En estos momentos en donde su matrimonio es un fracaso total con esa mujer, el trabajo lo está matando y ya ni si quiera tiene tiempo para él. Llega a casa y lo primero que observa es a esa chica que que solo le causa una gran depresión, entra sin saludar, solamente dirige su mirada hacia las gradas para subirlas rápidamente y no tener que escuchar todo lo que dice, pero es imposible pues la chica se coloca frente a las escaleras y comienza hablar para luego gritarle todo lo que puede, pero él no está para eso, la toma del brazo y la lanza para un lado, sube las escaleras pero nuevamente es interceptado por su esposa, ¿Por qué no dices nada?, mira a la hora que vienes, no tienes nada que decirme, que acaso ya no me amas, ¡!POR QUE NO ME RESPONDES!! Esa actitud tuya me enferma, ¡vamos! Su esposa sigue hablando pero el sin decir ni una palabra da media vuelta y se va de la casa escuchando tras él los gritos que inundan su cabeza. Sube a su automóvil y sale de allí casi huyendo, suspira muy profundamente manejando sin ningún rumbo, esta no era la vida que él quería, pero las apariencias eran primero que su felicidad, ahora lo paga muy caro.
Flash back
Se encontraba en la oficina, estaba tan atareado que se olvidaba de todo, cuando miro su reloj eran casi las ocho de la noche, se levanta de esa vieja silla que tanto odia por momentos, se estira un poco, escucha que alguien se acerca al lugar y abre la puerta, su sonrisa es de oreja a oreja al observarlo allí parado bajo el marco de la puerta.
- ¿te quedaras toda noche aquí?
- ¡DITA! ¿Dónde has estado todo el día? (se acerca rápidamente a él, para tomar su cintura y devorarlo con un beso, mientras Dita enreda sus brazos sobre su cuello, su saliva se mezclan, para luego separarse y volverse a ver)
- ¡nos vamos! (dice esto acariciando su rostro)
- Solo déjame recoger las cosas y nos vamos (da media vuelta y vuelve a su escritorio, recoge todo lo que necesita)
Ambos salen de la oficina, toman el ascensor, y dentro de este vuelven a besarse apasionadamente y sin dudarlo DM besa su cuello, sus manos bajan y tocan los delicados muslos del pececito haciendo que este suspire, el ascensor para y ellos vuelven a verse para luego bajar de allí y dirigirse al parqueo, está muy obscuro y al parecer no hay nadie, así que el cangrejo toma la mano de Dita y llegan juntos al carro, se van de allí hacia casa del pez.
Dita entra a la cocina y comienza a preparar la cena mientras DM llega a su habitación se quita los zapatos, la camisa y la corbata para luego encender el televisor y quedarse acostado sobre la cama, mientras su celular suena una y otra vez, se da un masaje leve sobre la sien, esta exasperado de escuchar el teléfono… ¡si, diga! , ¿Cómo estás? Durante la conversación cierra la puerta de la habitación y pone más volumen al televisor, mientras habla más melosamente con la persona al otro lado del teléfono. Yo también a ti, hasta luego!!! Vuelve abrir la puerta, Dita se acerca ¿Quién te ha llamado a esta hora? – no era nadie, mi jefe que quiere que llegue temprano mañana es todo, dice esto sonriendo y acostándose nuevamente en la cama, el pez no muy convencido le da una señal que ya está la cena y ambos se van a cenar, mientras beben vino y comen la conversación se pone más candente, hasta que Dita se levanta sentándose sobre las piernas de su cangrejo y devorándolo con un beso, DM lo toma de la cintura acariciando su suave piel para amarse.
(Fin del flash back)
Sigue manejando como un loco, toma su celular y comienza a marcar, el teléfono marca el tono una y otra vez pero nadie le contesta, esta tan enojado que estrella el teléfono sobre el timón haciendo que este se rompa en pedazos, algunas lagrimas se desbordan de sus ojos, se limpia rápidamente pues él cree que los hombres no lloran, llega a un bar, tomando su teléfono y tratando de salvar sus contactos, mientras bebe una y otra vez, encuentra el numero que desea y sale a un teléfono público, mete algunas monedas, vuelve a dar tono pero esta vez escucha su voz. ¡Hola!
- Hola Dita, no me cortes la llamada por favor, déjame escucharte una vez más, perdona si soy algo tonto pero creo que lo nuestro no se puede acabado tan rápido, yo aun te…
- ¡VASTA! Cállate ya, no ves todo el daño que has hecho ya, es hora de despedirnos para siempre, no me busques, no me llames, no me pienses, porque yo ya te he olvidado… (un silencio incomodo inunda los minutos) yo estoy con alguien que me ama de verdad.
Nuevamente las lágrimas se desbordan por sus ojos pero esta vez no le da tiempo de limpiarlas…
- No digas eso, no te das cuenta que no estoy bien, el día que te marchaste me he quedado sin nada…
- Qué tontería dices, tú te casaste con esa tipa, tú lo elegiste, tú lo decidiste, ahora déjame en paz…
- Por favor, puedo ir con tigo, a donde sea que estés… (pero ya no escucha nada) ¡DITA!... ¡DITA!!!!!!! Grita sabiendo que no lo escucha y tal vez no lo volverá a escuchar nunca más (se derrumba con el teléfono en la mano, no puede parar de llorar, esto no es lo que quería…
Sale de allí hacia su carro, maneja nuevamente a su casa al entrar a su habitación la observa con atención, suspira muy profundamente, quita algunos mechones que tapan algunas partes del rostro de la chica. Se recuesta junto a ella, no tiene a nadie más que esta mujer, mira hacia el techo de su habitación y sin poder dormir se queda allí, inmóvil, con todos los pensamientos revueltos, y cuestionarse una y otra vez del por qué escogió esta vida tan mala, y no es que estar con una mujer sea malo, simplemente su corazón le pertenecía a alguien más, solo pedía una oportunidad más.
Se levanta de la cama dirigiéndose a la sala de estar, suspira una y otra vez, sonríe al pensar en el, casi en susurro dice… ¿y cómo diablos te olvido ahora? Cerrando los ojos y quedándose dormido…