Los brazos del pequeño Kyungsoo rodearon con fuerza el cuello de su madre al verla soltar pequeñas gotas de agua de sus ojos, Kyungsoo solo sintió que debía abrazarla con fuerza.
Su madre levanto la cabeza, observando los enormes ojos de su hijo, sonrió, su hijo con tan solo 7 años, ya podía consolarla. Hizo el esfuerzo de disminuir sus sollozos, lo menos que quería era despertar al pequeño Jongin, no importaba su dolor. Ella debía seguir adelante, por sus hijos. Ellos aún eran muy pequeños para saber todo lo que ocurría.
Una pequeña lagrima se deslizo de los ojos de Kyungsoo, con rapidez su madre la limpio, lo que menos quería era que él llorara, el pequeño no podía despegar la mirada de su madre, ella se limitó a suspirar.
-Kyungsoo… ve a ver a si Jongin está dormido-el pequeño asintió entusiasta, dedicándole una sonrisa a su madre. Bajo de un salto del sillón en donde se encontraba y fue corriendo hacia la habitación de su hermano.
La mujer observó con una sonrisa triste a su hijo mientras se perdía por el pasillo, luego mirando al techo, cerró los ojos. El silencio invadió la habitación, pero era suficiente para ella, así con su cabeza ladeada hacia arriba lloro en silencio. La muerte de su esposo.
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Kyungsoo llegó agitado a la habitación y se acercó lentamente a la cama de su hermano, sus pequeñas manos tomaron con fuerza las telas de las sabanas y se impulsó con ellas para subir.
Emitió una risa silenciosa, su hermano otra vez tenía un pequeño hilo de saliva desde su boca hasta su almohada, el pequeño Kyungsoo temblaba de la risa mientras sus manos tapaban sus labios con fuerza. La escena era demasiado divertida.
Los sentidos de Jongin se pusieron alerta, frunció levemente el ceño. ¡Su cama se movía! Rápidamente abrió los ojos asustado.
-¡Hyung!- gritó el pequeño Jongin de 6 años. En verdad se había asustado, pensaba que podía ser alguna clase de Monstruos come Jongins. Pero solo era su malo Hyung de 7 años.
-Jongin, ¡eres tan miedoso! –Siguió riendo Kyungsoo, los ojos del menor se llenaron de lágrimas, un pequeño mohín se formó en sus labios. El mayor paro de reír –oh, Jongin-el pequeño comenzó a hipar a causa de los sollozos, Kyungsoo se abalanzó sobre su hermano –perdóname Jongin-se sentía mal –no… no quise hacer eso-su voz se iba cortando, el mayor también estaba comenzando a llorar.
Ambos se miraron con sus ojitos llenos de lágrimas. –T-te per-rdono Hyung… - No importaba la situación. Jongin siempre terminaba perdonando a su Hyung cuando veía como agua salía de sus enormes ojos.
El mayor sonrió.
-¡Esta noche volveré a dormir contigo!-exclamo feliz Kyungsoo mientras se metía de un salto dentro de las sabanas del menor. Jongin sonrió feliz, le gustaba mucho cuando su Hyung dormía con él.
Ambos hermanos de frente, se miraron sonriendo. Kyungsoo y Jongin en verdad se querían demasiado. Aunque ellos no supieran expresarlo por su corta edad, las personas mayores a su alrededor cada vez que observaban a ese par, notaban ese cariño y complicidad que ya muchos hermanos no poseen últimamente. Ellos eran amigos y por suerte, la vida los puso de Hermanos.
Ambos niños cerraron sus ojos, dejándose llevar por el mundo perfecto de los sueños. Sin ser conscientes de su alrededor. Sin ser conscientes que esa noche, su vida ya había cambiado.
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-Kyungsoo, Jongin, les presento a su… padrastro-y si, su madre había decidido ir al grano. Sonrió complacida ante lo que había dicho. Pensando que había tomado la mejor decisión para ella y sus dos hijos.
El pequeño Jongin de 12 años tomo con fuerza la tela de la camiseta de su Hyung, Kyungsoo se irguió y dio una reverencia de 90 grados hacia ese hombre de aura perfeccionista, seria y rica, sin cuestionar nada de lo que su madre les había dicho. Jongin aún no se inclinaba, no quería hacerlo.
La mano de Kyungsoo se posó suavemente en la espalda de su hermano y lo hizo inclinarse hasta donde él lo había hecho. Una lágrima cayó al suelo. Kyungsoo la miro romperse.
La madre de ambos chicos se acercó hasta ellos. Sin percatarse que el menor estaba llorando, este seguía con su cabeza baja, a Kyungsoo le molesto eso, pero prefirió quedarse callado.
-Nosotros… tendremos un nuevo comienzo, iremos a vivir con su padrastro, comenzaran una nueva escuela, tendrán nuevos amigos, nueva casa, nuevas habitaciones…, seremos una nueva familia- volteo a ver al hombre con una sonrisa.
Nueva Familia.
Las lágrimas del menor de los hermanos comenzaron a caer por sus mejillas en mayor cantidad, y aun así su madre estaba tan envuelta en su mundo de perfección que le había otorgado ese nuevo hombre, que ya no podía notar a sus hijos, ni el mundo de ellos. Kyungsoo solo quiso que todo esto terminara rápido.
-Hyung-un pequeño susurro se hizo presente en el silencio de la habitación. Ambos hermanos ya estaban en sus respectivas camas. Kyungsoo se voltio, viendo como su hermano agarraba con fuerza ese oso de peluche que alguna vez había sido blanco, siendo ahora gris y con varios parches, al borde de su cama, con la luz de la luna iluminando lo justo de su cara, para que el mayor pudiera observar las lágrimas en sus ojos y la súplica de estos.
No hicieron falta palabras. Ellos se entendían.
El mayor se pegó totalmente a la pared, observando a su hermano subir a su cama. Cuando termino de meterse dentro de las mantas, Jongin no quiso esperar más y abrazo con todas sus fuerzas a su Hyung, ocultándose en el cuello de este, dejando que sus lágrimas fluyeran sin ningún problema, dejando escapar todo su dolor, dolor que solo su Hyung podía consolar.
Kyungsoo estrecho a Jongin en sus brazos con fuerza, tragándose con un sabor amargo sus lágrimas, odiaba ver a su hermano así.
-Hyung… ¿nosotros volveremos a comenzar… como dijo mamá? Es decir, tu y yo… -Kyungsoo frunció el ceño sin entender del todo, cuidadosamente movió al menor quedando frente a frente, sus miradas conectadas.
-Jongin… aunque volviéramos a comenzar, terminaríamos como ahora, solo nosotros dos, no temas. –susurro lo último, el menor sonrió, volviéndose a acurrucar entre los brazos de Kyungsoo.
-¿Me lo prometes?-
-Te lo prometo, Jongin-
Bb.
Su madre dejo sin ningún cuidado la caja de su hijo Jongin sobre el suelo de la segunda planta de la casa, este miro la caja rogando que no haya roto ninguna de sus cosas.
Definitivamente, ese nuevo hogar era un palacio, con una estructura que se extendía 3 pisos hacia arriba, una enorme cantidad de habitaciones. Un gran jardín rodeaba la parte el frente, encontrándose allí una gran variedad de todo tipo de flores, rojas, blancas, violetas. El patio trasero era el doble de grande que el primer jardín, encontrándose con una gran piscina y más vegetación.
¿Había mencionado que la casa se encontraba en los alrededores de la ciudad? Esta se encontraba cerca de un bosque. Definitivamente la paz se respiraba ahí. Y no quedaba tan lejos de la urbanización. Solo estaba a 15 minutos.
Era un lugar donde cualquiera daría lo que sea por vivir allí. Con solo algunas casas a algunos metros de lejanía, todo mezclándose con la naturaleza.
-Niños, decidan en que habitación dormirán, recuerden que solo pueden andar por el segundo piso, el tercero no-recordó las palabras que le había dicho su pareja.
-Nosotros dormiremos en la misma habitación, madre-apareció Kyungsoo abrazando por el hombro a su hermano, esta los miro confundida.
-Per- su madre trato de hablar, pero su hijo la interrumpió.
-Iremos a desempacar nuestras cosas, con permiso-se agacho hasta tomar un bolso del suelo y con su mano libre, tomo la de Jongin, su madre no se inmuto por esa acción y se quedo allí con una expresión sorprendida.
El mayor llevo casi corriendo al menor hacia una de las últimas habitaciones del pasillo.
-enserio, dormirás conmigo Hyung?-pregunto Jongin cuando llegaron a una habitación, al parecer era la más ‘’pequeña’’ de la enorme casa, pero se veía acogedora, Kyungsoo sonrió y apretó con fuerza la mano que aun sostenía en la suya.
….
Kyungsoo tomaba con tranquilidad su desayuno, la casa estaba silenciosa, otra vez. Como muchas veces anteriores.
Miro sin mucho interés su celular, era temprano, no había necesidad de apurarse. Volvió su vista a la nota que había dejado su madre.
‘’Esta noche llego tarde’’
Usualmente las notas de su madre siempre estaban escritas con esas 4 palabras, ha sido así desde hace ya 2 años de los 4 que viven en la casa de su padrastro.
Su madre era una desaparecida total, como el dueño de esa casa. Pero a él no le importaba, hacía rato que le había dejado de importar.
Sus oídos se agudizaron cuando sintió como unos pasos perezosos descendían por la escalera, a pesar de la alfombra que cubría estas, podía sentir sus fuertes pero lentos pasos, sonrió burlón, dándole otro trago a su taza de café.
Jongin apareció en la cocina, su pelo estaba completamente alborotado, sus ojos casi totalmente cerrados, su rostro aún tenía las marcas de la almohada y no llevaba puesto su uniforme escolar, había ingresado a la cocina solo con su bóxer puesto.
Exhibicionista. Rió Kyungsoo
Ante esa familiar risa, Jongin abrió uno de sus ojos con pesadez.
-Hyung, cállate. Es temprano- froto su mano contra sus ojos, el mayor se levantó de su silla, caminando hacia el fregadero.
-Eso es lo que crees Jongin-el menor lo miro con cara confundida-apúrate por favor, no quiero llegar tarde a clases otra vez, por culpa de mi hermanito –
Hermanito. Esa definición de él lo hizo sonreír. Camino sigilosamente hacia su Hyung, este estaba volteado limpiando su taza.
Kyungsoo no se dio cuenta de que Jongin estaba detrás de él, hasta que sus brazos se envolvieron en su cintura firmemente. Un escalofrió lo recorrió por completo cuando este comenzó a hablarle al oído.
-Justamente por tu hermanito, harías cualquier cosa- la voz del mayor se perdió en algún lado, quería responderle, pero no podía. Simplemente no podía. Estúpido Jongin
El más alto planto un beso juguetón en la mejilla de su Hyung. –Ya vuelvo- y sin más, saco sus brazos del cuerpo de su hermano y fue corriendo escaleras arriba.
Agradeció a los cielos que Jongin no hubiera visto la nota de su madre, aunque el menor ya sabía lo que dejaba esa mujer todo el tiempo a la mañana.
Kyungsoo siempre observaba como en esa sonrisa burlona, un pequeño movimiento en la comisura de sus labios se quería desplazar hacia abajo, Jongin mordía fuertemente su labio inferior cuando le ocurría eso.
Aunque… en verdad Jongin había cambiado, ya no era más el niño débil que necesitaba todo el apoyo su hermano para dejar de tener miedo o lograr un objetivo. Jongin ahora era un chico de 16 años, bastante extrovertido, el típico de muchos amigos, burlas constantes y alguna que otra travesura de nivel mayor.
Era un adolescente, ambos lo eran. Solamente que Jongin logro cambiar más en este tiempo, sorprendiendo a Kyungsoo, que se había vuelto un poco más introvertido de lo que era antes.
Sus amigos comentaban todo el tiempo que Jongin parecía el hermano mayor, Kyungsoo se sentía raro ante estas palabras. Cuando eran pequeños él siempre era el que protegía a Jongin, pero en algún momento de sus vidas esto se dio vuelta, y esa parte de la historia de sus vidas a Kyungsoo no le sorprendía.
-¡Ey Soo! ¡Tierra llamando a Soo!- una voz a lo lejos lo llamo, o no.
-Eh?- el llamado parpadeo rápidamente, recordando donde estaba. En las clases de Matemática, con el profesor más aburrido de toda la escuela y su mejor amigo al lado tratando de obtener su atención. Suspiro cansado, se había hundido en sus pensamientos.
-¿Te ocurre algo Soo?-el tono de preocupación en la voz de Joonmyeon lo hizo mentir.
-N-no, no ocurre nada-
Él nunca solía estar desatento en clases, por alguna razón tenia las mejores notas de toda su clase, siendo así también el presidente de esta. Se había pasado toda la clase pensando en Jongin. Y es que todo fue a causa de ese comentario del menor antes de salir de su hogar.
>> -Hyung, esta noche me quedare a dormir en la casa de Eun Bi- Kyungsoo detuvo su andar hacia la puerta, se volteo para mirarlo.
-Pero… Eun Bi, es una chica- Jongin explotó en carcajadas.
-Losé Hyung… créeme que lo note- le guiño un ojo.
-Pe-pero si es una niña, ¡Jongin! ¿Cómo vas a quedarte a dormir? ¿Que dirán sus padres? ¡Su padre! Yo no me hago cargo si vuelves sin un brazo, un ojo, una pierna, parte de tu cabeza rapada y sin tu pe-
-¡Kyungsoo Hyung!-lo detuvo su hermano, su expresión de total horror. –Eso no pasara… - sonrió orgulloso – Sus padres no estarán, se fueron de viaje y no vuelven hasta pasado mañana, la casa será solo de nosotros dos. –Movió sus cejas de forma insinuante. <<
Luego de eso Kyungsoo solo se había limitado a negar con su cabeza y salir por la puerta. Y es que ¿Por qué no podía dejar de pensar en eso? De alguna forma, se sentía impotente.
A la salida de clases, se junto con su grupo de amigos.
-Quiero hacer algo esta noche- Había dicho Chen, adelantándose a cualquier respiración que podía soltar alguno. Se miraron confundidos ante la emoción de este.
-Bueno… ¡Me apuntó! –Soltó con la misma emoción Chanyeol.
Baekhyun levanto una ceja –Dime cariño, ¿Alguna razón por la repentina emoción?-
Kyungsoo rió, al parecer el par había tenido una discusión. Chanyeol dejo de hablar con Chen, con una mueca de ‘’Que mierda dije’’ en su rostro.
-No Baekkie- soltó dulce –Solo que seria genial que todos nosotros salgamos juntos ¡Hace mucho que no salimos a causa de nuestros exámenes! –puchereo.
-Tienes razón Grandote-se rindió Baekhyun. No podía estar más de 5 minutos molesto con su novio. Él más alto lo abrazo por la cintura posesivamente.
Luhan y Yifan también estuvieron de acuerdo.
-Vamos Soo, apúntate. – animó Joonmyeon, con una brillante sonrisa.
-Es que… -Kyungsoo no sabía realmente que hacer-… Jongin… y casa-
Jongin
-Jongin, ya se puede cuidar solo ¿No crees? Es bastante maduro-hablo serio su mejor amigo.
De repente recordó las palabras de su hermano.
-Voy-sonrió, las exclamaciones de felicidad no se hicieron esperar, comenzaron a organizar todo para esta noche.
Joonmyeon tiene razón. Pensó Kyungsoo. Jongin ya era grande, apuesto a que se podría manejar mejor que el mismo lo hace. Además, el menor iría a la casa de la niña esa Eun fa o lo que sea y seguro él la pasaría muy bien mientras se la folla.
Se mordió los labios de impotencia. Jongin teniendo relaciones con la Eun fa.
Sacudió su cabeza, no ese no era el problema. El problema era que seguro él se quedaría esperando a su hermano como un imbecil sabiendo que no llegara.
¿Por qué él se tiene que quedar en casa, esperando por él? No, es turno de que el hermano mayor se desprenda totalmente del menor.