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¿Salvando o siendo salvado por un Chaton? por christalchii268

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Notas del capitulo:

Hola, y perdon por la ausencia *da una reverencia*

Veran que estas ultimas semanas he estado como loca estudiando hasta que por fin consegui mi titulo *^*

Ahora estoy de vacaciones con mi pareja, y dejenme decirles que aunque la oportunidad me da para escribir todo eso que deje en pausa, el internet de aqui es una mierd*.

Ojala los demas huespedes no usaran tanto la conexion ;-; (?)

...Ok, ya. Me dejo de tonterias y les pongo el mas largo capitulo creado por alguien... (??)

Bienvenido todo mundo a la boda de esta maravillosa pareja .w./

 

Capítulo 21:

El cielo de un tono violeta, la calma en el ambiente solo interrumpido por la maravillosa sonata de piano que Haruhiko había dejado reproduciendo al irse a trabajar y Gaby continuo escuchando.

Johnny y él estaban espalda contra espalda, en silencio y cada uno en sus propios pensamientos. La calma prolongándose tan tranquilamente en una muy cruel ilusión que no se cumpliría.

Efectivamente, y como Gaby sospecho, Johnny unos momentos después comenzó a llorar, como siempre que lo visitaba.

La verdad no tenia culpa alguna. Las heridas que toda su raza sufrió no sanarían en poco tiempo, incluso si ahora tenían libertad y una nueva oportunidad para vivir. Ese tipo de experiencias necesitarían de mucha terapia y dedicación, y siempre existía la posibilidad de que nunca en realidad sanaran por completo, eso sería una de las cosas con las que tendría que convivir todos los “Sobrevivientes”.

Gaby aun a la espalda de su compañero alcanzo la mano de Johnny que apoyaba en el suelo. Ambos tomaron sus manos fuertemente, Gaby apoyando en silencio al chico que encontraba consuelo único con él.

Y es que sus historias eran tan similares. Gaby sabía con certeza que Johnny trataba de sanarse por todas las hermosas personas que lo apoyaban, pero simplemente no podía ser siempre fuerte, menos cuando coincidía con Gaby y recordaba la razón por la que se conocieron.

Triste pero a la vez esperanzador. Gaby intentaba siempre otorgar paz y consuelo al chico como solo su caso en particular lo lograba.

Tratarle de recordar que incluso sus pasados parecidos lograrían con un poco de atención tener un final feliz. Gaby lo tenía con Haruhiko y con su bebé próximo a nacer el mes venidero. Johnny podía continuar con su vida de manera maravillosa si solo él lo permitía y dejaba de castigarse.

Johnny debía entender que merecía una segunda oportunidad incluso si él no la quería aceptar. Gaby solo esperaba que su amigo no diera con ese hecho demasiado tarde, antes de que perdiera esa valiosa recompensa.

Gaby dejo caer su cabeza hacia atrás suspirando, escuchando lejanamente como la música volvía a reproducirse.

-Escuche que quieres iniciar tus estudios universitarios… -susurro Gaby lejanamente, sintiendo el asentimiento del Chaton que movió su cabello de sus ojos mojados.

-Miyagi-san me enseño las posibilidades. Ellos dijeron que podían conseguirme sin problema una plaza en la universidad, aunque les dije que si decidía eso, no quería hacer trampa… -rio débilmente, su cuerpo temblando con los últimos rastros de su llanto.

Gaby sonrió imaginando la reacción de Kazuhiko con la respuesta del Chaton.

-Eres muy inteligente, Johnny-kun. Estoy seguro que incluso sin contactos lograras entrar.

-Gracias, Gaby…

Él asintió sonriendo y continúo el silencio. Gaby llevo su mano libre a su bebé cuando lo sintió despertar y comenzar a moverse suavemente. Una sonrisa tierna se apodero de su boca cuando los bellos sentimientos claros que Hide ya podía expresar le llegaron a Gaby.

Su niño ya estaba tan desarrollado que casi parecía incluso hablarle desde su vientre.

Gaby también estaba ya tan grande, pero solo su vientre que creció tanto hasta aumentarle cinco kilos. Gaby parecía siempre cargar un redondo globo debajo de su ropa cómoda y holgada especial, que permitía que su cuerpo lidiara con el calor casi insoportable de su embarazo.

E incluso así, con varios contratiempos y síntomas, la cercana certeza de que su hijo nacería y Gaby tratando de lidiar con el panorama que ahora su libertad social le otorgaba, él tenía tiempo para sus amigos y compañeros Chaton que termino apreciando tanto aun después del juicio.

Y estaba también su futura boda con Haruhiko que se celebraría solo al día siguiente.

-Johnny, pequeño. ¿Me puedes pasar mi vaso, por favor?- pidió Gaby haciendo una mueca, sintiendo nauseas. Johnny rápidamente cumplió y le miro preocupado mientras él bebía su jugo especial que le ayudaba la mayoría del tiempo con sus síntomas.

-¿Estas bien?- pregunto el Chaton moviendo agitadamente su larga colita rubia. Gaby le sonrió con gentileza.

-Lo estoy. Es normal… -agrego y dio un pequeño golpe en la frente al chico. -¡No te preocupes!

Johnny pareció dudar un poco antes de asentir y tomar el vaso vacío de las manos de Gaby. Poco después ambos volvían a estar espalda con espalda, sumido en sus pensamientos en la tranquilidad acogedora del departamento.

-¿No tienes miedo?- pregunto suavemente Johnny tras unos minutos. –Me refiero al bebé…

-Bastante, Johnny-kun, pero una persona muy sabia me dijo hace poco que ser padres implica perder un setenta por ciento de personalidad para tratar de formar a una personita hermosa que ocupa el cien por ciento de nosotros. Yo creo que todo lo que paso y pasare valdrá la pena por la simple promesa de verlo feliz y con nosotros.

-Que lindo… -suspiro Johnny a sus espaldas, dejando caer levemente su cabeza, inmenso en pensamientos. –A mí me gustaría eso, pero no creo que llegue algún día.

-No niegues nada porque sea difícil, Johnny. Tal vez pronto…

-No… -susurro Johnny tenso, triste, recriminatorio. Gaby suspiro.

-No llegaras a nada si no te reconcilias contigo mismo, Johnny.

-¿Cómo, Gaby-san? ¿De qué manera puedo dejar todo atrás?- gimió el chico afligido. Gaby rápidamente se volteo y tomo el angustiado rostro entre sus manos.

-¿Quién dijo algo tan estúpido como “dejar todo atrás”?- Él negó y sonrió con toda la honestidad que pudo. –No, Johnny. Llevo visitando a mi doctora casi cinco años, y no he olvidado en lo más mínimo mi pasado, solo que al recordarlo ya no me hace tanto daño. Vivo con ello. Siempre lo hare. Y es que ello me hace la persona que ahora soy. ¿Qué si me gustaría cambiar algo? ¡Por supuesto! Pero lamentablemente no puedo hacerlo… Así que lo acepte, trabaje en ello y continúe adelante. Por mí mismo, mi hijo, Haruhiko y todos mis seres queridos.

-¿Yo también algún día lo lograre?

-Ruego porque sea así, mi pequeño Chaton… -Gaby lo acepto entre sus brazos y lo abrazo fuerte, cálido, sintiendo claramente sus lágrimas en su cuello. –No será nada fácil, Johnny. Dolerá… tanto. Muchas veces querrás simplemente darte por vencido y solo morir, pero debes hacer un esfuerzo monumental. Mira fijamente aquellos a los que amas y llénate de valor al aceptar sus sentimientos hacia ti. En un par de años veras que mereció la pena y que tienes alguien por el que vivir y por quien tomo importancia la lucha…

Johnny asintió desesperado y rodeo a Gaby fuerte, lo más cerca que pudo sin poner mucha presión en Hide. Él rio y negó un poco, consintiendo la espalda del necesitado chico.

-Me esforzare lo mejor que pueda, Gaby. Hay personas muy valiosas que me están apoyando…

-Lo sé, y me alegro de eso…

Ellos permanecieron gran parte de la mañana de esa manera hasta que Gaby no pudo más aguantar la posición y con reticencia lo tuvo que soltar. Johnny se disculpó por monopolizar una vez más el tiempo y concentración de Gaby, y a pesar de que él se aseguró de hacerle saber que era un placer, Johnny poco tiempo después se fue, siendo recogido por un gentil y amable Miyagi que agradeció a Gaby por todo.

-Nos vemos mañana… -sonrieron ambos cómplices, deseándoles suerte. Gaby se sonrojo un poco y los despidió, mirándolos irse desde la puerta.

Entrando y notándose fríamente solo, Gaby solo se recostó en la sala y miro el techo aburrido.

Literalmente no tenía nada que hacer. Los últimos detalles para su boda estaban siendo atendidos por los Padrinos y la única dama de honor, Hanata. Ellos junto a Haruhiko casi prohibieron que Gaby interfiriera mucho. Todos alegaron que no querían abrumarlo, y aunque por supuesto estuvieron acudiendo con él, pidiéndole opiniones, consejos y preferencias, cosas pequeñas pero urgentes no eran estrictamente habladas con él, solo con Haruhiko.

Así que ahí estaba, Gaby contando una vez más las muchas decoraciones que el techo tenia, incluso si ya sabía el número por anteriores ocasiones. Eran doscientos treinta y ocho.

-¡Televisión!- grito Gaby feliz por su idea.

Renunciando a su anterior distracción se reincorporo con cuidado, sentándose en uno de sus pies mientras prendía la pantalla grande y circular.

Su plan poco a poco perdió valor cuando comenzó a buscar canales y no encontró nada interesante para pasar el tiempo antes de que Haruhiko llegara de su última reunión antes de partir juntos a la luna de miel después de la boda.

Gaby estaba a punto de apagar el aburrido aparato hasta que en uno de los canales se vio a sí mismo. Él tuvo que regresar varias veces dado lo rápido que lo había pasado, pero tan pronto como lo encontró se sorprendió y divertido en partes iguales, subiendo el volumen hasta escuchar claramente a la bella chica del programa.

¡Haruhiko y él estaban en un show de chismes!

>>Así como lo escuchan, chicas<< Iba diciendo la presentadora. >>Claro que era cuestión de tiempo que la despampanante boda se llevara a cabo. Con un bebé por nacer y un amante rico, ¿quién esperaría?<<

-Sí, sí. Soy un caza fortuna despiadado… -susurro Gaby sarcásticamente, girando los ojos para sí mismo.

>>Los rumores dicen que la ceremonia será en uno de los más exclusivos hoteles de todo Celes, la comida en un día  normal tendrían que pagar por ella todo un año de salario y solo el anillo de compromiso costo varios millones. Nada mal para un joven Chaton que solo meses atrás nadie le conocía al lord Usami… <<

-La boda será en un hotel simple, la comida la conseguimos de un talentoso y no tan caro chef y no tengo anillo de compromiso. Le dije a Haruhiko que yo era feliz solo con mi anillo… -suspiro cansado Gaby, tocando con su mano contraria el precioso anillo de Espinela azul. –Y además, cariño, que los demás no supieran de mi existencia, no quita que he estado junto a Haruhiko poco más de cuatro años…

>>…Resta ver lo demás. Esperemos que el restante hijo de los Usami, y futuro cuñado de este afortunado Chaton, también gaste su cuantiosa fortuna de esa misma manera. Todo Celes muere por presenciar la boda de la pareja protagonista en el histórico momento para nuestra historia hace tan solo tres meses atrás<<

-Sigan esperando… -susurro burlón Gaby, conociendo mínimamente al autor, él nunca permitiría exponer así a su amante. Los más cercanos a ellos tendrían suerte si fueran invitados a la boda civil que ambos no tenían mucha prisa por desarrollar. Lo suyo estaba mucho más allá que un simple papel electrónico que los identificara como esposos.

>>¡¡Y si, amada audiencia!! ¿Pueden creerlo? Hace solo meses muchos de nosotros nos preguntábamos como seria la nueva vida de estos chicos y chicas monos fuera de la esclavitud solo para ser sorprendidos con revoluciones absolutas. Bodas, reconocimiento legal, testamentos, anuncios públicos de todo tipo de relaciones… y es solo por nombrar un diez por ciento. ¡Los Chaton están arrasando con todo, solo haciendo que nosotros nos lamentemos de no haber dado plenamente con su existencia antes!<<

Gaby no pudo soportarlo y comenzó a reír histéricamente.

Era tan verdadero que incluso era vergonzoso. Su raza fue tan maltratada e ignorada, pero ahora ellos se colocaban sin pretensión alguna en lugares importantes. Sus parejas, familiares y amigos eran influentes, reconociéndolos públicamente en cuanto pudieron.

Muchos compañeros de Gaby se encontraron lidiando, agregado a los contratiempos de ajustarse a su nueva libertad, a las posiciones que de la nada tenían. Al cambio brusco de ser sirviente a ser, en pocas palabras, el señor.

Por nombrar algo, Gaby mismo estaba a horas de convertirse en un Usami más, con toda la influencia, dinero y linaje que ofrecía el apellido. Misaki-kun también lo haría a su debido tiempo. Gaby siendo el esposo de uno de los más reconocidos y exitosos arquitectos de Celes, Misaki de un escritor de los más famosos y talentosos del mundo.

Ayase del hombre que manejaba cientos de empresas y se posicionaba en el tercer lugar de hombres más ricos de Celes. Yuu y Chiaki, recién conocidos de Gaby y que consideraba nuevos amigos íntimos, también estaban muy bien relacionados con un hombre influyente, rico, protector y cariñoso solo con ellos.

Y la lista continuaba…

Efectivamente. ¿Quién diría solo unos meses atrás que todos esos hombres, e incluso mujeres, que ante la sociedad en general eran poderosos y solteros, en realidad amaban y cuidaban a chatones que poco tiempo después serian mostrados con orgullo por ellos mismos?

Gaby agito su cabeza y volvió a poner atención a la televisión. Irónicamente, la mujer hacia al igual que él un recuento de los antes-solteros-influentes, pero que ahora con total libertad comunicaban sobre sus amantes Chaton.

En la lista había incluso personajes que Gaby reconocía de nombre y que en cierta parte nunca imagino se involucrarían con alguno de su raza. Divertido…

>>Y si, tal parece que todos los solteros cotizados de Celes y otros varios mundos fueron apartados por algún Chaton, haciendo que muchas mujeres consideren tener un par de orejas y cola<< Se lamentó por último la mujer dramáticamente antes de dar fin al programa, por último mostrando una foto clandestina de Gaby junto con Haruhiko.

 

 

-¿No puedes dormir, ángel?

Gaby se sobresaltó y miro a su lado, acostado de lado y viéndolo, a Haruhiko en la cama. Sus ojos un poco adormilados mostraban preocupación y desespero por permanecer despierto. Gaby lo encontró encantador.

-El bebé se está moviendo mucho… -ofreció como explicación un poco abochornado. Su prometido sonrió de lado y levanto una mano de las sabanas, poniéndola encima de su hinchado estómago, ofreciendo delicadas y amorosas caricias que hicieron a Gaby suspirar.

-Deja dormir a papi, Hidehiko… -susurro Haruhiko viendo más a Gaby.

-Ojala fuera tan fácil como pedírselo… -se burló Gaby y se recostó más en su almohada especial, que desde que su panza creció inmensamente, fue su compañera inseparable para dormir cómodamente.

Gaby amaba tanto la tecnología de Celes que le facilitaba muchas cosas en su estado.

La noche avanzo calmada y era bastante tarde. Su hijo por fin logro tranquilizarse de algún modo, pero ahora era Gaby el que estaba inquieto. Sin querer molestar a su compañero, quien necesitaba descanso antes de su gran día, él solo se inclinó lo más que pudo y rozo los cálidos labios.

-Vuelve a dormir, Haruhiko. Ya se ha tranquilizado…

-¿Y tú, Gaby? Necesitas dormir.

-Si sigo durmiendo me convertiré en vegetal- dijo, refiriéndose a que él dormía mucho por el cansancio normal con su bebé. Más en la tarde, cuando no estaba vomitando o pasándose hielos por el rostro acalorado.

-Seria genial… -sonrió Haruhiko aun acostado, haciendo referencia a su muy antigua conversación. Gaby inesperadamente comenzó a llorar, odiándose al instante. –Oh, ángel. ¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?- se reincorporo Haruhiko preocupado, tomando con gentileza su rosto y limpiando sus lágrimas.

Gaby con dificultad le vio y negó suavemente, dejando caer poco después su frente en el hombro de él.

-Lo siento, es solo que… Aun no puedo creerlo, amor… ¿De verdad llevamos tanto tiempo juntos? ¿De verdad estamos a muy poco de ser un matrimonio y convertirnos en padres? ¿En serio ya soy libre y te tengo a mi lado? ¡¡No puedo creerlo!! ¡¿Por qué algo así me pasaría a mí?!

-Basta, ángel. Es verdad y seguro todo eso. Y la vida debe tener un balance, así que de ello depende que a partir de este momento solo te sucedan buenas cosas. No temas… ya nada te lastimara. Yo te protegeré, mi amor… - prometió gentilmente Haruhiko, besando su sien, acariciando su cabello, acercándolo suavemente por su espalda.

-Amo cuando me dices dulces palabras… ¿Sabías que mi padre también le decía a mi mamá “ángel”? Antes me hacia incluso sentir incomodo que me llamaras así, pero ahora me siento más cercano a ella y a ti. Ella también me llamo por mi nombre completo, y aunque aún me trae malos recuerdos, yo suelo hacerme pensar en que personas que me aman no utilizaran mi nombre mientras me lastiman…

-Tranquilo… - susurro Haruhiko sosteniéndolo en su arrebato. Él en determinado momento comenzó a mecer a Gaby, acomodándolo de tal manera que estaba parcialmente sentado de lado en su regazo, rodeado por los seguros brazos.

Gaby se sentía tan a gusto, amado y protegido que sucumbió al sueño mientras Haruhiko acariciaba su vientre y su bebé también lo reconfortaba por el enlace en su mente. Ambos amándolos y cuidándolo. Él tenía mucha suerte en ese momento y si lograba permanecer en esa posición por lo que le restaba de vida.

 

 

Una tarde de clima sutilmente frio, de cielo violeta muy claro pero oscureciéndose poco a poco, entre las apretadas agendas de todos los ciudadanos de Celes con la revolución de los Chaton, una boda discreta más estaba a punto de llevarse a cabo. La boda de Usami Haruhiko y Summers Gabriel.

Ambos amantes después de pasar toda la tarde juntos y solo siendo ellos dos, se separaron y el itinerario planeado meticulosamente por los tres padrinos y la única dama de honor, se desarrolló.

Gaby había estado con la mente en blanco de no ser por esas cuatro personas en las que aprendió a confiar, incluso si aun pensaba que era algo extraño el testigo de su futuro esposo, Isaka Ryuuichirou. Pero dejando de lado todo eso, fue su guía, entrega y el verdadero sentimiento de ayudar y lograr que todo saliera a la perfección, lo que hizo que Gaby se relajara y cumpliera al pie de la letra lo que ellos le pedían y aconsejaban.

Él fue tan lejos como para ese único día, soportar que lo trataran con mucho cuidado para no estresarlo, casi manejándolo como un enfermo terminal.

Todo valió la pena cuando se miró al espejo de cuerpo completo, vestido con su túnica blanco opaco de boda. Ayase colocando el velo en la cima de su cabeza y Doumeki atrás terminando de arreglar el ramo de tulipanes azules. Su esperada ceremonia a solo minutos de realizarse enfrente de poco más de cincuenta personas.

-Te ves increíble, Gaby…

Aunque él no se consideraba despampanante o el más atrayente ser, debía admitir que ese día no tenía argumento válido para negar el halago de su hermano.

Su cabello recibió un tratamiento especial y brillaba, notoriamente suave, en pequeños mechones escasos y discretos, arreglos de piedras preciosas se asomaban. Su piel también se veía más sana y solo por ese día no decidió ponerse a sudar por el bochorno, sin embargo seguía tan blanca sin exagerar y el área de sus mejillas lucía un tanto sonrojado, sin duda por el nerviosismo de Gaby.

El traje de bodas fue diseñado exclusivamente para la ocasión. Era una túnica larga, de tela delgada que respiraba y un tanto liviana. Tenia pliegues varios y consistía en algunas capas que sin varias veces ponérsela y quitársela para conocerla con anterioridad, Gaby simplemente no habría sabido cómo usarla. A Gaby le gustaba que no aprisionaba a su bebé y le permitía disimular un poco la enorme bola que tenia por vientre; también los discretos diseños en las orillas de la tela suave, de patrones complejos que asemejaban la danza de un viento. En realidad eran diminutos diamantes grises oscuros.

El velo que Ayase ya había colocado era un simple decorativo para armonizar con el traje. Puesto justo después de sus atentas orejitas de Chaton, este caía todo su largo hasta cerca del suelo, sujetado por pasadores especiales que sin importar que, nunca permitiría que cayera. Tampoco lo despeinaba de aquella espectacular manera en que Isaka le había arreglado.

Sus zapatos solo brevemente vistos eran a juego con la túnica, sujetándose fácilmente a sus tobillos. Eran cómodos, ligeros y elegantes, permitiéndole mover los dedos de sus pies.

Viéndose enfrente del espejo, analizando toda su imagen, Gaby no podía creerse un Chaton embarazado que antes fue maltratado y rebajado de infinitas maneras. Él en ese momento lucia como un aturdido hombre cualquiera, con dinero, belleza y una promesa de matrimonio inminente.

¿Quién lo diría cinco años atrás?

-¡Ay! ¿Por qué hiciste eso?- gruño Gaby asombrado sobando la parte trasera de su cabeza, donde fue golpeado por Doumeki. Ayase reía escondiendo su sonrisa con su mano y Gaby solo sentía en su palma el frágil velo cubriéndolo.

-No necesito leer tu mente para saber que empezaras a pensar cosas estúpidas. ¡Es tu gran día, Gaby-chan!

-Doumeki-san tiene razón, Gaby. Hoy no… -negó Ayase y apoyo sus manos en sus hombros con una linda sonrisa.

-Hoy no… -repitió Gaby nervioso. -¡Pero demonios!- exclamo gimiendo, alterado.

-Lo sé, pero es no aceptable malos recuerdos o pensamientos. Un poco de nervios, nauseas, temblor y muchas sonrisas y alegría. ¡Solo eso y nada más!- se cruzó de brazos seriamente Doumeki. Gaby rio.

-Le pasare el dato a mi cabeza. Gracias…

Su padrino también rio y le extendió su ramo, cerrándole un ojo. Poco después salió de la habitación donde Gaby se había estado preparando con la ayuda de los otros. A su regreso ellos ya podrían bajar al salón del hotel donde se realizaría la ceremonia, y después al jardín trasero para la fiesta.

-Nii-san, muero de nervios… -gimió Gaby a solas con su amigo, dejando caer su frente en el hombro de Ayase y abrazándolo. Ayase rio un poco y lo rodeo con sus brazos.

-Es normal. Dentro de diez minutos te casaras delante de cuarenta personas, todos amigos y personas influyentes, en un lujoso y privado hotel, con uno de los hombres más exitosos de Celes y quien también es el amor de tu vida, futuro padre de tu hijo, quien por cierto está a solo un mes de nacer.

-Lo haces a propósito, ¿cierto?- reprocho con un pequeño puchero al Chaton, separándose de él para mirarlo.

-¡Relájate, Gaby! Son solo tú y Usami-san, formalizando su unión y declarándola al universo entero, delante de personas cercanas y especiales.

-Eso esta mejor… -susurro Gaby volviendo a apoyarse en su hermano. Este acaricio su cabello que no estaba cubierto y permaneció en silencio, otorgándole confort que solo él podía entregarle a Gaby en las peores, y al caso, felices situaciones.

Cuando Gaby se sintió más tranquilo se separó de su persona favorita y volvió a verse al espejo.

Era cierto, no se trataba de que todo saliera perfecto y aparentar eso, sino de compartir el importante momento con sus seres más cercanos, a quienes apreciaba y quería que lo apoyaran y fueran testigos de la promesa y entrega que le daría desde ese momento y para siempre a Haruhiko.

-¿Nii-san?

-¿Si, Gaby?

-Gracias por entregarme en el altar… -susurro, mirando los sorprendidos ojos azules en el espejo.

Ayase le miro con dulzura y lo abrazo por la espalda, susurrándole mientras ocultaba su sonrojado y agradecido rostro en la espalda de Gaby, dejando caer toda su cabeza.

-Era obvio, Gaby. Eres mi única familia con la que cuento…

Gaby llego atrás de él y sostuvo a su hermano, sintiéndose feliz y por fin calmado. Ya estaba listo para caminar todo el camino hasta Haruhiko y convertirse en su esposo.

 

 

-No sabes cuánto te odio porque no estés nervioso antes de tu boda… -gruño Ryuuichirou terminando de ayudar a Haruhiko con su corbata. El hombre le miro un segundo sin expresión antes de cerrar brevemente los ojos y suspirar.

-¿Quién dijo que no lo estoy?

-Entonces cambio mi queja a que eres insoportable por ser tan malditamente estoico- mascullo el chico y sonrió en burla. –Pero ya me salí con la mía al no prestarte a mi madre para que te calme.

-Es una pena que sus padres no pudieran asistir… -susurro Hanata, sabiendo que Haruhiko los consideraba y con gusto los habría invitado.

-No se puede hacer nada. Ellos desde antes están en un viaje estelar y nunca llegarían a tiempo. Ambos se lamentaron por no venir, pero Haruhiko nos tiene a nosotros y con eso debe bastarle- molesto con picardía, negando cuando Haruhiko ni siquiera lo miro y solo se observaba en el espejo.

Los pensamientos del empresario estaban en blanco mientras miraba su traje de boda negro y su corbata azul zafiro, de la misma intensidad que los ojos de Gaby.

Por fin, y después de tanto tiempo, Haruhiko por fin tendría asegurado bajo cualquier término un futuro feliz. No importaba absolutamente nada en adelante, Gaby seria suyo de por vida, no por un contrato como un Chaton sometido a sus órdenes, sino por un acuerdo en común que colocaba a su amado como su igual, ante cualquier mundo existente demostrando ser la persona más importante y valiosa para Haruhiko. Claro, el lugar compartido en igual de condiciones por su pequeño hijo que consolidaría su familia en unas tantas semanas.

Ante Haruhiko se extendía un futuro que él, conforme pasaba el tiempo, creyó muy lejano y difícil de conseguir.

Hace simplemente cuatro años estaba solo, sumergido en trabajo y dividiendo su tiempo entre su empresa y la corporación Usami, regresando a su solitario departamento, preguntándose a donde se dirigía su monótona vida sin emociones, una pequeña y creciente parte de él temiendo permanecer así durante toda su vida.

Para un cambio radical y bienvenido, a Haruhiko solo le había costado ir al sector más problemático de Celes y dejarse tirar por un hermoso ángel caído.

-¿Listo?- llamo Hanata amablemente, tomando con amabilidad su brazo para sacarlo de sus pensamientos.

-Iré a ver si todo esta listo… -susurro Ryuuichirou cuando Haruhiko asintió aun aturdido. El ahora total presidente de Marukawa Shoten abrió la puerta y poco después exclamo sorprendido dando unos pasos hacia atrás.

-Disculpa, Ryuuichirou-kun…

Haruhiko volteo rápidamente al escuchar la voz lenta y levemente incomoda. Su padre estaba de pie en el marco de la puerta, buscando un momento en la habitación antes de dar con Haruhiko.

-Yo… lamento interrumpir… -intervino una voz ajena en el tenso silencio. Doumeki, Kanou y Asahina estaban atrás del mayor de los Usami, quien rápidamente se hizo a un lado para dar espacio a los otros ayudantes de que todo saliera bien ese día, sin embargo ellos no entraron.

-Solo queríamos avisar que ya está todo listo, Usami-sama… -dijo el secretario y esposo de Ryuuichirou, tomando la mano de su amante y alejándose con él después de una leve reverencia.

-Iré a ver a Gaby-chan, Haruhiko. No tardes… -susurro lo último Isaka mirando de soslayo a su padre. Haruhiko le asintió al igual que a su dama de honor y a los demás.

-¿Me permiten unos minutos?- pidió calmadamente.

-Nos encargaremos del resto. Ocho minutos, señor… -recordó Doumeki y tomo gentilmente la mano de la bella Hanata, que lucía esplendida y por primera vez sin lucir como la asistente de Haruhiko, solo como una amiga.

Kanou le dio una mirada a Haruhiko antes de irse, diciéndoles sin palabras que protegería a Gaby por él, pero solo porque estaba con el otro pequeño Chaton. Haruhiko acepto y también le dio una cabezada lenta. Con la salida del empresario, Haruhiko quedando a solas con su callado y ausente padre.

-No tengo mucho tiempo… -le dijo cruzándose de brazos y apoyándose levemente en el espejo, mirándolo a través de sus anteojos. Cuando su padre no dijo nada y solo lo vio, Haruhiko siguió. –No pensé que vendría… -confeso honesto.

-El chico me llamo ayer- solo dijo Fuyuhiko apartando la mirada. –Me dijo que deseaba verdaderamente que asistiera… -agrego en un suspiro cansado. –Aunque… debo admitir que me sorprendió mucho cuando ambos me dieron la invitación el mes pasado.

-No le odio… -negó Haruhiko casi amargo.

-Deberías…

Haruhiko apretó el puente de su nariz, justo debajo de sus lentes, levantándolos un poco. Mientras cerraba los ojos tratando de buscar las palabras adecuadas, recordó la última vez que vio a su padre, exceptuando cuando Gaby le insistió entregarle la invitación personalmente. Había sido en el juicio por la libertad de los Chaton…

-Estoy a punto de casarme… -empezó Haruhiko, apartando la mirada. –En un mes tres días nacerá mi primer hijo. Las dos personas más importantes para mí no merecen convivir con alguien sumido en rencor y venganza. Lamento decir que solo por eso estoy tratando. Mi actitud no cambiara drásticamente, pero comenzando por este día me esforzare todo lo que pueda por hacer feliz a mi compañero y pronto a mi hijo. Y Gaby tiene razón… Hidehiko merece un abuelo si usted lo acepta…

-¿Su nombre será Hidehiko?- susurro débilmente el hombre. Haruhiko asintió antes de darle la espalda y revisar su aspecto por última vez antes de salir.

-Hay mucho más que tengo que decirle, pero será en otro momento. Por ahora… -dijo vagamente, pasando por un lado de su triste padre.

Antes de que pudiera alejarse, Fuyuhiko ya había tomado su mano deteniéndole. Haruhiko estuvo a punto de pedir explicaciones, parando cuando vio a su progenitor abrochar un brazalete de oro en su muñeca. 

-Siempre tuve planeado entregarte esto, no en estas circunstancias, pero era un hecho. Si después de esto quieres devolvérmelos, dárselos a Akihiko o heredárselos a Hidehiko, es tu decisión… -mascullo trémulamente acomodando el objeto de tal manera que el escudo de la familia Usami con siglos de antigüedad quedara al frente.

Haruhiko sin palabras miro que Fuyuhiko también le extendía un pequeño estuche abierto, mostrando las mancuernillas de la familia que se daban a un solo miembro masculino cuando se casaba.

No hubo tiempo para que Haruhiko tomara una decisión. La última y más importante alarma en su brazalete electrónico sonó, diciéndole que ya tenía que bajar.

Mirando a su padre fijamente, en silencio y en momento bastante crítico, él acepto el regalo y susurro su agradecimiento. Cuando se volteo y camino hacia el salón privado, su padre le acompaño en silencio y sin casi presencia hasta separarse y cada uno tomar su lugar en la amplia e iluminada estancia.

-¡¿Dónde estabas?!- gruño Ryuuichirou inmediatamente acudiendo a su lado debajo de la tarima. -¿Quieres que Gaby-chan piense que lo dejaste plantado?

-No tarde tanto… -murmuro incomodo, ofreciéndole el estuche que tenia en sus manos para que su amigo le ayudara. Ryuuichirou miro un segundo las piezas en oro blanco y bellamente talladas antes de apresurarse a colocarlas, su mirada constantemente viendo a los dos guardaespaldas que custodiaban las puertas dobles principales y que anunciarían la llegada de Gaby. El Chaton y su hermano serían los únicos que desfilarían.

El hotel donde Haruhiko y Gaby se convertirían en un matrimonio contaba con solo cien habitaciones, de lujo y con necesidad de reservación de prácticamente un año, pero con todas las influencias de Haruhiko y sus padrinos, el hotel por completo fue reservado por un fin de semana solo para la ocasión.

Ellos lo habían elegido después de mucho pensarlo por las vistas que ofrecía del mar más grande de Celes, las habitaciones bellas, acogedoras y con buen servicio, y por la ubicación privilegiada del lugar a solo unos minutos de una de las centrales para viajes universales, donde ambos, pasado el primer fin de semana como esposos, marcharían a su completa luna de miel en Moonless, un mundo relativamente nuevo y que Gaby quería visitar tras escuchar a Ryuuichirou sobre su propia aventura con su esposo en ese sencillo sitio.

El salón principal donde ya estaban todos los invitados y algunos empleados del hotel, era de alto techo, dos grandes pilares separando en tres el amplio lugar, y justo en medio de ambos fue colocado el escenario donde estaba el juez pacientemente esperando. Atrás del pequeño hombre en vestimenta reglamentaria de Celes, una enorme pared de vidrio dejaba ver al sol hundiéndose tranquilamente en el agua calmada del mar.

Enfrente de Haruhiko se extendía una larga alfombra roja con pétalos blancos esparcidos, a ambos lados grandes y altos floreros con rosas rojas y blancas, e inmediatamente luego de cada arreglo una fila horizontal de asientos con cinco sillas de tela roja oscura. Todos sus invitados en ropa elegante y cara, susurrando y pareciendo felices.

El encargado de todos los empleados del hotel que permanecería inevitablemente en la ceremonia privada, se acercó al organizador principal, Ryuuichirou, y le hablo en voz baja rápidamente antes de que su amigo lo mirara en pregunta.

-Estoy listo… -asintió Haruhiko a la mirada, y tomando una lenta y discreta respiración profunda tomo su lugar formal.

El silencio cayo en la estancia cuando los integrantes de la tarima tomaron lugares. Haruhiko a dos pasos a la derecha delante del juez, a su lado Ryuuichirou como su primer padrino, acompañado y tomando del brazo a su esposo. Seguía la dama de honor, Hanata en vestido dorado vaporoso, maquillaje perfecto, y por primera vez desde que la conociera, había dejado su largo cabello suelto en ondas marcadas, enmarcando su rostro. Del lado contrario a Haruhiko esperaba solo Kanou, como acompañante y pareja del primer padrino de Gaby, y quien también lo entregaría. Apenas llegando, y seguro checando por última vez a Gaby, Doumeki tomo lugar como el segundo padrino de Haruhiko y Gaby, al lado del estoico Kanou.

Todo listo, Ryuuichirou y el empleado que antes se le acercó asintieron lentamente al mismo tiempo y las luces disminuyeron. Velas de color rojo se prendieron por tecnología en medio de las rosas del pasillo, solo otorgando un detalle romántico a la escena, pues aun era iluminado aceptablemente el salón con la tarde avanzada. Música tradicional sonó y las puertas se abrieron lentamente por los empleados de seguridad, entre ellos el guardaespaldas de Gaby que, aunque oficialmente era un invitado formal más, pidió cuidar del lugar y el orden de la boda.

Haruhiko tembló notoriamente con nervios por primera vez en su vida. Ante sus en maravillados ojos Gaby apareció y le miro directamente enfrente al principio del extremo opuesto del pasillo, una sonrisa nerviosa en sus labios.

Nadie noto el arrebato de Haruhiko, pues todos admiraban con razón la belleza de su ángel que se deslizaba por la alfombra, tomando el brazo de su hermano que lo acompañaba sonriendo.

Mientras la hermosa túnica de Gaby acariciaba muy sutilmente los pétalos esparcidos, conforme caminaba su amado más velas se prendían iluminando su camino. Lindo detalle, pero ninguno lo aprecio, pues ambos solo miraban al otro con una perfecta mezcla de nervios, escepticismo, amor y alegría.

Tan concentrados en mirarse que los dos se sobresaltaron un poco cuando se encontraron frente a frente. Ayase rio en voz baja y tomo la mano derecha de Gaby ceremoniosamente, entregándosela a Haruhiko. Él dejo de ver a su compañero un momento e hizo contacto con el otro Chaton. Este le sonrió sinceramente y cerró los ojos feliz.

-Por favor, cuide mucho de mi hermano…

-Su felicidad es la mía… -susurro Haruhiko honestamente, tomando la mano del sonrojado Gaby y llevándosela a la boca, depositando un pequeño beso en ella.

-Tonto… -gimió Gaby y se abalanzo hacia él, ignorando cualquier cosa, jalándolo para besarlo ahí mismo.

Risitas se escucharon por todo el salón, varios de los invitados gritaron cosas indescifrables y silbaron, pero Haruhiko solo tuvo atención para rodear por su cintura a su amado, devolviendo el beso entregadamente, sintiendo claramente por la cercanía como su hijo se revolvía energéticamente adentro de Gaby.

Al separarse ambos respiraban pesado. Su Chaton se apoyó en su pecho y él lo atrajo más hacia sí, suspirando un poco y sintiendo sus nervios y sentimientos malos alejarse rápidamente.

-Gracias por hacerlo, ángel… ahora me siento mucho mejor.

-Lo que sea por tu bien… -bromeo flojamente Gaby.

-¡Estamos esperando!- gritaron a la vez, y sorprendiéndose de hacer la misma broma al mismo tiempo, Ryuuichirou y Kazuhiko. Todos rieron alentados por Haruhiko y Gaby que mantenían sus sonrisas cuando se separaron y tomados de las manos se colocaban delante del risueño juez.

-Bien… Apreciados invitados, familiares y amigos, hoy nos hemos reunido para fortalecer y celebrar la unión de estos dos seres… -comenzó ceremoniosa y amablemente el hombre, llamando al silencio y concentración.

Con forme avanzaba el tiempo sin contratiempos la noche llegaba. La intima iluminación y la tranquilidad procedieron cuando Ayase se aproximó a Haruhiko con los anillos de boda encima de un sencillo cojín rojo.

Él miro unos segundos nervioso el correspondiente anillo de Gaby y lo tomo, volteándose lentamente ante el aun más nervioso Chaton, que agitaba energéticamente su larga colita rubia y movía ocasionalmente su hermoso velo. La simple visión haciendo sonreír a Haruhiko, tomando su mano izquierda y dándole un pequeño apretón para calmarlo.

-Yo, Usami Haruhiko, te pido que te entregues a mí como mi esposo. Prometo amarte, cuidarte, serte fiel y respetarte por el resto de mi vida. Velare por ti en las adversidades y los momentos de gozo, y solo la muerte podrá separarnos…

Gaby asintió lloroso y elevo su dedo anular. Haruhiko con delicadeza puso el anillo de oro justo después del primer anillo que él mismo le entrego a su Chaton años atrás.

En ese momento ambos habían estado unidos por un contrato legal como única alternativa para no ser separados nunca, pero ahora, era algo que ambos querían y gritaba a cualquier mundo que se pertenecían mutuamente. Seguía siendo un contrato legal, pero solo lo firmaban porque era algo evidente a esa altura de su relación.

Ellos ya habían estado unidos desde los primeros días de conocerse.

Haruhiko sostuvo la mano pequeña y temblorosa, mirando fijamente los más hermosos ojos existentes. Su cuerpo se quedó sin aliento para pronunciar sus votos, pero la tímida sonrisa alentadora de Gaby lo tranquilizo… como siempre.

-Tiempo no muy lejano te preguntabas porque te llamo mi ángel, y eso es solo porque fuiste mi salvador, un hermoso ser que la vida puso en mi camino. Hoy te agradezco todo lo que has hecho por mí y te elijo como la persona con la que quiero compartir mi vida. Ante nuestros allegados prometo amarte y cuidarte durante el resto de nuestras vidas. Te tomo con todas tus virtudes y tus defectos, del mismo modo en que me ofrezco a ti con todas mis virtudes y mis defectos. Te ayudaré cuando necesites ayuda, y te pediré ayuda cuando la necesite. Me esforzare por hacerte feliz y a nuestro hijo, y el amor nunca faltara en nuestra unión, mi ángel…

Gaby no pudo soportarlo más y sollozo, tapando su boca con su mano libre.

¡Haruhiko era un maldito cursi del cual estaba enamorado aun más por sus palabras!

Todavía hipando, miro hacia Ayase y estiro su mano. Su hermano sonrió cariñosamente y le extendió el cojín, donde el anillo de Haruhiko estaba.

Mirándolo borroso por las lágrimas apretó la fuerte mano que le entregaba el amor de su vida.

-Yo, Summers Gabriel, te pido que te entregues a mí como mi esposo. Prometo amarte, cuidarte, serte fiel y respetarte por el resto de mi vida. Velare por ti en las adversidades y los momentos de gozo, y solo la muerte podrá separarnos… -dijo entrecortado y coloco el anillo en su correspondiente dedo.

>>Solo tengo que decir que te amo, y desde que fuiste TU el que me salvo, mi corazón ha sido tuyo. Me esforzare día a día a prevalecer nuestra unión y que te sientas feliz de elegirme como tu compañero. Cuidare, amare y seré fiel de cada parte de ti, y por supuesto no dudare en reprenderte y aconsejarte, estar ahí para ti, esperando que nuestro hijo disfrute del amor que le entregaremos. Y ruego a la vida me permita años a tu lado siendo solo tu ángel…

Haruhiko sonrió plenamente mientras tomaba sus dos manos y las besaba mirándolo. Tal parecía que sus votos improvistos al último momento, cambiándolos y siendo completamente honesto le habían gustado.

Ellos no se soltaron incluso cuando tuvieron que firmar los papeles legales, firmando al mismo tiempo en la pantallita especial táctil. Mucho menos se separaron cuando el matrimonio Isaka les coloco el lazo. Gaby en ese momento de verdad esperaba que la suerte de un enlace tan fuerte y duradero como el de ellos los acompañara en su nueva etapa juntos.

-Que a los seres que el amor ha unido, no los separe el hombre. Los declaro unidos en matrimonio. Pueden besarse… -sonrió el juez junto con un suave movimiento de sus manos.

Gaby encaro a Haruhiko y le extendió los brazos, este riendo lo atrapo por la cintura y unió sus labios en un beso lento, dulce y totalmente seductor mientras Gaby se acercaba lo más que su bebé le permitía, devolviendo el abrazo, el beso y los sentimientos. Muy, muy lejanamente, su acto siendo acompañado de aplausos y felicitaciones.

La dama de honor los distrajo a ambos cuando se dirigió a los invitados en general. Haruhiko lo abrazo más fuerte y miro de soslayo como todos se levantaban y eran guiados por los padrinos, Hanata y otros tantos empleados hacia el jardín donde se llevaría a cabo la fiesta.

Ellos sin tener prisa solo continuaron en su propio mundo donde ya todo estaba en perfecto estado.

-¿Y bien? ¿Qué se siente ser mi esposo?… -susurro Haruhiko apoyando su frente en la suya. Sus ojos brillando con emoción y diversión. Gaby rio un poco y apretó más sus brazos que rodeaban el cuello de su ahora marido.

-¿Qué se siente ser mi esposo?- devolvió Gaby mirándole con una ceja alzada.

-Maravilloso- respondió inmediatamente.

-Yo también… -susurro Gaby y lo beso una última vez. –Vamos, Hidehiko Usami tiene hambre…

Haruhiko puso por un momento los ojos en blanco antes de tomar su mano y entrelazar sus dedos, guiándolo por el salón vacío y muy sutilmente iluminado ahora con la noche cerniéndose sobre el sector cinco.

Ambos estaban tan aturdidos aun por el título de casados que poseían que al salir por las puertas que llevaban al jardín se llevaron un buen susto por los vítores, aplausos y la lluvia de pétalos que les dio la bienvenida, lo último a causa de sus padrinos y dama de honor, los cuatro lanzándoles un arcoíris de colores con delicioso aroma de un cesto que tenían en las manos.

Gaby y Haruhiko rieron por el gesto y ya sin la guardia baja notaron, entre espacios de sus amigos para tomar más pétalos, que los demás invitados sonreían plenamente y sostenían grandes globos flotantes de color blanco, sujetos de hilos dorados e iluminados internamente por tecnología. Las parejas declaradas sujetaban de hecho dos globos amarrados juntos.

-¿Nii-san?- rio Gaby cuando su hermano se acercó y paro con eso el festejo.

El travieso chico movía su colita en un gesto alegre y les entregaba dos globos unidos, esperando para que Haruhiko tomara el lazo antes de darles también una pequeña libreta con hojas físicas y fácilmente arrancables.

-Es una sorpresa que prepare con los demás… -explico el Chaton, haciendo una educada seña a los demás padrinos y dama de honor. –Soltar globos al cielo unidos con un único deseo escrito es una costumbre de un mundo recién descubierto. Pensé, que ya que ambos son esposos y están empezando una nueva vida, les gustaría pedir algo siendo acompañados de los demás invitados, que antes de la boda ya traían sus deseos…

Gaby observo mientras los miraba, que muchos afirmaban lo dicho mostrándole pequeños rollitos de papel unidos al extremo del hilo dorado que amarraba al globo. Todos esperándolos solamente a ellos para soltarlos.

-¡Gracias, Nii-san!- exclamo eufórico Gaby, colgándose del brazo de su amigo para abrazarlo. Ayase rio y le devolvió el abrazo rápido antes de separarse y volverles a extender la libreta que no habían tomado.

-¿Cualquier deseo?- pregunto Gaby escogiendo una hoja y aceptando la pluma que su hermano le entregaba.

-Cualquiera. Solo uno por los dos…

Mirándose en silencio, Gaby supo que Haruhiko pensaba lo mismo que él, así que sonrió y rápidamente escribió su deseo, pidiéndolo desde lo más profundo de su corazón.

 

>>Que nuestra vida juntos como familia unida dure lo más feliz, amorosa y largamente posible, por favor. <<

 

Haruhiko sostuvo el globo y le ayudo a atar el rollito, compartiendo el hilo con él cuando terminaron. Viéndose y sonriendo como idiotas, ambos lo soltaron al mismo tiempo, viéndolo elevarse calmadamente hacia el oscuro cielo salpicado de miles de estrellas.

Dado la iluminación el recorrido de los globos fue claro. Casi parecían estrellas de inusual enorme tamaño haciéndose pequeñas y uniéndose a las demás en el espacio. Cuarenta globos siguiendo sus dos globos unidos, logrando que el escenario fuera más hermoso y valioso.

-Muchas gracias a todos por estar con nosotros este especial día… -se hizo escuchar Gaby, atrayendo de nuevo la atención de sus invitados. –Me hace muy feliz compartir este momento con cada uno de ustedes… De verdad, gracias- susurro honesto, más sintiendo que viendo, como Haruhiko lo apoyaba con una cabezada, sin soltar sus manos en ningún momento.

-Gracias a ti por querer compartirlo, Gaby-san… -susurro Hanata amablemente, devolviéndole su ramo.

Dado que era muy seguro que los novios se retiraran muy temprano teniendo en cuenta las restricciones de salud de Gaby, él tenía que arrojar el ramo desde ese momento para no postergarlo.

Haruhiko lo soltó a regañadientes y se separó un par de pasos para dejarle lugar. Los invitados que ya estaban casados, y los que simplemente no querían participar, dejaron que los demás se acomodaran enfrente del sonriente Gaby. Cuando los vio listos, se dio la vuelta, cerró los ojos y arrojo el objeto hacia atrás.

Gritos, risas y exclamaciones de pena, pero al final la triunfadora Takatsuki Risako alzaba el intacto ramo con una sonrisa enorme y un pequeño sonrojo.

-Bueno, felicidades. Quizás con esto por fin logres casarte legalmente- bromeo Gaby con la chica que había conocido anteriormente y le agradaba mucho.

Risako rio a carcajadas y fue al encuentro con su pareja, que también lucia abochornado pues había sido molestado por su familia que estaba a su lado. Ambos se abrazaron y besaron, haciéndole saber que pronto Gaby se enteraría de la buena noticia.

-Vamos, no debes estar mucho tiempo de pie… -intervino Haruhiko en sus pensamientos.

-Por el momento, esposo mío, debo de preocuparme más de otros de mis síntomas. Ahora vuelvo, voy al sanitario… -rio avergonzado y tomo con cuidado su traje para caminar más a prisa.

La cena posterior y convivencia con sus seres queridos se desarrolló de estupenda manera poco después.

El hotel donde se casaron era hermoso y no muy pretencioso. El jardín donde ellos estaban se distanciaba solo de unos metros de un abundante bosque a la izquierda y el amplio y energético mar a la derecha. El borde de ambos era iluminado con muchas velas prendidas, al igual que esferas brillantes blancas colocadas estratégicamente en los más cercanos árboles.

La distribución de mesas fue un círculo de seis mesas que rodeaban la circular pista de baile especialmente preparada para la fiesta. En una íntima mesa para dos cercana al hotel, Haruhiko y Gaby se sentaron, encarando a los demás. Una mesas para ocho a su lado derecho e izquierdo, la primera con los padrinos, sus acompañantes, y la doctora de Gaby, que contó con el lugar por lo mucho que hizo porque la relación funcionara; a la izquierda la familia de Haruhiko y acompañantes, sin embargo Fuyuhiko se sentaba en la mesa siguiente de siete, con socios y amigos de ellos, para no crear un ambiente tenso entre integrantes de la familia Usami. En la otra mesa contraria de siete tomaron lugar el profesor Kazuhiko y Miyagi, ambos con su familia, los dos invitados porque gracias a su esfuerzo ellos pudieron casarse. Toudou se sentaba con su recién novia, Aikawa, junto con Akihiko y Misaki. En la última mesa, y la más llena con ocho, los otros Chaton que conoció y apreciaba junto con sus parejas.

Ellos comieron acompañados de música de orquesta con instrumentos de cuerda, iluminados por faroles flotantes de dulce color dorado en la comida, cambiando conforme pasaban platillos. El único brillo permanente era el de las grandes velas dentro de esferas especiales, en medio de las mesas.

Gaby se alegró de que todos disfrutaran de su selección de menú. Él había querido involucrarse en la cocina y superviso todo, aunque quedo como un secreto compartido solo por Ayase e Isaka, que Gaby de hecho preparo los tres tipos de postres que todos parecían amar.

Lo bueno de tener una boda más privada y familiar…

Haruhiko durante toda la velada no dejaba de tocarlo y mirarle con cariño. Gaby pasó gran parte de la cena con una sonrisa tonta y un sonrojo. Su mano cuando no estaba acariciando su gran panza, la tenia Haruhiko entre la suya.

Su intercambio coqueto fue interrumpido cuando el mejor amigo de su marido se levantó, con la copa alta y llamando la atención. Todos le pusieron inmediata atención dejando sus pláticas y risas.

-Hola a todos de nuevo. Quiero agradecerles por su asistencia esta noche a la boda de estos dos tortolos… -señalo con su copa a Gaby y Haruhiko. Este último suspiro cansado por la actitud de su amigo. –Como primer testigo, y robándole la oportunidad al adorable segundo testigo… -guiño al risueño Ayase, ignorando el gruñido de su acompañante Kanou- …me gustaría dar unas palabras y hacer un brindis.

>>Conozco a Haruhiko desde que éramos muy pequeños. Mi primera impresión fue que estaba delante de uno de los tantos maravillosos robots inteligentes de Celes, pero pasaron los años y el chico demostró tener sentimientos. Un gran susto, debo admitir… -asintió dramático. –Sin embargo, debo admitir, que permitirle ser mi compañero de juegos y casi un hermano fue un acierto…

-¿“Permitirle”?- susurro entre dientes Haruhiko. Gaby rio y le dio unas palmaditas en su rodilla.

-…Él ha sido mi segundo mejor amigo. El primero, por supuesto, mi esposo… -dijo y miro caliente a su incomodo secretario. Varios rieron y negaron, ensanchando la sonrisa del Presidente. –Se, con la mayor certeza, que Haruhiko estará ahí, con su maldita cara imperturbable y tolerara todas mis estupideces. Es un gran hombre y soy muy feliz por él en este especial día…

Gaby se conmovió del intercambio de miradas, Haruhiko luciendo casi sorprendido.

-No conozco de mucho a Gaby-chan… -prosiguió el empresario recuperándose. –Pero seguro quiero hacerlo más, pues algo debe de tener, aparte de esa hermosura y bulto enorme, para cautivar a mi amigo…

-¡Estoy embarazado!- replico Gaby alegremente interrumpiéndolo. Isaka aguanto su risa y continúo como si nada.

-Ese Chaton que ven ahí, damas, caballeros y niños, es tan merecedor del nuevo y famoso título: “Sobreviviente”, como todos los compañeros en raza que hacen presencia hoy. Fui testigo de voz de Haruhiko como paso, de un “Chaton momentáneo y básicamente impuesto”, a la persona por la que mi amigo más cuida, ama y procura…

>>Su historia juntos refleja una de las tantas historias que en silencio se desarrollaron en el oscuro pasado, pero que ahora, como todas las demás, tiene y merece un final feliz. –Ryuuichirou sonrió honesto y los encaro, levantando su copa hacia ellos. –Y aunque Haruhiko no llego hacer esto en mi propia boda, yo no seré tan maldito para vengarme, no cuando él por fin es inmensamente feliz al igual que Gaby-chan.

>>¡Por Usami Haruhiko y Usami Gaby! ¡Que el amor, prosperidad y salud siempre los acompañe en su nueva vida de casados y futuros padres!

-¡Salud!- exclamaron todos a la vez y bebieron de sus copas de champaña, excepto Gaby, que por su bebé bebió un suplemento a esta sin alcohol.

Un cantante profesional y famoso contratado por Kanou y Ayase tomo lugar enfrente de la orquesta. Los faroles flotantes cambiaron de posición para alumbrar únicamente la pista de baile mientras una suave y especial canción comenzaba ante la sorpresa de Gaby.

Haruhiko se levantó y arrodillo a su lado, estirando una mano y pidiéndole bailara con él. Gaby sin palabras lo abrazo fuertemente, riendo feliz.

-Esto es un sí- dijo aun sin separarse de él. Haruhiko se le unió con una pequeña risa y los levanto a ambos con suavidad, sus manos entrelazadas, sus pasos tranquilos para ir a la pista.

Su esposo le dio una suave vuelta para empezar antes de tomar su mano derecha y rodearlo con su brazo por su cintura, acercándolo lo más que su hijo lo permitía. Gaby ensimismado y enamorado lo rodeo por su cuello y se apoyó en su pecho, dejándose guiar en la dulce canción lenta y bella.

-¿Tu escogiste la pieza?- pregunto Gaby curioso. Haruhiko negó y le dio una suave vuelta, volviendo a abrazarlo, mirándolo intensamente.

-Fueron Doumeki y Hanata…

Gaby asintió un segundo antes de levantarse en las puntillas de sus pies para besarlo. Haruhiko perdió por un momento el ritmo, parando un poco para soltar su mano y tomar su rostro, devolviéndole el beso, estrujándole cariñosamente. Gracias a la mano que Gaby bajo y apoyo en su pecho, él pudo sentir el corazón de su compañero acelerarse tanto como el suyo.

-No sabes cuan feliz estoy. Te amo… -sollozo Gaby. Haruhiko le sonrió dulcemente y beso sus ojos empañados.

-No llores, ángel. Solo sonríe y disfruta del resto de nuestro día… -le susurro y volvió a abrazarlo, esta vez sus dos manos tomando su cintura. Gaby le correspondió sujetando su traje con sus manos, apoyándose en él mientras se movían muy suavemente, trazando amplios círculos alrededor de la pista de baile.

La canción con voz grave y privilegiada pareció eterna. Gaby se en maravillo de traducir fragmentos esparcidos de la letra en un idioma complejo. Esta hablaba de dos seres, en oscuridad y con miedo, siendo salvados por un grande y cálido sentimiento que encontraron al conocer al otro, ambos pensando ser salvados y no salvadores, misma razón por la que su amor y felicidad duro eternamente, haciendo el amor en el cielo incluso después de su muerte.

Gaby debía agradecer apropiadamente el gesto de la canción a sus dos amigos.

Tras una pausa del cantante y varios aplausos, la siguiente tonada fue incluso más lenta. Gaby se refugió en el cuello de Haruhiko y tomo uno de sus hombros por atrás mientras su otra mano seguía en su pecho. Haruhiko seguía abrazándolo, solo que guiándolo en esa ocasión en un lento y armonioso vals, al que después de un tiempo le acompañaron casi todas las parejas invitadas.

Tres canciones más y Gaby por fin se cansó y tuvo que ir de nuevo al baño. Al regresar el ambiente cambio a más animado con canciones movidas, curiosamente involucrando aun a la orquesta que continuaba tocando.

Ambos decidieron agradecer a los invitados que continuaban sentados, en un descanso para Gaby y su gran peso en su estómago. Todos los felicitaron informalmente, muchos incluso abrazándolos a los dos, y por completo ellos les desearon cosas buenas, lo que logro que Gaby lagrimeara por el cariño y aceptación que recibía.

Tras muchas risas, bromas y una que otra pregunta vergonzosa, ellos llegaron a la mesa donde estaba la familia de Haruhiko, donde irónicamente también llego al mismo tiempo Fuyuhiko.

El ambiente cayó de ánimo y fue muy incómodo para los presentes, Toudou y Aikawa, permanecer ahí cuando toda la familia Usami se veía unos a otros sin mediar palabras. Incluso los pequeños hijos de Mizuki y Kaoruko, con solo unos pocos años de edad, entendían la situación y dejaron de jugar y reír, mirando temerosos a todos.

-M-muchas felicidades, Usa… Haruhiko-san, Gaby-san… -intervino Toudou nervioso, levantándose, disimulando su intento de huir. –Gracias por invitarme. De verdad les deseo muchas cosas buenas en su nueva vida.

-Gracias a usted por venir- sonrió Gaby nerviosamente. –Fue gracias a usted que esto fue posible… -susurro Gaby, ya completamente honesto, mirando a Haruhiko con tranquilidad. Su marido le correspondió, relajándose por fin.

-¡Cielos, eso no es cierto!- exclamo el abogado, menospreciando con sus manos. –Los Chaton fueron los mayores luchadores y perseverantes en todo el proceso, yo solo hice las cosas legales aburridas.

-No menosprecie su trabajo, señor- hablo Haruhiko tranquilamente, mirándole. –Le debemos mucho a usted y a todos los involucrados. Sin uno de ustedes, no es posible saber si esto habría funcionado.

-Lo haría… -susurro la editora Aikawa con un suspiro. –Incluso si hubiésemos perdido el caso, solo habría sido cuestión de tiempo. Nuestro trabajo fue simplemente alzar la voz y hacer que los demás abrieran los ojos…

-¿P-podríamos no hablar sobre el “hubiera pasado”?- intervino inseguro Misaki, bajando sus orejitas café y mostrándose triste. -¡Ganamos, eso es lo que importa! Ahora solo debemos estar feliz por Gaby-san y Haruhiko-san, y por todas las cosas buenas que logramos.

-Tienes razón, Misaki-kun, pero odio decírtelo… Tendrás que acostumbrarte a este tipo de temas de conversación… -rio un poco la prima de sangre de Haruhiko, mirando de reojo a Gaby.

-Cierto, pero siempre podemos decir que si no hubiésemos sido escuchados, habríamos comenzado una revolución… -añadió Gaby lo más serio posible, atrayendo miradas serias e incluso de miedo. Fue lo máximo que soporto él y la chica antes de reír cómplices.

La tensión general pareció disminuir un poco con la broma. A Gaby inmediatamente le cayó bien la chica de largo cabello y ojos negros y se acercó a ella y a sus pequeños. Ella comenzó una plática despreocupada y feliz con él, dejando la oportunidad para que los otros integrantes de la familia se hicieran pelotas solos.

Ellos ya habían dado el pequeño empujón a todos, si decidían continuar con sus tontos resentimientos era problema de ellos y ya no intervendrían más.

-¡Misaki, ven a ver lo que Chiaki dibujo la otra vez!- llego diciendo feliz el Chaton Shinobu, jalando la mano de Misaki para sacarlo de la incómoda mesa. El chico miro un segundo a su pareja antes de darle un pequeño beso en su mejilla, susurrarle algo e irse.

Sin aguantarlo más, Toudou y Aikawa también se retiraron a la pista de baile. Eso dejo solos, y relativamente cerca a los sentados Akihiko y Mizuki, con los parados Haruhiko y Fuyuhiko.

-Felicidades por la boda… -susurro el primo político de Haruhiko, mirando un poco a su esposa, que al igual que Gaby, robaba mirada a la difícil reunión.

-Gracias… Por venir, también… -devolvió Haruhiko, y en un acto sorprendente, se sentó con parsimonia, mirando a Gaby de manera especial para que él también lo hiciera y no se cansara.

¡Incluso en ese importante momento encontraba tiempo para regañar y cuidar de Gaby, maldición!

-Agradable ceremonia. Por alguna razón pensé que solo la harías por el civil… -menciono Akihiko mirando su copa de vino, dejando ver que no buscaba una pelea y solo era una observación honesta. Agraciadamente Haruhiko lo tomo de esa manera y negó, comentando las muchas ventajas de haber realizado la boda de esa manera.

Fuyuhiko también se sentó y escucho en silencio la plática algo formal de sus hijos, Mizuki viendo y aparentando participar en la de Kaoruko, pero evidentemente también escuchando.

Cuando el mayor de los Usami participo con intervenciones breves e inseguras, ninguno de los hombres le rechazo o ignoro. La conversación siguió abarcando temas simples y seguros, igual de formal, pero ya no tan tensa, así hasta que llego uno de los socios de Haruhiko, y sorprendentemente también de Fuyuhiko, sin que ninguno lo supiera. Entonces la plática cambio a negocios y fue un terreno que los cuatro manejaron mejor y familiarmente, incluido Mizuki que por fin fue participe.  

Al irse a otra mesa Gaby y Haruhiko, él se sintió orgulloso de que su pareja lo intentara con un poco de determinación.

-¡Vaya, pero sí eres Haruhiko!- exclamo burlona y cruelmente Sumi Keiichi cuando ellos fueron a la mesa de su familia. –Por un momento pensé que eras otra persona totalmente diferente, teniendo en cuenta que parecías el mejor amigo de Akihiko…

-¡Sumi!- regaño fuertemente el profesor Miyagi, pero el editor lo ignoro, solo teniendo atención para Haruhiko.

-Pero en realidad me sorprende, Haruhiko. Ahora estas muy cercano a Akihiko cuando antes le llamabas "el otro hijo"… -susurro el hombre, lo suficientemente cerca de ambos para que solo ellos escucharan.

-Bien, ya basta, Sumi-san… -mascullo irritado Kazuhiko, estrellándole una gran y pesada bola de nieve suave en todo el sorprendido rostro del hombre. –Deja tu veneno antes de que venga Johnny-kun, o estarás en más problemas de los que ya estas…

-¡¿Cuáles problemas?! ¿Esta mal que haga una observación honesta, molestando a un viejo conocido, sin búsqueda de pelea?- pregunto rápidamente, viendo a Gaby y Haruhiko seguidamente, dejando ver que lo que decía era verdad.

-Querido, cualquier cosa que salga de tu boca, con esa personalidad que te cargas, es un insulto… -se lamentó Risako al otro lado de la mesa, apoyada en su sonriente compañero.

-¡Bueno saberlo, para otra solo tapen mi boca permanentemente con algo!- gritoneo insultado.

-¿De verdad lo quieres?- pregunto el profesor Kazuhiko, apareciendo delante de su adiestrada mano una cinta de hielo sólido. Gaby aun fascinado por las habilidades de la mayoría en la mesa solo sonrió.

-¿Pueden, caballeros, tomar nuestras felicitaciones por su unión y solo irse de una vez?- suspiro el editor sin verlos.

-¡Oye, tú no puedes solo correrlos de su propia fiesta!- grito el Chaton Shinobu llegando, golpeando la parte trasera de la cabeza del hombre hasta tirarle los lentes a varios centímetros adelante en la mesa. Todos rompieron en carcajadas.

Haruhiko acertadamente los saco de ahí antes de que la pelea comenzara.

Ellos pasaron otra hora entre convivir con sus invitados, bailar y las constantes visitas de Gaby con el baño y sillas para descansar. Desde risas, emotivos momentos y otros tantos comentarios tristes sobre la situación anterior de los Chaton. La noche a pesar de todo era perfecta y disfrutable.

Gaby desde su mesa suspiro, viendo a su esposo bailar con su “cuñado”. Él se descuidó un momento y al otro ambos estaban bailando. Gaby no podía negar que estaba incomodo con eso, después de todo, Haruhiko le había confesado los primeros pensamientos que tuvo al conocer a Misaki.

-Estúpido, eso ya paso… ¡Esta casado contigo!- se regañó a si mismo, negando, tomando de su copa y casi ahogándose cuando Fuyuhiko se sentó a su lado.

-Por fin encuentro un tiempo para hablarte a solas… -sonrió y miro a donde Gaby lo hiciera, alzando sus cejas en sorpresa. -¿Y Akihiko?- pregunto en un susurro nervioso. Gaby señalo al escritor sentado en su mesa, mirando atentamente sin expresión a la pareja de baile. –Oh…

-¿Deseaba hablar conmigo de algo?- llamo Gaby distrayéndolo de su nerviosismo por un altercado. Él casi sentía sus fuertes sentimientos, y en la precaria situación de Gaby, no podía permitirlo.

-Sí, yo… Solo quería darte las gracias. Por llamarme ayer, por hacer que Haruhiko me invitara y me diera otra oportunidad… -susurro apartando la mirada a la lejanía, sonando casi triste. Gaby negó.

-Aunque no me crea, yo casi no tuve nada que ver. Arriesgándome, podría decirle que en este momento, Haruhiko entiende un poco de lo que un padre puede hacer creyendo que es lo mejor para sus hijos… -susurro ausente, entrelazando sus manos encima de su estómago.

Si fueron sus palabras, la mirada dulce y gentil que recibió de su ahora suegro, o el ajetreo del día, Gaby no supo que causo que su bebé se moviera bruscamente, mandando nervios a través de su enlace mental.

-Luces adorable en ese estado… -dijo Fuyuhiko cerrando sus ojos con tranquilidad. –De verdad espero que las decisiones que ambos tomaron sean las correctas y les traiga felicidad, de ser lo contrario… Estere ahí para ambos, Gabriel. Bienvenido a la familia. Se feliz y haz feliz a mi hijo, ¿sí?

Fuyuhiko ni siquiera lo vio, él solo se fue, luciendo ante sus ojos por primera vez vulnerable. Una gran sorpresa que causo más malestar a Gaby.

>>Tranquilo, amor… Te siento agitado… << Susurro a su bebé.

Gaby continuo consolando y acariciando a su hijo, preocupado porque continuaran los dolores y él se sintiera débil y agitado, sin embargo tan pronto llego el malestar, este se fue. Una real pena que su doctor de cabecera no pudiera asistir a la boda por una cirugía programada.

Haruhiko llego ante él e inmediatamente le abrazo, preguntándole si estaba bien. Su grande y cálida mano se posó en su estómago y Gaby pudo asentir sin mentir sobre su estado. Quizás solo el cansancio le estaba cobrando factura.

-¿Podemos dar un paseo por la playa? Me estoy sintiendo un poco aturdido aquí…

-Claro, ángel… -Haruhiko lo ayudo a levantarse, siempre cuidando de que tuviera el suficiente equilibrio para mantenerse antes de soltarle. -¿Seguro que estas bien? Estas pálido y frio, Gaby…

-Hoy cumplí mi sueño de ser tu esposo y es entrada la noche… No te preocupes, Haruhiko… -sonrió Gaby, colgándose de su brazo para que lo acompañara afuera.

-Si ya estás cansado deberíamos ir directo a la habitación, Gaby. Escuchaste al doctor, este último mes no debes en lo más mínimo sobrepasarte.

-¡Estoy bien, maldición! Solo quiero un paseo… por favor- suplico, respirando agitado por alguna razón.

-En el momento en que vea el más leve cambio en ti llamare al doctor, ¿escuchaste?- murmuro algo enojado su marido, quitándose su saco y colocándolo en sus hombros, rodeándolo y caminando con él muy lentamente.

Gaby no dijo más y juntos llegaron al mar calmado, bebiendo de la hermosa vista de la luna dorada siempre llena de Celes reflejada en el agua, la arena como polvillo completamente blanca, el rico y agradable aire fresco y salado. De caminar juntos muy cercas, ya como un matrimonio legal y oficial.

-Gracias por este día, Haruhiko. Fue perfecto… -susurro Gaby deteniéndose para mirarlo. Haruhiko le miro gentil y beso su frente, haciendo a un lado su largo velo para tocar su cabello.

-Fue tan maravilloso porque ahora eres mío, Gaby… -Y dicho eso lo beso lentamente, con sensualidad y tantas promesas que en una muy pequeña porción le dijo ante el juez.

-Mi esposo… -gimió Gaby, saboreando las palabras en su boca, como oían y como se sentían.

-¿Si, mi esposo?

-Te amo… -sonrió Gaby junto con Haruhiko, ambos cerrando los ojos cuando unieron sus frentes y manos con sus alianzas de bodas.

Haruhiko lo iba a volver a besar y abrazar, pero Gaby solo se estremeció y jadeo con dolor, sujetándose rápidamente su bajo vientre, sintiendo con más claridad el nerviosismo y miedo de su bebé por lo que sucedía en ambos.

-¿Ángel? ¿Qué sucede?- pregunto preocupado Haruhiko, sosteniéndolo. Gaby negó energéticamente, sus ojos cerrados con dolor.

-Yo… no lo sé… Hide… él… Ha estado… muy raro…

-¿Cómo que raro?

Gaby respondió cayendo de rodillas, gritando, un fuerte dolor penetrante en su vientre, cabeza y en su corazón al sentir el eco de su dolor transmitirse a su hijo.

-¡Haruhiko, busca ayuda, rápido! ¡Algo va muy mal! ¡¡Creo que el niño ya nacerá!!

 

 

Notas finales:

Jojo, si, lo mas emocionante y... especial para el otro capitulo xDD

 

Una vez mas, de verdad lamento el retraso. Espero traerles esta misma semana el capitulo de Inoue, que ya me estan matando por traer *^*

Prometo esforzarme para subirlo ._./

 

Muchas gracias por continuar leyendo. Como siempre, espero sus sensuales y dulces comentarios~

Cuidense mucho, y para quienes comparten mi suerte, felicidades por librarse de la escuela. 

Para todos, disfruten de sus vacaciones (si tienen) xD

Nos leemos .w./

 

Lincenciada recibida con honores, Christal~ :P


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