yo no podía hacer nada para evitarlo…

Ayase gimoteo tapándose el rostro, negando. Su cuerpo se convulsionaba casi como si fuera a ser abusado una vez más. Tan pronto se derrumbó, Ayase se recuperó respirando entrecortadamente, aferrándose con su vida a su cascabel y sollozando mirando directamente al abogado que lo había estado cuestionando.

-No creo en un dios porque no merezco tal clemencia… pero ruego usted nunca llegue a entender lo que viví. Lo que mis seres amados experimentaron por protegerme… Rezo porque usted nunca despierte a mitad de la noche lamentando regresar tales sacrificios con la patética actitud que hasta el día de hoy tengo. ¡¡Pido que usted no llegue a ser tan débil como yo y no poder defenderse de repugnantes acciones que me hicieron todos los días, continuamente y sin parar incluso si suplicaba piedad!!- termino Ayase gritando, abrazándose a sí mismo.

La corte entera entro en un silencio penetrante, solo escuchándose el llanto desesperado de muchos de los Chaton presentes que entendían con dolorosa exactitud lo que gritaba Ayase.

-Puede retirarse, testigo… -intervino rápidamente el Juez, terminando sus palabras la plataforma comenzó a bajar.

Kuba Homare, el guardaespaldas principal del Chaton se apresuró a alcanzarlo. Ayase trataba de calmar su descontrolado llanto mientras era ayudado a caminar. Él ni siquiera vio a Gaby mientras se dirigía a la salida.

-Nii-san… -susurro afectado Gaby antes de que las puertas dobles de la entrada se abrieran bruscamente, sobresaltando a todos y parando la retirada de su hermano.

Ahí, imponente, fuerte y seguro de su persona, Kanou Somuku avanzaba sin ver otra cosa que no fuera el sorprendido Ayase, que parecía más débil y vulnerable de lo que lucía en lo alto del estrado.

-P-pensé que Kanou-san no estaría hoy… -susurro afectado Ayase, mirándolo pálido, pero el hombre solo lo cargo y lo miro con una curiosa expresión mientras lo tenía entre sus brazos.

-¿Crees que te dejaría solo? Si Celes no saca la cabeza del culo simplemente nos mudaremos. Tú eres mío por toda tu vida, así que no te preocupes. Simplemente cortaremos lazos… -declaro indiferente el empresario retirándose con su empleado.

-¿Nii-san?- gimió Gaby en voz baja siguiendo el recorrido, ignorante de lo demás. Su única atención estaba en la cálida y tranquila mirada que tenia Ayase mientras era sacado del lugar en los fuertes brazos de su amo.

En ese momento recordó que su hermano estaba enamorado y él mismo había cerciorado su entrega a ese único ser. Solo a él le permitiría controlar su vida, pues estaba seguro de que haría lo mejor para su persona siempre, tanto emocional como físicamente.

>>Él me ama más que yo a él, y Kanou-san esta satisfecho con eso… <<

>>Mientras él me ame y me acepte tal y como soy ahora, con defectos, conflictos e inseguridades, yo también lo amare y seré suyo eternamente…<<

-¿Estas bien, ángel?- llamo Haruhiko, preocupado, tomando su mano con gentileza. Gaby bajo la mirada hacia su amante y coincidió con la decisión de su hermano con lo que respectaba ante sus actuales dueños, amantes y compañeros.

-Estoy bien… -dijo totalmente honesto antes de volver a sentarse y escuchar lo que quedaba de juicio, tomando la mano de su pareja fuertemente, apoyándose en él y volviendo a tratar de calmar a su hijo.

Gaby estaba completamente cansado para los siguientes dos últimos testigos de la parte acusada. Haruhiko contantemente lo miraba preocupado, seguro checando que estuviera bien. Gaby en realidad no lo estaba, tenia calor, un mareo constante y sentía unas gana horribles de vomitar, pero no estaba del todo seguro que eso fuera a causa de su bebé, mas era que el tiempo para que la sentencia que decidiría gran parte de su vida se anunciaría.

Su estado no mejoro cuando Usami Fuyuhiko fue llamado como testigo.

El hombre no miro a nadie, solo hizo su camino llevándose la mirada sorprendida de Gaby y Haruhiko. Él mismo había tenido unas palabras con el hombre horas antes, pero tan concentrado estuvo en eso que no se preguntó que hacia ahí, en el Tribunal el día del juicio. Ahora estaba su respuesta hablando con voz tensa.

-¿Requirió un Chaton de Ijuuin?- pregunto el abogado defensor casi con aburrimiento.

-Así es- contesto Fuyuhiko sencillamente.

-¿Deseaba conservarlo bajo su tutela?

-Para uno de mis hijos- contesto amargo, viendo por primera vez a Akihiko en el escritorio de media luna con los demás acusadores. -Mis imprudentes deseos se cumplieron.

-¿Puede aclarar su comentario?

-El Chaton que Ijuuin Kyo trajo con él a mi casa fue Misaki- dijo con un tono y pronunciación extraño al pronunciar el nombre. -Mi hijo Akihiko lo adquirió y aun lo conserva...

Por supuesto, de igual medida algo similar sucedió en el caso de Haruhiko y Gaby. Pobre hombre…

-Puedo ver que usted no apoyo la decisión. ¿Por qué?- cuestiono el abogado.

-Porque no la tomo con seriedad, solo quiso mantener la contraria a su hermano y a mí.

Gaby quiso detenerlo, en serio, lucho por eso, pero no pudo evitar que una risita histérica escapara de su boca. Él mínimo tuvo tiempo a agachar su cabeza mientras negaba, completamente aturdido por la estúpida ruta a donde iba el padre de su pareja.

¿Era en serio?

-Déjeme ver si entendí... -empezó Jaden pareciendo contrariado. Gaby levanto la cabeza. -Usted solicito un Chaton de Ijuuin Kyo, después llamo a sus hijos y les pidió que eligieran quien se quedaría el Chaton. Usami Akihiko lo eligió, pero usted no lo acepto...

-Correcto- asintió el hombre, mirando solo a Misaki. Esa especial mirada correspondida hizo dudar a Gaby.

-Señor Usami, ¿cuál es su opinión respecto a los Chaton?- pregunto rápido el abogado, viendo el intercambio.

-Que son unas criaturas interesantes- simplemente dijo sin dejar de ver a Misaki.

-¿Podría ser más conciso?

-Abogado, gano diariamente lo que usted ganara en toda su vida. Con tal posición me acostumbre a ver a los Chaton como un accesorio más entre mi clase, pero también los vi... fieles. -Usami desvió su mirada de Misaki viendo perdido a otro lado. -Entendí después de varias experiencias que los Chaton estaban ahí, y que en verdad eran compañeros formidables para personas que no tenían tiempo de tratar de entablar una relación. Yo en realidad solo quería eso para mis solitarios hijos cuando llame a Ijuuin-san. Pero ahora estoy de testigo en un juicio por los derechos de los Chaton, mis dos hijos muy involucrados en el dicho juicio y solo puedo sorprenderme. Mis hijos son maravilloso, inteligentes y talentosos en sus profesiones, pero fríos... al menos hasta antes de sus Chaton. Así que la raza es muy, muy interesante si lograron eso en mis hijos...

Susurro casi afectado, viendo por ultimo a Gaby. Una vez más estaba ahí esa mirada, combinada entre el miedo, duda e impotencia, sin saber si su decisión era la correcta, pero al parecer su plática en el baño le ayudo a elegir.

Gaby le sonrió casi con ternura, pretendiendo que con el gesto el hombre tuviera la certeza de lo que dijo antes era verdad. Que haría todo lo posible por cuidar y amar a Haruhiko, hacerlo feliz con su hijo. Incluso si con eso él terminara al final, sus aferradas inseguridades fueran liberadas y Gaby tuviera que ceder varias cosas más, él se esforzaría por agradecer todos los días la oportunidad que le brindaba Usami Fuyuhiko de confiar en él.

El hombre pareció entender y suavizo su mirada antes de darle la misma a Misaki, el Chaton y amante de su otro hijo. El pequeño y dulce chico le contesto igual que Gaby y la tensión en el hombre de negocios pareció desaparecer.

Un punto a su favor para ambos.

-No... No más preguntas al testigo... -susurro el abogado al retirarse, viéndose contrariado. En el lugar de interrogatorio de la parte acusadora se acomodó el abogado Kazuhiko.

-Solo tengo unas breves y rápidas preguntas, señor Usami... -dijo este mirando al testigo. -¿Sabe usted que su hijo, Usami Haruhiko mantiene en su poder al Chaton Gabriel, actualmente embrazado?

-Lo sabe… -susurro Gaby con amargura. A su lado Haruhiko se tensó y apretó más su mano sin dejar de ver a su progenitor.

Fuyuhiko asintió lentamente mirando al profesor.

-¿Qué opina acerca de eso?- pregunto Kazuhiko ladeando la cabeza levemente, pareciendo curioso.

-Que es extraño- solo dijo normal. Su gesto relajándose por primera vez al mirar a Haruhiko. -Es extraño y no va conforme a lo que yo quería para mi hijo mayor, pero le deseo la mayor felicidad. Al igual que a mí otro hijo... -añadió mirando ahora a Akihiko que también lo miraba con expresión neutral.

-Última pregunta de mi parte, señor Usami. ¿De qué parte del juicio se encuentra? ¿Acusadora o Defensora?

-¡Abogado, mi nieto va a nacer con orejas y cola de Chaton y me pregunta eso!- exclamo energéticamente el hombre pareciendo verdaderamente sorprendido. -Evidentemente estoy en la parte Acusadora.

-¿Nieto?- susurraron al mismo tiempo Haruhiko y Gaby, igualmente en blanco.

¿Ya era todo? ¿Fuyuhiko los aceptaba juntos? ¿No actuaría como un niño caprichoso imponiéndole cosas a Haruhiko? ¿Los dejaría tomar sus decisiones incluso si se equivocaban? Más importante, ¿quería formar parte de su familia?

La familia de Gaby…

Tan centrado en eso estaba Gaby que ni dio que llamaron a testificar al hermano de Haruhiko. Él continuaba con las palabras de Fuyuhiko rondándole la mente.

-Kazuhiko-san tiene razón al formular su pregunta- iba diciendo Akihiko cuando Gaby puso verdadera atención. -“¿Cuáles son las razones que nos identifica como seres vivos?” ¿Porque si los Chaton sienten y piensan, tienen libre albedrio y conciencia de sí mismos... porque si son “seres vivos” tiene que buscar su libertad? Celes está equivocado a pesar de ser tan “perfecto” y nadie se estaba dando cuenta...

>>Me pregunta abogado porque lucho tanto por los Chaton... Simplemente por lógica, por obligación moral y la más grande de mis razones... Porque, lo que más amo... es a mi Chaton.

Que bellas palabras había dicho el hombre. Tan ciertas y honestas que lograron un estremecimiento en Gaby.

Sus compañeros y él sencillamente sentían y pensaban. ¿No las leyes de Celes mandaban derechos y libertades para cualquier raza que llenara esos requisitos? Que estúpido…

-No hace falta, Juez. El Sagrado Jurado ha tomado su decisión...

-Vaya… -susurro Haruhiko en sorpresa, logrando que Gaby levantara la mirada y su aliento saliera apresuradamente.

¡¡¿Que mierda?!! ¿Su psiquiatra que solo días atrás vio y llevaba años visitándola, era uno de los Testigos en el juicio por su libertad? ¿Qué más faltaba?

-Es la decisión del Sagrado Jurado señalar a los acusados en el juicio, culpables. –Su doctora anuncio con la mayor profesionalidad. -Como Representante del Sagrado Jurado pido al Juez se tome en cuenta la petición de los correspondientes abogados a: Analizar, Modificar y Establecer los derechos de la raza conocida como Chaton hasta lograr la justicia y adecuadas acciones para su bienestar tanto física, como psicológicamente. Es todo...

-Yo, Juez número 0001, en plenas facultades acepto su petición y establezco que se respete bajo las condiciones mencionadas... -El Juez al final tuvo que levantar la voz para escucharse por encima del griterío de triunfo de la corte entera. -Doy por terminado el juicio número 33,884, señalándolo como terminado.

-Oh, eso faltaba… -jadeo Gaby sin escucharse por el festejo de todo el mundo.

Haruhiko murmuro algo y lo abrazo fuertemente, casi haciéndole daño. Su mente se nublo y a Gaby le fallaron los sentidos.

¿Era libre por fin? ¿Ya?

-¡Gaby!- gimió Haruhiko, pero su voz ya no era feliz y temblorosa, era de miedo. Sin darle tiempo a reaccionar, Haruhiko lo puso atrás de él y lo toco con una mano protectora, rodeando toda su cintura como podía sin dejar de cubrirlo con su cuerpo.

Disparos, gritos indescifrables y después silencio profundo. Para Gaby aparte la oscuridad se cernió a él por fin después de tantas emociones en un solo día.

Lo último que Gaby sintió fue a Haruhiko llamarlo y tomarlo antes de que se desmayara, lo último que pensó era en la libertad con la que nacería su pequeño hijo.

 

 

 

Notas finales:

*Aclaracion: Ambos no son lo mismo. Aqui su correspondiente definicion:
Histeria= http://www.psicoactiva.com/histeria.htm
Panico= http://www.ryapsicologos.net/Trastono-de-panico-Ataques-de-panico.html

*Agorafobia: http://es.wikipedia.org/wiki/Agorafobia

*Trastorno obsesivo-compulsivo: http://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_obsesivo-compulsivo

 

¿Y bien? Por fin se acaba este drama para la pareja, pero la ultima prueba a superar vendra pronto. Esperenla~

...Y ese es el problema ._.

Se que me tardo la eternidad en actualizar, pero a finales de mes y principios del otro empezare mis finales en la uni. Entre eso y mis habituales problemas que son millones, me tardare mas. Ruego me comprendan.

Los capitulos que siguen de ambas series que manejo son enormes e importantes, y su servidora luciendo su inteligencia, no tiene completo ningun capitulo ¬¬

Hasta finales de Julio supongo volvere con dos capitulos de ambas historias a la semana, mientras...

 

Nos leemos en otra ocasion. De verdad espero me entiendan y no dejen ir mis lindas y cansadas historias...

Cuidense mucho y suerte a mis compañeros que tienen examenes. Recuerden que estos algun dia terminaran y pueden festejar con chocolate y yaoi ;)

Chris-casimuerta-tal~ .w./


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