-¿Por qué?- se la metí entre las botanas que estaba comiendo pues no se disuelve.
-No quería.- se encogió de hombros ayudándome a sentarme sobre el escritorio. –Además, sé que puedo tener ese potencial por mí mismo, pero aquí no es el momento ni el lugar.- despeinó mi cabello y asentí sonriendo.
-Sé que puedes tener ese y más potencial aun, pero de verdad tenía ganas de algo así.- jugué con mi tono de voz, cambiándolo a uno más sensual.
-¿De un revolcón con el entrenador Choi?- me ayudó a vestirme, de menos la camisa la abrochó él.
-Jeje algo así. Prométeme que para el siguiente semestre me lo concederás.- me ayudó a bajar del escritorio para subir mis pantalones y atar mi cinturón, luego él comenzó a vestirse.
-El Director dijo que si yo quedaba como Ayudante no me iba a dejar tu grupo a cargo.- me detuve a medio calcetín para mirarlo. –No quiere embarazos en la escuela.- me sonrojé porque sentía como su semen escurría de mi cuerpo hacia afuera, seguramente se me mojará el pantalón.
-Entonces tendré que entrar al equipo de futbol o de baloncesto.- si así podré estar con él está bien. Incluso sería mucho mejor porque podría tomar un laaarga ducha hasta que los compañeros salgan y así quedarnos con el vestidor para los dos. Ujuju, tiemblo de emoción sólo al pensarlo.
-No creo que sea necesario, siendo ayudante tendré que serlo de todos, no de algunos.- como él ya estaba totalmente vestido caminó hacia mí para acabar de acomodarme la ropa, luego ambos miramos hacia el salón.
-Te voy a extrañar en Detención.- susurré mirando su mesa, entonces en flash back llegó esa escena del primer avión que le lancé.
-Intentaré estar cerca de Detención, puedo ser el profesor del periódico que disfruta de los “tributos” e impone orden.- entonces le pediré a Jonghyun hyung que me haga unas galletas, si Minho será ese profesor estaré más que feliz de darle el tributo y de estar aquí en Detención.
-No sé cómo me sentiré el siguiente semestre cuando esté aquí, digo, lo hicimos sobre la mesa de YoungMin jejeje.-
End Pov’s Taemin
En casa de los gemelos Jo…
Pov’s YoungMin
Suspiré al mismo tiempo que KwangMin pues su bala vibradora entró a su cuerpo. Dejó caer su cabeza contra la cama y vi que tenía los ojos cerrados así que sonreí divertido. Tomé el mando de la balita y la activé haciendo que las piernas de mi hermano se contrajeran.
-Tenías razón.- dije jugando con la velocidad o potencia de la bala. –Esta cosita te hará derretir.- repetí lo que me dijo al mostrarme el contenido de la cajita, esa que me medio presumió la noche que llegó Taemin.
-Ah… t-te lo dije.-susurró así que dejé el mando sobre la cama, cerca de su cuerpo pues está unido a la bala por un cablecito de no más de 20 cm. Gateé sobre la cama hasta poderme subir sobre el pecho de KwangMin, sin posarme sobre él sólo manteniéndome elevado por mis rodillas.
Dirigí una de mis manos a mi miembro para, pero toqué con su mano que ya estaba masturbándome. Cerré los ojos para disfrutar un poco más de ese toqué pero sus labios sustituyeron su mano, besó mi glande y el sonido húmedo que produjo me dio escalofríos.
Después del besito sentí la calidez de su boca rodearme, sus labios presionaban en todo momento lo que me recordó a Taemin, porque si no mal recuerdo cuando estábamos en CoffeFriend y no había tanta clientela empezaron a darse consejos sobre cómo hacerlo o cómo sentir más. Me quejaría pero que buenos consejos los que Taemin le dio a KwangMin.
Inconscientemente comencé a mover mi cadera para intensificar la sensación, inconsciente digo porque una arcada de KwangMin fue lo que me distrajo, dejé de moverme para que lo haga KwangMin, elevaba su cabeza para seguir con esas embestidas, sus manos fueron a mis muslos y de ahí, sus dedos fueron hasta mi entrada en donde comenzó a delinear.
-Ah~- gemí. Antes de eyacular salí de la boca de KwangMin logrando mancharle parte de la mejilla y su cabello, suspiré cerrando los ojos. –No~ ¡KwangMin!- me regañé porque tocó mi parte sensible del abdomen, en donde me había untado la cremita.
-Jeje no eres tú quien tiene algo vibrándole.-
-Tampoco es como si te lastimara.- contesté.
Me quité de encima para que él se sentara en la cama.
-Hermano, hemos estado teniendo sexo por más de dos horas, ¿no crees que ya sea momento de… hacer el amor?- volteé a verlo y le sonreí.
-Estoy de acuerdo.- me giré para gatear de nuevo y ponerme frente a él, ambos estábamos hincados en el centro de la cama, lo abracé mientras le besaba en los labios, sentía sus manos pasar por mi espalda e igual que la mías estaban acariciándole.
Sus besos fueron bajando hacia mi clavícula por lo que ladeé mi cabeza para darle más espacio, sentí pequeños besitos y escuchaba como rebotaban sus labios contra mi piel, pero no, la moneda dijo sello y él escogió cara, así que comencé a acostarlo en la cama, de manera que su cabeza quedara sobre la almohada y no en cualquier parte.
Una vez recostado seguí besándole el pecho, igual que él hice un camino de besos hasta llegar a su hombro derecho, noté que sí estaba un poco inflamado y le di un beso reparador, aunque reí leve por pensar en eso.