Bruma
Le indique a Claude que te dejará pasar, mis malas intenciones y las tuyas son fáciles de chocar.
Se te sirvió la cena y platicamos o mejor dicho yo platique solo prácticamente. No es que me moleste pero por lo menos guarda las apariencias. Sin duda no es muy ingenioso tu disfraz porque mi mayordomo ya sabe quién eres pero sigamos un poco con esta farsa.
Una vez sentado en la mesa, seguí hablándote un poco y reír al ver que corregías el mal servició de Claude, o mejor dicho por la pequeña gotita de salsa que tenía, simplemente me pareció una excusa para no comer aquello.
Ordene que se te diera una habitación, la tormenta había menguado un poco pero aun podía ver las gotas de agua, golpeando suavemente los cristales de la ventana, el viento ahora parecía una suave brisa, a que seguro estaba fresca, muy dentro de mi desee salir y correr en medio de la llovizna
Pero por ahora no podía, pase mis dedos por el cristal que ahora se sentía helado, volteé a mirar a mi alrededor, nada, aun me era difícil esto, Salí de mi y mire a Hanna entrar a tu cuarto, sonríe de forma traviesa, podía ocuparlo de excusa un poco para apresurar esto.
La deje entrar a cambiar el agua, no iba a mentirme a mí mismo, ella tenía algo que simplemente me da escalofrío, y al mismo tiempo algo dentro de mí se removía, una mezcla de repulsión y cariño
Deje que pasarán un poco de segundos y entre alegremente actuar es lo mejor que se hacer, con voz calmada y cantarina lo pregunte— ¿Qué estás haciendo Hannah?—Tembló un poco asustada no era para menos, había dañado su ojo pero ella no tuvo reacción alguna, era como darle a algo muerto y eso me hacía sentir miedo por la extraña similitud entre ella y yo en una época, me acerque cada vez más a ella—Te muestras toda con vendas , estas intentando seducir al señor viajero?—en un arrebato la empuje la jarra con agua cayó al suelo con estruendo— ¡Fuera de aquí! — grite ella, cayo de rodillas un poco confundida por todo, pero logro levantarse y me dio una reverencia simplemente, muy dentro solo me pregunte, porque no te revelas mujer, di que me detestas, puse un gesto arrepentido por un momento mi verdadera naturaleza apareció.
Me di cuenta tarde pero la utilice para disculparme con el viajero, el pregunto si aquella mujer estaría bien, lo pensé un segundo—Ni idea, nunca se lo que está pensando. Me pone de nervios—era un pensamiento sincero, en muchos que traen mentira hoy estaba muy susceptible no era bueno—Yo no sé qué piensan los otros—recordé a que había ido ahí debía darme prisa y como si no hubiera pasado nada me acerque aún más al extraño corriendo—Oye, Oye que hay en la maleta—
—Un cambio de ropa ¿Dulces tal vez?— supongo que es el tipo de preguntas que haría un niño común, seguí un poco más, mi expresión cambio a triste si era fácil para mi cambiar esa expresión por otro y otra— Estoy realmente celoso, debe ser realmente divertido poder viajar por todas partes—parpadee y seguí hablando con esa entonación de querer tener algo que no puedo obtener—Me gustaría viajar algún día —
Acaricie aquella maleta, por su contenido, ya lo conocía pero debía hacer que bajaras la guardia un poco para poder arrebatártela como era debido—Esta mansión es aburrida— en ese momento no pude ver tu rostro pero podía apostar, que esa frase era lo que estabas esperando y de hecho el oír que repetías aburrida en forma de pregunta, termino de afirmármelo—Había escuchado que había algo muy interesante en las bodegas—dijiste con vos calmada como todo hasta ahora.
Te mire ilusionado— ¿enserio?— hasta ahora parecía que te había engañado, aunque puede que también sea al revés y tu impecable personaje me esté tomando el pelo, volviste a dirigirte a mí —Si me lo enseñas, yo te enseñare lo que hay en mi maleta— acepte sin más, ambos sabíamos que esto sería el inicio de la pelea, la derrota para uno, bajamos a las bodegas aunque te veía calmado sé que estas ansioso de tener en tus manos aquello que se te arrebato Sebastián Michaellis.
Te enseñe el Té , fingiendo no saber de qué va todo esto—esto es solo té negro— pronuncie con un tono algo decepcionado, te encorvaste y quedaste a mi altura corrigiendo mi error, dándome una catedra acerca de lo que era y el nombre que se le daba —Movimiento del alma— pronunciaste codiciosamente, intentaste tomarla pero la aparte de ti — aun no—Confundido un poco o por lo menos eso me pareciste esperaste que continuara— no te preocupes yo te lo mostrare pero primero…— comienza el tira y afloja.
Claude estaba detrás de ti y termino la frase—Primero dame la maleta— esperaba que mi demonio pudiera contra ti, sin embargo en un descuido por parte de ambos te hiciste con aquella caja, que sin más tenía el alma de tu amo, corriste y todo paso completamente rápido.
Sin embargo el desprecio de tus ojos duro lo suficiente como para herirme, no sé porque el ser llamado, sucio y por qué no decirlo indigno me enfureció, pero el hecho de que consideraras a Claude un imitador barato me lleno de duda solo un poco.
¿Acaso eras más fuerte que él? Y de ser así ¿Cuál era exactamente la diferencia?, Claude siguió un poco más con esta persecución, que por lo menos yo vi ya perdida, aun así corrí detrás de ellos intentando, mirar el final de esto.
Paso entonces, la luz se fue y el miedo que tenía, el absoluto miedo que albergaba mi alma ante la carencia de luz me hizo caer y gritar, como si todo estuviera perdido
—Esta oscuro tengo miedo Claude— las luces volvieron pero mi alma aún se retorcía dentro de mi gritando silenciosamente ante los dolorosos recuerdos del pasado, oí la ventana romperse ya lo sabía, el escapo pero en un vano intento ordene a los demás ir tras él, pero.
Mi debilidad fue más grande que mi astucia, te abrace de la pierna, una necesidad imperiosa de no ser dejado como Luka lo hizo, sé que dentro de ti Claude, te parezco patético.
Me miras y te colocas a mi altura pronuncias aquellas palabras pero— …l tiene razón solo soy un sucio mocoso— yo mismo lo sé, aun en esta obra donde mi nombre incluso mi vida han sido cambiados muy en el fondo solo soy yo Jim Mackein.
Sin embargo por ahora seguiré con esto y obtendré lo que Sebastián Michaelis me quito, robare aquella alma que él desea así como se atrevió a Robar la de mi pequeño hermano.
Y aunque sea un engaño tuyo Claude me aferrare un poco más a la luz que emanas o que me parece ver, y entonces tomare fuertemente a el otro demonio que es inmundo…, mis pensamientos fueron interrumpidos por tu súbita amabilidad, devorarme he, por lo menos aunque sea por eso… no estoy solo, aunque tampoco estoy en compañía es como un dulce y desgarrador limbo.
La próxima vez obtendría mi venganza contra Sebastián Michaellis y después mi alma desaparecerá llena de satisfacción—
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