Sabado 10 de la mañana, EE.UU.
Un joven malhumorado daba vueltas en círculos por el Aeropuerto, su vuelo se estaba retrasando y no quería hacer esperar a su amigo. Se detuvo, y dio una mirada al lugar esperando a ver un par de personas que vinieran a despedirlos, pero como siempre...no llegaba nadie, supiro, tendría que haberse acostumbrado pero aun le resultaba difícil...
"Pasajeros con destino a DF a Los Ángeles procedan a subir al avión por favor"
Escucho la voz saliendo de los parlantes y volvió a suspirar, ¿Por qué nadie nunca lo despedía? Porque su madre al ser una famosa diseñadora de moda estaba siempre ocupada y su padre, un reconocido directo de cine, no tenía tiempo para pensar en un hijo el cual "no fue deseado".
Subió a un paso lento, pensando en que no volvería a ver a sus padres por un tiempo, aunque no iba a ser muy diferente, no es como que los viera cada día, pero en fin, eran sus padres aunque él estaba seguro de que no sabían nada de él. Siempre quiso que sean la "Familia Feliz" pero al ver que estaban muy ocupados para prestarle atención a su único hijo, decidió ir a Corea del Sur a vivir con su amigo de la Infancia, unos meses menor que el.
Se sentó en el asiento del avión, acomodo un poco su gorra y miro por la ventana. Le esperaba un largo viaje primero a DF a Los Ángeles y luego a Corea del Sur, aproximadamente 19 horas y media o en algunos casos 20. Los parpados le caían, estaba cansado, se puso los audífonos, selecciono una lista de reproducción y se dispuso a dormir, quería llegar y encontrarse con la Única persona que estaba seguro que si lo había extrañado, pero para eso faltaba un laaargo viaje...
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En corea del Sur
Un joven alto, de tez pálida, cabello café oscuro y ojos marrones se despertaba por el sonido de su alarma.
-Mmmm... ¿Qué hora es?- Se fijo la hora, 6 de la mañana para ser exactos- Por Dios! Kibum!
Tan rápido como se levanto, se cambio, agarro una banana y las llave del auto, condujo en destino al Aereopuerto de Seul.
-Me matara, me matara, me matara, no quiero morir joven Dios!-
Por suerte el trafico ayudo, no había mucha gente asique llego sin problemas. Entro al
Aeropuerto, buscando con la mirada a su mejor amigo, Kibum. No fue difícil reconocerlo, aunque no llevaba un atuendo llamativo, pero los lentes y la gorra sí que resaltaban.
Esbozo una sonrisa, ese era Su Kibum, justo como le recordaba, todo una Diva.
-Kibum!!!- Aprovecho que estaba dado vuelta y lo abrazo por la espalda, sintió que dio un pequeño saltito cuando lo estrecho en sus brazos- Tranquilo soy yo Minho.
-¿Minho?- Se dio la vuelta, y le mostro una sonrisa, sin separarse del abrazo.
-El Mismo- Le devolvió la sonrisa- Auch!! Kibum!!- Sabía que iba a venir tarde o temprano, el golpe de la Diva enojada por su retraso- Fue sin querer! Solo me dormí! Estaba cansado...- lo soltó para tocarse el hombro, eso le había dolido.
-Pensé que me extrañabas- Se cruzo de brazos e hizo un pequeño puchero- Veo que me equivoque..
-No, no Kibum! Ya te dije solo me dormí, además, ¿Quién no extrañaría a su amigo que no lo ve por 5 años?- Volvió a abrazar a Kibum- Te extrañe mucho! ¿Y Tu a mi? tenemos muchas cosas de que hablar, ponernos al día y eso. Vamos a mi departamento, ¿Te quedaras conmigo verdad?
-Ya te dije que me llames Key, Minho- Suspiro- Si me quedare contigo, si no te molesta, no quisiera estar en un piso solo...
-Claro que no!- Deciso el abrazo y agarro una de las maletas- Vamos, mi auto está afuera, te
Hiciste más alto.
-Es obvio Minho, pasaron 5 años años, ¿Crees que eres el único que crece?- Se miraron y empezaron a reír- También me teñí el pelo en rubio ¿Te gusta?
-Me gusta-
Llegaron al Auto subieron y se dirigieron a casa del Menor.
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Al llegar al departamento de Minho, este despertó a Key ya que se había dormido en el coche.
-Kibum, despierta, ya llegamos-
Fue despertando poco a poco, se fregó los ojos, y salió del auto dispuesto a ayudar a Minho a bajar las maletas. Dio una mirada a los departamentos, estaban bien iluminados y tenían una muy buena decoración, le gustaban, parecía una zona segura y tranquila, había un guardia y al frente una pequeña plaza. El edificio tenía unos 7 Pisos, y a Kibum le entro la curiosidad.
-Minho- El nombrado dio la vuelta bajando las ultimas cosas- ¿Cuál es nuestro piso?
-Piso 5, departamento 57, Vamos.
Saludaron al guardia que con una sonrisa los dejos pasar, subieron por el acensar y dentro de unos segundos se encontraron frente a la puerta. Y la abrieron
-Aquí es, pasa, se que te gustara- Minho prácticamente empujo a Kibum al ver que se quedaba
estático viendo el lugar desde afuera.
Y Kibum Pasó.
Tenia razón, le encanto, le fascino, el lugar no era tan grande pero lo suficiente para sentirse cómodos, tenía una terraza con una vista extraordinaria que daba a la plaza, desde ahí se podía ver a todos los niños jugando y un poco más lejos las luces del hermoso lugar que era Seúl.
-Minho es hermoso! Hubiera venido antes aquí!- El joven de cabello rubio empezó a saltar alrededor de su amigo, mostrándole su felicidad- Al fin siento lo que es una casa!
-Jajajaja no te acostumbres tanto, justo viniste cuando estaba pensando en mudarme a un lugar cerca de la escuela, ya que de aquí a la Escuela de Arte queda como a 20 cuadras-
-Noooooooo, Minhoooooo, quiero quedarmeeee aquiiii, nunca antes estuve en un departamento!
-Lo siento Kibum, pero créeme te gustara mas estar en una casa de verdad, ahora ve a descansar mañana hay escuela-
La sonrisa de Kibum fue cayendo, no estaba listo para ir a la escuela, tenía el suficiente talento para estar en la Escuela de Arte, de eso estaba seguro, pero la cosa era que, aunque sus padres eran lo suficiente distraídos con él, siempre lo hicieron estudiar en casa,-lo que provoco que Kibum sienta más su ausencia- pues no querían que los invitaran a eventos de la Escuela ni nada de eso, ya que nunca iban a poder asistir. Además no les convenía que su hijo salga, por el hecho de que lo podían secuestrar, ya que aparte de ser un joven alto, hermoso y elegante, con unos ojos gatunos que te hacían perder el control, era hijo de las 2 personas más reconocidas de EE.UU y temían que los "amigos" que tuviera Kibum fuera solo por interés.
Se tiro en una de las camas de la habitación, eran las 10 a.m, pero estaba cansado, vio que llegaba Minho y se sentó en la otra cama.
-Duerme Kibum, te despertare para la cena-
-Gracias Minho- Le sonrió, y vio que se fue de la habitación- Deséame suerte mañana...-Susurró