Cap. 9
Los rayos del sol golpearon su rostro y gruño, arrebujándose lo mejor que pudo entre las sabanas.
Una suave risa llego a sus oídos y jadeo. Vivir con dos Slytherins no era nada agradable, mucho menos si ambos eran medimagos, y uno de ellos le encantaba mofarse de ti (y para colmo embarazada).
-arriba, Potter-sintió como le arrancaban las sabanas y gimió lastimosamente
-Parkinson, estoy agotado-gruño, tapándose la cabeza con la almohada-Malfoy me estuvo el día entero haciendo ejercicios
Una nueva risa interrumpió su perorata y la almohada desapareció, dejando a la luz del sol iluminarlo por completo.
-no seas quejica, Potter-la joven retiro los mechones de su pelo-abre los ojos
El moreno gruño y abrió sus orbes esmeraldas, posándolos en los profundos ojos negros de la morena.
Esta le regalo una sonrisa y le alargo un vial, lleno de la ya conocida poción rojiza que Draco le obligaba a consumir, para controlar su magia.
-¿dónde está Malfoy?-cuestiono, tomándose todo el vial
-fue por unos ingredientes a Diagón-la joven se enderezo y masajeo su espalda, haciendo una mueca adolorida-vamos, traeré el desayuno y empezaremos tus ejercicios
-¿podemos dejarlo para después, Pansy?-cuestiono, deslizándose hacia arriba, mirándola suplicante
Pansy lo miro unos segundos, negó y rio.
-Draco volverá en dos horas-inconscientemente acaricio su vientre, aun plano-te dejare descansar una hora, Potter, pero desayunaras primero
-por supuesto-le regalo una sonrisa radiante
La morena rio nuevamente y salió.
Harry se estiro (todo lo que pudo) y comenzó con el calentamiento que el rubio le enseño (porque, aunque este lo levantaba desde muy temprano, Pansy era mucho más rigurosa).
Cuando la morena volvió, el oji verde masajeaba sus piernas, estirándolas todo lo que podía. Sonrio y acerco la bandeja hasta la cama.
-no eras tan tonto como creía-murmuro
-te temo más a ti que al rubio pedante-admitió, atacando su desayuno con verdadera alegría.
-eres un caso-negó y se sentó a su lado-Granger vino ayer, pero Draco me había prohibido interrumpirlo, así que te dejo esto-saco un sobre de su bata de medimago y se lo entrego
El moreno hizo a un lado la bandeja ya vacía y tomo el sobre.
Dentro, estaba el reporte de la redada, escrito a mano por Ron junto a una nota anexada.
"Harry, Tu jefe quiere que lo leas y redactes tu parte, lo anexes y lo envíes.
Espero te mejores, y por favor dile a Malfoy que nos deje verte, llevas tres días consiente y en ninguno te hemos visto.
Hermione"
Bufo.
-ni siquiera en mi recuperación me dejan tranquilo-farfullo, guardando los papeles en la mesa de noche-empecemos con los ejercicios.
La morena alzo una ceja pero no dijo nada.
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Cuando Draco aparición en el vestíbulo de Grimmauld Place (porque en el tiempo que el moreno estuvo en "coma", se había encargado de que Kreacher arreglara ese lugar) y subió hasta la habitación de Harry no se imagino encontrarse con lo que se encontró.
Pansy estaba en el escritorio, leyendo, mientras el moreno hacia los ejercicios de rehabilitación, y ambos hablaban de cosas triviales (a pesar de que la ojinegra estaba muy embebida con su lectura).
Lo que realmente le sorprendió, fue que Harry hiciera los ejercicios sin chistar, y de muy buen humor.
Dejo las bolsas que traía a un lado y se acerco a Harry, quien al sentirle cerca se detuvo.
-creo que te dejare más tiempo con Pansy, para que obedezcas-murmuro con mofa, ayudándolo a recostarse en la cama
-muy gracioso-sonrio de medio lado-¿qué fuiste a comprar?
-ingredientes para la poción de Pansy-contesto sin más.
Se agacho frente al moreno y masajeo sus piernas, flexionándolas y girando sus tobillos, una a la vez.
-estas mejor de lo que imagine-admitió, poniéndose en pie de nuevo-un par de días mas y caminaras ayudado de muletas, un poco mas de ejercicio y usaras bastón
-en un mes andarás por tu propio pie-aseguro Pansy, poniéndose en pie
-y dejaras de ser mi medimago-contesto el moreno, algo deprimido, mirando a cualquier parte menos los ojos grises
-en realidad-Draco saco su varita y murmuro varios hechizos-hasta que tu magia no se estabilice por completo, y este seguro que no habrá secuelas por la intoxicación, me veré forzado a cuidarte
Pansy, quien recogía las bolsas para llevárselas, los miro y alzo una ceja. ¿Era su imaginación o esos dos se estaban coqueteando sin darse cuenta? ¿Por qué demonios no se decían lo que sentían y punto?
Ofuscada, salió de la habitación, ¡esos eran un par de cabezotas!
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Frunció el ceño, releyendo su parte del reporte. Le faltaba algo, pero no estaba seguro de que.
Dimitri no quería, ni iba, a declarar y eso le hervía la sangre, especialmente porque Draco no lo dejaría salir... ¡Draco!
Como si lo hubiese convocado, el rubio entro con las "muletas" (como odiaba esas cosas muggles, y ni siquiera las había empezado a usar) en una mano y una caja de sospechosa procedencia en la otra.
-saldremos a dar una vuelta, Harry-anuncio, dejándose caer a su lado, colocando las muletas al pie de la cama
Aun le sorprendía un poco el tono impersonal del rubio, pero no lo hacía menos feliz. Llevaba un par de días llamándolo así, y aun tenía unas cuantas semanas para adaptarse.
-estas de muy buen humor-murmuro, alzando una ceja-¿así que me dejaras salir?
-por supuesto-asintió, abriendo la caja
Dentro habían al menos una docena de donas de chocolate. Harry alzo una ceja, entre sorprendido y… celoso.
-¿y eso?
-regalo de Molly-sonrio-anda perezoso, levántate que saldremos-amonesto sonriente, devorando una dona y entregándole las muletas
-¿a dónde iremos?-cuestiono, apoyándose en la tortura que debería llevar por semanas
-debo comprar algo en Diagón-devoró otra dona-pero te llevare primero al Ministerio, iré a San Mungo y luego iremos a Diagón
Harry pestañeo y lo siguió con algo de dificultad cuando el rubio se puso en parcha.
¿Draco lo dejaría ir al departamento de aurores?
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Cuando llegaron al Atrio todo el mundo se le quedo mirando, unos sorprendidos, otros con pena y unos pocas con morbosa satisfacción de verlo tan mal parado. Y unos que otros le lanzaban miradas de desprecio y recelo al Slytherin, que caminaba a su lado con una máscara de indiferencia, pero en sus grises ojos podía ver una chispa picara.
Antes de salir, Draco había cambiado su ropa por su túnica de Auror, pero había aseverado en que usara las muletas.
"¿Prefieres una silla de ruedas?" Había preguntado, alzando una ceja petulante, marca Malfoy.
Y para su gran sorpresa, en vez de burlarse, Pansy le había ayudado a entrar en la chimenea y lo había enviado allí.
Camino con la frente en alto, lo más digno que podía, teniendo en cuenta que debía apoyar casi todo su peso en las malditas muletas.
Con Draco siguiéndole de cerca, tomo el ascensor y bajo al 2 piso.
Al salir de este y entrar en la oficina de aurores, todo ruido o movimiento se detuvo.
Todos y cada uno de los aurores, sin ninguna excepción le miraban entre extrañados y jubilosos, y con cierto recelo al rubio medimago.
-¡Harry!-saludo una chica castaña, saliendo del estupor-el jefe está en su oficina, ¿le aviso que estas aquí?
-te lo agradecería, Melisa-asintió, regalándole una sonrisa, sin percatarse del ceño fruncido del rubio
La castaña dejo a un lado los papeles que revisaba y casi corrió hasta la oficina del jefe de aurores, que segundos después salió, seguido por Ron y Blaise.
-¡Potter!-saludo alegremente, estrechando al moreno entre sus brazos
Harry hizo una mueca adolorido pero correspondió al abrazo... Como pudo.
-¿qué te trae por aquí, muchacho?
-pues...
-le traje para que ayudara con el interrogatorio-contesto Draco, pasando al frente
-¿señor Malfoy?-alzo una ceja escéptico
-para completar su recuperación, Potter debe estar relajado-explico, haciendo un vago gesto con la mano-pero esta distraído con el caso del señor Pietrovich, y para que se centre en su mejora, lo traje
-¿es usted el medimago encargado de su recuperación?-pregunto un auror, sorprendido
-así es-sonrio con suficiencia-creí que había sido informado-agrego, pestañeando inocentemente
Medio departamento de aurores gruño, entre ellos McLaggen, a nadie le hacía feliz saber que el-niño-que-vivió estuviese en manos de un mortifago.
-gracias por la ayuda, hurón-Ron le sonrio y se acerco a Harry-¿qué son estas cosas?
-muletas-gruño, mirando de reojo a Draco, que sonreía con mofa-mis piernas aun no pueden sostener todo mi peso
-y no lo harán al menos que te relajes-agrego Draco-debo ir a San Mungo, volveré por ti en un rato y cuando lo haga, nos iremos
-¿a San Mungo?-Blaise frunció el ceño-¿Pansy?
-si-asintió-el jefe está molesto por eso-se encogió de hombros-además, debo entregar el reporte de la salud de Potter para agregarlo a su historial
Todos los aurores seguían el intercambio, sin entender realmente.
-¿qué sucede con la medimaga Parkinson?-se atrevió a preguntar Brown, la joven le había parecido realmente guapa y simpática cuando la vio hace ya casi un mes.
Draco le frunció el ceño, y le dedico una mueca desdeñosa, que claramente indicaba que no le diría.
-un medimago jamás revela información privada de sus pacientes-siseo-ética de médicos-se encogió de hombros-nos vemos en un rato, Weasley, te encargo cuidarlo
El peli rojo lo miro confundido, ¿cuidarlo?
-que no camine sin las muletas-rodo los ojos y empezó a enumerar con sus dedos-que no use magia, que no se altere y sobre todo, no lo dejes solo con Pietrovich
-¿por qué?-preguntaron casi todos a la vez
-si es pocionista, tendrá alguna poción cerca, y Potter no puede estar con ninguna que yo no le administre-se giro hacia el moreno que lo miraba con obvia molestia
-no creerás que...
-por supuesto que lo creo, Potter-le miro sobre su hombro-y si tienes alguna molestia, no bebas ninguna poción hasta que vuelva, y nada de magia
-como digas-rodo los ojos
Draco bufo. Algo le decía que el moreno no le haría mucho caso.
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Gruño.
Odiaba que le ordenaran. Era una de las razones por las que se planteo seria mente el trabajar en San Mungo, pero cuando le abrieron plaza, con oportunidad de ver a su madre no lo dudo dos veces.
Pero bajo ningún concepto iba a aceptar eso. Cuidaría de Pansy, y si perdía su trabajo, bien. Lo importante para un medico era su paciente, sea cual fuese la situación (para algo había hecho el Juramente Hipocrático*). Además, la vida de un no nato estaba en juego.
Entro a la enorme habitación y suspiro, relajando sus facciones.
Se acerco a la inconsciente bruja que estaba postrada en la cama.
"6 años" pensó con pesar. Hacia unos días su madre había cumplido ese tiempo en coma. Suspiro nuevamente, estaba empezando a perder las esperanzas de que despertase.
-Pansy será madre-sonrio débilmente y acaricio el pelo de su madre-pero está muy enferma-su sonrisa se torció-pero Harry me está ayudando
Sus ojos brillaron ante eso y su sonrisa tomo más fuerza.
-hablando de él, debo volver, antes de que haga una estupidez-se inclino y beso su frente-vendré pronto a verte
Dio media vuelta y salió de la habitación.
-Draco-jadeo la mujer en la cama, crispando las manos y los ojos, luchando por abrir los ojos
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Bufo exasperado ante la sonrisa prepotente del mago. En cierta forma le recordaba a Draco, aunque el oji gris no exudaba esa aura... Sacudió la cabeza.
-¿para quién trabajabas, Pietrovich?-pregunto una vez mas
-eso, Potter, no te lo diré-sonrio ufano
Ron suspiro, negó.
-voy por el Veritaserum
-no servirá de nada, Weasley
Ignorándolo, el peli rojo salió.
Se sorprendió de encontrarse con Draco, que observaba al detenido a través de un cristal (gran invento muggle, idea de Harry).
-Dimitri Ditch Pietrovich-murmuro-no creí que fuera él el que estuviese tras esto
-¿lo conoces?-Ron se detuvo a su lado, sorprendido
-a penas-se encogió de hombros-estudiamos medicina juntos en el mundo muggle, hace unos 3 años, me propuso ayudarle a hacer pociones-suspiro-como buen Slytherin sospeche, me alegra no haberme dejado llevar
-vaya-lo miro de soslayo-¿sabes para quién trabaja?
-ni idea-desvió sus grises ojos al moreno, que apretaba los puños, frunció el ceño-saca a Harry de allí
-¿qué sucede?
El rubio no contesto, pero sus ojos no perdieron de vista ni un segundo los ramalazos de magia que luchaban por escapar de su control.
-Hazlo-ordeno sin despegar los ojos del oji verde.
Ron bufo, se acerco a la puerta pero esta no abrió.
-qué demonios...-empujo la puerta pero esta no cedió-¡Harry!
Draco lo miro y palideció.
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Harry se levanto abruptamente, pero se arrepintió de inmediato.
Sintió sus huesos crujir (y podría jurar que los escucho) y la fuerza abandonar sus extremidades inferiores.
Jadeo y disimulo este hecho apoyándose en la mesa. Movió imperceptiblemente sus manos y trabo la puerta.
-habla, Pietrovich-escupió-tal vez te evites el beso del dementor
-no me condenarían por eso-espeto, alzando una ceja
-secuestro, producción de sustancias ilegales, intento de asesinato contra un auror, son muchos cargos
-la mayoría inventados
-podría levantar cargos
-eres muy... Gryffindor para eso
-si serás...
Sus palabras se vieron interrumpidas por el brusco movimiento del rubio. Dimitri alzo una mano con la palma hacía arriba y soplo sobre Harry un polvillo blanco.
El moreno jadeo y se hecho asía tras, cayendo en el suelo.
Jadeo adolorido. Las piernas le dolían horrores y sentía sus pulmones arder.
Sintió la sangre correr mas rápido por sus venas, calentándose y quemándole desde dentro. Su vista empezó a empañarse.
A sus oídos llego un gemido desgarrador y lastimero. Solo el dolor en su garganta le confirmo que el alarido lo profirió el.
A su parecer, se estaba quemando vivo.
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-muévete Weasley-vocifero, sacando su varita-¡Bombarda!
La puerta salió despedida, estrellándose contra la pared.
Entro sin pensarlo siquiera.
-oh, que grata sorpresa-murmuro una dulce voz a unos pasos de el
Miro con cierta indiferencia al rubio que estaba parado a escasos centímetros de él.
-Incardemus-murmuro sin pensarlo-no es un placer verte, Pietrovich-escupió con desdén
Un alarido lo distrajo. Bajo la vista y palideció.
El moreno se contorsionaba de formas poco normales. A sus oídos llego el crujido de los huesos recién reconstruidos, y con pasmoso horror observo como el oji verde se auto lastimaba, clavando sus uñas en su antebrazo.
-¿qué demonios le hiciste?-ladro, cortando la distancia y arrodillándose junto a Harry y alzándolo hasta colocar su espalda sobre sus piernas, tratando de contenerlo
-una mezcla especial de mi creación-el rubio rio y se encogió de hombros-heroína, cocaína, crack, anfetaminas, y uno que otro ingrediente mágico triturados-rio estridentemente
-bastardo-escupió, saco unos viales del bolcillo de su pantalón y obligo a Harry a beberlas.
Poco a poco los alaridos de Harry fueron disminuyendo, pero aun seguía gimoteando y retorciéndose levemente entre sus brazos.
-tranquilo-susurro en su oído, acariciando su pelo-estarás bien
-¿Dra... Draco?-pregunto tratando de abrir sus ojos
-shhh-acaricio sus mejillas, perladas de sudor y totalmente enrojecidas-tranquilo, estoy aquí
Alzo la vista y la clavo en Weasley, quien miraba a Harry preocupado y estaba mortalmente pálido.
-¿a si estuvo hace semanas?-pregunto, alzando los ojos y posándolos en los grises
El rubio simplemente asintió.
-me lo llevo-apunto a las muletas con la barbilla-lleva las muletas mas tarde a la casa
Y sin esperar respuestas, desapareció.
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Frunció el ceño y arrugo la nariz.
La cabeza le dolía horrores y el aire estaba inundado de ese horroroso olor antiséptico de los hospitales.
Jadeo y abrió los ojos lentamente, temiéndose estar en San Mungo.
Parpadeo varias veces, y cuando se adapto a la luz, unas hermosas gemas plateadas se aparecieron en su campo de visión. Igual que la primera vez
Un suspiro de alivio escapo de los rosáceos labios, y se pregunto, en su aun embotado cerebro, a que sabrían.
-¿estás bien?-escucho que le preguntaba el rubio, inclinándose un poco sobre el
-me duele todo-respondió, con la garganta seca.
El rubio le ayudo a sentarse y le alcanzo varios viales y un vaso de agua.
Se lo tomo todo y poco a poco se sintió mejor. Pero todo estaba sospechosamente tranquilo...
-¿como demonios se te ocurrió usar magia?-siseo el rubio, haciendo varios pases de varita sobre el
Si, demasiada calma para un Slytherin temperamental y controlador… peor aún, un Slytherin, temperamental, controlador y medimago
-no me di cuenta de que...
-¡con un demonio Potter!-estallo el rubio, alejándose de el-no me vengas con mentiras baratas
-Draco-frunció el ceño-la cabeza me duele horrores
-y debería dejar que te quedaras invalido, ¡maldito mal agradecido!-escupió, dando vueltas por la habitación-te lo advertí, Potter-escupió el apellido, como en sus tiempos de escuela
-disculpa, Malfoy, pero no eres nadie para ordenarme-respondió de vuelta, con el mismo tono y cruzándose de brazos
Actitud muy infantil a ojos del rubio
-¡soy tu medimago!
-ni que te quisiera como médico-respondió, ya exasperado, taladrándole con la mirada-bien podría estar en San Mungo, con medimagos mucho más capacitados, y que no hayan estudiado en el mundo muggle-lo ultimo lo dijo con mofa-dime,Malfoy, ¿qué sentiste, siendo Sangre pura, al estudiar entre muggles?
Draco jadeo y palideció.
Eso había dolido, bastante. Muchos le habían dicho cosas similares, pero simplemente las pasaba por alto; pero que se las dijera él, el niño-que-vivió-y-venció, San Potter, el hombre al que amaba... Algo simplemente se rompió dentro del.
Harry respiraba agitadamente, con el rostro rojo de furia. ¿Quién se creía el rubio...?
Y cayó en cuenta de sus palabras. Palideció casi tanto como Draco y trago saliva.
-Draco yo...
-tienes razón, Potter-sus ojos se volvieron fríos e indescifrables-no soy más que un sucio mortifago jugando a ser un medimago
-Draco yo no...
-tranquilo-corto con frialdad-enviare a un medimago mas competente a que te cuide-dio media vuelta, tratando de ocultar sus lagrimas-lamento haberme preocupado por tu salud, Harry, creí que eso es lo que debería hacer un buen medimago
Y dicho esto, salió sin esperar respuesta.
Harry jadeo y sus ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas de rabia. "Eres un idiota, Potter" se reprendió mentalmente.
Él no era nadie para juzgar al rubio. Draco le había salvado de nuevo. Y él se comportaba como un niño.
Maldiciéndose una y otra vez por su reacción. El rubio solo estaba preocupado por él. Por su persona. Por el auror que tenía su mundo de cabeza.
-que estúpido soy-jadeo, dejándose caer de espaldas
-si lo eres-respondió una suave y femenina voz
Dentro de su campo de visión apareció la morena que tambien compartía su casa, mirándole furiosa.
-acabas de echar por tierra cualquier acercamiento por parte de Draco-le pego suavemente en la frente-sin contar que le has dejado el camino libre al maldito Pietrovich
-¿qué tiene que ver Pietrovich con esto?
-el desgraciado babea por Draco, haría cualquier cosa por él, aunque lo oculte con una máscara de hilaridad-suspiro-si lo dejan libre búcara a Draco
-no lo permitiré-Harry se sentó bruscamente.
Gimió suavemente y se dejo caer nuevamente.
-pues pídele disculpas antes de que se vaya
Pansy se levanto y salió de la habitación, dejándole solo con sus pensamientos.
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Estaba casi al dormirse (efecto de las pociones, supuso) cuando sintió la puerta abrirse.
Giro la cabeza y su corazón se detuvo, al ver al rubio, parado rígidamente en el marco de la puerta.
-Draco-murmuro, sus ojos brillaron esperanzados
-solo vine a despedirme, Potter-respondió tensamente
-no Draco-se apoyo en sus hombros y lo miro suplicante-hablemos ¿sí?
El rubio dudo, pero se acerco con cautela al moreno y se sentó a su lado, en una butaca que estaba cerca de la cama.
-lamento todo lo que dije-empezó Harry, sonrojándose-la verdad, eres muy buen medimago, y a mí me alegra que superaras tu aversión a los muggles, pero...
-ya sé que no te gusta estar postrado en cama-interrumpió, clavando sus ojos grises en los verdes-pero Harry, me preocupo por ti, como lo hago por Pansy, como lo hice con el Weasel
-comprendo-suspiro, ignorando el apodo-lamento haberte desobedecido, pero no quiero que te vayas
El rubio se sonrojo ligeramente. ¿Acaso el moreno sabría lo que esas palabras significaban para él?
-te diré lo mismo que a mi jefe-tomo aire y suspiro pesadamente-en el mundo muggle, hice un Juramento Hipocrático, ante poniendo las necesidades de mis pacientes a cualquier cosa-lo miro severamente unos segundos-eso incluye el tener que tomar medidas desesperadas
Se detuvo unos segundos, sopesando sus palabras, y Harry no le interrumpió.
-tu núcleo mágico esta inestable, se pudo haber roto y por consecuencia, te hubieras convertido en un squib por pérdida masiva de magia, o en el peor de los casos, habrías muerto-trago-los huesos de tus piernas sufrieron fisuras, tanto por el esfuerzo como por tu magia
Suspiro y lo miro seriamente.
-Si haces algo así de nuevo, podrías quedar inválido, o recluido en un trabajo de oficina, Harry
El aludido hizo una mueca. Ciertamente, eso no le apetecía.
-y por si fuera poco, el coctel de drogas que te soplo ese mal nacido, pudo haber hecho tu organismo adicto en cuestión de segundos, y matarte, es una suerte que estés bien
-lo siento
El rubio suspiro, tomo las manos del moreno y extendió los brazos. Saco su varita y encendió las luces.
Harry le miro confundido y desvió la vista a sus brazos. Hasta ese momento no se había percatado de que estaban vendados, desde las muñecas hasta el codo.
-cuando entre, estabas desgarrando tu piel, Harry-explico, acariciando suavemente las vendas-apuesto a que sentías tu piel arder y deseabas apagar el fuego, de alguna forma
-algo recuerdo-susurro
-eso es porque tu cuerpo apenas y si se estaba acostumbrando a la primera gran dosis que inhalaste-detuvo sus dedos sobre las muñecas ajenas-júrame que acataras todo lo que te diga, y prometo quedarme el tiempo que necesites
Harry lo miro, tratando de encontrar la trampa en todo eso. Pero no lo encontró. Se sintió tonto al dudar del rubio, pero las viejas costumbres no se dejan.
Draco lo miraba sincera y seriamente, a la espera de una respuesta. Suspiro y asintió.
-te lo juro, Draco, acatare todo lo que ordenes
El rubio sonrio ampliamente, sin detenerse a pensarlo, se levanto de un salto, abrazo a Harry y beso su mejilla.
-ahora descansa-revolvió el rebelde pelo negro, dio media vuelta y salió, con una dulce sonrisa adornando su rostro, apagando las luces y dejando todo sumido en penumbras.
Harry acaricio su mejilla unos segundos y sonrio como bobo. "Definitivamente, debo decirle antes de que se vaya".
Suspiro, se acomodo entre los almohadones y se dejó arrastrar por las aguas de la inconsciencia.
Continuara…
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