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Como en la vida real. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

Imagínense que todas las series ya salieron, otras están en progreso y algunas otras fueron lanzadas al mismo tiempo que DB. Ha, y ellos no se llaman como los personajes, los personajes se llaman igual que ellos. Como Drake y Josh, que de verdad se llaman Drake y Josh.

“¿Es en serio?” se preguntó Vegeta, tomando el libreto entre sus manos y tragando duramente. –Entonces, me estás diciendo, ¿Qué soy un extraterrestre malvado, con cola, que se convierte en mono, y que tiene aires de grandeza?- preguntó a Piccolo para confirmar.

-Sí, así es. Ve el lado amable, también eres un príncipe muy poderoso…- contestó el hombre, mostrando una sonrisa amable.

-De acuerdo… bueno, está bien… me alegra haber quedado…- susurró. –Casi, quedado…- compuso, soltando un suspiro cansando y sentándose al lado de su, ahora, compañero de escena.

-Vaya, no puedo creer que el señor Toriyama se pusiera de esa manera, pensé que te aceptaría sin peros…- comentó, pero el joven se mantuvo inmutable, sin mirar un lugar en particular, bastante herido en su moral.

-No sé por qué me metí en todo esto, no sé en qué instante pensé que sería buena idea…- pensó el voz alta, y el otro soltó un fuerte suspiro.

-¿No te habían aceptado en ninguno hasta ahora, verdad?- preguntó, y el más joven asintió una vez con la cabeza.

-Siempre es mi altura o mi falta de experiencia…- se quejó, girándose para mirar los ojos negros de su amigo.

-Ten calma, todos empezamos así…- Piccolo colocó una mano sobre su hombro. –El personaje te queda de maravilla, estoy seguro que nadie podría hacerlo mejor…- Vegeta soltó una risilla ante eso, sabiendo que sus pruebas habían sido gritar como desquiciado y poner cara de matón.

-bueno, gracias… supongo…- Piccolo paleó una vez más antes de levantarse. –Andando, tengo que ir a maquillaje y tú debes conocer al resto, tu primera escena es mañana y debes estar preparado para saber a dónde ir…- avisó, y la idea hizo que Vegeta se tensara, apenas ayer había venido a hacer su prueba, y mañana ya tendría que estar desfilando frente a las cámaras.

El joven comenzó a seguir al mayor, sintiendo una vez más agradecimiento y respeto hacia él, combinado con una gran admiración. Vegeta había conocido a Piccolo en la televisión hace no mucho, era el protagonista de School Rumble, el típico delincuente juvenil, solo que en aquel tiempo cargaba una barba y un par de bigotes. Su nombre real era Harima Kenji, el mismo que había usado durante aquella serie, pero después de que entrara en la última parte de Dragon Ball y en la nueva temporada, era conocido por todos ahora por el nombre de su actual personaje, Piccolo.

Llegaron hasta la sala de maquillaje, en donde había muchas chicas moviéndose de un lado a otro con prisa, acercándose al par cuando entraron por la puerta. –Piccolo, tienes que estar listo en una hora, ¿sabes en el dilema que me pones llegando así de tarde?- cuestionó una de las mujeres, colocando sus manos en jarras y lanzando una mirada molesta.

-Sí, ya, ¿me seguirás regañando o empezamos de una vez?- la chica gruñó, tomando a al hombre de piel morena del brazo y arrastrándolo a una de las sillas.

-¿Y tú quién eres, bonito?- preguntó la mujer a Vegeta, quien se mantenía al margen de la puerta.

-Soy… soy Vegeta…- respondió, casi como si le doliera hablar.

-Vegeta… ¡¿Vegeta?! ¡¿Vegeta?!- preguntó la mujer algo alterada, recibiendo un leve asentimiento. -¿El nuevo malote?- cuestionó solo para asegurarse.

-Si… soy yo…- respondió, reprimiéndose a sí mismo de sonar tan miedoso e inexperto.

-vaya, pensé que serías… ya sabes…- la mujer frenó sus palabras, mirando en los ojos de Piccolo una desaprobación. –Lo, lo siento…- volvió su mirada al joven Vegeta, quien mantenía el rostro serio y endurecido. –Bueno, tal vez debas ir y conocer al resto, créeme que tardamos mucho en esto…- sonrió nerviosa, llamando a sus colaboradores y colocando la máscara verde de plástico sobre su colega.

Vegeta pensó en responder algo, pero se limitó a darse la vuelta y regresar al pasillo, andando unos minutos por lo que parecían los camerinos y algunas cuantas oficinas. Terminó su recorrido cuando sus pies se detuvieron frente al set, en donde estaba preparada una casa rosada y unas palmeras puestas en la orilla, todo sobre un suelo color verde, el cual seguramente daría vida a alguna clase de ambiente.

-Mamá… ¿Dónde estás mamá?- escuchó una voz detrás de él, girándose para encontrar a un pequeño niño con una ropa bastante extraña.

-Hola…- saludó, andando un paso hasta el asustadizo muchacho. -¿Cómo te llamas?- preguntó amable al percatarse de su cara asustada y perdida.

-Kobayashi…- respondió tímidamente. –¿Dónde está mi mamá?- reiteró su pregunta inicial, mostrando un serio pavor en sus facciones.

-Pues eso no lo sé, tendremos que encontrarla… - respondió, mirando atentó el objeto que el niño llevaba sobre su gorro rojo. -¿Qué es eso?- preguntó, más para sí mismo, pero el niño prestó inmediata atención.

-Es una esfera del dragón… - respondió un poco más calmado, e incluso sonrió un poco.

-Ho… ya veo… - Vegeta sonrió, cayendo en cuenta de que el niño era parte del elenco, notando que llevaba una supuesta cola al exterior. -¿Y quién es tu mami, he?- inquirió incorporándose, mirando de un lado a otro el lugar, con bastante gente y todos unos completos desconocidos.

-Mi mamá es mi mamá…- dijo el pequeño como si fuera lo más lógico del mundo. Vegeta le extendió la mano, y anduvieron por unos cuantos pasillos siguientes, en donde el pequeño se dedicaba a gritar ´mamá´ una y otra vez.

-¡Gohan!- un grito interrumpió su camino. -¡¿Dónde estabas?!- los dos giraron sobre el pasillo, encontrando a una mujer pelirroja parada a mitad del camino. –Tu madre te está buscando y vas a ir a cámaras en unos minutos…- regañó, avisando algo por su radio y avanzando en su dirección. Vegeta no tuvo que ser adivino para saber que ella seguramente era una directora o algo por el estilo. –Gracias muchacho, ahora yo me haré cargo…- dijo cortésmente, tomando la mano del niño y llevándolo en dirección opuesta.

Vegeta sintió una extraña curiosidad naciendo dentro de él, así que en silencio, se dispuso a seguir a la mujer a donde fuera que se dirigieran. Atravesaron el edificio entero, llegando a una terraza, una en donde estaban montados más escenarios de los que hubiera visto, cualquiera pensaría que la mayoría de ellos eran interiores de casas reales, patios, e inclusive bosques, justo como el espacio a donde se dirigían ahora, era la carcasa de una casa en medio de unas paredes y lonas que seguramente harían ver un bello bosque.

La mujer fue rápida en dar instrucciones, y pronto el niño despareció entre la gente, Vegeta se quedó detrás, mirando atento la imagen que se proyectaba en las cámaras, en donde efectivamente, se veía una casa rodeada de verde pastizal y bambús.

-¡Goku! ¡Gohan! ¡Es hora de comer!- gritó una voz haciéndole girar los ojos en el centro, encontrando a una mujer de cabello negro y delgada figura. -¡Gohan! ¡Goku!- gritaba ella con preocupación, y fue ahí cuando la imagen entrante le hizo tensarse en su sitio. 

-Chi-Chi, ya llegué…- Era Goku, sonriente y cargando un árbol de utilería. –Vamos a comer…- dijo alegre, iluminando su rostro jovialmente.

-¡¿Gohan no está contigo?!- preguntó ella, volteándose para mirar el ´bosque´.

-¿Gohan? No, no estaba conmigo…- respondió, y Vegeta casi pudo oler la preocupación en el aire, el momento parecía tan real.

-¡Goku, tienes que buscarlo! ¡¿Dónde está mi pobre bebé?!- gimió la mujer, y Goku, tras gritar un par de veces el nombre de su ´hijo´ salió de escena.

-Vaya…- susurró Vegeta, atraído al tema en juego, tratando de seguir a través de las cámaras el supuesto recorrido del padre, y de ´Gohan´ que no era otro más que el pequeño Kobayashi.

-Increíble, ¿no? Goku siempre se toma su papel muy en serio- una voz sonó tras él, haciéndolo saltar y girarse abruptamente, solo para ahogar un gemido de impresión. -¿Te doy miedo?- preguntó Piccolo sonriendo y mostrando sus colmillos recién puestos.

-Bueno, no me gusta mucho ese maquillaje…- admitió, bajando la mirada y sintiéndose algo incómodo al ver a su conocido en ropas raras y de piel verde.

-jajajaja, no me hagas reír…- dijo, moviendo sus dedos con largas uñas y avanzando a través del lugar seguido por el otro. –Mi personaje es de los más humanoides que hay…- Vegeta soltó una exclamación de asombro, preguntándose cuantos monstruos más hallaría en ese sitio.

-Oye… ese de allá… ese es…- Vegeta casi se ahoga con sus palabras, mirando a un sujeto apenas a unos metros de ellos.

-Sí, es Raditz… no estas soñando…- se adelantó a decir.

-¿El Raditz de verdad?- cuestionó aun atónito, recibiendo otro asentimiento. -¡¿Q-qué hace él aquí?!- preguntó, y Piccolo se detuvo para que pudiera observarlo.

-A la producción se le ocurrió que sería buena idea traer a una estrella famosa como él para levantar el inicio de la serie…- respondió. –Raditz aceptó, pero por lo que sé su costo es muy caro, por eso solo saldrá en el inicio… de hecho, a donde voy ahora es para matar a su personaje…- soltó una breve risilla después de eso, haciendo que Vegeta se sorprendiera un poco.

-¿Vas a matarlo? ¿Quién se supone que es él?- preguntó, notando la extraña ropa, bastante descubierta para ser verdad, pero bueno, Raditz, además de ser modelo, le encantaba entrar semi-desnudo a sus conciertos.

-Él es el hermano de Goku, trata de robar a Gohan y cosas así…- explicó con desinterés. –Pero no te preocupes, por lo que sé, ustedes tendrán una escena juntos…- Vegeta se exaltó y emocionó de solo oír eso, retomando su marcha a través del set.

Una mujer le extendió unos papeles a Piccolo, observándolos antes de asentir a varias cosas, mientras en escena se mostraba la casa rosa que miró en un principio, solo que esta vez se veía una mujer de cabello azul, unos hombres y al niño, también estaba Goku, leyendo y repasando los diálogos. Desde su lugar, observó a Raditz quitarse los lentes de sol y andar hasta recibir más indicaciones. Pasaron unos cuantos minutos hasta que comenzaron a grabar, en donde efectivamente se efectuaba un secuestro y Goku terminaba tirado en la orilla del escenario, en donde según la edición de cámara, era el mar.

Piccolo salió pronto, y las cosas marchaban lento, pero la situación era tan interesante, que Vegeta sintió bastante ligeras las muchas horas que pasaron filmando tan solo unos minutos de la serie, era simplemente grandiosa. Algo dentro de él se sintió extraño, sí, tener al famoso Raditz luciendo una ropa tan corta era agitador y excitante, pero sus ojos apenas le prestaron atención. Su mente estaba fija en el otro hombre, en Goku y su representación, cada palabra que decía, cada actitud, cada mirada y determinación. Era sencillamente creíble y real, tan tangible, como si sus ojos verdaderamente dejaran escapar la inocencia y bondad del personaje.

Ese hombre se lucia en el escenario, moviéndose ágilmente y mostrando parte de su bien ejercitado cuerpo, sus habilidades natas y el gran coraje que mostraba para todo. Ese hombre no parecía actuar, Vegeta se preocupó por un momento y sintió vibrar las palabras de Goku como ciertas en su cabeza. Sus ojos no se despegaron hasta que, observando las cámaras con fondo, fue testigo de la muerte y sacrificio del héroe de la tierra, obligándose a bajar la mirada por unos segundos, antes de buscar de nuevo el escenario.

La orden de corte fue dada, y los actores se dispersaron rápidamente del lugar. Vegeta se levantó de su lugar, el que había adquirido después de vario tiempo ahí parado, Piccolo se acomodó los brazos, avanzando en su dirección y mostrando una sonrisa. -¿Qué tal he?- preguntó emocionado, notando el rostro aun el shock del joven.

-Fue grandioso, me han dejado bastante sorprendido…- respondió agrandando su sonrisa.

-jamás filamos tanto en un solo día, pero Raditz solo tenía lugar hoy y mañana, así que tendrás un poco de él en escena…- recordó, sonriéndole amigablemente.

-¿Por qué él tendría unas horas con Raditz mañana?- una voz interrumpió, haciendo que ambos se giraran un poco sorprendidos. Vegeta abrió los ojos grandes, encontrándose con el mismo Goku a su lado, cruzado de brazos y mirándolos de una manera desconocida.

-Goku, ¿Qué tal?- saludó Piccolo, pero el muchacho se mantuvo inmutable, mirando al más alto fulminante y luego regresando sus ojos a Vegeta, demandando una respuesta. –Bueno, verás, él es Vegeta, será el nuevo villano…- dijo, y Vegeta estiró la mano para saludar, pero solo recibió una mirada de asco y desprecio por parte de Goku, quien inclusive apretó más el cruce sobre su pecho. -¿sabes cuál no? El que…- trató de explicar Piccolo para suavizar la situación.

-Sí se cual, también trabajo aquí…- interrumpió Goku con tono fiero, y Vegeta bajó la mano temeroso. –Lo que no entiendo es si esto es una broma de mal gusto o el señor Toriyama ha perdido el estilo…- y fue ahí cuando Vegeta notó que era eso diferente en sus ojos, estaban llenos y cargados de algo cercano a la arrogancia y al desprecio absoluto por el resto.

-No, esto es en serio Goku, y te pediría que fueras más amable…- comenzó Piccolo, pero Goku soltó un bufido silenciándolo prontamente.

-Yo solo digo la verdad, ¿Cómo es que se le ocurrió poner a este niño como mi enemigo? Se nota que no es nadie, echará todo a perder… míralo, ni siquiera es capaz de defenderse él solo…- Vegeta salió de su impacto cuando escuchó eso último, tratando aun de vincular a Goku con ese prepotente sujeto.

-Disculpe, pero me han hecho la prueba y me han aceptado, así que le pido que me respete…- comenzó, pero una carcajada de parte de Goku frenó su dialogo.

-Demonios, sabes hablar, me has impresionado… veo que en las montañas también aprenden eso…- un fuego corrió dentro del más bajo, haciéndolo angostar la mirada y presionar los sientes.

-¿Por qué dices algo como eso?- demando Piccolo con indignación.

-Vamos, no me vas a decir que no notas su cara, es obvio que viene del campo…- se burló, descruzándose y sacando sus lentes oscuros del bolso de su chamarra, la cual llevaba sobre el Gi naranja aun. –Te hubieras quedado allá, niño, tus vacas deben extrañarte…- soltó otra risa, comenzando a caminar a los camerinos.

-Goku, ¿otra vez tu tratando mal a la gente?- una voz femenina interrumpió, haciendo que Vegeta llevara sus ojos a la mujer de cabello negro.

-No te metas Chi-Chi, no tengo tiempo para tus intentos de madre conmigo…- Goku frunció el ceño, deteniéndose para mirarla.

-¿Ahora qué hiciste? ¿Por qué le dijiste eso al muchacho?- exigió saber, pero el hombre la ignoró pasándose de largo. -¡Goku! ¿A dónde vas?- exclamó ella.

-A quejarme, ¿no es obvio? Estoy harto de que metan a cualquier pulgoso a este sitio…- respondió antes de desaparecer en el pasillo.

-¡Goku!- llamó la mujer, dando un golpe en el suelo con el tacón y siguiendo al sujeto a través del pasillo.

-No te preocupes, él es así con todos, ya te aceptará…- comentó Piccolo al mirar el rostro triste de chico.

-¿Quién era ella?- cuestionó, más para aligerar el tema que porque de verdad le importara.

-Es Chi-Chi, su hermana, es un año mayor que él, ambos fueron contratados desde niños y han perdurado en la serie hasta ahora, en la historia son esposos, y como en ella, Chi se pasa la vida tratando de corregir la actitud de Goku…- respondió, y Vegeta apenas asintió. –Anda, es hora de irnos, mañana será tu gran día, no dejes que esto te lo arruine…-

Sí, Piccolo dijo que no dejara que eso me arruinara el día, y no lo hizo, el comentario de Goku no me arruinó el día… eso seguramente, me había arruinado toda la vida…

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-Bien, entonces, vas a estar ahí sentado, asegúrate de parecer molesto y necesito que hables, claramente, ¿de acuerdo?- preguntó la pelirroja, repitiéndole a Vegeta el mismo dialogo una y otra vez, como si el jamás hubiese leído el guión.

-ya déjalo Mio, estoy seguro de que lo hará bien…- susurró Piccolo desde atrás, colocando una mano en el hombro del muchacho.

-Sí, no me cabe duda… es solo que esta parte es de suma importancia, ¡Tienes que verte como un maldito sádico!- gritó la mujer agitando los hombros del pequeño hombre.

-Sí, sí, lo hare, tenlo por seguro…- respondió Vegeta, tragando fuerte y acomodándose uno de los guantes blancos.

Bien, la diferencia era abismal entre la ´armadura´ de Raditz y la suya. Es decir, el hombre iba mostrando todo, y a él no se le veían ni las manos. Suspiró con nerviosismo, observando en la lejanía a un hombre altísimo, con ropa descubierta y el cuerpo de un mastodonte. Ese hombre era Nappa, un supuesto secuaz de él… “¿Secuaz?” se preguntó, pensando si nadie notaría raro que un hombre físicamente más débil que todos fuera el líder y el príncipe de los-no-sé-qué…

-Andando…- dijo Mio, levantando los micrófonos y encendiendo las luces del escenario.

Vegeta mordió su labio inferior, sentándose en el tronco y tomando una de esas piezas en forma de manos mutiladas… “¿En qué demonios me metí?” se cuestionó, sintiéndose abrumado por la simple idea de un sujeto comiendo piezas de nativo. Miró a Nappa, quien parecía tener problemas con el aparato del ojo, razón por la cual estaban tardando más de lo que había pensado.

-¿Se puede saber que estás haciendo aquí?- la voz fue reconocible al instante, soltando un suspiro entrecortado y girando su cabeza hacia arriba, desde su punto de abajo en el tronco.

-Es el escenario, voy a filmar…- se limitó a decir, llevando sus ojos a su compañero de escena, quien parecía no terminar nunca con esa cosa.

-Me referí a que estás haciendo AQUÍ en general… - aclaró. -¿Por qué no te has marchado de vuelta a tu cabaña? ¿Por qué sigues en el estudio de Dragon Ball cuando ya no perteneces?- Vegeta se sintió nervioso, e incluso avergonzado. ¿De qué estaba hablando? ¿Acaso lo habían echado y él no lo sabía?

-Yo… yo si pertenezco, hablé con el señor Toriyama y él…-

-Hablé con él ayer, le pedí que te sacara, no sé por qué sigues estorbando aquí…- Vegeta se encogió en su sitio, sintiéndose vacío de ideas ante esa posibilidad.

-Pero él no aprobó nada, Goku…- Mio, la directora, habló desde el frente del escenario. –En realidad hablé con él, dijo que se lo pediste, pero que se negó a la idea, no trates de asustarme al muchacho, grabará en cuestión de nada…- Goku chasqueó, maldiciendo a la mujer mientras la fulminaba con la mirada.

-De acuerdo, graba si quieres, campesino…- Vegeta evitó mirarlo, manteniendo sus ojos fijos en los cadáveres de utilería bajo él. –Pero estoy seguro que terminarás por hacer el ridículo, solo eso, no eres nada más que un niño jugando a la televisión… lo echarás todo a perder…- declaró, sonriendo al notar los puños apretados de Vegeta.

-De acuerdo, estoy listo…- pronunció Nappa con su voz ronca, andando y sentándose en la otra orilla del tronco.

Vegeta respiró profundo, repitiendo en su mente cada una de las palabras de Goku. Y sintió algo diferente al respeto o miedo que el hombre había infundido sobre él ayer, era ganas de cerrarle esa boca déspota que tenía. “¿Con que campesino, he?” se preguntó, armándose del valor, guiado por la ira contenida del momento. “Yo no estoy jugando a nada…”afirmó, mientras la voz de Mio hacía eco en el lugar dando el conteo, y los ojos negros y profundos de Goku se clavaban como cuchillas, derrochando superioridad con una sonrisa que predecía su victoria.

-¿Esferas de dragón, he?- sonrió malévolamente. –Vaya, ese Raditz siempre se entera de cosas interesantes en los momentos más oportunos…-

-Vamos a revivirlo, ¿verdad?- la voz seca de Nappa resonó impresionante, pero el rostro y la mordida salvaje de Vegeta acaparó la atención.

-No, ya no lo necesitamos…-

La escena siguió por un par de diálogos más, en donde se les veía abordando las naves y dejando tras ellos un planeta hecho añicos.
La orden de corte fue dada, y tanto Vegeta como Nappa salieron de las ´capsulas´ encontrándose con un lugar en absoluto y completo silencio.
Por un momento tuvo el peor de los miedos, imaginándose que no había hecho las cosas bien, que se había equivocado, o que simplemente volvió a salir antes de tiempo.

Pero sus temores se esfumaron cuando todos los presentes rompieron el silencio con aplausos, reales y cargados de conmoción. -¡Por dios! ¡Vegeta, eso fue increíble! ¡Naciste para hacer este papel!- gritó Mio, aplaudiendo igual que el resto.

Los ojos del aludido viajaron nerviosos entre todos, no podía creer que de verdad los rostros atónitos se debieran a él. Y entonces su mirada cayó en el rostro más importante de todos, Goku. Solo fueron unos segundos los que alcanzó a verlo antes de que se diera la vuelta con las manos apretadas y saliera del lugar a grandes pasos y echando humo. Estaba seguro de que sus ojos afilados lo mataban incontables veces y su quijada tronaría en cuestión de nada por la presión.

Sonrió, bajando un poco abochornado y reuniéndose con Piccolo de nuevo, no sin antes dando un último vistazo a la puerta. Lo sabía, pero aun así se permitió un respiro, las cosas quizá no estarían tan mal.

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-bueno, suficiente de esto… ¡vamos todos a tomar unos tragos! ¡Yo invito!- gritó Raditz al termino de los filmes.

Vegeta quedó algo perplejo, pero sabía que el tipo tenía el dinero suficiente como para invitar al planta entero una copa si así lo quería. Todos en el lugar comenzaron a murmurar cosas y a enloquecer fácilmente por la invitación, quedando en medio de un extraño dilema.

-Andando, yo te llevo…- se ofreció Piccolo, ya sin el maquillaje, usando ropa casual y esa diadema que lanzaba su cabello negro hacia atrás.

-No creo que se buena idea…- contestó Vegeta, rascándose la cabeza y mirando temeroso.

-Has triunfado este día, ¿no es motivo de festejo?- preguntó, rodeando su cuello y arrastrándolo a la salida junto con el resto. –Además, te servirá para conocer a los demás…- y sin más, salieron disparados al club que ofrecía invitar Raditz.

Vegeta se sentó en un banco al lado de la barra, únicamente acompañado por su amigo a un lado. Llevó sus ojos a recorrer el sitio, encontrándose con otros grandes y preguntándose una vez más en qué momento había resultado en un lugar como ese. Su vista se topó con la chica Chi-Chi, quien junto a su hermano y otra mujer bebían en una mesa con sillón en medio círculo.

-Ella es Videl…- habló Piccolo, como si pudiese leer sus pensamientos, fijo en el mismo lugar que él. –Es la actual novia de Goku… - agregó, y fue cuando Vegeta notó el acercamiento entre ellos. –Esa de allá, la del cabello azul, es Bulma…- prosiguió, señalando a otro lado a una exuberante mujer. –Es la ex de Goku, terminaron hace un tiempo, cuando encontró a una más joven a quien joder…-

Bromeó, mirando al frente y tomando otro sorbo de su trago. –Ella la recuerdo, salió desde el inicio de la serie… ¿no?- preguntó, y Piccolo asintió brevemente.

-Sí, aunque eso no es problema para Videl, Goku le ha asegurado que tendrá un lugar en la serie, pero por lo que he oído, será mucho más adelante…- giró sus ojos, buscando alguien más de quien hablar.

-¿así que tú eres mi papá?- sintió unas manos por detrás sobre su espalda, haciéndolo saltar y girarse hacia atrás.

-Y él es Trunks…- dijo el hombre de piel oscura, girándose para ver al joven de frente.

-Disculpa… ¿Qué?- preguntó Vegeta en shock, sin estar seguro de lo que había dicho el chico, el cual contaba con unos diecisiete años o menos. -¿Qué papá? ¿Y que hace un niño aquí?- cuestionó y Piccolo comenzó a reír divertido.

-Mira quien lo dice…- se burló.

-¡Tengo veintiuno!- exclamó, volviéndose a girar hacia el muchacho, quien miraba interesado el asunto. -Oye yo…- trató de decir, pero Trunks comenzó a reír levemente.

-tranquilo, está bien, veo que no entendiste el chiste…- Vegeta parpadeó varias veces en incomprensión. –Bueno, tú, serás mi padre en la serie…- aclaró y el otro asintió avergonzado.

-Ho, de verdad lo siento, yo… no he visto que pasa, y del guión no he leído suficiente…- el menor de los tres negó con calma, mostrando una sincera sonrisa.

-Está bien, no importa…- se encogió de hombros. –Soy el hijo de Mio, es un gusto…- extendió la mano y Vegeta quiso llorar por la consideración del chico. –Espero nos llevemos bien…- agregó, despidiéndose con la mano y marchándose del lugar.

-Dios, eso no explica por qué esta aquí siendo tan joven…- se quejó Vegeta, y el otro hombre atinó a negar.

-relájate, ahora esparrame, tengo que ir al baño…- avisó, poniéndose de pie en un salto y alejándose rápido a un extremo. Vegeta se giró en su banco mirando su copa llena, tragando fuerte en lo que decidía beber o no, cuando una mano en su hombro lo interrumpió de nuevo.

-Hola…- saludó la mujer, haciendo que Vegeta se tensara. –Soy Chi-Chi, perdón por no haberme presentado hasta ahora…- agregó, y el chico se apresuró a estrecharle la palma.

-V-Vegeta…- tartamudeó, haciendo que la chica riera levemente.

-Bueno, estuviste increíble hoy…- halagó, cubriendo sus labios carmesí con sus dedos en una sonrisa. –Quería felicitarte y desearte un buen trabajo… -pausó, mirando al suelo un momento antes de agregar. –Disculpa a mi hermano, el suele ser así… está un poco loquito ¿sabes?... y la fama se le ha subido a la cabeza desde hace un tiempo. Pero he hablado con él, creo que tuvieron un mal inicio, pero prometió disculparse y espero todo marche mejor…- Vegeta sintió son creérsela, estrechando a la mujer en un breve abrazo, en donde ella le depositó un beso en la mejilla, para después alejarse con esa niña Videl, la cual solo le dedicó una leve sonrisa, siguiéndolas con la mirada hasta que abandonaron el lugar.

-¡Muchas felicidades!- escuchó un golpe en la mesa, justo a su lado, girándose para encontrarse con la sonrisa retorcida de Goku, hablando en un tono sarcástico y burlón.

-Goku, no sé cuál es el problema pero…-

-¿Qué te dijo mi hermanita?- preguntó como si el otro no hubiera hablado. -¿Qué te pediría perdón? Dios, esa mujer si está loca…- se burló, tomando asiento en el lugar de Piccolo.

-Ella no me dijo eso…- trató de defender, pero Goku sacudió su cabeza con desinterés.

-No trates de ocultarlo, conozco a esa mujer, tratando de controlar mi vida a cada maldito segundo como si fuera su hijo…- Vegeta no necesitaba ser genio para saber que Goku se había pasado un poco con el alcohol, o era un completo demente. –Solo te diré una cosa, campesino, ridícula actuación no me convence y no te asegura un lugar aquí… - pausó, colocando una mano en el hombro de Vegeta y acercándose hasta poder susurrarle en el oído. –Eso no significa nada… porque yo me haré cargo de hacerte la vida imposible, cada segundo de tu vida desearas no haber estado aquí y no haberme conocido nunca…- su mano se cerró con fuerza en su hombro, presionando los dientes al mencionar lo último. –No descansaré hasta verte lejos de aquí…-

Se separó abruptamente, colocándose enfrente de Vegeta, estirando una mano hasta la barra de madera. –Le diré a mi hermana que te he pedido perdón, así que… nos veremos mañana, Vegeta…- dijo, tomando el vaso del mencionado y bebiéndoselo de un solo sorbo, azotando la copa en la mesa y dándose la vuelta para salir volando de ahí.

No necesitaba esperar a que hiciera algo, ya me sentía arrepentido en ese mismo momento. Sí, definitivamente, mi vida estaba arruinada…

 

Continuará…

Notas finales:

Si, en el anterior dije que Vegeta tenía como dieciocho, pero tiene 21! Espero de verdad que conozcan a Harima Kenji de School Rumble, porque sinceramente es necesario para saber quién es Piccolo. Aparentemente parecen muchos personajes y mucho enreda-dijo, pero verdaderamente solo se van a ocupar muy pocos, era solo como la entrada para saber qué onda, muchos ya no vuelven a salir.

Bueno, veremos qué tan en problemas se encuentra Vegeta y que cosas usará Goku para molestarle, eso y más en el siguiente capítulo! Saludos!


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