LuHan
La vida de una persona podía aguantar muchas cosas y de eso me había dado cuenta cuando mis padres murieron, pero en realidad no estaba preparado para esto, jamás, era algo impensable que jamás podría aguantar ni mucho menos aceptar…
Mi vida no era tan buena, cuando mis padres murieron tenía 5 y me llevaron a varias casas hogar, pero no funciono por lo que solo pude cobrar el seguro para seguir adelante, nadie me consoló ni me dijo que estaría ahí para mi, a partir de que mis padre fueron sepultados estaba solo. Me levante con cuidado de la cama justo a la hora que lo hacía siempre, las 7 am. Tome un baño relajante hasta que me dije a mi mismo que estaba completamente limpio, salí secándome con una toalla para ponerme mi uniforme, todo en color gris, pero debía de aceptar que todo me iba bien; acomode mi rubio cabello y cuando decidí que ya estaba listo baje hasta la cocina, me prepare un vaso de leche tibia junto a pedazo de pan de dulce, coloque mi mochila en mi espalda y salí en mi bicicleta para ir a la escuela.
Siempre había sido algo escéptico ante todo y no me gustaba que la gente intentara inculcarme sus creencias, como cuando decían que el accidente de mis padres había sido ocasionado por malas vibras y los malos manejos en los juegos de mi padre, eran todos unos idiotas que no sabían nada, esto ocasionaba que no supiera reaccionar muy bien ante la gente y menos interactuar con ella, por eso no tenía muchos amigos
— ¡Luhan! — me detuve en seco, tome las cosas que me dio y antes de proseguir anadí:
— Gracias, como siempre
— No te preocupes, cuídate y no hables con ¡Extraños! — me gritó cuando me aleje retomando mi camino, Suho tenía su propia cafetería y era una de las únicas personas con las que podía mantener una conversación "algo" normal, era amigo de mis padres y de una u otra manera me apoyaba con el pequeño desayuno que me daba todos los días
Cursaba el último año de preparatoria y quería estudiar ingeniería en sistemas, era algo que me movía y las computadoras me eran muy fáciles de manejar. En la escuela tenía una beca por lo cual tenía que esforzarme el doble, ya que no era muy amigable y debía sacar buenas calificaciones, así como debía de mantener mi trasero en la escuela para poder sacar más provecho del gobierno. Al llegar al estacionamiento de la preparatoria deje la bicicleta en el lugar habitual y camine pesadamente hasta los casilleros, deje mis cosas y lo sentí, ese sentimiento que no podía manejar y me molestaba mucho, había comenzado a ver diferente a un chico de la clase juntó a la mía, no me molestaba porque él fuera un hombre, si no por el hecho de que no sabía cómo llevar esa relación de compañerismo y me frustraba, lo que hacía que termináramos peleando o insultándolos... ¡Lo sé! bonita manera de demostrar que me gusta, gritándole "¡Idiota, hijo de la tipa mas pasada de la cuadra! ", pero él tenía pinta de maleante por lo que no se hacía raro...
—Muñeca
—Idiota
—Barbie
— Estúpido
—Gordo
— ¿Eso qué? — dije molesto, no porque fuera gordo o algo así
—Es que como toda nena debes cuidar tu línea ¿no? — sonrío de lado al soltar su explicación, me molestaba mucho que hablara de mi en femenino, que fuera más lindo que él no significaba que fuera una niña
— ¡Jong In, hijo de...!
— ¡Ya Luhan! no le hagas caso y ¡tú! ve a tu clase — llegó y dijo mi "amigo" Lay, que más bien era como un chico pegado a mí, pero inexplicablemente le tenía la suficiente confianza como para decirle cuales eran mis sentimientos y ayudarme con Jong In , mire como ese chico que me parecía tremendamente atractivo se marchaba aun con esa sonrisa que detonaba su satisfacción por haberme dejado con la palabra en la boca, solo que esta vez no se lo permitiría...
—Y toma un baño, ¡¡Maldito vago!!
Camine junto a Lay hasta llegar a nuestro salón, Jong In el chico que estaba metiéndose en cada poro de mi piel, pero al parecer me odiaba a muerte, bueno no tan drástico, pero era obvio que no me tenía el cariño que yo a él, aunque no se lo demuéstrala, iba en el salón contiguo y lo vi entrar mientras me sonreía de manera altiva.
Las clases fueron tranquilas hasta la clase de programación, no estaba haciendo la típica página web que todos los demás hacían, mi fechoría de hoy sería hackear la red de la escuela y cambiar el simulacro programado para hoy, el cual era a las 1 pm del día, pero lo pasaría a la 12. No era que tuviera que ver con que Jong In a esa hora tuviera gimnasia y el lugar se llenara de agua por ser simulacro contra incendios improvisado y que al mismo tiempo yo tuviera hora libre ¡Claro que no! (Todo corría por mi cuenta).
Las horas seguían pasando hasta el descanso en donde solo me dedique a comer lo que Suho me había dado, un bonito almuerzo nutritivo, Lay se sentó conmigo en la cafetería y también Baekhyun que hablaba con Minseok, otros chicos de mi salón, mientras ellos hablaban yo asentía o negaba en silencio, era ya más como una rutina. Al término del descanso la cafetería se fue quedando sola y nosotros regresamos a nuestro salón para tomar clase, así como cincuenta minutos después estábamos saliendo al patio...
Minseok y Baekhyun tomaban un poco el sol en el pasto recostados sobre sus espaldas, en cambio yo estaba bajo la sombra fresca de un árbol junto a ellos, hasta que Lay se sentó junto a mí, me tendió un jugo y me miro con insistencia
— ¿Qué?
— ¿Qué hay?
—Nada, lo normal. — Frunció el seño — Haz estado conmigo todo el día ¿Que podría pasar?
—Fuiste al baño una vez, eso te deja cerca de 10 minutos para hacer o planear algo malo — reí fuerte — ¿Qué hay de Jong In?
— ¿Qué tiene él?
—Eso es lo que quiero saber, un amor platónico y...
— Ya está bien, lo dejare ir — sonreí — no me merece...
Ambos nos miramos y comenzamos a reír, Jong In era por mucho guapo y el más popular de la escuela, aunque nosotros no estábamos más posicionados en eso. Nuestra risa se detuvo cuando mi reloj comenzó a pitar y lo mire con detenimiento al mismo tiempo de que mi sonrisa se marcaba más...
— ¡Lo sabia! ¿Qué hiciste?
—3, 2, 1... Baño a la orden — solté y el chirrido de la alarma para simulacros
— ¡Luhan!
— ¿Qué? No deje pruebas — levante mis manos en forma de defensa
La vista de la puerta principal de la escuela abrirse junto a la del gimnasio y que dejo a varios chicos así como chicas salir tapándose como pudieran del agua, me reí, no pude evitarlo. Lo sabia era muy infantil y combinado con mis habilidades de computación era una mala mezcla, dando como resultado bromas muy pesadas. Los alumnos comenzaban a tratar de quitar el agua de su ropa y su cabello sin mucho éxito por lo que algunos solo se quedaban parados bajo el sol, junto a mi escuche a Baekhyun solo decir "Que suerte que teníamos hora libre" y volvió a recostarse, lo que me hizo reír con más fuerza, hasta que su imagen mojada junto a sus amigos pasando frente a mi me hizo sofocar el gesto, aun con agua por todos lados en su uniforme de deportes este le sentaba como anillo al dedo. Recargue mis manos sobre el pasto y deje que mi peso fuera a mis brazos...
—Te dije que tomaras un baño — solté riendo y él me miro molesto
— ¿Fuiste tú?
— Fui yo ¿Qué? — fingí inocencia, el tono de mi voz era tan obvio que era casi insultante
— ¿¡Sabes cuantas semanas de trabajos arruinaste en mi mochila!? Mi laptop y mi celular, así como las cosas de los demás
— ¡Oh! ¿Ahora eres defensor de los inocentes? — dije incrédulo, el rumbo de la conversación estaba incomodándome
—Luhan...
Se acerco mucho, demasiado a mí, quedando de rodillas en el pasto se coloco sobre mí para que no pudiera moverme, sentí que mi respiración se cortaba así como mi mente quedaba en blanco, ¡Esa sensación! ese sentimiento de impotencia y dependencia que producía en mi era lo que más me enfadaba de él, pero a pesar de eso sentí como me sonroje...
—Mírate nada más sonrojándote por un poco de cercanía. Déjame decirte algo Luhan...
—Kai ¡ya basta! — escuche a su espalda pero su figura no me dejaba ver
— ¡No Sehun! Necesito que sepa algunas cosas. Me canse de tu juego de colegiala enamorada, te seguí el rollito solo porque te veías solo y al menos dándote un poco de mi atención parecías diferente, pero comenzaste a ser molesto y mi interés en ti se fue
— ¡Jong In Idiota! Tú...— intente defenderme pero...
— ¡Cállate y escucha! Estos momentos de diversión se acabaron, es demasiado infantil y estúpido
— ¿Me estas llamando...?
—Te he llamado de muchas maneras Luhan, pero esta vez es diferente, madura
— ¡No! ¡No lamento ser como soy! Así soy y si no te gusta puedes meterte todas tus quejas por las nalgas, porque no me podrían importar menos. No estoy para agradarte ni para llenar tus expectativas, pero gracias
—Lu... — no le deje terminar, lo mire molesto antes de que el valor se me fuera
— ¡Gracias por gritarme frente a toda la gente lo patético que soy! Que creo que ya lo sabían, pero ahora lo vuelven tener en cuenta... ¡SI, SOY PATETICO! ¿Y QUE? Maldito idiota...
Lo empuje con fuerza, pero sabía que ya estaba llorando, no lo había hecho desde hace mucho. Me miro un estando en el piso y el ser él quien me había dicho todo eso al parecer me dolió demasiado, tome mis cosas y me levante para correr hasta mi casa, no quería ver a nadie, no quería terminar mis clases, estaba molesto, muy molesto conmigo, por no darme cuenta de cuánto tiempo él estuvo fingiendo que por lo menos le agradaba como para llevarnos un poco bien e insultarme, que al menos tenía como él decía "un poco de su atención" para estar contento, me maldecía por enamorarme, eso era un grave error...
Jong In
No me medí, el solo haberle gritado lo que sentía de verdad y que fuera frente a todo el mundo por un arranque de coraje ocasionado en parte por el regaño que me había hecho el profesor de gimnasia, así como el agua caer por su culpa, me hizo perder el sentido, pero que el que no me contradijera me hizo sentirme culpable y aun más cuando intento no llorar aun con sus ojos aguados. Él me agradaba, me agradaba mucho, pero era cierto que era muy infantil, sin embargo yo no quería que las cosas fueran así, me abría gustado hablar con él sobre su actitud y al final termine escupiéndole en la cara todo de la forma más vil que pude...
— ¡Bien hecho machote!
— ¿Tu quien eres? — dije viendo al chico que estaba tirado junto a mí, si sabia quien era pero... ¡Bahh!
—Decirle infantil fue un golpe duro, yo no voy a decirte nada Jong In, pero lo que acabas de hacer va a marcarlo. Tienes que disculparte
— ¿Por qué? Sabes que lo que dije es cierto, no fue la manera correcta de decírselo, pero no es mentira
— El que sepas sus defectos no te da derecho a echárselos en cara ¡Ni que tú fueras perfecto!
—Yo...
—Tal vez no sea mentira todo lo que le dijiste, pero TÚ no lo conoces, no sabes cómo es su vida
—Pero...
—Dejo su bicicleta, te daré su dirección y más te vale que te disculpes
— ¡No lo haré! Le llevare su bicicleta, pero no le pediré perdón, si él no me pide perdón primero...
Suspire. Caminaba cuesta arriba con la bicicleta de ese "niño", pase por una cafetería en donde un Joven/Señor me sonrió y seguí mi camino. Lay, el chico amigo de Luhan tenía razón, pero también tenía mi orgullo, el haber estallado contra Luhan solo era cuestión de tiempo y la excusa de mis cosas arruinadas por agua al parecer fue la gota que derramo todo mi tinaco de paciencia contra él. Miré la hoja en mi mano y la dirección era la correcta, una casa blanca con tejado café, de dos pisos y bastante común, grande, pero sin llegar a ser la gran cosa, mi mirada se paseo por el jardín y pude notar la mochila de Luhan en el pasto ¿Qué hacia ahí?, la tome y me dispuse a tocar el timbre de la puerta principal.
— ¡No necesito nada! ¡¡Nunca lo necesite, así que largo!! — se escucho desde el otro lado de la puerta
—Luhan abre la puerta
—¡¡¡Largo!! ¡Tú eres a quien menos quiero ver!
—Luhan... — sobe mi nuca pidiéndole a dios paciencia, porque si me daba fuerza tumbaba la puerta, pero un gruñido me hizo volverme — ¿Tienes un perro?
— ¿Un qué?
Justo frente a mi había perro de tamaño medio de raza "Pitbull" bastante musculoso, no muy grande y bonito, se me acerco y comenzó a gruñir, trague en seco, no parecía amistoso y mucho menos lindo ahora que mostraba sus colmillo así como colocaba sus cuatro patas más abiertas, esperando a cualquier movimiento para atacar...
—Luhan ¿Tienes un perro? — susurre
— ¿Qué? No te oigo
— ¡Un perro, un maldito perro! — dije un poco más fuerte, pero sin gritar
—No sé de que hablas el único perro aquí ¡Eres tú!
—Luhan déjame entrar... — intente girarme hacia la puerta, pero enseguida el perro ladró como una advertencia abriendo sus fauces de manera casi antinatural — ¡¡UN PERRO MUTANTE!!
Me encogí en mi soltado las cosas que traía en las manos al escuchar que el perro comenzaba a correr contra mí, pero nada paso, sentí u tirón que me hizo caer de espaldas chocando con el duro piso y cuando abrí los ojos frente a mi solo estabula puerta cerrada, inhale y exhale fuerte, estuve a punto de convertirme en bocadillo canino. Giré mi vista y ahí estaba Luhan con los ojos rojos y una pijama bastante peculiar, ¿han visto bananas en pijama?, sino imaginen el traje de un reo, solo que con las rayas de manera vertical y en azul con blanco, que le quedaba un poco grande...
— ¿Se te olvido gritarme algo? ¿Era tan urgente que no podía esperar hasta que estuviéramos mañana en la escuela en medio del patio para decirlo y viniste a mi casa con un perro demonio para atormentarme? — dijo molesto e irónico
—El perro no es mío y no vine a decirte nada, solo traje tu bicicleta, me voy
—No regreses
— No pensaba hacerlo — ¿Por qué siempre terminábamos discutiendo?
— ¿¡Pues qué esperas!?
—Voy a ver si el perro sigue ahí
— A mi me vale si el perro parido por el diablo y su legión de gatos zombies te están esperando afuera ¡Largo!
—Eres bastante mal hablado ¿no crees?
—Solo con quien me humilla
— No era...
— ¿Qué? ¿Tu intensión? No mientas, estoy acostumbrado, si no hubo nadie hace 13 años cuando mis padres murieron menos ahora — lo mire con una sorpresa que no pude disimular, tal vez por eso era tan infantil, solo necesitaba atención y yo de idiota que iba y...
— Luhan yo, sé que soy...
—Un hijo de la...
— ¡Hey!
—Solo vete quieres... Ya hiciste mucho por mi hoy y gracias por la bicicleta — dijo sin ánimo ni señal de sincero agradecimiento y abrió la puerta — Adiós
— Yo no creo que sea la mejor manera de dejar que se vaya ¿no crees?
Nos quedamos mirando hacia la puerta en donde estaba un hombre con la mochila de Luhan en las manos mientras cerraba el cierre de la misma y nos regresaba la mirada con una sonrisa, yo no lo conocía, pero tal vez Luhan si, aunque lo que dijo me dejo claro que no...
— ¿Trajiste a tu abuelo? — me pregunto con una ceja levantada
—No lo conozco — dije serio
—Exacto ninguno de ustedes me conoce... ¡Oye que grosero! No estoy tan viejo — añadió ese hombre de apariencia mayor, un poco indignado. Buscaba algo en las bolsas de su pantalón ante nuestra atenta mirada ¿Por qué diablos no cerrábamos la puerta? ¿O le pegábamos? Era un completo desconocido — ¡Lo encontré!
—Que fue lo que...
— ¡Shhh! — no me dejo terminar y su mano se movió como rayo, sentí que me atragantaba llevando mi mano a mi garganta— Pásatela... — dijo mirándome y sin poder evitarlo hice lo que me dijo
— ¿Que fue eso? ¿Me enveneno? — pregunte
— ¿Siempre es así? — me ignoro y le pregunto a Luhan directamente, el cual solo asintió — Ya veo... Este, yo tenía que decirles algo, pero lo olvide...
Sus palabras me sonaron distantes y de repente me maree, lleve mis manos a mi estomago, algo estaba pasándome, pero no sabía que, me deje caer al piso y sentía agua en mi cara así como en mi cuerpo, sin poder evitarlo comencé a asustarme ¿Y si, si me había envenenado? ¿Qué tal y con lo que me dio me quedaba calvo? ¡No! Amaba mi cabello...
—¡¡Ahhh!! ¡¡Me derrito!!
— ¡Cállate! Solo es sudor — Luhan me golpeo y me ayudo a levantarme para luego dejarme en el sillón, se aparto un poco, nos fijamos en la puerta pero el hombre ya no estaba — Se fue... ¿Te sientes mejor?
— No
— Vamos te llevare a la cama, tal vez si te recuestas te sientas mejor y puedas largarte de una vez
Asentí y en cuanto toque la cama, me perdí no sin pensar antes ¿Que me está pasando?