Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Del odio al matrimonio, solo hay un paso por Ameno

[Reviews - 63]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a mis lectores, por peticiones de algunos de ustedes, he subido el tercer capítulo y decidí que este fic dejaría de ser un onechot, lo actualizare de vez en cuando, así que evidentemente  cambie su estado XD

 

Solo me resta añadir que ¡Espero que les guste!

Suspirando con fastidio, Madara miro a su cuñado que trataba de mantener la cara seria ante lo que parecía la cesta más grande de regalos de Konohama, al parecer  todos los aldeanos habían memorizado lo que le gustaba, se supone que venía a comprar unos cuantos dangos  recubiertos de miel que se le habían antojado, pero los lugareños escogieron el momento para proveerlo de cosas muy deliciosas y saludables para un embarazado, preguntándose que se les había metido en la cabeza teniendo en cuenta que el pueblo recién construía las nuevas casas y  la aldea era bastante pobre aún, abrió la boca pero antes que pudiera decir nada, Tobirama intervino.

Muchas gracias por su obsequio, estoy seguro que tanto mi hermano como su esposo aquí presente, se lo agradecen ¿Pero no es demasiado, teniendo en cuenta que  ganarían más vendiéndolo? Después de todo es indudable que esta aldea no está en su mayor apogeo todavía.

—Lo sé, pero ninguno de nosotros queríamos privarnos del placer de obsequiarle algo a nuestro flamante Hokage y a su hermoso esposo, además una embarazada debe comer cosas variadas y nutritivas, por lo que queríamos tener el placer de brindárselo nosotros mismos, además su estado debe ser muy delicado, teniendo en cuenta que espera dos bebes—Exclamo la mujer mayor colocando una botella de leche de cabra, en las manos de del peli-negro dejándolo con la palabra en la boca mientras se inclinaba.

El albino se inclino ligeramente y vio a la mujer marcharse, volteándose para ver a su cuñado, que furioso señalo la canasta y le dijo.

—¡Tu estas cargando eso!

—En tu estado no podría ser diferente.

—Dime otra vez porque me estas acompañando, nuestra mutua compañía no es algo que disfrutemos ninguno de los dos—se quejo el peli-negro.

—Porque mi hermano tiene que encargarse de alguna documentación y se niega a qué camines solo por ningún lado y déjame decirte que lo comprendo, podrías volverte el objetivo de una nación enemiga ¿No necesito explicarte el porqué, o si?

Entornando los ojos el peli-negro empezó a caminar desde que su embarazo se empezó a mostrar, Hashirama se volvió sobre-protector, de pronto se acordó de una conversación, que tuvo con su suegra —¿Crees que alguno de ellos nazca con el Mokuoton?

—Hay probabilidades que sí, también puede que nazcan con los ojos, o con las dos líneas de sangre al mismo tiempo.

—La línea de sangre del sabio de los seis caminos por fin mezcladas, podrían nacer con el Rinengan.

—Lo que vuelve más importante mantener tu seguridad.

—Puedo cuidarme por mi mismo Senju.

—De estar en otras circunstancias no dudaría de ello, pero teniendo en cuenta que eres mi hermana en ley y también un miembro de mi clan, por no hablar de tu evidente estado prefiero no correr riesgos—contesto el albino con mucha calma, el embarazo de del peli-negro lo había vuelto bastante tolerante con los repentinos cambios  de humor de éste,  después de todo el muchacho no solo tenía que lidiar con el interminable parloteo de su hermano, también tenía que hacerlo con las ridículamente grandes reservas de energía,  del hombre vigoroso y fuerte, dé solo pensarlo le dolía la cabeza.

Madara hizo una mueca ante lo dicho por su cuñado, a veces se olvidaba que él era un Senju ahora—Dile que a Hashirama  que voy a matarlo por esto, dijo señalando su abdomen.

—Estoy seguro que sería muy feliz por ello, pero debo recordarles que deben reprimir sus deseos sexuales hasta que finalicé el embarazo, aunque conociendo a mi hermano encontrara una forma de mantenerte satisfecho durante todo ese periodo.

Poniéndose rojo como una cereza el peli-negro exclamo—¿Cómo puedes, mencionar eso con tanta facilidad? ¡Es vergonzoso!...¡Ustedes son unos pervertidos!

—No lo soy, simplemente aceptó las cosas como son y ustedes no son precisamente silenciosos ¿No recuerdas la mañana siguiente a su noche de bodas?

El chico quería que la tierra se lo tragara ante el recordatorio—Supongo que debo agradecer, que le taparas los ojos a mi hermano, a la vez que cerrabas los tuyos en nuestra presencia.

—No es necesario, hay cosas que ningún hermano debe ver y menos un niño de catorce años con una seria fijación, por su hermano mayor.

—¡Te escuche maldito Senju, ahora aparte de mi hermano! Yo cuidare de él —Dijo profundamente irritado Izuna mientras saltaba de lo alto de un edificio en construcción.

—Debes trabajar en tus habilidades de sigilo hermanito—sonrió el mayor de los cuervos, al muchacho que miraba con desprecio profundo al albino.

—Muy bien entonces llevare esto a casa, recuerda que debes ir con mi hermano a ver al médico Hyuga en la tarde y que Mito te invito a un té antes de esa hora.

—¿Me puedes decir porque le gusto a la princesa Uzumaki? Que yo sepa no he hecho nada para ganarme su afecto.

—Las mujeres son misteriosas, ellas escogen quien les agrada o no, yo tampoco lo sé—comento el menor de los  Senju antes de desaparecer.

—¿ Ahora te llevas bien con ese idiota, hermano?—se quejo el más joven de los cuervos.

—No lo hago, pero tampoco puedo estar peleando con él, se ha comportado amablemente conmigo desde que me case con Harashima…aunque lo ha sido más desde que se confirmo el embarazo.

—Tal vez tiene lastima de que te casaste con ese pervertido ¡Mira que dejarte embarazado, en la primera noche!

—¡Shhhh, cállate hermanito que podrían estarnos escuchando! exclamo Madara mirando nervioso a todos lados.

—No sé de qué te preocupas, todo el mundo lo sabe ya ¡Es mas lo celebran! Que los dos fundadores de la aldea, estén casados  y a punto de tener familia, parece un sueño hecho realidad para ellos…padre también está feliz por ello, pienso que en algún momento va a terminar diciendo que este era su plan original.

—Ptfff supongo que sí.

—¿Y cómo se comporta el patriarca de los Senju contigo, ese viejo, Butsuma no me inspira confianza.

—Me recuerda mucho a papa, igual de terco e intransigente un antiguo soldado arcaico, pero es mucho más suave también y a diferencia de él, ya toco mi vientre… fue bastante extraño, no por tocarlo si no por lo que dijo.

—¿Y qué dijo?

—Que mis hijos, son la prueba de que el amor es más grande que el odio y que nuestro clan fue bendecido con un don sagrado.

—Eso suena incomodo y raro.

—Lo es, aun no he podido descifrar su significado, mi madre en ley dijo que ese era un elogio para mí, aunque aun no puedo ver en qué forma.

—La señora Senju es muy amable y hace unos bollos de miel deliciosos.

— ¿Te conquisto con sus dulce, no es así hermanito?

—Es casi como mamá, ella también perdió a muchos hijos en la guerra, dice que yo tendría la edad de uno de ellos.

—Si es muy dulce y amable, me hace sentir muy querido, aparte de que puedo consultarle algunas peculiaridades de su clan.

—¿Cómo cuales?

—No son gratas, ni útiles para ti y para que no sientas curiosidad te diré que tiene que ver más con mi vida marital que con cualquier cosa.

—Huggg  no necesito recordar las imágenes del Senju sobre ti hermano, vi lo suficiente de él para quedar traumado.

—Esas no son cosas sobre las que un niño de catorce años debería pensar.

—Créeme si pudiera lo evitaría, pero es imposible, mis pequeños sobrinos, me recuerdan persistentemente que vi la parte menos agraciada del Senju.

—Yo la veo diariamente.

—¿A qué te refieres? –pregunto consternado el niño.

—Tengo que ver constantemente su rostro—Eso arranco una carcajada del muchacho, que  camino feliz al lado de su hermano, mientras Madara sonreía para  sí mismo, en realidad a estas alturas ya había visto absolutamente todo  de su esposo…también lo había sentido todo…y lo hacía diariamente, pero no es algo que le comunicaría  a su hermano menor.

Mientras un aura depresiva salía de la torre del Hokage, quien sostenía en sus manos un orbe mientras el  jefe del clan Sarutobi tosía desviando sus ojos un lado, ignorando las lágrimas que salían de  los ojos del hombre, que se decía era el dios de los ninjas, ¿Pero porque rayos tenía que ser tan peculiar? El embarazoso momento fue cortado por el pequeño Sarutobi que también vio el orbe y comento.

—¿Es el su esposo? Parece medio  salvaje, pero es muy lindo como usted dice—la recuperación del estado de ánimo del peli-café fue tan repentina, que asusto al padre de Hiruzen,  el cual estaba empezando a respetar más al Uchiha con cada día que pasaba.

—¿Verdad que sí? No puedo creer lo afortunado que fui al casarme con él y pensar que salió de la boca de mi padre en ley la propuesta de matrimonio, soy tan feliz de amanecer cada día a su lado.

—Es lindo, pero las niñas se ven más amables ¿Huele bien? Porque la mayoría de los hombres de nuestro clan huelen a cerdo a medio morir, después de los entrenamientos.

La expresión dejo confundido al Hokage ¿A que olía un cerdo a medio morir? Haciendo la nota mental de visitar al clan Sarutobi para  averiguarlo,  respondió—Su aroma es dulce, como canela y especias.

—Deja de meterle ideas extrañas al niño en la cabeza, hermano ya va en camino de convertirse en algo lo suficientemente malo, si no se encausa, no quiero explicarle  a mi hermano en ley porque la mitad de los niños del pueblo van detrás de  él oliendo su ropa ¿Y que se supone que es eso?—comento el albino que había escuchado la ultima parte de la conversación, apareciendo de repente.

—Es uno de los tesoros de mi gente, un orbe para observar a la persona que se desea y por la cual estamos preocupados, o para vigilar la aldea de posibles enemigos—respondió el patriarca de los Sarutobi apenas vio al hombre de pelo blanco.

—Prefiero no saber que estabas haciendo con ella, ni a quien estabas espiando, mejor ponte a hacer tu trabajo, tenemos que visitar a los aldeanos para que nos digan que necesitan—exclamo suspirando el albino no podía culpar a su hermano por estar paranoico ¿Después de todo quien no lo estaría teniendo un violento y belicoso esposo con cuatro meses de embarazo caminando por las calles y el cual podía ser el objetivo de varios clanes enemigos?

—¿Qué te parece, si visitamos primero a los del clan Sarutobi aprovechado que está aquí su líder?

—Me parece bien— aprobó Tobirama viendo sospechosamente a su hermano preguntándose si eso tenía que algo con la conversación anterior, sobre olores y otras cosas que no quería saber, decidiendo que era mejor no averiguarlo, lo siguió a él y los miembros del clan a ver el asentamiento.

Por su parte Madara  acompañado  de Izuna estaba con Mito, se sentía incomodo sentado en el sillón mientras su hermano y la chica bebían el té en la forma tradicional, maldiciendo a su esposo por enésima vez en el día, mastico unos de los duplings, la ceremonia se había realizado de forma elegante y refinada, llamándole la atención por la finura de los modales, algo que tenía que ver con ser mujer supuso, fue sacado de su abstracción por la pelirroja, que pregunto amablemente.

—¿ Se siente cómodo? Trate de encontrar algo más conveniente para que se sentarás, pero es lo único que puedo proporcionarle.

—No hay problema me siento lo suficiente cómodo, gracias—Respondió rápidamente el aludido, pensando sobre el porqué le era simpático a la mujer, después de todo él fue el que arruino, las posibilidades de matrimonio entre los Uzumaki y los Senju. Cuando se entero que el peli-café era algo así como un semental que se disputaban todos los clanes, trato de lanzar una bola de fuego sobre los embajadores…ahora se explicaba porque su esposo solo lo menciono cuando estaban en su recamara, después  de todo es muy difícil concentrarse sentando en el regazo de un hombre desnudo, que tiene más brazos que un pulpo.

Se sonrojo ligeramente y movió la cabeza ¿Porque tenía que pensar en ese pervertido en estos momentos? Fijando su atención de nuevo en la muchacha.

—Me alegro por ello,  como ninja femenino, muy pocas veces tengo la oportunidad de fraternizar con otros ninjas, sobre todo masculinos…debido a que sus intenciones pueden torcerse por más puras que sean en un principio, es una vida muy solitaria, sin embargo la razón por la que quise hablar con usted es muy diferente.

—¿Y eso podría ser?—pregunto el peli-negro entrecerrando los ojos.

—Como  debes saber, nosotros teníamos otras intenciones cuando veníamos aquí, las que cambiaron en cuanto vimos  que el Hokage, estaba bendecido con una feliz y fructífera unión, sin embargo a pesar de todo, quisiera quedarme aquí, sus palabras sobre un lugar pacifico donde los niños puedan, jugar crecer y ser felices, me parece maravilloso, quisiera tener la oportunidad de vivir en un lugar así, por supuesto quiero primero su aprobación para ello.

—Hashirama es el Hokage, él es quien decide eso, es a quien debería ir dirigida la pregunta.

—Pero usted es un guerrero poderoso, así  como su mano derecha y su esposo, teniendo en cuenta las intenciones con que vino mi clan, no quisiera hacerlo sentir incomodo con mí presencia.

—¡Ya paren con eso! Me están cansando con tantos rodeos—exclamo una mujer empujando una de la puertas corredizas, la mujer tenía el pelo castaño alborotado y marcas rojas en las mejillas según recordaba Madara, era el distintivo del clan Inuzuka.

—Lo que Mito quiere saber es si puede convencer al Hokage para que ella se quede, algunas mujeres deseamos hacer algo más provechoso, que  casarse en un matrimonio arreglado y vernos relegadas a servirle tres comidas al día a algún idiota y criar niños, por supuesto me refiero al idiota de mi marido, que no ha sido bueno más que para hacerme seis hijos, no al Hokage—dijo mirando sin ningún disimulo el abultado vientre del hombre.

—En pocas palabras quieren decir que quieren ser ninjas activos ¿Verdad?—intervino Izuna.

—Si cachorrito, queremos ser kunoichis las mujeres somos tan capaces como cualquier hombre, deseo un buen futuro para mis seis hijas.

Madara silbo esa era una cantidad grande de chiquillas— Teniendo en cuenta que sus bebes podían ser niñas, tampoco querría ese futuro para ellas.

—Podrían decírselo ustedes mismas, estoy seguro que siendo como es, aceptara encantado por mi parte no tengo ningún inconveniente, para que la señorita Mito se quede.

—Gracias por ello— se inclino la joven agradecida—espero seamos buenos amigos de ahora en adelante.

—Yo también.

—¿Eso es leche de cabra?— pregunto de repente la mujer inuzuka—olfateando el aire.

—…Sí.

—Muy bueno para el embarazo—sonrió la mujer—teniendo en cuenta tu genero no creo que te crezcan los pechos, pero es muy bueno para los cachorros—el mayor de los hermanos se la quedo viendo, sabía que los clanes tenían algunas supersticiones  algo extrañas... y algunas eran demasiado raras para su gusto y  la de “beber leche hace crecer los senos” era una de ellas, por la cara de Izuna sabía que su hermano opinaba igual, por lo que ambos adujeron un compromiso y se  fueron rápidamente.

La mujer mayor suspiro al ver macharse a los chicos comentando con  desilusión— Y yo que quería que me dijera que se siente estar casado con un hombre tan poderoso como el “dios ninja”—Lo que dejo a la pelirroja preguntándose ruborizada, porque la mamá de su nueva amiga Yumeko era tan…poco discreta.

Después de calmar  a su hermano menor  al cual, el comentario le provoco la horrible imagen mental  de su hermano mayor y líder del clan con un par de senos, mientras Harashima hacia el ademan de tocarlos con un brillo demencial en los ojos, y asegurarle al niño impresionable que eso no podía suceder, se retiro a su alcoba para descansar, despertó poco tiempo después con la sensación de ser observado, solo para darse cuenta que  su esposo pensaba llevarlo cargado al estilo nupcial hasta el consultorio del doctor, el aura asesina que proyecto  le previno al peli-castaño que esa no era una buena idea, bajándolo cuidadosamente.

—¡Vuelve a intentar algo como eso y te juro que te mato! ¿Entendiste?

—Que más me gustaría pero no podemos…no aún— suspiro el Senju compungido, lo que provoco que el cuervo le dijera escandalizado.

—¡Pervertido! ¡Lo digo en serio sabes!

—Yo también.

—¡¡Que!!...—Tratando de hacer acopio de su calma el peli-negro respiro profundamente, antes de responder—solo llévame donde el médico ¡Y no se te ocurra cargarme al estilo nupcial, estoy embarazado no enfermo! 

El Hokage sonrió, poniéndose a su lado mientras caminaban por el pueblo dirigiéndose al consultorio de hombre, que resulto ser del Bunke o rama secundaria de la familia Hyuga, en opinión de Madara eso de las ramas familiares era una soberana estupidez que solo terminaría debilitando ese clan a larga devastado entre guerras internas, no creía ni por un ápice que el Sharingan derivara de esos ojos, se sentó en el consultorio del hombre que a diferencia de los otros estirados e insufribles miembros del clan, lo miraba con respeto y cierta ¿Admiración?

 Se recostó en la cama como esté le índico, involuntariamente buscando su Kunai cuando esta activo su Byakugan, recordando con fastidio que se le prohibió llevar cualquier objeto corto punzante, teniendo que  conformarse con cargar siempre su abanico, la voz impaciente y nerviosa de Hashirama lo hizo fijarse en este, el cual en algún momento había agarrado su mano, no es el gesto no fuera bienvenido y reconfortante, pero que lo quemaran vivo si le gustaba que otras personas fueran testigos  de lo unidos que estaban, con presteza quito su mano mirando imperativo al doctor mientras su esposo pregunto nervioso.

—¿Y cómo están doctor?

—Magníficamente, teniendo en cuenta que es un embarazo del cual no tenemos precedentes anteriores, las bobinas de shacra están en perfecto estado…y el corazón de los bebes—el hombre saco un objeto curioso y se lo puso en el oído colocando en vientre del embarazado, después de un tiempo que al flamante padre le pareció una eternidad respondió— suena muy bien— paso sus manos sobre el paciente buscando algo anormal ( todo lo normal que podría ser teniendo en cuenta que era un embarazo masculino) sonrió al informarles — todo parece estar bien les mandare estas vitaminas y   solo deben seguir las indicaciones anteriores y abstenerse de emociones fuertes, o cualquier actividad agotadora como la relaciones íntimas.

—Con respecto a eso ¿No hay nada que podamos hacer? Somos recién casados sabe.

El médico maldijo, había información de la no quería enterarse, estaba casado con una hermosa mujer y tenía un hijo, pero no podía parecer irrespetuoso a su Hokage—Creo que es eso es algo en lo que no puedo ayudarles pero hay aspecto más suaves en la relación, como ocupar la boca, que  no afectaran el flujo de shacra ni agotaran...mucho al embarazado o alteraran su estado anímico, por supuesto lo demás queda terminantemente prohibido.

El peli-café sonrió más contento, ayudando a bajar al peli-negro que estaba consternado, la imagen mental que le provoco el médico lo había agitado, era horrible descubrir que poco a poco se estaba volviendo un pervertido, por causa de su esposo.

—Algo que se me olvidaba, al ser hombre puede que la gestación  provoque que  su esposo tenga un mayor apetito sexual, así que es completamente natural si  él tiene ese tipo de deseos, dijo dirigiéndose al Hokage.

—Madara respiro más aliviado, como siempre todo era culpa de Hashirama por dejarlo en ese estado… solo que ese brillo  en los ojos de su esposo le causaba cierta intranquilidad, por suerte para ambos (el médico y Madara) lo que hubiera tenido en mente, lo reservo para sí mismo cuando salieron del consultorio se dirigieron nuevamente a su casa, deteniéndose en el mercado para comprar los dangos recubiertos de miel que fueron olvidados en el ajetreo del día,  y cumplir  así con el antojo  del ninja embarazado, al llegar a la puerta de la casa ambos se retirarón uno para cumplir sus obligaciones y el otro para descansar.

El peli-negro  leía con interés unos rollos  para convocar al Kyubi,  parecía un enorme trabajo y las cantidades de shacra necesario para hacerlo bastante grande, igualmente el carácter impredecible de la bestia lo volvía bastante peligroso, no se preocupaba mucho por ello después de todo contaba con el Sharingan pero en su estado no podía ponerse a experimentar y no quería decirle a su esposo que  había conseguido los pergaminos, con todo lo fuerte y poderoso que era el dios Ninja en su opinión adolecía de un grave defecto, su idealismo le impedía ver  que los demás no pensarían como él, negándose a ver las capas más oscuras de todo, su anhelo de paz se vería enfrentado con la ambición de otros clanes, o sus anhelos de poder, su esposo era un soñador optimista Tobirama, un cínico realista y él un… agresivo pesimista.

Suspiro haciendo desaparecer los rollos, no podía hacer nada por ahora por más que ansiaba proteger el sueño del hombre que lo amaba, tal vez había una forma de convencer al zorro de cooperar, sin necesidad de un jinjuruki  o de forzarlo, según entendió en los pergaminos el mayor deseo de los bijuu era recorrer el mundo sin ser molestados, algo difícil en esas formas monstruosas, tal vez si encontraba una alternativa a eso  el zorro se quedaría voluntariamente en la aldea, protegiéndola, miro por la ventana hacia el jardín, quedándose pensativo pasaría mucho antes de que pudiera poner en práctica esa idea.

—No deberías quedarte  abstraído por tanto tiempo, te hacen victima de los depredadores fuertes como yo—dijo una voz  rodeando su vientre con sus brazos y besando su cuello.

—Tú no eres un depredador gran tonto, solo un pervertido—sonriendo cuando sintió el aura depresiva que rápidamente envolvió el lugar.

—Y yo que creí que te había tomado por sorpresa.

—No puedes, tu presencia te delata eres demasiado gentil, la atmosfera se vuelve cálida cuando estás aquí.

— Muchas gracias.

—¡Oye no es un cumplido!

—Pero no puedes negar que te encanta mi… calidez.

El peli-negro se puso rojo, ante el comentario de doble sentido, tratando de empujarlo con sus manos  hasta que toco los pectorales de su esposo y maldijo, Hashirama estaba en lo  correcto se había descuidado tanto que su esposo se había ya desnudado y él ni se dio cuenta siquiera  de cuando había entrado, exasperado miro al hombre arrepintiéndose de inmediato, había escuchado que las mujeres perdían su autoestima durante el embarazo al no sentirse deseadas eso no sucedía en su caso la prueba irrefutable estaba delante de él…demasiado enhiesta y orgullosa para ignorarla.

—No podemos hacer nada lo sabes.

—Pero me permitió, usar mi boca.

—¡Que te propones hacer  pervertido!

—Besarte hasta que quedes dormido ¡No es para que te lo tomes tan a pecho! A mí también se me vino esa idea a la cabeza, pero no quiero arriesgarlos a ninguno de los tres, eres como el fuego la emoción puede ser demasiado para ti.

El peli-negro no podía  decir si se sentía aliviado o decepcionado ante el hecho, pero por orgullo respondió—No sé de qué hablas…¿Y tú que harás… con eso?

—Puedo arreglármelas solo, no es algo que no haya hecho antes— Madara sintió un poco de culpa por el estado en que estaba su esposo, pero  no quería hacer nada fue un día  agotador emocionalmente…y sin embargo dejarlo en esa situación no le gustaba, observo como el hombre empezó a desvestirlo cariñosamente, siempre estaba confundido en porque lo trataba tan amorosamente, cuando nunca  nadie lo habían hechos antes, siempre se espero que fuera el guerrero el líder… ser el amante nunca estuvo en sus planes…era algo nuevo ,soltó un gemido cuando el peli-café coloco un beso en la cara interna de sus muslos, la idea del médico ya no parecía tan mala ¿De todos modos quién podía jactarse de tener al dios de los ninjas de rodillas frente a él, a punto de demostrarle su amor?

—Mentiroso dijiste que no ibas a hacer nada—murmuro a media voz.

—Pensaba cumplirlo, pero esta parte tuya esta rogando desesperadamente por atención y me resulta placentero el cumplir todos los antojos de mi esposo embarazado—susurro  con ternura el hombre, haciendo que el peli-negro maldijera a su cuñado por estar casi siempre en lo cierto.

Soltó un grito cuando sintió la dureza de su entrepierna, tragado por el calor húmedo de la boca de su esposo, la lengua tocando los puntos más sensibles mientras unas manos fuertes y poderosas acariciaban con suavidad sus caderas, enredo sus manos en el cabellos liso y sedoso mientras éste besaba y lamía su virilidad, antes de darse cuenta su pasión se había derramado en  su totalidad en el interior de la garganta de su conyugue, el cual se marcho con una sonrisa  mientras  el caí de espaldas cansado, trato de acomodarse para dormir mejor cuando después de un rato lo sintió acurrucarse a su lado abrazándolo con ternura, toda la majestad del momento se perdió cuando  Hashirama, el hombre conocido como “el dios de los ninjas” el Hokage de Konohama le hizo la pregunta más insólita de todas.

—Madara cariño.

—Hmn.

—¿Sabías que los cerdos a medio morir,  huelen  a mono?

El ninja se volteo mirando con una expresión  de ¿Qué quisiste decir con eso? Al hombre con el que se había casado, antes de decidir que no quería saber de dónde había venido esa pregunta, le respondió.

—Hashirama.

—¿Si?

—Mañana te acompañare a hacer el recorrido por la aldea, trabajas demasiado estas empezando a tener alucinaciones olfativas.

—¿Alucinaciones…olfativas?…¡Oh, no es lo que crees, lo que pasa ...!

—Hashirama ya duérmete.

—¡Déjame explicarte, primero!

—Escúchame, te duermes o te duermo, tú escoges—el Hokage asintió esperando poder explicarle todo a su hermoso pero beligerante y embarazado compañero, al día siguiente.

 

 

 

Notas finales:

Por sus comentarios y revisiones ¡Muchas gracias!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).