“Jonghyun, ellos duermen… tú también deberías hacerlo, ya sabes.” Me deshice de esa idea y me concentré en lo que hacía, dejándolos dormir, soñar por el resto de sus vidas, mientras sigo a la criatura que busco desde esa fatídica noche años atrás. Todos creen que estoy loco. Diablos, tal vez lo esté, después de todo estoy buscando una criatura mítica, de esas que solo se encuentran en los cuentos de hadas, pero no me daré por vencido. No puedo, porque lo he visto y es hermoso.
Fui con mi padre en su barco cuando tenía tan solo 10 años. Tenía curiosidad sobre sus extensos viajes al mar y siempre ame el océano, era misterioso y poderoso, escondiendo criaturas de leyenda y lo aún no conocido por el hombre. Su tripulación estaba confundida por mi presencia pero luego se me resto importancia, hasta que entramos a aguas desconocidas y me metí en los dormitorios a esperar por horas.
Comencé a sentir ansiedad y mi preocupación creció con los chillidos y gritos desgarradores que provenían de afuera. Estaba asustado, pero mi padre me enseño a ser siempre curioso, siempre estar preparado, y siempre ‘causar miedo’. Salí arrastrando los pies hacia la popa y encontré a mi padre inconsciente al costado de alguien más, al resto de su tripulación no los encontraba por ninguna parte. Me acerqué a ellos y noté la red envolviendo a un niño más pequeño que yo al lado de mi padre. Me topé con los ojos felinos más bonitos que jamás haya visto, estaban preocupados y tal vez asustados, pero no podía apartar la vista.
Por alguna razón no me preocupé por el estado de mi padre mientras mantenía la mirada en esos ojos y me arrastré cerca del cuerpo que estaba al lado de mi padre. El forcejeaba incansablemente, tratando de liberarse de las ataduras que lo aprisionaban. Aparté la mirada de él lo suficiente para notar su cuerpo, no era humano, pero era hermoso. Inmediatamente supe que era lo que estaba frente a mí y examine el resto de su cuerpo para finalmente darme cuenta que era un niño muy lindo con una piel muy pálida y perfecta, cabello rubio, y una cola cubierta de escamas.
Me encontré con sus ojos de nuevo y quede boquiabierto por lo deslumbrante de su rostro. Estiró su mano atrapada con una expresión curiosa antes de que su pequeña y suave mano tocara mi hombro.
“Libérame.” Susurró esas palabras con el corazón roto, tomando aire. De manera convincente, su voz tranquila pero hipnotizante me hizo contener el aliento y me quedé mirándolo por mucho tiempo, mientras a él no le molestaba mover su mano o librarse de mi mirada.
“¿Quién eres?” Moví mi cabeza en rechazo a mi estúpida pregunta. El parecía sorprendido con mi actuar y envolvió suavemente mi cuello con sus manos, mirándome nuevamente a los ojos de manera penetrante, esta vez más atentamente como poniendo a prueba mi deseo de mirar hacia otro lado.
“Libérame.” Repitió y parpadeé confundido.
“¿Qué sucedió con los demás?” El niño suspiró, retirando sus manos aun atrapadas por la red de mi piel.
“Eres muy joven. Demasiado, me parece.” Ladee mi cabeza a modo de pregunta y lo vi comenzar a forcejear nuevamente.
“Déjame ayudarte.” Murmuré y el niño se quedó quieto.
“¿Me dejarás ir?” Asentí casi como preguntando el porqué de esas extrañas palabras. Después de todo, ¿por qué debería mantenerlo aprisionado? ¿Qué haría con él? No tenía idea, así que solo me pareció lógico liberarlo. “Eres tan inocente.” Sonrió, haciendo saltar a mi corazón.
“¿Lo soy?” Gruñí mientras forcejeaba con la red.
“O eso o estúpido.” El golpeó y yo me quedé quieto haciendo un mohín, el frunció ceño un segundo antes de acariciar mi mejilla. “Pero estoy seguro que eres alguien de buen corazón.” Mi corazón se sobresaltó ligeramente y finalmente volteé a prestarle atención a mi padre que estaba inconsciente y la preocupación se apoderó de mi cuando me paré. El niño puso su mano en mi antebrazo y me calmé nuevamente.
“¿Se encuentra bien?” Susurré, mi cuerpo no se podía mover a un lado para desenmarañar la red de la cola del niño.
“Está bien.” Mordí mi labio ante su respuesta pero el suspiró luego de un largo minuto de ver mis dedos sobre los nudos desconocidos. “¿Quién es él?”
“Mi papá.” Respondí inmediatamente y él permaneció quieto. La red se soltó al momento que lo dije y la jalé hacia atrás para mirar fijamente a sus ojos desconcertados.
“Cuando se despierte… dile que los saque a ambos de aquí.” El niño volvió a golpear y abrí la boca al notar fuego en sus ojos, tragué con dificultad debido a la bella criatura que tenía frente mío.
“¿Cuál es tu nombre?” Susurré y una risita se le escapó.
“Tan inocente.” Acarició mi mejilla de nuevo y me sorprendió el calor que despedía de su suave piel, pero se fue muy rápido, dejándome una sensación de vacío y ningún nombre por el cual llamar.
Mi padre despertó repentinamente, unos segundos después y fui a su lado, aliviado porque de pronto recobró la conciencia. Mis ojos examinaron las oscuras aguas y vi bastante movimiento sobre las olas, como cientos de peces nadando, pero el aire por otro lado en silencio. A pesar de la sorprendentemente oscuridad que nos rodeaba, sentí un rápido chapoteo y el mismo niño estaba sonriéndome, colgando de un extremo del barco de sus lindas manos.
“Adiós Jonghyun.” Me guiñó y ahí fue cuando me di cuenta que tenía que volverlo a ver.