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Témpano de Hielo por Matildespitzenberger

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Notas del fanfic:

Hola, espero lesguste este smut, en verdad lo hice con mucho amor  ~ 

Notas del capitulo:

Hola, espero lesguste este smut, en verdad lo hice con mucho amor  ~ 

 

 

 

 

Minseok notó que las copas se le habían subido a la cabeza, cuando sintió que era intensamente acorralado en la pared. Como en cosas de un parpadeo, se percató que ya no estaba en el club con Jongdae, sino en un departamento sencillo y algo desordenado.

 

 

 

-Vengo en un momento, ¿está bien?- esa voz nuevamente le habló haciéndole degustar por enésima vez el placentero cosquilleo que inundaba su espina dorsal que desconectaba toda su razón, debía reconocer, que ese rostro perfecto y juguetón le había cegado por completo. O puede que sea a causa del alcohol.

 

 

 

-Está bien- le respondió sin quitar la vista de él y sintiéndose afortunado se quedó solo en aquel vacío lugar.

 

 

 

Esta noche había salido con Jongdae, porque sus dudas lo atormentaban, su amigo pensó que experimentando de primera mano, podría hacer que asumiera mejor su sexualidad y hasta el momento… el plan estaba funcionando.

 

 

 

Y lo que Minseok se cuestionaba, era que quién no caería ante las garras de… ¿cómo dijo que se llamaba?, bueno era algo parecido a Lu wei, si algo así. Se replanteaba, que podría apostar su talento en los planos, que nadie podría negarse a esa figura elegante y esa voz melosa.

 

 

 

 -Hey…- avisó Lu Wei su llegada, al parecer había salido de su habitación y se reencontró con él en el cómodo y viejo sofá negro.

 

 

 

-¿Adónde fuiste?- Minseok nunca fue curioso pero el magnetismo que ejercía ese hombre en él, lo hacía parecer algo dependiente y eso al muchacho le encantó.

 

 

 

-A mi habitación- confirmó acomodándose en el respaldo de aquel, sofá teniendo una mejor visión del más bajo- ¿Te gustaría conocerla?- insinuó, rozando sus labios en el oído de Minseok provocándole cosquillas y un hormigueo en la parte baja de su cuerpo.

 

 

 

Minseok rió, no escandalizado, si no tímido por lo que claramente haría. Si Jongdae lo viera, le daría un par de empujones para arrástralo  a la habitación con apuro.

 

 

 

-Sí, me gustaría- sentenció al mismo tiempo que era jalado por el joven no sin antes enredarlo en su cuerpo nuevamente, con otro beso apasionado.

 

 

 

La entrada no fue normal, no podía considerársele de esa forma, si ambos cuerpos daban tumbos por las paredes y los escasos muebles que habían por el lugar. Al llegar al borde de la cama, el extraño se detuvo y se dedicó a observarle, sin interrumpir el tierno roce entre sus pequeñas narices.

 

 

 

Minseok se sentía admirado y eso le cohibió, juraría que nadie le habría mirado así de largo e intenso.

 

 

 

-¿Qué…?- preguntó confundido- ¿Tengo algo en mi rostro?-

 

 

 

-Bueno… si- declaró avergonzado- Eres hermoso-

 

 

 

En ese instante Minseok creyó dejar de respirar por varios minutos, pensó otra vez que nadie le había dicho; no directamente, tales palabras y bastó para desconfiar un poco en el joven. Él solo buscaba divertirse por esa noche, no esperaba que con todo el alcohol encima, las cosas llegaran a ese punto tan profundo.

 

 

 

-Para llegar al final, no necesitas decir esas cosas- podría jurar que la borrachera se le estaba pasando y su rasgo borde comenzaba a dominarle. Ya no sonreía, si no que podría jurar que tenía esa misma expresión seria del joven.

 

 

 

-¿Llegar al final?- repitió- Yo quiero solo infinitos contigo-

 

 

 

Se estaba hartando, una cosa era el cinismo de la situación y otra muy distinta era hablar sobre el futuro, porque él realmente odiaba esa conjunción. Nada de lo que planeas o esperas ocurre, así de simple. Así se lo ha enseñado la vida.

 

 

 

-No, he venido aquí a que me tomes el pelo- acabó alejándose de él sintiéndose insultado, pero no caminó tanto porque el muchacho nuevamente lo había acorralado en sus engañadores brazos delgadamente fuertes.

 

 

 

-Pues tú me has tomado el pelo todo el curso- comentó obligando con su voz a que le observara- Llevo todo el semestre, tratando de acercarme a ti, pero siempre estas pegado a ese chico llamado Jongdae y ahora que tengo la oportunidad de tener frente a mí. No vendrás a decirme que es cierto y qué no-

 

 

 

Sus palabras le confundieron, ¿estuvo esperando todo el curso? ¿De qué diantres hablaba?

 

 

 

-Ves, ni siquiera te diste cuenta que compartimos las mismas clases….- comentó decepcionado y triste pero aún así no detuvo sus caricias. Con una mano en su pequeña cintura, le sujetaba fuertemente, mientras que con la otra rozaba suavemente su cuello creando una sensación tan erótica, que era acompañado por sus suaves besos alrededor de su boca.

 

 

 

-Te conozco desde a fines de Agosto, te vi una vez paseando con otro chico y también vi cómo te rompían el corazón- relató en su oído provocando que de la memoria de Minseok, salieran a relucir los más tristes recuerdos que el pudo albergar de su primera y fracasada relación amorosa, la culpable de que dudara tanto de él mismo- Quise acercarme a ti para consolarte pero decidiste llamar a Jongdae… cuando me percaté que nos toparíamos en varias clases, me propuse a mi mismo hacerme cercano a ti… pero te cerraste y te enfriaste como un témpano de hielo- continuó ahora repartiendo pequeños besos entre su angosto y corto cuello, al mismo tiempo que jalaba del cuello de su polera y dejaba a su vista su perfecta y blanca piel- Y ahora que tengo esta oportunidad… no te me escapas tan fácilmente- finalizó para devorar con más ímpetu su hombro logrando que Minseok gimiera entre la sorpresa y la excitación.

 

 

 

Bastaron pocos segundos para que su cuerpo se desplomara en el colchón de aquél que decía ser un compañero más. Ahogado por sus caricias, se obligó a sí mismo a recordar su rostro perfecto. ¿Cómo era posible no reconocerlo?.

 

 

 

Pero el muchacho hacía muy difícil su tarea. No se lo explicaba pero en cosas de segundos su polera ya no estaba y en cambio su torso era degustado por la boca cálida del muchacho, le recorría sin pudor, como si fuera su dueño. Lu Wei tomó de sorpresa uno de sus botones y lo rodeó con su lengua con necesidad, logrando que él se retorciera bajo su cuerpo.

 

 

 

-Lu wei…- susurró excitado.

 

 

 

-Es Lu Han-  Se detuvo bruscamente y recalcó enfurecido, mirándole de tal forma que pareciera ser que le había ofendido.

 

-Lo-Lo siento… yo- Trató de disculparse pero de nada bastó.

 

 

 

-Al parecer, tendré que hacerme notar- comentó juguetón, pareciéndole a Minseok que su mirada brillaba con lujuria y por un instante su cuerpo tembló, y algo parecido al deseo se albergó en él.

 

 

 

Estaba impaciente por su próximo movimiento.

 

 

 

Lu han tomó nuevamente la delantera y con otro movimiento maestro desabrochó sus pantalones y se rozó su miembro, al principio con delicadeza, aunque luego de un rato a Minseok le parecía más una tortura.

 

 

 

-Tendrás que gemir mi nombre si quieres que vaya más lejos- le comentó traviesamente en su oído y Minseok mordió su labio, porque el manoseo suave lo iba a volver loco- Vamos, dilo…- le incentivó, acaparando su visión nuevamente.

 

 

 

Y esta vez procuraría, no olvidar su nombre.

 

 

 

-Lu Han…- la primera vez sonó como un suspiró y notó que el otro se tensó- Lu Han…- la segunda vez fue con decisión pero con tonos más altos debido que el muchacho había abrazado su miembro con su fría mano- Vamos, Lu Han…- ahora parecía que le pedía un nuevo ritmo mientras sus propias caderas le indicaban cual era. Realmente se estaba volviendo loco.

 

 

 

-¿Vamos, qué… Minseok?- le provocó alargando su nombre mientras apegaba su frente a la suya y se mezclaban sus sudores.

 

 

 

-Más, rápido- atinó a decir lo que su cuerpo le pedía y Lu Han no le hizo esperar, el vaivén de su mano subía y bajaba a lo que Minseok necesitaba, apaciguando su propia llama en devorar los finos labios de su sometido amante sin compasión alguna.

 

 

 

Minseok, al acabar  sintió una vibración que lo confundió, por unos segundos no sabía dónde estaba, ni quién era, pero los insistentes labios que prácticamente se lo comían lo hicieron volver a la realidad.  Y al despabilar, se aferró de esa espalda como si salvar el momento dependiera de ello. Cómo si lo devolviera a la vida.

 

 

 

El beso se prolongó, y entre más se besaban, más dulce se volvía. Minseok seguía rodeando los hombros de Luhan y este aprovechaba cualquier oportunidad para acariciar su rostro. Al final cuando ya no podían respirar, se miraron y sonrieron juguetonamente.

 

 

 

-¿Ya recordaste mi rostro?- preguntó sabiendo su respuesta.

 

 

 

-No…- dijo rompiendo en risas, siendo acompañado por el aludido- Lo cual es una lástima… es imposible olvidarse de un rostro como el tuyo…-

 

 

 

-¿Tan guapo soy?- bromeó ganándose un par de pellizcos en sus costillas. Pero Minseok no se lo pudo negar.

 

 

 

-Tengo una idea, para no olvidarme de tu rostro nunca más- comentó ahora él tomando las riendas de la situación. A diferencia de Lu Han no era rápido pero si insistente y luego de un par de maniobras y golpes infantiles, logró su cometido.

 

 

 

-Si continuamos así, no me olvidaré de ti- sugirió sentado en sus caderas observando en primer plano, toda la parte superior de Lu Han y claro, sintiendo muy bien la parte inferior. Si bien el muchacho estaba erecto, faltaba un poco para el final y Minseok no le hizo esperar.

 

 

 

Sabía que el otro estaba atónito y dentro de su estado se dejó hacer pero luego de un par de meneos, pudo oír su agitada respiración, acompañada por sus manos marcadas que se abrieron paso en sus caderas intensificando el roce.

 

 

 

Minseok nunca había hecho nada de esto antes, su decadente actividad sexual se reducía solo a una vergonzosa primera vez  y a un par de trabajos manuales, acompañados de una calculada película pornográfica. Pero lo estaba intentando… se estaba derritiendo junto a ese cuerpo.

 

 

 

Lu Han, en su minuto reflexivo volvió a tomar el control y le  indicó  con impaciencia que se deshiciera de sus pantalones, mientras él hacía lo mismo con los suyos y su polera, al verle por completo, Minseok se sintió aún más embelesado.

 

 

 

Si su piel era blanca, la de Lu Han era el doble, si creía que su textura era suave, la de él parecía que se podría romper con el tacto y lo quiso comprobar… cómo experimento se aproximó al espacio de piel sobre el corazón del muchacho y succionó con fiereza terminando con un mordisco que hizo que el más alto gimiera del dolor, la mancha roja comenzaba aparecer y sabía que mañana sería una gran marca. Su marca.

 

 

 

A modo de venganza Luhan lo aproximó a él y agarró su trasero con picardía, Minseok trató de detenerlo pero Lu Han tenía ganada esa batalla y con otro de sus movimientos magistrales, un par de dedos se aproximaban en su entrada.

 

 

 

Al principio trató de ocultar sus gemidos, creía que un par de dedos no tenían porqué alterarlo tanto pero luego Lu Han jugó aún más sucio, ya no solo tocaba sino que introdujo uno sin previo aviso, logrando que alzara su parte inferior, dejando que este tuviera más acceso.

 

 

 

-No te resistas…- le susurró antes de besarle e ingresar otro dedo provocando que Minseok cortara el beso y se incorporara, esta  vez aceptando su intromisión. Ahora se movía lentamente de arriba  abajo mientras trataba de sostenerse de los muslos Lu Han.

 

 

 

Cuando este notó que era el momento, preparó su propio miembro y esperó que Minseok estuviera listo. Este estaba nervioso, era la primera vez que lo haría solo y si volví a su estado “normal” razonaría que solo fueron las emociones del momento las que lo llevaron a tal extremo. Pero había que confesar que no era producto del alcohol… Lu Han tenía algo que ver  en todo esto.

 

 

 

Intentó bajar y tomar el miembro del más alto y no lo hubiera encontrado de no ser por él, quién atinó a entrelazar sus dedos y sostenerle mientras bajaba lenta y tortuosamente. Las primeras sensaciones en su interior, eran de desconocimiento y dolor, cuando pudo bajar del todo se permitió sentir lleno y confortado porque Lu Han no hizo ningún movimiento abrupto, por mucho que el apretón de sus manos dijera lo contrario, a pesar de ser la primer vez, el joven pareciera ser que le respetaba bastante.

 

 

 

Y no fue hasta que sus miradas se encontraron, que él se dio el coraje de montarlo, de brincar sobre él… de degustarlo. En un inicio con un compás tan inconsecuente que creía que Lu Han se quebraría de la ansiedad pero luego de encontrar su propio placer y comprobarlo en los ojos del otro, pudo por fin cabalgarlo como hace pocos minutos se lo había imaginado.

 

 

 

De arriba abajo, de un lado al otro, en círculos, que Lu Han lo penetrase, que él no paraba de gemir y que el cuerpo que estaba debajo de él, ayudase en acabar, tomando nuevamente sus caderas con tal certeza e impaciencia, que los gemidos pasaron a hacer gritos desgarradores y territoriales, que a la mañana siguiente Minseok de seguro se querría esconder.

 

 

 

Pero en esos instantes el resto no interesaba, solo el bien común, solo el placer interesaba. Ambos trabajaban en eso y Lu Han no podía sentirse más orgulloso de ver al joven montarlo de tal manera, que su rostro se desfiguraba por completo… era mucho más de lo que había imaginado.

 

 

 

Por otro lado, la idea de Minseok era, que él pudiese recordar su rostro al otro día pero a ese punto, estaba claro que recordaría, cómo el otro lo cogía y lo tomaba entre sus brazos mientras frases entrecortadas en coreano y mandarín salían de su boca. Ahora le recordaba. Era el estudiante de intercambio, el de Beijing, el que encontró guapo pero por culpa de Heechul, no pudo ver a nadie más. Cuanto se arrepentía.

 

 

 

-Minseok, ohg…- se desvaneció entre las embestidas, sentía que él quería llegar a un lugar más profundo y no dudó en afirmarlo.

 

 

 

Una vez arriba, es más fácil estar abajo,  recordó que Jongdae una ver le había dicho y lo comprobaba ahora mismo. Lu Han, con una fuerza que Minseok desconocía lo había aventado de espalda al colchón una vez más, con una brusquedad tan sensual, que del golpe había encontrado el ritmo y el punto exacto nuevamente, logrando que le sintiera más a fondo. Más certero.

 

 

 

-Lu Han… Yo…- susurró al borde del colapso, si antes había olvidado su existencia, sentía que con las nuevas sensaciones, se olvidaría de todo el mundo. Y por las gotas que viajaban por el rostro perfecto de su amante sabía que no sería el único. Aunque si ambos se perdían en la infinidad, ambos lograrían regresar. Eso era seguro. Por eso Minseok, no tuvo miedo, de aferrarse una vez más y con el doble de fuerzas, de la espalda del que seguramente sería su futuro, uno del que no tendría miedo.

 

 

 

Bastaron unas embestidas más y junto a ese punto sensible que era tocado desde hace un rato alcanzó, algo más que las estrellas y el firmamento, era una coalición de estado de la materia, entre cálido y frío. Seguido unos momentos después por Lu Han, quién gritaba entre sus labios tratando de besarlo pero fracasando en el acto, porque ambos cuerpos comprimidos, solo se permitían sentir… era ese momento, en que las almas se unían y los destinos se mezclaban, ambos en sus inconscientes lo sabían y al momento de desfallecer, cerraron un pacto sin previo aviso son miradas cómplices y un beso de propiedad. Fue todo.

 

 

 

Ambos perdieron el conocimiento o algo parecido.

 

 

 

________

 

 

 

A la mañana siguiente, dos cuerpos pegados, tanto así que no se distinguía de quién pertenecía, comenzaron a despertar, en vez de despegarse y sentirse incómodos uno con el otro, ambos se recorrían con  costumbre  y satisfacción. Minseok se sentía cálido y acompañado, y por lo que veía de Lu Han, este se sentía feliz y agradecido.

 

 

 

-Buenos días- le saludó acurrucándole con el cobertor.

 

 

 

-Buenas, acosador- le respondió recordando la  pseudo-plática, logrando que Luhan cayera en el espacio de su cuello riendo de la vergüenza.

 

 

 

-¿Debería invitarte un café matutino?- preguntó aún estancado en su cuello.

 

 

 

-Con una sesión de besos me conformaría- sentenció completo, sabiendo que no sería una sesión, si no una cátedra entera de besos y caricias.

 

 

 

Y no le molestaba en lo absoluto. Ya no era un témpano después de todo.

 

 

 

Y ya no le molestaba el futuro.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Dejen sus hermosos/constructivos comentarios :)


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