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Como en la vida real. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

Hola, perdón la tardanza, fue de una semana, pero volvía a clases y me dejan mucha tarea, jeje. En fin, es más historia que nada pero espero les guste.
Harima Keniji es Piccolo y pertenece a Kobayashi Jin de School Rumble.

-Vamos, dime la verdad… ¿ya no se nota? – preguntó dudoso, andando unos pasos de reversa para contemplar la imagen, viajando su vista a su gato Sakamoto que lo observaba desde abajo. –Dime algo, necesito saber si ya no se ve tanto…- le suplicó, suspirando algo cansado cuando se rindió en su conversación, cruzándose de brazos y mirando de nuevo al frente, en donde el enorme cocodrilo estaba cubierto por una manta, la cual no llegaba a tapar del todo su ostentoso cuerpo.

Sakamoto maulló, ladeando la cabeza y observando sin comprender. –Ah…  ¡Tu sarcasmo no ayuda en nada, Sakamoto-san! – gruñó dirigiéndose al animal, imaginándose un dialogo que seguramente corría en su cabeza. - Todo esto es un desastre…- se quejó, descubriendo de nuevo al cocodrilo, para enrollarse el mismo en la sábana y caminar de regreso a su habitación. El gato negro lo siguió, montándose a la cama en cuanto él entró en el cuarto. –Está decidido, se lo regalaré a Nano cuando vaya a casa…-

-Nyaa…-

-¡Cállate! ¡Se lo regalaré precisamente por que fue ÉL quien me lo dio! – exclamó agresivamente, continuando con la charla imaginaria de su animal. –Bueno, no quiero hablar más de eso, me desharé del juguete, continuaré con mi trabajo normalmente y Goku de seguro terminará por olvidarse de lo que dijo de paz y todo eso… - habló mientras se colocaba su ropa, metiendo algunas cosas en una maleta.

-Nyaa…-

-Sí, lo digo en serio… ¿Por qué no me crees? – le lanzó una mirada reprochadora al animal, negando para luego continuar en su búsqueda de una camisa decente. –No se lo diré a nadie… bueno, exceptuándote a ti, no sé si decírselo a Harima… conociéndolo, tal vez sea mala idea…- razonó, decidiéndose por una camisa formal azul oscuro, acompañada por unos jeans negros y ajustados.

El gato lo siguió a la salida, maullando y meneando las orejas y cola al andar. -¿Acaso nunca te callas? – preguntó algo fastidiado. –Está bien, no le diré nada a nadie, lo prometo…- se puso de pie, acomodándose los zapatos antes de pararse unos segundos más en el umbral de la puerta. –Bueno, nos vemos Sakamoto-san, no juegues con la estufa, podrías incendiar la casa, recibe el correo, ¡AH! Y recuerda, no le abras a extraños… si tienes tiempo haz la cena… ¡adiós!- terminó de decir, cerrando finalmente y dándose la vuelta soltando un grito al toparse de cara con alguien.

-Creí que vivías solo….- comentó Harima, mirando a través de sus lentes oscuros la puerta del apartamente.

-No, en realidad vivo solo, eso era mi…- pausó, golpeándose internamente a sí mismo y angostando la mirada agresivamente. -¡Espera! ¿Qué haces aquí? – exclamó incrédulo, casi pasmado.

-Ammm, bueno, quería asegurarme de que estuvieras bien, ayer que te fuiste te veías muy mal…- respondió el otro, metiéndose las manos en los bolsillos y tomando breve distancia con él. –Pero bueno, veo que es porque estas acompañado…- la quijada de Vegeta se fue al piso, mientras Harima sonreía con picardía.

-¡C-Claro que no! ¡Ese era…!-

-No tienes que explicarme nada, tus andadas son muy tuyas, pero para la otra trata de avisarme que estarás “ocupado” para no venir aquí preocupadamente…- Vegeta se mantuvo quieto, extendiendo las manos y agitándolas agresivamente.

-¡No es lo que piensas! – aseguró, pero el moreno comenzó a caminar, ignorándolo prácticamente mientras empezaba a bajar las escaleras. –Harima, yo, yo no…-

-¿Me vas a decir que no estuviste con alguien anoche en tu departamento? – inquirió, y cuando Vegeta estaba a punto de gritar que NO,  recordó repentinamente a Goku y su visita, quedándose perdido unos segundos. - ¿Lo ves? Tenía razón…- sonrió triunfante, avanzando hasta el último piso.

-Sí, hubo alguien aquí anoche, ¡Pero ni siquiera es remotamente cercano a lo que crees! – lo alcanzó difícilmente, tratando de mantener su ritmo, pero Harima se movía a gran velocidad por el ultimo corredor.

-Claro, como digas…- se burló, deseando continuar con su camino, pero Vegeta se atravesó en él, extendiendo las manos y logrando finalmente retenerlo.

-¡Era mi gato! – casi gritó, cerrando los ojos con fuerza para no ver la cara de incomprensión del otro, y también en un intento tonto por ocultar su vergüenza.

-¿Eh? ¿O sea que tú y tu gato…? Oye, eso está muy mal hermano, deberías ir con un psiquiatra y…-

-¡NO! ¡Que no he tenido nada de eso que tú imaginas! – espetó asustado, negando con solo imaginar aquel terrible escenario que hablaba su amigo. –Quiero decir que estaba hablando con mi gato, hace un rato que me oíste…- terminó de decir más tranquilo, mirando de reojo el rostro aun retorcido por la duda del moreno.

-Deberías conseguirte una vida, amigo, un gato no puede hacer nada de eso…Vegeta rió ante el comentario, suspirando y atreviéndose a mirarlo finalmente.

-Sí, bueno, Sakamoto es como familia… es como un hermano…- explicó, destensándose y rascando un poco su mejilla derecha. –Lo que le digo es solo una costumbre que tengo, ua sabes, para sentir que alguien está ahí, conmigo… esperándome…- Harima asintió comprensivo, poniéndose serio ante la última confesión privada.

-De acuerdo…- dijo finalmente, avanzando despacio, caminando a la par con el chico hasta llegar al estacionamiento, donde rompió el incómodo silencio al notar un extraño detalle en la historia. –Espera, dijiste que anoche alguien estuvo en tu departamento, ¿hablabas de alguien de verdad o te estabas refiriendo al perro pizzero del basurero de tu colonia? – preguntó en broma, haciendo obvia alusión a sus ´charlas´ con animales, y más aún por el puesto de ´Pizzero´

-Muy gracioso…- Vegeta se cruzó de brazos, angostando la mirada amenazantemente. –No, no hablo de un perro, ni de ningún animal, el que estuvo anoche frente a mi puerta fue…- y se mordió la lengua para no decirlo, esquivando la mirada al dirigirla al suelo, siendo consciente de lo que estaba a punto de decir.

-¿Eh? ¿De quién hablas? – el moreno deformó el rostro en intriga, notando sospechosa su reacción.

-Em bueno, yo… - “No puedo decírselo, me preguntaría por qué y a que vino… no sería capaz de decirle lo de Trunks… además, si dice algo estoy seguro de que Goku me mataría…” pensó, negando brevemente mientras viajaba su vista por el lugar. –Emmm. Un viejo amigo, si, no lo conoces – mintió, evitando verlo para mantener su posición.

-Uf, ya me había asustado, yo creí que ayer habías tenido problemas con Goku, y que la persona que estuvo anoche en tu departamento, fue exactamente esa…- Harima lo dijo asegurándolo, usando una voz dura para dar a entender la indirecta.

Vegeta abrió los ojos enormes, girando por inercia a verlo completamente incrédulo y asustado, muy asustado. -¿Co-como lo su…? – tartamudeó, deseando poder golpearse por aceptar la verdad de los hechos.

-Me mentiste, ayer dijiste que se había ido, pero después de que te fuiste, él llegó a mi buscándote…- Vegeta tragó, sin saber ahora como evadir el tema y ocultar la verdad. –Dime, Vegeta, ¿Qué sucedió? – sonó en realidad como una orden, dejando al más bajito en una situación complicada. Por un lado no podía decir la verdad, pero por el otro le debía demasiado a Hrima y era su único amigo que le era difícil no confiar en él y desear decirle.

-Bueno, digamos que sé algo de él… y que debe mantenerse en secreto…- siseó, y Harima extendió los ojos de sorpresa.

-¡Es un extraterrestre! ¡Siempre lo supe! ¡Comencé a sospecharlo cuando…! –

-¿Qué? ¡Espera, no, no es eso! – Vegeta quiso golpearlo por la simple mención de algo tan absurdo, pero decidió pasarlo por alto y continuar con su explicación. –Es sobre él y… su vida, ´amorosa´- usó ese tonó extraño para referirse a eso, haciendo que su compañero meditara un poco en el asunto.

-Bueno, que a Videl le guste comer chocolates mientras tienen sexo no es un secreto…- dijo con algo de aburrimiento, como si ese fuera el tema más natural del mundo.

-¿Eh? ¿O sea que Videl…? ¡Espera! ¡Ese tampoco es el punto! – detuvo el tren de ideas, haciéndose una nota mental para indagar más sobre eso en otro momento. –No, de lo que yo hablo es algo mucho más complicado…- volvió a la seriedad, sin ser capaz de formar una línea coherente.

-Bien, si es sobre su tercer pezón lo leí en una revista, eso y que a Goku le encantaba besarlo, tampoco es como si fuera el gran secreto…-

-¡SE ACOSTÓ CON TRUNKS, MALDICIÓN! ¡Es eso! ¡Deja de decir tonterías que no quiero saber! – se tapó la boca cuando reaccionó lo que dijo, mirando como el rostro de Harima viajaba desde la incredulidad absoluta, hasta el pánico y desconcierto.

-Primeramente no grites algo como eso…- susurró, buscando con la mirada alguien que pudiese haberlos oído. –Y en segundo lugar, hay mejores maneras de decir algo así, ¿sabes? – Las ganas de golpearlo volvieron, pero respiró profundamente para no perder más el control.

-Eso intentaba, pero no me dejabas terminar de hablar…- dijo con reproche, también en voz baja.

-Bien, bueno, tranquilo…- volvió a hacer un ademán con las manos para que abajara la voz. -¿Estás seguro de lo que dices? – preguntó finalmente entrando en calma, viajando discretamente los ojos de un lado a otro para asegurar su discreción.

-Te estoy diciendo que los VI, no me cabe la menor duda…- bajó la voz, mirando al suelo con algo de vergüenza de solo recordar aquella escena.

-¿Qué? ¿Pero cómo los viste? – Harima seguía sin entender, pero ahora un poco más crédulo.

-Bueno, yo iba a hablar con él, así que fui a su camerino… la puerta no tenía seguro y pues yo… entré…- el moreno soltó un suspiro, tocándose la frente con la mano para tratar de calmarse y pensar con claridad.

-¿Nunca te enseñaron a tocar, niño? – preguntó con algo de enfado, uno que Vegeta no sabía muy bien a que se debía.

-¡Sí! De verdad que estaba demasiado inmerso en mis pensamientos y no razoné bien la situación… me arrepiento tanto…- soltó sincero, recargándose de espaldas en el costado de un coche rojo a su lado. –Esto me preocupa…-

-Pues que bien, porque es algo verdaderamente preocupante…- soltó entonces él otro, haciendo que Vegeta azara la vista más intrigado aun.

-¿De qué hablas? – fue una pregunta inconsciente, conocía el lado negativo de Goku como para saber que significaban problemas, por más que el mismo dijera que no.

-¿A que ha venido anoche? ¿Te amenazó? – preguntó, y se pudo notar el tono realmente preocupado y sombrío del mayor.

-No… bueno, anoche, vino a hacer las paces…- Harima hubiera reído si no hubiera sido tan preocupante el asunto, suspirando profundo para considerar las posibilidades.

-No debes confiar en él…- Vegeta no sabía a qué se refería, pero internamente estaba completamente de acuerdo.

-Eso lo sé, quizá trama otra cosa, no puedo creer que se haya comportado tan calmado pidiéndome ser amigos solo para que yo guardara el secreto…- explicó, reflexionando un poco el asunto.

-Sí, definitivamente tiene que ser una trampa…- masculló el otro, sobando su barbilla pensativo. –La única manera de asegurar tu bienestar es quedándote callado, no digas nada de nada a nadie, de acuerdo, me lo has dicho, pero prometo guardar esto…- aseguró, dedicando una breve sonrisa, una que se esfumó al susurrar un último dialogo. –Porque tu vida depende de eso…-

-¿Qué? – preguntó Vegeta al oírlo articular sin entender, pero Harima negó con la cabeza volviendo a sonreír.

-Tranquilo, todo estará bien si no la riegas, andando, debemos llegar algo temprano, traje mi coche…- cambió de tema, mostrando sus llaves y moviéndose por el resto del estacionamiento.

-¿Si no la riego? – cuestionó por lo bajo, caminando a la par hasta el coche convertible rojo que esperaba afuera.

-Bueno, que no digas nada de nada, y lo más importante, que le sigas el juego…- eso último lo dijo serio y seguro, mirando fijamente al chico para que notara la severidad de aquello.

-¿Seguirle el juego? ¿De qué hablas? – Harima suspiró, abriendo la puerta del conductor e indicándole a Vegeta que subiera del otro lado.

Ya dentro del coche el moreno tomó el volante, pero sin encender el auto aún. –Dijiste que quiere ser tu amigo, ¿no? – Vegeta asintió de inmediato, sin estar seguro de donde iba la conversación. –Entonces, se su amigo, si él se acerca a ti, sigue el juego…-

-Estas bromeando, ¿Verdad? ¿Cómo piensas que actúe normal con él? No, ¡¿Cómo pretendes que sea su amigo después de lo que me hizo, y más, por lo que ahora sé?! – frunció el ceño, mirando expectante al otro. –Simplemente dejaré de hablarle, solo… solo me alejaré y guardaré silencio…-

-Escúchame Vegeta…- Harima habló de nuevo, aunque su voz sonó profunda, casi nerviosa, parecía verdaderamente preocupado. –Hay muchas cosas que pasaron mucho antes de que llegaras… cosas que nadie sabe y nadie debe saber…- pudo notar como apretaba los puños alrededor del volante, con ira, con impotencia… - Escúchame cuando te digo que sigas la corriente, si no lo haces, podría resultar verdaderamente… lamentable – Esa última palabra inquietó al bajito, mirando incomprensivo la mirada perdida del mayor.

-Harima… ¿Qué es lo que…? –

-Mio nos regañará si llegamos tarde…- cortó la conversación, encendiendo el auto y andando de inmediato, dejando en claro que no quería hablar de lo que fuera que estuviera pasando.

El resto del camino se fueron en silencio, en uno extraño y vacío, incluso incomodo, no era normal eso en Harima, siendo él un bromista por excelencia, incluso podía asegurar, que trataba de silenciar sus pensamientos con el ruido del motor en cada oportunidad. Algo de lo que dijo lo había puesto así, sabía algo, algo malo por supuesto, preguntándose interiormente que era eso que había ocurrido hace años. ¿Acaso tenía que ver con Goku? Estaba seguro que sí, de no ser así no le habría advertido esas cosas.

Pero, ¿Qué seria? ¿De verdad ese joven sería capaz de hacer algo lo sufrientemente malo como para preocupar al mayor así? No lo sabía, Goku era agresivo y prepotente, ¿pero tanto así como para que las cosas resultaran trágicas?  Sonaba descabellado considerando que en aquel entonces era solo un adolecente, pero sabía que Harima no mentiría en algo así. Y le dio miedo llegar a conocer la verdad, le dio miedo saber en qué ambientes estaba trabajando.

¿Cómo me metí en esto?” pensó nuevamente, agitándose con el pensamiento de que las cosas pudiesen empeorar, ahora, cuando creía que ya estaba en el límite. Suspiró hastiado, no creía en esa amistad de Goku, pero tampoco quería creerlo más allá de un arrogante, pero luego volvían las imágenes de Trunks y la duda de Harima. “¿Quién eres, Goku?” preguntó para sus adentros, hecho un torbellino, no sabía qué hacer, solo le quedaba seguir el consejo de su amigo, no deseaba nada más que el final de Dragon Ball, deseaba huir de ahí con todas sus fuerzas.

-Llegamos…- anunció Harima, sacándolo de sus pensamientos. –Maldición, como quisiera que esas malditas capsulitas de Bulma existieran de verdad, me ahorraría mucho tener que buscar donde estacionarme…- bromeó, cosa que relajó brevemente al bajito, pero lejos estaba de sentirse tranquilo.

Ambos bajaron, adentrándose al enorme edificio, hoy no tendrían que grabar en el exterior, así que solo tomarían unas pocas tomas detalle, algunas cosas dentro de naves y de más extrañeces que no llegaba a comprender del todo.

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-¿En serio le dijiste eso? – preguntó divertido.

-Sí…- respondió el otro con desgano.

-¡¿Y de verdad le llevaste un cocodrilo de disculpa?! – volvió a cuestionar, esta vez con una sonrisa más grande.

-Si…-

-¡No puedo creerlo! ¡Eres realmente un idiota! ¡Ese sujeto odia a esos animales! ¿En que estabas pensando? – Krillin rió a sus anchas, mientras Goku se dedicaba a hacer un mohín molesto.

-¡Pues yo no sabía eso! El idiota de Harima dijo que los amaba, pero yo no sabía que lo decía en broma…- explicó, pero eso no ceso las risas de su colega. –Además, solo pensaba en que mantuviera el pico cerrado…- eso último si logró silenciarlo, llamando su atención de vuelta.

-Cierto, lo lograste, ¿no? – cruzó sus brazos al frente, pose la cual Goku imitó, pero este con más furia contenida.

-Eso creo, pero ahora dije la estupidez de ser “amigos” – soltó con impotencia, y Krillin curvó sus labios ante la reacción.

-Tranquilo, recuerda, todo es por el bien de todo, además, era eso o…-

-Ni lo digas, tendré que fingir, recuerda, soy buen actor…- dijo arrogante, contemplándose en uno de los espejos de su camerino. Krillin volvió a reír, mirando también el reflejo de su amigo frente a ellos. –No podía creerlo ni yo, anoche tuve que tocarlo, llegué a casa a bañarme y desinfectarme, creo que tiraré mi ropa. ¡Ese lugar era un basurero! Además, no sé cuántas enfermedades y gérmenes pueda tener…-

Una nueva carcajada por parte del calvito salió, lanzando la cabeza hacia atrás y tomándose el abdomen por la fuerza de su risa. -¡Tú nunca cambias Goku! – exclamó, mientras lo palmeaba por la espalda brevemente. –De verdad que a veces me sorprendes…- siguió riendo un poco. –Que gay te ves diciendo eso…-

Goku gruñó ante el comentario, frunciendo el ceño mostrándose furioso repentinamente. -¿Qué te he dicho acerca de esos comentarios? – Krillin asintió, calmando de una vez su felicidad.

-Ya, lo siento…- levantó su mano para restarle importancia. –En fin, ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Serán buenos amigos? –

-¿Tu qué crees? Tengo que ser su amigo… - rodó los ojos, acomodándose mejor sobre su silla.

-Oye, y a todo esto ¿Trunks que ha dicho? – la pregunta cambió el semblante de Goku, mostrándose un poco menos preocupado, de hecho casi desinteresado.

-El niño está todo asustado, no le conviene decir nada, lo malo es que por eso mismo dice que no vendrá por aquí en un largo tiempo, sabes lo que eso significa…- ambos retorcieron los labios y rodaron los ojos.

-Ese Vegeta está causando muchos conflictos, sin Trunks pasaremos “escasez” hasta que las cosas se calmen… - comentó, quedándose pensativo unos segundos, hasta mirar a su amigo de reojo y atreverse a tocar el tema. –Goku, ¿Te acuerdas de Piccolo? Piccolo Daimaku, no Harima, el original…-

-No hables de eso…- el más joven no le dio tiempo de decir nada, surcando la frente e intentando actuar indiferente al asunto. –Dijimos que jamás volveríamos a hablar de ese sujeto, te prohíbo que lo hagas ahora, no viene al caso – dijo asonando amenazador, y era porque en realidad era una advertencia, Krillin sabía muy bien que ese tema estaba vetado de todo, que era algo prohibido y que ambos prometieron cerrar el pico. Pero lo de Vegeta verdaderamente lo inquietaba mucho.

-Bien, lo siento…- susurró, inclinándose al frente en su lugar. –Tendremos a Trunks fuera de esto por un corto tiempo, ahora solo trata de tener feliz a Videl…- Goku bufó, rodando los ojos con más frustración.

-Sí, sí, esa niña está feliz con lo que sea, creme…- aseguró can fastidio, para luego soltar un suspiro cansado. -¿Qué hice yo para merecer esto? – preguntó irónico, para luego soltar una risotada en compañía de su amigo.

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-¡Hola! – Saludó la chica desde atrás, haciendo que ambos saltaran sorprendidos.

-Ho… Hola Chi-Chi…- saludó Vegeta, girándose en su lugar para verla de frente.

-¿Qué tal? – dijo Harima un poco menos sorprendido.

-¿Puedo sentarme? – pidió, recibiendo asentimientos y tomando lugar en la silla al otro lado de la mesa. - ¿Cómo han estado chicos? – preguntó amablemente, mostrando una sonrisa animada y feliz.

Los dos se pensaron las cosas detenidamente por varios segundos, hasta terminar por soltar un simple “bien”  al mismo tiempo, uno que no convencía del todo a nadie, pero la chica sonrió asintiendo. -¿Y… y tu como estas? – Vegeta sonaba nervioso, no por ella en sí, sino por la idea de estar hablando con la hermana del causante de sus preocupaciones.

-¡Ho! Bastante bien, aunque no he asistido últimamente a las grabaciones… ser la esposa de “Son Goku” no me dio tanta fama al final de cuentas…- rio divertida, acompañada por risas nerviosas de los otros dos.

-Bueno, jejeje, en realidad creo que tienes un papel muy importante, en serio, no hay persona que no te conozca… Además, tu belleza siempre resalta…- comentó Vegeta, tratando de tranquilizarse sin mucho éxito.

-G-Gracias…- masculló la chica sonrojada, sonrojo que el muchacho no notó, pero que Harima captó de inmediato.

-Ammm, bueno, voy por unos refrescos a la máquina… ¿quieren algo? – dijo poniéndose de pie al capturar la escena, deseando salir de ella rápido.

-No gracias…- dijeron los otros dos al unísono, soltando otra risita tonta después. Harima sonrió algo burlón, pero terminó por darse la vuelta e ir a la máquina, aunque no pretendía volver pronto.

Chi-Chi agradeció mentalmente la acción, sonriendo feliz cuando vio a Piccolo alejarse lo suficiente, volviendo sus ojos negros al frente, en donde encontró al chico mirándola extraño, casi con miedo. –Y dime, ¿Cómo están las cosas con mi hermano? – Para ella era una conversación completamente casual, pero él se alteró con solo esa leve mención.

-Bien, jeje, bueno, digo, ¿Por qué habrían de estar mal? – deseó abofetearse después de sonar tan poco convincente. ¡Hasta donde ella sabía se odiaban a muerte! –Es decir, nada fuera de lo común…- trató de corregirse, carraspeando para tratar de ponerse serio.

-Bueno, eso me alegra, a veces Goku puede llegar a ser demasiado extremista, ¿sabes? – los dos rieron, aunque uno era una risa sin nada de gracia, de hecho era algo más cercano al llanto.

-Dime, Chi-Chi…- le habló frenando su felicidad, mirando como ella le prestaba toda la atención del mundo. –Tu hermano, Goku, tiene…. ¿Tiene amigos? – preguntó, suspirando hondamente para calmar su ritmo cardiaco, no sabía exactamente por qué preguntaba eso, pero lo sentía extrañamente necesario.

-¿Amigos? Bueno, en realidad creo que el único verdadero amigo es ese tipo Krillin…- respondió, quedándose un momento más de forma pensativa. –Aunque por alguna razón no quiere que nadie lo sepa, pero me lo he encontrado en su departamento varias veces, y también en su camerino…- un escalofrío recorrió la espalda del hombre ante la mención del lugar. –Son cercanos, creo… - terminó por decir, mostrando algo de inquietud con el tema, el cual  por supuesto no le interesaba a ella en lo absoluto.

“¿Acaso Goku Y Krillin también…?” negó ante el pensamiento, pero sin poder evitar recordar lo de Trunks y sobreponer a Krillin en su lugar. –Ejem, bueno, no importa, jeje…- rascó su mejilla, en realidad le hubiera gustado saber si tenía más amigos como el caso de él, en donde era sumamente necesario entablar una relación. Pero no, al parecer tenía el privilegio de ser el primero.

-Sí, mejor cuéntame de ti, anda…- se recargó sobre la mesa, colocando su barbilla apoyada en su mano y mirándolo con ojos suplicantes y llenos de cosas que Vegeta no sabía que eran, pero le resultaba difícil mantener contacto visual.

-Jeje, bueno, no tengo mucho que decir…- bajó la mirada para eludir la de ella, sin ser capaz de contestar, ¡Ni siquiera estaba pensando en una respuesta! Solo le daba vueltas y vueltas a lo mismo, sin dejar de cuidar la entrada de reojo. ¿Goku sería su amigo ahora? ¿Lo trataría igual que antes? ¿Hablaba en serio anoche? ¿Por qué Harima se preocupaba tanto?

-¡Hey! ¿Sigues ahí? – el joven parpadeó repetidas veces, mirándola y percatándose de que se veía entre molesta y preocupada, y algo le decía que seguramente había estado hablando y no fue capaz de escucharla.

-Lo siento, dime…- abrió los ojos para tratar de concentrarse, mientras ella volvía a relajar el rostro.

-Bueno, tú me decías de ti…- ¡No tenía cabeza para eso! Además, ¿para qué quería saber de su vida?

-No, es muy aburrido, mejor tu háblame de ti… dime que te gusta…- cambió el tema, y le pareció ver que a Chi-Chi le brillaron los ojos con la propuesta.

-Bueno, me gusta el campo, el mar, el K-pop…- Vegeta sintió, mientras la chica enumeraba con los dedos. - …viajar, las flores, los chocolates, los regalos…- “vaya, que especifica” -…los parques, las ferias, los cines…- “Que extraño, casi parece que habla de sus citas…”  -…que me tomen de la mano, que me escuchen, que me entiendan, que me miren…- una extraña sensación recorrió al chico, sintiendo la mirada de ella apuntarle dramáticamente. “Casi parece, como si me estuviera coqueteando”

-Amm, si bueno, está muy bien…- comentó sonriendo, sonrisa que devolvió ella al doble. –Y dime, ¿tienes novio o algo así? – preguntó pensando en que quizá todo aquello era porque estaba enamorada o algo por el estilo, pero la cara entre impresión e ilusión que hizo ella lo hizo darse cuenta de su error.

-¡Claro que no! – casi lo grita y casi se sube en la mesa. –Eh… bueno, este, no…- dijo más tranquila, algo sonrojada por su reacción.

-Bien, jeje, bueno…- estaba a punto de huir, cuando Harima volvió a entrar en el lugar, acercándose a ellos con dos latas de bebida y en compañía de… “¡¿Por qué diablos viene Videl con él?!”

-Hola chicos – saludó, colocando una lata frente a cada uno. –Tardé un poco, pero miren a quien encontré en la entrada…- bromeó, extendiendo una silla para que la chica tomara asiento.

-Hola…- saludo la morena, tomando lugar al lado de Vegeta. –Chi, te estaba buscando…- dijo después, sonriéndole a su amiga y cuñada.

-Ho, querida, lo lamento estaba con Mio en las oficinas… ¿Por qué no fuiste con Goku? – Tanto Harima como Vegeta estaban nerviosos, intrigados y algo preocupados, mirando con atención a la novia de Goku, la cual lucia radiante, sencillamente espectacular.

-Bueno, le llamé al celular pero no me contesta, pensé que estaba grabando o algo así…- soltó una risilla, la cual fue extrañamente imitada por los dos hombres, como si aquello de verdad tuviera gracia.

-Ho, que extraño, Goku no está grabando, en realidad hace rato que no lo veo…- comentó la mayor girando el rostro de un lado para otro, como si en ese instante lo fuese a encontrar por ahí. Los dos hombres compartieron miradas, algo nerviosos, para después mirar discretamente alrededor, con miedo de que el mencionado estuviese ahí paseándose con el joven muchacho.

-Qué raro, creo que iré a su camerino entonces…- se puso de pie dispuesta a marcharse, pero antes de que si quiera se pudiese erguir, Vegeta y Harima se levantaron como resortes, tomándola cada uno de un brazo casi paranoicamente.

-¡No, no, no, no! – recitaron los dos mientras volvían a colocarla en su sitio.

-¿Eh? ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué sucede? – la joven los miró extrañada, para después buscar respuesta en los ojos de Chi-Chi, pero ella estaba igual de estupefacta que ella.

-No, no pasa nada, solo digo que el camerino de tu novio queda muy lejos y que no es necesario que vayas hasta allá por él…- explicó Harima rápidamente, paseando su vista a Vegeta y meneando la mano en círculos sobre el aire para dejar fluir sus ideas. -…Por qué… Vegeta puede ir por él…- el mencionado casi grita rechazando aquello, pero se contuvo paseando su mirada a ambas mujeres, sin poder reprimir una cara de reproche hacia su amigo.

-Si… por supuesto, i-iré yo…- trató de sonar convencido, pero ni su voz ni su rostro demostraban aquello.

-¿De verdad? Bueno, yo puedo ir de hecho, no quiero molestarte ni nada por el…- recargó las manos en la mesa para ponerse de pie una vez más, pero nuevamente la detuvieron, sentándola esta vez con más determinación.

-¡No es una molestia, en serio! – Vegeta casi suplico, afirmando aquello que en realidad, si era una molestia. –Iré por él, de verdad, quizá esta… ensayando su parte, sí, eso… ensayando…- Harima le lanzó una mirada que indicaba silencio, por la manera en la que decía las cosas lo hacía sonar bastante dudoso.

-Claro Vegeta, ve, nosotros te esperamos aquí…- Aunque no quisiera se veía demasiado ansioso de que su amigo desapareciera, pero Vegeta comprendía el asunto, bueno, en realidad, no lo comprendía en absoluto.

-Sí, pero antes, ¿podría hablarte solo un segundo, Harima? – preguntó, mientras se ponía de pie al igual que su amigo, alejándose unos pasos de la mesa, donde las dos mujeres seguían sin entender y comenzaban a cuchichear cosas.

-¿Qué pasa? Anda, ve a por Goku…- sonó irritado, pero mantuvo el tono de voz lo más bajo posible.

-¿Por qué estamos haciendo esto? – preguntó, y pareció que en ese preciso instante su amigo era consciente de la realidad.

-Ammm, no lo sé… oye Vegeta, ¿Por qué estamos protegiendo a Goku? – Vegeta rodó los ojos ante aquello, mirando de reojo a Videl antes de pensar en algo coherente.

-Tal vez no sea buena idea que ella vaya, si él esta con… con Trunks, entonces lo vería todo y… y… no lo sé, será muy duro para una chica…- ambos se miraron sin convencerse aún, pero sintieron al final de cuentas.

-Sí, tienes razón, una joven tan linda, tan bella, tan perfecta, no merece enterarse de esa manera…- comentó el moreno sin dejar de ver a Videl.

-Sí… ¿Por qué Goku la engañara siendo ella así? No lo entiendo…- se tomó la frente, sonriéndole a Chi-Chi un momento, quién no dejaba de verlo casi desde que se pararon.

-No lo sé, y sabes que, tampoco sé por qué queremos cubrirlo realmente, pero creo que es buena idea, si se enterara, algo me dice que las cosas resultarían muy, muy mal…- pausó, mirando atentamente al hombre más bajito. –Para nosotros, claro, si la dejamos ir, indirectamente estaríamos dejando al aire su secreto…-

-¿De verdad piensas que esta con… él? – quiso saber, poniéndose nuevamente nervioso.

-No lo sé, pero es una posibilidad, no nos arriesguemos… andando…- le dio una palmada alentadora, y Vegeta asintió regresando los dos a la mesa.

-Bueno, vuelvo en un momento, no se vayan a ir, jeje…- quiso bromear, pero solo logró sonar como un idiota, suspirando profundo antes de darse la vuelta.

-Espera, Chi-Chi… ¿Por qué no lo acompañas? – la mujer salió de sus viajeros pensamientos, mirando a Harima algo sorprendida, para luego asentir feliz y mirar a Vegeta emocionada.

-¡Claro! Andando…- no se dio tiempo de mirar la expresión de Videl, quién le suplicaba con los ojos no dejarla sola, solo se puso de pie y anduvo al lado del otro hombre, quién no podía verse más incómodo.

El resto del camino Chi se dedicó a hablar de más cosas, sobre ella, sobre su familia, sobre las cosas que le gustaban y sobre más que Vegeta no alcanzó a escuchar, asintiéndole a todo y respondiendo con fáciles “si” o “no”. Dieron vuelta en el último pasillo, aquel que el hombre temía, y que habría deseado no volver a cruzar en su vida. Y ahí estaba solo al día siguiente, repitiéndose una y otra vez las imágenes en su cabeza.

Se detuvieron en la puerta, y Vegeta ya no oía nada, solo el latido fuerte de su corazón rebotando en su cabeza, ¿Por qué Harima había insistido en que Chi-Chi lo acompañara? Realmente no le sonaba a buena idea que su hermana pudiese enterarse de ´aquello´ ¿Qué diablos iba a hacer si adentro estaba el joven Trunks de nuevo? De acuerdo, no lo creía muy probable, pero ¿Y si era alguien más?

Su mano se movió temblorosa a la madera, si no era por el miedo a encontrarlo con alguien, en realidad era el simple miedo que le generaba tener que verlo. ¡Tener que verlo después de todo! Maldición, ¿Cómo podían pasar tantas cosas en tan poco tiempo? Su compañero, su atacante, su enemigo y némesis, ¿Y ahora era él su confidente? ¿Era su ´tapadera´? No lo entendía, las cosas parecían no tener lógica, en ningún sentido ni dirección.

Jamás había sido tan sepulcral el silencio que se generaba al esperar una respuesta después de dos débiles toques, mientras su mente hacía una telaraña imaginando un sinfín de cosas, o más bien, de reacciones de Goku. ¿Sería altanero y orgulloso como siempre? ¿Le reclamaría estar ahí después de su imprudencia la última vez? ¿o verdaderamente sería su amigo?

-Ho… ¿Chi? ¿Qué pasa? – preguntó abriendo solo una rendija de la puerta, para luego dejarla abrir completamente. -¡Vegeta! ¡Hola! – exclamó al verlo, bastante sonriente, dejando asombrado y atónito no solo a Vegeta, sino también a la misma Chi, y ¿por qué no? Incluso Goku estaba asombrado de su propia y perfecta actuación. -¿Qué sucede? – dijo amable, colocando sus manos en las caderas, aun con la sonrisa de lado en su rostro.

-Bueno, ¿Desde cuándo se llevan tan bien ustedes dos? – preguntó la mujer olvidando porque estaba ahí, cruzándose de brazos y mirando de uno a otro.

-Ammm, bueno, yo, él…- Vegeta lo miró, y Goku siseó discretamente, disimulando su exasperación.

-Vegeta y yo hicimos las paces hace mucho, ¿Lo olvidaste, hermanita? – esta vez sonó más agresivo, pero se forzó a sonreír. –Hemos estado hablando y conviviendo, es normal que nos llevemos bien…- Vegeta no sabía si alegrarse por que fuera tan buen mentiroso, o asustarse por eso mismo. –Mejor díganme, ¿A que han venido? – enfocó su vista en la mujer, como si le costara mirar al hombre.

-Bueno, Videl te estaba buscando y como no contestabas el celular vinimos a buscarte por ella…- resumió, y por un momento se pudo ver una especie de fastidio al oír ese nombre, pero la disfrazó sonriendo con frescura.

-¡Me lo hubieran dicho antes! Iré de inmediato…- no dijo nada más, se asomó un momento a su cuarto, para luego salir completamente y cerrar desde afuera, dándose la vuelta para comenzar a caminar.

-Decidimos venir nosotros, Videl se quedó en los comedores con Harima… Vegeta insistió venir en su lugar…- comentó la mujer a lo que Goku asintió mientras ella tomaba una breve delantera.

Vegeta avanzó mirando al suelo, estremeciéndose al grado de querer gritar cuando sintió la mano de Goku posarse en su hombro. –Bien hecho amigo…- le susurró, sonriéndole cómplice. ¿Por qué se reía así? ¿Qué había hecho bien? ¿Acaso le agradecía haber detenido a Videl? ¿Por qué haría eso?

-Sí, claro…- no supo por que respondía, encogiéndose de hombros ante la incomodidad.

-Tranquilo, hablaba en serio ayer, ¿Me crees verdad? – inquirió, hablando en voz baja mientras Chi seguía diciendo alguna cosa.

-No lo sé en realidad – se sinceró, haciendo contacto visual finalmente. –Todo esto es muy raro, ¿sabes? – dijo casi entrando en crisis.

-Tranquilo, de verdad no tienes por qué temer, quiero ser tu amigo, en serio… - sonrió, casi creíblemente, casi. -¿Tienes problema con ello? – preguntó casual, borrando su felicidad de la cara.

-No, para nada…- dijo queriendo gritar un “SI”.

-Bien, créeme, te recompensare, por lo que veo estas cumpliendo tu parte…- levantó las cejas divertido. “¿Parte? ¡¿Qué parte?! ¡¿Parte de qué?!”  Pensó en pánico, pero entendió que se refería a guardar el secreto.

-No te preocupes, no hace falta que digas nada, ni hagas nada…- Goku le dio un breve apretón, como considerando sus palabras.

-No, en verdad, verás que nos llevaremos bien, verdaderamente, amigo…- lo soltó, haciendo ese rostro confiado que había robado de ´Son Goku´ - Verás que me ganaré tu confianza y tu amistad…- agregó, avanzando unos pasos frente a él y caminando a la par con su hermana. “¡No! ¡De verdad que no hace falta eso! No quiero tu amistad, ¡No quiero nada!” deseó poder gritar aquello, pero se ahorró las palabras mirando al suelo.

Los dos hermanos comenzaron a entablar una conversación de inmediato, dejando a Vegeta un poco atrás de ellos, pensativo y angustiado, dudoso, extrañado, ¡Maldición! Jamás había deseado con tanta fuerza escapar, desaparecer, olvidar algo. Suspiró, levantando la vista unos segundos, para luego girarla a un lado sin soportar ver aquel rostro, le daba miedo, pavor en realidad. Y fue ahí cuando giró su cuello hacia atrás por casualidad, captando el último momento, desde el último tramo antes de girar en el pasillo, como Krillin salía del camerino de Goku, cerrando despacio y marchándose rápidamente al lado contrario de donde ellos iban.

¿Era esa la razón por la cual Goku le había agradecido no llevar a Videl ahí? Se giró al frente sintiendo su corazón al mil, por alguna razón, no sabía que era, no sabía que sucedía entre todo eso, las cosas estaban demasiado nubladas y no conocía absolutamente nada en realidad, pero podía presentir que algo no estaba bien ahí, que algo pasaba y no apuntaba nada bueno. Y la peor parte es que se había enredado en eso sin desearlo siquiera, un paso en falso, y no sabía que podía suceder.

Continuará…

Notas finales:

Quería hacerlo más largo, para que pasara “algo”, pero prefiero dejarlo para el siguiente, porque eso conlleva muchas cosas más, jejeje. Sé que no pasó nada, de hecho solo fue un día lo que pasó, pero tendremos un adelantamiento de tiempo en el siguiente, el cual espero sea más largo. Pronto volveré a mis caps de 30 hojas (Word) (considerando que este es de solo 16) solo que tenga más con que divagar. En fin, espero poder hacer la siguiente actualización la siguiente semana, saludos!


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