LECCIÓN 4 –Competencias: (Primera parte) Aléjate del diablo o tu vida será un infierno.
Shim Changmin era un chico exactamente 15 días menor que Cho Kyuhyun, era el hijo adoptivo de la hermana del padre de Kyuhyun, quien lo había adoptado cuando era un recién nacido porque su madre biológica, la empleada del servicio, no podía encargarse de él con los apenas 16 años que llevaba encima cuando quedó embarazada. Pero más que primos, siempre se llevaron tan bien como los hermanos, y así mismo se comportaban. En el pasado Changmin había vivido en el extranjero, donde sus amigos lo habían llamado Max, por eso Kyuhyun también lo llamaba así. Además de esto, Changmin siempre ayudaba a Kyuhyun e intentaba complacerlo al máximo, ellos eran esa clase de amigos. Max no estudiaba precisamente en el internado, pero se iba a quedar allá cada vez que se le antojaba, todo por pasar tiempo con su adorado primo. Pero Changmin y Kyuhyun eran una clase extraña de parientes o mejor “no-parientes”, pues en el pasado, habían llegado a hacer tríos sexuales y orgías con chicas, y una ocasión de copas habían llegado al sexo solo ellos dos, sin embargo, les gustaba el juego de lo prohibido y todos sus pecados quedaban a salvo con el otro.
Y al día siguiente después del trato que habían hecho con Lee Sungmin y sus amigos, todos se citaron en el salón privado de EXO. El primero en llegar fue Kyuhyun, y minutos después, en cuanto Changmin ingresó al salón, no dudó en correr hasta Kyuhyun y sentarse en sus piernas, abrazándolo cariñosamente.
–¡Kyu!
–Max. –Kyuhyun le sonrió divertido. – ¿Listo para ganarle a esos cuatro idiotas?
–Sabes que siempre estoy listo para todo, Kyu.
–Hmm… –Escondió su nariz en el cuello del menor. –Espero que una de las competencias resulte ser natación, así podré verte nadando… –Le acarició con cierta lascivia la espalda, causando que el moreno se estremeciera. –Te ves tan sexy…
–¿Crees que soy sexy?
Kyuhyun enarcó una ceja ante la pregunta del moreno.
–¡Por Dios! –Volvió a sonreír de a poco. –Pero si eres todo un adonis.
Changmin rió divertido ante las palabras del castaño claro y lo abrazó un poco más, le encantaba estar así con él.
Entretanto, Sungmin y sus tres amigos se dirigían a dicho salón.
–Estoy muy nervioso. –Reconoció Ryeowook, jugando con sus pulgares. –En serio, Sungmin, ¿Cómo pudiste retar a Cho Kyuhyun de esa manera?
Sungmin lucía sereno.
–Alguien tiene que enseñarle que no puede hacer lo que se le da la gana.
–Pues espero que sepas lo que haces. –Advirtió Donghae. –Porque es bien sabido que Cho Kyuhyun siempre gana, gana en todo…
La expresión de Sungmin cambió drásticamente en ese momento, deteniéndose para escrutar al castaño.
–¿Gana en todo? –Repitió. – ¿Cómo es eso?
–Es muy bueno en todo lo que hace, en los deportes, en las artes, en las clases… hace lo que se le da la gana, pero el tipo definitivamente es algo.
Sungmin hizo un puchero para después poner una expresión temeraria, no se dejaría intimidar por ese demonio.
–Sólo relájense, todo estará bien. –Declaró el rubio, continuando con su camino. –Sólo den lo mejor de ustedes.
–Realmente espero que todo salga bien. –Intervino Junsu tímidamente.
En esos mismos momentos, los otros cuatro integrantes de EXO se dirigían también a su salón, solo que ellos caminaban por otros pasillos.
–Vaya que tiene agallas ese chico Lee Sungmin. –Comentó TOP mientras caminaban. – ¿Enfrentar de esa manera a Kyuhyun? Wow… eso es coraje…
–Veamos cuánto le dura el coraje. –Refutó Yesung con una pequeña sonrisa maliciosa. –Ahora que Max está aquí, definitivamente no le dejarán el camino libre. –Se encogió de hombros. –Yo digo que no durará más de un mes aquí…
–No le tienes mucha confianza. –Dijo Eunhyuk con un tono burlón.
–Ustedes mismos lo han visto, y saben mejor que nadie con quién intenta enfrentarse...
–Pobre chico. –GD hizo un puchero. –Solo puedo sentir lástima por él.
–Es un bocón que le gusta hablar de más. –Respondió Yesung sin quitar la mirada del camino. –Alguien tiene que dejarle en claro cuál es su lugar.
–Hablas como si lo odiaras. –Acusó TOP con una sonrisita traviesa.
Yesung se encogió de hombros y no contestó.
Por una extraña coincidencia, los chicos de EXO y los amigos de Sungmin se encontraron de frente justo ante la puerta del salón de los primeros.
–Nos encontramos de nuevo. –Eunhyuk sonrió, y le guiñó el ojo a Donghae, haciéndolo sonrojar irremediablemente.
–Espero que se hayan preparado para perder. –Intervino Sungmin con una frívola mirada.
–Ouch. –Eunhyuk hizo un gesto de inconformidad. –Ese no era el saludo que esperaba.
–Ya veremos quiénes le ganan a quiénes. –Refutó Yesung para después abrir la puerta del salón.
Las miradas de los ocho se posaron de inmediato en Kyuhyun y Changmin, quienes permanecían abrazados y se reían de quién sabía qué cosas, hablando muy cerca del rostro del otro, demasiado cerca para el gusto de Sungmin.
–¿Interrumpimos algo? –Indagó TOP.
–Ah… estábamos a punto de tener sexo salvaje pero ya qué. –Contestó Kyuhyun con su típico descaro, sonriendo de medio lado al ver las muecas que Sungmin hacía. Max se levantó de sus piernas y ambos caminaron hacia el centro del salón mientras los otros chicos hacían lo mismo y todos quedaban frente a frente. –Tengo muchas ganas de hacer una orgía en el gimnasio, así que no perdamos tiempo.
Sungmin le dedicó una mirada de desprecio y se cruzó de brazos sin poder ocultar su desdén.
–Ninfómano… –Musitó, sin importarle si el castaño le escuchaba o no.
Justo como habían acordado antes, Jiyong sacó una pequeña caja donde había escrito diferentes deportes en las cuales se enfrentarían, habían unos que habían jugado y otros que no, para que las cosas estuvieran bien medidas, Junsu se había encargado de verificar que todo se diese en orden y perfecto equilibrio. El chico se acercó a Kyuhyun y Sungmin, quienes ahora se miraban fijamente sin pronunciar palabra, la tensión crecía entre ambos, tanto que los demás casi podían ver los rayos y las centellas brotar de sus miradas.
–Para ser justos, elegiremos las competencias al azar. El ganador será el grupo que gane dos de tres juegos. –Explicaba GD. – ¿Están todos bien con eso? –Todos los allí presentes dieron un “sí” por respuesta. –Supongo que el primero en elegir serás tú. –Le dijo a Kyuhyun, quien asintió con la cabeza y sacó uno de los tantos papeles en el interior de la caja. Sin mirarlo, se lo entregó a Jiyong, quien lo leyó en voz alta. –La primera competencia es… Tenis.
–Yo iré por EXO. –Declaró Eunhyuk, dando un paso al frente.
–¿A quién enviarás tú? –Le preguntó Kyuhyun a Sungmin, quien al principio vaciló.
El rubio miró a sus amigos, y al final contestó:
–Donghae es muy bueno en el tenis. –Declaró, regresándole la mirada al aludido.
Aceptando la decisión, Donghae asintió lentamente con la cabeza.
–Bien, entonces los primeros en enfrentarse serán Donghae y Eunhyuk. –Espetó Kyuhyun con seriedad.
Eunhyuk sonrió traviesamente, viendo cómo Donghae apartaba con timidez su mirada, sin poder evitar una vez más el sonrojarse ante él. Y apenas unos minutos después, ambos se encontraban en una de las canchas de YiRuMa, separados únicamente por la maya que diferenciaba a cada jugador. Cada uno tenía la ropa indicada y el rubio jugaba divertido con la pelota, lanzándola de arriba abajo con una mano.
–Quizás es el destino… –Declaró de la nada.
–¿Huh? –Donghae lo miró con confusión.
–Tú y yo… siempre terminamos encontrándonos.
–Ah… –Pasó tímidamente una mano por su cuello. – ¿Es así?
Eunhyuk asintió lentamente con la cabeza.
–Espero que gane el mejor hoy, aunque no te vendría mal ganarme. –Le guiñó el ojo. –Es una lástima que no hayas apostado tú también.
–¿A qué te refieres?
–Si al igual que Lee Sungmin, hubieses apostado que el perdedor bailaría desnudo, tendría muchos más ánimos para ganarte justo ahora.
Y ahí iba de nuevo, Lee Donghae odiaba profundamente que Lee Eunhyuk consiguiera ponerlo en situaciones difícil con semejante facilidad. Kwon Jiyong se paró al costado de la maya.
–Un juego, cuatro puntos. Quien gane cuatro juegos, gana el partido. –Explicó mientras los dos jugadores se alejaban lo suficiente e hizo sonar un silbato. – ¡Que comience el juego! –Exclamó.
Donghae no podía negar que definitivamente Eunhyuk y su pandilla de chicos malos lo intimidaban, pero mientras jugaba, recordó las palabras que Sungmin le había dicho justo antes de que iniciara el juego.
–Escúchame, Hae. –Lo miró atentamente. –Esta es nuestra oportunidad para patearles el trasero, ¿me entiendes?
Donghae había asentido lentamente con la cabeza.
–Haré mi mayor esfuerzo, Min, no lo dudes. –Declaró, tratando de convencerse secretamente de sus propias palabras.
Ahora se encontraba en un partido contra Eunhyuk, sintiendo cientos de miradas sobre él. Y es que ahora no solo los observaban los implicados directamente en todo esto, sino que también los estudiantes curiosos del internado, quienes se emocionaban ante la idea de que el chico nuevo, Lee Sungmin hubiese decidido retar a Cho Kyuhyun. Sí, era un internado de chicos pero los chismes también corrían rápidamente allí.
Entretanto, entre los espectadores, Kyuhyun lucía muy relajado aunque estaba expectante y un tanto nervioso mientras que Sungmin estaba a punto de comerse las uñas ante tanta presión.
El rubio se defendía bastante bien en la cancha, no por nada su familia era dueña de tantas fundaciones y equipos deportivos. Sin embargo, Sungmin no mentía cuando dijo que Donghae era muy bueno en el tenis, y ganó tres de los cuatro partidos, convirtiéndose en el ganador absoluto.
Sungmin, Junsu y Ryeowook explotaron en euforia mientras que Kyuhyun y los suyos conservaban una expresión indescifrable.
–Strike 1, Cho Kyuhyun. –Le dijo Sungmin a Kyuhyun, mirándole con una sonrisa de victoria antes de salir corriendo en encuentro de su amigo y abrazarlo emocionado. – ¡Sabía que lo lograrías, Hae!
Sus amigos felicitaban a Donghae, y fue en esas que Eunhyuk se le acercó y con una sonrisa sincera le dijo:
–Buen trabajo, este es un triunfo bien ganado. –Y con esto se fue.
Nuevamente se reunieron todos en el salón de EXO y Jiyong volvió a sacar la pequeña cajita que había preparado.
–Te toca. –Le dijo a Sungmin, extendiéndole la caja.
El rubio no vaciló, y revolvió bien los papelitos antes de tomar uno de ellos.
–Natación. –Leyó en voz alta, mostrándole el papel a todos los demás para corroborar que lo que decía era cierto.
–Wow… –Cómplices, los chicos de EXO rieron divertidos al escucharle y Kyuhyun sonrió con malicia antes de que Changmin pudiera continuar. –No puede haber mejor situación… –Se paró derecho, abrazando a Kyuhyun por los hombros. –Iré por EXO.
–Tú ni siquiera eres miembro de EXO. –Recordó Sungmin, cruzándose de brazos y mirándole con desdén.
–Te equivocas, Lee Sungmin. –Intervino Kyuhyun. –Max siempre ha sido y será integrante de EXO, simple y sencillamente porque así lo declaré desde hace mucho, así que será mejor que le bajes al tonito con él.
Sungmin volvió a hacer gestos de inconformidad.
–Cierto –el moreno sonrió, mirando divertido a Sungmin –tú aun no sabes que mi nombre es Changmin, pero me llaman Max. –Su amable expresión aun lo acompañaba, así era el moreno.
–Me da igual cómo te llames, dentro de poco te llamarán ‘perdedor’.
El moreno hizo un gesto con los labios.
–Te tienes mucha confianza, Lee Sungmin.
Y antes de que el rubio pudiera rezongarle algo o Kyuhyun pudiera recordarle que no debía hablarle a Max como se le daba la gana, Yesung intervino:
–Basta de palabras. –Dijo con seriedad, mirando a Sungmin y sus amigos. – ¿Quién irá por ustedes?
Los chicos se quedaron en silencio hasta que Junsu se decidió.
–Iré yo. –Declaró, dando un paso al frente.
–Está decidido. –Dijo Kyuhyun, abrazando nuevamente al moreno junto a él. –Sé que lo harás bien, Max, nunca me has decepcionado.
–Haré lo que pueda. –Contestó Changmin antes de darle un beso en la mejilla. –Todo por ti…
Un extraño sentimiento invadió a Sungmin, una mezcla de rabia y envidia, ¿sería posible que fueran celos…? Quería negarse que fueran celos pero no dejaba de sentirse así y eso lo hacía enfadar, por lo que apartó la mirada para no seguir viéndolos.
Fue así como todos se reunieron en una de las piscinas de YiRuMa, e igual que antes, ellos tenían sus trajes listos, solo que estos trajes eran de baño. Changmin se acercó a Kyuhyun, quien sonrió con cierta lascivia al ver sus bien formados pectorales, sus brazos fuertes y sus piernas contorneadas.
–Te lo dije… –Le dijo en voz baja cerca a su oído, abrazándolo esta vez por la cintura. –Eres todo un adonis… –Volvió a contemplarlo de la cabeza a los pies. –Y te ves tan sexy…
Max solo rió divertido y algo sonrojado, mientras que Sungmin hacía una nueva mueca, enojado, enojadísimo. Minutos después, todos se prepararon para iniciar.
–Como bien saben, esta piscina tiene 35 metros. –Explicó Eunhyuk. –Quien alcance los 70 metros primero, o sea, vaya y regrese en cinco minutos, gana.
Uno, dos, tres… GD tomó una pistola artificial y apuntó hacia arriba mientras que Junsu y Max se subían a las plataformas indicadas, moviendo los brazos para ejercitarlos un poco y prepararse mejor.
–Preparados… –Los dos chicos se encorvaron 95 grados, colocando las manos sobre sus rodillas –Listos… ¡Ya!
Después de aquellas palabras, GD disparó y los dos chicos se lanzaron al agua y comenzaron a nadar. Una vez más los nervios bordeaban a todos, la competencia estaba reñida aunque a veces Junsu tomaba la ventaja pero después Max la recuperaba, por lo que no se sabía lo que podía pasar.
Los chicos de EXO se encontraban en una esquina de la piscina y Sungmin, Ryeowook y Donghae estaban cerca a la otra esquina.
–Max va a ganar, ¿verdad? –Le dijo Jiyong a TOP, y se notaba ansioso.
–Todos sabemos que nadie le gana a Changmin –le contestó con tranquilidad, abrazándolo por los hombros –así que no te preocupes demasiado, GD.
Y tal y como el chico de cabello azul había predicho, Ni el mayor esfuerzo de Junsu sirvió para ganarle a Changmin, quien llegó a los cuatro minutos y diez segundos, ciertamente nadaba como dicen… como pez en el agua.
–¡Sí! –Kyuhyun estaba emocionado. –Ahí lo tienes… Strike 2, Lee Sungmin. –Le dijo con una sonrisa burlona, usando sus propias palabras para mofarse de él.
Changmin salió del agua y Kyuhyun no dudó en abalanzarse sobre él para abrazarlo y besarlo por todas partes. Sungmin no soportó ver más la escena y simplemente se retiró a su habitación, sabía que de todos modos ya era tarde y continuarían con la siguiente competencia hasta el día siguiente, por lo que ya no tenía más motivos para seguir allí. Y en cuanto llegó a su habitación se sentó en su cama y se revolvió los cabellos, ¡estaba tan cabreado! Y lo que más lo enfadaba era que ni siquiera estaba seguro de por qué se sentía así. Al rato llegó Donghae, quien ingresó lenta y algo silenciosamente.
–¿Estás bien, hyung? –Preguntó el castaño. –Te fuiste de la nada…
–Estoy bien. –Contestó Sungmin. –Es solo que ese tal Max es un pesado, me desagrada sobremanera…
–Yo, en cambio, pienso que no es un mal tipo. –Sungmin resopló, ¿ahora incluso Donghae lo defendía? Así, simplemente se dejó caer de espaldas en la cama. –Como sea… –Retomó el tema por el que había llegado, notando enseguida que sus palabras habían incomodado al mayor. –Los chicos y yo iremos a cenar, ¿quieres venir?
–Nah… –Musitó, desganado. –No cenaré hoy, vayan ustedes.
–¿Estás seguro…?
–See… –Arrastró la palabra –sólo vaya, estaré bien.
–Como quieras.
Donghae regresó tan silenciosamente como había ingresado, dejando a Sungmin a solas, dándole tiempo para reflexionar aunque estaba demasiado confundido como para saber si sus pensamientos tenían sentido.
Entretanto, Max se encontraba en la habitación de Kyuhyun, quien miraba por la ventana mientras que él estaba acostado en la cama del mayor.
–¿Crees que está bien? –Dijo el moreno de la nada.
–¿Huh? –Kyuhyun le regresó la mirada.
–Ese chico Sungmin… parecía molesto. –Comentó con tranquilidad.
–Ah… hablas de ese bastardo… –Se encogió de hombros. –No lo sé, no me importa…
–Creo que estaba algo… celoso… ¿sabes?
Kyuhyun rió divertida y malvadamente.
–¿Tú crees? –Changmin asintió lentamente con la cabeza mientras que él se acercaba a la cama. – ¿Por qué habría de estar celoso? –Se sentó junto al moreno.
–Supongo que piensa que hay algo entre nosotros.
–Oh… –Kyuhyun volvió a reír. – ¿Y por qué algo así le causaría celos?
–No sé. –Hizo un mohín que al mayor le pareció gracioso. –A veces se me hace que le gustas…
El castaño negó con la cabeza.
–No creo que le guste.
–¿Cómo estás tan seguro?
–Solo… lo sé. Aunque… –Se acercó sigilosamente al menor y lo miró con lascivia nuevamente. –Si él piensa que hay algo entre nosotros… ¿Por qué no hacemos que sea real?
–¿De qué hablas, Kyu? –Indagó, confundido.
–Solo ven aquí…
Y sin más, Kyuhyun besó los labios del moreno.
Si en ese momento le hubiesen advertido a Sungmin que seguir cerca de Kyuhyun sería su perdición, su vida nunca se hubiese convertido en un infierno…
“Todos queremos lo que no se puede obtener, somos fanáticos de lo prohibido…”