Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La luz de una luciérnaga de bosque por Draichan

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fanfic es una adaptacion de la pelicula japonesa llamada "Hotarubi no mori e (蛍火の杜へ)"

Notas del capitulo:

Estoy muy emocionada con este fanfic.

Y ha sido un largo proceso en el que me rei y llore. 

Espero que les guste a todas las personas que lo lean tanto como a mi me gusto. 

 

–No olvides la estación del tren, ni donde debes bajar. ¿Llevas todo?

– Mamá, no es el primer verano que paso en casa de mi abuelo.

– Aún así, ¿No crees que llevas muy poco?

– Es todo lo que necesito. –Dijo mientras salía por la puerta de su casa –Nos vemos pronto.

– ¡No dejes tu equipaje en la estación!

 

Lu Han conoce perfectamente el camino a la estación del tren, también conoce el numero de vagón que debe abordar y la cantidad de tiempo que tardará en llegar a su destino.

El chico de cabello rubio con facciones suaves como las de un niño recuerda cada detalle de su viaje, porque sabe que al llegar a esa vieja estación del pueblo estará más cerca de él.

Aún en sus recuerdos se encuentra el día en que lo conoció, aquel verano en casa de su abuelo donde por una pequeña travesura infantil terminó perdido en el bosque de los dioses. Lugar nombrado de esa manera por antiguas leyendas que ubican a este como el hogar del los dioses de la montaña.

El pequeño a sus cortos 10 años se empeñó en regresar a casa, dándose cuenta después de caminar lo que le parecieron horas seguía en el mismo lugar.

Se sentía agotado, solo y hambriento; sus zapatos ya gastados y su camisa favorita manchada solo incrementaban sus ganas de llorar y esperar a que su llanto fuera escuchado por alguien.

– ¿Por qué estás llorando?

Solo pudo levantar su cabeza para buscar a aquella persona que le hablaba, dándose cuenta que a una distancia no muy larga se encontraba la figura de un chico alto con una máscara de gato.

– ¡Has venido a rescatarme! – Grito alegremente mientras se levantaba preparándose para correr hacia el desconocido.

Sin importar que sus piernas estuvieran agotadas, corrió  hacia esa figura pensando que “tal vez” era un aldeano que lo estaba buscando.

Cada vez se acercaba más y más a aquel extraño, intentando aferrarse a él y que lo llevara a casa. Pero sus planes se esfumaron cuando al encontrarse a punto de abrazar al mayor, recibió un golpe en la cabeza con una rama gruesa, provocando que a causa del dolor se encogiera en el piso a llorar.

– ¡Oh! ¿Por qué fue eso?, yo solo intentaba acercarme. – El menor se quejaba del dolor tirado  aun en el suelo. – Después de todo tú has venido a rescatarme.

–Tú... tú eres humano. ¿Verdad?

– ¿Un humano?, Pero cómo preguntas eso, claro que soy humano.

–Yo soy un espíritu de este bosque, si un humano tiene el más mínimo contacto con mi piel yo, desapareceré.

Lu Han no supo descifrar si lo que el joven decía era verdad, ya que no podía ver su rostro. Pero impulsado por su curiosidad intentó tener contacto con el espíritu extendiendo su mano hasta casi tocar la del otro, aún así el más alto se apartaba con agilidad. Un intento, dos y tres, hasta que recibió otro golpe en la cabeza con la misma rama por parte del enmascarado. De nuevo al suelo.

–Es verdad, no eres un humano, si lo fueras no golpearías a un niño solo por intentar tocarte.

–Lo siento. – Dijo de manera suave.

El extraño le tendió la misma rama con que lo había golpeado para que se apoyara y así poder levantarse.

–Estás perdido ¿no? – Dijo ayudando al más pequeño a ponerse de pie – No sueltes la rama.

Sin muchas energías se dejo guiar por el chico con máscara de gato, mientras intentaba no prestar atención al dolor en su cabeza.

Después de caminar un largo rato, se percató de que el mayor lo guiaba por un camino, y a partir de este se desplegaba una cantidad incontable de frondosos árboles, que con sus copas formaban una especie de túnel. “Esto es mágico” pensó el pequeño dejándose llevar por la fuerza del otro al halar la rama.

Caminaron tranquilamente por unas escaleras de piedra donde en los bordes se alzaban grandes columnas del mismo material uniéndose por parejas y formando un arco por encima de sus cabezas.

Recorrió con los ojos cada detalle del paisaje deteniéndose a observar al mayor, captando así que este tenía el cabello de un color plateado el cual se movía con el aire y le daba un aspecto sedoso y brillante. Su máscara se asemejaba a la cara de un gato, un poco mas alargada y con una elevación que asemejaba al hocico del animal, cada detalle de la máscara estaba perfectamente trazado en líneas las cuales fusionaban en si colores cálidos tales como el amarillo y el rojo acompañados de un fondo blanco que los llevaba simplemente a resaltar aun mas.

Era alto, en comparación a Lu Han ya que su cabeza apenas alcanzaba la cintura del otro. Notó también que era delgado, vestido con una blusa blanca de manga corta y unos pantalones sencillos. La camisa dejaba ver su piel la cual daba la impresión de ser suave y de un tono blanquecino. “Si se cubre de nieve completamente se fundirá en ella”.

Caminaron un largo rato hasta que el mayor se detuvo en unas ruinas bastante antiguas, pero que aún conservaba algunas columnas y tres escalones.

–A partir de aquí, sigue por ese camino. – Hablaba mientras señalaba hacia el frente – Así llegarás a casa antes del anochecer.

Por fin llegaría a casa… Por fin podría descansar.                                                                                                                                   

–Gracias por ayudarme. Sabía que me salvarías. – Dijo el niño mientras mostraba una de sus mejores sonrisas. – Nos vemos mañana en este mismo lugar.

Antes de que el mayor pudiera si quiera responder, el pequeño empezó a dar pasos hacia atrás mientras captaba la imagen entera del más alto.

–Mi nombre es Lu Han. ¿Cuál es tu nombre?

Nada… El enmascarado simplemente lo observó sin pronunciar palabra alguna. Lo único que pudo hacer el más chico en ese momento fue dar media vuelta y salir corriendo para llegar más rápido a casa.

–Sehun – Lu Han se detuvo en seco – Mi nombre es Oh Sehun.

En el momento en el que el pequeño dio un giro para despedirse de Sehun ya no había nadie.  

                  

No caminó demasiado cuando encontró a su abuelo gritando su nombre. Al llegar a él recibió un golpe en la cabeza por parte de su abuelo solo provocándole ganas de llorar, pero esta vez de felicidad al estar con su familiar.

–Recuerdo que de pequeño mis amigos y yo una vez nos perdimos en el bosque, algunos de nosotros salimos rápido pero otros no regresaron hasta el amanecer, con la historia de que habían estado en un  festival con los espíritus. Al fin, éramos simples niños ¿no?

Su abuelo le contaba sus anécdotas de joven, pero esta no la había escuchado nunca. Simplemente se limitó a escuchar la historia de su abuelo viendo en él un brillo de juventud y alegría al recordar su niñez con tanto anhelo.

Decidió no contarle nada de su nuevo amigo a su abuelo, que  podría pensar si le dijera que es un espíritu y no lo puede tocar o desaparecerá. Esto sería un secreto entre Sehun y él.

Esa noche se pregunto si el mayor tendría familia o alguna persona especial con la cual compartir, hasta que sus pensamientos lo llevaron a soñar con el chico de la máscara.

 

Como dijo, al otro día estaba de pie junto a las ruinas del bosque observando a Sehun sentado en uno de los escalones.

– ¡Sehuuuun! – Olvidándolo por completo salió corriendo a abrazar al más alto, recibiendo así un golpe en la cabeza. De nuevo. – Lo lamento, yo… se me olvida. Pero lo importante es que viniste. ¿Por qué viniste?

–Tenía curiosidad.

El más alto no hablaba demasiado, pero su voz era suave y tranquila. A Lu Han le gustaba, parecía que nada pudiera perturbar esa paz que transmitía el mayor.

–Ya veo. – Dijo el pequeño mientras miraba el pasto alrededor de sus zapatos. – Mira, Te traje comida. ¿Comemos juntos?

–Podemos comer mientras vamos a un lugar más fresco aquí hace mucho calor.

Esta vez el mayor lo llevó por otra parte del bosque que él no conocía, una parte donde los árboles eran más abundantes y solo  caminaban por un camino hecho por dos hileras de pequeños arbustos.

Caminar en silencio era agradable, ya hace un rato habían devorado toda la comida que el menor había sacado de la cocina a escondidas de su abuelo y ahora caminaban lentamente sin un rumbo fijo.

Pero algo no andaba bien para el más pequeño, después de cruzar por un pequeño puente de madera y caminar detrás del mayor unos cuantos metros, empezó a sentir que alguien más estaba con ellos, que desde algún punto ese alguien los observaba atentamente.

– ¿Acaso eres humano?

El menor se sorprendió al escuchar esa voz tan cerca de su oído, esto logró que el pequeño se llevara el susto de su vida, soltando un grito mientras corría a esconderse detrás de un árbol

–Viene conmigo, no lo asustes. – Dijo el más alto despreocupado.

La persona que apareció repentinamente asustando a Lu Han era tan alto como Sehun, tenía piel morena y una mirada agresiva, su voz era más gruesa y seca, realmente al menor le asustaba. Pero más le asustaba como el desconocido lo miraba examinando cada parte de su cuerpo casi con asco.

–Si llegas a tocar a Sehun deberás prepararte para ser mi comida. –Dijo mientras se le acercaba al menor con paso lento y poniéndolo cada vez más nervioso. – Así que no te acerques demasiado, ¿Entendiste?

–Ya Kai, deja de molestar a Lu Han, tendré cuidado. –El más alto apenas pudo vocalizar ya que un estornudo amenazaba con salir de él.

–Eso espero porque…

– ¡ASHUUUUUUUUUU!

El pequeño empezó a reír descontroladamente al ver como Kai salía corriendo rápidamente, asustado como si hubiera visto la cosa más terrorífica en su vida.

– ¿Acaso se asustó porque estornudaste?– Logró decir aún con la mano en su estomago tratando de mitigar el dolor por haber reído tanto. – Que cobarde.

–Aunque a veces da miedo puede ser muy asustadizo. –Aclaró el más alto. – Continuemos caminando, falta poco para el atardecer.

Caminaron por espacios más abiertos hasta casi entrado el atardecer. Regresando a las ruinas, se despidió de Sehun y corrió a casa con la esperanza de que su abuelo no lo regañara por llegar tan tarde.

Al día siguiente y al siguiente y al siguiente. Todos los días el pequeño salía de casa temprano para ir a jugar con Sehun hasta el atardecer. Aunque no hubiera contacto, siempre era divertido que el mayor le persiguiera con una rama para jugar cogidas, bañarse en el lago, o jugar escondidas, o simplemente acostarse en la fina hierba a observar las nubes.

 

Mientras que el mayor tenía todo su cuerpo sobre el pasto mirando la forma de las nubes, el menor se interesaba más por perseguir insectos o recoger flores.

–Sehun, mira, recogí estas flores para ti. – El pequeño niño corrió hacia donde se encontraba su amigo – Mira, a que son lindas y…. ¿Sehun? ¿Estás dormido?

Sin recibir respuesta e impulsado por la curiosidad, acercó sus dos manos al rostro del mayor para retirar su máscara. “No pasa nada si solo levanto su máscara”.

Con mucho cuidado levantó la máscara de gato, sorprendiéndose al ver que el rostro de Sehun era perfecto.El rostro de Sehun era alargado, con una nariz perfectamente perfilada, pestañas largas, ojos pequeños, con cabello plateado cubriendo parte de su frente y sus cejas, piel blanca.Para el pequeño eras simplemente “Hermoso”.

Al notar que el más alto empezaba a abrir sus ojos, le estampo la máscara  en la cara por miedo a que el mayor lo regañara por jugar a quitarle su máscara mientras dormía.

– ¿Qué demo…? ¿Por qué me estampas la máscara en la cara?

–Lo siento, yo no quería… Yo solo… Ehm. –Apenas se entendía por el tono bajo que estaba usando el más pequeño dando así a entender que se arrepentía de sus actos. – Recogí estas flores para ti.

Todo lo contrario a lo que el menor pensó el mayor no le regaño por retirar su máscara, simplemente volvió recibió las flores y volvió a jugar con él como si nada hubiese sucedido.

 

Caminaban en silencio por las escaleras de piedra mientras que el menor pensaba en algo importante que decirle al mayor. Tenía que decirle a Sehun que no volvería al otro día, que regresaría en un año y que lo extrañaría.

–Sehun, es que, yo mañana no voy a venir. Yo… me voy. – Dijo mientras su voz se quebraba por las repentinas ganas de llorar al pensar que no lo vería durante bastante tiempo.

–Hhmm, ¿no vendrás a jugar?

– ¡Pero no te preocupes! Regresare el próximo verano.

– ¿Por qué te vas? – Dijo el mayor haciendo una pausa en su camino para encontrarse con que el menor estaba llorando. – Yo no quiero que te vayas.

–Tengo que irme, dentro de poco entrare a la escuela. Además yo solo vine de vacaciones.

–Entonces nos vemos el otro verano, Lu Han.

A medida que el pequeño avanzaba hacia su casa se iba despidiendo del mayor. Extrañaría jugar con él. Sí, realmente lo extrañaría.

                        

 

Ese año para Lu Han pasó tan rápido que se sorprendió de verse una vez más frente a las ruinas observando a Sehun sentado en un escalón.

–Este año conseguí nuevos amigos, sus nombres son Lay y Kris, me gustaría que los conocieras, son realmente agradables.

– ¿vamos a caminar?

– ¿eh? Ah, sí.

Ese año el más pequeño había conseguido nuevos amigos, había entrado a un nuevo curso en su colegio. Todas esas cosas, le quería contar a su amigo, quería decirle cuanto lo había extrañado, pero las palabras no salían. Solo callaba y seguía al mayor en la habitual caminata hacia el lago.

Esta vez el camino al lago le pareció más corto, aunque había silencio entre los dos era normal que el mayor no hablara de mas.

Estaba perdido en sus pensamientos, pero se sorprendió al ver como de un árbol emergía un joven no muy alto, de cabello corto y ojos grandes. Pero comprendió rápidamente que se trataba de un espíritu del bosque, al parecer ya conocido de Sehun.

–Sehun, ten cuidado, es un humano. – Habló el bajito casi como si Lu Han no estuviera presente – Debes ser precavido.

Este parecía mayor que Sehun, era totalmente diferente a Kai, no se veía agresivo y su tez era blanca.

–Ya lo sé D.O no me lo tienes que decir, por favor no se preocupen por mí. Estaré bien.

Esta vez le dirigió su mirada al pequeño niño y con una voz dulce y mirada tierna le habló.

–Por favor pequeño humano, cuida bien de “Sehunnie”, confío en que puedes ser cuidadoso.

–Seré cuidadoso, eso es seguro. – Dijo sonriéndole al espíritu para que este quedara convencido de sus palabras.

Como si eso fuese suficiente para el chico de ojos almendrados le dedico una linda sonrisa a Lu Han para luego retirarse y regresar al árbol de donde minutos antes el pequeño lo había visto salir.

– Se preocupan bastante por mí.

El menor solo asintió y siguió con su recorrido.

 

 

El verano paso igual de rápido a como paso el año anterior, por más de 3 veranos Lu Han regreso a casa de su abuelo pero esta vez era algo mas lo que lo motivaba que pasar tiempo con su familiar era ver a Sehun.

 

–Mira este es mi uniforme. ¿Qué te parece?

–Ya no eres tan pequeño.

–Claro ahora soy mayor, que tu no crezcas no significa que yo tampoco.

–Yo si crezco, solo que notablemente más lento que tu. – Dijo mientras observaba un trió de aves cantando en la copa de un árbol.

– ¿Cuántos años tienes?

–Si fuera humano creo que tendría dieciséis, pero en estos momentos tengo muchos más.

Se dio cuenta que el tono de voz del mayor había cambiado en el momento de decir su edad. Tal vez le lastimaba saber que no podía tener una vida humana normal. El pequeño se sintió mal de pensar que no crecía normalmente, pero se propuso a esperar el día en que sus edades quedaran cercanas.

–Hoy juguemos escondidas. ¿Sí?

–Escondidas serán.

 

– ¡LU HAN!, ¡LU HAN!, ¡LU...

El menor salió por encima de un árbol tratando de asustar al mayor con una de sus bromas, colgando sus piernas en una rama y dejando caer su cabeza hacia abajo.

Aunque la rama no era tan delgada se rompió antes de que el más pequeño pudiera si quiera darse cuenta.

Para el menor todo pasó de manera bastante lenta, mientras el caía, veía como el más alto corría extendiendo sus brazos para amortiguar el golpe. “No me toques, no te me acerques. Por favor” fue lo único que pensó antes de sentir como su cuerpo hundía  contra lo que parecía ser un arbusto.

Levantándose de golpe se dio cuenta de que Sehun solo se encontraba a pocos metros de él. Agradeció de que el mayor no llegara a tiempo y que en ese lugar se encontrara un arbusto.

Aún así no pudo evitar empezar a sentir tristeza pensando en que le gustaría que el más alto lo cargase en brazos y le dijera que todo estaba bien, que tuviera cuidado la próxima vez.

–Sehun, no importa que nunca me toques. – No se dio cuenta el momento en que lagrimas empezaron a invadir su rostro. – Enserio, no hace falta que me toques.

Solo pudo ver como el mayor lo observaba atentamente como si estuviera deseando poder secarle las lágrimas, abrazarlo y decirle que no llorara. Pero eso jamás pasaría. 

 

 

–Este invierno será más frio que los demás, caerá mucha nieve.

“¿acaso el sentirá frio?” se decía mientras escuchaba a su abuelo hablar con su madre.

–La montaña se llenará completamente de hielo.

“Todo cubierto de hielo.”

 

 

–Toma. – Estiró su mano entregando el objeto al mayor mientras que el otro lo miraba curioso– Este invierno será frío, será mejor que uses esto no quieres tener un resfriado.

– ¿Qué es eso?

–Es un suéter, ya te lo dije te mantendrá caliente.

–Yo…

–Descuida, te gustará. – Dijo mientras sus mejillas se tornaban en un rosa pálido. – Ya me tengo que ir, nos veremos el próximo verano. Cuídate y no te dejes dar mucho frío.

No le dio tiempo al mayor de dar las gracias cuando ya había salido corriendo para poder llegar a tiempo a tomar el tren.

                       

Cada verano que regresaba a visitar a su abuelo, este le decía que se veía más grande y fuerte. Lu Han a sus 15 años se sentía orgulloso de que cada vez más se acercaba a la edad de Sehun.

Le daba un poco de pena admitir que en el último verano una sensación extraña invadía su cuerpo cada vez que estaba cerca del mayor, que ahora era más frecuente que su piel tomara un tono rosa cada vez que el más alto se quitaba la máscara para comer junto a él. 

Desde pequeño sabia que el rostro y la voz de Sehun le transmitían paz, pero ahora era diferente, ahora solo pensaba en Sehun antes de dormir y en la cena. En cada momento quería que él estuviera presente. Pero más que nada quería caminar junto al mayor unidos de la mano por toda la vida.

Llegó  a su casa en la ciudad, la cual no extrañaba nunca en sus veranos.

No podía evitar extrañar al mayor, ya era más frecuente las veces que soñaba que el más alto lo abrazaba, soñaba que el mayor era humano y que estudiaban en la misma escuela. Soñaba que él era un espíritu como Kai y D.O para poder estar siempre junto a Sehun.

Tantos sueños que no se acercaban a la realidad, que estaban tan lejos de su alcance.

La próxima vez que se encontrara con su amigo serian de la misma edad, en poco menos de dos años entraría a la universidad.

Y simplemente quería quedarse estancado en el tiempo para no tener que ver cómo mientras él se hacía más viejo, Sehun seguía igual.

 

Inmerso en sus pensamientos y en el recuerdo de sus sueños no se dio cuenta en el momento que su nuevo amigo Xiumin le ofrecía su mano para poder caminar sobre el hielo.

–Estas muy distraído últimamente, ven dame tu mano, no querrás caerte.

–Gracias, Xiumin.

“Es cálida, su mano es cálida. La mano de Sehun debe ser más cálida todavía”

– ¿Quieres comer algo?

–No.

No podía prestarle atención a Xiumin mientras pensaba en aquel joven que una vez lo rescató, simplemente no podía.

                        

 

Este invierno había sido uno de los mas fríos que había pasado en el bosque desde que vivía allí,  la nieve ya había cubierto todo  a su alrededor y el lago estaba completamente congelado.

El invierno no era de sus estaciones favoritas, el bosque era más aburrido en esa estación. Las aves ya no alegraban sus días con su canto, los animales descansaban en un sueño largo y pocos espíritus se atrevían a salir de sus cómodos arboles.

A Sehun no le llamaba la atención quedarse descansando, prefería salir a caminar por el bosque escuchando sus suaves pisadas en la gruesa capa de nieve, o simplemente se sentaba frente al lago a pensar en cualquier cosa que cruzase su mente.

–Sehun, te ves gracioso vestido así, ¿De dónde sacaste eso? – No se sorprendió al escuchar la voz de Kai que descansaba en las raíces de un árbol. – Jamás te había visto usar un suéter.

–Me lo regalo Lu Han, a mi me gusta, es lindo.

–Ya veo por qué lo traes puesto desde antes de que comenzara el invierno. – Dijo mientras se levantaba del suelo limpiándose los restos de nieve de su pantalón. – Te has encariñado con ese niño desde que lo encontraste en el bosque, y ha crecido muy bien.

– Ya, ¿Qué estas insinuando Kai? – El tono con el que habló del menor no era demasiado agradable y lógicamente a Sehun le molestaba. –Acaso estas celoso porque D.O no te ha regalado un suéter para el frío.

Kai era mayor que Sehun pero aún así cada vez que alguien mencionaba a D.O el moreno no podía evitar ponerse rojo y en algunos casos empezar a inventar excusas para desviar la conversación. El menor conocía a los dos espíritus desde que llegó al bosque y sabía que aunque D.O era un poco menos expresivo también sentía un cariño especial por Kai.

–No digas esas cosas, lo que yo quiero decir es que no es normal que te encariñes tanto con un humano. – Miro hacia el suelo tratando de esconder su rubor aún presente en sus mejillas. – Te conozco desde hace mucho y sé que lo que sientes por el humano va más allá de un simple pasatiempo.

–Desde hace un tiempo yo he dejado de ver a Lu Han como un pasatiempo, lo empecé a ver como un amigo, siempre me divierto cuando viene a pasar los veranos conmigo. – Empezó a caminar hacia el lago y espero a que el mayor lo siguiera. – Pero en el último verano, yo… creo que quiero que Lu Han esté siempre conmigo. Ya no me bastan los veranos para verlo.

–Wow, Oh Sehun hablando de esa manera, es nuevo. – Los dos soltaron una pequeña risa mientras se acercaban cada vez más a su destino.

–No se supone que deba sentir eso por un humano, no puedo ni siquiera tocar a uno. –No lo había dicho, pero desde que conoció al menor deseo poder abrazarlo. –Yo no quiero que Lu Han se vaya. 

                          

Ahora se encuentra en el tren esperando a llegar a su parada, después de haber recordado cada uno de los momentos más felices que ha vivido y pensando que en la mayor parte de ellos, está él.

 

 

–Gracias –dijo antes de que el menor hablara – El verano pasado saliste corriendo antes de que pudiera agradecerte por traerme este suéter.

–No me agradezcas, no quería que tuvieras frio.

–El suéter me cubrió del frio bastante bien.

–Yo… Me alegro que el suéter cumpliera su objetivo. – Sintió como sus mejillas se tornaban de un color rosa – ¿Vamos al lago?

El camino al lago fue silencioso como siempre. Este año todo parecía tan calmado y tranquilo en el bosque, aunque su corazón no estuviera de la misma manera.

–Dentro de un año ya abre acabado mis estudios, estaba pensando en conseguir un trabajo aquí en el pueblo para poder estar las cuatro estaciones junto a ti. – Explico un poco avergonzado –primavera, verano, otoño e invierno.

–No deberías hacer eso, tú tienes una vida y yo estaré aquí por siempre.

–Yo quiero estar contigo todo lo que el tiempo me permita. Por favor, cuando ya no esté, tú no te olvides de mí. Recuerda que un día tú  me salvaste, cuando yo estaba asustado.

–Yo… no puedo tocarte porque yo fui abandonado en este bosque cuando apenas era un bebe. –Su voz era la de siempre pero a Lu Han le parecía que realmente le dolía contar su historia después de tanto tiempo. –Los espíritus me ayudaron, dándome esto. –Dijo quitándose la máscara, dejando que el viento soplara algunos de sus cabellos. – Pero al colocarme la máscara deje de existir como humano.  

Hubo un silencio largo en el que el menor asimilaba un poco lo que acababa de escuchar y esperando a que el mayor continuara.

–Mi cuerpo esta sostenido por magia, es la que me mantiene con vida y un cuerpo mantenido por la magia es tan débil como un copo de nieve. Con el más mínimo contacto se evapora.

–No me olvides, Oh Sehun.

Y aunque Lu Han no escucho el mayor pronuncio un “Jamás”  que el viento acallo.

 

Esa noche planeó cómo sería su vida en el pueblo al lado de Sehun, no le importaría simplemente verlo en el bosque o escapar del trabajo para poder hablar con él. Llevarle comida en invierno y recoger frutos en primavera.

Ese era su sueño, su anhelada realidad, su deseo.

 

 

–Quiero llevarte al festival de los espíritus. – dijo sentándose junto a él menor frente al lago.

– ¿Festival de los espíritus?

–Es un festival igual al de los humanos pero, es hecho por los espíritus, cuentan que en ocasiones algunos humanos se cuelan entre la multitud y disfrutan con nosotros.

“Como los amigos de mi abuelo, así que es verdad”

–Cuando eras pequeño no te lleve porque pensé que te asustarías, pero ahora que eres grande se que nos divertiremos.

–Claro que iré, no pensé que existiera cosa así.

–Te veré en las ruinas a las siete de la noche. No llegues tarde.

El menor tenia curiosidad de cómo podría ser un festival de los espíritus, “¿Qué podría pasar?”

 

 

El menor no se imaginó que realmente fuera igual que un festival humano, la única diferencia era ver personas con cola, orejas, mascaras y pocas con otro tipo de extrañeces.

A lo lejos vio como Kai y D.O, paseaban entre la multitud y se acercaban a cualquier puesto de comida por fuerza del moreno.

Se veían tan felices juntos, mientras su manos estaban enlazadas perfectamente.

–Toma, átate este pañuelo en la muñeca. Te puedes perder.

–Claro. – Dijo riendo ante el pensamiento de que todo esto parecía una especie de cita. – Esto parece una cita.

–Esto es una cita.

El menor no pudo evitar sonrojarse al escuchar a Sehun hablar tan seriamente, pero al sentir que el mayor lo jalaba del pañuelo se dejo llevar sin rumbo fijo.

Cada cosa que Lu Han veía era casi nueva para él, manzanas acarameladas con caras, algodones de azúcar flotantes, bailes donde las personas se convierten en animales. Todo era tan fantástico y perfecto, ni en sus sueños pudo imaginarse algo así.

El tiempo junto al más alto se le hizo corto pero agradable.

Al final solo pudo caminar unido al mayor por el pañuelo en dirección a las ruinas, pensando y recordando cada cosa maravillosa que había visto; guardándolo en su memoria.

–Te regalaré esto. – advirtió el más alto cogiendo su máscara y posándola en el rostro del menor.

– ¿Por qué me regalas tu mascara? , a mi me gusta cómo te queda a ti.

Se sorprendió en el momento en el que sintió el rostro de Sehun cerca de él, besando la máscara en el punto exacto donde se encontraban sus propios labios.

El menor no sabía cómo reaccionar, quería llorar del dolor de no poder besarlo sin tener que usar la máscara, pero con esto se dio cuenta de que sus sentimientos por el mayor llegaban más allá de cualquier simple amistad que se construye a partir de los años. Que ese lazo que los unía de las muñecas, no se comparaba con el unía sus almas.

Se quedó completamente inmóvil viendo como el rostro del más alto se alejaba poco a poco mientras lo miraba directamente a los ojos, sintiendo como la mirada del más alto era pura y sincera sin mancha alguna.

–Guárdala bien, y no la pierdas. ¿Entendido?

Lu Han solo asintió y camino una vez más junto a él mayor estando más que seguro de lo que quería. Apreciando una vez más ese rostro que siempre recordó como “perfecto”.

– ¡CON PERMISO!

En ese momento el chico rubio pudo notar como un pequeño niño empujaba al mayor para poder huir de su perseguidora. “Solo son niños” pensó. Todo se termino cuando vio que la mano del alto resplandecía en tonos verdosos y azulados.

– ¿ERA UN HUMANO?, ¡Sehun!

El mayor se miraba la mano casi hipnotizado viendo como los destellos eran cada vez más fuertes y supo que el tiempo se había acabado, pero debía aprovechar lo que le quedaba de existencia.

–Ven aquí Lu Han, por fin puedo abrazarte.

Sin pensarlo dos veces el menor se abalanzo sobre el más alto, sintiendo el calor que espero sentir durante tanto tiempo, sintiendo como los brazos del mayor lo envolvían en un abrazo tan fuerte y profundo.

–Lu Han, yo… te quiero. –Por primera vez en su vida Sehun lloro. No quería dejar a Lu Han solo, quería quedarse por siempre con él. –Yo siempre quise abrasarte y decirte lo que sentía, pero no podía. Ahora al fin estoy junto a ti.

–Yo también te quiero. – El menor también lloraba en los brazos del que poco a poco desparecía sin poder hacer nada.

–Gracias, gracias por estar junto a mi todo este tiempo sin importar lo que yo no te pudiera dar.   

–No te vayas, por favor.

–Yo jamás te olvidare, Lu Han.

–No me dejes.

Lo último que Lu Han pudo ver antes de que Sehun desapareciera por completo fue la sonrisa de satisfacción en su rostro, porque aunque se estaba consumiendo estaba feliz.

En los brazos de Lu Han ya no había nadie, no había nada. Estaba solo.

“¿Por qué no me fije? Si hubiera visto al niño correr hacia Sehun yo solo… ¿Porque no pude estar con él para siempre?, yo quería pasar mi vida junto a él, yo quería acompañarlo durante más tiempo… yo quería tener más tiempo para amarlo.”

Sehun al final cumplió su sueño de abrazar a Lu Han, pero ese sueño lo llevo a desaparecer.

El único recuerdo físico que había quedado de él era la máscara que hace tan solo unos minutos le había regalado. 

Todo lo que había soñado, planeado y esperado se había ido junto con Sehun, ahora solo sentía un vacio que sería imposible llenar si el mayor ya no estaba. Cada verano que pasó con el mayor era más especial que el anterior, jamás pensó que las simples visitas a la casa del abuelo se convertirían en estar la mayor parte del tiempo jugando con el más alto en el bosque.

El mayor le enseño cosas que jamás pensó que existieran, le hizo ver que no había necesidad de tener contacto físico para poder crear un lazo  tan fuerte como es el amor.

Jamás había llorado tanto en su vida, y estático aun en aquel lugar sintió como de su corazón solo quedaban pedazos al haber perdido a su primer y único amor. 

Notas finales:

Gracias por leer, eso me hace feliz. (●ω●)

Espero que haya sido de el agrado de todos.

Pueden dejar sus reviews dandome su opinion o sus criticas constructivas. 

Gracias a mi beta lulu por apoyarme en este proyecto y por soportar mis perezas. 

Y espero subir pronto un nuevo proyecto. 

                      


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).