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Como en la vida real. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

No tengo perdón de Kami, siento el retraso de casi CUATRO AÑOS! Ok, no fue tanto, pero así lo sentí, odio los retrasos, pero compréndanme la escuela esta perra, aunque este tiempo me sirvió, creo que he crecido como escritora, (aunque no haya pasado nada en el concurso de narrativa u.u). En fin, espero les guste y que este parejo, escribí la mitad la primer semana sucesiva al cap anterior y la otra mitad al final de vacaciones de semana santa (México) jeje…

-Ho, Trunks, hacía semanas que no te veía por aquí…- comentó Chi-Chi desde su lugar, al lado de Vegeta y Harima, quienes compartieron miradas. “cinco semanas en realidad” Pensó Vegeta, mirándolo unos segundos antes de volver su mirada a un lado.

-Ah… Hola…- el muchacho saludó con miedo marcado, dando unos dudosos pasos en su dirección, sin dejar de bailar la mirada en dirección al otro chico.

-¿Qué pasa? ¿Acaso tu mamá ya no te deja venir aquí? – preguntó la pelinegra, sonriendo y ladeando la cabeza bastante interesada.

-No, no es eso, es solo que…- Vegeta y él se miraron al mismo tiempo, reflejando en su mirada la respuesta y razón de esa pregunta, pero el contacto visual solo duró unos muy escasos segundos antes de girar su vista de nuevo a otro lado. –Es solo que por la escuela no tuve mucho tiempo…- compuso, tratando de no sonar nervioso, a pesar de que la situación era bastante incómoda para él.

-Ho sí, la escuela puede ser difícil…- comentó Vegeta, tratando de seguir el hilo, dejando sorprendido a Trunks por la cubierta, pues realmente no sabía cómo estaban las cosas ahí después de que se había ido, Goku simplemente le pidió cerrar el pico y no decir ni hacer ninguna estupidez.

-¿Por eso la dejaste? – preguntó Harima en broma, haciendo que Chi soltara una risilla baja.

-Muy gracioso… la dejé por otras razones, sí…- dijo Vegeta tratando de cubrirse, para luego reír también un poco, cosa que aligero bastante la tensión en el muchacho de cabellos lavandas.

-Bueno, me tengo que ir… nos vemos después…- Trunks levantó levemente su mano, haciendo una seña rápida con ella, a la cual todos respondieron haciéndolo partir rápidamente.

“Vaya, eso fue difícil… ¿Cómo estarán las cosas? ¿Qué habrá hecho para mantenerlo callado?... debo preguntarle…” pensó el muchacho, dando un suspiro y saliendo de la cafetería, tratando de ignorar la risa estruendosa de Harima y los gritos de Chi detrás suyo, pero más que nada, la presencia de Vegeta, agradeciendo mentalmente que le haya seguido la corriente hacia tan solo un momento.

Comenzó a recorrer los pasillos en aparente calma, saludando a uno que otro que se topaba por los lados, ansioso y temeroso por llegar a su objetivo. Tenía tantas ganas de verlo como de no hacerlo, no lo veía desde entonces, en realidad, no hablaba con él tampoco, y eso comenzaba a impacientarlo y preocuparlo. Seguramente estaba molesto con él. Y aunque aquello no tuviera mucho sentido en realidad, ya que no había sido su culpa, conocía demasiado bien a Goku como para saber que eso era cierto.

Giró en el pasillo, ese que tantas veces había recorrido, pero ahora en ese momento se le hacía eterno y doloroso, casi como si supiera lo que encontraría al final del pasillo. Se frenó justo enfrente, deseando poder darse la vuelta y marcharse con la dignidad que le quedaba, pero de alguna manera retorcida sabía que no podría estar tranquilo y en paz si no lo enfrentaba, si no sabía lo que pensaba ahora. Interiormente estaba desesperado por saber qué pasaría con “ellos” después de ese incidente.

Tocó la puerta a pesar de que su cuerpo parecía entumecido y rígido por los nervios, escuchando una respuesta rápida desde dentro, invitándolo a abrir. Corrió la madera a un lado, lo suficiente como para solo asomar la cabeza y dar un rápido vistazo a todo alrededor. –Ho, Trunks…- Goku se levantó de su silla frente al espejo, y el mencionado solo pudo atinar a entrar completamente, algo herido por el tono de voz, que más que emocionado o sorprendido, sonaba decepcionado.

-G-Goku… yo…- comenzó a decir, soltando un suspiro sonoro y clavando sus ojos azules en el suelo alfombrado del lugar. –Yo no sé…-

-No has dicho nada a nadie… ¿verdad? – la pregunta lo tomó desprevenido cortándole las ideas, pero fue rápido en negar sobresaltado.

-No, lo que vengo a decirte es que…- esta vez habló más fluidamente, pero fue interrumpido de nuevo por un silbido de alivio por parte del otro hombre, quien colocó las manos en jarras lanzando una mirada altanera al chico.

-Mira Trunks, después de esto no quiero meterme en más problemas, ¿sabes? Fue divertido y todo pero… todo se acaba… ¿me entiendes? – el menor bajó la cabeza ante la dureza de la realidad, que aunque esperada, era verdaderamente dolorosa. 

-Si… entiendo… Vegeta, él… ¿Qué pasó con él? – quiso saber a pesar de que ya no era tan importante en su interior. –Él… ¿dijo algo? – Trunks saltó en su lugar al sentir la mano de Goku posicionarse en su hombro, teniéndolo a escasos dos pasos sin haberlo notado en lo absoluto.

-Por Vegeta no te preocupes, de él me encargo yo… no dijo ni dirá nada…- aseguró, frunciendo el ceño para darle veracidad a sus palabras. –Mejor preocúpate por ti, y por tu seguridad…- dijo eso dando un leve apretón a su hombro, sonando más como amenaza que como un consejo. –Esto aquí llegó…-

-Goku… yo… tú…- sus ojos, húmedos en lágrimas, se apretaron, asintiendo varias veces con la cabeza.

-Vamos, no me digas que te terminaste por enamorarte de mí porque no te creo…- espetó divertido, soltándolo y retrocediendo un poco para observarlo de brazos cruzados. –Sabias bien que era esto, y sabías que lo que esperabas no pasaría… no vengas a llorar aquí ahora, ¿sí? – la dureza en cada una de las palabras sacudió el interior del muchacho, pero esta vez no tuvo la fuerza para resistir ni hacer algo.

-Eres un cretino…- masculló, lleno de ira y de dolor, girando en dirección a la puerta para huir y conservar un poco de la dignidad que aún le quedaba.

-Lo sé…- sonrió. –Y hablando de eso, no olvides lo último, digo, sería una lástima que tu madre escuchara algo de esto…- Trunks se giró a él, mostrando una expresión destrozada y decepcionada, no necesitaba respuesta para saber que obedecería, pero le sorprendió la ira en sus siempre tranquilos ojos.

-No lo olvidaré…- respondió, mirando a Goku de espaldas a su espejo, y fue ahí, antes de salir corriendo por el pasillo, que notó en el reflejo, parado y sonriendo de brazos cruzados, a Krillin, escondido justo detrás del ángulo de la puerta abierta.

-Vaya, eso sí fue divertido, ¿Para qué demonios filmamos un programa si este teatro es el mejor de todos? – dijo el calvito desde su lugar, una vez que el pelilila estuvo fuera.

-Si claro, mira que divertido estoy…- Goku dijo sarcástico, regresando a su silla y girando hasta estar justo frente a su reflejo.

-¿Qué? No me digas que te sientes más por él…- el bajito tomó lugar en el sillón de un lado.

-Pues, me da lástima… - admitió, pero Krillin supo que de alguna manera era más profundo. –No es que lo quiera ni nada por el estilo, pero se me hace muy cruel la manera en la hemos estado jugando con él… - Goku cortó sus palabras al escuchar una carcajada por parte de su amigo, quien literalmente se retorcía en su lugar.

-¡Tiene que ser una broma! ´Goku, el hombre sin corazón´ arrepintiéndose por una de sus movidas…- soltó, extendiendo las manos al frente como si creara un letrero imaginario con el título de su amigo.

-No dije que me arrepentía… solo dije que me sentía mal por él…- respondió fastidiado, gruñendo un poco y acallando las risas de su amigo. Se giró hasta ver de nuevo su figura reflejada, con la frente ceñuda y los labios brevemente apretados. -¿Y ahora qué? – preguntó, tanto para sí mismo como para su amigo, quién también se quedó en silencio un par de segundos para pensar.

-Pues no lo sé, aún tenemos las cuentas de Mio, y la última transferencia que nos hará Trunks… pero después de eso…- no dijo nada, se quedó callado mirando al techo de la habitación. –Pues supongo que por ahora nada, las cosas resultaron mejor de lo que creí… claro, serían mejor si cerraras las puertas…- Goku bufó, harto de ese tema que lo había llevado hasta donde estaba. –Por cierto… ¿Cómo vas con tu ´amiguito´? –

Goku rodó los ojos, cruzándose de brazos y recargando su cuello en el respaldo de su asiento. –Pues… no hablamos mucho, ¿sabes? Creo que él me tiene miedo, y no es como si yo quisiera acercarme mucho… - contestó, colocando un pie sobre el suelo y rodando su silla de un lado a otro suavemente.

-Mmmm… ya veo… - Krillin ajustó la mirada fijo en algún punto sobre él. –Oye, ¿su personaje sale en toda la serie? – cuestionó de pronto, recibiendo un asentimiento sin interés. –Y… ¿es muy importante? – volvió a preguntar, recibiendo un asentimiento después de un leve encogimiento de hombros, como si estimara la importancia del tipo. –Goku… tengo una idea…-

----Día siguiente-----

-Oye, ¿Y por qué no mejor te quedas aquí? – preguntó Harima con una sonrisa en el rostro, invitando a la joven muchacha a sentarse a su lado.

-Este… creo que prefiero ir con mi novio... gracias…- respondió Videl, mirando a Chi-Chi para tratar de buscar ayuda y zafarse de aquella insistencia.

-Vamos linda, solo será un momento, además, mi hermano está próximo a venir…- la más joven frunció la frente algo molesta con la respuesta, mostrándose completamente inconforme con eso.

-Creo que mejor iré a buscarlo…- declaró decidida, dando un bote en su lugar y comenzando a andar por el lugar.

-Espera, iré contigo…- Dijo Harima levantándose de su lugar, siguiéndola sin esperar una afirmación o algo por el estilo, dejando a Vegeta y a Chi-Chi solos en las sillas del set.

-Vaya, ese Harima no se da cuenta cuando se trata de un amor imposible…- comentó el chico, mirando al mencionado alejarse hostigando a la muchacha a su alrededor.

-Sí, no sabe cuándo rendirse, debería saber cuándo se puede, y cuando no…- agregó Chi, volviendo su atención a su acompañante, quién asintió brevemente. –Dime, Vegeta, para ti… ¿Qué es un amor imposible? – el chico levantó una ceja sin entender mucho a que iba eso, pero se encogió de hombros buscando una respuesta a su pregunta.

-Un amor imposible… - murmuró, sin estar demasiado concentrado en lo que decía. –Por ejemplo, podría ser alguien de la televisión…- bromeó levemente, pero luego, por su cabeza, cierta persona y ciertas cosas cruzaron por su mente, haciéndolo decir lo que sin darse cuenta acumulaba en sus pensamientos. –Alguien de dinero y fama que no sea accesible a cualquiera, que parezca que pertenece incluso a otra dimensión… alguien cuya vida sea un misterio para ti…- sus palabras parecían metafóricas, pero para cada uno contenían su propio significado.

Vegeta miró al frente, pensando en lo que acababa de decir, no es como si lo hubiese pensado mucho, ese perfil podría ser de cualquier amor imposible, pero todo pensamiento llevaba a la desagradable idea de pensar en Goku. Era alguien inalcanzable en todo sentido, no lo decía por él mismo en realidad, lo decía por Videl y por Trunks, las personas que lo habían creído y deseado tener, pero que en lo absoluto lo era. Ninguno de los dos pudo alcanzar y ser lo suficientemente únicos para él. Y luego estaba el hecho de Krillin, ¿Había algo? No lo sabía, pero si no era algo exclusivo, definitivamente era porque no llegaba a lo que él esperaba. Sí, Goku era plenamente inalcanzable lo viera por donde lo viera.

Pero después de eso vino otro extraño pensamiento, ¿Por qué rayos había pensado en él en primer lugar? No es como si fuera su amor inalcanzable, se había prometido a si mismo olvidar por completo aquel tema, y sin embargo lo recordaba bastante seguido, no como al principio, pero seguía haciéndolo. “Alguien cuya vida sea un misterio para ti” sintió un escalofrío correr su cuerpo al considerar lo que él mismo había dicho, Goku se veía tan diferente ahora, tan diferente en actitud para con él, creyó que en ese tiempo las ´bromas´ volverían, pero no fue así, se mantuvo tranquilo y amable, incluso se atrevería a decir que agradable…

Sacudió la cabeza ante aquello, no podía evitar pensar que era atractivo por donde lo viera, y que cada vez que estaba en escena con él, o cuando se lo encontraba y saludaba por los pasillos, se parecía más a ´Son Goku´ que a Goku Ichimoku, ese ser loco y déspota que había conocido en primer lugar. Goku era diferente, aunque eso tampoco significaba que fuera su amor imposible, del punto en donde estaba a la posibilidad de que fuera a considerarlo de otra forma, tenía bastante de diferencia… o eso creía.

Chi-Chi le miró de reojo, sintiendo su rostro colorado y caliente, no estaba segura, pero por la descripción que había hecho, podía asegurar que incluso se refería a ella misma, idea la cual no le desagradaba en lo absoluto. Vegeta mantenía la mirada perdida en la nada, parecía pensativo en algo que ella imaginaba y distorsionaba a su antojo. Cargada de valor, se recargó en su hombro y tomó su mano, entrelazando sus dedos. Vegeta saltó en su lugar, mirando a su costado con ojos al tope.

-Vegeta, ¿Tu…? –

-Hermanita… ¿Qué tal? – Goku interrumpió de repente, parado de nuevo frente a ellos, cortado otro de los momentos que Chi consideraba ´perfectos´. –Hola Vegeta…- se giró a él, quien soltó la mano de Chi-Chi y la extendió en el aire para saludarlo en un movimiento.

-Goku… hola…- dijo ella, escuchándose en su voz un toque de frustración. –Lo encontraste querida…- Videl asintió ante el llamado, cruzada de brazos a un lado de su novio.

-Bueno, sentimos interrumpir, pero, Vegeta, comenzamos en cuestión de nada…- el mencionado se puso de pie, mirando la pantalla de su celular con sorpresa.

-Ho, si, gracias…- dijo, avanzando hasta estar al lado de su compañero de escena. –No sentí el momento en que pasó tanto tiempo… jeje…- comentó algo avergonzado, tomando su celular y su maleta para comenzar a avanzar en dirección a escena.

-Aquí entre nos, mi hermana puede ser una roba tiempo… - susurró Goku bromeando, guiñándole un ojo al más bajito, quién le miró algo extrañado. –Deberías tener cuidado… suele absorberte en sus palabrerías…- Goku soltó otras risillas divertidas, las cuales no tardó en imitar Vegeta, pero aun algo sorprendido por aquello.

Sí, Goku había cambiado con él, pero era extraño verlo bromear de esa manera, y sobre esos temas. Suspiró asintiendo un poco, recibiendo una de esas sonrisas cálidas que parecían del auténtico “Son Goku”, esas que le hacían quedarse pasmado e inmóvil, simplemente admirándola en todo el sentido, perdido en la infinidad del gesto.
Sacudió la cabeza un poco, alejando esos pensamientos extraños y absurdos que frecuentemente se paseaban por su mente sin dirección ni orden.

Se giró a un lado con aparente indiferencia, donde un par de chicas se acercaron a hacer su trabajo de todos los días, obligándolo a quedarse quieto y entrecerrar los ojos para facilitarle las cosas. –Vaya… tus mejillas están muy coloradas hoy…- comentó una de ellas, colocando algo de polvo sobre estas. –Te sientes, caliente…- soltó entre medio de una risilla divertida.

-¿Eh? – Vegeta salió de su trance finalmente, mirando con sorpresa y cuestión a la chica frente suyo, la cual sonreía algo burlona. -¿C-Caliente? – preguntó extrañado, sintiendo en ese momento la calidez de su propio rostro, una sensación que solo incrementó al saberse descubierto. “¿Por qué…?” se preguntó, viajando su mirada a la otra chica que miraba desde atrás, como si buscara respuesta en alguna de ellas.

-No te preocupes, la sonrisa del joven Goku nos provoca a todos reacciones como esas…- comentó la otra chica, como si hubiese podido leer la pregunta.

-¡¿Qué dices?! – no pudo evitar gritar, tapándose la boca un segundo después, solo para darse cuenta por su propio contacto que su rostro se había vuelto a calentar. –No sé de qué hablas niña, lo que pasa es que hace calor en el set…- se apresuró a decir, frunciendo el ceño como para darle validez a sus palabras, las cuales, comenzaba a dudar de su veracidad.

La chica del maquillaje asintió, tratando de ahogar una sonrisa difícilmente, terminando su trabajo en cuestión de segundos. Ambas hicieron una leve inclinación antes de alejarse a arreglar el cabello de ´Gohan´, dejando a Vegeta solo nuevamente en su lugar. – ¡Vamos chicos! – la voz de Mio sonó en el lugar, haciendo señas con las manos a que entraran los que seguían.

Vegeta suspiró hondo, asintiendo y acomodándose la armadura, dura e incómoda, que debía llevar, avanzando hasta subir al escenario fondo verde, en donde Krillin aguardaba. -¿Listo amigo? – preguntó el calvito amablemente, sacándolo nuevamente de sus cavilaciones.

-Claro…- sonrió asintiendo en respuesta, jalando sus guantes en su posición antes de girarse a Mio, quien comenzó a repartir instrucciones, las cuales por supuesto todos conocían de memoria, pero aun así, todos se tomaban la delicadeza de escuchar con atención.

Claro, eso hasta que Vegeta se perdió de nuevo. “¿Por qué habría yo de ponerme nervioso con su sonrisa?” pensó, hundiendo el entrecejo por la simple absurdez de sus palabras. “Bueno… no me puso nervioso… es decir, quizá solo me intimidó su mirada…” al instante desechó esa idea, sabía muy bien que no había sido otra cosa sino su sonrisa la que le había ocasionado su leve sonrojo. Y lo sabía. La pregunta era por qué.

De nuevo esos extraños pensamientos donde veía a su compañero de trabajo, ex enemigo, villano, extraño, bipolar y misterioso, como algo más que eso, como alguien a quién puedes ver y suspirar por el resto de la vida. Y yacía ahí el problema. En muchos sentidos y aspectos, definitivamente si debía ser el calor de la armadura, no podía gustarle alguien como Goku. Ni por más que su sonrisa fuera encantadora.

Además,” se dijo a sí mismo, “No es como si me hiciera sentir algo más allá de eso…” agregó, cruzándose de brazos justo cuando la chica pelirroja dejaba de hablar y hacía el conteo de unos pocos segundos. “No es como si hubiese algo de qué preocuparme…”

-¡Acción!-

-V…Ve… Vegeta… yo… no…-

-¡¿Qué no entiendes insecto?! ¡Si Frezzer llega a pedir su deseo estamos perdidos! ¡Tenemos que actuar ya!-

-Pero…-

-¡Ah! ¡Maldición! ¡Esos sujetos son mucho más fuertes que yo! ¡Nos matarán a todos si no pedimos mi deseo AHORA!-

-¿Más… más fuertes que tú?-

-Si, a decir verdad siento cinco poderosas energías malignas aproximándose…- habló Min, llamando momentáneamente la atención de los dos actores.

-Pero si pedimos que tú seas inmortal entonces…- Krillin pausó, y Vegeta tomó aire para gritar una de las partes en donde más debía poner entusiasmo.

-¡No los mataré! ¡Es una promesa! ¡Solo dame…!- pero su mirada se movió un milímetro a un lado, topándose con los dos poderosos ojos de Goku observándole, desde atrás, con los brazos cruzados y… ¿una sonrisa? Si, una sonrisa extraña, nada que ver con aquella expresión que mostró la primera vez que lo miró actuar, ahora se veía… entusiasmado.

-La esfera del dragón…- susurró Krillin el resto del guión, sacando a Vegeta de sus pensamientos y llevándolo a la realidad de golpe.

-Solo dame…- repitió, haciendo el cuerpo hacia atrás y pestañeando un par de veces. Parecía imposible, pero había olvidado todos sus diálogos, todos solo por una mirada…

-¡Corte! ¡¿Qué demonios pasa contigo?! – gritó Mio desde su lugar, soltando un suspiro y mirando a Vegeta con desdén.

-Yo… lo… siento… lo olvide…- respondió dubitativo, sintiéndose absolutamente avergonzado, llevando involuntariamente su mirada a donde un momento atrás estaba la causa de su desliz. Pero no había nadie ahí, haciéndolo sentir aún más extraño y como un tonto.

-¿Pasó algo? – preguntó Krillin curiosamente desde su lado.

-amm… no, nada… solo… volvámoslo a hacer…- el calvito asintió, y Mio dio instrucciones para comenzar de nuevo.

¿Nada de qué preocuparme?” pensó, respirando profundo y sin llegar a comprender como algo tan simple lo hizo perder el hilo de esa manera. “¿Por qué siento que esto no va a acabar bien? Solo… debería alejarme…”

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“-¡Por dios! ¡Sales tan bien en ese promocional! No sabes lo emocionada que esta mamá, jamás le habían gustado programas como esos, pero de solo verte ahí se ve maravilloso. ¡No puedo esperar a que salga al aire finalmente! Y… aquí entre nosotros, papá se ve bastante entusiasmado también, solo que no quiere admitirlo… ya sabes cómo es él. En fin, espero poder verte pronto hermanito, cuídate mucho, te mandamos saludos, ¡Adiós!-“

El sonido de fin de mensaje sonó, y Vegeta continuó mirando el aparato sin interés, sentado en el centro de la habitación de su sala. Había bastante en que pensar, bastante que aprenderse y bastante de todo. También había visto el tráiler de DBZ, y jamás en la vida se había sentido tan villano. Era sumamente irónico el mundo de la actuación.

 “Vegeta Ouji” era casi lo opuesto a Urabe Vegeta, y que decir de los demás, también eran bastante diferentes, exceptuando a Bulma, claro, esa mujer parecía que había nacido siendo “Briefs”, la bella, rica e inteligente heredera… claro.
Fue inevitable para él pensar en él de nuevo, estaba seguro de que cuando entró era lo opuesto también… hoy no estaba tan seguro…

El botón rojo de su teléfono fijo se encendió, sonando dos veces antes de que la contestadora respondiera en alto.

“-Vegeta… sé que estás ahí, coge el teléfono…-” el mencionado soltó un bufido al escuchar la voz de Harima en la llamada. “-No tienes amigos, ¿Dónde más puedes estar? ¡Contesta ahora!-” exigió, pero el chico se limitó a reír y recostarse en el suelo sobre sus brazos. “-De acuerdo… no quieres responder… está bien, ¡Tiraré la puerta de tu departamento! ¡Estoy aquí afuera bastardo! ¡¿Te dices llamar mi amigo?!-”

Por más veloz que se levantó del suelo y tomó el teléfono entre sus manos, la llamada ya había terminado, haciéndolo caer de nuevo al suelo. –Ese Harima… ¿afuera de mi casa? ¿Qué le pasa a ese loco? Le dije que no estaba de humor…- soltó quejidos para sí mismo, resoplando y colocándose de pie con desgano. –Genial, ahora ¿qué querrá? ¿Cuántas veces tengo que decirle que no haga esta clase de cosas…- se detuvo en la puerta, habiéndola lo suficiente como para asomar la cabeza. –Perfecto, lo que me faltaba, ese tonto estaba bromeando, soy un idiota…- siguió refunfuñando un poco más mientras volvía a colocar el seguro en su entrada.

Volvió con paso perezoso a su sitio, dispuesto a tumbarse de nuevo en el suelo a ver televisión sin sentido y comer sopa instantánea del día anterior, pero el timbre resonó en el cuarto. Soltó un fuerte gruñido antes de ponerse de pie y regresar a la entrada. –Que graciosito tú y tus bromas, ¿para qué rayos te escondes y me haces caminar dob…?-

Sus piernas perdieron la fuerza de un momento a otro, y la aburrición y estrés que sentía hacia tan solo unos segundos desapareció de tope, dando paso a un temblor, escalofríos y nerviosismo que no daba crédito a sus magnitudes. –Ammm… hola…- saludó Goku desde afuera. –Creo que no me estaba escondiendo…- rió brevemente, respondiendo a lo que Vegeta acababa de gritar.

-No, no te hablaba a ti… yo… ¿Qué… que haces aquí? – el joven de cabello en punta no entendía nada, estaba en shock incrédulo en su lugar.

-Bueno, dije que seriamos amigos… y creo que no lo hemos sido… me gustaría… ya sabes… hablar…- expuso, sonriendo de lado algo incómodo y apenado. –Traje sopa…- agregó, levantando en su mano una bolsa que contenía dicho producto.

“¿Tenía que ser justo ahora?”

-------------- tres semanas después -------------

-Oye… ya te vi galán…- Harima golpeó levemente la barbilla de Vegeta, haciendo que este se exaltara por el tacto.

-¿De qué hablas? – preguntó un tanto molesto, sobándose el lugar donde acababa de impactarlo.

-No te hagas el inocente…- le replicó el otro, cruzándose de brazos y mandando una sonrisa pícara y cómplice de algo, una sonrisa que borró al darse que cuenta de que Vegeta de verdad hablaba en serio. -¿No me digas que no te has dado cuenta? –

-¿Eh? ¿Cuenta de qué? – preguntó extrañado, mientras se colocaba los guantes cuidadosamente.

-¿Es en serio? No te pases Vegeta, eres el único que no se ha dado cuenta aquí…- se burló, agachándose un poco para poder susúrrale las palabras. –Esa Chi-Chi, se ve que la traes loquita…- el más bajito se exaltó al oír eso, abriendo los ojos como platos y mirando incrédulo a su amigo.

-Claro que no, que cosas estas diciendo…- murmuró apenado, sin poder evitar voltear a verla, percatándose de que la chica no dejaba de verlo desde hacía ya un buen rato.

-Claro que sí, y lo sabes… - aseguró el moreno. –Y serías muy tonto si no aprovechas la oportunidad, ella está realmente buena…- Vegeta frunció ante su comentario apegado a lo obsceno, respondiendo a su pregunta con una negativa de cabeza.

-No aprovecharé nada, no hay nada, estás viendo mal…-

-el que está viendo mal eres tú… ¿o es que acaso no te gusta? – preguntó curioso, volviendo a bajar su altura y su tono de voz. Vegeta miró atento a su amigo, quien deformó su expresión hasta tornarla perversa. -¿o… es que no te gustan las mujeres?-

-¡Pe…pero que cosas dices!- soltó alzando un poco la voz, encogiéndose de hombros y después de pasear sus ojos alrededor volvió a enfrentar el rostro de su compañero. –Cla… claro que me gustan…- aseguró, pero su subconsciente emergió con la duda gritando una negativa desde lo más profundo de su mente, logrando que sus mejillas se sonrojaran y bajara la mirada algo avergonzado.

-Aquella vez en el estacionamiento no me quisiste contestar… no te gusta Chi… y tu afirmación se ve demasiado falsa cuando te coloras de esa manera inmediatamente…- Vegeta escuchó cada palabra, y a pesar de que su primera reacción fue querer contestar, replicar y jurar nuevamente, se quedó callado, como si una idea clara de los hechos azotara su cabeza dando grandes golpes. Se mordió el labio ahogando palabras y juramentos falsos, mirando fijamente al frente, perdido en una nube de preguntas sin respuesta. Un amor imposible…

-Aunque, estaría bien si lo eres… bueno, es decir, no me importa si así es…- las palabras de Harima lo sacaron de otro de sus largos y perdidos pensamientos.

-¿si soy qué?- le miró confundido, ajeno al hilo de la conversación que sostenían hacía apenas unos segundos. Una sonrisa ladina se formó en los labios del moreno, quien negó colocándose los lentes. –Dime… ¿Qué si soy que…? ¿Qué si soy…? Espera, ¿estás hablando de que si yo soy ga…?-

-¡Vegeta!, a escena…- la estruendosa voz de Mio resonó alrededor, interrumpiendo las palabras del chico, las cuales tuvo que tragarse dolorosamente. Soltó un largo suspiro, mirando el rostro inexpresivo de Harima, a quien no pudo mirar y saber lo que pensaba, pues sus ojos los cubrían los cristales negros que había colocado quizá con ese justo propósito. Giró sobre sus talones observando la ingeniosa acomodación del escenario, pero no logró dar ni un paso cuando una mano en su hombro le detuvo.

-No importa que sea… lo que importa es quien sea… ten cuidado amigo mío…- sus palabras llegaron, pero no se permitió voltear, solo se sacudió la mano y anduvo a grandes pasos hasta subir a escena. Se sintió furioso repentinamente, como ofendido… ¿ofendido? No pudo evitar preguntarse, era como si le molestara la idea de un consejo… completamente absurdo.

¿Quién creía Harima que era? ¿Un niño? ¿Un tonto al que podrían verle la cara? ¿Alguien que no sabía con quien se juntaba? Soltó un bufido al aire, asintiendo para indicar que estaba en su lugar.

-Andando de una vez, es por aquí…- comenzó a caminar y entró por la puerta “automática” seguido por Gohan y Krillin que ayudaban a cargar a Goku herido por el cambio de cuerpos con el capitán Gynew. Limpió con su mano una mesa, tirando todo al suelo, entre ellos uno de los objetos claves del momento.

-¡No! ¡No por favor! ¡Inyecciones no! ¡Prefiero quedarme así! ¡No me inyecten! ¡No quiero! ¡No quiero!- Vegeta rió para sus adentros, conservando esa expresión fría propia del personaje, contemplando solo unos segundos lo patético que se veía Goku siendo arrastrado de regreso por los dos enanos.

Son Goku es tan extraño, es muy fuerte y muy valiente, y le teme a algo tan absurdo como esto. Pensó, y no pudo evitar comparar a la persona real con el personaje. ¿Y si Ichimoku Goku es como Son Goku? ¿Y si de verdad no se con quién me estoy juntando? ¿De quién me estoy enamorando?

Sacudió la cabeza ante esa última aceptación y cuestión propia, haciendo gruñir los dientes enrabietado consigo mismo, sintiendo ganas de explotar, gracias al cielo tenía el personaje adecuado. -¡No seas imbécil! ¡Por supuesto que no usamos esa clase de técnicas tan anticuadas!- gritó, causando la exaltación y admiración de más de uno dentro de producción.

-¿Eso significa que no me van a inyectar?- preguntó Son Goku con rostro inocente y esperanzado.

-¡Claro que no pedazo de idiota!- dijo algo más calmado, mientras avanzaba hasta mostrar la cámara de recuperación, en donde presionó algunos “botones”. –Vamos, hay que meterlo aquí…- indicó al par de chicos, quienes obedecieron asustados.

Hubo una breve pausa, en donde salían de escena y “El príncipe de todos los saiyajins” se quedaba ahí observando a Kakarotto en la cámara. Tardando sólo minutos para llenar el contenedor y hacer los demás acomodamientos a los que Vegeta era ajeno. Sabía que Goku no era la mejor persona del mundo, ni siquiera lo consideraba en sus estándares de alguien “bueno” pero tampoco estaba seguro de que si podría llegar a hacerle algo verdaderamente malo.

Sí, de acuerdo, lo saboteó, humilló, insultó, volvió a sabotear, chantajeó y demás, pero nada fuera de lo que una persona famosa, loca y celosa haría. ¿Entonces por qué no podía sacarse la advertencia de Harima me la mente? ¿Acaso estaba insinuando que a él le gustaba Goku? Y aunque eso era verdad, significaba que… ¿Será que Harima se habrá dado cuenta?, se preguntó, pero en el fondo estaba seguro que sí, su amigo definitivamente se estaba refiriendo a Goku al haberle advertido. ¿Hablaba en serio? ¿Qué daño podría hacerle? Bueno, ahora que supuestamente eran amigos.

Giró sus ojos ébanos hasta mirar fijamente a Goku detrás del cristal, no entendía por qué de verdad tenían que sumergirlos, pero tenía que admitir que lo hacía lucir realmente bien, tan tranquilo y vulnerable que podría jurar era otra persona. ¿Goku sería capaz de hacerme daño? ¿De alguna manera más real? Negó ante la posibilidad, no confiaba del todo en él, pero estaba seguro de que el joven no sería capaz.

No entendía la advertencia, no solo porque no creyera a Goku capaz, sino también porque él ni siquiera estaba haciendo nada, es decir, no es como si estuviera a punto de ir y declarársele, ¡Ni pensarlo! Su interior saltó asustado al considerar si quiera algo como eso. Colocó una mano enguantada sobre el cristal lleno, sintiendo rebotar las burbujas de aire contra las paredes de la cápsula. Le gustaba, de eso no había duda, pero no significaba tampoco que fuera a haber algo.

Ese Harima, es un loco, ¿Qué cosa podría pasarme? ¿Qué, si yo no hago nada? Retiró su mano con delicadeza del cristal, con la mirada fija en el rostro del otro hombre. Su ceño se profundizó, porque aunque estaba seguro de sus palabras, su interior no dejaba de dar saltitos implorando por una ilusión o posibilidad con aquel hombre ´inalcanzable´. Agitó su cabeza nuevamente, solo lo suficiente para hacer callar a ese tonto interior. Sí, tal vez se equivocaba, pero nunca estaba de más tomar algo de precauciones, lo mejor sería conservar su distancia.

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-¿Y?-

-¿´Y´ Qué?-

-Vamos, deja de hacerte el tonto… ¿Has avanzado en algo?-

-¿Cómo rayos quieres que avance en algo? ¡¿Por qué no vas tú y lo intentas si crees que es tan fácil?!- exclamó exaltado, girando sobre la silla de su escritorio.

-¡Oh, sí! Si midiera un metro más y tuviera los músculos más envidiados del planta entero lo haría sin problemas, créeme…- protestó el otro desde la cama. -¿No me digas que no has logrado acercarte a él?- Goku soltó un gran suspiró ante la cuestión, volviendo a colocarse el lápiz en el labio y recargar su cuello en el respaldo acolchonado.

-Pues algo así, hemos hablado las pocas veces que he ido a verlo, pero solo cosas normales, ya sabes, tonterías de su vida… evito hablar de la mía… solo momentos incomodos… - gruñó al acarrear los recuerdos de las últimas semanas. -¡Krillin esto no va a funcionar!- exclamó hastiado por el tema. –Además no vale la pena, de verdad que no, para estupideces como estas mejor me regreso con la perdida de Bulma… o terminó por encontrarme con ese deportista de Yamcha…-

-No, no, no, no, no…- Krillin extendió las manos para hacerlo callar. –No arruines esto, mira, nos hemos quedado sin Trunks… tenemos a Videl, de acuerdo, pero to0dos sabemos que pronto nos dejara de funcionar… esto ya no es sólo de mantener callado a Vegeta con el cuento del buen amigo… esto es más grande Goku, esto es tan importante y grande como cuando Daimaku…-

-¡cállate! Entiendo…-

-No lo arruines… mira esto…- se levantó del colchón de la cama, tomando un celular de última tecnología en sus manos y tecleando un poco. –“Vegeta, un nuevo protagonista ha llegado al mundo de Dragon Ball. Un rival, siendo aparte es el príncipe de la raza saiyajin,  que con el tiempo se vuelve compañero, pero no por eso deja ese lado malo y amargo, un personaje que deja mucho impacto en el público televidente, ha sido bastante aceptado por la gente, no solo por los fans seguidores de esta serie, sino también por los millones que se unen actualmente a las filas de este filme, teniendo al príncipe de todos los saiyajins en el primer lugar de sus favoritos. ¿Será que este nuevo personaje, que se ha convertido en una sensación solo con su imagen, sea capaz de quitarle la corona al propio Goku? Lo sabremos hasta el inicio de esta retomada increíble historia...”-

Goku chasqueó la boca, algo irritado y asqueado con la lectura de alguna publicación estúpida de algún lado, pero se mantuvo firme, como si en realidad no le importara en lo absoluto.

-Lo aman Goku, aman a ese desgraciado y eso que todavía no han visto más que el estúpido Trailler de la primera parte… lo amarán y lo sabes… - Krillin suavizó su voz, un tonó entre humildad y suplica que funcionaba muy bien a la hora de las manipulaciones. –Y sabes lo que nos conviene, lo que te conviene… - Hizo una pausa, mientras Goku se giraba pasivo y de brazos cruzados en su silla giratoria de su departamento. –Hay que comenzar con el segundo paso…-

Continuará…

Notas finales:

Ya no tardaré tanto en actualizar, sino una semana como acostumbraba, serán dos o tres, dejan mucha tarea hoy en día. No recortaré la historia, los hechos irán a su tiempo y tardaré lo que sea necesario. Mil millones de gracias por los rw, son muy lindos, me gustaría contestarlos pero neta que no me da tiempo…

Ichimoku es el apellido de Ren Ichimoku de Hell Girl(Jigoku Joujo/ La chica Infernal) amo el personaje.

Nos vemos espero pronto… de verdad, no volveré a tardar…


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