Al mirar al pasado te das cuenta porque lo perdiste verdad –Dijo la chica con voz sutil. Si así es, recordar es algo que no podemos dejar de hacer, voluntariamente o involuntariamente, el escuchar una palabra, escena, película, canción, fecha. Nos hacen recordad momentos felices y dolorosos, y no podemos evitar sentirnos impotentes al saber que ya no van a regresar.
Tener esas inmensas ganas de vivir otra vez el momento pero, no se puede, no puedes. Es pasado, El tiempo no regresa, ni perdona. Todo era su culpa, no de él, no podía exigirle nada y aunque quisiera sabía que jamás lo haría, se había ido, dejándolo con la impotencia de saber que solo el tenia la culpa de tantas escenas terribles, lo lastimaba, nunca lo protegió como se debía y cuando más lo necesito jamás estuvo. ¿Dónde estaba? No quería recordar donde se encontraba, no podía soportarlo, fue un idiota y estúpido. Pero de que serbia lamentarse ahorita, el tiempo siguió corriendo pero él se quedo donde mismo, estancado con su culpa y lamentos. Nada cambiara, los días y las noches seguirán avanzando como la persona que perdió.
No quiero recordar el pasado Lana –Susurro, mirando sus manos entrelazadas– Pero... tienes razón, todos tiene razón, el único culpable soy yo y… eso me mata –Hiso su cabeza hacia atrás, dejando que su pelo se alborotara. La chica entrecerró sus parpados y sus ojos miraban hacia la alfombra, tenía que darle su espacio al chico.
– Bueno –Alargo la ultima silaba, camino hacia la puerta– Te doy tu espacio, pero hazme un favor… tan solo recuerda la primera vez, EunHyuk –Lo miro por última vez antes de cerrar su puerta detrás de ella. –Tienes mucho que pensar EunHyuk –Prendido un cigarro, y se dirigió al lobby.
Primera vez. Pensó el chico mirando por donde había salido la chica, inclino su cabeza con la mirada directa hacia la alfombra – Te odio alfombra –Su voz detonaba amargura, la alfombra era de color azul perlado, al recién comprarla le parecía fea y lo seguía asiendo, pero la escogió su pareja, así que no podía negarse, – ¿Qué estarás haciendo? ¿Dónde estarás? Estarás pensándome como yo lo hago contigo –Su nombre era como veneno corriendo por su garganta, le ardía pronunciarlo– DongHae.
1 de Enero del 2003.
– Mierda, se me hace tarde –Rezongo el chico corriendo lo mas que le daban sus piernas, era invierno, apenas primero de año, el día anterior se había desvelado con su familia, lo había disfrutado, cierto, pero le parecía absurdo eso de las 12 uvas, el sacar la maleta y salir corriendo como idiota por toda la avenida, barrer en medio de la noche para sacar las malas vibras, usar calzones de color amarillo y rojo, que su madre le hiso ponérselos.
– Mama, no creo que haiga razón para que me ponga esto –Miro el chico a las trusas multicolor roja y amarilla.
– Como no crees, este año nuevo hay que traer dinero y amor a la vida –Salió su madre del baño medio desnuda, a lo que el chico contrajo su cara al ver el cuerpo de su madre con 45 años de vida.
– No quiero ponerme tanga para fin de año, se me meten en el culo y me rosan –Se sentó sobre la cama y prendió la televisión cambiándole sucesivamente los canales.
– La tanga no es mala, y lo que tu usas no se llama “Tanga” sino hilo dental –Le corrigió su madre, sentada en el tocador, tratando de hacerse un bucle.
– Si, si como digas, no me voy a poner eso y… ¡Wo! Grey’s anatomy –Chillo al ver su serie favorita, su madre tan solo voltio los ojos. Qué clase de hijo tengo. Pensó sacando uno de sus collares de oro puro de 4 quilates. Pasaron las horas y faltaban 6 horas para que fuera año nuevo – Lee DongHae, que piensas ¿He?, vete a cambiar, solo quedan 6 horas del 2002 y tu aquí todo acostándote, haciendo pansa y comiendo helado, pareces señora de 40 años en pleno divorcio –Comento su madre con ironía y enojo, DongHae solo la miro con una ceja levantada. Señora de 40 años en pleno divorcio, mi madre cada vez está más loca. Pensó el chico.
– Ya está bien, tan solo debiste pedirme que me largara de tu cuarto, pero insultarme así –Negó con la cabeza– Y te dices mi madre.
– Lárgate de mi habitación Lee DongHae –Le lanzó una zapatilla, DongHae salió corriendo de la alcoba de su madre, pudo escuchar como el zapato daba contra la madera de la puerta – Jajaja… –Se limpiaba las lagrimas de los ojos – O soy yo, o nuestra madre se enojo –Comento irónico GunWoo, DongHae miro a su hermano mayor, Lee GunWoo, no se parecían en nada, GunWoo era 2 años mayor que DongHae, y tiene las mismas facciones de su padre, duras y marcadas. Era el favorito de la familia ya que era el más “Centrado” y “Serio” todo un opuesto a DongHae, – Mmm… –DongHae puso cara de pensativo– Eres tú –Soltó, empezando a caminar, GunWoo lo miro mal pero no le dio importancia. – ¿Por qué no te has arreglado Hae? –Pregunto, caminando a su lado, – Estaba ayudando a mi madre a escoger lo que se va a poner este noche –Mintió sonriendo, GunWoo levanto una ceja sin creerle – Aja… –Le siguió el juego.
– Lee GunWoo, Lee DongHae –Los 2 chicos saltaron en su lugar, su padre les hablaba y no es que se oyera muy feliz, bajaron por los grandes escalones de la mansión lo más rápido que pudieron, al llegar al jardín del patio trasero vieron a su padre sentado en una de las mesas leyendo algo. – ¿Si, padre? –Dijeron al mismo tiempo, al acercarse lo suficiente para que los pudiera oír. Su padre les comento y exigió unas cuantas cosas, al finalizar la charla, cuando ya se había retirado GunWoo le dijo a DongHae – Hijo –Hablo con tono serio, el chico voltio con miedo – Las tangas no son malas, sabes hasta son comadas –Sonrió su padre, a DongHae le ataco un tic en ojo – Ahora si retírate, tienes que cambiarte.
Al entrar a su casa vio a su hermano recargado contra la pared limpiándose las lagrimas – Así que por eso estabas renegando con mama –Soltó una carcajada- Tienes que húsar tanga, si quieres yo voy a comprártelas, de qué color la quieres ¿Amarilla o Roja? –Se burlo su hermano, DongHae le aventó con un florero que estaba en una de las mesitas de decoración, – Auch, que agresivo –Se quejo GunWoo pero sin parar de reír, es que le daban más ganas, al ver el rostro de su hermano todo sonrojado, – Kim Shana, todo esto es tu culpa –Grito subiendo las escaleras, Shana salió de su habitación, – Soy tu madre respétame idiota, y tenía que hacer que te pusieras esas tangas –Sonrió, cerrando la puerta de una. DongHae se dirigió a su habitación con toda la cara colorada. Los odio. Inflo sus cachetes.
Llegaron muchas personas en menos de 3 horas, familiares que no había visto en años y otros que ni conocía, le dio tanto gusto ver a Lau Henry, Kim RyeWook, sus primos favoritos, y aunque no lo reconoció al principio pero ahí estaba el hermano de su madre, Kim HeeChul, su tío favorito, esa noches le dolieron los pies como nunca, sabía bien que le gustaba bailar pero no excesivamente y la cruda que le iba a pegar.
Y si traía una cruda de las cuales nunca se te olvidan en la vida, que te dejaba con ganas de jamás volver a tomar, y para acabarla, se le había olvidado que tenía curso de pintura, su madre y sus loqueras, pero no podía darles la contra si no le iba muy, muy mal. A lo lejos puedo visualizar el edificio, era viejo de ladrillos, con ventas algo grande, al entrar pudo sentir el olor a pintura acrílica en el aire, subió por las escaleras ya que no había elevadores, según el. Al entrar al salón que le correspondía, vio que había unos cuantos alumnos ya sentados, cerca de la ventana, había 4 alumnos hablando 3 chicas y un chico, al otro lado había 2 chicos combinando colores, y en medio del lugar unos 6 sin poner atención al mundo, centrados en sus celulares. DongHae se sentó cerca de la venta, enfrente de él había un lienzo como de unos 40 x 50 cm, puso su bolso en el piso.
Dirigió su mirada hacia la calle, apenas el solo estaba saliendo, y hacia un frio que te calaba hasta los huesos.
– Muy bien alumnos empecemos con la clase –Entro una señora canosa como de unos 61 años, pasaron unos 15 minutos y tocaron en la puerta – ¿Puedo pasar? –Se asomo una cabellera negra por el estrecho de la puerta, – Claro, pasa –Le dijo la señora, el chico entro, unas chicas que estaban algo al fondo susurraron entre ellas, DongHae tenía la vista fija en el lienzo, estaba muy concentrado intentando hacer los círculos precisos, el chico se sentó atrás de DongHae, ya que era el único lugar que quedaba solo, – Muy bien ahora dibujen pentágonos y hexágonos –Ordeno la señora, DongHae que tenia la mirada toda vía donde mismo, al oírla la voltio a ver – Que cree, que somos Picasso o ¿Qué? –Rezongo DongHae en voz baja, pero los que estaban a su alrededor lo pudieron oír, – Lo más seguro es que si –Sonrió el chico que estaba al lado de DongHae, – Ni William Shakespeare puede hacer esto –Comento el que estaba enfrente de DongHae, – William Shakespeare es poeta –Corrigió lógicamente el que estaba al lado de DongHae, – ¿Aaah, en serio? Entonces ni Sherlock Holmes –Sonrió orgullo de el mismo. – Sherlock Holmes es un detective ficticio –Ahora hablo el que estaba atrás de DongHae, los 3 chicos lo voltearon a ver, el chico estaba centrado mirando su pintura y de rojeo la de DongHae para copiarle, cuando iba a mirar la de DongHae, se dio cuenta de los 3 chicos, – ¿Qué? –Pregunto incrédulo, – Nada –Alargo la ultima silaba DongHae, – Tú, no sabes nada de historia –Le apunto el de al lado al de enfrente, este solo se hiso el ofendido, DongHae y el chico de atrás solo se miraron y se voltearon para hacer sus cosas.
Pasaron los minutos y se pudo oír unos susurros renegados, DongHae vio como los 2 chicos de su lado peleaban por un frasco de pintura, eso le dio mala espina, – Suéltala –Lloriqueo el de enfrente. – No yo la agarre primero –Susurro el de al lado, no le dio importancia y siguió pintando, – ¡QUE NO ES MIA DAMELA! –Gritaron, DongHae alzo la vista y solo puedo ver como la pintura volaba hacia él, solo negó con la cabeza, – Mierda –Susurro el de cabellera negra, DongHae miro hacia atrás pero no puedo, choco contra un cuerpo, miro hacia arriba y se encontró con el chico de atrás a su lado ahora. La pintura les cayó encima, espesa, fría, de un feo color verde, pero a DongHae solo le cayó en el pelo y los zapatos, el chico de cabellera negra puso su cuerpo contra el de DongHae, haciendo que la pintura solo le callera a él, su chaqueta, sus pantalones, zapatos y cabello quedaron completamente verde. La pintura se corrió por toda su cabellera negra, unas gotas se resbalaron por su flequillo cayendo en pelo de DongHae, al sentir la pintura pensó que había quedado todo sucio pero al abrir sus ojos se encontró con unos ojos negros azulado, como la noche después de la lluvia, brillosa, fresca y oscura.
Lo que estoy viendo… ¿Es real? Lo que estoy sintiendo… ¿Es real? DongHae solo podía hacerse esas preguntas, – ¡Tsk!, tanto que me gusta el verde –Susurro el chico sobre su rostro, DongHae podía sentir su sangre correr por todas partes de su cuerpo por lo nervioso que estaba, – ¿¡Eh?! –Fue el único sonido que salió de la boca de DongHae, el chico lo miro directo a sus ojos. Mierda no me mires así. Cerró sus ojos fuertemente evitando la mirada del desconocido, el chico solo sonrió con ironía. Otro más. Se acerco mas al rostro de DongHae, este al darse cuenta de la cercanía se hiso bolita alejándose un poco del cuerpo del otro chico – ¡Jóvenes! –Exclamo la señora, el chico voltio un poco su cabeza para mirar a la señora, DongHae al escuchar la voz de la señora abrió sus ojos – Joven, me puede decir su nombre –Exigió la señora, DongHae al escuchar esto, puso su oreja los más atenta, quería saber su nombre, el chico voltio de rojeo y vio a DongHae mas pegado a su abdomen.
– Lee EunHyuk –Contesto, empujo un poco más su cuerpo hacia adelante, DongHae no tenía de donde agarrarse más que de la camisa de EunHyuk, encerró sus manos en el pedazo de tele que apenas se podía ver entre su chaqueta, y cerró los ojos, EunHyuk al sentir como jalaba su camisa se hiso mas para adelante, abrió sus ojos con sorpresa al ver como el chico se escondía debajo de su cuerpo, – Oye me vas a romper la camisa –Hablo con diversión, DongHae abrió sus ojos y vio que estaba más junto al cuerpo de EunHyuk, – Aaah –Se soltó de una DongHae olvidando que no tenia de donde agarrarse más que la camisa de EunHyuk, sintió como se tambaleaba un poco, – Me caigo –Susurro bajito, se hiso para atrás, pero EunHyuk lo tomo de la muñeca atrayéndolo hacia él, – Aléjate, me das alergia –Soltó de una DongHae sin pensar en sus palabras, EunHyuk lo miro raro – ¿Te da alergia? –Pregunto irónico el chico de adelante asomándose sobre el lienzo de DongHae, este solo sintió como la sangre le iba a explotar en sus mejillas, – Te doy alergia, ¿Eh? –Sonrió EunHyuk, poniendo sus brazos en jarras, DongHae miro al chico que estaba a su lado, trato de pedirle ayuda, pero no sabía cómo se llamaba.
– Me siento mareado –Dijo DongHae, sentía como se le revolvía la pansa, animalitos adentro de su estomago volando de aquí allá, se asusto con lo que sentía no era vomito sino las famosos mariposas del amor, – Mierda, me tengo que ir –Salió corriendo del aula, EunHyuk lo miro salir, – Yo también me voy, me tengo que bañar –Camino hacia la salida– Nos vemos profe. –Se despido de la señora. – Yo también me voy –Dijeron al mismo tiempo los chicos que estaban a los lados de DongHae, se miraron entre ellos, – Le voy a llevar su bolso al chico –Dijo el que estaba al lado agarrando el bolso, pero solo dirigía su mirada al otro chico – ¿Yo?... –Miro a los lados perdido, pero al final fijo su vista en algo– Le voy a llevar su lienzo –Dijo lanzando el lienzo de DongHae por la ventana y salió corriendo por la puerta, todos se quedaron estáticos – Yo no me voy a quedar atrás –Corrió el otro chico detrás del otro.
– ¿Que mierda acaba de pasar? –Dijo uno de los alumnos – Quisiera saber eso yo –Dijo la señora canosa.
– Ah ah ah ah –Respiraba agitadamente DongHae, podía sentir como su pecho bajaba y subía, al verlo los ojos de EunHyuk sintió como su cuerpo se emocionaba y le dolía, – Mierda mi madre tenía razón, las tangas sirven –Hablo un poco más calmado, se recargo un árbol, – Que buena corrida hiciste, hasta tuve que correr yo también para no perderte de vista –Dijo EunHyuk mirándolo, también hablaba agitadamente, DongHae lo miro con una expresión de “Tú, otra vez”. – ¿Oye y que con eso de las tangas? –Pregunto interesado EunHyuk poniendo su mano bajo su mentón, dándole un toque serio y sexy, a DongHae se le volvieron a teñir las mejillas de carmesí, – ¿Que tangas? –Preguntaron al mismo tiempo los chicos de arriba, DongHae y EunHyuk los miraron – ¿Ustedes? ¿Cómo? –Pregunto DongHae, pero al final de cada palabra inhalaba exageradamente, el chico que traía el bolso de DongHae estaba mirando hacia sus pies, pero al escuchar las “Preguntas” de DongHae miro hacia el frente, – ¡Ah!, el elevador –Dijo simple poniendo su dedo alto y después dejándolo caer como un elevador, EunHyuk solo asintió e inclino su cabeza – Por qué no utilice el elevador yo también –Se reprocho a el mismo. – Hay elevador –No podía creer que había subido y bajado 40 escalones.
– ¿LuHan lo encontraste? –Grito el chico, llamando al rubio acaramelado – Si –Se oyó junto los arbustos, LuHan salió de los arbustos con el lienzo de DongHae en las manos y como pesaba demasiado lo arrastraba, – SeHun ayúdame –Rezongo LuHan, el chico solo negó en su lugar, DongHae trago duro – Mi lienzo –Sentía ganas de llorar, tanto trabajo le había costado hacer los fregados pentágonos y hexágonos. LuHan se coloco a lado de SeHun. – LuHan, SeHun me pueden dejar solos con el –Apunto EunHyuk a DongHae, el solo negaba con la cabeza para que no se fueran, SeHun levanto las cejas extrañado, EunHyuk puso sus ojos serios – Se van a si no les juro que los mato –Su voz sonaba gruesa. SeHun tomo de la mano LuHan y se echo a correr llevándose al rubio de papalote.
EunHyuk volvió la vista hacia DongHae, lo miraba de pies a cabeza. Lo que estoy viendo… ¿Es real? Lo que estoy sintiendo… ¿Es real? Sentía la sangre acumularse en sus mejillas, empezó a temblar, estaba nervioso y no sabía porque, EunHyuk no decía nada y no hacía más que mirarlo, DongHae se sentía incomodo e impotente, la escena era fatal, ninguno de los 2 hablaba, DongHae se dio cuenta como la pintura se secaba sobre la ropa, accesorio, cuerpo y pelo de EunHyuk – Yo...yo –DongHae quiso hablar pero tartamudeaba involuntariamente, – ¿Tú? ¿Qué? –El tono de voz de EunHyuk era divertido, DongHae se dio una cachetada mental, carraspeo un poco la garganta – Yo, te voy a remendar la ropa –Dijo con tono serio por primera vez, a EunHyuk se le borro la sonrisa del rostro, se había dado cuenta que DongHae no era. Otro más. Podía ver la pupila castaña rojiza de él chico, en esos grandes ojos, piel blanca morena, facciones suaves pero no finas, cuerpo tornado, pelo naranja resaltando sus ojos y color de piel.
Sera mejor empezar mal que bien. Razono EunHyuk, sabía que no podía jugar con DongHae y si lo hacía le iba a salir muy caro, el no quería ningún atadura y compromiso con alguien y menos con alguien como él, – No gracias, no quiero nada tuyo –Y así debía de ser, tratarlo mal, demostrarle que no tenían nada que ver, eran de mundos diferentes, y formas de pensar diferentes, EunHyuk debía apurarse, tenía una cita Suzy una pre-modelo que andaba cómo animal en celo con él. DongHae se sintió desubicado, hace unos momentos estaba sonriendo y ahora pareciera que lo odiara con todo su alma, – ¡Ah! –Entendió el sentido del juego– Ya entendí –Susurro, lo que veía era un juego que iba a llegar a ser algo más que eso. Un juego. Y él estaba dispuesto a jugarlo, iba a atrapar a ese pelo negro con ojos negros azulados, le demostraría que iba a tener dueño y ese dueño iba ser el. Lee DongHae.
– Juguemos EunHyuk –Dijo.
EunHyuk lo miro sin entender, pero le resto importancia, tenía que alejarse de él lo más posible, –Me da igual –Contesto, jamás se fijaría en alguien como DongHae, paso a lado a su lado caminando hacia su auto, esta noche iba a ser una de sus mejores folladas. – Imbécil –Sonrió malicioso DongHae. – ¡Wo! Que tenso estuvo eso –Dijo LuHan acercándose lo suficiente, SeHun lo seguía desde atrás, – Y es cierto es un imbécil –Sonrió LuHan, y es que vio todo desde cerca, pudo oír bien lo que hablaban, DongHae soltó una carcajada, LuHan le caía muy bien – Y que era eso de la tanga, DongHae –No se le había olvidado, – Cierto que era eso de las tangas –Rio el rubio, – Mi madre y sus ocurrencias –Dijo el pelo naranja, – Que tal si vamos a tomar un café, yo invito –SeHun se sentía vivo y no sabía porque, pero quería seguir con la sensación en su cuerpo – Claro –Acepto DongHae, LuHan se lo pensó, – Porque no –Pero al final tenía que intentar cosas nuevas.
El tiempo había pasado y las conversaciones entre DongHae y EunHyuk eran muy únicas, entre coqueteos, sensualidad y groseras y odiosas, SeHun y LuHan se convirtieron los confidentes de DongHae, pero se acercaba una fecha muy importante – 14 DE FEBRERO, EL DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD –Grito emocionado LuHan cuando subían las escaleras de la mansión de DongHae, los 2 chicos sonrieron al ver las ocurrencias del rubio, al entrar a la habitación del mayor, porque si DongHae era el mayor de ellos y el menor SeHun, se tumbaron en la cama, – ¿Y bueno que le vas hacer a EunHyuk, DongHae? –Pregunto curioso LuHan, SeHun casi se atraganta con el agua, el nombrado lo miro extrañado, – ¿Que quieres decir LuHan?
Que chocolates le vas hacer a EunHyuk –Se podía oler caramelo cada vez que LuHan hablaba de San Valentín, – Nada –O bueno ese era el plan de él, no sabía que regalarle a EunHyuk, había 2 probabilidades de sus acciones. 1 que se riera en su cara, se lo regresara y se fuera dejándolo como idiota y 2 que le lo tirara en su cara y se fuera dejándolo como estúpido. ¡Ja! qué diferencia. Pensó con ironía el pelo naranja – No pierdes nada –Volvió a insistir LuHan. Claro que si mi dignidad y mi rostro. DongHae no quería su rostro lleno de chocolate, – No –Dijo autoritariamente.
Como lo habían conseguido SeHun y LuHan, ¿Cómo?, ahora estaba en la cocina con un delantal envolviendo unos chocolates para: Lee EunHyuk. Parecía chica de 15 años emocionada por que se le iba a declarar a la persona que le gustaba, pero eso no importaba, iba a ser que EunHyuk se comiera esos chocolates quiera o no, mañana era San Valentín, e iba a ser un día súper atareado y único para EunHyuk y DongHae.
Pero no le importaba si se le tiraba los chocolates en la cara o en el piso, le haría comer los chocolates si o si, en fin de cuentas a Lee DongHae, le encantaba Lee EunHyuk.