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¿Salvando o siendo salvado por un Chaton? por christalchii268

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Notas del capitulo:

Muy, muy ironico que este capitulo termine siendo publicado el mismo dia en que el segundo capitulo de la historia de Inoue sea actualizado xD

Y es que esos dos, mas uno de Kanou/Ayase, los escribi el mismo dia, y en esencia es igual xDD

Ustedes solo ignorenlo~

Mientras lean .w.

Capítulo 5:

-Así que te gusta el chocolate, ¿eh?

Gaby miro al experto en informática, Doumeki Ren, sin expresión. Él examino por unos momentos en silencio los cafés y simples ojos antes de sonreír tristemente. El hombre era amable mirándolo con paciencia y dulzura. Gaby asintió contestando a su pregunta, sin dejar de mirarlo atento a los ojos.

-¡Qué bueno saberlo!- exclamo feliz el hombre. -¿Sabes? Mi hermana menor es una patissier muy buena. Ella tiene una prospera panadería en la Casa Madre y como yo la ayude con el préstamo para su negocio siempre cumple peticiones especiales de mi parte. ¿Te gustaría que la próxima te obsequiara un pastel de chocolate? ¡No saldrás defraudado!

-Sería un honor, señor. Muchas gracias- sonrió honestamente Gaby, conmovido por la ilusionada y feliz mirada del chico.

-¡Oh, vamos! Chaton-kun, tú y yo en efectos prácticos somos iguales. ¿Podrías solo llamarme sin más por mi nombre?- pidió suplicante Doumeki viéndolo. Gaby abrió un poco sus ojos con sorpresa.

-¡N-no! Yo no podría…

-Por favor- rogo el hombre entrecruzando sus manos encima de su barbilla, logrando que Gaby lo encontrara tierno. -Si no lo haces, no te daré tu regalo- amenazo bromeando el chico con un curioso tono de voz. Gaby perdió la batalla y rio divertido tapándose su boca.

-Todo menos eso- exclamo Gaby también jugando, su risa impresa en su réplica.

-Bien, entonces, Gaby… ¿no?- tanteo el hombre viéndolo con ternura.

-Sí, Doumeki-san… -sonrió el, momentos después Hanata entrando a la sala del departamento.

-Oh, Chaton-kun, ¿deseas algo de comer? El señor no volverá de la boda hasta muy noche… -dudo la asistente mirándolo nerviosa. Gaby trago saliva evitando que su sufrimiento fuera visible con las gentiles personas que lo acompañaban.

-No se preocupe, Hanata-sama… Hare algo de comer… -susurro, moviendo inquieto su larga colita rubia.

-¡Genial, comida de mi amigo Gaby!- expreso feliz Doumeki sobreactuando. Hanata le dio una mirada ceñuda al experto mientras Gaby se levantaba. Él tuvo que permanecer quieto un momento antes de seguir. Un sutil y bochornoso dolor en sus caderas le recordaron lo que llevaba todo el día tratando de olvidar, mas al saberse olvidado en la cama solo.

-¿Se quedara a comer también, Hanata-sama?- pregunto Gaby tratando de olvidarse el mismo. La chica sonrió asintiendo.

-Gracias, chico…

Gaby también asintió y con pasos medidos se retiró. Ya fuera de la vista él se recargo en la solitaria cocina y se sentó en el suelo, llorando sin control tapándose con fuerza su boca.

No debía doler. No de Haruhiko, no de su tiempo antes de morir. No se supone que se sintiera usado cuando él ya estaba resignado. ¡¡No debía doler!!

Él se obligó a regular su respiración antes de tener de empezar a hiperventilar. Era divertido que no tuviera ni siquiera el derecho a derrumbarse y deshacerse de un poco de su sufrimiento. Él era un Chaton y no podía ser más que perfecto. No debía tener pensamientos, corazón ni cuerpo propio.

Su vacía mirada vio la sangre en su palma derecha, causada por apretar dolorosamente y sin darse cuenta, su cascabel que le traía alivio. Su mente voló un poco mientras sentía el lejano dolor de su herida, palideciendo con su sufrimiento emocional extraño e impropio.

Una parte de él creyó que sería diferente, pero era evidente que Haruhiko no pensaba más de esa mágica noche, sin importar lo que las tiernas y amorosas caricias le dieron a entender solo horas antes atrás. Él era el único que había sido feliz de ser tratado con gentileza y honestidad, y su pago por ser ingenuo era el contante dolor.

-Perdóname, sempai… -sollozo en voz baja apretando sus ojos. Solo cuando logro encontrar algo de tranquilidad abrió sus ojos y tomo una necesaria respiración.

Gaby se levantó del suelo y limpio con su manga su llanto. Él fue al fregadero y lavo su herida, viendo en trance el agua llevarse su sangre.

Su mente volviéndose en blanco y su corazón de nuevo adormecido. Su sonrisa tranquila apareciendo mientras dejaba libre un suspiro. Él ya estaba más tranquilo al empezar a cocina con elegancia y soltura.

Los recuerdos de la primera vez en la cama con Haruhiko ya no le hacían daño y ningún sentimiento en realidad se expresaba en su cabeza, encerrándose una vez más en su lugar feliz mental.

Por fin no dolía…

 

 

Haruhiko no pudo evitar sonreír levemente de lado al mirar a su nervioso mejor amigo mirando a todos lados.

-Él ya se ha ido, solo faltas tú- le menciono al chico que estaba por casarse.

-Podrías ser más delicado… -murmuro Ryuuichirou sin verlo, metiéndose en el coche que los llevaría al parque donde se llevaría a cabo la ceremonia y fiesta privada.

Haruhiko solo negó levemente al subirse también y sentarse al lado del Director. En silencio ambos miraron por la ventana, cada uno en sus pensamientos.

-Gracia, Haruhiko… -susurro Ryuuichirou apretando sus manos en su regazo.

-Te dije que te acompañaría en este especial día… -devolvió sin en realidad estar ahí.

Y era la verdad absoluta. La única razón para levantarse y dejar a su ángel fue la promesa que le había hecho a su amigo de ser su testigo en su boda.

Sin expresar nada, Haruhiko suspiro cansado, confundido. Sus pensamientos un revoltijo mientras no sabía si culparse, arrepentirse, disfrutar o alejarse por completo de Gaby. Las cosas solo habían pasado sin que ninguno pensara. Había sido como si el juicio se marchó y no volvió hasta que Haruhiko despertó y se encontró en la cama desnudo en la compañía del pequeño ángel.

Él no sabía que pensar ahora, como las cosas cambiarían o simplemente si dejaría que su relación cambiara.

¡¡Las malditas cosas no solo pasaban en la vida de Haruhiko!! No hasta que el pequeño Chaton solo apareció…

-¿Haruhiko?- llamo la voz ausente de Isaka, viendo por la discreta ventana del automóvil que los transportaba.

-¿Qué sucede?

-¿Me contaras en una semana que es lo que te sucede?

Haruhiko lo miro sorprendido, pero sin demostrarlo. Ryuuichirou simplemente lograba ser en ocasiones tan impredecible como una ardilla. Ironía pura que el lograra encontrar en eso un poco de consuelo en su monótona vida.

-En una semana…

-No pretendo arruinar mi luna de miel con el grave problema que te molesta.

Y el hombre tenía razón. El problema era lo suficientemente apremiante que Haruhiko se encontraba sin pensamiento de continuidad.

Claro que tenía ideas y teorías, formas de actuar, abarcando lo más simple a lo más complejo. La simple cuestión que él no podía decidir que decisión tomar de su amplio repertorio.

Su corazón quería hacerse escuchar, pero Haruhiko acostumbrado a no escucharlo hablar, más que simplemente ignorar, no podía descifrar lo que deseaba decir.

Tantos problemas, tantos pensamientos, tantas acciones. El simple hecho de pensar en algo ya marcaba una simple y mínima acción. Haruhiko se estaba cansando de no tener idea de su próxima ruta. Así no era él.

-El final de la línea… -susurro Isaka cuando el auto empezó a descender.

Ambos permanecieron en silencio adentro del coche, viendo la simple entrada del parque en el que sería la ceremonia. Haruhiko guardando respeto y esperando paciente porque su amigo se hiciera a la idea de que dejaría su estatus de soltero y permanecería unido eternamente a un solo hombre.

Una sola duda ahora y él aun podía huir. Unas horas después tendría que vivir para siempre con su decisión.

-Lo curioso es que no temo por mi, sino por Kaoru… -Ryuuichirou rio con un tinte paranoico y se bajó del auto, dejando a Haruhiko confundido y temeroso.

¿No había tomado aún su proceder por miedo a las consecuencias que Gaby podría tener?

Sin cambiar expresión salió del auto, acomodando su capa de gala azul obscuro. En silencio ambos desfilaron en la privada ruta en donde Ryuuichirou podría reunirse una vez más con su familia.

-Suerte- susurro Haruhiko ausente, dejando a su amigo en la entrada antes de continuar hacia su lugar en la tarima. Él no había querido participar en la marcha típica de boda, Ryuuichirou sonriendo sin siquiera pedírselo.

Sus pensamientos no lo abandonaron mientras tomaba posición y perdía la mirada en algún lugar. Su visión repitiéndose de los ojos entregados y el dulce rubor del ángel que término gimiendo debajo de él.

Haruhiko no iba a mentir al decir que no disfruto cada segundo del especial momento que compartieron. Él se vio inundado de una abrumadora pasión y paz increíble que nunca antes había experimentado. El placer y alegría, casi tan grande que él no pudo detenerse en algún momento, entregándose a todos sus deseos, poseyendo al ángel que sin dudar confió en él y en todas sus acciones, correspondiéndole con la misma intensidad.

Incluso allí, esperando por el inicio de la boda y enfrente de varios cientos de personas, Haruhiko podía sentir el calor y excitación de su Chaton susurrando su verdadero nombre, olvidando gran parte del tiempo su posición, haciendo increíblemente feliz a Haruhiko de que la fría verdad no perforara su rosada burbuja.

-Pero lo hizo… -se susurró Haruhiko levantando la mirada, helándose después cuando dio con su hermano menor, Akihiko. Él había estado tan perdido en pensamientos que no recordó que el hombre también estaba invitado.

Música tradicional empezó imponiéndose al murmullo general. Haruhiko ignoro al escritor mientras miraba la ceremonia comenzar. Solo, solo, por su mejor amigo el soportaría aquel día…

 

 

-Y la diversión comienza…

Haruhiko miro a su mejor amigo ya casado sonriendo viendo hacia las mesas que poco a poco se ocupaban. Él conocía esa mirada traviesa, así que siguió el rumbo y maldijo interiormente.

En una de las mesas privilegiadas, para ser más preciso, la primera de la fila izquierda, estaba sentado Akihiko mirando con hostilidad a Mizuki Shiba, quien evidentemente estaba asignado al mismo lugar en la fiesta. Ryuuichirou de verdad planeaba ver una monumental pelea si esos dos convivían por toda la noche.

La celebración tuvo su lugar con la mayor normalidad. Nada que resaltar en su participación al seguir robando mirada a la cercana mesa y al Chaton en su mente que lo miraba entregado.

Haruhiko estaba tan cansado para el momento en que los esposos empezaron su primer baile formal. Él solo miro aturdido por encima de su costosa copa, viendo a su amigo de años con una de aquella escasa sonrisa, su mirada feliz y entregada al sereno hombre que lo guiaba en una suave danza. El inmenso amor que ambos se tenían era visible para todo aquel que los mirara solo por unos segundos.

Si bien era increíble que Ryuuichirou dejara apariencias y solo fuera el mismo, lo que más lo sorprendió fue lo feliz que se veía en ese momento. Incluso Asahina sonreía y en determinada ocasión rio dejando caer la cabeza hacia atrás. Plena satisfacción que él a lo largo de su vida solo asociaba con el éxito profesional, y no personal.

Sin dar en cuenta sobre eso, Haruhiko se vio deseando tener aquella mirada. Estar algún día cercano en su fiesta después de su boda, bailando con su amante y dedicándole esa calurosa mirada que veía en los recién casados.

-Gabriel… -susurro Haruhiko con un tono suave, casi cariñoso. Él al decir el nombre no podía evitar, no solo pensar en aquella importante situación de su matrimonio, sino en el chico como su esposo… Haruhiko se estaba volviendo loco.

-B-buenas noches, Usami-sama…

-Buenas noches… -Haruhiko miro un poco a la sonrojada y linda chica antes de volver a tomar de su copa, inconscientemente pensando una vez más en aquella imagen mental de Gabriel con un lindo traje blanco, ruborizado y con una feliz y satisfecha sonrisa. Un futuro juntos que prometía mantener en todo momento aquella linda expresión brillante en el dulce chico que merecía eso y más.

-…Pero seguro no soy la indicada, ¿cierto?- rio tontamente la mujer joven enfrente de él.

Haruhiko evito girar los ojos cuando dio en cuenta que la chica continua hablando y él no puso atención. Podía arriesgar que su expresión estoica y serena le dio la impresión a la joven de que él continuaba atento, después de todo Haruhiko solía comportarse así, pero era la excepción esa noche.

Ahora… ¿Cómo hacer que la mujer le repitiera lo que dijo sin hacer parecer un cretino a Haruhiko?

-Akai, querida. Deja que el caballero Usami te responda. ¡No des por sentado nada! Cualquier hombre digno estaría encantado de bailar contigo… ¿No es cierto, Usami-sama?- presiono el padre de Ryuuichirou.

La joven, que Haruhiko por fin identifico como una prima lejana de la familia Isaka, solo se volvió más roja apretando fuertemente sus manos sujetas enfrente de ella. Haruhiko sin decir nada se levantó y con suaves movimientos extendió una mano a la joven, invitándola a bailar. Ella muy nerviosa asintió y con torpes movimientos se dejó guiar a la pista de baile un poco abarrotada.

Haruhiko siguió en silencio, soportando la inepta forma de bailar de la chica que seguía disculpándose en voz baja y débil. Él ignoro la constante vigilancia del padre de la chica y el padre de su amigo y solo fue paciente con la mujer hasta que acabo la canción.

Amable y educado, guio de regreso a la chica, retirándose un poco cuando vio el brillo de interés del padre de ella. Haruhiko podía decir que el hombre quería hablar con él, sin embargo no era ni el momento ni las ganas para que el fortaleciera lazos entre ambas corporaciones como la Isaka y Usami. Dejaría eso después a su ausente padre o cuando él no estuviera en batalla sangrienta mental luchando por permanecer sereno físicamente.

Su anterior acción le trajo desventajas cuando una pequeña multitud de jóvenes y ricas mujeres cuchicheaban mientras lo miraban de reojo, muchas sin precaución alguna. Claramente esperaban ser invitadas a bailar como la anterior chica. Eso no sucedería ese día.

Buscando discretamente una excusa dio con el recién matrimonio alejándose de la mesa de Akihiko, el secretario y esposo de Ryuuichirou regañándolo visiblemente.

Con pesar él no podía retrasar lo inevitable, también le serviría como escape.

-Haruhiko-Nii-san- exclamo sorprendido Mizuki cuando Haruhiko se acercó a la mesa donde ellos estaba. Él ignoro la aparente felicidad del chico mientras los saludaba cordialmente, felicitando al final por el evidente embarazo.

Haruhiko no frecuentaba a su prima de sangre, sin embargo sabia claramente que ella estaba enamorada y que un hijo de su matrimonio sería una noticia muy querida. Como ella acariciaba seguidamente a su hijo en su vientre lo demostraba mientras sonreía algo tensa por el comentario de Haruhiko.

Al terminar con el matrimonio se dirigió a la editora Aikawa, que años atrás había conocido. Solo por educación la saludo y pregunto por su vida de una forma discreta y educada, siempre evitando a su medio hermano hasta que no se pudo evitar más y lo enfrento. Inmediatamente las defensas de ambos levantándose mientras se miraban evitando demostrar los descontentos que a pesar de años continuaban entre los dos.

-Mi padre ha estado preguntando por vos- empezó Haruhiko sin apenas verlo. Quería irse lo más rápido posible.

-Estaría agradecido si el supiera que estoy bien y que no hay que preocuparse por mí.

Evidentemente. Haruhiko asintió y dio un paso atrás, su mirada siendo atraída sin poder evitarlo en el Chaton de Akihiko. Él había visto al Chaton bailando con el escritor, pero aún le era extraño que estuviera sin más ahí.

Era… extraño. Molesto que Akihiko, siendo quien era, pudiera tener a su lado al chico sin impórtale nada más. Como siempre, imponiendo sus deseos y pensamientos sin pensar antes o tener en cuenta algo más que sus preferencias, totalmente diferente a Haruhiko, que estaba lamentándose y pensando en tantas cosas que podían influir en sus decisiones.

-Veo que lo conservaste.... –susurro sus pensamientos, mirando al Chaton sin poder evitar recordar aquella tarde en que lo conoció y lo creyó perfecto para adquirir.

El chico trago saliva visiblemente por la mirada penetrante de Haruhiko, pero se levantó e inclino saludándolo. El movimiento produjo que el cascabel caro en su cuello sonara, haciendo que el rumbo de sus pensamientos fuera a otra cosa que simplemente ignoro.

-Y será permanente... -agrego Haruhiko arrastrando con lentitud sus palabras, viendo al final a Akihiko.

-Así es. Misaki me pertenece... –reclamo con brusquedad el hombre, devolviéndole la mirada dura.

Haruhiko se vio influido por los malos sentimientos. El enfrentamiento trajo lo peor de él, acompañado al estrés, preocupaciones y frustraciones, haciendo que se desquitara cruelmente con su medio hermano.

-Me pregunto si de verdad será permanente...

Inmune, Akihiko sonrió amargamente y se reincorporo, poniendo de pie también al extrañado y educado Chaton. Sin quitar su burlona mirada de Haruhiko, se dirigió a todos en general.

-Olvide mencionarles a los presentes una cosa... Misaki es mi Chaton... y mi amante.

El bastardo hombre no hablaba en serio…

-B-bueno, lo supuse por el beso que le diste a Misaki-kun- dijo débilmente Kaoruko, sonriendo después al asustado chico.

-¿Estás loco, Akihiko?- susurro Mizuki tratando de no llamar la atención- ¡Eso no es posible!

-Les informe, no pedí su opinión- gruño Akihiko retirándose apresurado con el chico.

Haruhiko se quedó ahí, con la mirada perdida mirando el caro y elegante mantel de la mesa redonda y amplia para solo cinco personas. Un sinfín de cosas pasaban por su mente, su enojo e impotencia gritándole en los oídos mientras la imagen de Gaby llorando y sujetándose la cabeza llegaba a él.

¡Akihiko no solo podía salirse con la suya una vez más! La vida debía imponerle los mismos malditos retos que a él. El hombre simplemente tenía que dejar de ir por ahí haciendo lo que quería sin tomar precauciones, ignorando lógicas y reglas. Imponiéndose y menospreciando, tomando lo que quería sin importarle que estuviera mal o que su forma de actuar trajera consecuencias catastróficas.

La maldita vida debía dejar de favorecerlo y otorgarle lo que quería al mimado de su medio hermano. Siendo escritor, renunciando a su deber con la compañía y dándoselo sin palabras a Haruhiko, manteniendo una correspondida relación con un Chaton y manteniéndose alejado de su padre…

Haruhiko endureció su mirada y sin decir nada siguió a Mizuki, que echando humo olvidaba su cautela y le gritaba al escritor, el cual se había alejado de la multitud.

-¿Qué pretendes lograr con esto?- pregunto suavemente Haruhiko, conteniéndose de blasfemar descontrolado.

-¿Lograr?- gruño Akihiko. -Mi relación con Misaki no debería importarle a nadie más que a nosotros.

-Dioses, Akihiko. ¡Escúchate! Es un Chaton... -empezó Mizuki, deteniéndose por la risa amarga de Akihiko.

-¿Ese es tu mejor argumento?- pregunto, para después mirar a Haruhiko. -Él es mi Chaton y compañero, así que estará conmigo no importa que.

Haruhiko se mordió la lengua y los muchos reclamos que quería hacer.

-Padre no estará feliz con eso- simplemente advirtió, viendo por ultimo al Chaton que al percatarse de su mirada se escondió por completo detrás del escritor, no antes de que Haruhiko viera su mirada verde, reflejo de aquello que sentía y lo sorprendió.

-No me importa. Si les dije en realidad fue para que le digan que amo a Misaki, y no me importa nada más. Si se atreve a querer interferir responderé como es debido.

-Akihiko, debes entender que solo queremos lo mejor para ti... -dijo Mizuki ignorando lo que había dicho. Ese fue el límite de Haruhiko con el irritante hombre.

-No actúes como si fueras alguien mayor... –gruño al pretencioso tipo. -Solo eres unos años menor que nosotros…

-Haruhiko...

Él no lo vio, solo tuvo atención para Akihiko.

Su mirada amatista podía verse decidida y molesta, pero él era mejor descifrando a las personas, y podía salvar de aquellos ojos el miedo, el amor, la seguridad. Los mismos abrumadores sentimientos en el chico que se aferraba al escritor buscando alivio y seguridad, emociones que solo alguien cercano podía pedir de una persona que solo conocía de semanas atrás.

Gabriel tenía la misma mirada cuando veía a Haruhiko. La había tenido la noche anterior y eso fue lo que lo hizo dudar en la mañana. Ahora él podía por fin entenderlo.

Era miedo a fallarle, a no poder luchar por él como Akihiko estaba dispuesto por el pequeño chico.

Ambos sabían que su decisión traería resultados peligrosos, pero aun así Akihiko… Akihiko siempre tenía esa molesta expresión, sin importar su indecisión o miedo. El bastardo hombre siempre se veía decidido a lograr lo necesario para lograr ser feliz y estar en paz.

Haruhiko le tenía tanta envidia y coraje…

-¿Esto es enserio, Akihiko?- le pregunto serio, sorprendiéndose de que su voz fuera segura. Akihiko con reticencia asintió seguro. -Bien, entonces eso le diré a nuestro padre. Haz lo que quieras con tu vida, a mí no me interesa.

Y de verdad no le interesaba. Él tenía cosas mejores que hacer. No tenía tiempo para preocuparse por los caprichos de su hermano o lo que él hiciera para lograrlos.

Ahora mismo, él quería por sobre todas las cosas pensar que haría con su propia vida. Analizar si el sacrificaría tanto por aquel desconocido sentimiento de estar cerca de Gaby, inundarse de su ternura y bondad, salvarlo de los demonios del mundo y compartir la vida haciéndolo sonreír.

-¡Haruhiko! ¿Qué demonios sucede?- grito ofendido Mizuki sacándolo de cavilaciones. –Akihiko está echando a perder su vida con un vil Chaton y tú simplemente…

-En primer lugar cuida tu tono conmigo… -gruño Haruhiko levantando un dedo, muy cerca de golpear al tipo. –Segundo… Lo que Akihiko haga no te concierne. No eres nadie para él. No eres su padre, amante, ni siquiera eres familiar consanguíneo, así que deja de creer que tienes privilegios con nosotros. Deja de creer que tienes el maldito derecho de entrometerte en la vida de nosotros solo porque Kaoruko te recogió y te dio una posición…

-¡¡Haruhiko!!

-¡Y tercera!- elevo la voz colérico, haciendo callar al hombre rápidamente. –Deja de pensar que te seguiré o apoyare en cualquier acción que tomes. No somos más que parientes legales, no creas más que eso. Si tienes algún problema con eso, ve con mi padre. Pero simplemente no vengas a mí y me pidas que este a tu lado mientras te impones a ese hombre…

Haruhiko se dio la vuelta, gruño y regreso colérico con el pálido Mizuki.

-Akihiko lucho por el chico, lo presento a la prensa y lo puso detrás de él mientras hablaba con nosotros. Piensa en qué tipo de persona hace eso por un “simple” Chaton. Ten en cuenta que estamos en la fiesta que celebra el matrimonio de  Ryuuichirou y también recuerda que no tienes a mi padre para respaldarte como lo buscas en mí…

-¿Me estás diciendo que Akihiko ama a ese Chaton y que no debo armar problemas porque estamos en la fiesta?- susurro afectado Mizuki. Haruhiko cerró los ojos con fuerza tratando de tranquilizarte.

-Y también ten en consideración a tu esposa embarazada… -dijo por ultimo Haruhiko antes de empezar a retirarse.

-¡¿Si sabes que tu padre no dejara las cosas así?!- grito en la lejanía el hombre.

Y afrontaría eso Akihiko quisiera o no. A Haruhiko no le importaba en ese momento.

Él camino sin detenerse hacia lo más profundo del parque, deteniéndose después de varios minutos en una zona obscura y pacifica donde el barullo no llegaba. Con la respiración agitada apoyo su frente en el tronco de un árbol.

Las imágenes y planes pasaban a una velocidad de vértigo en su mente. Por primera vez él se sentía explotar con todo en su cabeza y él se encontró tomando respiraciones profundas seguidas para no gritar su desenfreno y paranoia.

Haruhiko había escuchado acerca de las crisis emocionales, pero nunca experimento una… No hasta ese momento.

Tan rápido como el malestar acudió a él, un consejo susurrado de una gentil Chaton rubia, la cuidadora de Akihiko, se reprodujo y el cayo de rodillas temblando.

 

-Es muy simple, Haruhiko-sama… Cuando no sepa que debe hacer solo respire profundo, no piense en nada y solo deje que sus emociones fluyan libres. Al final, la más poderosa simplemente aparecerá y usted sabrá que hacer…

-Eso es estúpido… Mi padre dice que actuar con sentimientos nunca es bueno…

-Y puede ser cierto, pero inténtelo, vera que su mente siempre se complementara con su corazón y juntos le susurraran la respuesta. Haruhiko-sama es muy inteligente. Su inconsciente es parte sentimientos y parte razón, de vez en cuando escúchelo con atención en cualquier encrucijada…

-No puedo…

-Tranquilo… Solo cierra tus ojos, respira tranquilamente… piensa en la mayor emoción que te causa la principal razón de tus problemas…

 

Gabriel… El Chaton vino de la nada y se metió sin anunciarse en su vida. Su mirada azul le producía extraños pensamientos y emociones… Le otorgaba raras experiencias.

Con aquella sonrisa, con aquella mirada, con esos gestos y actitudes. Solo invadió su monótona y solitaria vida…

El chico solo apareció y enamoro a Haruhiko robándole toda lógica y pensamiento… sin impórtale lo que el pensara, las consecuencias o si era correcto. Solo logro hacerse dueño de su corazón…

-Gaby…

 

 

Gabriel se sobresaltó cuando el lejano sonido de un recuerdo se esparció en el silencio del departamento. Su cuerpo estaba cubierto de sudor y un sutil temblor producto de la pesadilla aun persistía mientras el trataba de aclarar su mirada y ver en donde se encontraba.

Él recordaba comer con aquellos chicos que al final se olvidaron de etiquetas y solo rieron e hicieron compañía a Gaby. También recordaba que Hanata parecía conquistada por Doumeki y que Gaby les había dado tiempo a solas.

-Oh… -susurro cuando logro acordarse de que se tambaleo en la sala y termino desplomándose entre gritos de los preocupados chicos.

Había sido solo un mareo momentáneo y le costó mucho conseguir que los empleados no llamaran a su dueño. Al final, a petición de ellos, Gaby tomo una pequeña siesta en la sala. Dado lo obscuro de la habitación y la ausencia de los jóvenes, Gaby podía suponer que durmió más de lo que había querido.

-Demonios… -susurro sentándose y tomando su cabeza entre sus manos. El malestar de dormir a deshoras se expandía por su adolorido cuerpo.

Sin dar con ello, Gaby se volvió a recostar en el sillón, esta vez de lado mientras tocaba su cascabel, haciéndolo sonar en la silenciosa sala. Sus pensamientos inmediatos en una susurrante y ronca voz que le otorgaba paz y alivio con la simple mención de su nombre de forma amable.

-Haruhiko…

Sus brazos abrazaron su cuerpo y Gaby lloro. Él no entendía porque se sentía tan solo y dañado. Le tomo varios minutos recordar que cruzo aquella imaginaria línea y se involucró de más con el apuesto hombre, que el mismo le abandono sin misericordia en la cama después de prometerle con su mirada cosas que Gaby debió saber desde el principio, eran falsas.

Ingenuas, tristes y patéticas promesas… Tontos sueños de una vida normal, tranquila y feliz, llena de amor y comprensión, cuidado y futuro.

-Debo irme… -musito Gaby sollozando, escuchando lo débil de su voz. –Lejos… Antes de que él regrese…

>>¡¡Muévete, Gabriel!!<<

A pesar de gritarse mentalmente Gaby continúo perdido en el recuerdo de la noche pasada. Los hermosos ojos negros que lo miraron con aquel extraño y abrumador sentimiento…

>>Y entonces él se fue, ¿recuerdas?<<

¿Cómo olvidarlo si eso era lo que hacía que le doliera tanto, incluso más que cuando alguien lo golpeaba hasta la inconciencia?

>>Gabriel, huye. ¡Nadie más debe hacerte daño!<<

Porque era un Chaton, sin emociones, sin mente propia ni cuerpo… Un perfecto muñeco que si vivía era solo por la esperanza de que aquellos que amaba sufrieran lo menos posible.

-¿A dónde crees que vas?

-¡Suéltame!

-¡¡Gaby!!

Gabriel abrió los ojos y se encontró entre los brazos de Haruhiko. El hombre respiraba agitadamente y no traía lentes. Su mirada increíblemente preocupada sin dejar de sostener a Gaby.

-¿Señor…?

-¿Estas bien? Llegue y parecías perdido… Estabas caminando mientras susurrabas…

Para empezar. ¿Cuándo se levantó del sillón y cuando llego Haruhiko?

-Estoy bien… -susurro bajando la mirada, viendo los anteojos del hombre tirados en el piso rotos. ¿Gaby lucho con él hasta tirarle los lentes?

-Gaby…

-Muy bonitas flores, señor… -se apresuró a decir Gaby, desviando la conversación. Haruhiko lo miro por largos segundos antes de extenderle el costoso y bello arreglo. -¿Las ha traído de la boda?

-Para ti… -susurro Haruhiko mirándolo fijamente. Gaby estaba aún adormilado si creía ver en las lagunas misteriosas el miedo e inseguridad.

-¿P-para mí?…

-Si… Aunque si prefieres algo más, simplemente tíralas y…

-¡No, las acepto!- Gaby abrazo por reflejo las costosas rosas rojas protegiéndolas, sin darse cuenta adquiriendo el seductor olor que desprendían las flores. –Yo solo… me estaba preguntando porque usted…

-No quieres saber… -gruño Haruhiko entrando al departamento por completo, ignorando a Gaby.

De acuerdo…

-¡Muchas gracias por el presente, señor! Yo las cuidare muy bien…

Haruhiko lo miro encima de su hombro, mirando los soñadores ojos azules. El Chaton moviendo energéticamente su colita mientras olía las rosas con una pequeña sonrisa.

Sin pensar, Haruhiko se terminó de quitar el saco y la corbata y elimino la distancia que los separaba. Tomando con una mano la cintura del chico y con la otra el agarre que ejercía el chico en el arreglo florar, Haruhiko se adueñó de los sensuales y tiernos labios. Manejando el beso, robando la respiración asustada, sujetando al Chaton que se derritió cuando el profundizo el beso y busco la participación en la húmeda cavidad.

Al separarse lentamente de Gaby, Haruhiko vio el dulce sonrojo en la pálida cara. El brillo emocionado y confuso de sus hermosos ojos… el anhelo y desesperación.

Sonriendo mentalmente, Haruhiko volvió a besarlo, ambos soltando las rosas que cayeron al piso mientras se abrazaban entregándose al mutuo sentimiento.

Haruhiko en el acto decidiendo que lucharía por Gabriel y por el amor que le tenía.

 

 

Notas finales:

...No me acuerdo de lo que queria aclarar al final .-.

Bueno, solo recalco que tienen que poner mucha atencion a las crisis de Gaby y que Haruhiko por fin se aclara~

Y ya, creo :P

 

¿Me dejan un sensual comentario?

Por cierto, feliz año nuevo adelantado, teniendo en cuenta que este es el ultimo capitulo de este año~

Un honor que este tiempo me leyeran >w<

Los espero el proximo año, con mas historias de Chaton y asi :3

Cuidense mucho y coman o beban algo especial a mi nombre ;D (?)

Nos leemos~

Christal PM.


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