Y aquí estoy una vez más, esperando el tren a la misma hora de siempre, 30 minutos antes de la hora en la que en realidad debería salir para ir a la escuela, pero lo justo para poder verlo,subirme al mismo vagón que él, sentarme unos asientos alejado, pero solo los necesarios para poder observarlo a la distancia, para luego bajar en la misma estación, seguirlo hasta ver que ingrese en un gran edificio donde toma clases de baile y así regresar feliz a la estación de tren para ir a la escuela, que está 4 estaciones antes de la suya.
¿Obsesionado? Tal vez, pero cualquiera que lo viera se sentiría de la misma manera que yo, querer mirarlo y contemplarlo todo el día de ser posible, aunque para mi desgracia solo puedo hacerlo durante su camino hasta su escuela por las mañanas. Y es que el chico esta como muchos quisiéramos, es alto, delgado, un poco musculoso -a juzgar por lo que deja ver la ropa entallada que utiliza-, con unos ojos hermosos que te invitan a perderte en ellos, y un cabello donde quisieras enredar los dedos y sentir su suavidad.
Sí, cuando dije observarlo a la distancia me refería a que en realidad lo hago, para ser exactos, desde hace 4 meses.
Todo comenzó mi primer día de clases, estaba tan nervioso por finalmente asistir a la universidad que salí demasiado temprano, y aunque había planeado esperar afuera de la escuela el tiempo necesario todos mis planes y pensamientos se fueron a la basura cuando lo ví pasar frente a mi, bueno más bien dicho cuando por ir tan metido en mis pensamientos no lo ví venir y choqué contra su pecho, y justo cuando me disponía a pedir disculpas a la persona con quien había tenido tan penoso encuentro me quedé mudo al mirar hacia su rostro y escuchar su voz pidiendome disculpas, ahí supe que me había perdido a mi mismo, y aunque me moría de ganas por articular palabra y no alejarme de él cuando mi cerebro reaccionó era muy tarde, y él se encontraba alejándose de mi, así que lo único que pude hacer fue correr hacia donde se encontraba y solo logré subir al mismo tren pero diferente vagón, lo cual me dejó con la incertidumbre de saber a dónde se dirigía.
Al día siguiente decidí salir exactamente a la misma hora y lograr un poco más de lo ya hecho, y así fue como diariamente pasaba mis mañanas siguiendo a ese misterioso chico que me había robado no solo el pensamiento, sino también el corazón.
Genial, justo en la puerta donde debía bajar yo tenía que haber tanta gente, ahora lo he perdido de vista y aunque se el camino hasta su escuela el punto es ir detrás de él para contemplarlo.
- Buscas a alguien- esa voz, su voz, pero...justo en mi oído?
- Yo...no...es solo que...olvidé que rumbo debía tomar.- Algo más inteligente no se me podía ocurrir, solo yo soy capaz de inventar semejantes excusas de primaria.- Pero ya recordé la salida es esa.
- Los sanitarios?- oh genial Kyungsoo otro punto a tu favor.
- Me refería a que...si...yo...necesitaba ir...ahí?- y para rematar dudar de ti mismo, bravo, el premio a la mejor actuación es definitivamente para Do Kyungsoo.
- Oh bien, yo creí que me buscabas a mi ya que creí que a diario me seguías pero veo que todo fue mi imaginación, entonces, nos vemos.
Y ahora yo debería ir a los sanitarios cierto? Pero no, mi subconsciente debe traicionarme como es su costumbre y hacerme tomar su brazo.
- Yo...lo siento, no era mi intención incomodarte.
- Estas aceptando que me sigues diariamente hasta MI escuela para luego regresar a la estación de tren e ir a TU escuela?
Por qué hacía tanto énfasis a esas dos palabras? Debía echarme en cara que soy un acosador que ni siquiera sabe hacerlo bien?
- Lo siento, no lo volveré a hacer- bien, había llegado el fin de mi pasatiempo, era lo justo no? uno no puede ir por la vida siguiendo a un chico guapo como si fuera de lo más normal.
- Lo se, no lo harás de nuevo. -Debería darme la vuelta, lloriquear como siempre lo hago y seguir con mi vida por sus palabras, pero cuando me dispongo a hacerlo su mano toma la mía y comienza a caminar llevándome consigo.- Ahora quiero que vayas conmigo, a mi lado, es mejor no lo crees? Soy Jongin, Kim Jongin, pero puedes decirme Kai si lo prefieres.
Mi cerebro no sabía que procesar primero, su nombre, sus palabras, su acción, me encontraba bloqueado y ni mi nombre lograba recordar por completo, hasta que logré reaccionar y darme cuenta de que no sabía a dónde nos estábamos dirigiendo.
Tomamos el tren, bien, y ahora me encontraba sentado a su lado aun sosteniendo su mano, bien, la pregunta es, por qué regresábamos por donde veníamos?
- Disculpa pero, a dónde nos dirigimos?
- Oh cierto, bueno creí que sería buena idea hacer algo divertido hoy, como no entrar a clases y disfrutar de la compañía del otro, no quisiera tener que esperar a verte mañana.
Wow, que sinceridad, y tan abiertamente que es, hasta cierto punto, extraño para mi.
- Por qué?
- Me gustas, y ya que parecía que jamás harías mas que observarme, decidí que sería mejor presentarme por mi mismo, fue mala idea?- sus ojos me miraron fijamente y una vez más no pude decir nada, solo logré egar con la cabeza.- Me alegra, y bueno para ser honesto preparé algo especial el día de hoy, por eso vamos a mi casa.- Ah con que era eso, esperen un momento ¡¿Su casa?!
Todo el camino hasta su casa lo recorrimos en silencio tomados de la mano, en ningún momento soltó mi mano ni siquiera para abrir la puerta.
Una vez dentro me sonrió abiertamente y me guió hasta el comedor, donde había un delicioso desayuno dispuesto sobre la mesa.
- No sabía que te gusta así que preparé todo esto, dime que no eres alérgico o algo porque...
- Esta bien, es perfecto, pero por qué?
- Decidí que si tu no te acercabas yo debía hacerlo y si tu te tomabas tantas molestias diariamente por mi, por qué no hacer algo lindo para ti?
Su sinceridad era impresionante para mi, yo no podía decir todo lo que pensaba y sentía sin titubear y ahí estaba él, siendo sincero completamente sin conocerme.
- Yo, me encantas...es decir, me encanta el detalle.- Me sonrojé a más no poder por haberlo dicho, ahí el claro ejemplo de que no puedo ser sincero sin sentirme avergonzado.- Pero, cómo supiste, todo...
- Cuando lo noté creí que era invención mía, pero un día decidí seguirte y ví que en realidad no era tu camino diario, me pareció muy dulce de tu parte.
Sus hermosos ojos bajaron la vista apenado y me pareció que no podía haber algo más bello que él. Sin poder determe me acerqué y mis brazos se enredaron alrededor de su delgada cintura.
- Aun no me dices tu nombre- eso si es vergonzoso, yo abrazandome a él y ni siquiera pude decirle mi nombre debidamente.
- Oh si- me separo rapidamente de él y hago un pequeña reverencia sonrojado por completo- soy Do Kyungsoo, pero mis amigos me dicen D.O.
Sus labios forman una dulce sonrisa y sus brazos me atraen nuevamente hacia él, abrazandome protectoramente.
- Es un placer Kyungsoo. Ahora, me harías el honor de desayunar conmigo?
- El honor es todo mio Kai.
Tras comer y platicar durante un largo rato, Kai me propuso llevarme a casa, a lo que accedí muy feliz.
Al día siguiente al llegar a la estación del tren Kai ya se encontraba ahí y al verme sonrió y corrí hacia él, ese día yo lo acompañe a su escuela y al siguiente él ofreció llevarme a la mía.
Esa era nuestra rutina de cada mañana, y al llegar el fin de semana nos reuníamos e ibamos al cine, a comer, o un parque a platicar, el punto era estar juntos, después de un mes nos encontrabamos en su casa viendo una película de terror, más bien dicho, él se encontraba viendo la película mientras yo cubría mis ojos evitando verla.
- Vamos Soo, no es tan mala- Kai besaba mis manos intentando hacer que las bajara y continuara viendo la bendita película, pero esta vez de verdad no quería verla, era horrorosa.
- Si lo es, no quiero verla ya Kai.
- Esta bien, pero descubre tus ojos.
- No lo haré hasta que la quites.- No escuchaba más protestas de su parte y por un momento creí que me había dejado solo, hasta que sentí algo sobre mis labios.
No podía creerlo, Kai me estaba besando, y yo como tonto cubriendo mis ojos por el miedo, y encima los nervios provocados por sus labios no me dejaban bajarlas.
Poco a poco sus labios comenzaron a moverse y sentí su lengua rozando mis labios por lo que instintivamente los abrí dandole paso a que explorara mi cavidad bucal a su completo antojo.
Lentamente comencé a dirijir mis manos a su cuello, enredando mis brazos a su alrededor y probando sus labios sin contenerme. Mi corazón se aceleraba al igual que mi respiración, y mi cuerpo buscaba con desesperación al suyo.
De un momento a otro nos encontrabamos unicamente vestidos de la cintura hacia abajo y Kai tomandome por los muslos me levantó del sillón llevándome hacia su habitación. Una vez en ella, ambos nos encargamos de quitar las prendas restantes y así comenzar a explorar el cuerpo del otro.
Por mi parte mis manos vagaban por su espalda, bajando hasta su trasero moldeándolo y haciendo que se apegara aún más a mi cuerpo.
Kai continuaba besando mis labios para luego bajar por mi cuello mordiendolo ligeramente para continuar bajando hasta llegar a mi miembro, donde se detuvo para mirarme a los ojos, lamer sus labios y proceder a recorrer con su lengua toda la excitada y dura extensión, provocando que algunos gemidos salieran de mi boca.
No podía encontrarme más excitado que en ese momento, sentir su boca contraerse contra mi miembro mientras éste entraba y salía de ella era la sensación más placentera que hubiera experimentado, aunque la verdad es que jamás había estado con alguien más.
Sin poder controlarlo un gran orgasmo llegó a mi, terminando en la boca de Kai quien gustoso lo recibió, dedicandome después una sonrisa de satisfacción.
- Aun no hemos terminado.- Acarició mi cabello para luego volver a atacar mis labios con un necesitado beso, el cual correspondí de la misma manera.
Tomé su mano y la llevé a mi boca para luego lamer tres de sus dedos, no quería que me lastimara, y quería que viera que me encontraba dispuesto a seguir. Kai llevó su mano hacia mi entrada, y cuando comenzó a adentrar el primero de sus dedos besó mi mejilla para después acercar sus labios a los mios y hacer menos notorio el dolor.
La entrada del tercer dedo incluso fue desapercibida gracias al placer de sus besos y al notar que mis caderas buscaban hacer más profunda la penetración, Kai se alejó de mis labios dedicandome una mirada llena de deseo y tranquilizante a la vez mientras con su mano guiaba a su miembro dentro de mi.
Al sentir un ligero dolor mis manos se aferraron a las sábanas, por lo que Kai me besó de nuevo para aminorar el dolor, lo cual después de un rato funcionó y una vez que Kai se encontraba en toda su extensión dentro de mi comenzó a hacer sus movimientos pélvicos más constantes, aunque No lo suficiente para mi por lo que con mis caderas ayudaba a hacer aun ás profunda cada estocada provocando gemidos más sonoros por parte de los dos.
Cuando las penetraciones eran aún más rapidas Kai llevó una de sus manos a mi miembro comenzado a estimularlo a la misma velocidad que sus estocadas, haciéndome delirar aún más hasta que de nuevo llegué a liberarme, esta vez sobre su mano y mi abdomen, prolongando ese bello momento por las penetraciones descontroladas de Jongin, quien pronto llegó a su orgasmo llenando mi interior con su semilla.
Una vez más recuperado, Kai se acomodó a un lado mio, y yo acomodé mi cabeza sobre su pecho, escuchando los aún acelerados latidos de su corazón.
- Kai...
- Dime...
- Me gustó la película.
- También a mi, y más si dices que si.
- Si a qué?- lo miré a los ojos esperando su pregunta, y luego de besarme la frente continuó.
- Quieres ser mi novio?- su pregunta me tomó por sorpresa, y me hizo aun más feliz de lo que ya estaba.
- Qué pasa si digo que no?
- Veremos la misma película hasta convencerte...
- Umm...entonces convenceme...