Desperté por un dulce aroma que llegó a mi nariz, un aroma rico y seguramente delicioso. Abrí mis ojos y no me encontré a mi ángel por la cama pero lo vi entrar con una amplia bandeja llena de comida deliciosa, cabe resaltar que Lelouch estaba vestido únicamente con una bata ligera y llevaba su cabello húmedo, tal vez se dio una ducha mientras estaba dormido.
—Buenos días, Suzaku.
Me saludó con una cálida sonrisa mientras dejaba la comida en la meza de la habitación, me levanté anudándome una toalla a la cintura para atraerlo a mí y darle mi beso de los buenos días.
—Muy bueno días, Lelouch, próximamente a ser Lelouch Kururugi.
Sí, porque dentro de un par de meses, en lo que fijábamos la fecha para la boda, Lelouch pasaría a ser mi esposo. ¡¡Por fin!!
—Sí, dentro de poco ambos nos casaremos, estoy ansioso porque llegue ese día- mi ángel se acurrucó en mi pecho desnudo mientras yo besaba sus cabellos, ¡Como lo amo!
—Yo también mi amor, pero antes, vayamos a decirles a los demás sobre nuestro compromiso.
—Tienes razón, quisiera decirle primero a Rollo, ha estado muy ansioso estos últimos días.
Aunque Lelouch tiene razón: si hay alguien quien nos apoyó y quien me echó mucho la mano en todo nuestro noviazgo, ese fue Rollo-kun. Fue mi gran apoyo y consejero puesto que él era más cercano a mi ángel.
—De acuerdo, Lelouch, pero antes que nada vamos a desayunar.
Ambos desayunamos esa deliciosa comida, y de paso también me desayuné a Lelouch. xD.
Llegamos a la cafetería donde estaba Rollo-kun, por suerte ese día era feriado así que no la abrirían a los clientes pero le informamos al chico que queríamos hablar con él para tratar un asunto. Cuando Lelouch se lo dijo, el chico se soltó a llorar emocionado y abrazándonos a ambos.
—Estoy tan feliz por ustedes, sempai, me alegro tanto- el chico se limpiaba las lágrimas con un pañuelo que Lelouch le extendió mientras lo abrazaba dándole palmadas- de verdad que ambos merecen ser felices, sempai. Suzaku-san- ahora el chico se levantó hasta quedar frente a mí y mirarme serio por unos segundos- por favor, cuide de sempai, ahora que están próximos a casarse, le pido de la manera más atenta y posible que lo cuide y proteja mucho de ahora en adelante.
—Por supuesto, Rollo-kun, de eso no tengas duda alguna- le di un apretón de manos al chico sellando así nuestra promesa. Lelouch, para celebrar la aceptación de su ayudante- al que considera como su hermanito-, trajo un pequeño pastel de chocolate oscuro, uno de mis sabores favoritos. Degustamos el singular pastel mientras charlábamos detalles no previstos de la boda, como el lugar y cosas de esas.
Llegamos al hospital caminando puesto que Lelouch así lo quiso, previamente le había enviado un mensaje a mi sensei para que reuniera a todos en la sala de juntas para darles un aviso, al principio estaba nervioso puesto que el único que sabía que le pediría matrimonio a Lelouch era Gino, solo que nunca le había dicho cuando lo haría.
Al llegar a la sala de juntas vi a todas las enfermeras del equipo cuchichear entre ellas, Gino estaba junto a Lloyd y Anya charlando y haciendo una apuesta entre ellos mientras que sensei y Cecile-san trataban temas acerca de algún caso específico del hospital.
—Hola a todos.
Saludamos entre Lelouch y yo a los presentes logrando una horda de chillidos por parte de las féminas del lugar mientras estas se lanzaban a nosotros preguntando sobre nuestro aniversario, que si Lelouch se divirtió, que si yo volví a patinar como bambi, que si no hubo pervertidos mirando de más a mi novio, etc. Lo normal.
—Lelouch-sama, ¿Qué es eso que tiene en la mano?
Kallen sujetó suavemente la mano de Lelouch donde estaba el anillo que le había dado, eso llamó la atención de todas las mujeres y segundos después ya chillaban como locas abrazando a Lelouch y felicitándolo como si esto fuese la final de algún concurso importante.
—Muchas felicidades a ambos, chicos, ya se estaban tardando mucho- nos felicitó mi sensei dándome unas palmadas en la espalda después del tradicional abrazo.
—Creí que tardarías más en decirle a Lulu-chan, Suzu-chan, pero ya sabía yo que me sorprenderías- Gino me despeinó el cabello mientras me abrazaba por los hombros.
—Aunque, bueno, solo les falta decidir lo de la boda y toda esa cháchara.- Rió Lloyd acomodándose sus lentes mientras veía a mi prometido- a que bien suena *u*- el cual era felicitado todavía por las féminas.
—Sí, pero será en el transcurso de estos meses. Lelouch quiere ir a visitar a su familia y nos iremos este viernes a Britannia.
—¡¡¡¡¿ QUÉ?!!!!
El chillido de Gino me dejó sordo, porque el muy idiota me gritó en los oídos, y de paso mi sensei le dio un golpe con su amado periódico por su manera tan exagerada de actuar. Hasta mi ángel se asustó.
—¿Todo bien, Gino onii-san?
—T-Todo está bien, Lulu-chan, recordé algo que tengo que decirle a Suzu-chan en privado.- Gino tartamudeó nervioso y luego me jaló llevándome a rastras hacia su consultorio donde cerró la puerta con llave y se mostraba muy histérico.
— ¿Qué demonios te pasa, Gino? ¿Por qué actúas de esa manera?
—Suzaku, en vista de lo que me acabas de decir, solo te mencionaré esto- me sorprendió la actitud seria de Gino y más cuando tomó mis hombros y posó su mirada fija en mi- fue un placer haberte conocido.
— ¿Por qué me dices esto, Gino? Suena como si fuese a morir- le miré confuso y más cuando se empezó a morder los dedos, gesto que hacia cuando estaba muy nervioso.
—Porque literalmente vas a morir, ¡¡Vas a visitar a la familia de Lulu-chan!!
Su chillido de nueva manera me irritó, odio cuando Gino se pone en este plan. Me senté en uno de los sillones de su consultorio mientras él hacía lo mismo. Al parecer esto sería largo.
—Por favor, Gino, hablas como si la familia de Lelouch fuese de lo peor.
—Verás, Suzu-chan, te lo diré porque eres el prometido de Lulu-chan y porque te estimo mucho- comenzó Gino suspirando de manera tensa y mirándome nervioso-: la familia de Lulu-chan es muy, pero muy especial con él: como Lulu-chan es el único hijo doncel de mis tíos, lo tratan como si fuese su tesoro más preciado, lo más amado y querido por ellos. Además de que están los hermanos de Lulu-chan. Lo aman y adoran demasiado, anudándole el hecho de que no le han visto en años. Y en vista de en el plan en el que tú vas, ellos te verán como el maldito bastardo hijo de %&4&%/ que viene a robarles a su amado y adorado bebe. Te lo digo y te daré una práctica charla de lo que te vas a enfrentar en cuanto lleguen a casa de mis tíos en lo que yo llego a hacerte el quite con ellos.
“Para empezar está el tío Charles: es el diablo en persona, un tirano maligno, un ser de oscuridad terrible. El prototipo de suegro del mal y también es peor que el padrino y el señor Burns. Es demasiado sobreprotector cuando de Lulu-chan se trata, se vuelve un ogro, tiene un radar y un sensor especial para yernos no deseados, odia a cualquier ser varón que ose acercarse a su amado retoño, se siente y se comporta como el papa de los pollitos. ¡Nunca le contradigas ni te muestres temeroso! Él puede oler el miedo y puede ver a través de ti con sus ojos inquisidores.
“Por otro lado, y para tu alivio, está la tía Marianne: es un amor de persona, un ángel, una maravilla hecha mujer. Cuando la veas me entenderás. Es muy amorosa y tierna, aunque parece tener una cierta y muy especial conexión con Lulu-chan. Es la suegra ideal. La combinación perfecta entre Blanca nieves y la nana mágica. La tía Marianne es muy cariñosa y consentidora, en especial con sus hijos y nietos, muy guapa y sexy a pesar de su edad, ella será un apoyo emocional para ti contra las fieras que se te vienen.
“Comencemos por los hermanos: el primero es Odisseus. Ese es un hermano serio y calmado, parece ser como que no representa mucho peligro en absoluto. Únicamente hay algo en el que no me agrada: tiene complejo de ser un total metiche. Él te preguntará de todo, desde tu origen hasta el color y la marca de tus calzones. Es muy preguntón, asustadizo como un ratón, pero un buen tipo, aunque me exaspera a veces. Trata de guiar a Lulu-chan por el buen camino, se siente su papa. Normal pero su papa. Está casado y tiene dos niños: un varoncito y una niña.
“Ahora el siguiente hermano y una de las fieras más fuertes: Schneizel. Este es un demonio con cara de ángel, sádico y aterrador, en pocas palabras es un yandere. Puede parecer todo lo guapo y sensual, esto por la encuesta a toda la población femenina y doncel de todas las edades de Britannia el mes pasado, pero es un terror de persona. Es aún mucho más sobreprotector que el tío Charles. Es como una mama gallina, esas son de las peores. Es más cruel que Maléfica y el Guasón. Si Odisseus trata Lulu-chan como su hijo, ¡Schneizel se vuela la barda! Lo cuida tanto como a la niña de sus ojos, no deja que ningún varón se le acerque a menos que seamos nosotros. ¡Y a mí me mira muy feo cuando lo hago! Cuidado porque tiende a monopolizar a Lulu-chan. Schneizel puede oler a los pervertidos y tiene un tacto especial con ellos, ¡Dejó traumado a un grupo él solo después de una paliza que les dio por andar molestando a Lulu-chan!! Schneizel está casado y tiene dos hijos: un varoncito, un doncel y un bebe que está esperando su esposo.
“El que sigue es Clovis: un patán empedernido y casanova de primera, vil mujeriego que anda detrás de todo lo que tenga piernas. Es demasiado alcahuete pero muy engañoso. Es como la máscara y como el gato con botas, un seductor muy guapo también pero es un vil gorrón y pervertido de primera. Trata a Lulu-chan como si fuese su pequeño hermano, creo que es el único que lo trata normal aunque siempre es un idiota fanfarrón. Te llevarías bien con él, pero tienes que tener cuidado con él: es un zorro astuto que te usa a sus conveniencias. Está soltero pero con muchas “amiguitas”
“Ahora iniciemos con las damas: la primera en la lista es Guinevere. Esta mujer es letal, más letal que París Hilton y las Kardashian juntas. ¡Guinevere es una compradora compulsiva! Es amante de la moda y es muy extravagante, siempre busca poner a Lulu-chan a que siga sus pasos pero nunca lo logra, suele secuestrarlo para que le dé su opinión acerca de cada compra que va a hacer y también lo cela mucho. Sus instintos de protección son muy fuertes. Está soltera y sin pretendientes.
“Quien le sigue es la otra fiera más fuerte: Cornelia. ¡¡Esa mujer es un terror!! Me da miedo de solo verla, de veras que no hay mujer más terrorífica que ella. Es más mala que Cruella y Catalina Creel. Es una despiadada mujer, una tsundere peligrosa, juró aplastar como cucaracha a todo aquel ser que osase poner los ojos y manos en su amado hermanito menor- en este caso Lulu-chan- y más si sabía que ese desdichado es un pervertido. A Lulu-chan lo consiente y mima demasiado, le cumple hasta el más mínimo capricho y le procura en todo lo que se puede. Que no te sorprenda por ser una mujer ¡¡Golpea peor que un hombre!! ¡¡Mandó al hospital a un tipo que acosaba a Lulu-chan cuando estaba en el colegio!! Por eso le tienen tanto miedo, escuchas su nombre y tiemblas. ¡Nunca, pero nunca le demuestres tu miedo ni te pongas de su tapete! Porque se ensañará contigo. Ella está casada y tiene un pequeño doncel.
“La que sigue es otra de tus ayudas: Euphemia, es una hermanita de la caridad, carismática, dulce, hermosa, aunque está más chiflada que el sombrerero loco y que una cabra de montaña, es una fujoshi, así que no te extrañe si te pide que hagas una escena yaoi de Lulu-chan y tú en una acción de amor muy intensa. Ella les echara mucho la mano, y más por un motivo especial. Adora mucho a Lulu-chan: es su fiel consejera de todo, andan como uña y mugre, son muy unidos, aunque es muy vengativa si te atreves a meterte con Lulu-chan. Euphemia está soltera.
“Y por último, Nunnally, la hermana menor. Es un verdadero amor esa niña, es muy amable y dulce con todos, en especial con Lulu-chan, el cual la ama y adora demasiado. Es mejor que Heidi y Candy Candy. Con ella no tendrás problema alguno, excepto si haces sufrir a Lulu-chan: se vuelve un gremlin maligno o peor aún: se vuelve peor que el pato de Lulu-chan, y eso que esa bola de plumas es mala. Ella aun estudia en la universidad pero sé que está de vacaciones.
“Todos ellos son lindos, buenos, amables, cariñosos pero también están locos, chiflados y hasta dementes, pero tienen una sola cosa en común: aman a tu novio más que a ninguno. Así que vete preparando si quieres causarles una buena impresión o si no te mandarán muy, muy lejos de una patada en el trasero. Yo iré en un par de días para que no se vea que te di la charla antes de lo previsto, pero en serio, debes ser muy cuidadoso con la familia de tu novio.
Las palabras de Gino me pusieron a pensar de manera muy reflexiva, debía mentalizarme bien en lo que haría para ganarme a la familia de Lelouch y no morir en el intento.
Estábamos en el aeropuerto a punto de ingresar al avión, nuestros amigos nos habían ido a despedir y Rollo-kun se haría cargo de los engendros- perdón, las mascotas de Lelouch-y nosotros nos iríamos sin ningún pendiente. Ya estando en el avión, y cuando este despegó anunciando que el vuelo duraría en total unas cinco horas, pude ponerme entre nervioso y un tanto relajado. Lelouch parecía impaciente, y claro que lo estaba, quería ver a su familia.
—Háblame de tu familia, Lelouch, cuéntame de ellos- debía calar las aguas antes, y de quien mejor que sino de mi ángel.
—Para empezar, me quieren mucho y me cuidan demasiado- empezó a relatar Lelouch recargándose en mi pecho- mi padre se llama Charles, tiene 57 años y es el ministro imperial actual de Britannia, por decirlo así es como el emperador; mi madre se llama Marianne, tiene 52 años, por ende es la primera dama, es quien trata los asuntos sociales aunque estuvo en la milicia; mi hermano Odisseus tiene 36 años y es ministro de economía; mi hermano Schneizel tiene 33 años y es el ministro de política y asuntos internos; mi hermano Clovis tiene 28 años y es empresario al igual que mi hermana Guinevere, la cual tiene 34 años; mi hermana Cornelia tiene 30 años y es ministro de defensa y milicia; mi hermana Euphemia tiene 27 años y es publicista y fotógrafa, y mi hermana Nunnally, la cual tiene 20 años, aún es estudiante pero quiere ser diseñadora. Me muero por verles, y también a mis sobrinitos.
Besé sus cabellos y jugueteé con ellos disfrutando de su suavidad y sedosidad, se veía el amor por su familia en cada palabra relatada, pero para mí fue mi sentencia de muerte: en especial por sus oficios. Decidí distraerme para no mentalizarme en cómo me iban a matar en cuanto se enteraran porque estaba saliendo con su amado retoño.
—Recuerdo cuando te llevé a conocer a mis padres, fue algo inolvidable.
Lelouch rió mirándome de una manera tierna y que me pedia que le besara de inmediato. No pude evitar el recuerdo que vino a mi mente sobre cuando lo lleve a conocer a mis padres.
Al año de cumplir nuestro aniversario de novios, decidí llevar a Lelouch a conocer a mi familia a Kioto, puesto que allá residían. Cabe decir que mi ángel iba muy nervioso pensando en si lograría causar una buena impresión, el pobrecito no podía dormir ni de estar un poco torpe en sus actividades por estar pensando en ello. ¡¡Cómo no iba a causar una buena impresión!!
Al arribar al aeropuerto de Kioto, puesto que decidí llevarle en avión ya que aún no superaba lo de los autos, nos esperaban como unos cincuenta tipos de negro los cuales al vernos nos rodearon de inmediato. De entre ellos conocía al jefe de seguridad de mi padre, el cual luego nos guió a la limusina para llevarnos a la mansión. El pobre Lelouch estaba necio a irse en el vehículo y se puso realmente histérico, hasta lloró. Déjenme decirles que mientras trataba de calmarle, muchas personas en el aeropuerto me vieron muy mal por hacerle llorar. Yo también me sentí pésimo por hacerlo, me llevé a Lelouch a que tomara un café bien cargado, sabiendo que el café le da mucho sueño, para que se durmiera y pudiésemos llegar a casa. En efecto, minutos después de que se lo tomó, cayó redondito en mis brazos, el trayecto fue algo rápido porque no quería que se despertara y que supiera que estaba dentro de un auto. Al llegar a la mansión, lo bajé en mis brazos logrando a mi paso suspiros soñadores por parte de las mucamas, el mayordomo y hasta el jardinero.
Dejé a Lelouch en mi cama y lo arropé porque comenzó a refrescar, después llamé a mi madre para indicarle que ya estaba en casa. Pero no bien terminé la llamada, mi puerta se vio derrumbada porque mi madre entró exigiendo conocer a mi novio. Le hice señas de que estaba dormido en mi cama y al verle chilló como una niña diciendo que era perfecto. Lelouch despertó horas después y mi madre se lo llevó para “interrogarlo”.
Mentira, se lo llevó para que fuese su modelo de kimonos, mientras mi padre preguntaba por mi novio. Estuvimos hablando de él hasta que Lelouch bajó siendo arrastrado por mi madre, mi sexy novio lucía un kimono de mangas largas y caídas en color morado intenso, el obi era color negro brillante y solo llevaba unos mocasines negros. Mi padre se puso a babear de solo verlo y casi le falto muy poco para que se postrara ante Lelouch como si fuese un rey.
Hicimos las presentaciones oficiales, cabe decir que aceptaron a Lelouch de inmediato y este como plus se ofreció a hacer los platillos para la cena. Mi ángel los cautivó por completo, y hasta mi madre lo quiere más que a mí. Pero mi padre es otro cuento:
“Suzaku, de ahora en adelante, Lelouch es mi hijo. Quiero que le cuides, le protejas, le ames y le cumplas hasta el más mínimo capricho. Si me llego a enterar de que le hiciste sufrir, te atreviste a levantarle una mano o si le pusiste los cuernos, te mando a los campos de milicia de Sapporo donde saldrás hasta que estés tan viejo como esta mansión, y también una paliza por tu osadía, además de llevarme lejos a Lelouch donde nunca de los nunca puedas verle otra vez”
Mi padre ama ahora a Lelouch más que a mí. T.T
Creo que ambos nos dormimos mientras seguíamos relatándonos acerca de nuestras familias y de otros temas sin alguna relevancia.
Escuché a la azafata decir que ya habíamos llegado a Britannia mientras agradecían a los pasajeros, desperté a mi ángel el cual aún estaba en el mundo de los sueños.
—Hemos llegado, bienvenido a Britannia Lelouch.
—Creo que quien debe decir eso soy yo, Suzaku, tú eres el extranjero.
Dicho esto, Lelouch me besó de manera tierna y apasionada a la vez y yo no le pude decir que no. Fuimos bajando lentamente del avión hasta ir a la sala para recoger nuestras maletas, aunque luego vi a Lelouch buscar a alguien con la mirada entre toda la gente del aeropuerto.
—¿A quién buscas, amor?
—Busco a la persona que nos va a recoger.
Mi piel se puso inmediatamente chinita y me puse a temblar también, rogaba al cielo que no fuese uno de esos aterradores hermanos que tanto me habló Gino.
—¿Y se puede saber quién es?- pregunté riendo levemente mientras me ponía mis gafas oscuras, Lelouch rió abrazándose a mi mientras seguía buscando con la mirada.
—Despreocúpate, Suzaku, quien nos va a recoger es Jeremiah, el mayordomo de la casa. Mi familia no sabe que vine, quería darles la sorpresa.
Reí aunque por dentro me quería morir: la sorpresita que les iba a dar Lelouch al decirles que llegaba después de dos años, con prometido y una boda a la vuelta de la esquina. La cerecita del pastel sería que Lelouch les dijera que estaba en espera de un bebe, lo cual era imposible jeje, y todavía no planeado.
—¡Jeremiah! ¡Por aquí!
Gritó mi ángel agitando una mano hacia una persona la cual después de verlo se echó a correr como si estuviese en un maratón. La persona en cuestión es un hombre alto, un poco más que yo, de algunos cincuenta y tantos, aunque por su condición física ni los aparenta. Tiene el cabello color azul petróleo, piel morena y ojos color miel. Segundos después, Lelouch se vio envuelto en un férreo abrazo que le proporcionaba el hombre poniéndome muy celoso.
—¡Oh your higness! ¡Está más grande desde la última vez que le vi! ¡Mire cuanto ha crecido! ¡Le he echado mucho de menos!
—Me alegra tanto verte, Jeremiah, también te extrañé mucho- después Lelouch se soltó de su abrazo mientras se encaminaba de nuevo a mí- Jeremiah, él es Suzaku Kururugi, mi novio. Suzaku, él es Jeremiah Gottwald, el mayordomo de mi familia y mi nano.
El tal nano- nana en el caso de los hombres xD- en cuestión tuvo un tic en la ceja cuando Lelouch dijo que yo era su novio, pero no rompió su fachada tranquila ni se puso a chillar mientras nos dábamos el conocido apretón de manos.
—Mucho gusto, Jeremiah Gottwald, para servirle Suzaku-san.
—El gusto es mío, Jeremiah-san.
—Jeremiah, ¿Nadie de la casa sabe que estoy aquí, verdad?
Jeremiah-san negó con una sonrisa mientras miraba a mi ángel de manera cariñosa.
—Ningún miembro de la familia lo sabe, todo fue tal como lo ordenó usted, Lelouch-sama.
—Ni con los años cambias, Jeremiah, sigues siendo el mismo de siempre- rió mi ángel pasando un brazo por mi cintura y apegándose a mí- Pero se nos hace tarde, debemos llegar a casa.
Recogimos las maletas y las subimos a una enorme, digo enorme, camioneta tipo jeep en color negra y con un raro escudo en la parte del cofre además de portar unas banderitas con el mismo escudo. Subimos al tanque ahora apodado y el mayordomo arrancó a toda velocidad. Lelouch, por instinto se apegó a mi abrazándose de mi cintura con fuerza, yo lo rodeé con mi brazos y le indiqué a Jeremiah-san que bajara la velocidad. Inmediatamente lo hizo y el vehículo avanzó a un ritmo más lento. El trayecto no duró mucho, solo nos desviamos a una vereda por el bosque de la ciudad guiándonos por un camino muy colorido como si fuese de los cuentos de hadas. Me vi realmente sorprendido al ver el hogar de mi ángel en Britannia: ¡Parecía un castillo! Con jardines impresionantes, fuentes decorativas, un enorme lago artificial con cascada, un laberinto dentro de los mismos jardines, árboles y plantas de toda índole, estatuas de mármol, y demás decoraciones. Jeremiah-san detuvo el auto en el recibidor de los jardines.
—Bienvenidos al palacio de Pendragón.
Lelouch bajó del auto viendo nostálgico los jardines de su antigua casa mientras yo daba vuelta sobre mí mismo admirando la belleza del lugar. De repente, del palacio salió una bella dama, de una hermosura incomparable ataviada en un vestido largo y ampón en color azul zafiro. La dama es alta, de cabello oscuro, largo y ondulado, de piel de porcelana y ojos color violeta intenso. No hacía falta hacer más conjeturas para saber quién era.
— ¿Mama? ¡¡Mama!!
—Mi vida, has vuelto.
Lelouch al verla sonrió y se dispuso a correr mientras la dama, también al verlo, imitó las mismas acciones que mi ángel fundiéndose en un cálido y amoroso abrazo. Entre palabras de nostalgia y de felicidad se hablaban entre ellos mientras yo los veía sonriente. Estaba feliz por Lelouch.
—Querida, ¿Dónde estás?
De la misma dirección que la madre de Lelouch, salió un hombre muy alto y tan robusto como un roble; de cabello blanco, como un peluquín antiguo y con barba también, de piel un poco más morena que la dama y de ojos violetas más claros. Vestía un traje imperial muy elegante y buscaba a la dama con curiosidad. Al verla y a mi ángel, se lanzó volándose los escalones para abrazarlos con fuerza.
—¡Lelouch! ¡Hijito, te echamos tanto de menos!
—¡Y yo a ustedes, papa!
A este encuentro se sumaron más personas: una pareja con dos niños. El esposo, es muy alto, casi tan alto y fornido como mi suegro xD; de cabello castaño casi rubio, corto y liso; de piel blanca y ojos azules; su esposa es una chica muy bajita y delgada de cabello grisáceo en colitas, de piel blanca y ojos cobrizos. Los pequeños niños parecían sus copias solo que en versiones chiquitas.
—¡¡Lelouch, pequeño!!
—¡¡Odisseus nii!!
Ambos padres dejaron de abrazar a Lelouch para que su hermano lo abrazara en forma: osea apretujarlo mucho y despeinándolo. Su esposa y los niños observaron de lejos con nostalgia y cariño, porque si iban hacia allá morirían aplastados.
—¡¡Quítate de mi camino Odisseus!! ¡¡Lelouch!! ¡¡Mi bebe!!
—¡¡Schneizel nii!!
De la nada salió un hombre también muy alto y fornido de cabello rubio claro, liso y corto; de piel nívea y ojos azules celestes. Detrás de él venían su esposo e hijos. Su esposo es más bajito que él, como de la estatura de Lelouch, de cabello castaño ligeramente rojizo, liso y largo en una coleta baja con flecos; de piel blanca y ojos de un azul más fuerte, sujetaba su vientre con cariño, al parecer estaba de unos siete meses. Los dos pequeños eran distintos: el más grande tenía el cabello de la misma tonalidad que su papi, solo que tenía los ojos de Schneizel; y el más pequeño era rubio pero con los ojos de su papi. Y volviendo a Schneizel, este de un empujón estilo jugador de rugby, hizo a un lado a Odisseus para abrazar a Lelouch a su antojo, solo que más meloso que el hermano anterior.
—¡¡Hazte a un lado, mama gallina!! ¡¡Por fin has regresado a nosotros, my sweet honey!!
—¡¡Clovis nii!!
Ahora aparecía un hermano un poco más bajo y menos robusto que los anteriores; de igual manera es rubio pero de un tono más oscuro que Schneizel; de mismo tono de piel que Schneizel pero de ojos de una tonalidad azul más intensa. Este de una patada muy guajolotera quitó a Schneizel y apretujó a mi ángel además de llenarlo de besos.
—¡¡Muévete gusano!! ¡¡Déjame abrazar a mi lindo nene!!
—¡¡Guinevere nee!!
Ahora aparecía una mujer muy exuberante y alta, de cabello color lila muy claro, largo y ondulado; de piel blanca y ojos verdes claros. Ella, de verdad me sorprendió, le dio una mirada demasiado aterradora al pobre rubio que este soltó a Lelouch de inmediato para que ella lo pudiese abrazar y mimar como una mama exagerada.
—¡¡Ahora voy yo!! ¡¡Mi retoño, ven a mis brazos!!
—¡¡Cornelia nee!!
Enseguida hizo su aparición una mujer muy bella y también exuberante y alta, junto a un hombre y un pequeño niño. Ella tiene el cabello color violeta medio, largo y muy ondulado, la piel un poco más morena y los ojos en color violeta oscuro. El varón que la acompañaba es alto y fornido; de cabello negro, liso y largo, de piel clara y ojos azules con gafas. El pequeño niño, que iba en sus brazos, tiene el cabello de un violeta muy oscuro, largo y liso, y los ojos igual que su mama, pero usando gafas también. Guinevere se apartó para darle paso a Cornelia y que ésta casi tumbara a mi ángel por su fuerte abrazo.
—¡¡Es verdad!! ¡¡Estas aquí Lulu-chan!!
—¡¡Euphy nee!!
Detrás de toda la gente que fue acumulándose, salió una chica delgada y muy guapa que me pareció verla en algún lugar: la chica es alta, de cabello rosa, ondulado y muy largo; de piel muy clara, y ojos de color lila claro. Ella avanzó rápido, luego de que Cornelia muy amablemente le cediera el lugar, para abrazar a mi novio de una manera muy melosa, casi como Schneizel solo que sin exagerarle mucho.
—¡¡Estás en casa!! ¡¡Estás en casa onii-sama!!
—¡¡Nunnally!!
Y por último apareció una chica bajita y delgada, muy bonita también, de cabello castaño claro, largo y ondulado; de piel muy blanca y ojos color violeta muy claro. Ella se vio envuelta en un suave abrazo por parte de Lelouch, puesto que estaba más magullado que un mango en un tianguis. Eso hasta a mí me conmovió. Aunque toda su familia esté chiflada. Duraron abrazados un rato más hasta que los niños vinieron como avalancha y lo tiraron llenándolo de besos y abrazos. Los tres adultos ajenos, los esposos de los hermanos, lo abrazaron cariñosamente hasta que Lelouch se paró en medio de todos ellos- los cuales vestían de una manera muy “real” que digamos- y luego caminó hasta mi lado para llevarme hasta ellos.
—Los eché mucho de menos a todos, pero no vengo solo: quiero presentarles a alguien. Suzaku- se dirigió a mi dejándome frente a todos ellos y poniéndose a mi lado- te presento a mi familia empezando por mis padres: Charles Di Britannia y Marianne Vi Britannia; a mis hermanos junto a sus esposos e hijos: Odisseus U Britannia, su esposa Tianzi y sus hijos Takeshi y Mika; Schneizel El Britannia, su esposo Kanon y sus hijos Ryunosuke, Kyoka y el pequeño que aún está por llegar; mi hermano Clovis La Britannia, mi hermana Guinevere Su Britannia, mi hermana Cornelia Li Britannia, su esposo Gilbert y su hijo Taiki; mi hermana Euphemia y mi hermana Nunnally.- y ahora Lelouch me tomó de la mano y se recargó en mi pecho de manera cariñosa.
“Familia, les presento a Suzaku Kururugi, mi prometido.
—¡¡¡¿QUÉ?!!!
Solo sonreí de manera nerviosa mientras era víctima de las miradas aterradoras de los miembros de la familia de Lelouch, todos ellos encabezados por mi suegro y mis cuñados Schneizel y Cornelia, mi suegra junto a Kanon-san, Tianzi-san, Nunnally, Euphemia y los niños chillaban emocionados dando saltitos mientras que Odisseus, Clovis, Guinevere y Gilbert-san me daban una bendición ante mi inminente muerte asegurada.
Bienvenido sea el caos y que inicie la diversión.