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Call me noona! por Evil Hambana

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Notas del capitulo:

Chan chana naan~ Entonces, esto, no pude esperar hasta el lunes y me decidí a actualizar <3. 

Espero que les guste, mi meta para este capitulo es más de ¿5 reviews? Actualizaré ni bien llegue a esos reviews. Disfruten :)

La semana siguiente a ese día, su madre se dedicó a hacerle sentir un travesti de primera. Lo llevó de acá para allá, no había tienda en toda su ciudad que Minseok, ahora, no conociera de punta a punta. Cada detalle, cada color, cada prenda, las conocía al pie de la letra. Dejenme decirles, se sintió muy sorprendido cuando descubrió que existían tantos tipos de rojo. Demasiado, en verdad, considerando que solo conocía el rojo y el carmín.

Minseok descubrió hasta los nombres de las prendas que jamas en su vida iba a utilizar... ni hablar de la ropa interior. En verdad esa fue la peor parte, porque hasta la creyó hermosa. "Maldita homosexualidad" pensaba cada vez que su madre compraba alguna de esas prendas, si no fuera homosexual eso hasta le entretendría. Es más, seguramente se le habría parado unas cuantas veces.

¿Cómo sabe eso? A Byun Baekhyun le pasó. Porque no, no estaba solo en toda esa porquería... y el sufrimiento de su amigo le encantaba, ¿por qué? Porque era mayor del sufrimiento que él sentía por el simple hecho de su condición sexual... Byun Baekhyun era heterosexual hasta la medula. Aunque tenía rostro de chica, nunca en su puta vida había llorado. Todo un macho, pensaban todos. Pero Minseok no, Minseok tenía una leve sospecha de la cual no quería hablar en ese momento. 

No ahora, ahora tiene un asunto más importante. La maldita, apodo que había creado para su madre, le estaba enseñando a andar en tacones. Y, por primera vez en su vida, Kim Minseok se sintió un ser completamente inferior. Por tercera vez en media hora su madre suspiró al verlo caer. 

—Bueno, basta de esto por un rato... ya mañana es el gran día, y tenemos que ver si aprendiste todo lo necesario. 

Su contador de "hombría" mental apareció de una vez por todas, lleno hasta el número nueve. Había perdido un punto por el simple hecho de tener que andar haciendo esto.

Cerró los ojos dos segundos, literalmente contados, y al abrirlos se encontró con una gran pizarra frente a sus ojos. Pestañeó unas cuantas veces por culpa del brillo que lanzaba aquel objeto, pensando que su madre estaba realmente loca. Su contador bajó un 0,5% al notar una pequeña mancha en ella y pensar que era desubicado el no haberla limpiado antes de utilizarla. 

Examinó toda la pizarra, prestandole atención a cada pregunta... Su contador bajó un número, porque tal parecía el sabía cada respuesta.

—Diablos. 

Minseok se acomodó en una de las sillas junto a él y miró atenta a su madre, ella estaba tan emocionada y el tan triste. Tenía ganas de aprovechar ese día, salir con sus amigos, masturbarse algunas veces, ultilizar zapatillas deportivas y ensuciarse, jugar al fulbol... cosas de hombres. Pero no, el ultimo día que tenía como Kim Minseok y tenía que pasar bastantes pruebas que lo dejarían aturdido por toda su vida. Malditos sueños, maldito nombre chino, malditas inscripciones vía internet. Maldita madre enferma y maldita mala suerte.

"¿Cómo se llama este corte?" "¿Cuántos rojos hay?" "¿Qué color favorece más a tu piel?" "¿Estampado?" esas y mil preguntas más que lograban que su contador de masculinidad bajara, ademas de distintas pruebas que pudo superar facilmente. Pruebas como: como sentarse, como caminar, modos de afinar la voz, respuestas para dudas claras, etcétera. 

Pero ¡oh! su contador no quiso llegar al cero en la ultima pregunta, la ultima prueba... era la más facil, pero su mente no podía. 

—Hey, Xiumin-hyung... 

—¿Qué? 

Y sintió el pesado libro, que anteriormente tenía sobre su cabeza en la prueba de caminar con tacos para poder tener buena postura, caer no muy suavemente sobre su cabeza. No pudo evitar arrugar la nariz, por decima vez, gracias al dolor. Chilló, removiendose en su lugar.—¡Diablos Minseok! O eres noona o unnie, ¡no hyung! ¡ya no eres un chico!

Eso, esas palabras, realmente bajó el ultimo numero del contador... porque su madre tenía razón, el ya no sería un chico. Minseok lo había pensado mucho, ¿valía tanto la pena el estudio para dejar todo lo que era? Si, si lo valía, porque ese era su futuro. No es como si Minseok, luego de eso, seguiría fingiendo ser una chica. No, claro que no, en vacaciones y demas el sería Kim Minseok, no Kim Xiumin. Entonces, se resignó y obligó a su cerebro a tratar de comprender.. entendía que no sería facil considerando que por más de 5 años fue llamado hyung, pero debía intentarlo.

— ¿Noona? 

— ¿Hm?- Respondió con otra pregunta, agudizando sin darse cuenta la voz. Su madre sonrió tan amplio y brillante que el resplandor fue aún más cegador que el de la pizarra.. y ahí lo entendió todo, el lo había hecho bien. Su contador explotó, pero a él no le importó. Era la ultima prueba y lo había logrado, el abrazo que su madre le dio luego de eso casi no lo había dejado respirar.

Luego de eso, Minseok se dedicó a terminar de preparar sus maletas... ahora, ¿como haría para que nadie notara que llevaba boxers en su maleta? En verdad, aún si sabía que nadie que el conociera, además de Baek, iría a aquella universidad... tenía bastante miedo, porque el no era exactamente Kim Suertudo Minseok. Es más, creía que en su vida anterior se la pasaba rompiendo saleros. Solo le quedaba desear que le tocara la misma habitación que a su amigo. 

—¿Minseok? 

La voz de su madre, como siempre, lo despertó de su trance. En ese momento solo pudo sonreír dulcemente, ¿que iba a hacer sin ella? Realmente, temía que su poca atención lo llevara a la ruina.—¿Qué ocurre?

—Solo, te voy a extrañar... ¿sabes? Va a ser raro no tenerte aquí, no tener que esperar a que llegues para saber que puedo cocinar; me voy a sentir tan sola.- Minseok sonrió levemente, decidiendo acercarse a ella y rodear su cintura con sus brazos color leche. En verdad, el era tan diferente a su madre de manera fisica. Su madre lo rodeó por el cuello con sus brazos color canela y tomó un poco de aire, amenazando con llorar.

Ellos eran cercanos, desde siempre. Minseok se dio cuenta de ello en ese momento, justo cuando le tenía que decir adios. Su madre depositó un casto beso sobre su cabello para luego inspirar el olor a naranja que el joven emanaba. La vida de Yuri se había basado en el crecimiento de ese mismo chico que tenía en sus brazos, de esa futura chica... ella estaba tan orgullosa de él, porque podría haberse negado y seguir con su vida, tener otros sueños. Pero no, el no era como ella en ese sentido. Le enseñó todo lo que sabía, deseando que el menor siguiera sus sueños. 

Y ahora lo hacía, y estaba orgullosa de él. Quería que él lo supiera, porque ella no tuvo esa suerte. Su hijo era grande, inteligente, talentoso... era un ser hermoso, y dios que lo iba a extrañar. Pero, lo sabía, debía dejarlo ir. 

Un mes no era tanto, supuso.— Te amo.- Ambos murmuraron al mismo tiempo, provocando sus propias risas. 

Esa misma noche Minseok volvió a dormir en los brazos de su madre, como solía hacer de pequeño, y se preguntó si en verdad ese día había ocurrido la ultia prueba. Tenía miedo, pero al mismo tiempo, sentía que todo saldría bien.

Su corazón se lo decía. 

 

Notas finales:

Pues, no me maten. En el proximo capitulo apareceran más personas (si, si, Chen) y ya comenzará la vida de Xiumin en la universidad.

Como saben, ¡Más de cinco reviews! Y gracias por seguir leyendo y espero continuen acompañandome con esta historia,

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Mi twitter: @Murimomi_ 


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