Sus ojos se encontraban llenos de lágrimas que contenía para no dejarlas salir, mordió sus labios e intentó dejarle una sonrisa al amor de su vida, que en ese momento se encontraba postrado en aquella blanca habitación de hospital.
-KyuHyun-ah-murmuró un ya muy cansado JongWoon-promete que sin importar nada intentaras ser feliz.
No pudo más y dejó que las lágrimas rodaran libres por sus mejillas, tomó entre sus manos una de las del mayor con sumo cuidado, tomó aire y asintió.
-Lo intentare- susurró mientras sus labios temblaban suavemente.
-No llores amor- dijo el mayor, levantando con lentitud su otra mano, limpiando con algo de torpeza algunas de las muchas lágrimas que recorrían el afligido rostro de su esposo.
-No puedo evitarlo- murmuró llorando un poco más- no quiero perderte, no ahora.
-Amor-le llamó con suma ternura- no hay nada que se pueda hacer.
La vida era muy cruel, en ese momento KyuHyun lo comprobó.
Flash back
Era una fría mañana de invierno, entró al hospital sacudiéndose la nieve que se había acumulado en sus cabellos castaños, le sonrió a las tres enfermeras que estaban en la recepción y comenzó a caminar por los pasillos hasta llegar a donde estaban los casilleros, entró y se quitó la gabardina que traía encima, dejando ver su pulcro uniforme blanco, metió la gabardina en su casillero y sacó su bata.
Era residente de la carrera de medicina, ese día como cualquier otro comenzaría con las visitas de rutina, pero cuando salió de aquella pequeña habitación fue rápidamente abordado por Choi SiWon, el jefe de los residentes.
-Cho, esta semana te dedicaras a los del área de terapia intensiva-le dijo con firmeza y rapidez antes de que su localizador comenzara a sonar, dejándolo solo.
KyuHyun suspiró de forma resignado dirigiendo sus pasos hacia aquella área del hospital, cuando entró notó de inmediato el ambiente tenso e incluso algo triste de aquel lugar, vio a una mujer al lado de su esposo que se encontraba conectado a un respirador, se acercó a ellos y tomó entre sus manos el expediente médico que había al pie de la cama.
-Buenos días- saludó comenzando a revisar la información, “coma por contusión, después de colisión contra camión” las posibilidades de que despertara eran pocas, revisó los signos vitales, para después continuar con los demás pacientes.
Cuando llegó a la última camilla de aquel deprimente lugar, se encontró con un ángel de cabellos negros como la noche, mirando de forma distraída a través de la ventana, su corazón se detuvo por un segundo, para después comenzar a bombear de forma acelerada.
-Buenos días doctor-le saludó aquel hermoso chico con una enorme y brillante sonrisa.
-Buenos días-dijo avanzando hasta tomar entre sus manos el expediente “cáncer en etapa terminal y malformación en el corazón”, aquel bello ángel estaba desahuciado, notando el avance que estaba teniendo la enfermedad probablemente solo le quedaran cerca de unos meses de vida y sin embargo se veía tan radiante en aquel momento.
-¿Sabe cuando me darán de alta?, no me gusta mucho estar todo el día aquí encerrado- dijo acomodándose en la inmaculada cama.
-No, eso solo lo podría decir su médico de cabecera-le dijo revisando sus signos.
-Ah- dejó escapar un suspiro-¿Cómo se llama?
-Cho KyuHyun- dijo revisándole las pupilas.
-KyuHyun, ¿eh?-dijo sonriente- aunque igual ya lo leyó-dijo riendo un poco- soy Kim JongWoon.
-¿No ha tenido dolor en las últimas horas?-le preguntó palpando suavemente el vientre del otro, viendo la mueca de dolor que se dibujo en el bello rostro de JongWoon.
-No había tenido, KyuHyun-ah- le dijo cuando alejo sus manos anotando algo en el expediente-¿Qué edad tienes?
-23-dijo terminando de escribir en el expediente.
-Eso me hace tu hyung-le dijo sonriente.
KyuHyun sintió algo en su pecho contraerse de forma casi dolorosa, pero al mismo tiempo llenársele de algo nuevo y nunca antes conocido.
-Nos vemos otro día JongWoon hyung-le dijo algo incomodo al decir aquello, dejando el expediente en su lugar.
-Adiós KyuHyunnie-ah-se despidió sonriéndole alegremente.
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Los días pasaron con rapidez y una extraña amistad se formó entre ellos, KyuHyun se enteró de que el mayor vivía solo en la cuidad, que su familia vivía en el campo, que él había estudiado música y su mayor pasión siempre había sido cantar, que su postre favorito era el helado de café, que amaba los días lluviosos porque es como si el clima sintiera su dolor.
Esa tarde KyuHyun fue a su ronda, cuando terminó se dirigió al área de cuidados intensivos, cuando de pronto la alarma del cardiógrafo de JongWoon comenzó a sonar, su corazón se estaba dando por vencido.
Sus pasos fueros rápidos, comenzó con la reanimación, cuando llegó a la sala SiWon, alejando a todos colocando sobre el pecho desnudo de JongWoon el desfibrilador, dando el primer choque eléctrico.
Después de casi cinco choques el corazón del mayor volvió a latir, KyuHyun suspiró con una pequeña sonrisa en sus labios.
-KyuHyun-habló con voz seria su jefe, haciéndolo mirarlo- cuidaras al paciente durante las siguientes 48 horas, ¿entendido?-le dijo mientras las enfermeras, comenzaban a arreglar de nuevo a JongWoon.
Las horas pasaron con rapidez, para cuando la noche llegó a la ciudad, los ojos de JongWoon se abrieron lentamente, se sentía muy cansado y tenía mucho frio.
-Casi mueres-murmuró una voz a su izquierda, haciéndolo voltear hacia ese lado, viendo el rostro pálido del menor.
-Perdón-murmuró con voz apagada.
-¿Por qué te disculpas?, ambos sabemos que esto podía pasar, no tienes que disculparte-le dijo cubriéndolo mejor con la manta del hospital.
-Te ves asustado-susurró bajito.
-Temí perderte-susurró acariciando la mejilla pálida del mayor- eres un buen hyung.
JongWoon movió apenas sus labios simulando una sonrisa, no debía enamorarse de ese lindo doctor, no debía enamorarse de su dongsaeng, no cuando su vida estaba a solo unos cuantos pasos de terminar.
Pero no podía negar que desde el primer momento en que sus ojos vieron a KyuHyun cayó bajo el embrujo del menor, poco a poco terminó dándose cuenta que la mayoría de sus pensamientos estaban enfocados en el menor.
-¿Qué pasa?-murmuró Kyu.
-Estoy cansado-dijo, sintiendo como KyuHyun se inclinaba suavemente sobre el besando su frente.
-Duerme hyung-le dijo- si tu corazón no nos da otro susto, SiWon dijo que podrías volver a tu casa.
¡No!, pensó para sí, si se marchaba del hospital ya no vería a KyuHyun y eso… eso lo destrozaba de solo pensarlo, su corazón latía de forma dolorosa.
-No quiero volver-murmuró apenas.
-¿Quién dijo que volverías a tu departamento?-dijo KyuHyun sonriéndole- iras a mi departamento, mi compañero está de acuerdo, además así podre tenerte vigilado hyung.
-¿Eh?
-Acaso creíste que te dejaría volver solo a tu departamento, por supuesto que no, eres un peligro andante, mejor tenerte vigilado-le dijo en tono tranquilo.
JongWoon sonrió ante lo mencionado, y cerró sus ojos cayendo en los brazos de Morfeo, perdiéndose en un mundo donde el no tenia dolor, donde KyuHyun y él, siempre estarían juntos.
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-Bienvenidos-murmuró un chico bajito con una sonrisa adorable en sus labios, de cabellos rubios claros, vestido de forma muy casual, con una playera rosa.
-Hola SungMin hyung-dijo KyuHyun cargando la maleta de JongWoon que venía detrás de él- el es JongWoon hyung-lo llamó haciéndolo pasar al departamento- el es Lee SungMin, es enfermero, así que cualquier dolor que tengas de inmediato le dices, ¿ok?
-Al menos déjalo llegar Kyu- le regañó SungMin sonriéndole a JongWoon- ¿Cómo te sientes?
-Algo extraño a decir verdad- dijo riendo un poco.
SungMin le sonrió, mientras KyuHyun acomodaba sus cosas, en su cuarto.
-Dado que solo tenemos dos habitaciones Kyu, decidió darte la suya, dijo que igual no pasara aquí mucho tiempo en la noche.
-¿Tendrá el turno de la noche?-preguntó JongWoon.
-Lo cambió para poder pasar las tardes contigo hyung-le dijo guiñándole un ojo haciéndolo sonrojar.
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Esa mañana en especial, JongWoon se levantó con apatía en todo, se sentía triste, pero cuando intentó levantarse de la cama, se encontró con KyuHyun abrazándolo por la cintura, su rostro se sonrojo inevitablemente, no era la primera vez que dormían en la misma cama, cuando JongWoon se comenzó a quedar en aquel cómodo y cálido departamento, le dijo a KyuHyun que no tenia porque renunciar a su cama, así que la compartían, haciendo que su débil corazón latiera apresurado ante su cercanía.
Sus ojos recorrían cada milímetro de la piel pálida, sus cejas pobladas, sus ojos cerrados, su nariz perfecta, sus mejillas, sus labios semi abiertos, tentándolo a rozarlos con los propios, dios, como amaba al menor frente a él.
Tan perdido se encontraba en sus pensamientos, que se asustó un poco al oír la voz queda del otro.
-¿Qué tanto me ves hyung?-preguntó sonriéndole-soy muy guapo, ¿cierto?
JongWoon se mordió los labios, ¿Qué si lo era?, ¡La pregunta era absurda, claro que lo era!, pero no podía arriesgarse a que KyuHyun lo rechazara, muchas personas lo habían hecho ya, y no quería que el menor también se alejara.
-Eres atractivo, pero no como tu jefe-bromeó, viendo como el menor fruncía el ceño, y antes de que pudiera decir cualquier otra cosa, los carnosos labios de Kyu se posaron sobre los suyos, besándolo con sutileza, como si un movimiento brusco lo fuera a romper.
-Soy más guapo-susurró sobre los labios del mayor, extasiado ante la calidez que embargó su cuerpo- y no lo puedes negar.
-Kyu-murmuró ensoñado, atontado por completo ante los roces sutiles de los labios ajenos-¿me quieres?-preguntó sin pensarlo.
-Claro que si-contestó abriendo sus ojos, mirando fascinado las mejillas sonrojadas de JongWoon.
Tentando a su suerte, decidió hacer aquella pregunta que rondaba por su mente, ahora sabia que no le era indiferente al menor, pero eso no le decía nada acerca de sentimientos más profundos, los mismos que el ya estaba experimentando.
-¿Me… amas?
KyuHyun no dijo nada, en cambio lo besó de forma profunda, haciéndolo jadear adentrando su lengua, comenzando a recorrer aquella cavidad, cuando se separaron sus respiraciones estaban aceleradas.
-Claro que te amo-le dijo rozando sus narices con suavidad- demasiado creo yo.
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-No Kyu-susurró riendo bajito, mientas el menor no dejaba de besarle el cuello, mientras fallidamente intentaba comenzar a preparar la cena- SungMin no tarda en llegar-gimoteó cuando las manos traviesas del menor se metieron bajo su playera.
-¿Y?, puede prepararse algo el solo-le dijo ante de darle una pequeña succión a su lóbulo.
-Ahng-jadeó apoyando su cuerpo contra el del menor.
-¡Ya llegue!-gritó Min desde la puerta, arruinando el momento, dándole a JongWoon la oportunidad de huir de los brazos (que se convertían en tentáculos) del menor.
-Bienvenido-le dijo asomando su cabeza alborotada fuera de la cocina, notando a un chico detrás de Minnie- bienvenidos, mejor dicho-dijo sonriente.
-El es Kim RyeoWook-lo presentó SungMin- el es Kim JongWoon el novio de KyuHyunnie.
-Mucho gusto-dijo JongWoon saliendo de la cocina, tendiéndole su mano al pequeño pelirrojo que asintió tímidamente- muy adorable-le dijo a SungMin que rio un poco al ver el sonrojo que atacó la cara de Wookie.
KyuHyun salió de la cocina comiendo una zanahoria, haciendo una reverencia, que RyeoWook correspondió.
-Huele delicioso, ¿Qué prepararse hyung?-preguntó SungMin quitándose su enorme chaqueta, aun hacia frio afuera.
-Estofado-dijo.
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Sus manos se acariciaban con cuidado, disfrutando de su suavidad y la calidez que desprendían, sus labios marcaban cada espacio.
-Hyung-jadeó KyuHyun al sentir como JongWoon lo comenzaba a preparar.
Los labios hinchados de JongWoon fueron a dar a la punta del goteante miembro del menor, que gimió al sentir los labios del mayor sobre su hombría, cuando sus dedos se deslizaban con facilidad de aquel estrecho pasaje, se alejó del miembro del menor, abriéndole un poco más la piernas, acomodándose entre ellas.
-Me detendré si lo pides, ¿está bien?-le dijo besándolo tiernamente, comenzando a abrirse paso en aquellas estrechas paredes.
Cerró sus ojos con fuerza, enterrando sus dedos entre las blancas sabanas bajo su cuerpo, dolía… y mucho, pero si con ello hacia que el mayor estuviera feliz, no le importaría sufrir.
Las embestidas comenzaron lentas, poco a poco aumentando su velocidad, hasta que chocó contra aquel dulce punto que hizo al menor gritar de placer, y aferrarse a los hombros del mayor enterrando sus dedos.
Sus labios se encontraron casi con violencia, besándose hasta el culmine de su amor, llegando al orgasmo que los dejó volando en el aire.
Salió con cuidado del menor, acomodándose a su lado, sintiendo como KyuHyun acariciaba su rostro.
-Te amo hyung-le dijo viéndose frente a frente.
-Yo también te amo, Kyu-le dijo sonriéndole adorablemente.
-Yo… -dijo sentándose en la cama, logrando que JongWoon lo imitara.
-¿Pasa algo malo?-preguntó preocupado.
-¿Eh?, no para nada-dijo sonriéndole, antes de inclinarse para besar los labios ajenos- ¿te casarías conmigo?
Sus ojos se abrieron enormemente, mirando impactado al menor, sus ojos se llenaron de lágrimas que no deseaba dejar salir, su labio tembló, negó suavemente con la cabeza.
-¿Por qué?-preguntó sintiendo un nudo en su garganta.
-¿Por qué desear unir tu vida a la de un desahuciado Kyu?-preguntó viendo hacia otro lado-¿Por qué hacerte eso?
-Porque te amo-le dijo tomando su rostro entre sus manos.
-Pero yo…-comenzó a decir.
-No me importa-le dijo.
-Sufrirás-murmuró sintiendo como las traicioneras lágrimas comenzaban a caer.
-De cualquier modo lo hare-le dijo cerrando los ojos para no llorar él también.
-Si-susurró después de estar ambos en silencio unos minutos.
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La boda se realizó un par de semanas después, los únicos invitados fueron SungMin y RyeoWook que fungieron como testigos, no tuvieron una luna de miel, ni mucho menos, pero estar juntos, todo el tiempo que les quedaba era más que suficiente para ellos.
KyuHyun estaba en el medio de su turno en urgencias, cuando las puertas se abrieron, dejando pasar una camilla, sobre la cual estaba un inconsciente JongWoon.
-28 años, sufrió un colapso en el centro comercial, tuvo dos ataques epilépticos en el camino hacia acá, probable fallo cardiaco, traía consigo IECA y BRA-dijo el paramédico, mientras que el corazón de KyuHyun se deshacía.
Después de tres tensas horas de trabajo, lograron estabilizar a su esposo, se dejó caer sobre una de las sillas que había en el pequeño jardín del hospital, cubriendo su rostro con sus manos, llorando amargamente.
-No creo que sobreviva mucho tiempo mas- murmuró el cardiólogo después de revisar a JongWoon- su corazón está muy débil, y su cáncer muy avanzado, probablemente no pase de esta semana.
Aquello había destrozado por completo a KyuHyun, lo sabía, desde un principio lo sabía, pero… oírlo era tan desgarrador, saber que la vida de JongWoon pendía de un hilo, lo mata en vida, sobre todo ahora…
-¿KyuHyun?-preguntó SiWon, que estaba pasando por el jardín, sorprendiéndose de ver al menor llorando de forma tan desgarradora.
Levantó la mirada, secándose las lágrimas.
-Jefe-dijo con voz quebrada.
-¿Qué pasó?-preguntó sentándose a su lado.
-M-Mi esposo…-jadeó mordiéndose los labios para no volver a llorar.
-JongWoon –shi… ¿cierto?-le dijo viéndolo apenado, su historia de amor, había resultado en una cruel broma del destino.
“Doctor Choi, doctor Choi, favor de pasar al área de neurología”, resonó el intercomunicador del hospital, se paró pero antes de marcharse colocó su mano sobre el hombro del menor dándole un suave apretón.
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Cuando entró en la habitación donde estaba JongWoon sus piernas fallaron dejándolo caer al suelo, se abrazo a sus piernas enterrando su rostro entre sus rodillas, mordiéndose los labios para no sollozar.
Su vida se estaba desmoronando ante sus ojos, la única persona a quien realmente amaba se estaba muriendo y no había absolutamente nada que pudiera hacer para cambiarlo.
Los siguientes dos días que JongWoon duró inconsciente, KyuHyun no se separó de él ni un segundo, llorando amargamente.
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Cuando sus ojos por fin se abrieron, era un hermoso viernes por la tarde, el sol entraba calentando la blanca habitación, junto a él se encontraba un dormido KyuHyun que sostenía entre sus manos la suya, su corazón se comprimió…
Moriría pronto, lo sabía, algo dentro de él se lo gritaba, le gritaba que dejaría a su niño solo.
-Despertaste-murmuró Kyu con voz cansada, sonriéndole un poco, dejando ver que estaba más pálido de lo normal, con grandes y marcados círculos oscuros bajo sus ojos sin brillo.
-Lo siento Kyu-murmuró mientras su voz de rompía-lo siento tanto.
-No hyung-murmuró comenzando a llorar.
Dos almas lloraron hasta el cansancio preguntándole a gritos a dios ¿Por qué ellos? ¿Por qué no podían ser felices?
Fin del Flash Back
-¿Qué haremos sin ti?-preguntó con la voz estrangulada.
-Se que lo cuidaras muy bien y yo los cuidare desde donde este-le dijo acariciándole la mejilla-los amo.
KyuHyun soltó un sollozo intentando refrenar sus ganas de gritarle a dios, se tragó su dolor y le sonrió al mayor, que correspondió el gesto.
-Te amo hyung-murmuró rozando sus labios una última vez con los del mayor.
La alarma sonó y las lágrimas siguieron bajando por sus mejillas, bajó la cabeza cansado, exhausto emocionalmente, pero una pequeña sonrisa apareció en sus labios, y acarició su vientre.
-Appa nos cuidara desde el cielo bebé-jadeó antes de comenzar a llorar de nuevo.
Diez años después
-Anda Omma-apuró el pequeño de cabellos negros, que traía entre sus manos un ramo de flores hermosas.
-Ya voy JongWoon-le dijo caminando hacia el pequeño, que corrió entre las tumbas hasta llegar a una en especifico, donde se podía leer “Kim JongWoon, hombre, hijo y esposo amoroso, descanse en paz”
-Hola Appa-saludó el pequeño depositando el ramo sobre el verde pasto que cubría la tumba- Saque el primer lugar en el concurso de matemáticas-dijo emocionado- y gane el primer lugar en el proyecto de biología con mis insectos ¿estás orgulloso?-preguntó mientras sus ojitos de llenaban de lágrimas.
KyuHyun se apresuró a abrazar el delgado cuerpo de su hijo que se aferró a él con fuerza.
-Tranquilo Woonie-le dijo acariciándole los cabellos- estoy seguro que tu Appa esta tan orgulloso de ti, como lo estoy yo.
-¿Enserio?-murmuró contra el pecho de Kyu.
-Claro que si amor-le dijo besándole la cabeza, mientras una cálida brisa los envolvía.
Su vida después de la partida de JongWoon fue dura, llena de inseguridades, miedos y pesares, pero cada vez que veía a su hijo, lo recordaba, lo veía en sus ojos, en su sonrisa, JongWoon vivía en su hijo y eso era lo que lo motivaba a seguir.