PAIN.
Capítulo 1: Último deseo.
Dolor, nadie mejor que él lo conocía. Loki sonrió desde la plataforma central en la que estaba encadenado, rodeado por el que decía ser su padre y una corte de guerreros de Asgard, a un lado de su captor como ahora le llamaba, estaba aquel que en un tiempo fuera su hermano verdadero, ahora sólo utilizaba ese adjetivo para hacer burla de la ironía que supone llamarlo así. Oh sí, porque su hermano es solamente una burla. Sus manos se encontraban fuertemente aprisionadas por dos grilletes, unidos con una gruesa cadena, aquel bozal que Thor le había puesto en la Tierra antes de trasladarlo de nuevo a Asgard había sido retirado, pero Loki, contrario a lo que todo el mundo creía no había abierto la boca para nada, sólo él y su mente maquiavélica podían saber lo que repiqueteaba en su interior, porque él, el Dios del engaño y las travesuras siempre tenía sorpresas esperando para los demás.
Odín se puso de pie, desde su pila, rodeada de oro y demás metales valiosos llamo la atención del recinto. El juicio contra Loki estaba por comenzar.
-Loki, hijo de Laufey.
“¿Laufey eh?”…Sus ojos le miraron intensamente y Odín supo que Loki estaba riendo para sí mismo.
-Hijo de Odín y Frigg, hermano de Thor, has deshonrado a tu familia y manchado con tu traición el amor por el que estás rodeado, has dañado la vida y existencia de seres indefensos que Asgard ha jurado proteger, matándoles sin remordimiento alguno, atacaste con atrocidad el planeta de los humanos y causaste caos y destrucción a su raza, ahora serás castigado por tus crímenes y yo, padre de todo determinaré tu castigo, pero antes tienes derecho a hablar en tú favor.
Pero Loki no dijo nada, sólo se quedó observando detenidamente a Odín, analizando el metal que cubría el ojo que ya no poseía, luego su poderosa lanza, su magnífica armadura, sus dedos enjoyados y la larga y fina capa que tocaba lo divino y sin pensarlo perdió súbitamente el interés en tan magnífica criatura superior y lo considero un anciano viejo y acabado, y río con fuerza, porque esas palabras las había puesto en su boca gracias a su hermano Thor. Pero Loki no era tonto, sabía que Odín era viejo, pero acabado jamás, pues era el padre de todo, el ser supremo que podría aplastarlo contra el suelo con el esfuerzo de un solo dedo y eso era humillante e hilarante. Pronto se descubrió observando a un costado, de Odín, donde los ojos de Thor le miraban con profundidad, Loki torció un gesto, una sonrisa apretada y amplia que daba impresión de burla a sus interlocutores, quienes esperaban que hablara, incluso Thor parecía ansioso por oírle, pero él se limitó a bajar su cabeza y sonreír con gran amplitud, mostrando una mirada cínica y un tanto retadora, Odín dio por entendidos los gestos de Loki.
-Bien entonces no me queda más que sentenciarte hijo mío, -Hablo aquella deidad con los ojos brillantes de emociones. – me duele profundamente hacer daño a cualquiera de ustedes dos, porque han sido para mí mis dos amados hijos…
Y entonces Loki decidió que era aburrido estar todo el tiempo callado y gritó con todas sus fuerzas, con el empuje que le dieron sus pulmones, alargo las silabas tanto como pudo, porque quería que aquel insulto se quedara grabado en todas las paredes de Asgard, porque no sólo estaba pisoteando con aquella simple palabra a Odín, sino a toda la corte a todo el reino y se vanagloriaba en ello.
-¡¡¡Hipócrita!!!
-¡Loki!- Thor se había levantado con brusquedad de su asiento, sacando el pecho y mirando de manera acusadora a su hermano, no podía creer que abriera la boca sólo para aquello. Maldito sea Loki y su mente trastornada, maldito sea porque aún bajo toda esa falta de cordura Thor no podía odiarle, por más que se lo pidiera a sí mismo, no podía y eso lo detestaba.
Y Loki sonrió de nuevo con amplitud y guardó silencio, porque era todo lo que deseaba decir.
-No te permito que hables de esa manera ante mi padre, -Rugió el rubio, enardecido por la actitud de su hermano, pero sólo recibió como respuesta una nueva sonrisa detestable.
-Basta -Interrumpió Odín. -Si es todo lo que tienes que decir Loki, lamento enormemente que esa sea tú última palabra.
-Padre-Volvió a interrumpir Thor, no quería pensar que el castigo para Loki fuera la muerte, rogaba a los Dioses que pudieran oírlo por misericordia, no quería ver morir a su hermano, no podía, su alma se agitaba en su interior mientras veía con ojos angustiosos a su padre.
-Suficiente de interrupciones, -Reclamó Odín e ignoró la suplica silenciosa de su hijo y Thor volvió a sentarse de nuevo mansamente, luego Odín miró nuevamente hacia Loki y continuó con la sentencia. – Loki, hijo de Lufey, hijo de Odín y Frigg y hermano de Thor, te condeno al sueño eterno.
-¡Padre, no!-Suplicó por última vez Thor, pero recibió solamente una reprimida por parte del Dios.
-¡Silencio!, -Gritó con tanta fuerza que todos ahí se estremecieron, excepto Loki que sonreía desde su lugar.
-Padre, te suplico,-insistió Thor levantándose en el acto de su lugar y tomando el brazo de su padre con las manos, las lágrimas amenazaba la orilla de sus ojos. -ten piedad con mi hermano, Loki esta envenenado por la ponzoña del odio, pero en el fondo sigue amándonos como nosotros le amamos a él.
Todos, incluso Loki se sorprendieron cuando le escucharon reír de forma estruendosa, el Dios del engaño, el gran timador y embaucador había soltado tal carcajada en aquel lugar que ni siquiera pensó que fuera él mismo quien pudiese reír de aquella manera, y es que, Loki no quería piedad y de eso estaba seguro. El quería dolor, el más profundo y desgarrador que haya existido.
-¡Ridiculeces! –Gritó de nuevo, haciendo que todos le mirasen de forma silenciosa y sorprendida. -¿Quieres tener piedad de mi?, hermano -Dijo con burla - ¡Entonces mátame tú mismo!, ¡deja que muera por tu mano!, como aquella primera vez que caí del puente, como cuando peleamos en la tierra ¡mátame tú mismo!, ¡eso sí es piedad!
-Sabes muy bien que no fue mi intención, tú me orillaste a eso.
-Y lo disfrutaste Thor, no mientas, tanto como aquellas batallas que solías librar con gigantes, ¿al menos te di batalla no es así?, ¡pues mátame como a uno de tus enemigos!, pero deja de verme como al ser inferior que quieres que sea, porque si no merecí ser un igual a ti para estar a tu lado, entonces seré un igual a ti para estar en tu contra ¡y poder morir como alguien reconocido por Padre!
El silencio se hizo tenso, los ojos de Loki comenzaron a gotear, aquel dolor amenazaba con matarle incluso antes de que su padre ordenara su ejecución.
-Nunca disfrutaría haciéndote daño- Dijo Thor mientras sentía como su alma se partía en pedazos ante aquella revelación, Loki volvió a sumirse en el silencio y la corte siseaba palabras sin sentido que poco podrían interesarle, su padre Odín levanto su lanza y la hizo sonar en el suelo, llamando la atención de todos.
-De gran manera -Comenzó de nuevo el Dios.- somos responsables de ti y tu dolor, y del dolor que causaste a otros, hijo mío aunque no lo creas, te hemos amado desde el primer día que llegaste al palacio y es tu dolor nuestro dolor. Loki, se te dará como castigo la muerte y como retribución por nuestras fallas podrás elegir la manera en que serás ejecutado.
Loki sonrió, los ojos de Thor se llenaron de una horrenda e insoldable angustia.
-¡Padre!
-Esto es lo que ha de hacerse, yo el padre de todo así lo demanda. –Sentencio golpeando de nuevo el suelo con su lanza y dando por terminado el tema, Thor se dejo caer en su lugar, totalmente derrotado y llorando silenciosamente su desconsuelo, pronto fue rodeado por sus fieles amigos, la audiencia se llenó de murmullos que crecieron como un mar embravecido y sólo después de largos y pesados minutos comenzaron a callar, Loki debía dar a conocer la forma en que deseaba su final.
Todos los pares de ojos se posaron sobre él, Thor se debatía en su lugar para detener aquel castigo y dejarlo seguir, pues sabía en el fondo que debía acatar las órdenes de su padre.
-Ya he dicho lo que deseo -Habló Loki con una sonrisa que nadie le conocía, ni siquiera Thor, el único que había sido su cercano en la vida, una sonrisa sincera. -Deseo que sea mi hermano quien me quite la vida.
-¡NUNCA! -Gritó el dios del trueno, las lágrimas bajaban con violencia por sus mejillas, se levantó de nuevo, se limpió con orgullo el rostro y aclaró su garganta, prefería morir antes que hacerlo. -No lo hare, padre no puedo, por favor.
Dijo apelando a Odín, pero este le miraba resuelto y sólo una última frase salió de sus labios.
-Es como debe ser.
Thor sintió que uno de sus rayos le atravesaba el cuerpo con increíble frialdad, miró a su padre y luego a Loki, miró a la corte de guerreros y a sus amigos que le veía con pena en sus corazones.
-No, por favor.
Retornó a suplicar, pero nadie le escuchaba, Loki volvió a interrumpir sus suplicas.
-Durante toda nuestra vida inmortal dijiste que serías el digno heredero de nuestro padre, tú y yo sabíamos incluso sin conocer mi verdadero origen que aquello sería de esa manera, tú accederías al trono mientras yo quedaría condenado a ser siempre tu sombra, ahora te pido que me liberes de ese funesto destino, como futuro rey deberás aprender a hacer sacrificios y es bueno que empieces por uno tan desdeñoso como este, porque no puedes negar que matar a un Dios, es un placer que solamente otro Dios puede tener.
Silencio nuevamente, Thor había avanzado unos pasos hacia Loki y luego se había detenido, no quería hacerlo, no quería matarlo, pero si su hermano realmente lo deseaba buscaría la manera de morir por cualquier medio y esa era otra idea que atormentaba al rubio.
-No quiero hacerte daño.
-Pero ya lo has hecho, hermano.
-Jamás fue mi intención. -Dijo apretando sus manos contra sus costados, mirando de frente los picaros ojos verdes.
-Mentir es bueno, pero no a ti mismo, sólo hazlo, toma una de esas espadas y atraviésame, libérame Thor.
-Le llamas libertad, ¡pero condenaras mi alma!- Gritó asqueado de aquello.
-Tienes que hacerlo, es lo que padre ha ordenado.- Volvió a presionar el Dios de engaño, luego torció una nueva sonrisa.
De nuevo el silencio inundó el lugar, los guerreros participes solamente como espectadores comenzaron a murmurar, hasta que uno de ellos gritó desde un estrado.
-¡Perdónale la vida hijo de Odín!, no vale la pena que te manches con la sangre de un traidor. ¡Déjalo con vida y que su castigo sea la prisión eterna!
Y entonces un trueno gigante se dejo escuchar en todo el lugar, Odín daba por terminado aquel juicio.
-¡Se atreven a desafiarme!
El lugar quedó en silencio y de nuevo el padre de todo rugió con ira.
-¡¿Irán en contra de la orden misma de aquel a quien juraron fidelidad, irán en contra de su rey?!
-Padre- Dijo uno de sus dos herederos, pero ninguno supo de que boca salió esa palabra, pues el asombro causado por aquella explosión de irá en Odín, siempre aterrorizaba a los espectadores.
De nuevo los inundó el silencio y las propuestas ya no fueron secundadas, ahora Loki podría obtener lo que anhelaba y luego descansar de aquello que él llamaba el espectáculo de mentiras más hermoso que haya conocido, dándose cuenta de que estaba tardando demasiado y comenzaba a aburrirse volvió a hablar con una sonrisa a medios labios.
-Si no es posible que el cobarde y débil sujeto que tengo por hermano lo haga, entonces padre, pido que sea cualquiera de los que están aquí presentes, esto se está retrasando en exceso y darle tantas vueltas al mismo asunto es un oficio inútil.
-Hijo mío, si eso es lo que quieres. -Contestó Odín con un gesto de dolor en el rostro, lo había ocultado bien, pero aquello rebasaba su alma inexorablemente dulcificada y fría en la ocasión.
-¡Basta!- Gritó de nuevo Thor, aquello era siniestro como un tormento particular que le estaba desgarrando curiosa, magistral y misteriosamente el alma, ¿por qué?, porque lo amaba, tal vez.-No busquen a otro, yo lo hare.
Dijo finalmente derrotado, si ese destino cruel había de llevarse a cabo se opusiera o no, él no podía permitir que Loki sufriera bajo las manos asesinas de cualquier guerrero, era bien sabido lo odiado que era su hermano por aquellos que estaban en la sala, si cualquiera se ofrecía para matarle, le darían un final largo y agónico, y Thor no podía soportar aquella idea. Con el dolor latiéndole por piel caminó hacia el centro de la cámara, donde su hermano estaba encadenado y se paró frente a él.
-Te odio por obligarme a hacerte esto- Le dijo mirando con fuerza a los verdes ojos que refulgieron cual si Loki riera internamente por aquello.
-Y yo te odio por muchas cosas en realidad, pero creo que te odio más por una solamente.
-¿Y cuál es?
-Que nunca pude vencerte. -Dijo y de nuevo sonrió, Thor no pudo contener las lágrimas que bajaron tibias por sus mejillas y Loki subió las manos un tanto desvalijadas por los grilletes y le limpió con sumo cuidado el rostro. -Vamos, deja de llorar peor que una chica, no querrás que ese sea mi último recuerdo de ti.
-Eres detestable.
-Lo sé.- Contestó tomando entre sus manos el rostro de Thor y se acercó despacio para susurrarle al oído. -Hazlo ya.
Thor continuó conteniendo el llanto tanto tiempo como le fue posible y con lentitud posó sus amplias manos sobre el delgado y blanco cuello de Loki, luego fue aprisionándolo lentamente, su alma le gritaba rasgándose por dentro, Loki sonreía mientras sus labios comenzaron a tornarse morados.
-No debes detenerte.
Susurró el de ojos verdes cuando sintió que el aire comenzaba a escasear y los ojos de Thor daban muestras de horror, perdía lentamente las fuerzas y la visión le comenzaba a escaldar, su rostro aún estaba a milímetros del otro y lentamente presionó sus amoratados labios con los de Thor, pero aún ante la sorpresa llevó sus palmas a las manos grandes del otro y no le permitió ser soltado, ese era el adiós de Loki y la cámara entera estaba en un silencio sepulcral mientras ellos se besaban lentamente y los ojos verdes de iban apagando despacio. Las lágrimas que mojaron su rostro le parecieron frías y delicadas y los labios de Thor eran calientes como un carbón encendido, Loki sonrió en medio del beso y sus rodillas perdieron fuerza, lo mismo que sus manos, las cuales cayeron a los costados de su cuerpo. Las manos de Thor siguieron presionando aquel cuello, su cuerpo temblaba completamente y el de Loki estaba lánguido entre sus brazos, su hermano había muerto mientras le robaba el primer, único y último beso. Thor le dejo lentamente en el suelo, la asamblea completa estaba en ese espantoso silencio que el rubio ya comenzaba a detestar. El padre de todo se había sentado y con el rostro agachado lloraba amargamente en silencio, su dolor podía respirarse entre los presentes.
El horror de la muerte se paseaba por todos lados y la esencia de Loki, el embustero y embaucador se esparcía como magia en sus espíritus, pronto todo el mundo supo que habían cometido posiblemente una traición más grande que la del propio sentenciado.
Thor tomó el cuerpo de su hermano, rompió las cadenas que le ataban y lo llevó consigo, nadie se opuso. Aquello había sido el más grande dolor para el dios de trueno, el cielo de Asgard estaba negro y el viento helado. Loki había infringido su dolor, porque nadie mejor que él lo conocía y podía insuflarlo a los demás como si de un afrodisiaco se tratase, al final, Odín, Thor y Asgard entero se dieron cuenta que Loki había vencido y les había arrebatado la amada paz que tanto resguardaban, porque la sonrisa que les dedico segundos antes de su muerte les perseguiría a través de los siglos, a través de la ahora negra historia de Asgard, el lugar donde se asesinan príncipes.