LECCIÓN 2 –Con el Diablo no se juega.
Hey, Voy a contar esto
Esta historia del amor de un hombre
Yeah, yeah, my baby, baby
Un escalofrío recorrió a Lee Sungmin cuando fue arrastrado por los tres chicos que lo apresaron, hasta llevarlo a un apartamento grande y lujoso en medio del campus, y vio a Cho Kyuhyun sonreír de manera maliciosa.
–Pueden irse… –Dijo Kyuhyun poniéndose de pie hasta el rubio, y los otros tres hicieron una reverencia para luego abandonar el lugar. –Con que eres Lee Sungmin, ¡eh! –Aseguró en cuanto los otros tres cerraron la puerta tras ellos. Pasó una mano por la mejilla del más bajo y éste de inmediato frunció el ceño y esquivó la mirada, repelando el tacto del más alto – ¿Por qué eres tan esquivo, Min? –Lo miró entretenido –deberías estar agradecido de que te he dejado entrar en el aposento del gran Cho Kyuhyun.
– ¿Qué demonios quieres? –Increpó Sungmin enseguida – ¿Por qué me has traído aquí como un rehén?
– ¿Un rehén? –Repitió –cierto –sonrió de lado con malicia –te he secuestrado y ahora serás mi rehén.
Sungmin viró los ojos y dio media vuelta, y estaba a punto de abrir la puerta para salir de allí, cuando Cho Kyuhyun lo detuvo con fuerza del brazo.
–¿Adónde crees que vas? –Lucía enojado –a mí no me vas a dejar así como así…
Lee Sungmin no pudo hacer nada cuando Cho Kyuhyun lo empujó contra la pared, apresando las dos manos del menor por encima de su cabeza con una sola mano, y furtivamente, llevó su mano libre hasta el miembro de Sungmin, masajeándolo lentamente.
–¿Qué crees que haces…? –Balbuceó Sungmin sin poder hacer algo para detenerlo.
–Te estoy enseñando…
–¿Enseñando a qué…?
Pero las palabras de Sungmin se quedaron en el aire, cuando Kyuhyun besó sus labios furiosamente.
Hot times, cuando abres mis ojos por mi
Toda mi vida, todo lo que necesito eres tu
Incluso si tú me mueves y me haces sufrir
Tu eres mi única persona
Quien no puedo dejar de reconocer
Kyuhyun lo empujó en la cama sin dejar de besarlo, y metió una mano debajo de la camiseta de Sungmin mientras que con la mano libre apresó sus manos por encima de su cabeza, imposibilitándole moverse.
Y entre besos furiosos y caricias violentas, un teléfono en la habitación empezó a sonar, pero Kyuhyun lo ignoró por completo, y como Sungmin estaba empezando a extasiarse debajo del demonio, tampoco le prestó mucha atención.
Incluso si estoy cansado de la realidad y lucho contra el
Definitivamente este mundo no es fácil
Ya que soy un hombre, reprimo todo, soporto todo
Pero ambos se detuvieron de golpe cuando una voz se escuchó en el buzón de mensajes del teléfono en vista de que nadie contestaba.
–Kyuhyun, sé que estás ahí, mocoso –la voz de una mujer joven se hizo escuchar –y no me importa qué sea lo que estés haciendo, pero necesito que vengas a casa ya mismo, nuestros padres están furiosos y te quieren aquí, ahora.
Y como si aquellas palabras hubieran sido una sentencia de muerte, Cho Kyuhyun se hizo a un lado y se bajó de encima de Sungmin, parecía desesperado, quizás aterrado; fue en ese momento cuando Lee Sungmin reaccionó al fin, y salió rápidamente de aquel apartamento en medio del campus el cual le pertenecía a Kyuhyun. Corriendo como loco, sintiendo cómo se quedaba sin fuerzas, asustado, confundido. ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué el malvado Kyuhyun lo había tocado de esa manera? Más aun… ¿Qué habría sucedido si aquella mujer no llamaba? Y por otro lado, ¿Quién era esa mujer? Resopló, pensando que seguramente se trataba de alguna mujer con la que había estado ligando, y por alguna razón, eso lo molestó.
No quiero estar ahí
Estoy solo y a veces con miedo
E incluso ni siquiera se la razón
Entretanto, Kyuhyun tomó su auto y condujo como loco hasta llegar a la muy elegante mansión de su familia, en cuanto llegó, se dirigió directamente al comedor. Corrió a sentarse junto a su hermana mayor, quien tan sólo levantó la mano en señal de saludo.
–¿De nuevo olvidaste nuestra cena familiar semanal? –Increpó el señor Cho, mirándole con el ceño fruncido.
–Lo lamento, estaba ocupado.
–Eso no es lo importante ahora –comentó la madre –debemos aprovechar al máximo nuestro tiempo que tenemos juntos.
Y mientras comían, el mismo Kyuhyun no pudo evitar pensar en aquel mocoso altanero al que había pensado darle una lección, no sabía por qué, pero sentía que ahora de que Sungmin había llegado, las cosas se pondrían más interesantes.
He cambiado después de conocerte
Ya no soy más miedoso o herido
Vivo cada día con anticipación
Ya que eres tú, estoy bien
Hey chica, escucha
Entretanto, Sungmin había llegado al fin a la habitación que ahora compartiría con Lee Donghae, y halló al castaño sentado en su litera, escuchando música a través de sus llamativos auriculares.
–¿Dónde estabas? –Indagó Donghae, mirándolo curioso. –Los chicos y yo te esperamos un rato pero nunca apareciste.
–Sólo estaba en la biblioteca.
–También fuimos a la biblioteca pero no estabas allá.
–Ah... –Rió nerviosamente –sólo quise dar una vuelta por el campus.
–Ya veo –Sungmin suspiró de alivio cuando Donghae pareció creerle –La próxima vez que quieras pasear por las instalaciones, puedes avisarme y te acompañaré, hay ciertos lugares a los que no puedes acceder y te meterás en problemas si lo haces.
–D-de acuerdo.
Y aunque Lee Sungmin no estaba muy seguro de a qué se refería Donghae con eso de lugares a los cuales no podía acceder, simplemente decidió acostarse tan rápido como pudo, intentando a toda costa la escena recién vivida con Kyuhyun, aunque esto era realmente imposible.
Sus labios habían besado los suyos, se había acostado en su cama, Cho Kyuhyun se había subido sobre él con la intención de hacerle Dios sabía qué cosas… y se odió como nunca cuando pensamientos impuros cruzaron por su cabeza, pensando en lo que habría ocurrido si esa mujer histérica no hubiese llamado.
Hot times, cuando robo tus labios
Todo mi corazón se convierte en cenizas blancas
Incluso cuando paso la noche despierto
Estaba sediento así que no pude detenerme
–Al día siguiente–
La clase de Francés había iniciado y todos los estudiantes estaban recibiendo sus clases con tranquilidad hasta que la puerta sonó de sopetón y todos se dedicaron a observar a los chicos de EXO, quienes apenas llegaban, virando los ojos, viéndose demasiado sexys con sus actitudes de chicos malos.
El maestro sólo los observó pero no dijo nada, por el contrario, los miró como si les temiera y esperó en silencio a que los chicos se dignaran a sentarse y dejar dictar cátedra de la clase. Así, los chicos de EXO se sentaron en la parte trasera del salón, y ninguno parecía estar dispuesto a tomar las clases en serio, solo iban porque se les había antojado ir, cosa que por cierto, impresionó a los otros estudiantes, ya que ellos pocas veces asistían a las clases de Francés ya que conocían el idioma desde que eran niños.
Pero eso era algo que Lee Sungmin no sabía, quien refunfuñó mentalmente, no podía creer que todo el mundo actuara tan tímidamente frente a esos chicos que se hacían llamar EXO, ¿Qué los hacía tan grandiosos? Sí, ellos eran millonarios, muy apuestos y talentosos para lo que hacían, pero eso no les daba derecho de hacer lo que se les venía en gana y tratar a los demás como objetos.
Y lo peor vino cuando se sintió observado durante toda la clase, pero cada vez que volteaba a mirar no veía a nadie observándolo, aunque en ocasiones se fijaba en que algún integrante de EXO lo miraba raro, cualquiera menos Kyuhyun, quien no lo determinó durante toda la clase. Y esto lo confundía aún más, apenas la noche anterior lo había besado y ahora ni lo determinaba.
Hot times, cuando tu abres mis ojos por mi
Toda mi vida, todo lo que necesito eres tu
Incluso si me mueves y me haces sufrir
Tu eres mi única persona
Quien no puedo dejar de reconocer
Y fue así como transcurrió el día completo, Sungmin sufriendo el calvario de estar en un lugar que no soportaba, aunque por suerte ahora contaba con Donghae, Ryewook y Junsu, quienes resultaban ser una excelente compañía en un momento como ese para el rubio.
No fue nada diferente al día anterior, cuando a la hora del almuerzo, Los EXO ingresaron a la cafería, hubo nuevamente revuelo, y esto fue algo que Sungmin luchó al máximo por ignorar.
Al fin terminaron las clases para alivio de Sungmin, quien al final del día quiso ir a tomar un poco de aire fresco, quería pensar en muchas cosas, tenía que reflexionar, pero sobre todo, quería relajarse aunque fuera por unos minutos y olvidarse de que tendría que vivir allí los siguientes meses que estaba seguro, se harían eternos. Había llegado a ese estúpido internado de niños ricos por obligación, y aunque sólo quería largarse de allí, sabía que no podía, mucho menos ahora que sus orgullosos padres le habían contado a todo el mundo que su hijo ahora estudiaba allí. Pero necesitaba un trabajo, y ahora no podía pensar ni remotamente en uno que le quedara cerca, odiaba la idea de tener que trabajar para los niños ricos del internado, pero esa era la opción más aceptable.
Iba caminando por el campus, pensando en todo esto, cuando observó la azotea de uno de los edificios y le llamó de manera especial la atención. Y siguió caminando hasta llegar al edificio y ascender las escaleras hasta llegar a dicha azotea. Y finalmente llegó a la puerta que comunicaba con la terraza, y sin pensarlo demasiado la abrió para entrar en ella. Fue entonces cuando vio una silueta entre las sombras, y no tuvo tiempo de huir de allí cuando Cho Kyuhyun se giró para mirarlo mientras fumaba un cigarrillo.
Comenzó a conocerte mas y mas
Incluso si me vuelvo ciego
Aun así podre encontrarte rápido
Tu escancia (Sabes)
Y el calor de tu cuerpo (Que estoy diciendo’?)
Llenara completamente este espacio
Al principio Sungmin se sorprendió, pero eso fue algo que decidió disimular y caminó fingiendo tranquilidad hasta el balcón de la azotea.
–¿Por qué estás aquí, Lee Sungmin? –Escuchó la voz potente y varonil de Cho Kyuhyun.
–¿Disculpa?
–¿Acaso eres sordo? –Bufó molesto, dándole una nueva calada a su cigarrillo –Te pregunté por qué demonios estás aquí.
–Estoy aquí porque así lo quiero, necesito un poco de aire fresco y este edificio es el más alto de todos, el aire aquí es bueno.
Fue lo que contestó el rubio antes de seguir mirando hacia el campus y los edificios de alrededor, era cierto que la vista allí era muy buena.
–Lárgate. –Ordenó el menor –Tú no puedes estar aquí.
–¿Huh?
–Digo que no puedes estar aquí. –Repitió con firmeza.
Sungmin frunció el ceño.
–¿Según quien? –Lo encaró.
–Según lo que yo digo. Deja de cuestionarme.
–Es que no puedo entender por qué pretendes que todo el mundo haga lo que quieres.
Kyuhyun enarcó una ceja.
–Tú mismo lo dijiste antes, mi abuelo construyó este lugar –Poco a poco curvó los labios hasta formar una sensual y malvada sonrisa –este lugar me pertenece, y todo lo que quiero lo obtendré, así es como debe ser.
–Pues creo que esa es una analogía bastante estúpida –Contestó con seriedad –Este es un colegio y todos tienen derecho a estar en cualquier instalación.
–Pues aquí no. –Respondió molesto. –Esta azotea es sólo mía y punto.
–¿Por qué? ¿Por qué tú lo dices? –El castaño enarcó una ceja ante la altanería del mayor, quien remató: –Pues no me importa, ¿Qué harás al respecto?
–¿Me estás retando?
–¿Y qué si es así? –Lo desafió con la mirada, no se dejaría intimidar.
–Mira, Lee Sungmin –Comenzó a acercarse a él –No me desafíes –se acercó más a él, violando su espacio personal, haciendo retroceder al más bajo hasta chocar con la baranda. Kyuhyun acercó sus labios al oído ajeno, quien sintió una corriente eléctrica pasar por su columna vertebral, para finalmente susurrarle: – ¿O es que quieres que yo juegue contigo? –Sungmin abrió los ojos como platos, y luego sólo escuchó una risa burlona. –Tal parece que así es… –Le sonrió con malicia, rozando atrevidamente su entrepierna con la del más bajo –Esto es algo que debes saber bien –Lo miró fijamente, agarrándolo del cabello con violencia, atrayendo su cabeza hacia atrás –Lección número dos: Conmigo nadie se juega, porque aquí el jugador soy yo.
No quiero pretender, quiero ser honesto
Incluso estoy bien si me convierto en esclavo si estoy a tu lado
Incluso si te burlas de mi por ser tonto
Te prometeré, Me quedare contigo
No importa cual sea mi motivo. baby
Y sin más, el castaño dio media vuelta y se alejó del mayor, dejándolo sorprendido, sonrojado, y al final, enojado, ¡¿Qué demonios se creía que era Cho Kyuhyun?!
Yeah, yeah, yeah, my baby
Que te extraño incluso si estas a mi lado
Que mi corazón arde del solo pensar en ti
Que derramo lagrimas con las palabras "Te amo"
Que el estar a mi lado y confiar en mi sea amor
S.M THE BALLAD –HOT TIMES