Capitulo 1 “Lo que enfrento todos los días”
Pov Donghae
Podía verlo minuto a minuto reír por tonterías en el salón de clases. Perderme en esa torpe sonrisa que él tiene, olvidarme de todo hasta que llegara a pensar en mi mundo alterno donde él y yo éramos algo más. Pero eso no era posible, por fuera le sonreía mientras que en mi interior me desvanecía por completo. ¿Cuánto más? ¿Cuánto mas podría estar así?
– ¡Donghae!
– ¿Eh?
–Vamos a almorzar.
Lo seguí hasta nuestro habitual lugar para almorzar. El se había sentado recargado al árbol y yo del lado contrario a este.
–Te das cuenta de que faltan 3 días para ese evento.
–Si… - suspire.
–Oh, lo esperas ansioso ¿verdad?
–Supongo – sonreí.
– ¿Cuánto chocolate me darán esta vez?
Así es, faltaban 3 días para el día que me ha atormentado 8 años, que desde hace 3 le cambio el sentido. El día de San Valentín. Un día en que las niñas regalan dulces a los chicos que les gustan. Al principio era divertido que me regalaran dulces y demás, pelear con Hyuk por ver a quien le regalaban más. Siempre estuve celoso de que el fuera más popular y recibiera más, pero no me quejaba, había chicas a las que yo les gustaba y era lindo tener su atención. Poco a poco eso cambio, cuando veía como las chicas le regalaban dulces a Hyuk, algo despertaba en mí que trate de negar pero ahora era peor verlo. Este año iba ser mi peor tormento, al menos sólo era un día, si como si no tuviera que sufrir los otros 364 por lo mismo. Querer a HyukJae era difícil. Me plantee la posibilidad de regalarle algo yo, pero sería bastante raro que le diera algo, somos hombres y para todos eso es… asqueroso.
– ¿Qué piensas?
–Nada – dije mirando al horizonte.
–Verás que este año recibirás más que yo – trato de animarme.
–Mmm… tal vez – dije sin darle importancia.
–Bueno, te diré que – se acerco a mi – Si no te regalan tantos, yo te regalare más para que me ganes – sonrío.
– ¿Enserio? – dije realmente emocionado.
–Hae, eres demasiado glotón, por eso estas gordo – señalo mi estomago.
–No lo estoy – dije haciéndome el ofendido.
–Si que lo estas – dijo riendo y haciéndome cosquillas.
–No, Hyuk – huía de sus dedos.
Seguimos el juego y no podía evitar sentir una guerra de emociones en el estomago. Apreciaba estos momentos y por eso es que resistía todos los días, solo por estar así un par de minutos.
– ¡Ey! Apúrense – grito Kyu que venía junto a Sungmin.
–Vamos, nos volverán a dejar afuera – dijo Hyuk levantándose.
–Si – dije tomando la mano que me ofrecía.
Corrí detrás de él, para ir a nuestro salón. Si esto pasaba al menos unos momentos, podría aguantar aunque fuera un poco más.
Las horas restantes de clases pasaron rápido, bien para mi, no quería escuchar mas «Hyuki, mira, te daré este chocolate o Hyuki ¿aceptaras mis sentimientos este Valentín?» aah… pero que más me quedaba que sólo aguantar, puede que esta sea la oportunidad que estoy esperando para decirle lo que siento.
Caminamos a casa de Hyuk, pues él quería que estuviera hasta que sus padres llegaran. A veces no entendía como es que parecía tan fuerte frente a los otros y tan débil junto a mí, pero eso me hacía sentir indispensable para él.
– ¿Qué me harás de comer? – dijo mientras se tiraba en el sofá.
– ¿Ah? Siempre te aprovechas de mí. Creo que sólo por eso me traes a tu casa – deje mi mochila en la entrada mientras me quitaba los zapatos para entrar.
–Oh Hae, ¿Cómo has adivinado mis verdaderas intensiones? – dijo riendo.
– ¡Ya! Este bien. ¿Qué quieres que te prepare?
– ¡Ramen! ¡Quiero ramen! – dijo emocionado.
–Pero si eso lo comimos ayer.
–No importa, me gusta el ramen que tu preparas – dijo acercándose a la cocina conmigo.
–Bien – dije resignado mientras lo veía sonreír.
Prepare el ramen y otras cosas más. Él adora las fresas, si no fuera por mí, creo que se convertiría en fresa de tanto comerlas. Sonreí mientras le preparaba unas fresas con chocolate como postre.
Lo llame en cuanto todo estuvo listo. Como rayo se levanto del sofá y corrió a la mesa.
–Gracias Hae – sonrió y se sentó.
–De nada, pero la próxima vez ya no cocinare. Te aprovechas de mi – dije haciendo un mohín. Él sabía tanto como yo que era una gran mentira, pero a veces tenía que actuar como si nada o ¿no?
Comimos entre risas y comentarios de nuestro día. Me resultaba increíble como es que nuestras pláticas eran de lo mismo, de lo que habíamos hecho, y no es como no estuviéramos juntos, pues prácticamente estábamos pegados o eso decían. Excluyendo los momentos en el que él iba a practicar judo y yo baile, pero no era diario, aun así parecía que siempre teníamos algo de que hablar.
– ¿Cómo sabias que quería fresas? – dijo mientras veía el fruto rojo frente a él.
–Como será posible – dije volteando los ojos mientras reía.
–Me conoces bastante bien.
–Si, hasta me da miedo.
–A mi también pero… no se que haría sin ti – se llevo una fresa a la boca y me miro.
Había quedado en shock. ¿Acaso era un tonto que no sabía que un simple comentario como ese me ponía como loco?
– ¿Hae?
– ¿Eh?
–Tienes chocolate allí – dijo señalando mi mejilla.
–Ah si – dije tratando de limpiarme.
–Tonto, te manchaste mas – rio y se levanto para limpiarme.
Lo tenía tan cerca que escuchaba su respiración. Limpio mi mejilla con su mano. Sentí mis mejillas encenderse.
–T-tengo que lavar los platos – me levante de golpe dejando a Hyuk con cara de ¿Qué?
Negué lo que mi mente estaba tratando de inventar. «No es la situación que creo, no pasa nada. No hay nada entre los dos. Al menos no de su parte»
–Hae… - se paro detrás de mi – Me ayudas a hacer mi tarea – dijo acercándose cada vez más.
–Si – dije lavando los platos frenéticamente.
–Gracias – me abrazo por la espalda.
–De nada – respondí apenas.
«Aléjate ahora. No quiero que escuches mi corazón. Vamos. Vete»
Se aparto y volvió a la sala. Yo volvía a respirar. Esto no estaba bien, cada vez pienso cosas innecesarias, pero lo quiero.
Termine de lavar los platos. Hyuk estaba en la sala mirando su libro de matemáticas con cara de angustia. Odiaba esa materia así que aprovechaba y lo ayudaba. Pasamos horas haciendo tarea y explicándole una y otra vez hasta que por fin entendió.
–Ya llegamos – dijeron en la puerta.
–Oh, bienvenidos – dijo Hyuk levantándose para recibir a sus padres.
–Hola Hyukjae ¿Cómo te fue hoy?
–Bien mamá.
–Hola Hae, se hace tarde deberías regresar a casa. Tu madre estará preocupada – dijo la señora Kim.
–Hola señores Kim – salude a sus padres que como siempre me saludaba y estaban acostumbrados a que estuviera allí, era como su otro hijo – Si, será mejor que me vaya – tome mis cosas y me disponía a salir.
–Lo acompañare a tomar el bus, no quiero que se pierda – dijo a su madre.
–Estaré bien, no me voy a perder – dije molesto.
– ¡Ya! Hae, se que la otra vez caminaste en otra dirección – dijo sacando la lengua.
–No es cierto – dije apenado.
–Calla, ya vuelvo – dijo tomando su abrigo y salio conmigo.
–Te dije que se le dirección.
–Si como no. Ya camina – me empujo.
No sabía que pensar sobre como Hyuk actuaba conmigo. Me torturaba sin saberlo, no podía negar que me gustaba que me acompañara así pasaba otro momento con él.
–El bus viene – dijo señalando el transporte.
–Si.
Se detuvo en la parada y subí.
–Nos vemos mañana. Adiós – dijo feliz.
–Adiós – dije al subir.
Me senté y sólo lo vi tras la ventana. Otro día terminaba junto a él. Con falsas esperanzas y pensamientos míos de algo que no era mas que pura ilusión.
Pronto me atreveré a decirlo Hyuk, ya veras que sí. Sólo espera.