Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Down the Mistletoe por damnlolliraingirl

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Me debatí mucho en subir o no este one shot, pero aquí está. Muchas gracias por leerme c: y feliz Navidad atrasada a todos los lectores y boice que se pasan por aquí. Mis mejores deseos para todos en estas fechas de unión familiar. ♥ 


¿Listas para Enero? kkk~

El final del mes de Diciembre había llegado más que rápidamente para el de cabellos castaños. Estaban en los últimos días del calendario, para ser más exactos era noche buena. 

Caminaba sin prisa alguna a casa de sus abuelos, sus padres le habían exigido verlo allá por la noche. La universidad le consumía tanto y lo menos que podía hacer en vacaciones invernales era ver a sus padres, abrazarles y desearles feliz Navidad al igual que a sus demás familiares para luego volver rápidamente a su apartamento. 

A petición de su madre, vestía muy elegantemente con un traje que había usado anteriormente para una presentación en la escuela, no se podía dar el lujo de comprarse un traje caro ni con muchos salarios de por medio. Por aquel motivo se veía obligado a desempolvar el saco y pantalones negros de años pasados, acompañados con una gabardina gris, vieja también. Una corbata delgada negra complementaba el conjunto a su camisa de imitación que su mejor amigo había encontrado en una barata. Y por supuesto, sus zapatos negros brillantes que había comprado hace muchísimo ya, en aquel momento habían sido algo caros por su situación. Los usaba en situaciones especiales, pero ese día… ese día no sabría realmente por qué pero notaba una chispa distinta. 

Sacudió su gabardina de la nieve que le había cubierto luego de caminar por una hora y media, ahora la nieve había cesado; así mismo hizo con sus zapatos para luego de un momento presionar el botón del timbre en la antigua casa de sus abuelos. 

Esperó mirando al rededor como las cosas habían cambiado, a penas un año había pasado y tantas cosas eran distintas. Suspiró dirigiendo sus ojos al cielo, aunque un racimo verde le distrajo con un particular destello en el tope de la puerta de madera de la casa tradicional aquella. ¿Qué era? ¿Y porqué relucía tanto ante sus ojos? 

– Uhm… ¿Entrarás o te quedarás ahí parado? – Una voz suave pero firme y profunda le hizo volver a la realidad y por fin pudo escuchar viejas pistas de jazz desde dentro, risas de distintas personas y un olor a dulce le llenó sus fosas nasales. 

Miró después con más atención al chico frente a él, no le reconocía. Jamás había visto aquellos delgados ojos en su vida, pero se le habían hecho preciosos. Entreabrió sus labios para poder contestar algo a la cuestión que el más alto había realizado, mas nuevamente la voz contraria resonó en sus oídos. 

– Tu debes ser Jung Yonghwa. Tus abuelos estaban esperándote, tu padre ya había perdido las esperanzas de que llegaras. – En un tono aparentemente divertido le dijo aquello, soltando una risilla. Notaba que se estaba divirtiendo con la situación. 

– ¿Quién eres tú? – Soltó por fin con algo de confusión pero seguro de que nunca antes le había visto, sus ojos no habían tenido el gusto. 

– ¿Ah? – El muchacho misterioso dudó, cayendo en cuenta que no se había presentado.– Minhyuk, Kang Minhyuk. Soy un nuevo vecino de tus abuelos y yo… 

– ¿Y qué es eso? – Interrumpió la corta presentación ajena; dirigía su vista hacia arriba una vez más, cautivado por completo por el brillo que aquel racimo que colgaba del marco emanaba.– ¿Y qué hace ahí? – Preguntó nuevamente con curiosidad cual niño pequeño. Y aquello no pudo más que enternecer al otro castaño. 

– Es un muérdago… como en las películas. – Contestó sonriendo, aún tocado por las preguntas del más bajo. 

– No recuerdo haberlo visto jamás… a ninguno de los dos. – Aquellas últimas palabras las susurró más para sí mismo con una duda interna que no le despejaba la mente en ningún instante.– ¿Para qué sirve? – Juró en sus pensamientos que sería su última pregunta. 

– Ah… – Una sonrisa amplia llenó el rostro del de ojos delgados, cerrándolos aún más de manera natural y dejando ver un su preciosa dentadura un par de hermosos colmillos bien definidos. Se acercó mostrándose seguro pero nervioso por dentro, sus entrañas temblaban y a la vez, ardían de ansiedad. Tomó con ambas manos el rostro del castaño ahora confundido, analizando en unos cuantos segundos todo su rostro especialmente sus gruesos y rosados labios. 

Sin pensarlo más recargó sus labios contra los ajenos, tocándose cual suave caricia. Jamás pensó tener las agallas suficientes para realizar semejante acción, sin embargo el aura delicada que el mayor tenía y ese aire tan masculino que portaba le habían obligado a no dejar pasar la oportunidad. Y el de zapatos caros no podía quejarse, sin ninguna duda había algo que desde muy de mañana se le hacía distinto, en todo había algo diferente, no lo entendía hasta ahora. Y no lo dudó ni un segundo al corresponder a la caricia que las carnosidades ajenas le ofrecían, incluso tomándose el atrevimiento de llevar sus brazos al rededor de la cintura ajena y cerrando sus ojos disfrutó del beso. 

Unos segundos luego el desconocido muchacho alejó sus labios de los ajenos, haciendo que el de menor estatura abriera sus ojos. Ambos se dedicaron una sonrisa tímida, ¿qué había sido aquello? 

– Es sólo una mera excusa para que momentos mágicos sucedan… bajo el muérdago, hay magia. – Contestó a la pregunta que anteriormente el mayor había realizado. 

– Ahora me doy cuenta… a eso se debe su brillo especial. – Esbozó una sonrisa aún más amplia que la anterior, sintiendo por completo la magia del muérdago en aquel abrazo, en aquel encuentro de miradas y en las sonrisas brindadas. 

– Minhyukie, ¿te has ido ya? – La abuela de Yonghwa hizo presencia en la entrada del portal de su vieja casa, sonriendo ampliamente también al encontrarse con aquella escena.– Hija, ¡te he dicho que funcionaría! – Gritó la anciana emocionada ante un plan bien hecho. 

– Abuela… – Ambos jóvenes rieron al unísono, mirando a la abuela del mayor que lucía bastante contenta, tal vez gracias a la magia del muérdago. 

Notas finales:

Gracias por leerme c: 

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).