LECCIÓN 5 – Competencias: (Segunda parte) El diablo siempre gana.
Kyuhyun se acercó sigilosamente al menor y lo miró con lascivia nuevamente.
–Si él piensa que hay algo entre nosotros… ¿Por qué no hacemos que sea real?
–¿De qué hablas, Kyu? –Indagó, confundido.
–Solo ven aquí…
Y sin más, Kyuhyun besó los labios del moreno.
Changmin se sintió irremediablemente extraño, siempre se sentía raro cuando Kyuhyun era quien apropiaba esa clase de contacto entre ambos, y era entonces cuando su cabeza empezaba a dar vueltas, porque era atrapado por el mismísimo diablo, quien lo condenaba a ser su esclavo…
Al día siguiente se volvieron a reunir los diez chicos, esta vez todo se definiría con aquella última competencia, y quien la ganara se quedaría con el gimnasio y podría ver a su enemigo desnudo, aunque ciertamente toda esta locura había sido en realidad por el honor, y claro, porque Kyuhyun quería molestar a Sungmin. Esta vez, Sungmin decidió que ya no dejaría que le afectara de manera alguna la cercanía de Kyuhyun y ese chico que permanecía ligado a él, después de todo, nada de lo que sucediera con ese diablo tendría que interesarle a él.
Por tercera vez, GD sacó la pequeña caja, esta vez Max se encargaría de elegir.
–Veamos… –El moreno sacó uno de los papeles. –La última competencia será… Carrera de equitación. –Con aquella serena expresión que lo caracterizaba, levantó la mirada y le habló a los allí presentes. – ¿Quién irá de cada lado?
–Yo iré por nosotros. –Declaró Ryeowook, quien lucía decidido.
Los integrantes de EXO intercambiaron miradas.
–Supongo que no será muy equitativo si yo voy por EXO, ¿verdad? –Dijo Yesung.
–No, definitivamente no lo sería. –Contestó Junsu. –No valdría la pena intentarlo, porque es obvio que nadie podría ganarle a un experto como tú.
El silencio reinó un par de minutos.
–Yo iré por EXO entonces. –Dijo TOP.
–No, espera. –Intervino Jiyong. –Yo quiero hacerlo.
–¿Estás seguro? No te preocupes, no lo hagas si no quieres, yo puedo hacerlo, GD.
–No, está bien, TOP. –Le sonrió. –Yo lo haré.
–Bien… si tú lo dices…
Así, llegaron al lugar en el que se practicaría dicha competencia, uno de los hipódromos de la familia de Yesung, el hipódromo Wu Seung, el más grande de todo el país.
–Wow… –Decía Junsu en susurros para sus amigos mientras caminaban por el lugar. –No puedo creer que estemos en este hipódromo… es increíble…
–Es bastante grande, ¿verdad? –Donghae sonreía satisfecho. –Es genial…
Apenas tras ellos, Ryeowook y Sungmin caminaban en silencio.
–No te dejes intimidar, Wookie. –Le dijo el mayor. –Sé que lo harás bien.
El pelirrojo asintió con la cabeza, estaba dispuesto a luchar al máximo y no dejarse vencer fácilmente por Kwon Jiyong.
Todos llegaron a los establos.
–Ambos pueden elegir al caballo que deseen. –Explicó Yesung. –Excepto a Centella. –Señaló a un caballo Pura Sangre negro. –Ese es solo mío.
–Elijo ese. –Espetó Ryeowook, señalando un caballo de color marrón.
–Adelante. –Le contestó el pelinegro, haciendo una señal para que uno de los encargados sacara dicho caballo y le entregara las riendas a Ryeowook.
–Y yo… –GD miraba detalladamente cada equino ante sus ojos, y al final eligió otro hermoso Pura Sangre, pero éste era blanco. –Ese… –Señaló.
–¿Estás seguro, Jiyong? –Yesung no parecía estar muy seguro de que esa fuera una buena decisión –ese caballo es algo difícil, no todo el mundo puede dominarlo.
–Creo que correré el riesgo. –Declaró el castaño mate.
–No seas necio, GD. –Se quejó TOP. –Ya te dijo que es peligroso.
–No me importa. –Ensombreció su expresión. –Tomaré ese y punto.
–Bien, entonces. –Yesung se resignó. –Adelante. Hizo una señal nuevamente y otro de los encargados le entregó las riendas de dicho caballo al castaño. –La clave está en saber tranquilizar al caballo, son dóciles hasta que se creen en peligro, así que no los asusten. Buena suerte para ambos y que gane el mejor.
Tras tomar las medidas de seguridad requeridas, ambos jinetes se pusieron en la línea de salida e iniciaron la carrera cuando Yesung disparó la misma pistola que GD había disparado en la carrera de natación.
Una vez más todos estaban nerviosos, ansiosos y expectantes a lo que sucedería, sin embargo, esta vez un horrible sentimiento embargó a Seunghyun, o TOP, como todos lo llamaban, quien definitivamente no tenía un buen presentimiento. Los dos chicos le dieron tres vueltas a la cubierta principal y salieron de allí, azotando sus caballos para que fueran cada vez más rápido. Como los otros chicos ya no podrían verlos, les habían entregado unos radio-teléfonos para que les mantuvieran informados de su ubicación y les avisaran si algo malo sucedía.
Fue en esas cuando GD llegó a un sendero en el que habían dos caminos, y no estaba seguro de cuál tomar. Predispuestos para dicha carrera, obviamente habían señalizaciones, pero él confundía lo que significaba cada una, y fue así como se halló perdido. Sin embargo, no quería quedar como un tonto frente a sus amigos, y tampoco quería decepcionar a Kyuhyun, por lo que decidió tomar uno de los dos caminos, decidiendo por sí mismo y sin estar muy seguro de si era el correcto. Pero cuando se halló rodeado de maleza y el caballo ya ni siquiera se animaba a avanzar, definitivamente se asustó, tenía que contarles lo que sucedía y pedir ayuda de ser necesario.
–Chicos… –Les habló por el radio-teléfono. –Creo que me perdí…
–¡¿Qué?! –Todos se preocuparon al escucharlo decir eso, pero TOP sentía que colapsaría en cualquier momento, la zozobra que lo invadía era mayor… si algo llegaba a sucederle… – ¿De qué hablas? ¿Estás bien?
–Aún estoy bien, cálmate un poco, amigo.
–¿Cómo es eso de que te perdiste? –Preguntó Kyuhyun.
–Bueno… Habían dos caminos… simplemente tomé uno de ellos.
–¿Dices que lo tomaste al azar? –Indagó Junsu.
–Exacto…
–¿Por qué hiciste algo así? –Yesung estaba confundido. –Todo estaba señalizado.
–Lo sé, pero olvidé lo que significa cada señal, lo siento.
–¡Dios! –Yesung resopló. – ¿Cómo es el sendero por el que ahora transitas?
–Bueno… –Miró a su alrededor. –Hay mucha maleza por doquier, nieve espesa, árboles sin hojas… es como un bosque pero sin árboles frondosos y más sombrío. ¿Quieres que sea más explicito?
–Por Dios… –Yesung parecía preocupado ahora, por lo que todos se tensaron. –Hey, será mejor que no te muevas de donde estás, enviaré gente que te busque, ¿está bien? Solo haz lo que te digo y por ninguna razón te muevas de ahí, ¿entendido?
–Oye… –La voz de GD denotaba evidente nerviosismo y terror. –Suenas muy alarmado, amigo… ¿sucede algo malo?
–Estás en el sendero peligroso. Si sigues avanzando será muy peligroso para ti. Por eso te lo repito: NO TE MUEVAS DE DONDE ESTÁS.
–¡¿Sendero peligroso?! –TOP se puso histérico. – ¡¿Qué demonios significa eso?! ¿GD estará bien…?
Yesung no tenía tiempo para explicarle, por lo que simplemente tomó su celular y empezó a hablar con el personal sobre enviar unidades de rescate con carácter urgente al sendero de peligro.
En medio de todo esto, GD no pudo tranquilizarse, se puso tan nervioso que intentó cambiar precipitadamente la dirección en la que iba el caballo para regresar por donde había llegado, así, olvidó la recomendación más importante de Yesung: debía mantener al caballo tranquilo. Pero él empezó a azotarlo y jalarlo con brusquedad, asustándolo y poniéndolo nervioso al punto que se paró en dos patas y relinchó con tanta furia que el sonido hizo un eco sordo en todo el lugar, estremeciendo a los chicos que lo escuchaban por el radio-teléfono.
–¡Jiyong! –Exclamó TOP poniéndose de pie. – ¡¿Estás bien?!
Del otro lado de la intercomunicación, GD yacía en el piso, el caballo lo había tumbado y había echado a correr en sentido contrario, devolviéndose y dejándole solo y adolorido por la fuerte caída.
–¡Contesta, maldición! –Kyuhyun se desesperó.
–Sigo siendo un idiota… el caballo se fue… –Contestó el castaño, devolviéndole el alma al cuerpo a los allí presentes. –Será mejor que vengan rápido, hace mucho frío aquí y creo que me torcí el tobillo...
–No te preocupes demasiado, amigo. Pronto te encontraremos.
A esas alturas del partido, obviamente Ryeowook regresó primero, pero no pudo disfrutar su victoria porque él también se preocupaba por GD. Y afortunadamente lo encontraron pronto, cubriéndolo de inmediato con una manta y subiéndolo en un helicóptero hasta llevarlo de vuelta al internado para que descansara, TOP decidió quedarse con él.
Así, los otros chicos volvieron a reunirse en el salón de EXO.
–Imagino que estás muy contestó, Lee Sungmin. –Le dijo un inexpresivo Cho Kyuhyun. –Ganaste.
–¿Por quién me tomas? –Frunció el ceño. –Lo que ocurrió puso en evidente desventaja a Jiyong, eso no es ganar limpiamente.
–Vaya, vaya… entonces saliste más honesto de lo que pensaba.
–Imbécil… –Escupió entre dientes.
–Te propongo algo entonces… ¿Qué te parece si nos enfrentamos en un última competencia, solo tú y yo? Quien gane ésta, será el ganador absoluto. ¿Qué opinas?
Sungmin hizo un gesto.
–Suena justo.
–Oh, de acuerdo…
–Dios… –Yesung parecía cansado ya. –Ustedes nunca aprenden…
–Vamos, YeYe… –Le dijo Kyuhyun. –Esto es cuestión de honor.
–Bien… Como digas… –Se resignó.
Max tomó la caja que antes el mismo GD había paseado de un lado a otro y se acercó a Sungmin y Kyuhyun, quienes estaban frente a frente.
–Elige tú, Lee Sungmin. –Le extendió la caja. El rubio no lo miró, seguía manteniendo el contacto visual con Kyuhyun, y al final sacó el papel y se lo entregó. –Muy bien… la última, última y definitiva competencia será… –Leyó el papel que se le había entregado. –Una Carrera automovilística.
Sungmin se tensó al escuchar eso. No solo se enfrentaba al gran Cho Kyuhyun, al demonio que nunca perdía en nada, sino que además lo enfrentaba en su propio territorio, pues había escuchado que el menor era realmente bueno en las carreras de autos, lo cual era como enfrentar al diablo en el mismísimo infierno. Pero era tarde para retractarse, tarde para rendirse, tarde para alejarse de Cho Kyuhyun, porque ya lo había provocado y debía enfrentar las consecuencias.
Fue así como cerca de las ocho de la noche, una vez más se reunieron, esta vez en un lugar apartado de la cuidad donde se realizaban carreras clandestinas, donde la música sonaba fuerte y habían cientos de chicos que buscaban algo de diversión y adrenalina. Sí, los chicos de EXO bien hubiesen podido disponer alguna pista profesional, pero les gustaba lo peligroso, por lo que iban a lo ilegal en busca de más aventuras…
Un horrible escalofrío empezó a recorrer su cuerpo justo antes de que la carrera iniciara, su subconsciente parecía gritarle “¡Sal de ahí, idiota! ¡Escapa mientras puedas!” pero como ya se mencionó antes, Sungmin no era ningún cobarde.
–Las reglas son claras. –Explicó Eunhyuk antes de que cada uno se subiera al auto en el que competiría. –Sólo corran hasta que vean la línea de meta, si las cosas se ponen feas, deben estar preparados para escapar de la policía en cualquier momento; si algo sale mal, pueden informarnos a través de sus micrófonos –señaló las diademas con micrófonos que ambos tenían –nada de empujar el auto del otro ni de hacer algo que pueda afectarle, juego limpio, señores, ¿entendido? –Los dos chicos asintieron con la cabeza y se subieron a sus autos, escuchando los gritos de la multitud, quienes estaban más que excitados con tan excepcional carrera –Bien… –Eunhyuk se paró justo entre ambos autos con una bandera de cuadrados negros y blancos –Listos… ¡Ya! –Bajó la bandera y en seguida la carrera empezó.
Las curvas eran peligrosas, debían pensar rápido antes de activar los cambios, habían giros drásticos, y la adrenalina aumentaba al saber que si la policía los atrapaba, estarían en problemas, sobretodo Sungmin, quien obviamente no tenía dinero para arreglar con él sus problemas al igual que Kyuhyun. Estaban conduciendo como verdaderos desquiciados, esquivando obstáculos y derrapando en las curvas peligrosas como si se tratara de un video juego. En ocasiones estaban a punto de perder el control, pero ambos se defendían bien.
Entretanto, en la habitación de Jiyong, TOP seguía pendiente de él, dispuesto a complacerle en lo que fuera necesario.
–¿Realmente estás bien, GD? ¿Necesitas algo más?
–Estoy bien, Seunghyun-ni –le sonrió –actúas como mi Omma… –Se mofó.
–Tu Omma no habría permitido que intentaras dominar un caballo difícil… –Negó con la cabeza –soy un tonto, ¿Cómo pude permitir algo así…?
–No te culpes, el obstinado fui yo. –Recostado en su cama, tomó la mano del mayor, quien permanecía sentado junto a él. –Muchas gracias por todo, TOP.
–No es nada. –Le acarició los cabellos dulcemente. –Ahora, duerme un poco, ¿quieres? Me quedaré aquí hasta que te duermas.
–¿Harías eso por mí? –Le miró con ojos brillantes, haciendo un adorable puchero que conmovió al chico de cabello azul.
TOP asintió en silencio, mientras que GD cerraba los ojos lentamente en espera de que Morfeo lo atrapara en sus brazos.
Lee Sungmin debió pensarlo mejor cuando se le ocurrió retar a Cho Kyuhyun, pues irremediablemente, éste ganó la dichosa carrera que habían propuesto. Sí, había ganado, justo como Donghae le había advertido…
Ambos se bajaron de sus autos y todo el mundo corrió a felicitar a Kyuhyun mientras que sus tres amigos intentaban confortar al pobre Sungmin, quien apenas intentaba prepararse sicológicamente para lo que tendría que hacer por haber perdido la apuesta.
–Espero que esta vez hayas aprendido bien la lección, Lee Sungmin… –El castaño le sonrió con malicia –el diablo siempre gana…
Fue un par de horas más tarde cuando tuvo que ir solo hasta el salón privado de EXO, ingresando tímida y nerviosamente, donde los cuatro de los seis chicos lo esperaban, sí, GD y TOP se perderían del dichosos Show Privado esa vez.
–Pero miren quién llegó. –Dijo Kyuhyun con una malvada sonrisa. –Más te vale darme un buen show, Lee Sungmin.
El rubio le hizo una mueca.
–Wow… esto sí que lo quiero ver... –Decía Eunhyuk divertido, acercándose al estéreo del lugar. – ¿Estás listo?
Sungmin cerró los ojos con fuerza y asintió en silencio, Max apagó las luces, dejando encendidas solo unas tenues para darle un toque más místico y sensual a todo y Lee HyukJae –mejor conocido como Eunhyuk– se encargó de hacer que una deliciosa y profundamente sensual música sonara a través de los parlantes del lugar, los intérpretes de aquella canción hacían que sonara más sensual con sus profundas y suaves voces, envolviéndolos a todos en una nube de lujuria.
El rubio decidió inhibirse, olvidar su vergüenza y sus miedos, y simplemente se dejó llevar, bailando, moviéndose de forma atractiva, seductora y sensorial… sin percatarse de que Kyuhyun había perdido por completo la razón mientras lo veía de esa manera.
Prenda por prenda, Sungmin bailó hasta que quedó completamente desnudo ante los ojos de aquellos cuatro chicos, quienes ahora estaban asombrados por su actuación.
–Increíble… –Musitó Max, cerrando la boca que había entreabierto al verlo bailar.
La canción terminó y Sungmin regresó a la realidad, dándose cuenta de que sería mejor salir de allí cuanto antes, así que recogió su ropa y empezó a vestirse tan rápido como pudo, abandonando el lugar en silencio. Sin embargo, un deseo ardiente comenzó a crecer en Cho Kyuhyun, un deseo anhelante; el de tener a Lee Sungmin, el de saborear su cuerpo parte por parte hasta que se saciara de él, y claro, después hacerlo a un lado como a sus tantos juguetes sexuales…
Pero el destino nunca es lo que uno espera…
Ojalá ambos se hubiesen alejado a tiempo de aquel juego infernal en el que el diablo siempre ganaba, porque una vez que aquel juego los envolviera, todas las reglas se romperían, todo lo que alguna vez conocieron cambiaría para siempre, y nada volvería a ser como antes, nunca más…