- "NOOOOOOOO AHHHHHHHH"
- “AIIIISSSH, PEDAZO DE MIERDA, VEN AQUI” - *CLASH* *CLASH *
Las enfermeras empiezan a correr por el pabellón hasta la habitación al final del pasillo. Hay bacinicas y objetos al azar que son lanzados por la puerta. Auxiliares de enfermería están tratando de calmar la voz que grita.
Seung Hyun que no ha estado en la sala durante una semana camina por el pasillo para ayudar al alboroto causado por un paciente. Él llega a la habitación y hay dos hombres frente a una cama intentando tranquilizar al hombre que está gritando.
Su vestido de la noche no está atado en la espalda y su ropa interior es lanzado por la habitación. Uno de los hombres salta sobre la cama y agarra al pequeño hombre. Ji Yong lucha y muerde al hombre tan fuerte que grita y lo suelta.
El paciente entonces corre hacia una esquina y grita un poco más. Seung Hyun está con los ojos muy abiertos es que nunca había visto a un hombre así. La jefa de enfermeras se da cuenta del nuevo Doctor y corre hacia él.
- Dr., necesitamos su permiso – ella lo mira con desesperación y él no tiene idea de lo que esta solicitando.
Él mira hacia abajo en la etiqueta de nombre de la mujer que dice Dara – Enfermera Jefa ¿Qué es lo que estas pidiendo?
Ella hace un gesto de enfado – Si no lo calmas… lo hare
Ji Yong ve la jeringa y grita un poco más, mientras se acurruca en una bolita. La enfermera se acerca,la cara de Ji Yong tiene una mirada asustada.
Dara sonríe, se acerca y le susurra – Ven aquí, pequeña mierda. Usted ha hecho demasiado ruido.
Seung Hyun ve el abuso a la mano del paciente y corre para empujar la mano de la enfermera fuera de la vista - ¿Qué estás haciendo?
- Cuidando del problema
Seung Hyun mira intensamente a la mujer y gruñe – Si alguien va a ponerlo a dormir como un animal entonces lo haré yo. ¡Ahora, vete!
*****
Ji Yong la mayor parte del día está tan fuera de sí que se olvida de como orinar a veces. Él ha estado en el Hospital de Seúl desde que tenía 17 años y ahora que tiene 24 ha aprendido que es su hogar y el lugar donde va a morir. Las agujas, la violación y el abuso le aterroriza pero él cree que merece eso… porque él era el hijo imperfecto que sus padres no quieren reclamar nunca…
Él ha estado dentro y fuera de las salas de psiquiatría durante toda su vida. Sus padres son demasiados orgullosos para admitir que tiene un hijo, por lo que más bien lo han drogado y encerrado todo el día para así no verlo. Él nunca tiene visitas, las únicas personas que puede confiar son los otros locos que están a su alrededor.
Él es tan peligroso para los demás que tiene que tener su propia habitación. Es muy normal para él, tirar las cosas alrededor, ser recogido como ganado y luego lo tiren contra el suelo para tomar pastillas que son empujadas por su garganta. Las contusiones era algo que tenía que acostumbrarse y es algo que solo se convirtió en normal.
En la sala de Ji Yong están los pacientes más difíciles. La mayoría de los pacientes se suicidan debido a los abusos. El psiquiatra le importa una mierda sus pacientes y solo reparte píldoras. Sí, ellos tienen que hacer las reuniones una vez por semana, en su mayoría es a la fuerza… pero ellos tienen que ir a la reunión para que el doctor pueda ignorarlos y solo asignar más píldoras.
Ji Yong está ahora en una esquina aterrorizado, su única función que está trabajando es su habilidad para gritar. Eso es lo único que le da el rayo de esperanza de que alguien no pueda empujar una píldora en su garganta… pero eso no sucederá...