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¿Salvando o siendo salvado por un Chaton? por christalchii268

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Notas del capitulo:

Wua, demaciado tarde D:

Ruego me disculpen. He estado enferma y arreglando todo para el Lunes entrar a trabajar formalmente :p

Aunque no quiero ;-;

Cual sea, espero les guste el capitulo. Es muy especial~

 

Dedicado a la dulce personita deMisakii212.
Ya veras que todo ira bien, tesoro. ¡Animo!

 

Preparen los pañuelos ^^U

Capítulo 22:

El ambiente y realidad estaba alterada y confusa mientras Gaby era trasladado con rapidez en una silla de ruedas hacia la sala especial que habían preparado para su parto.

Él se sentía mareado y veía todo borroso. Le faltaba la respiración y el dolor esparcido en su vientre y cabeza no mejoraban su nerviosismo. Solo el ver a Haruhiko a su lado, haciendo todo lo posible por lucir tranquilo, lo relajaba.

Al llegar a su habitación, miles de personas se movían alrededor, poniéndole cosas médicas, sacándole sangre y haciendo chequeos rápidos, parando solo un poco cuando Gaby volvía a tener contracciones y él tenía que aferrarse con fuerza a su esposo, tratando de aguantar el dolor y calmar a su temeroso hijo que no entendía que sucedía.

>>Todo estará bien, mi niño. Papá te protegerá. Papá no dejara que nada te suceda…<< Repitió una y otra vez.

Su doctor les comunicaba cada cosa que hacían en Gaby, pero él estaba tan asustado y nervioso que no puso en lo absoluto atención. Él solo sabía que dolía, que su bebé estaba inquieto, y que quería que todo acabara de una maldita vez antes de que algo malo pasara.

Las últimas pruebas antes de proceder con más seguridad se llevaron a cabo. Haruhiko se sentó a su lado en la cama, mirándolo preocupado, una mano encima de su vientre y otra tomando la mano de Gaby.

Los abrumadores sentimientos pudieron más que él y perdió el valor, sollozando en silencio.

Tenía tanto miedo de perder a su bebé. Todos en la sala no sabían que esperar exactamente. El doctor les había extendido un sinfín de posibles rutas, diciéndoles cuales descartarían en el preciso momento con pruebas y procedimientos. Gaby moría por saber que descubrieron todos y que le dijeran que hacer para poner de su parte.

Haruhiko casi leyendo su mente lo abrazo suavemente, susurrándole al oído lo que le comunicaron y lo que tenía que hacer, lo cual básicamente era relajarse, respirar y aguantar el dolor hasta que lo llevaran a la cesárea.

Los doctores querían estar cien por ciento seguros antes de hacer cualquier cosa. El caso de Gaby era único en su tipo, haciendo que el normal número de ayudantes en el cuarto fuera mayor, tanto como la atención a su persona y bebé, cinco personas solo checando constantemente a su hijo, preguntándole con calma lo que Hide sentía.

-No sabe que hacer. Esta confundido… tiene miedo… No sabe absolutamente nada… -siempre respondía Gaby, jadeando y negando, volviendo a tranquilizar a su niño por el importante lazo.

Su doctor después de mucho los traslado a ambos. Al principio algunos de los profesionales negaron que Haruhiko le acompañara a la sala de cirugía, pero mientras el hombre alterado decía que no lo alejarían, el doctor de Gaby replico que Hide necesitaba de ambos padres y la calma que podían darle en tan crucial momento.

Así, ya con ambos preparados, Gaby estaba parcialmente acostado en una grande habitación esterilizada, con monitores grandes y sofisticados mostrando diversa información de Gaby y el pequeño. Mínimo tres personas sin alejar la mirada de las pantallas y gritando instrucciones.

-Gaby-san, quiero que me pongas atención, ¿de acuerdo?- llamo su doctor apareciendo en su rango de visión. Gaby jadeo lo último de su dolor antes de asentir lentamente, apretando más fuerte la mano de Haruhiko. -Haremos cesaría. No llevara más de diez minutos, pero es de vital importancia que permanezcas sereno y adviertas a Hidehiko de lo que sucederá. Con su nacimiento, su lazo quedara roto, y ambos pueden entrar en crisis. Es muy importante que eso no suceda. Hidehiko se adelantó y aun no sabemos muy bien que repercusiones se presentaran…

-¿Qué tengo que hacer?- gimió Gaby viéndolo atentamente, asintiendo y repitiendo lo que él le decía.

-Usami-san, por su parte necesito que calme y ayude a Gaby a respirar tranquilo y distraerlo. No piensen mucho en lo que esta por suceder, o pondrán más nervioso a Hidehiko. ¿De acuerdo?- Haruhiko y Gaby asintieron desesperados. –También quiero que inmediatamente termine el chequeo del bebé, usted lo calme. No sabemos que sucederá con Gaby-san, así que el que usted lo cargue es más seguro. Él estará muy alterado y asustado de ser separado de la cercanía de su Mayer, así que el que usted lo tenga lo calmara al recordarlo a usted…

-¿Y Gaby?- pregunto nervioso Haruhiko, volteando a ver a su marido.

-No lo sabemos aun, lamentablemente. Tenemos muchas posibilidades de que caiga dormido… pero no es seguro…

Gaby vio el miedo recorrer las bellas facciones de Haruhiko. Él sabía que los médicos aun no sabían si de hecho Gaby sobreviviría. Su parto no sería tan fácil como los otros en Celes, donde todo se desarrollaba fácilmente con abrirlo y sacar al bebé, y en unos minutos él estar feliz cargando a su hijo.

-Haruhiko, mírame… -llamo Gaby agitado, sintiendo a su bebé una vez mas inquietarse. -¡Hazlo!

-Esta bien, estoy bien… -susurro Haruhiko pálido, asintiendo con los ojos cerrados y apretando su mano.

-No hay que pensarlo tanto, amor. Ahora concéntrate en nuestro hijo… ¿sí?

Haruhiko soltó un jadeo mirándolo claramente asustado, impotente, nervioso. Con rapidez se inclinó en él y lo beso, mimando sus orejitas en la cima de su cabeza, acariciando su expuesto vientre y sollozando un poco.

-Prométeme que regresaras conmigo, ángel. Hide te necesitara, y tienes que conocerlo. Prométemelo, Gaby…

Gaby con todo el dolor del mundo no pudo hacerlo, pues no estaba en sus manos. Él solo sollozo y lo rodeo con sus brazos en su cuello, deseando con todo su corazón que no fuera su ultima vez con su recién esposo.

-Te amo, Haruhiko… Siempre lo hare… -sonrió mirándolo honestamente. Haruhiko pareció querer decir algo, tal vez que eso sonaba como una despedida, pero las enfermeras los interrumpieron, moviendo un poco a Haruhiko para ponerle los últimos calmantes a Gaby y levantar una pequeña cortina que evitaba que él viera su vientre abierto.

Haruhiko nervioso le arrebato el paño a una de las enfermeras y se dedicó a secar su frente, sin soltar su mano. Él lo miraba siempre, sonriéndole, besando su rostro y de vez en cuando susurrándole que lo estaba haciendo bien, incluso si él no estaba haciendo ni sintiendo nada. Solo estaba ahí, respirando profundamente y siguiendo la línea de palabras que su doctor le dijo transmitiera a su asustado bebé.

>>Todo estará bien. Yo estoy aquí y no me alejare, mi amor. No debes tener miedo. Confía por papá, Hide. No luches… Todo estará bien… <<

Gaby en determinado momento comenzó a ver borroso y su respiración se desestabilizo. Él dejo de enfocar a Haruhiko y solo se centró en llegar a su bebé, ignorando que su debilidad anunciaba lo inminente.

Por alguna razón Gaby vio a su hijo justo como estaba en su vientre, de cabeza, moviéndose y con los puños apretados suavemente. Su niño parecía tan frágil y pequeño, quizás demasiado para lo avanzado que había estado su embarazo, pero sintió que el pequeño tenia fuerza y solo quería ya salir y aliviar el dolor mutuo que los dos sentían.

Lo último que Gaby sintió fue un dolor profundo en su mente y corazón, algo que le fue fríamente arrancado y dolía profundamente antes de dejar calma inquieta, vacía, oscura.

-¡Aquí ya viene!- grito su doctor y Gaby solo suspiro, viendo por ultimo a Haruhiko antes de perder el conocimiento.

Haruhiko por su parte miro a donde los doctores se agrupaban. Una sonrisa plena le inundo por el inminente buen desenlace antes de notar que la mano que sostenía ya no le apretaba dolorosamente. Con pánico, él miro hacia su amante solo para verlo desmayado, pálido y tan demacrado como nunca antes.

Y entonces un silencio sepulcral domino toda la sala. Un solo y penetrante sonido perforaban la mente de todos mientras ellos miraban paralizados la gran pantalla que mostraba el pulso de Hidehiko y Gaby, el de ambos en una recta e interminable línea horizontal que anunciaba que el corazón de ninguno de los dos ya funcionaba.

Fueron tres segundos a lo mucho, pero para Haruhiko fueron eternos. Los médicos se separaron en dos, siete corriendo con el bebé inconsciente, gritando, tratando de salvar su vida mientras otros diez hacían lo imposible por Gaby, corriendo, gritándose instrucciones, administrándole medicamento y luciendo desesperados.

Dos enfermeros lo sostuvieron con fuerza y sin complicación lo separaron de su ángel. Haruhiko estaba en shock, mirando a su doctor de cabecera usando el desfibrilador en Gaby, gritándole que no se diera por vencido. Más allá hacia otra doctora lo mismo con su hijo de color sutilmente azul, en desesperado silencio, solo siendo tan pequeño e indefenso, quieto y rodeado de mierda quirúrgica.

Los enfermeros inmediatamente lo sacaron cerraron las puertas con seguro, corriendo para ayudar a lo que podía. Atrás de las puertas reforzadas no se escuchaba nada, pero Haruhiko podía ver a su doctor gritar, continuamente aplicando las paletas en el pecho de Gaby, mirando rápidamente entre cada sesión la pantalla grande que Haruhiko no veía dada su posición.

Atrás de él los invitados a su boda que lo habían acompañado se reunieron con él rápidamente, preguntándole miles de cosas que Haruhiko en su estado no identifico. Él solo tenía en su aturdida mente la imagen de sus dos personas especiales con los ojos cerrados y el molesto y continuo sonido penetrante que anunciaba un panorama que él no quería conocer en lo absoluto.

-¡Para!- le grito alguien, alejándolo de la puerta. Fue entonces que Haruhiko noto que había estado golpeando sus puños en la puerta, haciéndose sangrar en su intento por entrar y hacer algo, cualquier cosa.

¡No podía perder a su familia!

Haruhiko se desmorono, gritando, llorando desesperado, aferrándose a la primera persona que encontró cerca de él.

Su corazón dolía, su mente no quería aceptar lo que sus ojos habían visto.

Tenía tanto miedo y no podía hacer nada. Su vida estaba en las manos de doctores desconocidos y procedimientos que él no conocía.

Gaby… su hermoso ángel, y Hide, su precioso y pequeño hijo… Ambo necesitándolo pero Haruhiko solo podía permanecer ahí, sin poder hacer ninguna maldita cosa.

Que todo acabara pronto era su único deseo. Que la vida no fuera tan cruel con él y le separaran de su familia.

Él no era un mal tipo, solo un poco confundido en cierta parte de su vida. Haruhiko solo había querido ser feliz, disfrutar de la vida al lado de su ángel, amarlo como él merecía y hacerlo feliz, disfrutando de su bella y brillante sonrisa. Cuidar y criar a su hijo mejor de lo que a él lo enseñaron, estar con él en los buenos y malos momentos, diciéndole todo el tiempo cuanto lo amaba y estaba orgulloso de él.

Le habían quitado tanto en su vida, y el único verdadero deseo de Haruhiko era que ellos dos vivieran.

¿Quién podía ser tan cruel y frio para negarle también eso? Haruhiko moriría si alguno de ellos no estaba con él.

¡¡Maldita sea, que ellos eran inocentes y puros, con derecho a ser felices, demonios!!

-Tranquilízate. Ellos te necesitan fuerte… -le susurro severamente y con amabilidad alguien. Haruhiko muy lejanamente identifico la voz como la de Akihiko, a quien abrazaba dolorosamente en su crisis, pero en ese momento no pudo importarle menos.

El amor de su vida y el niño que amaría no tenían pulso, sus corazones no latían y él había sido sacado de la sala. Creía tener el derecho de desmoronarse después de tratar tan desesperadamente de mantenerse cuerdo.

Había un límite de lo que una persona podía soportar, y ver a su familia sin vida ante sus ojos era uno de ellos.

Un sonido como de empuje, un pequeño dolor de piquete en su cuello y la oscuridad lo rodeo, cayendo inconsciente en los brazos de Akihiko que nunca le soltó.

 

 

-¡¡Doctor Colt!! ¡¡Llevamos horas esperando!!

-¿Qué es lo que sucedió?

-¿Y Gaby-chan y el bebé?

-Por favor, cálmense todos. Ambos están a salvo y estables… relativamente fuera de peligro.

-¿Qué quiere decir con “relativamente”? ¿Están o no en peligro?

-En este preciso momento no puedo asegurarlo con certeza.

-¿Qué demonios paso allá adentro? Dijeron que tenían todo bajo control…

-En ningún momento aseguramos que el procedimiento se llevaría a cabo con total normalidad. Los señores Usami en todo momento supieron exactamente qué tipo de contratiempos podrían ocurrir.

-Por favor, doctor. Solo díganos que fue lo que sucedió. Nosotros solo sabemos que algo fue mal para que sacaran al señor Usami, y lo último que supimos es que él estaba tan alterado que tuvimos que sedarlo.

-¿Estarán bien los dos?

-Escuchen, por favor. Aun no sabemos que fue lo que ocurrió o porque lo hizo. Todo lo que concierne a Gaby-san aun es nuevo para muchos de sus doctores. Lo que les puedo decir con seguridad es que el parto fue bien hasta el momento en que Hidehiko nació por completo. En ese momento se sabe, el lazo que une al padre y al hijo se rompe…

-…Y empiezan las complicaciones, ¿cierto? ¿Qué fue lo que ocurrió con ellos? ¡Haruhiko estaba enloquecido! Nunca lo vi así antes. Algo muy malo paso.

-El corazón de Gaby-san y Hidehiko dejó de funcionar y su cerebro se apagó. Inmediatamente ambos fueron separados, ellos murieron por todo un minuto. Nos costó mucho traerlos de nuevo.

-¿Cómo es eso posible?

-Aun no lo sé. Tenemos que centrarnos en otras cosas antes de investigar porque fue eso…

-¿Qué otras cosas? ¿Qué no nos está diciendo, doctor?

-¿Esta bien el bebé?

-Lo esta, señor Usami. Hidehiko esta alterado, es un bebé Chaton e inmediatamente después de nacer debe estar en contacto con sus padres para no entrar en crisis. Evidentemente en este caso no es correcto, así que le impusimos el sueño, que parte ayudara a su recuperación. Lo mantendremos así hasta que despierte… Haruhiko-san. Hidehiko por el momento esta bien, nació con algunos problemas que aun estamos tratando, pero vivirá.

-¿Y Gaby-chan?

-…Esta en coma. No sabemos porque o por cuánto. Hemos intentado todo en nuestro poder, incluso acudiendo a magia y otro tipo de medicina opcional… Nada parece funcionar. Su cuerpo y mente están perfectamente. No sabemos que fue lo que ocurrió en el momento en que se rompió su lazo con el bebé, ni que secuelas trajo su momentánea muerte. Lo único seguro es que esta… bien.

-Excepto que esta en coma, ¿no?

-Señor, por favor… Deben entender que Gaby-san es un caso único en su tipo. Todo lo concerniente a él es un misterio. Es todo un milagro que lograra sobrevivir al parto. Eran peligrosamente altas las posibilidades de que él muriera por dar vida a Hidehiko. Ahora nos estamos centrando todo lo que podemos a lograr despertarlo.

-¿Y lo lograran? ¿Cuáles son las posibilidades?

-Ayase… ven. Vámonos.

-¡¡No me voy a ningún lado, maestro!! ¡¡Mi hermano esta ahí inconsciente!! ¡Por favor, dígame, doctor!

-¡Las posibilidades son en este momento igualitarias! Un cincuenta por ciento de que despierte a que no lo haga. Aunque debo ser totalmente honesto con cada uno de ustedes. En este momento mi equipo y yo estamos haciendo todo lo que podemos. Cada hora son desechadas varias posibilidades, y con el paso del tiempo bajan sus posibilidades… Lamento ser tan directo y frio, pero sé que cada uno de ustedes seis son cercanos a los señores Usami. Deben entender el riesgo como lo debe hacer el señor… Haruhiko-san. Lamento decirles que por el momento lo único que pueden hacer es dejarnos a nosotros manejar todo y preocuparse más por Hidehiko.

-¿Qué pasa con él?

-Dijo que estaba bien…

-Y lo esta, pero no podemos mantenerlo por más tiempo dormido. Debe ser alimentado, y si es manejado por extraños su delicada salud empeorara. Necesita de la cercanía de un lazo que él reconozca…

-¡¿Y cuál?! Mi hijo esta sedado…

-Fue por su propio bien, Fuyuhiko-san.

-¡¿Cuál bien puede hacerle, Ryuuichirou-kun?! Esta dormido mientras todo esto le ocurre a su hijo.

-¡Y Gaby-chan, no se le olvide, por favor!

-Cállense todos o abandonen el maldito lugar. Sus problemas personales no importan aquí.

-Kanou tiene razón. ¿Qué podemos hacer por Hide-chan?

-Doumeki-san, Hanata-san, deben pasar a verlo y conectar con él. Son la única vía segura.

-¿Nosotros?

-¿Por qué? ¿No sería mejor algún familiar? ¿Ayase-san, Fuyuhiko-sama?

-No, no. El bebé en este momento solo reaccionara a lo que le parezca familiar mientras fue gestándose. Si es cierto Ayase-san también podría ser viable, ustedes dos han estado con Gaby-san desde el comienzo de su embarazo, y han estado con él más horas. Hidehiko conoce por el lazo de su Mayer que ustedes cuidaran de él y Gaby-san, y que este ultimo los aprecia. Ese tipo de enlace es el que lo tranquilizara mejor que cualquier otro. Algo que le suene, reconozca.

-¿Cuánto tiempo Hide aceptara eso?… ¿Cuánto…? ¿Cuánto tiempo mi hermano estará así?

-Lamento mucho no tener una respuesta clara, los resultados han variado mucho en diversos casos, y son raros los que son iguales. Tanto Hidehiko puede sobrevivir con el contacto de Doumeki-san y Hanata-san, como puede entrar en shock inmediato… Pero no creo que ese sea el caso, aunque sigue siendo una ruta…

-¡¿Y qué más?! ¡Solo dígalo, demonios!

-Otra posibilidad es que sobreviva sin contratiempo la noche, que es en mayoría el tiempo que Haruhiko-san necesita para tranquilizarse. No permitiré que pase a ver al bebé alterado. En su primer año, Hidehiko desarrollara un similar enlace al de su gestación, más débil, pero poderoso y relacionado a sus progenitores. En pocas palabras, será capaz, gracias al conocimiento previo de quien estuvo más tiempo con él como feto, y le dio mas atenciones, de saber algunas de las emociones de su Mayer y *Fayer.

-Básicamente, ¿si Haruhiko entra a ver a su hijo alterado por lo de Gaby-chan, le pasara ese sentimiento al bebé…?

-Correcto. Hicieron bien en sedarlo. No dudo que fue muy difícil para él todo esto, pero aun Hidehiko lo necesita. Nosotros nos encargaremos con todo nuestro esfuerzo de Gaby-san.

-Pero ese es mi preocupación doctor. ¿Qué pasa si Gaby-san no lo logra? Usted lo ha dicho, cada hora que pasa es más posible no despierte. Es solo cuestión de tiempo que tengan que desconectarlo…

-¡Hanata!

-¡¡Es la maldita verdad, y lo sabes, Doumeki!! ¡¿Crees que no me duele decirlo?! ¡¡Lo hace!! Gabriel es el único amigo que he tenido y me duele verlo así, pero sé muy bien que aunque siempre quiso vivir para ver crecer a su hijo, habría dado sin dudar su vida por él. Tenemos que velar en su lugar por el niño. ¿Qué pasara si Gabriel no lo logra, doctor? ¿Qué pasara con Hidehiko-kun?

-Puede pasar todo. Lo lamento, pero no lo sabemos, señorita. De verdad lamento no poder decirles más que eso, señores. Para mí también es difícil manejar esto, pero les repito que estamos haciendo todo por lograr el mejor desenlace… tanto si Gaby-san lo logra como si no. Por el momento, solo síganme ambos. Ya que despierte y este mejor, Haruhiko-san puede entrar y establecer su enlace con Hidehiko. Mucho dependerá de eso por si Gaby-san muere.

-Solo llévenos donde Hide-kun. No quiero pensar en ese panorama hasta que sea inevitable. Por favor…

-Síganme, por favor. Los demás, les suplicaría me avisen en el momento en que despierte el señor Usami. Me encargare de lo demás desde ahí.

-Por supuesto.

-No tiene sentido esperemos todos aquí. Sé que ninguno queremos irnos a casa, así que vayamos a la sala de espera. Uno puede quedarse a esperar a Haruhiko… Sugiero a Ayase-chan…

-¿Yo? ¿No lo preferiría usted, Isaka-san?

-Por supuesto, pequeño, pero en este momento no sirvo de nada. Tú, sin en cambio, sabes más cercano que cualquiera lo que él siente… No quiero presionarte, pero es mi amigo el que esta en esa cama… mi ahijado en una incubadora…

-Lo hare… Estaré bien. Lo prometo.

-Es tu deber avisarme de cualquier cosa, Ayase. ¿Lo entendiste?

-Quédense ambos. Los demás nos iremos. He arreglado que nuestros brazaletes manden inmediatamente la información nueva que alguno tenga a todos. Si alguien lo sabe, le pediría que lo notifique. Si algo ocurre, Kanou-san…

-Me quedare a velar por Ayase, pero quiero aclararles que no es mi deber ver por Usami Haruhiko…

-Ni por Gabriel, lo sabemos, pero…

-El Chaton es mi responsabilidad mientras sea el hermano de mi Chaton.

-Yo les informare si Usami-san despierta. No se preocupen. Por favor, solo les pido que si saben algo de mi hermano…

-Es seguro, Ayase-chan. Tranquilo… Vámonos. Haruhiko estará bien… ¡Que maldita noche! Y yo pensé que terminaría cansado solo por la boda, no por esto…

-Jovencito, te encargo a mi hijo…

-P-por supuesto, señor…

-Ya se fueron todos. Estamos solos…

Haruhiko escucho la puerta cerrarse y él pudo sentarse, tapándose el rostro con una mano mientras se aclaraba la mente y los pensamientos. Tratando desesperadamente de no desmoronarse una vez más.

Mínimo había posibilidad. No había perdido a su familia. Era su única certeza.

-¿Kanou-san sabía que ya había despertado?

-Note que se despejaba antes de que llegara el doctor. No mencione nada porque lo habrían abordado con preguntas y eso terminaría siendo molesto. Así él se ha enterado de toda la verdad sin que le mitigaran nada.

-Gracias por eso, Kanou.

-¿Se encuentra bien, Usami-san? ¿Necesita algo?

-A mi esposo e hijo… -susurro Haruhiko débilmente, expresando la verdad de su corazón sin pensar. El Chaton delante de él titubeo y después sonrió con un gesto tembloroso, sus ojos humedeciéndose.

-Sí, a mí también me gustaría verlos bien a los dos. Lamentablemente aun no nos concederán eso, señor.

-Tienes un par de horas antes de que el doctor venga a checarte. Lo escuchaste, te necesitan tranquilo, aunque tengas que fingirlo. Borra de tu cabeza todo dolor si quieres salvar mínimo a tu hijo… -susurro Kanou duramente, extendiéndole un pañuelo a su Chaton que sollozaba tapándose su boca.

-Lo hare. ¿Pueden dejarme por el momento solo? Estaré bien.

-No esta solo, Usami-san. ¿Lo sabe? Todos queremos que Gaby viva, pero también sabemos en que puede terminar todo. –Ayase sollozo fuertemente antes de hincarse delante de él, bajando su cabeza asaltado por el llanto. –Solo le suplico no se dé por vencido. Yo mismo estoy haciendo lo imposible por no dejarme caer porque ellos aun nos necesitan. He incluso si mi alma gemela muere, Hide-kun no… Ahí estaré para él. Por favor, sea un poco más fuerte. ¡Sé que lo que le pido es egoísta y cruel, pero por Gaby y Hide…hiko…!

Haruhiko no escucho mas, su llanto y el del Chaton se fusionaron mientras ambos se permitían sentir el martirizante dolor que los abrazaba con dureza.

El único contacto que ambos tuvieron fue tomarse de la mano en solidaridad con el dolor del otro, ambos compartiendo el sentimiento por los dos seres que amaban y estaban en peligro.

Kanou vigilaba la puerta mientras algunas veces cerraba los ojos escuchando el dolor en la voz de su amado como mucho tiempo atrás no lo había presenciado. Viendo como era la primera vez que el Chaton apoyaba a alguien más y él solo sentía la necesidad de hacer lo mismo… Y es que el dolor que sentía Usami por su esposo era tan poderoso, casi palpable que cualquiera podía hacerlo suyo. A cualquiera le podía pasar lo mismo que al otro hombre… Y con un demonio si Kanou quería que algo así le pasara una vez mas a su dulce muñeco roto.

Así que los dejo desahogarse juntos, no siendo la primera vez que esperara con mucha fuerza que el maldito Chaton Gabriel sobreviviera por el bien de Ayase y su salud mental y física.

 

 

-Me dijeron que antes de ver a su hijo quería verme, Usami-san. Estoy aquí para lo que desee…

La doctora Alma vio al joven pálido y débil mirarle de reojo, aparentemente poniendo más atención a los lentes que limpiaba con la punta de su pañuelo. Ella sabía perfectamente que era solo una fachada, algo ha que aferrarse de su personalidad tranquila y seria que en ese momento no tenia, así que le dio su tiempo.

Alma se sentó en la silla al lado de la cama en la habitación pequeña y tranquila, esperando pacientemente.

Usami Haruhiko podía no ser su paciente, pero lo conocía más de lo que cualquiera podía pensar, todo a través de la terapia de más de cuatro años que llevaba con Gabriel. Ciertamente era la mejor opción en ese difícil momento, sin importar cual pretencioso sonara.

-¿Cuál es la mejor manera para que pueda acercarme a Hidehiko?- susurro el hombre minutos después, con voz aun débil y cortada. Sus ojos y tono ronco demostraban que había estado llorando. Eso era sano para él.

-¿Es de verdad eso lo que quiere preguntarme en este momento?

-Lo más inmediato, al menos…

Ella sonrió suavemente y suspiro, tomando fuerzas para tratar eficazmente con el tema. Cualquier cosa que dijera seria muy importante en tan crucial momento, y de verdad quería que todo saliera bien para la pareja recién casada.

-Haruhiko-san… puedo venir y decirle miles de consejos y protocolos, paso por paso, pero seré sincera con usted y le diré justo ahora, lo que más necesita su hijo, es que usted sea sincero y verdadero con él…

-¿Y cómo se supone haga eso? Hace solo unas horas estaba en la cima, feliz, eufórico, todo iba bien en mi vida, y ahora… Ni siquiera tengo la seguridad de que mi familia pase la maldita noche…

-Es normal que sienta todo eso, Haruhiko-san. No se sienta mal, débil o culpable por sentir eso. Y tampoco intente hacerlo a un lado u ocultárselo a su hijo. Él necesita ver que su padre es humano, que siente, sufre, se preocupa. Claro que es recomendable entre y este tranquilo para precisamente tranquilizarlo, pero también le sugeriría que le diga la verdad, lo que usted siente y piensa. Aunque es un pequeño bebé que hace tres horas nació, él esta desesperado por encontrarlos y acercarse a sus padres. Lo escuchara, entenderá a su potencial… Desde el primer momento en que entre en contacto con él será importante y especial…

-Es eso… -musito muy suavemente Usami, volteando la cabeza para ver la abierta ventana discreta que mostraba el indiferente panorama.

-¿Teme hacerle daño a su hijo? Eso me recuerda que tuve una plática parecida con Gaby no hace mucho… Fue de hecho su primer temor al enterarse de su estado. –Alma sonrió un poco, dejando unos segundos que el hombre asimilara lo que dijo antes de continuar. –Gaby teme muchas cosas, señor. Es un Chaton que incluso ahora está en constante recuperación, luchando, tratando de entender todo y a todos… incluso él mismo.

-Le prometí que lo cuidaría, que ya nada malo le sucedería...

-Y lo ha cumplido siempre, Haruhiko-san… -se apresuró a decir Alma, mirándolo fijamente. –Nunca le ha fallado a Gaby. Esto que sucedió no fue culpa de nadie, ni de él, usted o el pequeño. Sé que en estos momentos lo que más desea es hacer algo para salvarlo, pero lamentablemente no hay nada que se pueda hacer, salvo ver por su hijo… Sera difícil, no lo dudo. Tratar de ser fuerte y duro por Hidehiko, cuando por dentro se desmorona por Gaby… Usted ya es muy valiente por estar buscando mi consejo por el bienestar de su hijo…

-No importa ser valiente, me importa cuidarlos, estar con ellos. ¡Que no me separen de mi familia!- exclamo alterado el hombre, levantándose y caminando hasta la ventana, viendo afuera, luciendo tan perdido y vulnerable.

-No importa que suceda, Haruhiko-san, nunca podrán alejarlo de ellos dos. Para ambos, usted es lo más importante en su mundo. Hidehiko está vivo y necesita del apoyo que usted y todos le podamos ofrecer. Gaby sigue vivo, con esperanza, y no se dará por vencido ahora. Por favor, no piense que los perderá o que ya lo hizo, porque eso no es cierto. Usted no podrá ayudarse si constantemente vive con ese miedo.

Usami exhalo lentamente, sus ojos cerrados, su cuerpo muy poco visible temblando. Notoriamente trataba de tranquilizarse, recuperar algo del control.

Para alguien que anteriormente todo estaba “bien” en su vida, los cambios que en los últimos años, y sobre todo, últimas horas habían ocurrido, seguro cobrarían bastante de su cordura y tranquilidad. Más le costaría cuando era requerida esa fuerza y confianza por el bien de una de las personas más importantes en su corazón.

-No siento absolutamente nada… solo miedo por Gaby… -confeso Usami estoico, sin mirarla. Ella suspiro. -¿Cuándo de verdad sentiré que soy padre, que daría todo por él y todo eso que se supone sienta por…?

-¿Siente algún rencor por el bebé, Haruhiko-san?

-¡Por supuesto que no!- respondió fuertemente ofendido, volteando a verla. Ella un poco ladeada de cabeza le sonrió amablemente, haciendo un gesto con sus manos unidas.

-Haruhiko-san… hace solo unas horas se casó. Su esposo esta en coma, sin nadie saber nada con certeza. El amor de su vida peligra y su bebé también. Tómelo con calma. El amor no es algo que pueda forzar. Esta abrumado en estos momentos con emociones. No puede obligarse a sentir algo por el bebé nunca.

-¿Y entonces como se supone vele por él?

-Yo diría que primeramente velando por usted mismo. ¿Ya se tomó un tiempo para que el conocimiento de que ellos están vivos llegue a su cerebro, o solo esta concentrado en que los puede perder? ¿Esta consiente que ahora porta el título de esposo y padre, todo en el mismo día? No puede tratar de cuidar de Hidehiko-kun si no lo hace con usted mismo. Cierto que lo necesita bien, pero usted también tiene derecho a eso.

Usami le miro en blanco unos segundos antes de asentir luciendo casi desesperado. Alma le sonrió un poco e hizo ademan para que volviera a la cama. El hombre dudo un segundo antes de cruzar la habitación y sentarse enfrente de ella, encarándola, luciendo más tranquilo.

-Es cierto que Gaby esta en coma, y que en caso de que le suceda algo, usted tendrá que seguir sin él, criando a su hijo. Es cierto, y muy dura y dolorosa la idea, pero esta ahí, sin embargo eso no quiere decir que no haya esperanza. En este momento es imposible usted entienda todo lo que tengo que decirle con respecto a la muerte de un ser amado, de un esposo, de un amigo, mas porque ese panorama aun no llega. Concéntrese en eso por el momento. Gaby sigue vivo y aun hay esperanzas de que despierte y vuelva con usted…

-Pero Hidehiko…

-Su hijo… -le interrumpió Alma. –Él que usted tenga que “ser fuerte” no es algo que más que un deseo que su corazón quiere, por el bien de su hijo. Que se preocupe por Gaby y solo pueda pensar en eso, no quiere decir que no lo haga por su bebé. Hablar conmigo lo demuestra. Dese tiempo a sentir, a sufrir su miedo, sus inseguridades, a embargarse de la felicidad de que en este momento, por lo menos su hijo esta fuera de peligro inminente. Conecte con él, conózcalo y deje que lo conozca. Hable con él, de lo que sea. Dígale que muere por dentro por la situación de su esposo, pero que esta tranquilo de que él al menos este bien… Y cuando salga de esa habitación, vuelva aquí y llore de nuevo su sufrimiento, derrúmbese todo lo que desee y libérese de todo eso que lo ahoga… No guarde nada. Así cuando entre a ver a Gaby un peso enorme lo abandonara y podrá seguir adelante. Repita esto todas las veces que sean necesarias. Esta bien no ser fuerte todo el tiempo, Haruhiko-san. Es de hecho sano. Solo liberando parte de la carga podrá “ser fuerte por Hidehiko”. Es eso o simplemente no poder seguir por el dolor…

 

 

Haruhiko no podía decir que sentía en el momento en que la enfermera tranquilamente lo guiaba a conocer a su hijo en la *Unidad de Cuidados Específicos en el área Infantil. Él seguía en shock, muchas cosas habían ocurrido en tan poco tiempo. En un momento estaba uniéndose en matrimonio y siendo increíblemente feliz, y al otro, su recién esposo estaba en coma, su hijo débil y necesitando que Haruhiko estuviera tranquilo, y él muriendo por dentro de angustia, pánico, miedo, y solo un poco y apenas reconocible sentimiento de calma porque las cosas no fueran peores. Aunque eso no era un consuelo en lo más mínimo.

En la habitación oscura y con luz propia en determinado lugar al lado de las incubadoras de última generación, solo siete bebés se encontraban en la sala enorme. Su hijo siendo el único Chaton, por lo que podía ver. Tres eran notoriamente de otro mundo, y solo una era niña.

Hidehiko se encontraba en el cubículo más alejado, con más pantallas, cables y personal. La imagen del pequeño bulto que respiraba agitadamente, se movía contantemente, y estaba rodeado de profesionales en traje completo azul especial solo hizo que él se encontrara aun más nervioso e inseguro.

-Atención, él es el padre del pequeño. Déjenlo pasar.

-¿Dónde demonios estaba? El Chaton ha estado alterado desde…

-Basta García- intervino uno de los doctores al alterado enfermero. –Ya está aquí y eso es lo que importa. Dejen solo al hombre. El pequeño puede estar sin nosotros por…

-Hidehiko… -susurro Haruhiko, haciéndose escuchar al momento.

-¿Disculpe?- pregunto confundida una de las doctoras.

-Se llama Hidehiko. Significa “Excelente hombre” o “Excelente hombre bello”… -Haruhiko explico lentamente, acercándose pausadamente. –Decidimos llamarlo así porque mi esposo tiene una historia con un niño del mismo nombre que no disfruto de la vida. Nosotros queremos honrarlo y darle a este niño todo lo que él no pudo disfrutar…

Entre objetos médicos, muchos cables y sabanas especiales, un pequeño ser arrugado e inquieto se movía. En cuanto Haruhiko empezó a hablar se detuvo, quieto, solo su pequeño pecho moviéndose agitado. Sus dos puños apretados estaban justo encima de sus pequeños ojos cerrados, y parecía acercar sus piernas a su cuerpo, siguiendo el camino que Haruhiko trazaba hasta estar exactamente enfrente de él. Sus orejitas en la cima de su cabeza eran casi inexistentes, y su colita era protegida cuidadosamente en su pañal, seguro para que no se hiciera daño.

Nadie hablo en la habitación, el único sonido reconfortante era el del sonido consecutivo reproducido por tecnología del corazón de Hidehiko. Su respiración y el pequeño sonidito que hizo, semejante a un maullido.

-Hey, pequeño ángel. ¿Cómo estás?- susurro Haruhiko un poco tenso, traspasando su mano con guante la delgada protección holográfica que envolvía la incubadora. –Ya estoy aquí. Disculpa que tardara…

El bebé espero que Haruhiko terminara de hablar para bajar sus manos, inclinándose a donde el dedo nervioso de Haruhiko acariciaba su rostro. Un segundo después, dos hermosos ojos azules copia idéntica de los de Gaby, le miraron intensamente. Pequeños, húmedos y profundos. Simplemente impactantes. 

Susurros del personal médico quedaron amortiguados en la cabeza de Haruhiko. Para él, la única atención que podía tener era de esa pequeña criaturita que lo observaba fijamente.

Recuerdos de la primera vez que vio ese maravilloso color lo inundaron. Al igual que esa vez, le habían visto con miedo, anhelo y suplica. Su vida había cambiado para siempre, y el tiempo en ese instante se paró.

-Tu Mayer estará tan feliz… Tienes el mismo don que él en tus ojos, Hide… -susurro Haruhiko, acariciándolo un poco más seguro. El bebé se movió un poco, pero no aparto su mirada nerviosa. –Tranquilo, pequeño ángel. Nada te sucederá. Mínimo a ti te protegeré con mi vida…

Una sola lagrima abandono los ojos de Haruhiko mientras le sonreía de lado al bebé, a su hijo. Este pareció asentir mientras cerraba los ojos y su respiración se tranquilizaba. Parpadeos en luces rojas donde estaban las pantallas que controlaban diversas cosas en el pequeño se fueron, nueva información apareció y un pitido general que había estado desde el principio, paro. Todo se calló y el acompasado ritmo cardiaco fue lo único que sonó.

Hidehiko tomo con su pequeño puño el dedo de Haruhiko y no lo dejo ni incluso cuando termino dormido tranquilamente, sin arrugar su carita ni hacerse bolita. Solo estaba ahí, acostado, aferrándose a él, tranquilo y confiándole su vida sin duda… como Gaby.

Haruhiko suspiro un poco y se quitó los lentes, acerco uno de los bancos especiales que le permitiría estar al nivel de la incubadora, y se sentó, viendo en todo momento el pequeño niño que parecía tan cansado, tanto como él.

Los doctores tardaron más en reponerse, mirando con incredulidad las pantallas y objetos médicos. El enfermero que antes reprochaba la ausencia de Haruhiko sonrió cálidamente y le ofreció un suplemento de bebida, diciéndole que lo necesitaría, haciéndole un par de preguntas generales sobre si estaba en estado para permanecer una hora con Hidehiko.

-No me iré del hospital… -solo dijo Haruhiko firmemente sin dejar de ver a su hijo. El enfermero asintió satisfecho y reanudo su trabajo junto con sus demás colegas y doctores.

Minutos largos pasaron en paz. Los exámenes que le hacían al bebé en realidad no lo tocaban, todo a través de la desarrollada tecnología que permitía “crear” una segunda “replica” de Hide, justo encima de la primera plenamente dormida y tranquila. Justo cuando ellos concluían algo o querían administrarle algo, lo hacían con el burdo tubo de material casi invisible que estaba en su diminuta nariz.

-¿Es necesario eso?- pregunto Haruhiko después de un rato, viendo reprobatorio como su hijo se inquietaba con otra dosis de medicamento administrado.

-Lamentablemente. Hidehiko-kun no ha querido comer por sus medios, y el medicamento solo podemos dárselo así…

-El doctor Colt menciono algo del mundo Lost Star Three. Una máquina que mandaba a su sistema el medicamento sin necesidad de que se lo inyectaran o algo similar…

-Podemos intentarlo, pero aun su comida…

-Yo estoy aquí. Denme el biberón y yo lo alimentare…

Los doctores cruzaron miradas nerviosas hasta que Hidehiko se despertó llorando. Haruhiko por instinto lo levanto de la cama a sus brazos, como había aprendido mes atrás de las clases que tomo con Gaby sobre el cuidado de recién nacidos.

Pegándolo a su pecho, cuido de su cabeza y lo arrullo suavemente, haciendo un pequeño sonidito para llamar su atención. Inmediatamente se calmó, pero siguió sollozando débilmente, poniendo su delicada mano encima de la camisa sin corbata de Haruhiko, la misma que había usado en su boda y por el ajetreo no se quitó.

-Dejen al señor Usami haga su trabajo como padre, chicos… -llego diciendo el doctor Colt, sonriendo. –Tiene todo el derecho, y le ayudara a crear lazos con Hidehiko. Vamos…

-Pero doctor…

-No discutas conmigo, Samuel. Vamos… El pequeño tiene hambre y no esta por el momento su Mayer para ver por eso…

Haruhiko hizo una mueca por la mención de Gaby. Su hijo se removió y lloro más fuerte, tanto que lastimo sus oídos.

-Tranquilo, pequeño. Te escucho… Ya van… -Haruhiko consoló inquieto, moviéndose, con ganas de también llorar por la desesperación. Viendo al enfermero entregarle la leche, Haruhiko se despabilo y le arrebato el biberón, con rapidez checándolo primero por pura tranquilidad personal antes de entregárselo con cuidado a su hijo.

El bebé comió con gusto, tranquilo, luciendo de nueva cuenta como el ángel que era, heredado de su padre. Haruhiko sonrió aliviado y se sentó, cuidando de él, volviendo a hacer ruiditos mientras los atolondrados y lindos ojos lo miraban entrecerrados, con ternura y agradecimiento.

-Háblele, señor. De cualquier cosa servirá… -aconsejo su doctor, a varios prudentes pasos lejos para darles espacio. –Él reconoce y tiene apego por su voz…

-¿Cualquier cosa?- susurro viéndolo, escuchando la alimentación.

-Cualquiera…

Muchos de los doctores y enfermeras se fueron apremiadas por Colt. El único que estaba cerca de Haruhiko por cualquier cosa, era el enfermero García, pero incluso este se mantenía ocupado en su brazalete electrónico de trabajo como para darle relevancia a lo que Haruhiko dijera.

Empezando por la segunda mamila, Haruhiko comenzó a divagar al dirigirse al pequeño. A este no le pudo importar menos, sus hermosos ojos siguiéndolo viendo con atención, tragando, pareciendo acaramelado y relajado por su voz.

-Yo sé que él estará bien, Hide… Y estará más que feliz de que tú lo estés. Aun tenemos que tener nuestra luna de miel, pero eso se pospondrá unos meses, supongo… También tengo que verme con los demás hombres en el trabajo y conseguir más tiempo. Los papeles ya casi están listos… Quiero que cuando decidas empezar la universidad, o cualquiera que sean tus planes, esa inversión para ti ya esté en su máximo potencial.

Haruhiko lo miro y vio que el pequeño ya no comía, solo le miraba.

-Yo nunca tuve muy buena comunicación con mi padre, pequeño ángel. No estoy siquiera seguro de que me caiga bien, mucho menos que lo odie… Es solo que nunca pude entenderlo, y eso añadido al estrés que me influía… No quiero nada de eso para ti. Muchos nos esforzamos porque fueras libre de hacer lo que desees. Solo te pediría prudencia, pasión y lógica, pequeño. Si haces lo que quieres con dedicación, yo siempre te apoyare.

>>Nunca aprendí a ser un buen padre, pero si lo que no quería ser. Solo espero ambos nos tengamos paciencia…

Hidehiko se removió un poco y se acomodó en sus brazos, ahora apretando suavemente su camisa. Él termino de nuevo dormido, quietecito y tranquilo.

 

 

-Comida, bebida y para que puedas dormir… -ofreció Ryuuichirou un vaso con tres capsulas pequeñas. –Tienes que cuidarte para cuidarlos, Haruhiko. Anda…

Haruhiko suspiro su aceptación, vaciando el medicamento primero, pues se sentía exhausto. Con agua trago lo demás y acepto el cambio de ropa que le entregaba su pálida asistente, quien irónicamente, y por encargarse de lo demás, era la única en la sala de espera que continuaba con su lujoso y desarreglado vestido dorado de dama de honor.

-Deberías ir a casa… -susurro Haruhiko a Hanata, pero esta solo sonrió de lado suavemente.

-Iré cuando usted vaya, señor…

-Es una batalla perdida, Haruhiko. Yo ya lo intente con los demás. Kanou literalmente tuvo que inyectar al Chaton para que durmiera. Ya sabes que estas porquerías no funcionan en él para que duerma… -dijo Ryuuichirou, haciendo ademan al tarro con las píldoras especiales de Celes que te otorgaban, químicamente y lo mas sanamente posible, los beneficios de dormir sin que él lo hiciera.

No tenía tiempo entre visitar constantemente a su hijo que se alteraba con su ausencia, y checar varias veces lo que investigaban los doctores con respecto a Gaby.

-¿Y tú? ¿Por qué no vas a casa?- pregunto Haruhiko a su amigo de infancia mientras se sentaba un momento.

-Iré solo para poner unas cosas en orden. Regresare con una maleta para acompañarte. Kaoru puede encargarse de Subaru por unos días. No te dejare solo…

Haruhiko lo miro un segundo antes de asentir sin palabra. Después de todo, él no quería que se fuera. Sabía que sin el apoyo de las personas que continuaban con él, Haruhiko se habría desmoronado peor que horas antes.

-¿Cuándo lograre ver a mi ahijado?- cambio de tema felizmente Ryuuichirou, tratando de distraerlo. Haruhiko vio a la lejanía mientras entrecruzaba sus manos encima de sus rodillas. Unos metros lejos, a su campo de visión, Akihiko hablaba en susurros tensos con su padre, atrás de él, y viéndose preocupado, el Chaton Misaki.

-No me han dicho… Por el momento Hidehiko está acostumbrado al personal y a mí. Ellos quieren mantenerlo así… -Haruhiko paro y entre cerro los ojos. Akihiko se marchaba furioso, su Chaton llamándolo a gritos bajos mientras reverenciaba tensamente a Fuyuhiko antes de seguir al escritor. -¿Qué está pasando?- pregunto por fin, refiriéndose a su padre y medio hermano. Ryuuichirou miro y suspiro.

-Fuyuhiko intentando llevar las cosas en paz, pero es difícil cambiar una forma de pensar de toda la vida sin más. Él esta feliz de que Akihiko esté aquí, apoyándote, pero…

-Él no está apoyándome… -interrumpió Haruhiko confuso, haciendo que su amigo asintiera cansado.

-Exacto. Él esta aquí porque Misaki-chan esta preocupado por Gaby-chan y el bebé, no exactamente por ti. Fuyuhiko descubrió eso y a su discreta manera está intentando cambiar las cosas… -Ryuuichirou hizo una mueca para hacer notar que de discreta no era nada.

Akihiko y Haruhiko estaban también intentando llevar las cosas bien, más por no causar problemas cuando sus Chaton se hicieron amigos. Ellos estaban desarrollando una relación cordial, pero conscientemente sabían que no soportarían ser presionados por su padre o alguien más, de no ser sus parejas.

Al parecer Fuyuhiko hizo exactamente eso… Lo que le recordaba algo a Haruhiko.

Él se levantó seguro y se llevó su ropa, cambiándose, aseándose y tratando de ponerse cómodo para la larga estadía en el hospital, antes de ir con su padre, quien al final se terminó derrumbando cansado en uno de los sillones cómodos y especiales para la sala de espera.

-¡Haruhiko! ¿Cómo estás? ¿Todo bien?- le cuestiono inmediatamente lo vio.

-Estoy bien… y todo esta lo mejor que puede estar- susurro un poco triste, pero encubriéndolo un poco.

-Deberías ir a casa unas horas, por lo menos. No puedes estar a base de Capsulas de Sueño durante todo el tiempo que el chico este aquí. Te hará daño a la larga.

-Lo se… -suspiro Haruhiko cerrando un poco sus ojos, viendo su argolla de matrimonio después. –Solo quiero que al despertar este ahí yo. Si sucede algo con mi hijo, solo tengan que llamarme. No quiero que cualquier cosa suceda y no este yo para apoyarlos o verlos… despedirme…

Fuyuhiko se tensó visiblemente viéndolo vulnerable. Haruhiko carraspeo desviando la mirada. Tomando una respiración profunda recupero el control que tanto le costaba mantener.

-N-no te preocupes, Haruhiko. Ya verás que todo saldrá bien. La medicina de Celes y los Planetas Amigos es muy avanzada. En un par de días a lo mucho ya podrás salir con tu hijo y esposo…

Ojala las cosas fueran tan sencillas con lo que respectaba a Gaby…

-¿Por qué no intentas distraerte cuando estés libre?- propuso sonriendo nervioso su padre. –No te hace bien que siempre estés pensando en todo esto. Ve a casa, Haruhiko. Duerme en tu cama, come bien, y si sientes la necesidad regresa. Nosotros cuidaremos del pequeño…

-¿Incluso usted?- pregunto Haruhiko con un leve tono de sorna que Fuyuhiko no noto.

-¡Por supuesto! No olvides que es mi nieto… Cualquier cosa que ocurra, yo seré el primero en cuidar de él…

Haruhiko no supo que fue lo que lo inclino a esa visión, pero a las palabras de su padre se imaginó un panorama donde, por cualquier cosa, él estuviera en un accidente y muriera. Fuyuhiko inmediatamente se haría de Hidehiko cuando Gaby resultara lesionado, pero con el tiempo no lo dejaría ver a su hijo. Al final se lo quitaría, diciendo que era solo su nieto y había prometido cuidarlo.

Añadido, recordó el reproche de Doumeki sobre que Fuyuhiko en realidad solo estaba al pendiente de la salud de Hide, no de Gaby. El experto en tecnología había sonado tan insultado de que no le importara el bienestar de Gaby, solo el del bebé, como si Gaby no importara.

-¿Haruhiko?- llamo su padre, preocupado.

El sentimiento también le recordó las diversas nuevas emociones que sentía por su pequeño hijo. La petición de Gaby a que le diera una oportunidad a su padre. La disposición de Hidehiko a dejarse cuidar por él solo porque era su padre y había estado ahí en su gestación.

-Gracias por ver por Hidehiko… pero no es necesario que solo sea usted. Él nació con la bendición de contar con muchas personas que ven por él. Sus cuatro padrinos, amigos y conocidos de Gaby y yo… Mi familia no está sola.

-Eso es muy bueno, Haruhiko. Pero no debes simplemente dejar a tu hijo con personas extrañas. Tu familia esta primero en su cuidado…

-Nadie es extraño, Tenchou- sonrió Haruhiko cerrando los ojos. –Confió mi vida, la de mi esposo e hijo en Ryuuichirou y su familia, en el hermano de mi esposo e incluso en la pareja de este. Hanata, Doumeki…  inclusive Toudou o Kazuhiko… el ultimo un poco más, porque nos ha ayudado mucho…

-Haruhiko… -comenzó tenso Fuyuhiko, pero Haruhiko solo negó, levantándose.

-Confió en ellos, señor. Tienen derecho a estar aquí y en encargarse y ver por Hide si se llega la necesidad. Los primeros serían sus padrinos, Ryuuichirou y Ayase-san, por ser los que nos apoyaron siempre.

Fuyuhiko solo lo miro estoico. Casi derrotado después solo suspiro dramáticamente, relajando todo su cuerpo.

-Es tu hijo, Haruhiko. Tienes todo el derecho a elegir lo que es mejor para él. Solo espero y recuerdes que tienes a tu familia siempre dispuesta a apoyarte…

-Y lo agradezco… Ahora, si me disculpa, debo ir a hablar con mis socios en mi empresa. Tengo que ponerlos al corriente de que no me presentare en un par de semanas más antes de lo que esperábamos…

-Espera, Haruhiko. ¿Tienes planeado ausentarte semanas?- se insultó Fuyuhiko, corriendo para estar a su lado cuando él comenzó a caminar a la habitación que le dieron para que estuviera al cuidado de su bebé.

-Gaby aun esta en coma, señor. No iré a ningún maldito lugar, menos al trabajo… -mascullo entre dientes.

-Entiendo que la situación sea grave, Haruhiko, pero no tienes que desatender así tus negocios…

-Y no lo hare. Desde que supimos que el nacimiento de Hidehiko sería complicado, Hanata y yo trazamos un sistema que se mantendría por todo un año sin que necesite estar siempre en la oficina. Quiero ayudar a Gaby con el niño, estar ahí para ambos y no perderme su primera palabra o cuando empiece a caminar…

-¿Y que hay con tu lugar en la empresa?- llamo alarmado Fuyuhiko. Haruhiko se detuvo drásticamente, tomando una necesaria respiración antes de mirarlo lo más seguro que pudo.

-Eso no esta en duda. No heredare la empresa. Estoy feliz con mi actual trabajo y no quiero más. Tengo un deber con todos mis empleados y lo que hemos logrado juntos.

-¡Haruhiko, tu deber esta…!

-¡Con mi esposo e hijo, ambos en este maldito hospital!- exploto Haruhiko elevando su voz, llamando la atención de todos alrededor. –No los abandonare por ir a juntas, viajes y otras tantas cosas. Quiero disfrutar de la crianza de mi hijo, ayudar a mi esposo a que duerma toda una noche cuando nos llevemos a Hide. No quiero tener que decirle a mi hijo “Hoy no, papá esta muy cansado”, cuando él quiera consejo de algún tipo. Quiero estar ahí cuando él empiece a caminar, hable, entre a la escuela. Cuando haga su primer amigo y le rompan el corazón, cuando se gradué y encuentre su vocación, donde quiera que esté. Quiero apoyarlo cuando encuentre sus gustos y orientaciones y estar a su lado desde el principio cuando decida a su compañero o compañera de vida. Y quiero apoyarlo y estar en todo momento sin presionarlo cuando nazca su primer hijo y no aumentarle más preocupaciones además la ansiedad y miedo extremo porque nada salga bien.

>>Empezando por hoy ya se acabó su influencia en mí, señor. Tomare las riendas de mi vida, y mis decisiones. Las que incluyen ir a hacer mi maldita llamada, ir a ver de nuevo a mi familia y alejarme de usted por hoy…

Haruhiko jadeo y se dio la vuelta, caminando energéticamente aguanto su temblor por enfrentar una vez más a su padre cuando antes solo hacia lo que quería. Se sentía como un vulnerable adolecente que luchaba por lo que quería, solo que ahora con obligaciones y sentimientos plenamente de adultos.

Alejándose de miradas orgullosas, confusas y divertidas, Haruhiko se prometió enseñar a su hijo a no someterse nunca a cualquier cosa que Haruhiko le impusiera sin darse cuenta y fuera totalmente ilógico.

 

 

La habitación privada donde era internado Gaby era amplia, de ventanales grandes y especiales, que dejaban entrar la luz solar sin ningún factor de riesgo para el Chaton.

Básicamente todo era muy impersonal, esterilizado y de un color muy blanco casi insoportable. Él ya había pedido otra habitación para su ángel, sabiendo que él odiaba el blanco por muchas razones, y que la única vez que soporto vestir algo así, había sido en la importante fecha de su boda.

Una gran cama acomodaba en el centro a su bello ángel dormido. Porque Gaby solo estaba dormido esperando recuperar fuerzas después del parto para conocer a su hijo, aunque Haruhiko no iba a negarle el derecho a los dos.

Con su hijo en brazos, Haruhiko se sentó al lado de Gaby. Este lucia pálido y un poco ojeroso, pero ignorando la gran pulsera conectada a las pantallas en la habitación, Gaby lucia como siempre al dormir. Y Haruhiko así se lo presento a su bebé, agachándose un poco para que Hide alcanzara a tocarlo con sus pequeños puños.

-Mira, Hidehiko. Él es Mayer… En este momento esta muy cansado y duerme, pero muy pronto estará con nosotros. ¿De acuerdo? Solo dale un poco de tiempo y pronto estará dándote ese baño que tanto esperaba ofrecerte…

Haruhiko recordó que Gaby incluso había practicado con un maldito muñeco, diciéndole muy seriamente la alta tasa de accidentes durante el baño, los productos que podían hacerle daño al niño y un sinfín de otras cosas. Al final, Haruhiko se vio envuelto en eso y ambos habían estado todo un día metidos en el baño practicando.

Su hijo con sus manos toco el rostro de Gaby, haciendo soniditos y moviendo sus piernecitas. Haruhiko rio un poco, sosteniéndolo y mirando a Gaby, pero este no despertó.

-Vamos, ángel… Vuelve a nosotros… Te necesitamos…

Nada. Él estaba ahí, solo respirando, con sus hermosos ojos cerrados, su cabello esparcido por toda la almohada. Delgado, pálido y un pequeño dispositivo en su nariz y boca que le permitía respirar sin complicaciones. El sonido de su corazón acompasado predominando la fría habitación.

Hidehiko lloro un poco y Haruhiko se apresuró a tranquilizarlo. Sentándose de nuevo adecuadamente, él se quedó con su hijo en silencio, ambos mirándose, casi preguntándose en silencio que seguiría y si ambos podían continuar solos si llegaba el nefasto momento. Prometiéndose con una sola mirada que se apoyarían el uno al otro y no perderían las esperanzas hasta el último segundo.

Que ambos continuarían con Gaby hasta el final y lo amarían sin importar lo que sucediera.

 

 

-

Notas finales:

*Fayer: Basicamente "padre" en una relacion con dos hombres como papás.
Recuerden que Mayer seria entonces la "madre" :D

*Unidad de Cuidados Específicos: Vendria a ser como la Unidad de Cuidados Intensivos de la Tierra, pero como el nombre lo indica, este sector cuida de cosas mas "Especificas". Esta seccion esta en todas las otras areas, cuidando de ciertos pacientes que necesitan de atencion especial y... especifica xDD

 

Y listo :3

¿Les gusto? ¿Tienen alguna pregunta, comentario, insulto? Ya saben a donde van, sexys personitas~

Es todo por hoy. Espero leerlos el Miercoles con el capitulo de Inoue. Espero... (._.)

Cuidense mucho .w./

Christal Celeste.


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