Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Choi & Kim por 5kn_akatsuki

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

;n; 

Tenía tantas ganas de leer un MinKey, seguí el consejo de una autora e hice lo que queria leer y maté a dos pajaros de un tiro. 

Lo que quería leer + lo que había prometido. 

 

Notas del capitulo:

MIN lo prometido es deuda, y aunque tarde más de lo que esperaba por fin salió :D 

Espero que te guste, espero que les guste, tiene sabor a nostalgia ;n; me sentía nostalgica cuando lo estba haciendo.

A leer!

-¿Qué tanto miras?- me acerqué a la borda en donde estaba Key parado mirando hacia la nada, o contemplaba la noche junto con el mar. Después de todo estamos en el crucero que la empresa de turismo en la que trabajan nuestras mamás les regala cada año por navidad.

No esperaba que Key y yo coincidiéramos en la misma habitación, durante todos estos años solo habíamos coincidido en 3 ocasiones pero no era en la misma habitación sino el mismo pasillo.

Estaba disfrutando de la comida y la música dentro del salón principal pero logré ver su cabello negro a la distancia, me extrañó que estuviera solo así que decidí salir de la fiesta para venir con él.

-Nada realmente.- contestó suspirando.

-¿Estás triste?- a mí también me da tristeza saber que Taemin está en Seúl o Icheon celebrando su navidad, supongo que él también está triste porque dejó a Jonghyun o porque volvió a negar pasar navidad con él.

-No, no estoy triste.- me miró sonriendo. –Solo me mareé y quise salir a tomar aire.- dijo al aire y noté el vapor blanco que salía de su boca. –¿No tienes frio?- preguntó mirándome, girándose para recargarse en la borda.

-Sí bastante, por eso tengo tanta ropa.- extendí mis brazos para que mirara bien lo que llevaba puesto, que era el pantalón de mezclilla negra, más un abrigo esponjoso, bufanda, orejeras y guantes. Y aun así siento frio. Esto de ser friolento no es bueno para la salud.

-Tendrás frio porque la mezclilla es fría. Tonto. Un pantalón de vestir sería mejor.- me regañó mirando mi pantalón por lo que volteé a verlo.

-Pero combina.- me excusé.

-La moda no tiene porque hacer sufrir a las personas.- susurró dirigiendo de nuevo su vista al mar. –No sé cómo me siento.- susurró sonriendo al final.

Me tomé la molestia de acercarme a la borda y recargar mis manos sobre el barandal metálico que rodeaba al barco y que llegaba apenas a la atura de los codos, justo para evitar caídas innecesarias.

-…- no dije nada porque un poderoso escalofrío llegó a mi columna por la temperatura en la que estaba el barandal.

-Siento una contradicción muy grande, Minho.- suspiró haciendo más notable el aire que salía de su boca. –No sé cómo sentirme respecto a él.- miraba hacia la luna por lo que también giré mis ojos hasta dar con ella.

Era luna llena, grande y majestuosa.

-¿Jonghyun?- pregunté extrañado.

-No, mi papá.- cerré mi boca porque intenté decir un nombre más. Solo asentí. –Creí o quería creer que esta sería una navidad de tres y no de dos. Y ese es el problema.- rió nervioso pero sin despegar sus ojos de la luna.

-Por qué dices que es el problema, ¿a qué te refieres con eso?- pregunté mientras miraba hacia el mar, se veía igual de oscuro que el cielo y apenas podían apreciarse las estrellas pues estábamos en movimiento.

-A que no debería de creer o de querer algo con él.- susurró haciendo que notara su tono de voz, ligueramente más grueso que hoy en la mañana. 

-¿Por qué?- volví a interrogar.

-Por todo lo que me hizo. Sus burlas, sarcasmo, ofensas y golpes. No debería de desear que esté cerca de mí sin embargo lo hago. Y eso me tiene un poco confundido… qué tonto.- bufó riéndose.

Suspiré y me giré para recargándome sobre el barandal y miré hacia el interior del salón en el que estaba minutos antes, en donde parecía que no se sentía el frio de la noche.

-Por eso te digo, no sé cómo me siento.-

-Tu orgullo dice que no deberías de estar cerca de una persona que te lastimó tanto, pero tu corazón desea celebrar una navidad entre tres personas, esto es cuestión de orgullo y nada más.- dije sin mirarlo, pues si lo hago lo más probable es que su mueca de sorpresa o molestia me impida seguir diciéndole lo que pienso. –Aprovéchalo Key, ahora que regresó aprovecha. No te diré que recuperes el tiempo que pasó, solo que le des una nueva oportunidad de seguir siendo parte de ti, de tu familia y vida. Yo haría eso.- me encogí de hombros y al sonreír sentí una pequeña lagrima caer por mi mejilla.

-Minho.- susurró. –Esa es otra razón por la cual no sé si deba. Tenemos una muy bonita relación y quiero seguir conversándote a mi lado. Pero no sé cómo será ahora que vuelvo a tener padre.- aunque eso sonó serio y merecía mi seriedad me dio por reírme levemente.

-Kibum, ¿acaso tú eres mi amigo porque no teníamos padres?- le pregunté aun riéndome, ganándome un golpe leve en mi hombro.

-Tonto.- susurró.

-Exacto.- dije sobándome el hombro, no fue fuerte pero me dio frio. –Somos amigos por otras razones no sólo por eso, nunca pensé que para ser mi amigo eso fuera un requisito.- tonteé de nuevo ganándome otro golpe. –Aun no sé cómo es que Jonghyun pasó mi prueba de calidad.- reí un poco más hasta que me golpeó en el pecho con más fuerza. –Debió de ser el encanto Kim lo que hizo que lo aceptara.- concluí.

-¡Yah! Entendí a la primera, gracias.- contestó irritado por lo que sonreí, recargué mis codos sobre la barandilla aunque la sentí fría no me incomodaba tanto.

-Eres un tonto jejeje algo así como un Kidiota.- lo miré y sonreí, vi sus mejillas rojas por el frio o quizás por el coraje. –Seremos amigos aunque tu padre haya regresado.- afirmé. –En un primer momento me molestó ¡claro que lo hizo! Pero tras hablarlo con… bueno hablarlo me di cuenta de que sería egoísta de mi parte el no apoyarte con eso. Cuando comencé a ayudar a Jonghyun con su búsqueda sabía que si lo encontraba tendría emociones encontradas y aun así, lo apoyé.- sonreí y miré hacia el cielo. Las estrellas se veían más hermosas que la luna, en especial esa grande que estaba sobre mí. 

-¿Con quién lo hablaste? ¿Con ChangMin? Él siempre da buenos consejos.- negué lentamente sin quitar mis ojos de esa estrella. –¿Yui? Ella también sabe hablar muy bien.- pero de nueva cuenta negué. –¿Entonces?-

-Mi mamá.- le dije. –Lo hablé con ella porque también tuvo sentimientos encontrados. Fue una charla ammm ¿cómo decirlo? Diferente. Tal vez eso sea lo mejor, una charla diferente en la que me dijo que desear que el Sr. Kim no hubiera regresado era egoísta para ti, durante tanto tiempo mi familia y la tuya fue igual que ahora nos sentíamos de nuevo solos.- hipeé pero me controlé antes de hiperventilar.

-Minho…- giré mi cara para ver a Key, aun sus mejillas seguían rositas, creo que era el frio.

-Así nos sentíamos. Cuando caí en cuenta de que Taemin ahora compartía la misma condición que yo, me alegré, porque me volví a sentir cómodo. Es egoísta, muy egoísta pero sentía que encajaba. Qué tonto.- reí por recordar que por un solo segundo, me alegro la muerte del Oficia Lee. –Ahora los Choi y Lee compartían algo más, como alguna vez lo fuimos nosotros, Choi & Kim… lo que quiero decir es que no te preocupes por mí.- intenté buscar esa estrella pero no la podía ubicar más, se me había perdido. –Disfruta a tu padre, una vez ChangMin dijo “No se trata de ser fuerte, sino de hacer lo mejor que puedas” toma ese consejo y adelante con todo lo que hayas planeado con él. Jonghyun también estará feliz de saber que lo has perdonado.-

-Gracias.- susurró girándose de nuevo para ver el mar y la noche, o eso fue lo que puede ver. –No quiero que te sientas incomodo si es que llego a estar de nuevo con mi padre, tampoco quiero incomodarte con cosas que pueda decir porque, después de todo, eres importante para mí y lo que menos quiero es lastimarte.- pude ver su sonrisa leve haciendo que cerrara mis ojos asintiendo.

-Soy grande, Kibum, a estas alturas de mi vida puedo manejar mis emociones. Agradezco que te preocupes por eso, es algo que Jonghyun nunca cuido.- reí bajo al recordar esas veces en las que, reciente mi perdida, se la pasaba diciendo lo que hacía con su padre. No lo culpo, después de todo éramos niños.

-De verdad, cuidaré lo que diga respecto a él, también por Taemin. Sentí que el universo estaba en su contra, le quitó a su padre y me regreso el mío, pero en forma de su vecino. Siempre he pensado que este tipo de cosas son obstáculos para superarlos y ser mejores, pero a Taemin le han puesto varios, muy seguidos y más fuertes. Lo están obligando a madurar a golpes.- ¡y vaya golpes!

La tormentosa relación con Niel, la trasferencia escolar, la muerte de Jocker y la de su padre por mencionar las más fuertes.

-Pienso lo mismo.- contesté. –Pero estas cosas pasan. De verdad, estoy muy feliz por ti y tu familia, creo que a tu madre no le agrada mucho la idea de estar con él pero si es por ti, seguro hará un esfuerzo.- enfoqué mi vista hacia el salón en el que estaba hace minutos. En donde se veía un muy divertido ambiente.

-Ella dijo que ya no lo quería.- afirmó con su voz de seriedad. –Después de que le rogó tres veces en volver a casa y olvidar el asunto de mi preferencia se dijo a si misma que por él, jamás volvería a llorar. Hubo momentos difíciles Minho, en casa el sueldo de mamá no ajustaba. Esto nadie más lo sabe, quizás tu madre porque la mía me dijo que varias veces ella le prestaba la mitad de su sueldo si no es que todo.- rió y suspiró la final.

-No es necesario.- dije.

-Había días en los que pagar la energía eléctrica se volvió más importante que las tres comidas diarias, un día de esos mi madre me abrazó y dijo “Si el hambre nos derrumba, el orgullo nos levanta” eso se grabó a fuego en mi mente. “Nunca más necesitaremos de alguien más para vivir, sólo tú y yo. Saldremos adelante y lo haremos firmes y sin mirar atrás.” ¿Sabes una cosa Minho? Cuando una mujer dice algo así de fuerte y firme te das cuenta de que es en serio y que lo sostendrá aun con tacones de 12 centímetros de alto, con un bolso en su hombro, el pasaporte en su mano, una sonrisa amplia más una suave promesa de regresar antes de tu cumpleaños. Desde entonces fuimos mejorando hasta lo que somos hoy. Él ya no fue prioridad para mi mamá.- asentí y me giré para igual que él mirar hacia el mar y la noche.

-¿Tú crees que lo quiere?- pregunté solo para confirmar.

-No, me dijo que lo ama porque sin él yo no estaría aquí, pero solo por eso. Le gusta porque intenta reconstruir lo que destruyó hace años pero sólo lo estima como si se tratase de un viejo conocido.- afirmó mirando hacia el mar. –Cuando humillas muchas veces a la misma mujer, esa mujer se vuelve fría e indiferente para ti, pasas al segundo plano, dejas de existir. Pero sí yo quería, podría intentar de menos compartir la misma mesa para comer.- suspiró, recargó sus codos sobre la barandilla, dejó caer levemente su cabeza hacia enfrente hasta que su cabello se despego un poco de la frente.

-Una vez tú lo dijiste. Las madres siempre procuran la felicidad de sus hijos. Ella te quiere ver feliz y hará todo lo que pueda para verte sonreír.- afirmé mientras asentía efusivamente.

-¿Qué debo de hacer?- preguntó rendido.

-Por hoy, solo llámale a tu padre y deséale una feliz navidad. Luego entraremos porque hace mucho frio aquí.- dije sonriendo.

-Gracias. Esto tomará solo un minuto.- después de asentir regresé mi vista a las estrellas, buscando la más grande que pueda ver, esa sería mi padre. De menos así lo había dicho él. ¿Estaré haciendo las cosas bien, padre?

Oficial Lee, fue una tontería que me alegrara por un segundo sobre su partida.

-¿Minho?- abrí los ojos para mirar a Key, estaba de pie un paso enfrente a mí. –Toma, es para ti. Feliz navidad- me dio una pequeña cajita la cual miré extrañado. –Espero que te guste.- sonrió y asentí. Me pregunto qué será.

Retiré la tapa y vi un papelito doblando, lo tomé para abrirlo.

-Debes estar bromeando.- dije sonriendo pero incrédulo.

-Claro que estoy bromeando.- rió un poco. –Eso lo necesito yo.- me arrebató de las manos el cupón de descuento en el salón de belleza. –Como no creí que coincidiéramos aquí no traje tu regalo, se quedó en mi casa así que una vez que estemos de regreso te lo daré.- se acercó recargando su cuerpo contra la barandilla a un lado mío.

-Misma excusa.- dije sonriendo ganándome un golpe leve en las costillas.

-Tonto.- susurró. –Gracias Minho.- suspiró y sonreí. –Por todo, eres el percebe que más me gusta, por favor, nunca cambies.-

-Ehm… ¿gracias? Intentaré conservar mi estado de percebe.- bromeé. –Pero las personas no cambian, ya que todas tendemos a cumplir nuestra neurosis. La programación de cuando éramos niños se verá reflejada en toda nuestra vida, es imposible cambiar.- un golpe más en las costillas, aunque creo que era un codazo. –¿Lo hice de nuevo?- pregunté.

-Lo haces a cada rato—se quejó. –Pero así está bien, el día que no lo hagas me sentiré raro.- asentí sonriendo. –Me encantas.- susurró.

-Feliz navidad.- susurré. Sentí que su cabeza se apoyaba leve en mi hombro.

-Gracias, feliz navidad.- me contestó. –Entremos antes de que te resfríes. No podré con la culpa si eso pasa.- se separó de mi cuerpo, tomó mi mano para jalarme de regreso hacia el salón donde todos se abrazaban, supongo que deseándose una feliz navidad también.

-Kibum.- lo llamé antes de que entrar al salón. –De alguna manera, tú también me encantas.- sonreí y puse mi mano en la puerta contraria para entrar.

-Lo sé.- dijo con autosuficiencia. –Después de todo soy tu lóbulo derecho.- entró al salón sonriendo con orgullo por aquello. Asentí porque sí, es mi lado creativo. De alguna manera.

-Y yo tu lóbulo izquierdo.- cerré la puerta tras de mí.

-Lo sé, te lo repito y por eso no quiero que te vayas de mi lado.- me esperó antes de entrar más al bullicio. –¿MinKey?- preguntó dándome su mano para no perdernos o ser atropellados por la multitud de gente.

-MinKey.- sonreí mientras tomaba su mano y sentía que la presionaba.

Notas finales:

;n; 

Soy Pro MinKey, no MinKey shipper. Me encanta la pareja que pueden llegar a ser ellos dos :D

Espero que les haya gustado, espero que te haya gustado MIN n.n 

5kn_akatsuki


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).