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Rumbo a la guillotina por CrystalPM

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Notas del capitulo:

Actualizo ahora por que me voy de vacaciones y no se cuando podré continuar la historia :S

Espero que les guste ^^ 

 

Pronto los chicos descubrieron que , a pesar de que haber bajado era muy fácil, era prácticamente imposible subir . Ninguno de los dos estaba en condiciones de subir. Por ello optaron por caminar monte abajo y buscar el pueblo más cercano posible.

Poco a poco las nubes fueron bajando y la niebla les rodeo. Haciendo para ambos imposible ver más allá de un par de pasos de donde se encontraban. Caminaron en silencio , Intentando forzar la vista para evitarse caidas por el irregular suelo. El soldado por delante mientras que Christian le contemplaba disimuladamente.

El muchacho decía ser comandante, pero nada en su aspecto le recordaba a uno de ellos. Vale que el joven no era un endeble , pero algo le faltaba... esa apariencia de ferocidad … Aún así su postura demostraba seguridad y aquella mirada furiosa había que reconocer que imponía a veces. Intentando mantener algo de conversación durante el viaje el mayor hacía preguntas al azar y milagrosamente el castaño las respondía, tal vez por puro aburrimiento. Así descubrió su nombre, y su verdadera edad.

16 años, cuando se la dijo el pelinegro no pudo evitar detenerse sorprendido, “Vaya, realmente es joven para su puesto”

-¿Cómo conseguiste llegar a comandante? - Preguntó con inocencia, deseando saber la respuesta por mera curiosidad. No se le escapó la ligera tensión que surgió en el soldado y como este intentó evitar que se notase.

-El rey simplemente reconoció mis méritos. Fui entrenado junto a él desde muy pequeño y ya estaba preparado - Murmuró el castaño de mala gana. El ladrón alzó una ceja sin comprender el por qué de la tensión de su compañero

-Entonces eres un viejo amigo de la realeza ¿eh? Muy afortunado – James se volvió ligeramente para dedicarle esa mirada que hacía pensar al Ladrón que mejor debía cerrar el pico llevó las manos a su pelo para despeinarse, solo que con ese gesto lo único que consiguió fue estamparse las cadenas en la cara.

-Mierda, ¿Oye, no podrías quitarme estas dichosas cadenas?

El castaño se rio por la ocurrencia y respondió con sarcasmo

-Claro. En el manual del buen soldado siempre recomiendan dejar al prisionero suelto para que este pueda degollarlos por la espalda. Cómo habré podido olvidar una cosa tan lógica

Una mano le agarró con fuerza y tiró de él. El movimiento le había tomado desprevenido y en un abrir de ojos Christian le acorraló empujándolo contra un árbol . El soldado contuvo la respiración al ver la mirada del ladrón, centelleante de burla y furia.

-Acaso me estas llamando cobarde, - el mayor acercó su cara al castaño para obligarle a mirarlo a los ojos – Seré muchas cosas Hook, pero yo no ataco por la espalda.

El menor se quedó helado en su sitio, apretándose con fuerza contra el árbol , intentando mantener la máxima distancia posible entre él y el pelinegro que le clavaba su mirada azul.

Sintió como el chico bajaba la mano por su antebrazo y cuando noto que inclinaba un poco más la cabeza acercándose poco a poco, cerró con fuerza los ojos, huyendo de aquella mirada y temiendo que el ladrón le volviese a besar como la última vez. Contuvo un escalofrío al notar como la mano del ladrón bajaba desde su hombro por su brazo paralizandole e intentó reaccionar cuando notó el aliento de este rozando sus labios. Entonces notó algo más.

Abrió los ojos sobresaltado y con rapidez dio un manotazo a la mano del ladrón. Las llaves que llevaba colgadas del cinturón tintinearon alegremente. Christian se rio burlonamente y se alejó del joven con aire pasota. El soldado comprobó el manojo de llaves asegurándose que no le faltaba la más importante, la llave de las esposas. Cuando la encontró suspiró aliviado y se volvió hacia el ladrón que le miraba apoyado en un árbol con aire desafiante y sonrisa provocadora.

-Eres un completo Idiota. - Lo único que consiguió fue ensanchar la sonrisa al ojiazul.

-No me culpes, tú no querías liberarme de las malditas cadenas ¡Algo tenía que hacer digo yo!

 El ojiverde se había quedado totalmente paralizado con el acercamiento. Casi había caído en su trampa, algo totalmente inaceptable. sacudió la cabeza realmente molesto consigo mismo y … ¿ligeramente decepcionado ? “ No” Pensó el soldado tajantemente “ Eso es imposible”

-Por un momento llegué a pensar que tenías de verdad algo de honor con ese discursito de los cobardes. Ya veo que me equivocaba – Espetó con crueldad, demasiado molesto para controlarse. El Pelinegro frunció el ceño.

-¡Oye, qué yo sea un ladrón no significa que sea una persona miserable!¿Por quién me tomas? - James bufó , no iba a tragarse la mentira de nuevo

-Sí, claro, lo que tú digas. Eres un ladrón honrado y honesto.

-¿A qué víno ese tono? - Inquirió un poco más fuerte de lo que debía . Dios, como le sacaba de sus casillas aquel enano, el soldado siguió despotricando sarcásticamente sin amedrantarse ante la mirada de su compañero

-Oh a nada ¡Todo es alegría y sonrisas en el mundo de los delincuentes! - Sin darse cuenta había empezado a gritar y sus voces resonaban por la montaña , pero a él le daba igual. Se giró de nuevo para continuar la bajada dándole la espalda al ladrón

-¡Quieres bajar la voz! No es bueno llamar la atención en lugares como este

-¡Qué importa! Si no nos va a pasar nada, ¿No ves que los delincuentes son honrados? Podrían degollarnos, pero ¡qué va!. Tal vez nos den chocolate caliente y todo. - Eso del sarcasmo era adictivo. Christian gruño molesto por el comportamiento del soldado

-¡Cómo quieras! , pero luego no vengas pidiendo... - El muchacho enmudeció de repente. James se giró preguntándose que es lo que habría hecho callar al prisionero, pero la niebla lo cubría todo.

El recelo comenzó a crecer en el interior del castaño.” Seguramente intente escapar con toda esta niebla. Mierda, debería haber prestado más atención”

-¡Eh! ...- ¿Cómo demonios se llamaba? No se le había ocurrido preguntarle su nombre, para él era el ladrón y punto. - Maldita sea, ¡No tenemos tiempo para juegos, sal de una vez!.- Entonces el soldado lo vio, pero no al pelinegro no, sino el destello de acero que se acercaba.

Saltó hacia atrás como pudo, esquivando justo a tiempo la espada que rasgó el aire, justo donde antes había estado su cabeza. Aterrorizado observó al hombre que empuñaba el arma. Era grande... enorme, vestía ropas oscuras y su mirada no señalaba mucha inteligencia... pero sí ganas de matar. El hombre atacó de nuevo y esta vez James respondió.

Casí por instinto alzó su espada parando la estocada del contricante. Oyó gritos a lo lejos y todo encajó en su cabeza. “Traficantes” . Había oído que se solían ocultar en las montañas. En bandas de delincuentes que robaban y traficaban con la mercancía. Si encontrabas su escondite te mataban para no correr el riesgo de ser descubiertos . Y eso es precisamente lo que habían hecho James y Christian, encontrar su escondite.

El Joven se quedó en su sitio, paralizado del horror. Por simple instinto volvió a moverse para frenar las estocadas del gigante, pero no podía actuar, solo frenar y frenar. Por fin un grito le hizo volver en si.

-¡Corre idiota! - La voz de Christian sonó entre la niebla y James no se lo pensó dos veces, Haciendo una finta a su contrincante echó a correr agradeciendo por primera vez que la niebla ocultase su figura al asesino. Por fin recobrado del shock pudo oír las cosas con más claridad.

Escuchó como el hombre llamaba a gritos a sus compañeros y pronto sintió los pasos de los delincuentes. “Son demasiados” pensó desesperado mientras que intentaba ordenar a sus piernas a moverse más rápido. Recordaba sus entrenamientos en el castillo. Donde su padre le entrenaba a él y al príncipe para el combate, obligando les a correr y escalar por los terrenos del palacio soltando a los perros para enseñarles lo que era ser perseguido de verdad por alguien, pero aquello era diferente. Si te tropezabas en aquel entonces ganabas un mordisco como mucho, pero si tropezaba ahora... prefería no pensarlo.

El muchacho estuvo corriendo a tiendas tropezando con las piedras y chocando contra las ramas traicioneras, pero siguió corriendo. Hasta que sintió una mano agarrarle del cuello de la camisa y tirar con fuerza .

“ Ya está, atrapado” . Cerró los ojos esperando el fin, pero el fin no llegó. Cuando se atrevió a abrir los ojos se encontró con el rostro de Christian alzando una ceja .

-Si lo que esperas es un beso me temo que este no es el momento adecuado principíto. - Completamente sonrojado abrió la boca para quejarse ,pero el pelinegro se la tapó rápidamente con la mano y se llevó un dedo de la otra a la boca en gesto de que se callase.

Fue entonces cuando el menor se dio cuenta de que se encontraba sentado en la rama de un árbol. Mirando hacia abajo sintió un leve mareo. Vaya, estaban muy altos.

El ruido de pasos llegó desde abajo y los dos muchachos permanecieron inmóviles mientras escuchaban a la banda de hombres correr debajo ellos. Sin percatarse del escondite de la pareja gracias a la niebla.

Al cabo de un rato el ruido fue desapareciendo hasta quedar extinto y fue entonces cuando el ladrón se permitió suspirar de alivio y relajar los músculos.

-Salvados. Será mejor que nos ocultemos aquí hasta que ellos vuelvan a su escondite y la niebla se despeje. No quiero cometer el error de volver a pasar delante de su guarida de nuevo.

 Sonrió alegremente a James, que aún estaba en medio shock. Al final este asintió levemente y se recostó en una de las ramas del árbol en que el que se encontraban.

-Será mejor que duermas, yo me quedaré vigilando – Christian le miró molesto.

-Espera un momento, si no duermes lo único que harás luego será ralentizar nos. Hacemos turnos como es debido- Al notar la cara de recelo del joven no pudo evitar chasquear la lengua con frustración – No me digas que aún no confías en mi

 El pelinegro clavó su mirada azul cristalino en los ojos verdes del chico , ignoró los escalofríos que siempre le producía esa mirada e intentó hablar con sinceridad

-Iba en serio cuando dije que no soy un cobarde. Yo no ataco por la espalda y tampoco te voy a matar mientras duermes, sería un acto de la misma moneda.- Iba a continuar cuando el castaño le interrumpió repentinamente.

-¿Por qué me has salvado? -Inquirió tal vez demasiado bruscamente, pero el castaño necesitaba saberlo. El pelinegro parpadeó sin comprender la pregunta y se removió incómodo en su sitio, apartando la mirada de aquellos ojos verdes tan hipnóticos.- Me podrías haber dejado corriendo por el bosque, y seguramente me habrían matado y tú estarías libre 

Christian gruño por lo bajo y se encogió de hombros, adoptando una posición malhumorada

-Sabes perfectamente la respuesta

 Frunció el ceño cuando su compañero negó con la cabeza e intentó ordenar sus pensamientos ¿Por qué había salvado a ese estúpido soldado ? Buscó la respuesta racional a esa pregunta

- Sobrevivir en el bosque es difícil. Aunque me escapase de tu lado con estas cadenas no aguantaría ni tres segundos ahí fuera – Alzó las manos haciendo sonar las cadenas para enfatizar el gesto – No creas que te he salvado por tu bonita personalidad ni nada por el estilo

 Añadió con ligero sarcasmo, aunque se removió incómodo de nuevo " ¿Por qué suena como si me estuviese justificando por algo que no debería haber hecho?" . El castaño asintió sin dejar mostrar ninguna expresión en su rostro y suspiró

-De acuerdo, Haremos turnos. Más te vale no fastidiarla

Notas finales:

Y eso es... En fin. Ahora me voy XDD

Adiossss 


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