You ’re My maid
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— Bien. Taemin, ponte esto —. Me enseñó un vestido negro, y si, era un vestido de sirvienta que el mismo había enviado a diseñar para mí. Traía pequeños volados blancos en la parte de la falda y arriba traía unas mangas pequeñas y un poco aglobadas, no tanto, y bajando a la cintura había un corsé con algunos cordones que se ataban y ajustaban en la parte de atrás.
Le miré indeciso viendo como el me insistía en que me lo pusiera con una brillante sonrisa, que al fin y al cabo, me obligaban a hacer lo que él decía. Para rematarla usaba su famosa mirada de cachorrito.
¿Qué cómo llegué a esto? Bueno, hare una retrospectiva para ustedes.
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Era una mañana calurosa para ambos, estábamos sentados mirando por la ventana mientras comíamos un fresco helado a medio derretir. La humedad era insoportable y nuestros cuerpos sudaban más de lo necesario. Deje salir un gran suspiro, el ambiente estaba jodido y no teníamos ganas de hacer nada.
—Jjonggie~ —. Me quejé intentando llamar su atención a lo que él simplemente volteo su rostro a donde yo estaba buscando una respuesta a mi accionar — Te dije que debías mandar a reparar el Aire acondicionado.
—Y te dije que yo se repararlo —. Menciono mirándome con disgusto. Cómo él es el hombre de la relación dice que él se encarga de los trabajos pesados y arreglar electrodomésticos del hogar. — Solo que no eh tenido tiempo.
— Vamos puppy~ —. Di una pequeña risita dándole a entender que me burlaba de él y lo entendió enseguida. — sé que no eres capaz de arreglar ni un papel roto —. Le di unas palmaditas a su hombro sonriéndole con suficiencia y el solo bufó.
— ¿No crees que puedo arreglarlo? — me preguntó para luego cruzarse de brazos y mirarme de mala gana. Sabía que si esto seguía posiblemente nos pelearíamos pero claro está que no perdería una discusión así de estúpida.
— Claro que no puedes. Bebé, nunca te eh visto reparar ni una gotera — Le miré acusadoramente a lo que él solo me regalo una risa irónica.
— Apostemos — dijo confiado de su sabiduría
— Bien, ¿Qué quieres apostar? — Pregunté volteando, quedando sentado enfrente de el con mis piernas cruzadas como indio. No tenía nada que perder.
— Si yo puedo arreglar el Clima tú deberás… Hum —. Se quedó pensando un rato— Vestirte cómo mi sirvienta personal —. Dio una de sus grandes sonrisas, de esas que, inevitablemente te hacían temblar de miedo al no saber que pasaba por su cabeza.
— Bien, pero si yo gano tú serás mi sirvienta personal…— reí y estreche su mano. Estaba cavando mi propia tumba y no lo sabía — Hagamos esto más divertido ¿Qué te parece? — le pregunte y el enarco una ceja mientras yo proseguía a hablar. — El perdedor además de ser la sirvienta personal del otro se usará ropa de mujer ¿Qué dices?
— Esto va a ser muy divertido — me guiño el ojo.
— Bien bebé, ¿necesitas algo para hacer tu trabajo? —. Pregunte
— Sí, tráeme un nuevo filtro que parece que se dañó — Dijo, muy seguro de sus palabras mientras se paraba. — Aquí tienes el dinero, cómprate algo bonito con lo que sobre — y dio un pico en mis labios. Ahora estaba contra Jonghyun, pero sus labios me encantaban de igual manera.
— No necesito algo bonito para verte vestido de mujer — Voltee — Oh, ¿y dónde consigo el filtro?—. Pregunte, pues era domingo y a esa hora todos los locales comerciales cerca de mi casa estaban cerrados.
— Ve a la Tienda de Jin Ki Hyung — Dijo mientras se quitaba el sudor de la frente y sacaba su caja de herramientas oxidada.
— ¡¿EH?! ¡Pero eso está a más de cuarenta minutos! —. Dije molesto, con el calor infernal no quería ir tan lejos.
— Y si no te apuras tardarás más. Recuerda, el bus pasa dentro de cinco minutos y el tiempo no se detiene a esperarte mi amor—. Me mostro su reloj.
— Solo lo hago porque sé que, inevitablemente, voy a ganar—. Salí decido de la casa sin voltear a verlo.
1 Hora, una maldita hora en llegar al maldito local dónde el maldito dueño me dice que los malditos filtros no llegan dentro de dos horas. Cabreado salí del local y con ganas de tirarme hacía un camión seguí mi camino a casa, pues aún quería ver a Jonghyun vestido de mujer. Una hora más de vuelta, ya había perdido dos horas y seguía molesto, sudado y pegajoso. Cuando llegara, no importaba la condición física de Jonghyun, si estaba lastimado o derretido, me iría a tomar una ducha bien fría.
La casa estaba ahí, como un espejismo en el desierto. Tan cerca pero a la vez tan lejos, el ambiente estaba pesado y yo estaba agotado, y mucho. Una vez llegué al pórtico abrí y un fresco abrazador me cubrió por completo. Suspiré por placer a esa corriente fría llenándome por completo… ¡ALTO! ¿Eso significaba que Jonghyun ya había arreglado el Aire?
Él estaba ahí, sentado enfrente en el sofá a unos metros de la puerta dónde yo me encontraba, sonriéndome con superioridad y burla.
— ¿¡Qué!? —. Le dije molesto — ¿Me hiciste ir hasta la loma del culo cuando no necesitabas el filtro? —. Le mire molesto y el solo seguía sonriendo.
— El filtro estaba bien, solo que, simplemente, estaba mal puesto. Te dije, Tu hermano, Kai, no sirve para esto — me sonrió — Vete a duchar vamos a tomarte las medidas
— ¿Medidas? ¿Medidas para qué? — Pregunte algo obvio
— Pues, para tu ropa de niña, no te pondrás algo corriente mi reina. — Dijo arrastrándome al baño y el ir a la habitación y llamar a su Hermano. Kim Kibum, diseñador de ropa y decorador de interiores.
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Y eso es lo que técnicamente paso hace un día atrás. Ya era lunes y su hermano tenía algo adecuado para mí, lo que me hace pensar que Jonghyun de todas formas me hubiera hecho usar ese vestido.
Suspiré cansado y me fui al baño a cambiarme. Deje la ropa en un lugar seguro para que no se ensuciara y empecé quitándome mis pantalones. En eso, la puerta es abierta con brusquedad y Jonghyun aparece con una bolsa en manos.
— Oh, bebé ~ te ves matador así pero… debo resistirme, quiero verte como mi sirvienta — me guiño el ojo — Oh, cierto. Mira…— De la bolsa saco unas bragas femeninas una negra con rojo y la otra rosa semi translucida y me sonrió ladino.
— Bien — Me di por vencido. Había perdido y él gano justamente así que debía de cumplir lo que propusimos. Mi rostro estaba rojo y el no salía de ahí — ¿Te crees que me cambiaré contigo aquí?— Pregunté molesto — Vete ~
— Aww… que aburrido bebé pero no importa con tal de que te cambies y me deslumbres.
— Grr — Gruñí y el salió. Me puse la panty Negra con rojo mientras que en la parte de atrás se colaba un poco entre mis nalgas, incómodo procedí a ponerme el vestido, muy corto para mi gusto, y las medías finas negras encima. Me até el cabello en una coleta alta y puse el moño en ella y luego la diadema blanca. Me puse bálsamo labial e iba a abrir la puerta pero la vergüenza me apodero.
— Vamos bebé, te estoy esperando — Escuche la voz de Jonghyun y lentamente abrí la puerta viendo cómo él se paraba del suelo y empezaba a caminar hasta mi con una gran sonrisa en el rostro. — Oh, te ves genial bebé — Dijo mientras estrechaba mi cuerpo hacía el suyo y empezaba a recorrerlo con total libertad. Tocaba mis piernas por sobre las medías finas y mi trasero por igual, llegando a mis labios los beso delicadamente hasta que, no lo aguantó y me besó desesperado.