Tus manos sobre mí. Aquel toque suave que poco a poco se endurece ¿Furia? , podría ser pero no importa está bien si deseas matarme y consumirme lentamente mientras me retuerzo pagando por lo que hice, si tal vez te de satisfacción pero no tanta como a mí, ahora me vez, ruegas un poco que este ahí para hacerme pagar ¿verdad?
Pides egoístamente que me encuentres vivo al siguiente día para que puedas aprovecharte de mí, y hacerme sentir el desasosiego ¿es lo que quieres demonio? Si es lo que deseas muy dentro de ti aunque lo niegues, digas que es solo curiosidad, solo venganza o presunción, solo para hacerme mirarte a ti.
Ahora quien ruega por mi atención que miente para que le mire y diga — esto es suficiente tómame— pero no será tan fácil, ya decidí que mi alma será para la única que estuvo conmigo, quien dentro de si mantiene a la persona que más quise Hanna.
Pero por ahora no quiero preocuparme aunque— podría no pasar nada bueno— pensé en decirle a mi hermana que no saliéramos de Inglaterra, pero muy dentro de mi sentí que algo o más bien alguien no lo permitiría.
Suspire un poco solo un poco frustrado desde que Sebastián había venido constantemente me topo con cuervos, sé que podría simplemente ser una coincidencia pero el nerviosismo o mejor dicho la paranoia que constantemente mi mente me hace sentir, Hanna me lo pregunto y simplemente le dije que estaba algo asustado de que alguno de esos dos buscara venganza contra nosotros, ella acaricio mi rostro con delicadeza y me aseguro que no había nada que temer, ella siempre estaría conmigo, sonreí simplemente eso me hacía sentir completamente seguro.
Simples palabras que me hacían feliz, ya no importaba lo que pasará si Hanna se quedaba conmigo, no importa mi miedo ya porque si muero haría lo que fuera necesario solo para que mi alma se mantenga en sus manos, volvería a jugar sucio de ser necesario no voy a acobardarme en este punto.
La abrace con fuerza— tienes razón— no pasaría nada si yo me ponía a la defensiva, aunque me vigiles no me amedrentare, aunque intentes pisotearme no te lo dejare tan fácil— así soy— ella me miro no comprendiendo completamente aquello que dije— no importa es solo que me gusta esto y me alegra ser yo de nuevo— en cierta medida era la verdad aunque no completa ella me sonrió, me mando a dormir pues la noche ya estaba avanzada, aunque no quería ir le hice caso, la leve luz de la vela era por ahora lo único que me alumbraba, la luna yacía cubierta por las nubes arriba, da la impresión de que cualquier cosa saldrá del boque y me saltara encima para devorarme — lo único que podría hacer eso es Hanna— me reí por mis infundados miedos.
—Debo dejar de pensar demás— el graznido de un cuervo fuera de mi ventana me erizo la piel— bien bueno eso también puede— corrí y cerré la ventana junto las cortinas, si eso no me protegería pero ayudaba a mi salud mental— nada pasara por ahora creo— me recosté en la cama y me cubrí con las cobijas, a veces me preguntaba que hacia Hanna mientras dormía— tal vez busca un poco de comida para ella antes de mi un tentempié—
Sinceramente no lo sabía o no lo había preguntado si los demonios dormían o algo similar, bueno tal vez se lo pregunte después es sin duda algo que me interesa por más que fuera algo así como irrelevante, cerré mis ojos intentaría dormí, un pequeño ruido me hizo exaltarme— no es nada— suspire nunca era nada, sin embargo aquello me hizo mirar la vela no la había apagado— eso puede ser peligroso— me acerque para apagarla y regrese a la cama.
Mire hacia el techo con desinterés el sueño aun no llegaba del todo, duérmete, me dije pero parecía que no llegaba el dulce sueño, querría abrir la ventana pero seguro aquel pájaro del demonio estaría ahí molestando con su graznido horrible hostigándome hasta que le pusiera atención, suspire un poco frustrado por todo eso, es un simple pájaro— debo con seguir un gato— tal vez así podía ahuyentar de mi habitación a los invitados no deseados.
O por lo menos entretenerlos mientras huyo rápido, me reí por ese pensamiento idiota, bueno no importaba mucho, comencé a sentirme cansado, pensar en tonterías siempre me ayuda, cerré lentamente mis ojos y todo se volvió oscuro al fin podía dormir con la tranquilidad que antes de hacía falta.
— ¿Estas contento?— o si este sueño extraño de nuevo, me mire o lo mire mejor dicho— si lo estoy— dije como otras veces a diferencia de ti, por un momento sentí lastima por mí mismo— lo siento Alois no pude darte lo que querías para Claude no éramos más que mala comida— lo decía sinceramente, creía que tenía este sueño porque muy en el fondo me dolía a verme desecho del demonio araña aunque también me daba satisfacción eran mis emociones encontradas sobre todo porque aquel chico rubio vestido con aquella ropa elegante y algo llamativa mi otro yo me preguntaba eso todas las noches y siempre contestaba lo mismo, si soy feliz, siempre me disculpaba con el pero como ahora soy yo Jim y no voy a retroceder
— ¿no estas asustado? — le mire dudoso, eso era nuevo— ¿Por qué?— no sabía a qué se refería exactamente— tenemos dos enemigos que podrían apartarnos de nuevo de aquello que queremos — mire mis pies por un segundo, eso era verdad pero bueno aparte del señor cuervo, no creía que Ciel tuviera el mínimo interés sobre mí además hasta donde él sabía yo estaba sepultado en el vientre de Hanna— no creo que puedan— vacile un poco con aquella respuesta, pues no tenía la certeza completa para negarlo, por cuestiones de estar en el mismo país podría pasar que nos encontráramos y si eso pasaba no sabría cómo reaccionar o actuar.
—Estaremos bien tenemos a Hanna— sin duda era lo único de lo que podía fiarme, en la preciosa y linda hermanita que tenía ahora, si sin duda ella era mi familia y mi sentencia de muerte, no me arrepentía porque había obtenido más de lo que perdí.
Me miro con esos ojos azules tan tristes a si de miserable me veía cuando estaba perdido— estaremos bien— el me abrazo— no me olvides— correspondí, no podría olvidar al joven Alois Trancy nunca, aquel que deje atrás y que desapareció con Claude, aquel niño que vivía solo de esperanzas falsas— no lo hare—
Me dijo algo pero no logre entenderlo, el ruido de algo que se precipitó contra el piso, me asuste y no pude evitarlo abruptamente me senté en la cama, el vacío y la oscuridad, me toque la frente— Seguro no puse bien un libro — me acerque a la vela y la encendí las 5 de la madrugada , bueno había logrado dormí un buen rato, busque aquella cosa que se estampo contra el piso, pero no vi nada— ¿Qué extraño?— por un momento dude pero — afuera— dije , seguro alguna cosa de alguna árbol había caído cerca, abrí la cortina que cubría la ventana.
Un gran susto fue lo que sentí, el grito se agazapo en mi garganta y de mi boca solo salió un leve quejido—Maldición— me dije, maldición, unos ojos rojos mirándome directamente desde el árbol, respire hondo y mire de nuevo tome una hoja de papel y la hice bolita — maldito cuervo—estaba enfadado me había metido un susto de muerte, toque mi pecho con la mano—estúpida ave — quería gritar un buen de improperios.
Salí de la habitación buscaría a Hanna y le pediría pasar la noche con ella si era cobarde pero después de tremendo susto no regresaría a mi habitación así como así, camine por el corto pasillo hasta la habitación de ella, pero al abrirla no estaba, era una decepción bueno parte de mi lo sabía, regresaría a mi cama me haría bolita y oyera lo que oyera no me levantaría a menos que fuera ella llamándome
— ¿No es un poco temprano para que estés levantado?— a aquella voz masculina y profunda como, con ese tono desdeñoso y sarcástico, o la sorpresa loa admitía estaba con la guardia baja aquello no era broma, rogué que sea un sueño vamos despierta Jim, despierta, pero no paso— es que un molesto cuervo me despertó— dije con voz tranquila aunque un poco vacilante, no quería voltear a verlo o por lo menos así podía fingir que era alucinación mía.
—es un poco descortés no mirar con quien mantienes una conversación no joven Mackeen?-suspire a me salía con aquello en un momento así— es mucho más grosero entrar en la casa de alguien sin ser invitado, ¿no es así señor Michaelis?— me decidí y lo encare, su traje negro siempre bien cuidado esa sonrisa ligera en su rostro, aquella expresión de poco interés
—Bueno no me queda otra que ciertamente darle la razón— no enserio, que rayos pretendía con eso, me lo pregunte, una y otra vez, pero nada de nada se me venía a la mente— no quiero sonar poco cortés pero ¿qué hace aquí señor?
Levanto los hombros , como restándole importancia a su presencia en mi ahora humilde literalmente casa— solo vine a comprobar que no hubiera huido, aún tenemos asuntos pendientes— un hueco en el estómago, lo imagine aunque quisiera huir posiblemente seria detenido por este ser, la luz del día comenzó a llegar, el amanecer eso me daba un poco de confianza
— asuntos que yo sepa no tengo ningún asunto con su persona— o si me había oído muy formal pero bueno era la intención, sonrió socarronamente como si entendiera algo que yo no , esperaba una respuesta pero nuca llego lo vi deslizarse entre las mesa y las sillas de la pequeña estancia, acercándose a mí, el miedo, solo pude pensar eso aunque no me doblegue físicamente por dentro estaba queriendo tirar la vela y correr con toda la fuerza que tenía en mis pequeñas piernas, un suave toque en mi cabello, su mano, lo había a penas rozado con las yemas de sus dedos.
Deja de bromear conmigo pensé un poco molesto pero en el momento de que iba a decirle que parara y expresara libremente que era lo que venía a hacer aquí se desvaneció al primer rayo de sol con fuerza, como un vampiro o una pesadilla, mire al suelo, una pluma — vaya mala broma—musite molesto, apague la vela y al darme la vuelta la puerta se abrió con lentitud era Hanna— estaba buscándote— dije con un tono alegre y lleno de alivio, así que ella te había hecho irte .
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