Y ahí estaba, solo acostado en el sofá intentando estudiar para mi examen de bioquímica, sin siquiera poder concentrarme en lo que decía el libro, miraba mi celular cada tres segundos y nada, ningún mensaje, ninguna llamada, nada.
-¡Maldita sea!
Avente lejos el libro, parándome rápidamente, tomando mi chaqueta y una bufanda, tal vez salir a caminar despejaría un poco mi mente y dejaría de pensar en ese idiota que no se había aparecido por ningún lado en dos semanas; me puse mis tenis y salí a la calle, me recibió el frio viento, estábamos entrando al invierno y sin él las noches eran frías, “Basta deja de pensar en él, el no vendrá entiéndelo”, caminaba sin rumbo fijo a donde mis pies me llevaban, y sin darme cuenta termine parado frente a la estúpida pista de patinaje donde había ido a patinar con él.
-Bien Lee Sungyeol, eres un idiota~
Me felicite a mí mismo, metiendo mis congeladas manos en los bolsillos de mi chaqueta.
-Un chocolate no estaría mal~ después regresare a estudiar
Suspire cansado, estaba en mi segundo año de la carrera de bioquímica y no podía darme el lujo de distraerme con estupideces... “no, no son estupideces que tu novio no aparezca por dos semanas”
-¿Estará bien?
Volví a marcar su número y el resultado fue el mismo, fuera de servicio, comenzaba a creer que mi celular ya no servía, prefería creer eso que cualquier otra cosa, entre en la cafetería donde solía ir a relajarme un poco, pedí un chocolate caliente y me fui a sentar a una mesa al fondo, cerca de la ventana que daba a un parque, había varios chicos jugando futbol, nada interesante, hasta que lo vi, aquel chico de cabello negro y piel blanca, sentado en una banca, su cabello volaba elegantemente con el viento, sus labios pegados al vaso de café del que bebía, sus ojos entretenidos viendo algunas fotos en su cámara, fue cuando sus ojos se encontraron con los míos, haciendo que mi corazón se detuviera por completo, tenía una mirada fría y cálida a la vez, de esas que incomodan al instante pero no puedes dejar de ver, mordí inconscientemente mi labio inferior, recibiendo una sonrisa de aquel chico, de inmediato desvié la mirada hacia los chicos que jugaban futbol, esperando lo que considere un buen lapso de tiempo para volver a mirar a aquel chico pero... el ya no estaba, no sabía porque, pero mis ojos lo buscaron por todos lados, me distraje de mi búsqueda porque comenzó a escucharse mucho ruido en la cafetería, algo inusual pues solía ser muy tranquila, gire despacio y vi a todas las chicas y algunos chicos, susurrar y señalar al chico que acababa de entrar a la cafetería, mi corazón se detuvo y me gire de inmediato, era el mismo chico al que había estado observando, en toda la cafetería se podía escuchar cosas como “es tan guapo, ¿tendrá novia?”, sentí mi corazón acelerarse cuando se sentó en la mesa de al lado, lo miraba de reojo, el cruzo sus piernas y saco una laptop de su mochila, conectando así su cámara, comenzando a ver las fotos que había tomado.
No supe en qué momento había quedado hipnotizado por aquellas hermosas fotos.
-¿Quieres verlas mejor?, puedes acercarte~
Su voz me saco de mi ensimismamiento, sintiendo como mis mejillas se ponían de un rojo intenso.
-Lo siento~
-No hay problema, es mas~ me gustaría saber qué opinas de ellas
-Pero yo no sé nada de fotografía~
-No hay que ser experto para decidir si algo te gusta o no~
Me sonrió tiernamente, sus ojos expresando calidez, yo acercándome inconscientemente a ver, esa fue la primera vez que lo vi~ la primera vez que hable con el~
No supe en qué momento ya habíamos entablado una cálida conversación, su nombre era Kim Myungsoo y era un año más chico que yo, asistía a la misma Universidad que yo, pero a un departamento diferente, el era del área de artes y yo del área de ciencias biológicas, razón por la cual nunca había coincidido con él, estuvimos un buen rato hablando hasta que me pregunto algo que me dejo un poco atontado.
-¿Puedo tomarte una foto?
-¿Eh?
-Solo una por favor~
-¿Para qué querrías una foto mía?
-¿Por qué no?
Suspire dándome por vencido, no sabía porque pero con él las cosas eran fáciles, teníamos muchas cosas en común y otras en las que no coincidimos ni un poco, me acomode en mi asiento sonriendo a la cámara, el menor tomándome una foto sonriendo satisfecho.
-¿Puedo verla?
-Sales feo
-¡Pequeño mocoso!... ¿Cómo puedes decirle eso a alguien que es mayor que tu y encima... que acabas de conocer?
El reía divertido, haciéndome reír a mí también.
-Creo que debo irme, tengo un examen y no he estudiado casi nada~
Mi celular comenzó a sonar, lo saque de inmediato pensando que era él, pero era mi hermano Daeyeol.
-Mierda –dije antes de contestar- ¿Qué sucede Daeyeol?
Me pidió que fuera a casa por algunas cosas que mi madre había comprado para mí, acepte de inmediato, pues debido a cierto novio con cara de hámster, me la pasaba comiendo lo que encontraba.
-Estaré ahí en 20 minutos
Colgué el teléfono.
-Lo siento debo irme, fue un placer hablar contigo
-Claro Yeollie, no hay problema
Sentí un agradable escalofrió cuando el chico me llamo así, sonriéndole dirigiéndome hacia la casa de mi madre.
Estaba en la parada de autobuses y para mi sorpresa, minutos después el chico raro estaba parado al lado mío.
-Creo que vamos hacia la misma dirección
-Creo que si
El me observaba de vez en cuando, un silencio cómodo acompañándonos, solo estábamos nosotros dos en la parada del autobús, en cuanto llego este nos subimos, por suerte, solo había unas cuantas personas en el, así que nos fuimos a sentar hasta atrás.
-Anda déjame ver mi foto
-Ya te dije que sales feo
-Aun así quiero verla~
-No Yeollie, no la veras, ahora es mía
-¡Yah! Kim Myungsoo, exijo ver mi foto ahora
-¿Y qué me harás si no te la muestro?
-Te morderé una oreja
-Jajajajaja, tu no harías algo así, a alguien que acabas de...
Ni siquiera lo había dejado terminar de hablar cuando mordí una de sus orejas suavemente, el se quedo quieto, para luego empujarme,
-¿Qué crees que haces?
-Te lo advertí
-Tonto, no deja mi oreja
-Muéstrame la foto
-¡No!, no lo hare
-Entonces te morderé un cachete
Me aleje de él solo para morder suavemente una de sus mejillas.
-Yeollie, no... Vale me toca a mí
No pude hacer nada, cuando menos me lo esperaba el menor ya estaba mordiendo una de mis orejas, lo cual me hizo estremecerme de inmediato, pues era uno de mis puntos débiles.
-Myung, por favor no... Suéltame
-No
-Por favor muerde en otro lado, pero ahí no por favor
Me retorcía incomodo, sintiendo como poco a poco mi pulso se aceleraba.
-No lo hare
-Muerde donde quieras pero ahí no por favor
-¿Dónde yo quiera? –Dijo alejándose un poco- Bien entonces me convertiré en vampiro.
Se acerco a mi cuello y lo mordió suavemente, cosa que resulto de la misma manera, puesto que el cuello era otro de mis puntos débiles.
-No Myung~ ya para...
-¿Qué si no lo hago?
-Si no lo haces yo~
Tome por el cuello al menor, pegando su frente con la mía, viéndolo fijamente, acercándose al chico, hasta que no había mucha separación entre sus labios, alejándose de repente, riendo divertido por la cara del menor.
-Jajajajaja, que divertido, deberías de ver tu cara
-¿Cómo puedes hacer eso?
-No lo sé, solo es divertido~
-¿A si? Pues yo también se jugar así
Se me acerco, dándome un ligero beso en los labios, alejándose rápidamente.
-Aquí bajo Yeollie, espero verte pronto
Se bajo del autobús, no dije nada, seguía en shock por lo que el chico acaba de hacer, pero extrañamente, con un ligero cosquilleo en los labios, con un deseo de sentir un poco mas de aquello.